[Televisión] Cosas de series; de todo lo humano y lo… ¿robótico? ¿mutante?

Televisión

Sinceramente, la temporada veraniega, por lo menos en lo que a mi cartelera personal televisiva se refiere, se está poniendo interesante. A menos de una semana para el final de la segunda temporada de True Detective, si no la calidad de la primera al menos nos ha ofrecido espectacularidad. Y a dos episodios del final de Power, ya nos han planteado situaciones que nos podrían haber resultado satisfactorias incluso para un final de temporada. Y además tenemos ya algún final de temporada que comentar. Sobre series que merecen además un comentario reflexivo.

Sense8 – 1ª temporada (no confirmada todavía la segunda)

«Sense8» se pronuncia en inglés como «sensate», algo así como ‘senseit». El número 8 además es el de los protagonistas de la serie, un grupo de personajes dispersos por el mundo; Méjico, California, Chicago, Londres, Islandia, Berlín, India, Seul, Kenia… que nacieron todos el mismo día, un 8 de agosto; 8 del 8. No nos dice el año. Muy conveniente, porque se supone que todos tienen la misma edad, pero no lo aparentan… fallo de «casting». Pero vamos,… entre los 25 y los 35, aunque los actores y actrices que los interpretan sobrepasan todos el límite inferior de este intervalo mientras que otros lo sobrepasan. Entonces estaríamos hablando más bien entre los 28 y los 38… De todas las nacionalidades. El actor mejicano es español (Miguel Ángel Silvestre), la transexual californiana es californiana (Jamie Clayton), el policía de Chicago es tejano (Brian J. Smith), el keniata es londinense descendiente de caribeños (Aml Ameen), la surcoreana es surcoeana (Doona Bae o Bae Doona, léase algo así como ‘peduná’), la india es india (Tina Desai), la islandesa residente en Londres es inglesa de Bristol (Tuppence Middleton) y el berlinés es berlinés (Max Riemelt).

¿Y qué tienen en común? En el momento en que misteriosamente muere una mujer llamada Angelica (Daryl Hannah), descubren que todos ellos están interconectados mentalmente o telepáticamente. Y no sólo se puede comunicar entre sí en la distancia, sino que además puede transferirse unos a otros sus propias habilidades. Su capacidad para pelear, para hackear ordenadores, para disparar un arma, para conducir, para descerrajar un caja fuerte,… lo que sea. Estamos ante la enésima iteración del tema de superhumano. Del mutante con poderes especiales. Ciertamente sin ridículos trajes de colores, sin capas ni antifaces, como entre los procedentes del mundo de la historieta. Y por supuesto, perseguidos por un archienemigo que quiere acabar con ellos, el Sr. Whispers (Terrence Mann), que para colmo es uno de ellos (¿dónde he visto yo esto antes?).

«Sense8» está rodada en las nueve localizaciones reales en las que transcurren los hechos, entre ellas Berlín, la capital alemana.

Todo lo anterior lo metemos en una coctelera y lo adornamos con un poco de homosexualidad y transexualidad, amores imposibles, romances tórridos y romances platónicos, mucha presunta diversidad étnica y racial, y abundancia de referencias a la cultura pop del momento. Canciones pegadizas, especialmente. Y como ya he insinuado algo de sexo más o menos tórrido, que siempre sirve para enganchar audiencia. Qué mejor que una escena lésbica, con un primer plano de un pene artificial montado en un arnés, para «calentar» la audiencia. O unas escenas en una piscina con una «manage a quatre» aunque sea por vía telepática.

Se me olvidaba, este invento es de los Wachowski de la mano J. Michael Straczynski (le debemos Babylon 5, que muchos admiran, yo no tanto, y algún bodrio que otro en el campo de los superhéroes). Y hereda visual y conceptualmente mucho de lo que los primeros hicieron con el alemán Tom Tykwer (que también dirige un par de episodios) en la aceptable aunque no del todo conseguida adaptación de la excelente novela El atlas de las nubes.

Qué me parece a mí todo esto… Vamos a ver… de la misma forma que hay comida para gurmés y comida rápida, que no tiene porque ser mala,… o que existe la música culta de calidad, la clásica o el jazz, y luego esta el pop, que no tiene porque sonar mal… Pues todo lo que tocan los Wachowski es lo mismo. Pueda estar mejor o peor, puede ser pretencioso o visualmente interesante, puede entretener o aburrir como una ostra,… pero en general no pasan de ser algo parecido al «pop». Un producto de consumo fácil, con mucha menos profundidad de la que aparenta, muchos lugares comunes, que se nos pega con facilidad, pero probablemente lo olvidaremos también con facilidad, con menos originalidad de lo que aparenta porque pica de los caminos ya trillados por otros. Casi todo lo que han hecho los Wachowski tiene características similares. Incluso la tan admirada por algunos Matrix, que a mí nunca me ha convencido gran cosa. Y menos con el «caracartón» de protagonista. Pero por lo menos, en lo que nos toca en esta ocasión, para refrescar los calores del verano, entretiene. Y aunque peca de alguna irregularidad en el desarrollo de la historia, y especialmente en el interés de algunos de los ochos «sensates» (véase la pastosa historia de los mejicanos), también tiene momentos muy divertidos, con finales de episodios muy entretenidos, incluido el del que termina la temporada.

No se ha confirmado todavía su regreso en una segunda temporada. Si no vuelve, no penaré. Pero si vuelve Confirmada la segunda temporada, supongo que la veré. Entretenimiento.

Por cierto, parece obligado pronunciarse por el «sensate» favorito… Para mí, las chicas claro; Sun (Bae Doona), Riley (Middleton) y una que no es «sensate», sino la pareja de una de ellos, la antigua «companion» del Doctor, Amanita (Freema Agyeman), personaje secundario pero mucho más dinámico e interesante que alguno de los primarios.

Sigo diciendo que para mí lo mejor de los Wachowski fue Bound (Lazos ardientes),… película de lo más «noir» con alto voltaje sexual, que no se parece en nada al resto de lo que han hecho.

Una de las localizaciones es el Monumento a los judíos asesinados en Europa; aunque no tengo claro si usan el monumento real o algún decorado similar... detalles que me han chocado... yo que lo he visitado en tres ocasiones.

Una de las localizaciones es el Monumento a los judíos asesinados en Europa; aunque no tengo claro si usan el monumento real o algún decorado similar… detalles que me han chocado… yo que lo he visitado en tres ocasiones.

Humans – 1ª temporada (volverá para una 2ª temporada)

Si la anterior era la enésima vuelta de tuerca al tema de los mutantes y de la nueva humanidad, o lo que viene después del ser humano, en esta ocasión estamos ante una nueva iteración sobre el concepto de la inteligencia artificial y los posibles difusos límites entre una inteligencia artificial autoconsciente y emocional y el ser humano. Los «synths» (sintéticos) de Humans son más que dignos descendientes de los replicantes, los cylones de nueva generación y otros diversos antecesores, televisivos, cinematográficos y literarios, de seres artificiales de aspecto humano e inteligencia avanzada.

Pero si en otras producciones nos hemos movido en mundos futuristas, mundos alienígenas, futuros o pasados más o menos remotos, «space operas», en esta ocasión nos movemos en un presente alternativo, con tonos distópicos, y el principal escenario de la acción son las calles de Londres y los domicilios de la más o menos aburrida clase media británica. Nos sitúa los dilemas asociados al reconocimiento de la inteligencia en seres que no son biológicamente humanos en el cuarto de estar o en la cocina de casa. Al mismo tiempo que se genera una trama con un nivel de suspense adecuado para esperar con ganas el episodio de la semana siguiente.

Producción británica, que es casi sinónimo de producción de calidad y bien interpretada. Detrás del tema principal, sobre la humanidad de los «humanos» sintéticos, arañamos unas veces más superficialmente otras menos con algunas cuestiones absolutamente humanas: el abuso o violencia sexual, tanto doméstica como en el entorno de la prostitución; la violencia absurda hacia aquellos seres que consideramos inferiores; la soledad y la necesidad de sustitutos para rellenar los huecos dejados por la ausencia de otros seres humanos; las relaciones conyugales y familiares; el amor y la lealtad fraterna, cuando el concepto de «hermano» o «hermana» se extiende más allá de los tópicos culturales.

Es adaptación de una producción sueca, Äkta människor (Gente real), que dicen que está igual de bien o mejor. Incluso más incisiva a la hora de tratar los temas. Ganas me entran de verla…

Mucho menos espectacular, pero mucho más profunda y reflexiva que la producción de los Wachowski, e igualmente entretenida.

En cualquier caso, la simbología me parece un poco cogida por los pelos, no del todo apropiada, y seguramente banalizada por esa tendencia de los Wachowski a convertilo todo en algo

En cualquier caso, la simbología me parece un poco cogida por los pelos, no del todo apropiada, y seguramente banalizada por esa tendencia de los Wachowski a convertilo todo en algo «pop».

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