Master Gardener (2022; 35/20230614)
Escapada al cine entre semana, aprovechando que parece que la cartelera se ha animado… un poquito… con respecto a la falta de interés de las últimas semanas junto con los malos horarios o las mala oferta en los exhibidores zaragozanos. Y es que esta película norteamericana dirigida por Paul Schrader, tenía diversos niveles de atractivo, empezando por un director que tiene cosas interesantes en su haber, un reparto prometedor y algunas críticas previas positivas. Sin embargo, le ha costado llegar a los cines. En todo el mundo. Tras una largo paseo por festivales. Lo cual hablaba de un producto con poco atractivo comercial, lo cual, en los tiempos que corren, no es necesariamente una mala referencia.

En algún lugar de los estados del sur de los Estados Unidos, un maestro jardinero (Joel Edgerton) trabaja para los reputados jardines de una excéntrica ricachona del lugar (Sigourney Weaver). Jardines cuidados de forma exquisita, un motivo de orgullo local, y para su dueña, claro. Un día, la señor anuncia al maestro jardinero que va a acoger a una sobrina nieta, una joven de unos 20 años (Quintessa Swindell), que ha llevado una «mala» vida, al igual que su difunta madre. Y que además es de «mixed blood». O sea, procedente de un relación entre la madre blanca y un padre negro. Lo cual choca en principio con los prejuicios de la señorona,… y con los secretos de la vida pasada del jardinero, incluido en un programa de protección de testigos por acontecimientos de un pasado oscuro.
Me llama la atención la escasa valoración del público hacia esta película, que sin embargo ha sido bien recibida por la crítica. A lo mejor no con entusiasmos, pero no se puede negar que existe una realización exquisita, una puesta en escena y un diseño de producción excelentes, a los que se reúnen los excelentes trabajos interpretativos del conjunto del reparto, incluida la joven protagonista, que se tiene que enfrentar a gente con nombre y prestigio, en mayor o menos medida. Sin embargo,… claro, hay «sin embargos». La historia es sencilla en su planteamiento, pero compleja en su fondo. Y en algunas ocasiones difícil de digerir. El planteamiento general es la redención mutua basada en la relación entre dos personas cuya vida descarriló en algún momento, con dificultades para retornar a un camino con futuro. No es algo original, no es algo que no hayamos vista. La retroalimentación positiva entre dos personas aparentemente muy distintas. Pero quizá Schrader, que firma también el guion, lleva esa relación a un punto demasiado lejos como para no poner en riesgo la suspensión voluntaria de la incredulidad del espectador, con un final que no acaba de convencer. A mí, no me acaba de convencer. No lo compro con facilidad.

Es difícil decir si la película es recomendable o no. Creo que tiene muchas virtudes positivas, aunque no es «apta» para público palomitero, ávido de pirotecnias banales, y acción sin ton ni son. Pero también es cierto que, como ya he insinuado, tal y como está planteada, y no doy detalles por no desvelar más de la cuenta, la evolución de la película, la definición de los personajes, las características básicas de estos, hace que el desenlace final me resulte un non sequitur, aunque haya material para un producto más redondo, sin perder el mensaje que nos quiere lanzar Schrader.
Valoración
- Dirección: ****
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: ***

