[Fotos/recomendaciones] Exposición, algunos fotógrafos y fotografías del mes de marzo

Fotografía

Una miscelánea de fotografías mías acompañando algunas recomendaciones fotográficas. No la entrada de recomendaciones tradicional de los domingos, tampoco la típica entrada mostrando fotografías de las que hago. Todas las fotos menos una, será evidente cual, están hechas en el mes de marzo, y de sus características técnicas hablo en Paisaje periurbano al atardecer – Canon EOS 650 con Helios 44M 58 mm f2 y Kodak ProImage 100.

ASAFONA Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza está celebrando una exposición en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza. Bajo el título «Natura secreta», es el epílogo a las charlas de las jornadas de primavera, celebradas en los jueves de marzo y el primero de abril, que también tuvieron ese tema como motivo principal. Y que estuvieron muy bien. Todos los socios podíamos presentar una fotografía a la exposición. Aunque no todas han podido ser mostradas, por cuestión de espacio en las salas de exposiciones. Aunque se ha realizado un vídeo que muestra todas las presentadas, que todavía no puedo enseñar. He tenido la suerte, porque el nivel me parece bastante alto, de que mi fotografía, realizada durante las vacaciones de Pascua en Wollmatinger Ried, cerca de la ciudad alemana de Constanza, ha sido seleccionada. Una pareja de trepadores azules compartiendo una baya, en la intimidad de una pequeña arboleda en tan bella reserva natural. La versión que muestro aquí es la que estoy preparando para el libro de fotos del viaje, un poquito distinta de la que va en la exposición. Realizada con Panasonic Lumix G9 Mark II y Olympus M.Zuiko Digital 75-300 mm f4.8-6.7.

He empezado mis vacaciones de primavera. Habitualmente divido mis vacaciones reglamentarias en dos periodos, uno en primavera y otro a principios de otoño. En esta ocasión he cogido tres semanas en primavera y dos en otoño, normalmente es al revés, pero es que nos vamos dos semanas a Japón, más algún día previo de preparativos, y alguno posterior para eliminar el jet lag… pues las tres semanas. Será nuestro tercer viaje al País del Sol Naciente. El caso es que, entre los preparativos del viaje y el lío de dejar mis asuntos laborales lo más cerrados y apañados posible, he tenido poco tiempo para recomendaciones fotográficas. Pero algunas cosas he pillado de los boletines que recibo en el correo electrónico.

Me ha llamdo el fotógrafo Chris Sorensern, radicado en Nueva York. Habitualmente se dedica a los retratos. Pero durante los confinamientos del covid-19… perdió inicialmente las ganas de fotografiar, por falta de contacto con otras personas. Hasta que se dio cuenta que tenía una acompañándole todo el tiempo que era ideal para seguir fotografiando.

La germanoamericana Evelyn Hofer fue una fotógrafa que ya falleció hace uno tiempo, en 2009. Pero dejó una extensa obra dedicada al reportaje, que me ha parecido de lo más interesante. Especialmente, su obra en color, que adoptó tempranamente, a principios de la década de los 60 del siglo XX. Me encanta el color de las fotografías de esa época.

Jacques Henry Lartigue es uno de mis favoritos desde hace muchos años. Un fotógrafo aficionado, un hombre acomodado, simpático, vital, que se dedicó a reflejar su forma de vivir en sus fotografías, llenas también de optimismo y vitalidad. Nos lo recordó George Appletree.

Y ya que he comentado al principio sobre fotografía de naturaleza, y ya que estamos en esa época del año en la que me acerco con frecuencia a los parque para fotografiar las flores, os contaré que me han llamado la atención, y me han gustado bastante, las fotografías de Julie Wang. Muchas de ellas con plantas y flores cotidianas, de las que son fáciles de encontrar paseando.

[Cine] Aku wa sonzaishinai [悪は存在しない] (2023)

Cine

Aku wa sonzaishinai [悪は存在しない] (2023; 25/20240506)

Tuve ocasión de acercarme al cine de Ryūsuke Hamaguchi «gracias» a la pandemia de covid-19. Ante la imposibilidad de acercarse a las salas de cine, durante un tiempo dediqué parte del dinero que me ahorraba a una suscripción a Filmin. Y en esa plataforma pude ver un par de sus película más destacadas hasta ese momento, como esta o la que comento en esta entrada. Muy interesantes. Pero entonces llegó 2021, y el director japonés estrenó, no una, dos películas absolutamente excelentes, de lo mejor de ese año. Si ya me gustó los relatos de mujeres de la primera de ellas, también me gustó la adaptación de un relato de Murakami que ya había leído previamente. Esta, incluso tuvo cierta repercusión en las salas europeas y americanas, con nominaciones a los Oscar incluidas. Por lo tanto, cuando me enteré de que llegaba una nueva película de Hamaguchi… no me lo pensé.

Y fuimos de los pocos. Porque en esa sesión en versión original a las cuatro y media de la tarde de un lunes, sólo estábamos nosotros dos. Nadie mas. Toda una sala de cine en exclusiva. Miedo nos dio que no nos proyectasen la película, como ya me había pasado en un par de ocasiones en estas salas de cines en el pasado en circunstancias similares. Pero la pudimos disfrutar. Y digo disfrutar con todas las de la ley. Y también, quizá, padecer. Porque por bella e interesante que es la película, su final es un tanto críptico.

La acción, escasa y de ritmo pausado, la película es muy contemplativa, nos lleva a algún lugar del Japón rural. Quizá no muy lejos de Tokio. Pero con montañas, bosques, ciervos salvajes… Allí vive Takumi (Hitoshi Omika) con su hija Hana (Ryō Nishikawa). Libres. El vive de ser el manita que arregla las cosas de los vecinos a los que apoya en sus negocios y en sus necesidades. La niña, de ocho años, va al colegio y deambula por los campos y los bosques. Un día llegan al pueblo Takahashi (Ryūji Kosaka) y Mayuzumi (Ayaka Shibutani), empleados de una agencia que representa a una empresa que quiere instalar un glampín en la localidad. Van a presentar el proyecto y escuchar a los lugareños. Pero lo que parecía un mero trámite, se complica porque estos empiezan a plantear inconvenientes por las repercusiones negativas para el ambiente, sus negocios y sus vidas de esta instalación. Takahashi y Mayuzumi intentarán ganarse a Takumi para la causa. Pero las cosas no saldrán como pensaban.

Hamaguchi, como ya he mencionado, adopta un enfoque contemplativo en esta película. Pocos diálogos. Nunca muy extenso. Planos prolongados. Movimientos lentos de cámara, que muchas veces queda estática fijándose en el moverse de los árboles, del agua, de una persona trabajando. Película llena de pequeños detalles y muchas metáforas. No todas fáciles de entender. Interpretaciones sobrias. Pero buenas. No es la película que recomendaría al aficionado al cine palomitero, en general pasivo y ávido de acción. Es una película en la que el espectador tiene que poner de su parte. Y mucho. Tiene que tomar decisiones sobre lo que está pasando en la pantalla. Y no nos olvidemos, dejando aparte la modernidad de la sociedad nipona en lo tecnológico, los valores fundamentales, las tradiciones, los mitos fundacionales y el lengua son muy distintos y con estructuras muy diferentes a las que surgen de la civilización europea occidental. Pero desde mi punto de vista, si haces el esfuerzo, merece mucho la pena. Una película muy querida y alabada por la crítica, pero que llegará con cuentagotas al público. Y sólo una fracción del mismo. Es lo que hay.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[TV] Cosas de series; misterios astronáuticos, Lincoln asesinado y simpáticos neandertales

Televisión

Dos cuestiones que entran en conflicto me han venido pasando últimamente. Por un lado, se me han acumulado muchas series de televisión para comentar, a pesar de que tenía la sensación de que estaba muy irregular con estas cosas. Y por otro lado, voy con poco tiempo para comentarlas. Pero he sacado un poco de tiempo este viernes para sacar adelante el comentario de algunas de ellas. Aunque sea de forma telegráfica. Tres series. Y una película documental para televisión.

Los bosques suecos tienen un cierto papel en una de las películas de astronautas, así que pondré algunas fotografías alusivas.

Ha coincidido que en estos primeros meses del año se han estrenado dos miniseries con premisas argumentales muy similares. Una en Apple TV, Constellation. Otra en Netflix, Das Signal. La primera es una coproducción en la que participan productoras de Estados Unidos y algunos países europeos, ocho episodios, con el gancho de Noomi Rapace como protagonista. La segunda es una producción alemana de cuatro episodios. Ambas comparten algunas premisas. Una astronauta con una misión en órbita alrededor de la Tierra, un evento extraño, y un regreso a la Tierra accidentado. Y una conspiración. La primera, dándole vueltas a algunos conceptos de la mecánica cuántica, más bien hipótesis indemostrables sobre lo que significan algunas de sus matemáticas, como los multiversos, malentendiendolos las más de las veces. La otra, con una curiosidad que a algunos de los más aficionados trekies les sonará más o menos familiar. Pero resumiendo, para no aburrir, ninguna de las dos ha convencido mucho a la parroquia. Ni a mí tampoco. Entre lo pretencioso de la primera, y lo simplón de la segunda. Con guiones flojos, basadas en ideas que puedan estar lastradas de partida. No especialmente recomenables.

Sí que me parece recomendable Manhunt. Serie norteamericana para Apple TV que nos cuenta en siete episodios como fue el asesinato de Abraham Lincoln, como se persiguió a sus asesinos, y como fue el juicio, vinculándolo, de alguna forma, a la mala administración que hizo Andrew Johnson, el vicepresidente y sucesor de Lincoln, que tanto tergiversó la llamada Reconstrucción, con corrupción y secuelas que, tal vez, repercutan hasta hoy en día. Se apoya en una excelente ambientación y en las excelentes interpretaciones de Tobias Menzies como el secretario de guerra Stanton, que dirigió la persecución de los criminales, y Anthony Boyle interpretando al asesino John Wilkes Booth. No es una excelencia de las de recordar para toda la vida, pero está bastante bien, y es recomendable.

Finalmente, me vi recientemente el documental de 80 minutos de Netflix, Secrets of the neanderthals. Un producción británica en la que se recorren los hallazgos paleontropológicos y arqueológicos más importantes para comprender quienes fueron los miembros de esta especia humana que ocupó Europa y buena parte de Asia y de quien los euroasiáticos, incluidos los descendientes de los que emigraron a otros continentes, conservamos un 2-3 % de sus genes en nuestro propio genoma. Indicando que hubo reproducción cruzada fértil entre los neandertales y Homo sapiens. Pero la serie se centra en la interpretación de fósiles y restos arqueológicos que dejaron en Oriente Medio y distintas localizaciones de Europa. No está mal. Se deja ver. Es cierto que a mí me hubiera gustado algo de tiempo a profundizar un poquito en los descubrimientos realizados a través de la biología molecular y el estudio del genoma… pero bueno. Es que a mí me gustan estas cosas. Narrada por Patrick Stewart.

[Fotos] Antes de las «guerras» napoleónicas…

Fotografía

Os mostraba el lunes fotos de las «guerras» napoleónicas tal y como algunos las «recrean» hoy en día. En color y esas cosas, pero con película fotográfica tradicional. Pues bien, hasta el parque del Tío Jorge fui caminando y fui haciendo fotos, pero en blanco y negro. Con un viejo objetivo Sigma, comprado de segunda mano hace más de 30 años.

Sí queréis saber más de las cuestiones técnicas, podéis visitar Un viejo objetivo que apenas uso… con razón- Pentax MX con un 28 mm f2.8 de Sigma e Ilford HP5 Plus a IE 200. Pero aquí simplemente os dejo algunas fotos de aquel paseo hasta el parque donde estaba el campamento de los ejércitos «enfrentados».

[Libro] Menudas historias de la Historia – Nieves Concostrina

Literatura

Hoy ando con poquito tiempo, pero no quería dejar de poner una entrada en el blog, en esta ocasión dedicada a uno de los últimos libros que he leído. Como no es un libro que me haya entusiasmado precisamente, no le dedicaré mucho espacio. Está escrito por una periodista, Nieves Concostrina, que al parecer ha participado en varios programas de radio a lo largo de su carrera. Y en una hora del café, los compañeros del trabajo me la sugirieron bajo la idea de que me gusta la historia y que, por lo tanto, me podría gustar sus libros de divulgación histórica.

Algún episodio dedica la autora a las guerras napoleónicas en la Península Ibérica. Pero al igual que en los tiempos del régimen… cositas anecdóticas como lo del tambor del Bruch, o el cañonazo de Agustina… y cositas de esas. Este país se quedará para siempre sin que alguien cuente de verdad lo que pasó en aquella desgraciada guerra.

El libro, que lleva como subtítulo Anécdotas, despropósitos, algaradas y mamarrachadas de la humanidad, es una colección de pequeños artículos que hablan de algún hecho histórico más o menos destacable, curioso o potencialmente interesante. Muchos. Y de muchas épocas. Y de muchos países. Y agrupados temáticamente de una forma que no me ha acabado de convencer, pero que hace que relatos muy relacionados aparezcan dispersos por el libro, por lo que pierde profundidad.

No es que tenga mucha en ningún momento. Profundidad, digo. Cada relato es como una introducción a algo que sucedió, y muchas veces destaca más la anécdota que el fondo. Y como veréis en el subtítulo, no esconde la intención. Es honesta en eso. Pero a cambio queda excesivamente superficial. Realmente, intenta ser tan para todos los públicos, y abierta a muchos niveles culturales, que al final te quedas con un montón de cosas… tantas… que te acabarás olvidando de ellas. Lo terminé hace ya tres semanas o así… y ya he olvidado mucho. Me queda la sensación general. Y encima, de cosas que ya sabía,… pues he encontrado alguna que otras inexactitud. O interpretación de los hechos que no me convence gran cosa. Así pues… no me ha gustado en exceso. No lo recomiendo. Ni siquiera para introducirse de forma amable en la historia, para alguien que ha rehuido la materia. A la postre, me parece tan ineficaz como las clases de historia tipo tocho del colegio o del instituto, de los que algunos se quejan. Aunque yo tuve suerte… y un buen profesor de historia en el bachillerato. Unificado. Y polivalente.

[Cine] C’è ancora domani (2023)

Cine

C’è ancora domani (2023; 24/20240402)

Paola Cortellesi dirige y protagoniza esta película italiana que venía precedida de las expectativas levantadas por el enorme éxito de público cosechado en su país de origen. Y también por esos avances que nos anunciaban un rodaje en blanco y negro, con claras reminiscencias al neorrealismo italiano de la posguerra mundial. Cortellesi ha trabajado fundamentalmente como intérprete, y es su primera incursión en la dirección.

Ambientada en la Italia de 1946, con las penurias de la posguerra, y en vísperas del referéndum que decidió el futuro del país como una república. Y en esa Italia, en un barrio popular de Roma vive la familia protagonista de esta historia, formada por la madre, Delia (Paola Cortellesi), el padre, Ivano (Valerio Mastandrea), la hija casadera, Marcella (Romana Maggiora Vergano), y un chavalillo y el abuelo, Ottorino (Giorgio Colangeli). Una familia que vive en un semisótano, con magros salarios del padre, de la hija y lo que rasca la madre haciendo tareas diversas, especialmente a familias pudientes. La familia tiene bajo nivel educativo, y el padre no permite que la hija se eduque. Y con un problema grave; el marido maltrata sistemáticamente a la esposa, a la que considera poco menos que una sirvienta… una esclava. Pero los tiempos están cambiando, y Delia encontrará el modo de mejorar el futuro de su hija y de rebelarse contra la situación. Especialmente, si puntualmente cuenta con la ayuda del «ejército americano» y de alguna de sus vecinas.

La película, a pesar del drama del tema más importante de fondo, la violencia doméstica ejercida por un palurdo bruto e ignorante, pero que sabe muy bien lo que se hace, mira siempre al lado luminoso de las cosas, y busca siempre momentos de esperanza. Evita regodearse en la violencia, que siempre queda en elipsis, o bien enmascarada en secuencias casi propias de un musical. Los temas, el ambiente y el rodaje en blanco y negro la enlazan claramente con las películas del neorrealismo de los años 40 y 50 del cine italiano. Y cuenta con unas interpretaciones de un excelente nivel, en las que sobresalen, especialmente, y curiosamente,… los hombres. Mastandrea ofrece algunos de los mejores momentos del largometraje, a pesar del rechazo que nos produce el personaje.

Es una película notable. Y totalmente recomendable. El tiempo dirá si se consolida como un clásico, o simplemente como un buen intento, encomiable, imaginativo, pero no tan trascendente cinematográficamente como algunos quieren ver. Probablemente tenga más repercusión, al menos en su país de origen, como fenómeno y reflexión social que como fenómeno cinematográfico, sin querer menoscabar sus valores en este sentido. De hecho, no fue la elegida para representar a su país en los Oscar, ni se ha llevado el David de Donatello a la mejor película, los principales premios del cine italiano. Aunque se llevó un par de premios interpretativos, el guion original, la dirección debutante, y premios de consolación de los premios votados por espectadores y por las escuelas de cine..

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Fotos] Los «tiratiros» napoleónicos con película fotográfica en color

Fotografía

Ya hace tiempo que os hablé del día en que visitamos el parque del Tío Jorge en el marco del encuentro de recreacionistas bélicos dedicados a las guerras napoléonicas aprovechan la conmemoración de los Sitios de Zaragoza en el mes de marzo, aunque los auténticos, los que mataron a tanta gente, que entre heroísmo y estupidez hay una líneas tan fina que yo siempre he sido incapaz de ver, fueron entre junio y agosto el primero, y entre diciembre y febrero el segundo.

Además de hacer un cartucho de película instantánea, y algunos fotogramas en blanco y negro de un rollo que tenía empezado, de los que todavía no he hablado, hice todo un rollo de película fotográfica para negativos en color. Una de esas películas «modernas», «experimentales», que se venden para sufragar los gastos de investigación y desarrollo de lo que tal vez en un futuro sea una película decente. En cualquier caso, aquí os dejo unas cuantas fotos. Y si queréis saber más de las cuestiones técnicas, podéis visitar Recreación histórica de las guerras napoleónicas – Pentax MX, SMC-M 50 mm f1.4 y película Harman Phoenix 200.

[Recomendaciones fotográficas] Fotografía en China y algunas cosas más

Fotografía

En los últimos tiempos ando liado. En el trabajo y fuera del trabajo. En cualquier caso, acabo más cansado los días, me acuesto pronto, y prefiero relajarme caminando haciendo alguna foto a ponerme delante del ordenador buscando cosas sobre fotografía. Ya paso muchas horas delante del ordenador como para dedicar más en casa a ello. Por ello, últimamente recojo menos recomendaciones fotográficas. O no son tan diversas. Lo que sea.

En estas estaba cuando, volviendo a casa en autobús una tarde, después de una caminata relajante, consultaba algunas cosas en Instagram en el teléfono móvil cuando me encontré una publicación de Photography of China. Era sobre la fotógrafa Peng Ke. Había alguna cosa que me interesaba en su fotografía, aunque sin definirme bien si la incluía o no en mis recomendaciones. Pero de lo que me di cuenta en ese momento es que llevaba mucho tiempo sin extraer recomendaciones de esas páginas destinadas a hablar de la fotografía en el gigante asiático. Comprobé que, por algún motivo, ya no es posible añadir la página de novedades de Photography of China al agregador de noticias, y no veía sus titulares.

No obstante, repasé algunas de sus últimas entradas, aquellas que habían publicado desde el año nuevo chino a esta parte. Me llamaron la atención las fotografías de Elle Thorbecke, creo que alemana, que pasó varios años de la década de los 30 en Pekín (literalmente, capital del norte), recogiendo un abundante archivo fotográfico de la vida en la actual capital china. En aquellos momentos, la capital de China era Nankín (literalmente, capital del sur). También, con un sentido histórico tenemos las fotografías de William A. Joseph, uno de los participantes de un grupo de intelectuales que buscaban la normalización de las relaciones entre China y Estados Unidos. Para ello visitaron el gigante asiático en 1972, donde realizó las fotografías que ilustraban la vida cotidiana en aquella época de la Revolución Cultural. Unas fotografías que transmitían una imagen optimista y feliz de la sociedad china. Ciertamente que lo peor de la Revolución Cultural había pasado… pero fue un lamentable periodo en la historia del país, en el que se cometieron demasiados desmanes y estupideces que retrasaron el progreso chino por completo.

Más contemporáneas, tenemos las fotografías de Birdy Chu (instagram) que recuerda la retrocesión de Hong Kong por parte del Reino Unido a la República Popular China. En 2022 se celebró el 25º aniversario del hecho. Un tiempo en el que la antigua colonia ha seguido evolucionando y sufriendo cambios. Con no poca incertidumbre. Es la mitad del tiempo que ha de transcurrir hasta que se acabe lo de «un país, dos sistemas» y quede totalmente integrada en la China continental. Y eso supondrá el final de los restos de democracia que quedan en la ciudad y su territorio circundante.

En un ámbito muy distinto, y mucho más íntimo, tenemos las fotografías de la pareja de fotógrafos Liu Ke y Huang Huang (instagram). Una pareja que se encontraron y decidieron que eran cada uno el espejo del otros. Viven y trabajan juntos. Y durante un par de años realizaron una serie de dípticos, cada día cada uno tomaba una foto del otro, quedando emparejadas, como símbolo de esa relación y de ese sentimiento de verse reflejado en el otro. Está bien, oye.

Por lo demás, algunas recomendaciones que proceden de mi suscripción a Photosnack. Estas… como las recibo directamente en el correo electrónico, no me las pierdos.

Me lo pasé bien contemplando las formas geométricas, y al mismo tiempo caprichosas, de los cristales de hielo en la nieve del fotógrafo Alexey Kljatov.

Dedicó una publicación a Flor Garduño, una excelente fotógrafa mejicana que explora las vida de los indígenas mejicanos.

Y en la línea de los muchos y buenos fotógrafos documentales italianos que han trabajado en las calles de sus ciudades, tenemos las fotografías del napolitano Francesco Verolino. Para el aficionado a este tipo de fotografía, quizá convendría que conociese el blog del fotógrafo… en italiano, eso sí. A mí no me viene mal, pero no sé al resto.

[Cine] Civil war (2024)

Cine

Civil war (2024; 23/20240430)

Solo 26 horas después de salir del cine, de ver la divertida y espléndida película de Guadagnino que comenté muy recientemente, volvíamos a las salas de cine para ver una película no menos estupenda. Incluso más estupenda. Pero dura, difícil, áspera, incómoda… y sin embargo, de la que no podíamos despegar los ojos de la pantalla y que me estoy planteando volver a ver. Porque hay mucho que ver, muchos detalles que importan, en esta política película de Alex Garland, para mí la mejor que he visto de este director con ventaja. Un director que hasta el momento consideraba que tenía unas ideas excelentes, pero que no siempre acertaba en convertirlas en narración e imágenes. Es más, lo consideraba sobrevalorado. Pero con esta película ya se ha redimido de pecados pasados. Ya veremos si sigue cometiendo pecados en un futuro, o se mantiene en el buen camino del genio cinematográfico.

En estos días, desde que vi la película, he visto muchas valoraciones en internet sobre la película, principalmente de comentaristas norteamericanos. Me llama la atención que muchos consideran que la película no es política, se aleja de la política. Fundamentalmente, porque el director con esta película bélica, no se pronuncia sobre quienes son los buenos y los malos, qué bando representa qué en la polarizada política de los Estados Unidos. Y sin embargo es una película muy política. Y como oí decir a uno de ellos, una película fundamentalmente muy cabreada. La visión de la guerra civil que asuela al gigante norteamericano en un futuro no muy lejano es en su mayor parte periférica. Son muy pocas las ocasiones en las que los protagonistas, cuatro periodistas, se meten en el fregado, antes del fin de fiesta final en el que ya la acción es dominante, aunque no lo más importante. No lo es en ningún momento. El viaje de estos cuatro periodistas de Nueva York hasta Washington D. C. por una larga ruta que les permite evitar las zonas de mayor riesgo nos muestra la degradación moral, social y ética que sufre una sociedad en un conflicto bélico. Y más en un conflicto civil, en el que tu enemigo es tu compañero de instituto. Y con él te ensañas. Desde el punto de vista político, la reflexión no es sobre qué valores son los preferidos, progresistas y conservadores, sino sobre las consecuencias de la ruptura y desaparición de los valores fundamentales que deberíamos considerar comunes; respeto, convivencia, diálogo, renuncia a la violencia. Pero muchos estadounidenses están más dedicados a criticar que una alianza entre California y Tejas sería imposible por su opuesta orientación ideológica. No han entendido nada. Obviamente Garland lo presenta así para indicar que eso no es lo importante.

Cuatro periodistas de tres generaciones. El más veterano que mira el retiro pero todavía se resiste a él (Stephen McKinley Henderson). Están los maduros y experimentados reporteros que han llegado a su plenitud con distinta evolución, uno pidiendo «guerra» (Wagner Moura), otra con desesperanza y dudas (Kirsten Dunst). Y la joven, casi amateur, inexperta pero entusiasta (Cailee Spaeny), que todavía no sabe cómo ha de actuar, cómo tiene que enfocar su trabajo. Es irónico, amargamente irónico, que solo sobrevivirán a esta aventura aquellos con más cinismo en su visión. Y una misión. Ser testigos y fotografiar la caída del presidente que está en el origen del conflicto (Nick Offerman).

Y varias secuencias muy significativas que van retratando las distintas formas de afrontar el conflicto. Pero con una secuencia pivotal, una que marca una antes y después en la película, una que resume todo lo que la guerra tiene de deshumanizador y de brutal. Con un soldado, cuya afiliación desconocemos, en una fosa común para civiles masacrados, magníficamente interpretado por un no acreditado Jesse Plemons, pero que desde ya debería ser candidato firme a una estatuilla dorada en marzo del año que viene, que representa todos esos valores corrompidos, destruidos, las consecuencias más brutales de la guerra. En la más firme toma de posición del director, que muestra que una cosa es que la definición de los bandos no sea lo importante, pero que está lejos de ser equidistante en la polarización actual de la política. No sólo la norteamericana. Y es que la equidistancia es uno de los grandes peligros hipócritas del análisis político y periodístico. Vale ser ecuánime, pero hay que tener claros que valores fundamentales no pueden dejar de defenderse, y de denunciarse cuando se encuentran en riesgo.

Interpretación de muy alto nivel, con especial nota para Dunst, que ya había mostrado en muchas ocasiones su valía, pero que también debería situarla en la carrera hacia los premios. Una joven Spaeny que habrá que seguir, lo que había hecho hasta ahora no me había interesado para atraerme a las salas de cine. Y un conjunto de intérpretes, todos los demás que todos están a excelente nivel. Ya he comentado lo de Plemons. En todas partes hablan de la presencia en el reparto de Sonoya Mizuno, que ha estado en todas las películas que ha dirigido Garland (incluso protagonizó un serie creada por él, que no me convenció en exceso), pero de verdad que su papel es un poquito más que un cameo. Un poquito más.

Mis expectativas sobre esta película no eran muy altas. Y lo cierto es que tenía la sensación de que iba a ser la eterna mirada al ombligo de los estadounidenses, que no me apetecía mucho, a priori. Pero afortunadamente me equivoqué, y afortunadamente nos sacudimos la pereza y, aprovechando la víspera del festivo entre semana, nos dirigimos a las salas de cine para verla. Es prácticamente imprescindible. Un película con demasiados valores cinematográficos y con una reflexión suficientemente profunda como para que haya que recomendarla con carácter general. Otra película que, si no es una obra maestra, se le aproxima bastante.

NOTA: Como aficionado a la fotografía, interesante las dos fotógrafas de la película. A la mayor (Dunst), con una cámara digital (una Sony, aunque esté la marca tapada con cinta aislante negra) y dos ópticas, un Leica de focal fija adaptado, probablemente un 35 mm, no me fijé bien, y un poderoso 70-200 f2.8, más que probablemente. Y la joven (Spaeny) con un la Nikon FE2 «de su padre», un objetivo que no pude identificar, pero cuyas fotos parecen propias de un 35 mm, unos cuantos rollos de película un blanco y negro, y algunos químicos y un tambor de revelado para ir revelando sobre la marcha. Y unas fotos en blanco y negro que se nos van mostrando y que al parecer fue haciendo la actriz con la cámara durante el rodaje. Estupendas.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[TV] Cosas de series; médicos, bomberos, policías… y vampiros

Televisión

Vamos con mi última ronda de k-dramas… o sea, dramas coreanos, cuando drama es un genérico que incluye también la comedia. He de decir que estaban un poco de bajón estas series. Y de hecho algunas de las que he empezado últimamente las he abandonado. Son cosas que pasan si a unas producciones que tienen no poco de guilty pleasures se une una falta de empatía absoluta con los personajes protagonistas. Como por ejemplo en esta producción de guapos protagonistas que tan buen resultado dieron en otras ocasiones, que está siendo muy bien recibida por la mayor parte del grupo, pero que a mí se me ha vuelto estomagante. Pero vamos con las que no.

Ghost doctor (en inglés en el original) es una serie de 2022 que se puede ver en Netflix, pero creo que sólo con subtítulos en inglés. Un antipático pero tremendamente hábil y eficaz cirujano cardiovascular y un simpático pero torpón residente de primer año, pero heredero de la empresa que gestiona el hospital, se tienen que aliar para desentrañar los misterios que rodean algunas muertes y accidentes en el entorno del hospital. Pero con la peculiaridad de que el hábil cirujano es víctima de «un accidente», acaba en coma y es su fantasma temporal el que colabora con el torpón residente que, casualmente, es capaz de ver fantasmas desde niño. Entre la comedia de las situaciones que se producen por las «posesiones» del fantasma, y otros fantasmas, y el drama de la conspiración para hacerse con el control del hospital y despojar a una rica heredera, y neurocirujana, e interés romántico el hábil cardiovascular, de su herencia. En general, muy animada y entretenida. Con dos peros. La neurocirujana, una actriz muy guapa, hace una interpretación en su 85 % aburridísima. Hay otro personaje femenino, la joven residente, interés romántico del torpón residente, que es bien maja y está absolutamente desaprovechada en la trama. Pero ya está.

He podido ver la segunda temporada de Sobangseo Yeop Gyeongchalseo (소방서 옆 경찰서, la comisaría próxima al parque de bomberos), conocida en inglés como The first responders y en español como Unidad de primera intervención. Este drama de acción (y romance) con bomberos y policías como protagonistas (y los forenses) me pareció muy entretenido en su primera temporada de 12 episodios, que quedaba con las tramas abiertas y cerraba con un cliffhanger. Por eso me apetecía ver la segunda temporada. Que va en la misma línea… pero baja de interés notablemente. Se centra mucho más en el personaje del policía, y la chica, la enfermera de los bomberos, pasa a ser un florero en el conjunto de la serie. Sigue siendo entretenida, pero por esos y otros motivos que no menciono para no destripar la trama, pierde bastante. Pero cerrada está.

Finalmente, en Amazon Prime Video he podido ver Gaseum-i ttwinda (가슴이 뛴다, mi corazón late) conocida en inglés como Heartbeat, y en castellano El latido de mi corazón. Dramedia romántica, con el romance entre una tristona enfermera escolar que vive solitaria y con apuros y un vampiro que estaba sumido en un sueño de 100 años con el fin de convertirse en humano y al que despierta un día antes de lo que corresponde. A partir de ahí, chascarrillos, romance, y los elementos que pondrán palos en las ruedas de la relación. En el reparto de secundarios, los «payasos», los «rivales amorosos», y el vampiro perverso como contrapartida a los vampiros buenos. Y como en casi toda serie sobrenatural coreana, una historia de reencarnaciones y de romances y rivalidades que se extiende desde cientos de años atrás. Empieza bien… pero va decayendo. Tiene el problema que la chica protagonista no acaba de estar cómoda en el papel, en lo que a mí me parece. Le falta expresividad en algunos momentos. Normalita. Entretenida, pero poco memorable.

[Fotos] … a veces, el corazón también está un poco desenfocado

Fotografía

Cuando hago fotografía estenopeica, que últimamente no es con frecuencia, siempre recuerdo una cita de Bernard Plossu que voy a citar de forma aproximada. No encuentro ahora la cita literal.

Una fotografía puede estar desenfocada. No importa. El corazón a veces también esta un poco desenfocado.

Me parece una cita magnífica. Muy en línea con una de mis canciones favoritas, el Desafinado de Antonio Carlos Jobim, en la que el magnífico cantante y compositor brasileño, sobre la letra de Newton Mendonça, nos recuerda…

Que no peito dos desafinados também bate um coração.

En cualquier caso, en el paseo fotográfico con los amigos de la fotografía fotoquímica y alternativa que nos reunimos el fin de semana pasada, las fotos, como corresponde con este tipo de fotografía, podrá estar un poco desenfocada. Pero no lo estuvo el ánimo. Ni las ganas. Sobre las cuestiones técnicas de las fotografías mejor os pasáis por Las fotos del Día mundial de la fotografía estenopeica – Ondu Pinhole 6×12 Multiformat con Lomography Kino Potsdam 100.

[Cine] Challengers (2024)

Cine

Challengers (2024; 22/20240429)

Estamos en el primer día de mayo. Y eso, desde el punto de vista de los aficionados al cine suele ser una mala noticia. Porque durante la primavera la cartelera suele estar bastante anodina. Puedes esperar que se anime con alguna película europea o de cinematografías asiáticas que no encuentre cabida en la distribución cuando las películas norteamericanas dominan el mercado, como sucedió la semana pasada, y como tal vez suceda en alguna otra ocasión antes del final de esta semana. Pero en general es una época de poco interés. Por ello, no esperaba grandes cosas de los estrenos procedentes de Hollywood en estas semanas. Pero nos estamos encontrando que podemos estar, gracias al festivo entre semana, en una semana gloriosa para nuestro grupito de aficionados al cine. Y vamos con el primer ejemplo de ello, dirigida por Luca Guadagnino, muy de moda en la última década. El palermitano no sólo está haciendo propuestas interesantes y muy bien hechas, sino que además está lanzando a intérpretes jóvenes hacia el estrellato con una gran visión a la hora de seleccionar sus protagonistas. Lo cual no quiere decir que todo lo que haga me interese… pero bueno, son cosas que pasan.

De hecho, cuando vi el trailer de la película que nos ocupa hoy, un trailer que muchos han alabado, la película no me atrajo. Todo indicaba que Guadagnino se había lanzado al cine más comercial, había fichado algunos jóvenes intérpretes en ascenso y cuerpos danone, y se había marcado el típico triángulo rectángulo, con una hipotenusa de muy buen ver tentando a dos jóvenes tenistas y comprometiendo la mutua amistad. Posible topicazo argumental con el tirón de ver en ropa interior, y quien sabe si sin ropa interior, a estos guapos protagonistas. Y algo de eso parece que hay, pero… hay muuuuuuuucho más en esta historia llena de sutileza, dobles significados, metáforas visuales, en la que cuesta menos de lo que parece darse cuenta que la hipotenusa (Zendaya), que lo hace muy muy bien, de Oscar, no es necesariamente el personaje más importante del film.

Recorriendo 13 años en la vida de tres tenistas que se conocen en la adolescencia, y con numerosos flashbacks, se va desarrollando ante nosotros una compleja interrelación de sentimientos y caracteres, donde no siempre los dos catetos (Josh O’Connor y Mike Faist) reconocen qué es lo que realmente les pone y les mueve. Pero dado que a ambos parecen gustarles las salchichas, los plátanos y los churros, el espectador mínimamente espabilado pronto se coscara de lo que realmente nos habla la película. Después de todo, por muy espectaculares que sean las secuencias de los partidos de tenis, y por muy bien que lo haga Zendaya, que lo hace de maravilla, ambos son macguffins de primer orden que mueven la historia de los dos jóvenes. Es algo más complejo que todo eso, no quiero en absoluto desmerecer el papel de la joven actriz, que nos deja con la boca abierta por muchos motivos, pero tengo un espacio limitado para dejar mi impresión sobre lo visto.

Dejando pues sentado que estamos ante unas excelentes interpretaciones, todos los aspectos artísticos y técnicos de la película, magistralmente dirigidos y orquestados por Guadagnino, una excelente montaje, una excelente fotografía, una potente banda sonora, un guion soberbio, hacen que lo que parecía un producto más de cine puramente comercial se acerque, gozosamente, a una obra maestra. Quizá no alcance ese estatus… pero se acerca mucho. Una desvergonzada y maestral película de cine comercial y con tirón que algunos pensábamos que ya no existía, dada la afición de Hollywood a las producciones formulaicas, prácticamente indistinguibles unas de otras. Bienvenido el huracán de viento fresco que aporta el director italiano al panorama cinematográfico actual. ¿Que si recomiendo esta película? Sinceramente, no sé qué narices hacéis sentados en el sofá de casa viendo tontería en la televisión. Sorprendentemente, en España ha tenido un estreno comercialmente muy discreto. Será que tenemos suficiente con las patochadas de la clase política nacional, que parecen escritas por Azcona y dirigidas por Berlanga desde el cielo de los amantes al cine.

Nota: O’Connor es también el protagonista destacado de la película de Rohrwacher que vimos la pasada semana. Parece que el irlandés es un valor muy al alza.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****