[TV] Cosas de series; fansía, ciencia ficción y política ficción… o sea, todo un género parecido

Televisión

En los dos últimos meses he acumulado bastante series cuyas temporadas he terminado. Y parece que he cogido un ritmo de series cortas que puede aumentar la cosa. Por lo que he acumulado retraso… Y me empiezo a olvidar de lagunas de ellas. No de las que traigo aquí hoy, que son bastante interesantes.

Por diversos motivos, las fotos más adecuadas para ilustrar esta entrada eran algunas de la ciudad de Londres. Como así veréis. Pero no he podido sustraerme a esta foto con Yoda que me hice hace unos días en San Francisco. Brrrrrr, qué poco me gustan las fotos que me hacen otras personas, pero es lo que hay.

The Mandalorian es probablemente el mayor pelotazo que ha dado Disney en la adaptación del universo Star Wars al medio televisivo. No la mejor, categoría que reservaría a otra que ha pasado mucho más desapercibida, pero muy entretenida en sus dos primeras temporadas. La trama de la tercera temporada ha ido de la unión y reunión del pueblo mandaloriano disperso por la galaxia. Y por supuesto, el avance hacia el surgimiento de la Nueva Orden, o como se llame, y la insurgencia de la nueva rebelión, o como se llame. Entretenida, sí. Visible, también. Entrañable, como las dos temporadas anteriores, nop. De hecho, la presencia de Baby Joda en esta temporada esta cogida muy por los pelos. Pero es que han debido considerar que si el muñequito la serie todavía tendría menos tirón. En fin. Serie que todavía se mantiene pero que empieza a languidecer.

Carnival Row es una serie de fantasía, un steam-punk alternativo de finales del siglo XIX y principios del XX, con personajes fantásticos distintos de los humanos, con un reparto interesante encabezado por Orlando Bloom y Cara Delevingne. El primero lo hace muy bien, la segunda no lo hace nada mal. Pero con un cuadro de personajes secundarios que también son muy sólidos. El caso es que la primera temporada me pareció una simple presentación de lugar y tiempo que habría de desarrollarse en futuras temporadas. Pero no ha habido futuras temporadas. Ha habido una temporada más que ha puesto punto final a la serie. Por lo menos ha habido un cierre. Ha sido muy entretenida, yo me lo he pasado bien. Y han tenido la sensatez de pasar la trama romántica a un segundo plano, sólo funcionaba bien a ratos, y dedicar el tiempo a la trama política y a la aventura. Globalmente me ha gustado, me ha dejado con ganas de más, hay muchos temas que se han insinuado o presentado con rapidez, pero que merecían más detalle… y es una pena que no le hayan dado un par de temporadas más, pero es lo que hay. El apresuramiento final ha lastrado una serie con una gran potencialidad. Se ve en Amazon Prime Video.

Y finalmente tenemos The diplomat, serie de Netflix que reúne dos pesos pesados de las series de la década pasada, Keri Russell, estupenda en The Americans, y Rufus Sewell, no menos estupendo en The Man in the High Castle. En esta ocasión tenemos un trama política-diplomática con un tono ligero, en el que va saltando entre la comedia y el drama. Como consecuencia de un ataque contra un portaviones británico, con el trasfondo de la invasión rusa en Ucrania, hay una escalada de la tensión política en el mundo, y Estado Unido enviado a una diplomática de carrera especialidad en Oriente Medio como embajadora a Londres (Russell), casada con otro diplomático de carrera de gran prestigio (Sewell), un matrimonio con sus más y sus menos. El entorno es de políticos ficticios pero reconocibles; da igual el nombre que les den en la serie, podemos identificar al destalentado primer ministro británico, el añoso presidente norteamericano, a la vicepresidenta de este país y a otros personajes de la actualidad. La serie es de la factoría Shondaland y se nota en la agilidad de los guiones y los diálogos, que son llevados a la perfección por un reparto que, más allá de sus protagonistas, es muy solvente. Yo me lo he pasado de maravilla. Tanto con las tramas principales de los protagonistas, como las tramas secundarias de los personajes de apoyo. Y después del enorme cliffhanger con el que terminó la primera temporada, estoy deseando que llegue la segunda. Una de las series que más he disfrutado en los últimos tiempos.

[Deporte] XVI Maratón de Zaragoza con película fotográfica

Deporte, Fotografía

Ya mostré algunas fotos de esta prueba deportiva hace unas semanas, aprovechando unas recomendaciones fotográficas, de las que hice con cámara electrónica digital. Mientras estaba de viaje en estas vacaciones me llegaron los resultados del revelado de algunos rollos de película hechos en el mes de abril, y tengo más fotos de ese día. El comentario técnico lo podéis encontrar en XVI Maratón de Zaragoza – Canon EOS 3 con Lomography Color Negative 800. Aquí os dejo algunas fotos de aquel día, de la prueba y alguna cosita más.

[Libro (de arte)] Mira lo que te pierdes: El mundo visto a través del arte – Will Gompertz

Arte, Literatura

Con un total de prácticamente 27 horas acumuladas de avión para ir y venir a San Francisco vía Múnich, hay mucho tiempo para leer libros. Incluso si pierdes en uno de estos vuelos el lector de libros electrónicos. Menos mal que siempre se puede usar el teléfono móvil para el mismo fin… aunque no es idóneo. El caso es que al comenzar el viaje de estas vacaciones de primavera tenía ya empezado desde hace unas semanas un libro de Will Gompertz, periodista británico especializado en el mundo del arte, y del que ya había leído un par de libros que me gustaron muchos, especialmente este, aunque también este. Si además se complementa con el hecho de que una visita fija en el viaje era el San Francisco Museum of Modern Art SFMoMA (instagram)… pues queda de lo más apropiado hablar aquí y ahora de este libro. Las fotografías corresponden a la visita a este interesante museo, casi tan veterano como el famoso MoMA de Nueva York (instagram). Si el de la Gran Manzana es de 1929, el de la ciudad californiana es de 1935, con su edificio actual de 1995, ampliado y reabierto en 2016.

En esta ocasión, lo que pretende Gompertz es que entendamos que los artistas no ven, o miran, el mundo de la misma forma que el resto de los mortales. Que ellos encuentran en detalles que a nosotros se nos escapan o pueden parecernos banales, fuentes de reflexión o inspiración. Que saben ver lo que mueve su actividad artística en lugares insospechados para los demás. Y cuando digo «lugares» no me refiero sólo a lugares físicos, sino también mentales, sociales o espirituales. Para ello hace un repaso a un total de 17 artistas de diversas épocas, aunque predominan los del siglo XX. No en vano su libro más popular y conocido trata sobre el arte moderno y contemporáneo. Y en pocas páginas, y partiendo de una obra emblemática de cada artista, hace un repaso a su forma de mirar, a su obra y a sus compromisos.

Cada capítulo, como digo dedicado a un artista, no es muy extenso. Pero tampoco telegráfico o superficial. Gompertz va directo al grano. La obra u obras que considera el punto de partida para el comentario y reflexión, algunos apuntes biográficos y de contexto histórico y social, y lo que diferencia la forma de mirar del artista de otros artistas o de las personas comunes. Todo ello, como es habitual en él, escrito con agilidad o amenidad. Si el tema te interesa, te engancha. A mí me enganchó. Y la verdad es que debo mucho a Gompertz a estas alturas en lo que se refiere a desasnarme en lo que se refiere al mundo del arte.

Quizá no tan profundo o interesante como los dos anteriores, realmente no es menos recomendable. Es distinto. Es otro enfoque. Y aprendes mucho. Y no sólo de arte. También de historia. De los conflictos sociales y personales. Gompertz abraza la diversidad humana y, por lo tanto, artística. Por lo que, de forma natural, no forzada, incluye artistas de distintos orígenes étnicos o nacionales, o también diversos desde otras dimensiones de la persona. Lo busqué porque hace unas semanas supe que había publicado, en inglés de momento, un nuevo libro que entiendo que es continuación del que hoy os presento. En cuanto tenga un momento lo buscaré y seguiré leyendo a Gompertz. Merece mucho la pena.

[Viajes] Resumen fotográfico de San Francisco (y algo más)

Sin categorizar

En esta ocasión no hay entrada técnica acompañante en El viaje fotográfico de Carlos sobre las cuestiones técnicas de mis fotografías del viaje. Probablemente, cuando lleguen reveladas las fotografías de los carretes de película fotográfica tradicional y los comente, en blanco y negro y en color, haré alguna referencia al equipo fotográfico digital,… que es mi básico para viajes; el sistema micro cuatro tercios como principal y la pequeña compacta Sony como complementario. Simplemente, una curiosidad. Me equivoqué al llevarme un objetivo. Mi intención era lleva el 35-100 mm f2,8 de Panasonic, objetivo de focal variable en el terreno del teleobjetivo corto y medio, y me confundí, me llevé el 75-300 f4,8-6,7 de Olympus, objetivo de focal variable en el terreno del teleobjetivo largo. Al principio me contrarió… pero lo aproveché. Muchas aves en la bahía de San Francisco.

La ocasión de viajar a la ciudad californiana se propuso por primera vez para el otoño de 2020. ¿Hace falta recordar qué es lo que pasó en 2020 y cómo nos afectó a los viajes? Pues eso. Una de la compañeras habituales de viaje quería visitar la ciudad norteamericana y conocer en persona a unas gentes con las que se relaciona en la distancia por temas laborales. Y nos propuso acompañarle. Finalmente lo hemos tenido que retrasar casi tres años, pero ha llegado. En general… muy bien. Salvo en lo que se refiere a los objetivos que tenía esta buena amiga. Dicen que no hay nada peor que conocer en persona a tus ídolos… a tus referentes… a tus héroes… descubres que son sólo personas, muchas veces con las mismas o superiores dosis de mezquindad que los humanos promedio. Pues así ha sido. Por lo que nos ha contado… no estuvimos presentes.

Por lo demás, en San Francisco hemos hecho… lo que todo el mundo. Pasear por esos paisajes tradicionales de las películas y series de televisión que hemos visto decenas de veces. El rascacielos piramidal, las casitas cuquis pintadas de colores, un puente muy largo y grande, el barrio de los emigrantes chinos, una prisión muy fría y aislada, montar en tranvía… Las cosas habituales.

Quizá… a lo que más tiempo hemos dedicado es al famoso puente, el Golden Gate Bridge. Golden Gate es la boca de la bahía de San Francisco,… y ahí mismo juntito juntito a la falla de San Andrés, la responsable de los terremotos, allí está el puente. Pero no le dedicas todo este tiempo porque sea tan especial, que no está nada mal. Le dedicas mucho tiempo porque a ambos lados, tanto en el de Sausalito como en el de San Francisco, hay excelentes zonas para pasear y contemplar el paisaje. Si la niebla te deja, claro. Por la San Francisco de las películas y las series de televisión, siempre soleada, tan apenas la hemos visto. Todos los los días amanecía con niebla, que no se desvanecía hasta el mediodía por lo menos, y en algunos lugares de la extensa metrópoli, en todo el día. Y tiempo fresco. Muy fresco. Muy alejado de la soleada y templada California que se nos vende. Un subclima curioso por el soplar de los vientos frescos y húmedos procedentes del Pacífico, que chocan con las colinas que forman la ciudad y la costa californiana en estas latitudes. Es un efecto Foehn más o menos típico que los locales llaman El Diablo. Aunque otros consideran que no sería propiamente un Fohen, sino las fuertes brisas de viento húmedo producido por las bajas presiones que generan los vientos calientes ascendentes en el interior de California. Probablemente una mezcla de ambas. Las ascendentes de aire caliente generan el viento frío constante que, siendo muy húmedo, se condensa en las colinas costeras.

Y quizá, algo imprevisto, pero bien recibido, ha sido la abundancia de vida salvaje en los zonas costeras y humedales, especialmente de aves, muy próximos a los núcleos habitados, y que me he permitido aprovechar el error de los teleobjetivos, y hacer algunas fotos más o menos interesantes de toda clase de bichos. Especialmente me fascinaban los pelícanos pardos de California, que no han resultado los más fáciles de fotografiar,… por no parar quietos.

Y poco más hay que decir… Que por el alto precio del dólar, viajar a Estados Unidos está caro. Que nos escapamos a Yosemite National Park en una excursión en el día organizada, que no nos entusiasmó. Que el centro de la ciudad está lleno de «fumetas» de crack, con abundancia de personas sin hogar, muy tiradas. Que el sistema de transporte público es más razonable de lo que pensábamos siendo Estados Unidos, con conductores muy amables, más allá de los famosos tranvías funiculares. Que es una ciudad extremadamente multiétnica… mucho más de lo que pensábamos. Y que nos lo hemos pasado bastante bien.