[Cine] The Lost King (2022)

Cine

The Lost King (2022; 31/20230510)

Dicen que estos días es la fiesta del cine. Es decir, durante tres días, en temporada baja de películas interesantes, bajan los precios para intentar animar la recaudación en un mes tradicionalmente flojo. Y para ello, diminuyen a un mínimo la oferta de películas sin adulterar, en versión original, por lo que por barato que esté, deja de ser interesante para los más fieles y que más amamos al cine como arte y cultura el acercarnos a las salas de cines. Pero oye… es el capitalismo, ¿no? En cualquier caso, estoy a punto de salir de viaje y estoy liado con los preparativos. Pero la semana pasada sí que nos acercamos a ver esta película dirigida por Stephen Frears, un director muy interesante, y a la que la crítica había puesto por las nubes en cuanto a la interpretación y otras cosas.

Relacionado con el cine, ayer estuvimos visitando la exposición en Caixaforum Zaragoza sobre Jean-Paul Gaultier y su relación con el cine. No está mal. Pero bueno… no deja de tener su punto anecdótico.

La película nos habla de hechos reales acontecidos en la última década. Una mujer, Philippa Langley (Sally Hawkins), lleva una vida marcada por dos cosas; su familia, es decir, sus dos hijos, con su relación, buena, con su exmarido (Steve Coogan), y su padecimiento de un síndrome de fatiga crónica (o encefalitis miálgica como se le llama en la película en versión original), una enfermedad de cuyo origen sabemos poco, y todavía menos de cómo tratarla. La denominada «covid crónica» es una variante especialmente difícil de esta enfermedad, desencadenada por la infección viral, por ponernos en un cierto contexto. También está relacionada con otros padecimientos como la fibromialgia. El caso es que, para lidiar con sus problemas, tras una representación del Ricardo III, una de las obras más famosas de Shakespeare, decide convertirse en historiadora aficionada con el fin de reivindicar la figura de este rey, convertido en villano por el bardo y por los historiadores afines a los Tudor, vencedores en la Guerra de las Dos Rosas, que terminó con la muerte en batalla de este rey de la casa de York, último de los Plantagenet. Y eventualmente encontrar los restos mortales, desaparecidos, del rey.

Para mí, la película tiene dos partes. La primera parte me interesó bastante, puesto que lo que nos estaba mostrando, creo que con bastante fidelidad, y al mismo tiempo con interés y buenas interpretaciones, los esfuerzos de la protagonista para pelear con su enfermedad, sus repercusiones en la vida diaria, en la vida familiar, en la vida laboral, y que podrían reivindicar los padecimientos de estos padecimientos, muy incomprendidos, y no siempre bien tratados en las consultas de los profesionales sanitarios. Por muchos motivos. Poco a poco la película deriva a la peripecia de la búsqueda de los restos mortales de Ricardo III. Y con ello, desde mi punto de vista, la historia pierde interés poco a poco. Hasta llegar a un punto en que empieza a resonar como terreno mil veces pisados, de la aficionada que se impone a los expertos, y que al final es tratada injustamente. Bueno. La señora real fue distinguida como miembro de la MBE, la orden del Imperio Británico, esa que sirve para que a un señor le llamen sir o a una señora dame. O sea… que algo de reconocimiento sí que ha tenido.

Con una excelente interpretación, no solo de Hawkins, que ya ha demostrado en muchas ocasiones su calidad como actriz, sino también en sus secundarios, siempre solventes los británicos, salimos del cine con la sensación de que la película podría haber sido algo más. Eso de ir de más a menos es catastrófico para la sensación con la que sales del cine. Se deja ver. Es una película más que razonable… pero que podría haber sido muy buena. Sin más. En cuanto a la figura de Ricardo III… eso daría para hablar mucho… porque realmente es un caso histórico muy interesante. No me he puesto a investigar si la película es fiel a como sucedieron los hechos, más allá de llamarme la atención que una señora a la que reconocieron con lo del dame, aparezca como la marginada final de la historia hasta cierto punto. Ya digo que, hacia el final, la película se vuelve tópica y previsible.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[TV] Cosas de series; la galaxia vista por otros y la galaxia de la habitación de cuatro tatamis y medio

Cine, Televisión

Es domingo y normalmente debería recomendar fotografías y fotógrafos. Pero realmente,… hoy no me apetece. Y lo que me apetece es hablar de buena animación televisiva. Así que voy a ello.

Hace un par de años, Diney+ nos sorprendió gratamente con Visions. Una antología de animación, con pequeños cortos realizados en distintos países por todos el mundo, no americanos, por autores a los que se dio libertad para interpretar a su manera el universo Star Wars. Sip. Hay jedis, hay señores del Sith, hay imperio, hay rebeldes, hay contrabandistas, y hay gente de todo tipo de especies más o menos alienígenas, algunas que nos resultan familiares y otras que no. Pero los elementos formales, el expresionismo del dibujo, las historias son originales, siempre que sean fieles al espíritu global de la franquicia. Y sinceramente, de promedio, es mejor que los materiales originales y «auténticos» de Disney/Lucasfilm actuales (o pasados). Evidentemente son píldoras entre 13 y 22 minutos, propuestas conceptuales que, al menos de momento, no van más allá. No parece que se vaya a aprovechar estas ideas para realizar nuevas propuestas. Disney es muy conservadora y no va a arriesgar. Porque los fanáticos de la franquicia son muy conservadores y ya han demostrado que sólo quieren más de lo mismo aunque acaben descontentos cuando se lo dan. Recientemente se estrenó la segunda temporada, o segunda tanda de cortometrajes. Y si no me ha causado el mismo impacto es porque ya no ha perdido el efecto sorpresa, el efecto de lo realmente novedoso. Por lo demás, bien. Ojalá arriesgasen más los productos «oficiales» de la franquicia.

Y lo que realmente me ha encantado es la llamada The Tatami Galaxy. Este universo universitario en la ciudad de Kioto lo empecé por el final, viendo la secuela que recientemente pude ver en Disney+, con la que me divertí mucho, por lo que busqué por internet cómo ver los materiales originales. Incluso he localizado las novelas originales en las que se basan las producciones de animación. Ya veremos si las leo o no en un futuro. La serie principal y central de este universo es Yojōhan Shinwa Taikei [四畳半神話大系, las crónicas mitológicas de los cuatro tatamis y medio], aunque se suele titular fuera de Japón como The Tatami Galaxy. Primero… voy a explicar la cosa de los tatamis. Para mucha gente, un tatami es el tipo de suelo propio de las casas tradicionales japonesas, realizado con planchas de paja originalmente, aunque hoy en día se usan materiales diversos. Pero también es una unidad de medida para la superficie de las habitaciones, porque cada plancha de tatami está normalizada a unas dimensiones en torno a los 90 x 180 cm, aunque varían por regiones. Así,… una habitación de 6 tatamis tendría una superficie de 0,9 x 1,8 x 6 = 9,72 metros cuadrados. Y la habitación de Watashi [私, la forma más popular y común de decir yo en japonés], el protagonista de nuestras historias, sería la de una residencia universitaria de 0,9 x 1,8 x 4 = 7,29 metros cuadrados. Cuatro tatamis y medio es muy versátil porque las planchas se pueden disponer de diversas formas, en una configuración perfectamente cuadrada de 2,7 metros de lado. No muy grande verdad. Una plancha de 90 x 180 cm es similar a las camas individuales de 90 cm que se pueden encontrar en países occidentales. Suficiente si la persona no es muy alta.

La serie original consta de 11 episodios. Y la tónica general es que cada uno de ellos es como si fuera lo que sucede a Watashi en sus dos primeros años de estudiante universitario en diversos universos paralelos, dependiendo de las elecciones que realiza al llegar a la universidad en su primer año, especialmente en lo que se refiere a los clubes universitarios a los que se apunta. Su aspiración al llegar a la universidad es pasárselo lo mejor posible, disfrutar de la vida universitaria y vivir romances con hermosas «doncellas de cabello negro» [Kurokami no otome 黒髪の乙女] Pero indefectiblemente todas las alternativas acaban en catástrofe, especialmente por la intervención de su amigo Ozu, cuyo aspecto es el de un yōkai [妖怪, espíritu o criatura de carácter malévolo] Y nunca consigue pasarlo bien y ligar, aunque la doncella de pelo negro que busca está ahí, es un compañera un año menor llamada Akashi. Así es durante los seis primeros episodios. Luego hay tres en los que se centran sobre sus opciones de ligue entre tres mujeres, una atractiva estudiante que trabaja como higienista dental, una muñeca hinchable muy realista, y una chica a la que no conoce, pero con la que se cartea. Y finalmente, los dos episodios finales, en los que una de las versiones de Watashi descubre que ha estado viviendo en realidades alternativas centradas alrededor de la habitación de cuatro tatamis y medio, y queda metido en un bucle del que habrá de salir para poder continuar con su vida.

Esta serie es fenomenal. Es imaginativa, original, muy dinámica, llena de personajes divertidísimos que se repiten, pero nunca son iguales, juega de forma divertida con el concepto de universos paralelos a partir de unas decisiones originales y, por encima de todo, es una romántica historia de un amor que «nunca» llega a materializarse con una chica absolutamente encantadora, casi ideal, cuyo único defecto parece ser su irracional terror hacia las polillas. Pero la cosa no queda aquí.

La serie es de 2010, basada en una novela de 2004 de Tomihiko Morimi. Que en 2006 escribió otra novela, Yoru wa Mijikashi Aruke yo Otome [夜は短し歩けよ乙女, la noche es corta, la doncella pasea], que narra el after party de una boda a la que asisten como invitados Kōhai/Kurokami no otome [ya hemos mencionado que la segunda denominación es doncella de cabello negro, 後輩 hai sería un estudiante más joven respecto a otro de un curso superior], una chica, y Senpai [先輩, un estudiante mayor respecto a otro de un curso inferior], un chico. Y Senpai está colado por Kurokami no otome. Y mientras la chica pasa numerosas aventuras, pasándoselo estupendamente, disfrutando de la vida y de la relación con otras personas, el chico las pasas canutas, metido en problemas constantemente mientras intenta acercarse a la chica y declararle su amor. La cuestión es que en 2017 se adaptó a una película, quedando meridianamente claro que es una historia alternativa más en Tokio, alrededor de los personajes de The Tatami Galaxy, en otro universo paralelo a los anteriores. Y es enormemente divertida y disfrutable, con una animación estupenda, muy expresionista, llena de acción y buen rollo. Y, también, muy romántica.

El descubrimiento de este universo de universos paralelos en torno a la vida universitaria en Kioto ha sido un descubrimiento absoluto. Me lo he pasado como pocas veces, y me han entrado ganas de más. Aparte de «enamorarme» perdidamente de las «doncellas de cabello negro» que, por lo demás, nunca me han hecho caso. Siempre he tenido más éxito con las rubias, naturales o no. Muy recomendables. La serie y la película… de las chicas/mujeres, cada cual se las verá con quien quiera o pueda.

[Cine] Guardians of the Galaxy Volume 3 (2023)

Cine

Guardians of the Galaxy Volume 3 (2023; 30/20230430)

El domingo pasado fui al cine en sesión matinal con grupo de amigos en reunión intergeneracional. Es decir, que también venía los hijos/as de algunos de ellos, entre la adolescencia y la veintena. Con esas circunstancias, la película elegida fue la última entrega del universo Marvel, que no es precisamente santo de mi devoción. Hace tiempo que me parece una cara tomadura de pelo en la que constantemente hacen la misma película cambiando detalles cosméticos, con gran despliegue de pirotecnia y guiones aberrantes, especialmente en el texto de los diálogos, y con interpretaciones que progresivamente han ido a peor. Pero bueno… los motivos para ir al cine estaban más en la reunión social que en la película, y accedí. Que conste que lo pasamos bien. A pesar de la película dirigida por James Gunn.

La película venía precedida de multitud de críticas entusiastas, saludándola como de lo mejor que se puede ver, por lo menos últimamente, del universo superheroico de la todopoderosa Disney. Cierto es que la primera entrega de este grupo de «superhéroes», allá por 2014, me gustó razonablemente. No la asocié con las películas habituales de superhéroes, me pareció una aventura espacial gamberra, y me lo pasé bien. Este fue uno de los argumentos usados por mis amigos para convencerme de unirme a la fiesta. Pero no es que me entusiasmará. Era un refrito de cosas ya vistas, pero con unos personajes simpáticos e intérpretes que lo hacían razonablemente bien. La siguiente entrega, a la que acudí bajo la premisa que sería más de los mismo, allá por 2017… pues no. Aquello ya fue un pinchazo en toda regla. La vi con mi sobrino, a quien le encantan las películas de Marvel, y me preguntó hasta en cinco ocasiones si faltaba mucho para que terminase. Se aburrió como una ostra. Imaginaros yo. Así que mis prejuicios estaban basados en hechos. Desconozco qué paso con este grupo de personajes en otras películas de Marvel en las que han aparecido… pero es que me da igual.

Producto típicamente USAmericano el de hoy. País al que volveré dentro de unos días después de 10 años desde que visité Nueva York. ¿Por qué nos cuesta tanto encontrar ocasiones para visitar un país que ofrece tantas posibilidades? Algún día me pondré a pensar en ello.

Aquí nos encontramos con una aventura que a mí me ha parecido totalmente deslavazada, un alegato contra la experimentación animal, bajo la premisa de que el mapache pistolero modificado experimentalmente está a punto de morir si no localizan al villano que tiene la clave para que esto no suceda. Una película que no deja de ser mezcla de animación generada por computadora con acción real, en la que no hay un protagonista claro. En la que la trama del mapache es muy manida, la de los presuntos protagonistas (Chris Pratt y Zoe Saldaña) no funciona, y está muy deslavazada, y en la que el resto del reparto coral hace lo que puede. ¿Por qué esta película gusta tanto? Sinceramente, me sorprende y no tengo ni idea. Quizá porque la gente se ha acostumbrado a este tipo de productos y ha perdido las referencias de las muchas películas y novelas de aventuras que previamente se hicieron antes de que Marvel tuviera alguna relevancia y que son infinitamente mejores. Y sin referencias de cierto nivel, los niveles de exigencia bajan.

Dirección técnica razonablemente competente para una historia e interpretaciones mediocres. Interpretaciones de las que sólo se espera que sigan haciendo las cosas que han venido haciendo siempre. Un producto pensado para vender mercaderías, palomitas y refrescos de soda más o menos azucarados. Y que en su fin de semana de estreno, en una versión original no atrajo a mucha gente a la sala de cine, lo cual es indicativo de a qué tipo de público atraen estas películas teniendo en cuenta que ha sido un enorme taquillazo por lo demás. En fin… por la reunión con los amigos, que si no… ni harto de vino me encuentran allí.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] PLAN 75 (2022)

Sin categorizar

PLAN 75 (2022; 30/20230430)

Tendría yo unos 21 o 22 años cuando en un cineclub universitario tuve la ocasión de ver por primera vez la versión de 1983 de Narayama Bushikō [楢山節考, La balada de Narayama]. Nunca he visto la versión de 1958… pero me cuentan que es igual de estupenda. En aquella historia, adaptación de una novela de Shichirō Fukazawa, se nos habla de la práctica del ubasute 姥捨て, por la que en tiempos de extrema necesidad, se abandonaban a los ancianos en las montañas, para aliviar las posibilidades de supervivencia del resto de una población. La película de 1983, que se llevó la Palma de Oro en Cannes, es de gran belleza, y me hubiera gustado volver a verla para comentar esta entrada, pero no me ha dado la vida. Porque la película que traigo hoy, dirigida por Chie Hayakawa, su primer largometraje en solitario, es una variante moderna y distópica de aquel concepto.

En el ámbito de un Japón extraordinariamente envejecido, una tendencia que ya está viviendo el País del Sol Naciente, para aliviar la economía del país se activa el llamado PLAN 75, por el que se incentiva a las personas de más de 75 años para ser sacrificados con el fin de aliviar la vida del resto del país. La opción de acabar con su vida a través de un programa de los departamentos de bienestar social gubernamentales es voluntaria, pero todo en la sociedad presiona en esa dirección. La necesidad de seguir trabajando sin poderse jubilar, la dificultad para conseguir vivienda, el rechazo de los vecinos y de la sociedad en general. La película seguirá a varias personas, una anciana que se resiste a entrar en el plan (Chieko Baishō) y que inicia una peculiar relación con su «asesora» (Yumi Kawai) de los servicios sociales. Un funcionario (Hayato Isomura) cuyo tío (Taka Takao) se ve en la circunstancia de entrar en el plan. Una inmigrante filipina (Stefanie Arianne) cuya hija padece una enfermedad cardiaca y que entra a trabajar en un «tanatorio» porque pagan mejor, para costear la intervención quirúrgica.

Con sobriedad, y tomándose su tiempo para desarrollar el ambiente y la historia, Hayawaka va desvelando poco a poco lo que es una situación distópica absolutamente terrible en su conjunto. Pero que funciona especialmente bien porque la sensación de verosimilitud, el realismo con el que se desarrolla es casi perfecta. Con frecuencia, la ficción distópica peca de exageración a la hora de presentar una situación ideal que en realidad funciona mal. O simplemente, son historias sobre dictaduras. Aquí nos encontramos ante una sociedad que tiene todo el aspecto, toda la apariencia y características de la sociedad nipona actual. Sigue siendo una democracia, con un gobierno elegido por un parlamento, que promulga leyes, con un alto nivel de aprobación,… como la del PLAN 75. Todo se disfraza de elecciones personales, de libertad, de solidaridad. Pero constantemente nos va dando señales de hasta que punto estamos hablando de una sociedad deshumanizada. Los procesos de selección y desecho de las posesiones personales de los fallecidos no deja de resonar a las imágenes que asociamos al genocidio nazi de la población judía europea.

Y no sólo se apoya en las propias habilidades de la directora, sino que además cuenta con unas interpretaciones de primer orden, siendo especialmente destacable la veterana Chieko Baishō, que genera alguna de las secuencias más firmemente conmovedoras del filme. Una película que crece en el recuerdo, y que me atrevería a calificar de imprescindible si no fuera porque probablemente tendrá poca repercusión en general. Poco publicitada, con poco tiempo en cartelera, pasará desapercibida para el gran público, que la ignorará en favor de otras producciones absolutamente inanes, pero que recibirán la atención de los medios. Es como funciona el mundo actual. Si pueden véanla. Y piensen un rato.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Ghosted (2023)

Cine

Ghosted (2023; 29/20230430)

Empecemos por el coqueteo con el absurdo que supone que el título de la película en castellano sea Ghosting, frente al título original en inglés que es Ghosted. Vosotros veréis si es algo que necesita mucho más comentario, si es que el encargado de la mercadotecnia es tonto perdido, o si es un cachondo con un sentido del humor dadá… No sé. En fin. Decidí verla porque los antecedentes de cine estrenado directamente en la plataforma Apple TV eran interesantes. No todas las películas de estreno que he visto en la plataforma han sido perfectas o muy buenas, ha habido de todo, pero si que solían ser propuestas interesantes, más o menos conseguidas en su ejecución. Es, por decirlo así, la seña de identidad de la plataforma. Pero lo que me he encontrado con esta película dirigida por Dexter Fletcher tiene que ver más con los peores estrenos de cine de acción en otras plataformas más populares que con ese interés, hasta la fecha, de buscar propuestas más originales por la compañía de la manzana mordida.

Como es habitualmente en estas películas, sus protagonistas se mueven por el mundo como si tuviera el tamaño de La Rioja… pero de los lugares que visitan sólo tengo fotos de Londres. Así que eso.

El reparto era llamativo. Un granjero norteamericano (Chris Evans) conoce a una chica muy mona y muy maja (Ana de Armas), con la que conecta, y de la que espera una continuación en la relación… pero esta ni le contesta a los mensajes, ni le llama… lo ignora por completo. Así que, habiendo descubierto, al más puro estilo acosador, que la chica está en Londres, se lía la manta a la cabeza y se va a la capital británica, en un gesto «romántico». Para encontrarse que la chica es una letal agente de la CIA a la que busca un peligrosísimo criminal (Adrien Brody) al frente de una organización criminal secreta. Y claro… a partir de ahí, el lío de aventuras inverosímiles propio del género.

No me extenderé mucho para no prolongar la agonía de pensar en esta película. El guion parece escrito por un equipo de chimpancés tecleando al azar en sus procesadores de textos… o más bien una IA tipo ChatGPT que se ha revisado todas las películas del género y ha elaborado un pastiche de situaciones típicas y tópicas pero inconexas, descoordinadas, y muchas veces sin sentido, con una carencia absoluta de originalidad y creatividad, como es lo propio de estas IA de moda, a pesar de que a la cerril población mundial les parezca que sus textos son propios de genios. Y para más inri, la química entre los dos protagonistas es prácticamente nula,… y ya van dos películas de Ana de Armas protagonizando cine de acción en las que pincha escandalosamente, a pesar de su buen hacer en otro tipo de películas.

Sinceramente, no. Ni es una propuesta interesante. Ni está bien hecha. Ni está especialmente bien interpretada. Ni es especialmente divertida. Aunque también sea difícil calificarla de catástrofe. Pero si de algo peor, porque sobre las ruinas de una catástrofe a veces surgen cosas inesperadas. Es simplemente la mediocridad elevada a la enésima potencia. Película alimenticia, para engordar catálogo, que atraerá por sus nombres, y que lo mejor que se puede hacer con ella es olvidarla por completo. Y pensar que este director hizo una película que me resultó muy simpática.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] 20.000 especies de abejas (2023)

Cine

20.000 especies de abejas (2023; 28/20230423)

Tenía la intención de comentar esta película ayer… porque esta semana es complicada y aun así tenía la intención de publicar una mínima cantidad de contenidos. Pero no me dio la vida para publicar nada, así que hoy tendrá que ser, y ya veremos cómo me organizo el resto de la semana, en la que tengo que viajar a Madrid por trabajo miércoles y jueves. Y me apetece tanto como que me den patadas en la espinilla. En fin… Que el domingo nos animamos a ver esta película española que venía con buenas críticas, especialmente tras su paso por la Berlinale, en la que su joven protagonista se convirtió en la ganadora de un Oso de plata a la mejor interpretación más joven de la historia. Pero comprobemos si esta ópera prima en cuanto a largometrajes de Estíbaliz Urresola tiene tanto como dicen. Que conste que hace tiempo que leemos las críticas de los medios españoles a las películas de producción nacional con precaución, porque suelen exagerar su virtudes. Más de una vez nos hemos preguntado si existe algún tipo de contubernio entre industria y medios para levantar la taquilla del cine español. No sé. Es pura especulación derivada del enorme divorcio entre las opiniones de nuestro pequeño grupo cinéfilo y la de la crítica.

Las abejas están ligadas íntimamente a las flores y al mantenimiento de la cadena reproductiva del mundo vegetal. Y es primavera, y es fácil fotografiar plantas en flor. Este año lo hago con frecuencia con una cámara de espectro extendido, que falsea los colores… pero creo que no está mal.

Es verano y Ane (Patricia López Arnaiz), casada y madre de tres, con residencia en Bayona, Francia, se traslada a pasar las vacaciones con su prole a su pueblo de origen en algún lugar del País Vasco español. Leo en iMDB que la película está rodada en Llodio. Y la criatura más joven de su prole es Aitor o Cocó (Sofía Otero), con ocho añitos, y con un lío en la cabeza notable sobre quién o cómo es, o qué nombre le gusta. Y el nuevo ambiente, con su abuela, su tía la de las abejas y el resto de la familia tampoco ayuda mucho. Y además, es obvio que las cosas, al menos en lo que a los dineros se refiere, no van bien para la familia. Y eso también forma parte de la motivación para haberse desplazado hasta el pueblo.

La película es una reflexión sobre la infancia transexual. En concreto con respecto a un niño que se siente niña, que se siente confusa con su identidad sexual, confusión que muchas veces es más reflejo de la confusión de los adultos que le rodean que de lo que ella siente o piensa. Y hasta ahí, la película va bien. Pero… Ay, siempre hay un pero o dos. La película intenta contar muchas más cosas. Intenta bucear en la relación entre la madre de la niña, la llamaremos niña a partir de aquí, y la abuela, una señora de toda la vida, católica y apostólica. También en las dificultades de la familia, de las tensiones entre los cónyuges por el dinero… o su carencia. Por el intento de la madre, de formación artística como su padre, dedicada durante tanto tiempo a criar hijos, la mayor es ya una adolescente, quiere recuperar su actividad artística y dedicarse a la enseñanza, no sabremos muy bien si por vocación o por necesidad. Y luego está el entorno del pueblo, que es el de los pueblos de interior de toda la vida, tirando a conservadores y esas cosas. El problema está en el viejo refrán de quien mucho abarca poco aprieta. Y esta película opta por intentar hablar de muchas cosas en lugar de centrarse en hablar de lo que quería hablar.

Los mejores momentos de la película son los intimistas. La interacción de la niña con otra niña del pueblo, que la acepta sin muchos problemas, con naturalidad. O las interacciones de la niña con su tía abuela apicultora (Ane Gabarain), mucho más capaz de escuchar y de observar sin prejuicios a la niña que el resto de la familia. Es en esos momento cuando la película encuentra su tono y ritmo adecuados y nos permite acercarnos a la comprensión de la niña. Ciertamente las interpretaciones son de muy buen nivel, especialmente la de Gabarain, pero sin despreciar ninguna otra. En cuanto a la niña… bueno… los peques, cuando están bien dirigidos suelen funcionar. No recuerdo qué estrella del cine americano clásico decía que no quería trabajar en películas con niños o perros porque le robaban la película. La niña lo hace muy bien, pero es fácil prendarse de los peques cuando están bien presentados en pantalla.

La película está bastante bien. Podría haber sido superior, pero no nos quejemos. Es muy recomendable. No, la mirada de Sofía Otero no es como la de Ana Torrent en El espíritu de la colmena. Pero bueno, la niña tendrá derecho a tener su propia forma de mirar, ¿o no? Ese tipo de comparaciones, que he visto por ahí, no llevan a ninguna parte. Y lo que está bien es que los nuevos directores sean capaces de hablar de los temas, pero también de contar historias que atraiga, y no limitarse a una pedagogía forzada, que es lo que muchas veces nos está retirando de las salas donde se proyecta cine español más socialmente comprometido.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Suzume no tojimari [すずめの戸締まり] (2022)

Cine

Suzume no tojimari [すずめの戸締まり] (2022; 27/20230415)

Tras la pifia de la semana pasada de dinosaurios y aventuras espaciales, estábamos con ganas de ver algo interesante en las salas de cine, y la oportunidad surgió con el estreno de la más reciente película de Makoto Shinkai. Con los comentarios que había recibido hasta el momento tras su estreno en Japón, le teníamos ganas. He visto prácticamente todo de este director japonés, dedicado a la animación, y hay muchas cosas que me gustan. Aunque tengo más debilidad por los mediometrajes, de cuando no era tan conocido, que por sus grandes, y no tan grandes, éxitos en el ámbito del largometraje. Por cierto, en la versión doblada se ha optado por el sencillo título Suzume, el nombre de la chica protagonista frente al original que significa La cerradura de Suzume, que tiene mucho sentido.

Naturaleza y mitología, una combinación que podemos encontrar en la isla de Itsukushima, en el mar interior de Seto, y que se encuentra también en muchas obras de animación japonesas, entre ellas las de Makoto Shinkai.

En el ámbito de lo fantástico, Suzume es una adolescente huérfana que vive con su tía en una ciudad de Kyūshū, la isla sur de las cuatro grandes del archipiélago japonés. Cuando de repente conoce a un atractivo universitario de visita en la población y comienzan a suceder extraños fenómenos. Una misteriosa criatura en forma de gran gusano se asoma por una misteriosa puerta y amenaza con causar un gran terremoto en el lugar, lo cual el joven intenta evitar, y lo conseguirá con la ayuda de Suzume. Pero algunas alteraciones se producirán que llevarán a la pareja… con el joven convertido en… ya lo veréis si vais a verla… bueno… llevarán a la pareja a recorrer Japón hasta la región de Tōhoku en el norte de Honshu, para prevenir catástrofes similares.

Y disfrazada de aventuras fantásticas y de romance, Shinkai se dedica a hacer catarsis sobre las catástrofes que asuelan periódicamente el País del Sol Naciente. No es casual que entre los destinos del viaje de Suzume y de su compañero se encuentre Kobe, Tokio y el nordeste de la isla de Honshu. Catástrofes que han marcado el imaginario y la mentalidad del pueblo japonés, y que se encuentran en la base de muchas de sus creaciones artísticas, cinematográficas, literarias, o televisivas, en acción real o imaginación. La inestabilidad del choque entre placas tectónicas y las bombas nucleares de la Segunda Guerra Mundial han condicionado un cierto estado mental. Si al último gran seísmo le añades la catástrofe nuclear de la central de Fukushima… ya tienes el completo. Porque además de esta catarsis, también es una película sobre la gestión del duelo, por las pérdidas personales que se sufren en estas catástrofes y como marcan la vida de los supervivientes. Una de los temas que me hubiera gustado ver más desarrollado es el impacto en la relación entre Suzume y su joven y atractiva tía Tamiki, y el impacto del terremoto de 2011 en sus vidas.

Como de costumbre, la atención al detalle en la animación de Shinkai es primorosa. Y los temas y elementos comunes al conjunto de su obra también están presentes. Una de las apuestas del grupo de personas que fuimos a ver la película en la matinal del sábado pasado es ver quien descubría antes la presencia de un cordón rojo, el cordón del destino, que aparece en muchas películas del director. No tardamos mucho en encontrarlo. Claro.

Acompañada como de costumbre con la banda sonora de RADWIMPS, ya un clásico de las películas de Makoto Shinkai, más una divertida playlist de temas del pop de décadas atrás para el momento más road movie de la película, cuando a los dos protagonistas principales se les suman un par más que lanzan y animan la idea de familia, de amistad, y de solidaridad con quienes lo necesitan, la película no alcanza los niveles épicos de Kimi no na wa…, pero supero a Tenki no ko, y se convierte en una película altamente recomendable. Imprescindible para los amantes de la animación, pero muy recomendable para cualquier aficionado al cine que quiere una aventura altamente entretenida, pero al mismo tiempo con corazón, con sentimiento y con reflexión.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] 65 (2023)

Cine

65 (2023; 26/20230413)

Los responsables de esta película de dinosaurios… es una película que sigue más los tópicos del género dinosáurico que el de las aventuras espaciales… que aparenta inicialmente,… no se han enterado que las estimaciones más precisas y recientes para la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno es de 66 millones de años. O si se han enterado, les habrá parecido que el número 65 es más conveniente que el número 66 para la mercadotecnia de la película. No sé. Es el menor de los problemas de esta película, que ha necesitado dos directores (y guionistas), Scott Beck y Bryan Woods, para perpetrar un producto cinematográfico inane por completo. Y no es que yo quisiera ir a ver esta película, pero fui invitado, me pareció mal no aceptar la invitación… y todo pecado lleva consigo su penitencia, dicen.

El más famoso asteroide de la historia natural de la Tierra marca el final del periodo Cretácico y de la era Mesozoica. Pero «gracias» a Spielberg, casi todo el mundo asocia los dinosaurios al periodo Jurásico, anterior al Cretácico, cuyo nombre deriva del Jura, región geográfica repartida entre Francia y Suiza, de donde proceden las fotos de hoy. Quizá debiera haber usado las fotografías de los acantilados de creta del canal de la Mancha para ilustrar la entrada, más «cretácicas». Pero tengo pocas, y no muy buenas.

Sorprendentemente, hace 66 millones de años, 65 millones según la película, en la galaxia existía una especie que, por una casualidad de una improbabilidad extrema, con p(X) muy próxima muy próxima muy próxima a 0, donde X es la existencia de dicha especie, es virtualmente idéntica al ser humano, en una situación de evolución biológica sorprendente que ya es el primer motivo de sonrojo en lo que se refieren a la pseudociencia ficción de la película. La otra casualidad de improbabilidad extrema es que una nave espacial pilotada por un tipo (Adam Driver) que tiene una hija muy enferma, sufre un accidente al entrar en otros extremadamente improbable «campo de meteoritos» y acaba estrellándose en el planeta Tierra… 24 horas antes del impacto del asteroide que se supone desencadenó la extinción de los dinosaurios no aviares y otras muchas especies. Y mira tú por donde, de los viajeros hibernados de la nave… se salva una niña (Ariana Greenblatt)… que… bueno… ya podréis suponer.

Podréis suponerlo todo. Porque la película no es que sea previsible. Es que dada la premisa inicial, cualquiera que haya ido al cine con cierta frecuencia es capaz de escribir el argumento de la película sin verla. Y además es un pastiche que acumula todos los tópicos propios del género de dinosaurios. Incluyendo el enfrentamiento final con el T. rex, claro. No hay nada que se pueda destacar diciendo… hay algo original, se aporta algo nuevo por pequeño que sea. En algunos momentos, llega a ser hasta chusco, de tan previsible es, de cómo se fuerzan las casualidades para presentar la situación que parecía que tocaba en ese momento. Los intérpretes, dos son los que importan, hay otros dos de aparición mínima, hacen lo que pueden dada la naturaleza del problema. Pero asumiremos que es un trabajo meramente alimenticio sin más.

La película no es recomendable, ni siquiera como entretenimiento. Su única gran virtud es su duración de sólo hora y media. Casi demasiado para lo que hay que contar, pero teniendo en cuenta la moda actual de películas de acción que sobrepasan las dos horas de forma habitual, casi sistemática,… pues ya se sabe, lo bueno, si breve, dos veces bueno, y en lo que se aplica aquí, lo malo, si breve, menos malo. No paguen por verla en el cine. Si en un futuro la tienen en una plataforma de contenidos y la pueden ver sin pagar extra… pues tampoco será una ofensa tremenda. Pero, sencillamente, una película que podría no existir y no pasaría nada. La falta de imaginación y creatividad al poder.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Cine en TV] Kill Boksoon [길복순] (2023)

Cine

Kill Boksoon [길복순] (2023; 25/20230409)

Cuando uno ve con frecuencia teleseries coreanas, se percata en seguida de que hay tópicos o temas recurrentes que se repiten constantemente en estas producciones para televisión. Los tropes de los que hablan los anglófonos, y que según los sabios del idioma de Cervantes es incorrecto traducir como tropo. Un faux ami. Aunque acabará adquiriendo la nueva acepción con el tiempo, ya verán. El caso es que uno de estos temas recurrentes, cuando la protagonista interpreta a una actriz de cine, es que su mayor indicativo de triunfo profesional es que la premien en Cannes. Para los coreanos, esto debe ser el nova más. Debe ser porque hasta la fecha han apreciado más el cine de su país en la Costa Azul francesa que en las colinas de Hollywood. Aunque esto parece que puede estar cambiando. La cuestión es que la protagonista de la película de hoy, Jeon Do-yeon, fue realmente premiada en el certamen cinematográfico y desfiló por la Croisette en el año 2007 por una película que no he visto. El primer premio interpretativo de una persona coreana en el festival. Y Netflix ha promocionado la película que hoy nos ocupa, dirigida por Byun Sung-hyun, tirando del prestigio de la actriz y su premio de hace 16 años. Curiosamente, a esta actriz la pude ver en una serie reciente, donde era protagonista, con un tono muy distinto al de esta película. En la promoción de esa serie no se hablaba de Cannes, no obstante. Pero todo ello encendió mi curiosidad por la película, y la vi… a trozos, a la hora de acostarme en el hotel durante estas vacaciones de Semana Santa pasadas. En dos partes.

Para ilustrar la entrada de hoy, nos vamos a Seúl, y paseamos por el mercado nocturno de Dongdaemun, muy animado cuando visité la capital surcoreana.

Aclarémonos… la película no es una película propia de Cannes. Es una película típica y tópica, de asesina fatal con una doble vida. Jeon Do-yeon interpreta a la asesina asueldo que se llama Gil Bok-soon… casi homófono de la expresión en inglés Kill Bok-soon, su apodo en la organización criminal. Pero también es madre soltera, muy acomodada por sus copiosos ingresos, de una adolescente de quince años (Kim Si-ah), a quien mantiene alejada de su sórdido ámbito laboral. Pero como es típico en estas películas, acaba pasando de ser la asesina a ser el objetivo de otros asesinos a sueldo, dando lugar a una serie de enfrentamientos, más o menos vistosos, con un final muy previsible dado el tono general de la película.

Sinceramente, a los coreanos les he visto hacer películas de género negro y acción bastante más interesantes que esta. La actriz protagonista tiene saber hacer y cierto carisma, pero la película es demasiado obviamente un vehículo de lucimiento personal que acaba restándole valor. Esto, y su previsibilidad, acaban lastrando una película que, sin ser nada original, podría haber resultado bastante más interesante, si se hubieran decidido más claramente por un tono dramático en lugar de esa alternancia indecisa entre comedia de acción y drama de acción que tiene la película. El resto de los personajes son muy planos en su desarrollo, y el drama personal de la hija, su orientación sexual, esta escasamente desarrollado, y apenas aporta algo al conjunto, aunque los responsables de la película así lo pretendan en la conclusión final

Y una vez establecidas las carencias de la película, hay que reconocer que no deja de ser un entretenimiento válido para una tarde tontorrona. Que cosas mucho peores llegan a la salas de cine, por donde no pasará porque es un estreno directo en plataforma. Y no deja de ser curioso que su estreno mundial fuera en la Berlinale de este año, otro festival de prestigio, aunque fuera de concurso. No tiene nada especial para bien, pero tampoco para mal. Se puede ver.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Un beau matin (2022)

Cine

Un beau matin (2022; 24/20230402)

Nos llega a la cartelera una nueva película de la directora francesa Mia Hansen-Løve, con la siempre interesante Léa Seydoux a la cabeza del reparto. No hace tanto que pudimos ver otra película de Hansen-Løve, una directora que siempre hace planteamientos interesantes, pero que en mi percepción no siempre resuelve satisfactoriamente. Suele basar sus guiones, sus historias, en sus propias vivencias vitales, y en esta ocasión no hace una excepción, ya que la película vino inspirada por la enfermedad de su propio padre.

Ejemplo típico de película sin una historia definida, que se centra en lo que los propios franceses definieron o sistematizaron como une tranche de vie, en español hablaríamos de los recuentos de la vida, un intervalo en la vida de una o varias personas, sus inquietudes cotidianas, sus preocupaciones, sus alegrías, sus relaciones. Y en esta ocasión seguimos a Sandra Kienzler (Seydoux), madre de una niña en torno a los nueve años, viuda. Trabaja como traductora ya que domina varios idiomas, su padre es austriaco. Y su padre, profesor de filosofía (Pascal Greggory), está enfermo, padece un enfermedad neurodegenerativa, que le impide ver aunque a sus órganos de la visión no les pasa nada, y que progresivamente le lleva a la dependencia y al deterioro cognitivo. Por lo que han de buscarle una residencia donde lo atiendan. Y también tiene sus propios problemas de relación, al «colarse» por un antiguo amigo (Melvil Poupaud), casado, en una relación que no es fácil de conducir.

Como muchas de las películas o relatos literarios de este género, este filme de Hansen-Løve se caracteriza por su realismo. Por su naturalismo. Con una cámara que va acompañando constantemente a la protagonista en su vida cotidiana, con una banda sonora extremadamente sobria, la acción se acompaña de los sonidos del ambiente, no de la música, y con una representación verosímil de los hechos. De las relaciones. De la vida en un pequeño domicilio parisino. De la realidad de hospital, de las residencias de ancianos de todo tipo, de la enfermedad, de la soledad de los ancianos, de las tribulaciones de una madre en familia monoparental,… Como muchas películas francesas de este tipo tiene una calidad casi documental.

Y esto último siempre me supone un problema, porque soy de los que cuando quiero ver ficción, quiero ficción, y si quiero ver documental, busco las cualidades del buen cine documental; esos productos intermedios muy propios del cine social francés… no me suelen enganchar. Pero en esta ocasión hay algo que salva la película con claridad. Bueno… varias cosas. Primero, que el guion de la propia directora, con su recorrido a través de las estaciones del año, con suaves y bien gestionadas elipsis, está bastante bien. Y en segundo lugar, la presencia y la interpretación de Léa Seydoux. Ya he dicho que me parece una actriz muy interesante. Y aunque su carrera es suficiente diversa como para que haya de todo, bueno y malo, siempre me fascinó, desde que pude ver en televisión La belle personne, una película de 2008, en la que empezaba a destacar dentro de su país. Pero claro… ha pasado mucho tiempo, desde aquel momento en que tenía 22 o 23 años hasta los 36 o 37 con los que rodó la película que nos ocupa hoy.

Los reparos con los que suelo ver este tipo de cine francés quizá hagan que mi valoración personal de la película sea modesta, pero la verdad es que es una película que puede ser muy recomendable, con buenos valores, tanto cinematográficos como interpretativos, y que supone un bello y honesto retrato de una mujer real, actual, con problemas auténticos, con los que muchas mujeres pueden sentirse identificados, pero sin perder su punto de romanticismo y encanto.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Retour à Séoul (2022)

Cine

Retour à Séoul (2022; 23/20230326)

Me apresto a ponerme al día en temas que aparecen en este Cuaderno de ruta. En los días de Semana Santa faltaré unos cuantos, en los que pasaré en este blog al modo sólo fotos. Y seguro que sumo algún tema del que hablar en los próximos tres días. Y por lo tanto me dispongo a comentar una tercera película esta semana, esta vez vista en salas. Fue un poco casualidad que fuéramos a ver esta película francesa, aunque fue propuesta por Camboya para los Oscar en lengua no inglesa. Su director es Davy Chou, francés hijo de refugiados camboyanos en Francia, huyendo del sangriento régimen de los jemeres rojos. Y las críticas que leímos antes de ver la película eran normalistas. Positivas, pero sin entusiasmos. Lo que sucedió es que la versión original se proyectaba en salas de cine a una hora muy propicia para acercarnos a verla. Así de tonta nuestra motivación. Y esta sucesión de eventos fue un hecho realmente realmente afortunado.

La película se basa en las vivencias de una amiga del director, nacida en Corea del Sur, adoptada por una pareja francesa, o belga, o suiza,… no estoy seguro, con quien en 2011 estuvieron buscando a los padres biológicos de la moza. Y fue una experiencia que les marcó. Así crea una ficción sobre Freddie (Park Ji-min), una joven de 24 o 25 años que cuando se aprestaba a volar a Japón para un par de semanas de vacaciones como mochilera, se encontró con un tifón que canceló vuelos, y la compañía aérea se propuso cambiar el destino por Seúl. El caso es que Freddie fue una bebé adoptada por un matrimonio francés en Corea del Sur. Nunca ha vuelto al país. No se ha interesado por él. No conoce el idioma. Y no se ha interesado por sus orígenes. Pero con la recepcionista del albergue juvenil (Guka Han) donde se hospeda y otros conocimientos que traba en la capital coreana, le entra el gusanillo de conocer a sus padres biológicos. Y hay… cambia su vida, en un recorrido por la misma que dura ocho años en tres actos en Corea y un pequeño epílogo en Rumania.

Sinceramente, no estaba yo con ganas de ver nada sobre el tema de los niños adoptados en procesos internacionales de adopción. Son película que tienden o al excesivo buenrollismo o al melodrama. Y la última que vi sobre el tema, una película canadiense que se salía de la norma en parte, no dejaba de ser un melodrama, me dejó tan buen sabor de boca, que no me apetecía estropearlo. Pero he aquí que de repente descubrimos que Freddie… es un poco… bastante borde. Al mismo tiempo que encantadora; hay momentos que te la comerías. Y en otros que te horroriza con sus decisiones vitales o profesionales. Con una monumental interpretación de una actriz no profesional, ya que su dedicación profesional es artista audiovisual e ilustradora, por lo que entiendo. Es coreana de nacimiento y está afincada en Francia, pero no es una niña adoptada. Pero quizá ahí están las bondades de la película. La vida es un barullo. La vida de Freddie es un barullo, gordo, desde el momento en que aterriza por primera vez en Seúl. Un lugar que, más adelante en la película, confiesa que es tóxico para ella. Y luego ese alternar entre el drama y tonos de comedia amarga, especialmente cuando aparecen el padre (Oh Kwang-rok) y la tía (Kim Sun-young) biológicos de Freddie. Sus momentos, entre el histrionismo del alcohólico padre y las macarrónicas traducciones al ingles de la tía… son antológicos. Los intérpretes franceses, independientemente de su origen étnico, en la película son aficionados. Los intérpretes coreanos son profesionales. A él lo he visto previamente en películas del país asiático. Ella me resulta ya muy familiar de las series coreanas de Netflix. Esta actriz, casi siempre como secundaria, es omnipresente.

Y hablando de la traducción… es uno de los letimotivs de la película. Las traducciones nunca son precisas. Marcan las diferencias culturales, las diferentes mentalidades de unos y otros, y quienes se ven obligados a traducir, nunca lo hacen literalmente. Existe un miedo constante a ofender… y las observaciones y opiniones francas y directas de Freddie son de cuidado en ocasiones, por lo que quienes traducen cambian el sentido de la expresión original, en ocasiones de forma cómica, en ocasiones generando malos entendidos dramáticos.

Una película sobre la búsqueda de la identidad, que entendemos que dura toda la vida, encarnada en la camaleónica Freddie. Pero también una profunda reflexión sobre los choques culturales, sobre cómo conformar el respeto internacional e intercultural. Es el choque de una mujer joven francesa liberal y liberada, abierta al mundo aunque encerrada en sí misma, femenina pero feminista, que cuando comienza la película da por hechos unos valores como absolutos, con las gentes y la cultura del país donde nació, conservador, patriarcal. Entre una sociedad, la francesa, que, con muchas dificultades, se conforma en torno a la diversidad y la multiculturalidad, con nacionales de múltiples orígenes étnicos, y otra, la coreana, fuertemente condicionada por el ius sanguinis, por el cual se has nacido de sangre coreana eres coreano, y si no no, aunque lleves toda la vida en el país. Una película a la que llegamos un poco por casualidad, que nos gustó cuando la vimos, pero que ha crecido en nuestra mente e imaginación en los días posteriores. Muy recomendable. Muy muy recomendable.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine en TV] Boston Strangler (2023)

Cine

Boston Strangler (2023; 22/20230322)

No puedo recordar qué años tenía, en mi infancia o adolescencia temprana, cuando vi The Boston Strangler de Richard Fleischer (inolvidable su Soylent Green, que en 1973 ya hablaba de un mundo con problemas por culpa del efecto invernadero) en televisión. Una película que siempre he asociado a Tony Curtis, hasta recientemente no he vuelto a saber que el coprotagonista era Henry Fonda, y que me dejó un vivida impresión en mi memoria. Especialmente por esa representación del supuesto estrangulador, la película asumía su culpabilidad sin más, con un trastorno de personalidad múltiple… absolutamente en el terreno de la fantasía. Albert DeSalvo nunca fue diagnosticado de tal trastorno. Salvo las víctimas y algún personaje terciario, en aquella película no salían mujeres. Nunca he vuelto a ver la película. Siempre he tenido la impresión, a lo peor equivocada, de que me iba a decepcionar. De que lo que me impresionó en mis años más jóvenes… ya de adulto y con más conocimientos… no iba a funcionar. Pero cuando leí la noticia de que Hulu había producido una película sobre el tema, que en España ha estrenado Disney+, y con un reparto femenino que llama la atención, decidí que no me la iba a perder. Y se estrenó el 17 de marzo en la mencionada plataforma.

Puede sorprender que aparezcan fotos de Londres para ilustrar esta entrada. Pero no he estado nunca en Boston. Y cada vez que pienso en el caso del estrangulador de Boston se me va el pensamiento a otra película, «Frenzy» («Frenesí») de Alfred Hitchcock, sobre un asesino en serie, también feminicida, y violador. Una película superior a las dos que menciono en la entrada.

Dirigida por Matt Ruskin, la película tiene un enfoque totalmente distinto sobre aquellos feminicidios que sucedieron en Boston y otras ciudades próximas de Nueva Inglaterra a principios de la década de los años 60 del siglo XX. Nos cuenta la historia de cómo la periodista Loretta McLaughlin (Keira Knightley), con la colaboración de Jean Harris (Carrie Coon), destaparon las relaciones y similitudes entre varios de los feminicidios, abriendo la posibilidad a que un asesino en serie estuviera, al que denominaron El estrangulador de Bostón, estuviera activo en el área metropolitana de la populosa ciudad de Massachusetts. No obstante, esta película no da por buena la confesión de DeSalvo, pone en cuestión sus declaraciones, y abre la posibilidad plausible a que hubiera varios asesinos, especialmente hombres interesados, que copiaron algunos de los crímenes previos, para desviar las sospechas de sí mismos. Critica también la mala actuación de la policía… los héroes de la película de Fleischer. Como curiosidad, el héroe de la película de 1968, el fiscal encargado de coordinar la investigación que interpretó Fonda, no aparece en la película actual.

La película me genera impresiones contradictorias, aunque en general me merece un valoración razonablemente positiva, aunque no entusiastamente positiva. Lo más destacable de la película son las interpretaciones. Knightley, a la que considero una actriz capaz pero no necesariamente brillante en cualquier ocasión, se mueve con comodidad en el papel de una mujer con mayor nivel de madurez que lo que nos tiene acostumbrados, y lo hace bien. Echo de menos una mayor presencia de Carrie Coon, cuyo papel no deja de ser secundario, aunque importante. Es una actriz muy capaz, que podría haber aportado algo más de chispa a la película. Y el conjunto de personajes secundarios que van y vienen ante las investigaciones del personaje principal están interpretados de forma sólida.

Sin embargo, la película flojea cuando se compara con otras producciones del género de la investigación periodística. Y no porque le falten mimbres, puesto que las tesis planteadas son muy muy interesantes, y conllevan reflexiones de cierta profundidad en el ámbito de la violencia de género. Recurre sistemáticamente a un ambiente sombrío, ominoso… cuando no necesariamente es necesario. Esto no es una película de suspense. Compárese con el dinamismo de una película reciente de investigación periodística, también con protagonismo compartido por dos mujeres, y que resulta mucho más brillante en las diversas acepciones de este adjetivo. Cierto es que tiene una gran virtud… y es que ha procurado ser fiel a la realidad en la medida de lo posible. Como digo, el planteamiento es bueno.

Si tienen ustedes suscripción a Disney+ en España, o a la plataforma que sea en otros países, puede ser una opción bastante razonable para pasar una velada cinematográfica en casa. Pero tengo la sensación de que podría haber sido mejor.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***