[TV] Cosas de series; fenomenales series de animación con protagonistas femeninas

Televisión

He cambiado algo la forma de acceder a la animación japonesa, y esto me ha permitido en los últimos meses detectar algunas series realmente buenas. Pero realmente. Con historias interesantes, con construcción y definición de caracteres, con elementos originales, con buenos guiones, con buen dibujo. Realmente fenomenales. No sé si las mejores de la historia como se dice de una de ellas… especialmente porque me gusta más la otra, pero están muy bien. Vayamos por el orden en el que las he terminado de ver, aunque no fuese así cuando empecé a verlas.

El palacio de la serie sobre Maomao está claramente inspirado en la Ciudad Prohibida de Pekín. Como la pandemia me impidió visitarlo en 2020, ilustraré la entrada con la tumba de Ming Xiaoling en Nankín, que también puede venir al caso.

Sōsō no Frieren (葬送のフリーレン, el duelo de Frieren o algo así; sōsō 葬送 sería como un último adiós a los muertos) ha tenido una primera temporada de 28 episodios. Visto el éxito que ha tenido, suponen que habrá una segunda temporada, pero puede tardar. Adaptación de un manga, en inglés recibe el título Frieren: beyond the journey’s end (Frieren: más allá del final del viaje). No me consta que haya un título formal en castellano, o es simplemente Frieren. Es una serie de acción y fantasía. El personaje protagonista, Frieren (en alemán, congelar; muchos nombres de personajes tienen traducción desde el alemán), es una elfa con más de mil años de edad, y con una perspectiva de vida casi ilimitada, participó durante diez años en una aventura para derrotar al Rey Demonio (魔王 Maō, un equivalente en la fantasía japonesa al Satanás de las religiones abrahámicas que se extendió en la cultura popular occidental). La acción empieza tras el final de esa aventura, liderados por Himmel (cielo en alemán). Pero unas décadas más tardes, Frieren permanece inalterada, mientras que sus compañero han muerto, están muriendo o son muy ancianos. Lo que para ella ha sido un instante, para ellos ha sido toda una vida. Y empieza a tomar conciencia del valor de las relaciones y de la amistad. Por cierto, que Frieren es una maga, muy poderosa, pero que suele preocuparse por los hechizos más cotidianos y banales.

Y en estas estamos que se ve obligada a aceptar una niña como aprendiz, Fern (distante en alemán). Y tras unos años, a un chaval de edad parecida, Stark (fuerte en alemán), ya un adolescente, como acompañante. Un chaval que aspira a convertirse en un guerrero heroico como Himmel. Y deciden viajar al fin del mundo en el norte, para encontrarse en el país donde residen las almas, para dar el último adiós a sus antiguos amigos, una vez que ha comprendido el valor de esas relaciones. Y así empieza la aventura después de la aventura. Una aventura que se cuece a fuego lento, dando tiempo a desarrollar personajes, a desarrollar relaciones, a profundizar en sentimientos, con las dosis justas de acción aquí y allá, que nos permiten ver quién es exactamente Frieren, junto con los flashbacks a su pasado, y el desarrollo de los jóvenes. Está muy bien. Te engancha. Es una de esas historias que da igual que estén pensadas para un público juvenil, porque contienen valores narrativos para todos los públicos, y valores éticos para todo el mundo. Está muy bien. Y me gustaría ver la continuación de estas aventuras. Imprescindible para los amantes de la animación. Japonesa o de cualquier nacionalidad.

Y luego está Kusuriya no hitorigoto (薬屋のひとりごと, los diarios de la boticao de la boticaria; 薬 kusuri o お薬 okusuri es medicación, 屋 ya es tienda, por lo tanto botica o farmacia, pero en el original a la protagonista le llaman kusuriya en el sentido de boticaria). Conocida internacionalmente precisamente como The apothecary diaries, los diarios de la botica/boticaria… también aquí puede ser cualquier de las dos, es adaptación de unas novelas ligeras de éxito, que también han tenido versión en manga. La acción se sitúa en un reino no denominado, pero inspirado claramente en la China de alguna dinastía de algunos siglos atrás. En algunos lugares, he leído que en la dinastía Tang (del año 618 al 917). En otros, en la dinastía Ming (del 1368 al 1644). Muy distintos. Dado que uno de los personajes lleva monóculo, opto por pensar que se trata de la Ming. Las lentes, en Europa, se conocían desde la antigüedad. Pero las gafas y similares fueron cosa del periodo final de la edad media. Ni idea de que pasó en China. Bueno… la protagonista es Xiaomao (小猫, gato pequeño), o familiarmente Maomao (猫猫, repetición del carácter gato), una joven de diecisiete años que trabaja en la botica de un prestigioso establecimiento de cortesanas del barrio rojo de la ciudad. Barrio donde se concentra la prostitución, aunque en España se suele usar la expresión barrio chino, que no me parece adecuada en este contexto, ni en cualquier otro, puestos a ello. Vive con su padre adoptivo.

El caso es que a Maomao la secuestran y la venden al palacio imperial como sirvienta. Donde deberá trabajar tres años para cubrir la deuda de su precio. Intentará pasar desapercibida, pero es inteligente e inquisitiva. Y se mezclara con el que parece ser jefe de los eunucos, un atractivo joven un poco mayor, con quien empezará a resolver los misterios de las cosas que pasan en palacio. Primero en relación con las concubinas del emperador, y sus juegos de poder y rivalidad, pero posteriormente con otros misterios. Por lo que inicialmente parece un procedimental simpático. Sin embargo, poco a poco la serie, que ha tenido una temporada de 24 episodios dividida en dos tramos de 12, va desarrollando una trama longitudinal, que afecta a los orígenes de la propia Maomao. Así como otras laterales que afectan a la auténtica identidad del joven y atractivo «eunuco». La serie es muy divertida, tiene una fenomenal definición de caracteres, es mucho más adulta en sus temas de lo que parece, y es de lo mejor que he visto en series de animación. A mí me parece superior a la anterior, aunque sea por poquito. Y espero con muchas ganas su ya comprometida segunda temporada. Otra imprescindible de los amantes de la animación.

[Cine] Blue Giant (2023)

Cine

Blue Giant (2023; 17/20240317)

Después de varios estrenos directos en plataforma de contenidos en línea, el domingo pasado volvemos a las salas de cine, a una matinal en la que podemos disfrutar de la versión original de este largometraje de animación japonesa dirigido por Yuzuru Tachikawa. Una película basada en un manga, como tantas en el País del Sol Naciente, sobre un joven, poco más que un adolescente, autodidacta del saxofón, que quiere ser alguien en el mundo del jazz. Con música compuesta por Hiromi Uehara, muy frecuentemente en su discografía simplemente como Hiromi, esto era un aliciente interesante, al menos para mí. Hiromi abrió el festival de jazz en el otoño de 2023, hace muy poquito, presentando su último proyecto Sonicwonder, y su último disco Sonicwonderland. Escucho con cierta frecuencia la música de Hiromi, una pianista excelente de jazz, que le da a otros palos también como el rock progresivo o fusiones de lo más diversas. No todos sus experimentos discográficos me enganchan de la misma forma, alguno… de ninguna forma, pero lo que me enganchan, me enganchan mucho.

No soy muy dado a las historias de superación, donde un chaval, contra viento y marea, sobre todo, contra todo pronóstico, se abre camino en algún ámbito, en este caso en el de la música. Muchas veces rompen mi suspensión voluntaria de la incredulidad y la propia historia me echa de la película. En esta ocasión, la cosa va ahí ahí, pero supongo que las bondades de la animación y la excelente banda sonora de Hiromi superan el bache y me mantienen en el filme. Solamente al final, en su deseo de acentuar visualmente las bondades de la música del chaval, la animación entra en un delirio de imágenes cósmicas que me generan una cierta incomodidad visual. Cuando durante la mayor parte del largometraje, el dibujo es suficientemente expresionista para contar la historia con cierta sensación de veracidad. Pero bueno, tampoco creo que sea como para tirar por la borda la película.

En líneas generales la disfruté. Como ya he dicho/insinuado, la música y los paisajes nocturnos de Tokio influyen en el resultado final, junto con un trío de personajes protagonista que caen simpáticos. La película viene a tener un narrador que es el batería del trío, el que más tarde se apunta a la música y el menos dotado como músico. Lo narra con la perspectiva de alguien que recuerda los acontecimientos en la distancia temporal, no dedicándose a la música, pero manifestando la importancia de aquel año y medio en que el trío que impulsó la carrera del protagonista estuvo en activo.

Creo que a cualquier aficionado al jazz o a la buena música en general le debería resultar atractiva la película. Los números musicales principales están interpretados por la propia Hiromi al piano, con Tomoaki Baba al saxofón y Shun Ishikawa en la percusión. Pero tampoco disgustará, ni mucho menos, al aficionado a la buena animación, incluso si la historia es previsible y ya vista en otras ocasiones. Después de todo no sé… es que quizá yo tenga desde hace muchos años una cierta debilidad por la pequeña gran pianista japonesa.

Nota: El título de la película, en inglés en el orginal, hace referencia a las estrellas gigantes azules, grandes, brillantes, que tienen una vida rápida, breve y que finalizará como una supernova y dejando como residuo una estrella de neutrones o un agujero negro de masa estelar. De ahí toda la imaginería astronómica en los números musicales finales de la película. Por supuesto, el adjetivo blue, azul en el contexto astronómico, en el contexto de la música tiene otros significados, tanto referidos al estado de ánimo (Am I blue, ¿Estoy triste?, estándar del cancionero americano interpretado, entre otros, por Hoagy Carmichael al piano y Lauren Bacall en la voz en la película To have and have not), a un estilo de música, el blues, que tanto influye sobre el jazz, siendo su precursor, como algunos elementos de las escalas musicales del blues y el jazz, como las blue notes, notas añadidas a las escalas pentatónicas propias del blues, que dan un sabor especial a las melodías y las improvisaciones del jazz. La metáfora estelar no me acaba de convencer porque asume la fugacidad de la brillantez del artista, no augurando una larga y duradera carrera. Volviendo al estado de ánimo, los blue devils del blues y del jazz serían los demonios interiores que causan la tristeza y la depresión.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[TV] Cosas de series; animación y animación convertida en acción real

Televisión

Durante la última década, Disney se ha dedicado a realizar versiones en acción real, es decir con actores de carne y hueso, de su algunas de sus películas más famosas de animación. Incluso con segundas partes. Y poco a poco también está llegando a las series. Los japoneses llevan mucho tiempo explotando sus mangas de éxito haciendo múltiples versiones audiovisuales; largometraje, serie de animación, serie de acción real… A veces las tres para la misma historia. Pero, sinceramente, pocas veces me convencen estas maquinaciones. Netflix lo lleva intentando con especial interés. Pero con resultados discutibles… véase cierto ejemplo. Pero insisten. Hoy vamos con una de estas adaptaciones a acción real, y lo complementaré con una animación pura y dura, también en Netflix.

Ya que estamos con culturas asiáticas, ilustraremos la entrada con una paseo por las orillas del lago del Oeste de Hangzhou.

Hace ya años, algo menos de una década, vi una temporada de una serie de animación, The Legend of Korra, que me cayó en gracia. Me gustó. Sin embargo, no insistí con ella, no vi las siguientes temporadas. Era un spin off de otra serie previa con gran éxito, Avatar: The legend of Aang o Avatar: The last airbender, según regiones del mundo, que tiene una sorprendente puntuación de los votantes de IMDb con 9.3 de promedio procedentes de más de 365 mil votantes. Tampoco me dio por verla. Unas series norteamericanas, aunque hay quien cree que son animes por la ambientación de la historia en un pastiche de culturas orientales o árticas. Un terreno muy atractivo para relanzar estas historias y generar ingresos basados en su popularidad. Netflix ha optado por trasladar la historia a acción real, en lugar de una nueva versión en animación. Y así, hace unas semanas llegó a la plataforma, Avatar: The Last Airbender, que recrea la historia de la serie original.

Básicamente es la típica historia del advenimiento de un héroe, más o menos mesiánico, en un mundo en el que está presente la magia, especialmente por la existencia de personas capaces de dominar los cuatro elementos; aire, agua, tierra y fuego. Los malos son los del fuego. Y en este caso el héroe es un chaval de 12 o 13 años de edad, uno de los que denominan el aire, que despierta de un sueño congelado en hielo de 100 años de duración, para liberar al mundo de la tiranía de la guerra y los malos, y para ello recibirá la ayuda de dos hermanos que proceden del pueblo que domina las aguas. Y de otras personas que encontrarán en su camino de descubrimiento, mientras son perseguidos por los malos. Realmente, nada original en cuanto a la historia. Así que la gracia está en cómo se cuente. Como en el original, el entorno es mundo mágico con unas culturas que son pastiches de culturas asiáticas, con mezclas más o menos improbables. Así… los que dominan el agua tiene pinta de inuits, pero a sus lugares sagrados se entran por puertas similares a los torii del shinto japonés. No hay mucho esfuerzo creativo; como digo es un pastiche de elementos existentes. Y me ha resultado difícil de tragar por unos diálogos propios de adolescentes de un instituto yanqui. Un lenguaje simplón que si lo combinas con una colección de frases de aspecto grandilocuente, filosofemas que realmente tienen mucho menos significado que el que aparentan, puestos en labios de los personajes adultos, confiere al guion un aire de baratillo… típico ejemplo de que se busca atraer por los efectos gráficos y especiales, descuidando las historias y el desarrollo de personajes, que son en realidad bastante planos. No creo que repita. Está muy por debajo de lo que yo recuerdo de aquella animación que vi hace nueve años. Muy muy muy por debajo.

Quizá por eso, en paralelo, he estado viendo, también en Netflix, una serie de animación japonesa, también de corte fantástico. Nada original tampoco. Un territorio relativamente trillado. Onimusha [鬼武者, el guerreo demoniaco] es una de samuráis contra demonios [oni 鬼], que transcurre tras el final de las guerras del período Sengoku, al principio del período Edo. A un samurái que ha alistado a un pequeño grupo de guerreros, unos monjes budistas le confían un guantelete con poderes demoniacos, para derrotar a un señor de la guerra que sea convertido, así como sus guerreros, en seres demoniacos. En su camino, serán guiados por una niña huérfana por la acción de los demonios. Como digo, no me ha parecido original, pero está relativamente bien hecha, y es entretenida. Está basada en una serie de videojuegos del mismo título, basados en esas premisas, un protagonista guerrero que lucha contra demonios en distintos momentos de la historia nipona, variando el protagonista según la versión del videojuego. Nada especial, pero vale para pasar el rato con sus episodios de menos de media hora de duración.

[TV] Cosas de series; del manga japonés a la televisión y animación original norteamericana

Televisión

Hoy voy a mezclar las series de animación con alguna de acción real. Pero esta última relacionada con el mundo de la fantasía y del manga, que es el material de origen para la mayoría de las series de animación japonesas y algunas de otros países. Nos vamos a mover entre la fantasía y la ciencia ficción, con mayor o menor éxito.

Por algún motivo, la serie de acción real de hoy me ha evocado cierto paseo por el barrio de Yanaka en Tokio hace casi diez años.

Ha pasado más de mes y medio desde que terminé de ver la primera temporada de Mahō Tsukai no Yome [魔法使いの嫁, la futura esposa del mago], como es conocida internacionalmente en inglés, The ancient magus’ bride. Esta primera temporada se puede ver en Netflix, aunque no como serie propia, y no sé si está disponible para todo el mundo o sólo a quienes tiene configurada la interfaz de la plataforma en el idioma inglés. Me picó la curiosidad su planteamiento inicial, aunque tiene elementos que da un poco de repelús. Veréis… Una adolescente japonesa descolocada en el mundo, si familia y sin amigos, se ofrece a ser vendida en una subasta en Londres, con el fin de encontrar un lugar donde la acojan. Y la compra un ser fantástico, un mago de gran altura física, con aspecto antropomorfo, pero con una cráneo de herbívoro con cuernos por cabeza. Y este le dice que la ha comprado para que en el futuro sea su esposa. Y a partir de ahí comienzan sus aventuras en el mundo mágico. Obviamente… una adolescentes que es vendida y comprada para que un tipo la convierta en su esposa… suena un poco… no sé ¿tráfico de personas? Es raro. Luego, se va reconvirtiendo en una serie de aventuras con una peculiar historia romántica. Mucho más adelante nos enteraremos lo que el mago entiende por «esposa» y la cosa se suaviza bastante. Esa primera temporada acaba siendo resultona. Como la segunda temporada ya estaba disponible en otra plataforma, me plantee verla y comentar la serie entera. Vi tres episodios aislados de corta duración, una miniaventura que sirve de puente entre ambas temporadas… pero cuando comencé con la segunda temporada, me estanqué. Se volvió menos original… y bueno, si en algún momento la retomo y la veo entera, ya os comentaré.

También en Netflix se estrenó hace una semana Yū Yū Hakusho [幽☆遊☆白書, ], una serie de acción real que mezcla artes marciales con fantasía. El caso es que leí un reseña en algún sitio en el que la calificaba como una de las mejores adaptaciones de un manga a acción real, y tuve la curiosidad. La historia nos cuenta como un adolescente que bordea la delincuencia juvenil es atropellado y muerto cuando salva a un niño de ese atropello, y se le da la oportunidad de resucitar, siempre que acepte ser entrenado para luchar contra los demonios y espíritus del inframundo sobrenatural que se cuelan en el mundo humano. Una especia de detective de lo sobrenatural. Pronto, con algunos aliados que se encontrará por el camino, tendrá que enfrentarse contra un peligroso mafioso que utiliza en su beneficio a los espíritus malignos de ese inframundo. No está mal valorada, ni por crítica ni por público, pero si yo aguanté hasta el final es porque son sólo cinco episodios. La mayor parte de las adaptaciones de manga a acción real… en mi opinión no funcionan. Y esta no es una excepción. A ratos me parece cutre.

Finalmente, algo de animación desde los Estados Unidos. También una recomendación que encontré por internet. Scavengers reign (traduce como Los carroñeros reinan, o menos literalmente, el reino de de los carroñeros o donde los carroñeros reinan) surge a partir de un cortometraje conceptual realizado hace unos años. Y narra las aventuras y desventuras de los supervivientes de una nave espacial que lleva personas en hibernación y suministros a una colonia humana en un viaje interestelar. Pero como consecuencia de un «accidente», la nave queda varada en un planeta, con sólo cuatro personas y un robot en la superficie del planeta, intentando llegar donde la nave, despertar a los hibernados e intentar sobrevivir y si es el caso, si es posible, salir del planeta. Pero el planeta tiene una abundante y rica vida, potencialmente muy peligrosa. La serie ha recibido múltiples elogios de la crítica y es favorita del público que la ha visto. Es muy rica visualmente, con una trama adulta, donde la supervivencia del héroe no esta garantizada. Sin embargo, a mí al final me ha costado llegar hasta el final de sus doce episodios, que me parecen excesivos. En un momento dado, las situaciones eran variantes, potencialmente indefinidas, de lo mismo. Sobrevivir a las extrañas formas de vida del planeta. Que son extrañas superficialmente. Pues al fin y al cabo, aunque con mucha imaginación, no dejan de ser los equivalentes en raro a insectos, plantas, reptiles, mamíferos o aves diversos. No ha terminado de conquistarme este mundo perdido, ni ha terminado de llegarme esta presunta reflexión sobre la ecología y la vida, y sobre el lugar de los seres humanos en el universo. Cosas que pasan. A veces me pongo rarito y no me sumo al elogio universal.

[TV] Cosas de series; espías en familia, brujos sin brujería y dragones contra espadachines

Televisión

Dediquemos una entrada, como toca de vez en cuando, a la animación televisiva. Que últimamente estoy viendo cosas interesantes, divertidas,… incluso a veces, ambas cosas a la vez. Hoy animación japonesa, anime, en exclusiva.

De SPYxFAMILY (o Spy x Family, según como se estile) ya hablé en su momento, un par de veces, a propósito de la primera temporada de 24 episodios, divididos en dos partes. Esta es una de las series de animación japonesa más divertidas que he visto, y además está bien hecha, bien planteada, con estupendos personajes. Para los que no sepan o recuerden, está ambientada en Berlint, la capital de Ostania, un país ficticio de Europa, enfrentado con Westalia. Loid Forger es uno de los más habilidosos espías de esta última, y debe infiltrarse en Berlint, como médico psiquiatra, para realizar sus actividades de espionaje. Para ello, monta una familia de circunstancias, casándose por interés con una funcionaria municipal, Yor Briar, y adoptando a una niña pequeña huérfana, Anya. La cosa es que Yor es en realidad la temida asesina a sueldo Ibara Hime (Princesa de las espinas), que también necesita una tapadera. Y Anya es telépata, por lo que es la única que se cosca de todo el montaje. A partir de ahí, una mezcla de aventuras de acción con el anecdotario de la vida familiar. La segunda temporada ha seguido la trayectoria de la primera, estupenda,… pero mejor. Fundamentalmente porque ha habido un largo arco argumental a bordo de un crucero, en el que ha aumentado mucho el protagonismos de Yor, un poco en segundo plano en la primera temporada, lo cual ha enriquecido mucho la serie, dejando de lado que Yor es muy querida por los aficionados a la serie. Esa mezcla de candidez inocente con letalidad en su trabajo clandestino, de vestimenta marujil en lo cotidiano y osado uniforme de trabajo en lo secreto… es fenomenal. Para mí, un fijo en mi cartelera televisiva, absolutamente recomendable para los aficionados al género. E incluso para los que no, siempre que se acerquen a la serie sin prejuicios. Ni que decir tiene que, obviamente, Berlint, Ostania y Westalia son trasuntos del Berlín, Alemania oriental y Alemania occidental durante la guerra fría, y de ahí las fotos que ilustran la entrada de hoy.

マッシュル-MASHLE- es una parodia descarada y sin complejos de las aventuras de Harry Potter. En un mundo, o un país, donde todo el mundo tiene poderes mágicos, el personaje protagonista, Mash Burnedead, el Mashle del título, homófono de la palabra inglesa muscle, músculo, es un adolescentes que no tiene ningún poder mágico. Lo cual lo convierte a priori como un paria de la sociedad, un indeseable. No obstante, él vive feliz y a su aire con su padre adoptivo, que lo acogió cuando se lo encontró abandonado, y despreocupado mientras pueda atiborrarse de vez en cuando de petit choux (bocaditos de nata), a los que es adicto. Y eso sí, lleva toda su vida entrenándose y fortaleciéndose hasta un punto en que su potencia muscular y su velocidad son casi sobrehumanas, pero sin magia alguna. Tras altercado, se le ofrece una posibilidad para no se eliminado por su falta de poderes mágicos. Tiene que entrar en la escuela de magia, cursar los cursos y convertirse en uno de los alumnos destacados que le den derecho a un puesto especial en la sociedad. Y a partir de ahí vienen las aventuras, junto con el grupo de amigos que hace en la escuela, todo ello parodiando todos y cada uno de los elementos de la escuela Hogwarts de las aventuras de Harry Potter. Durante las vacaciones de Navidad vi los trece episodios de la primera temporada, que ya se emitió hace meses, en el 2023. Recientemente ha comenzado a emitirse la segunda temporada. Y sigo viéndola. Es muy divertida. En cuanto a interesante… bueno… es prescindible, si nos ponemos a ello. Pero muy divertida. Por que juega muy hábilmente con el absurdo.

Finalmente, MONSTERS 一百三情飛龍侍極 (Monsutāzu Ippaku Sanjō Hiryū Jigoku), en inglés Monsters: 103 Mercies Dragon Damnation, y en castellano, Monsters: El infierno del dragón, es un cortometraje de 25 minutos de duración que se puede ver en Netflix, aparentemente una precuela remota de los acontecimientos de One Piece, autoconclusivo. Su material original es un manga autoconclusivo de Eiichirō Oda, el creador de One Piece. En un pueblo en algún lugar se encuentran un Cyrano, el famoso espadachín, Flare, joven superviviente del ataque de un dragón a su pueblo, aparentemente salvada de las ruinas por Cyrano, y un desconocido samurái que tiene la costumbre de desafiar a un duelo a todos los que se rozan con él. Y por ello, acabará, aparentemente, poniendo en riesgo a la población del ataque del peligroso dragón. Pero todo son apariencias, la realidad sobre todos estos personajes es muy distinta, y se iniciará una aventura para salvar a todo el mundo y la población del dragón. Es muy simplona, pero entretenida, y tiene un acertado giro argumental en su punto medio que da la salsa a la aventura. Y está razonablemente bien hecha. No parece que vaya a tener continuidad. Pero obviamente podría ser también una especie de piloto para tantear la posibilidad de una serie basada en este temperamental samurai.

[Cine] Alice to Therese no Maboroshi Kōjō [アリスとテレスのまぼろし工場] (2023)

Cine

Alice to Therese no maboroshi mōjō [アリスとテレスのまぼろし工場] (2023; 05/20240119)

En este principio de año sigo alternando los estrenos en salas de cine cono los estrenos directos en plataformas en línea. De alguna forma me había hecho el propósito de ser más selectivo con las propuestas de estas últimas, disminuyendo los estrenos que veo en las mismas. Pero ciertamente el principio de año ha venido interesante. Y cuando supe del estreno de este largometraje de animación japonés, realmente me entró el interés. Su directora, Mari Okada, tiene una amplia trayectoria en la animación, especialmente como guionista. También el estudio responsable de la película, MAPPA, ha desarrollado proyectos muy interesantes tanto en formato de series, como algún largometraje realmente notable. Así que, bueno,… la película me apetecía.

Puestos a elegir un lugar para ilustrar la entrada, quizá Hiroshima, ciudad también sometida a una destrucción catastrófica, sea la más adecuada de lo que tengo en fototeca. No olvidemos que el miedo a la destrucción catastrófica está siempre muy presente en el imaginario nipón, entre bombas, volcanes y seismos con olas gigantes y demás.

Nos encontramos en una ciudad no muy grande, costera, entre montañas, cuya vida depende de la minería y de una acería que transforma el mineral extraído en las montañas. Una noche, cuando uno de los protagonistas de la cinta, Masamune, un adolescente de 14 años, se encontraba estudiando en casa con sus amigos, una explosión se da en la acería, que deja de funcionar, al mismo tiempo que unos extraños monstruos lobunos, del humo de la explosión, reparan unas extrañas grietas que se han formado en el cielo. A partir de ese momento, el tiempo se detiene en la ciudad. Los habitantes continúan con sus rutinas, pero no envejecen. Siempre es el mismo día de invierno, las embarazadas permanecen siempre embarazadas, los adolescentes de 14 años no maduran, algún habitante desaparece de vez en cuando. Masamune comienza una tensa relación con una chica que de alguna forma le gusta, Mutsumi. Y esta le presenta a una extraña niña que vive en uno de los hornos de la acería, muy similar físicamente a Mutsumi, y a la que bautiza Itsumi, que apareció de repente en un tren que venía del exterior, que sí que avanza en edad y crecimiento, aunque como la tienen aislada, su psicología no se ha desarrollado al mismo ritmo. Y que parece estar vinculada al misterio de la extraña situación de esta ciudad, de la que nadie sale ni entra, y que parece al margen del resto del mundo y del tiempo.

La película no adapta ningún manga ni novela previa. Es material original de Okada. Y es una historia compleja en su planteamiento y en su desarrollo. Visualmente es muy atractiva. Como es habitual en la animación japonesa, frente a unos personajes humanos muy esquemáticos en su concepción visual, pero complejos en su personalidad, tenemos unos ambientes de gran realismo y precisión. También tenemos una banda sonora compleja, un tanto ominosa. No estamos ante el típico romance adolescente en ámbito fantástico de muchas películas de animación del País del Sol Naciente. Los temas son diversos y profundos; la soledad, el aislamiento, la inseguridad ante un futuro que parece no existir, el duelo, la amistad, los liderazgos nocivos. Quizá lo que más complejo es y más lastra la película, donde más se la está criticando, es la forma, a veces confusa en que se va desentrañando el misterio del destino, el lugar y el tiempo en el que tenemos que situar esta malhadada ciudad y a sus habitantes, y quién es la misteriosa niña que vino del exterior, la única que crece y evoluciona.

La propuesta de Okada es realmente interesante. No participo de algunas de las críticas negativas que ha recibido. Ni de la percepción distante del público que parece haberse dado. Pero reconozco que no es fácil de ver. Y no siempre está bien resuelta la forma en que se desenreda la madeja de los misterios. Por lo tanto, no me atrevo a hacer una recomendación absoluta. Para los aficionados a la animación, y a la animación japonesa en particular, creo que sí es una recomendación clara, teniendo en cuenta que es una película más adulta de los que parece por las edades de los protagonistas. Para el resto de potenciales espectadores,… pues dependerá de la cantidad de riesgo que quieran aceptar y la predisposición a ver una película en casa, en una plataforma en línea, pero con la actitud de concentración y seriedad con la que afrontamos determinadas películas en las salas de cine. Cada cual sabrá.

En otro orden de cosas, para su distribución internacional, Netflix ha acortado el título de la película a un escueto Maboroshi (まぼろし), Ilusiones. Pero en su título original, que viene a ser La fábrica de ilusiones de Alice y Therese… No tengo ni idea de quienes son Alice y Therese, ¿las dos chicas coprotagonistas Mutsumi e Itsumi? Parece que procede de un proyecto original cuyo título vendría a ser La niña lobo Alice y Therese, y Alice sería Itsumi y Therese sería Mutsumi. También hay que comentar que de alguna declaración de la directora, para comprender mejor la película habría que comprender bien la diferencia entre las palabras japonesas ai 愛 y koi 恋; ambas se traducen como amor, que sería el tema principal de la película, pero son distintos. Y con distinta capacidad para transformar, o incluso destruir, el mundo de una persona.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[TV] Cosas de series; animación de la buena… y de la realmente buena, buena buena

Televisión

Dos series de animación que no proceden del País del Sol Naciente cayeron durante el mes de diciembre. Y he de decir que me lo pase muy bien con ellas. Con la primera… muy divertida, muy bien. Pero es que la segunda roza el concepto de obra maestra. De verdad. Y al parecer no soy el único que opina lo mismo. En fin, vamos con ellas.

El principio de la serie de ambiente japonés que comento hoy transcurre en Kioto… y allí es donde nos iremos para ilustrar fotográficamente la entrada de hoy.

Scott Pilgrim takes off es una nueva versión de la historieta de éxito Scott Pilgrim en forma de animación. En primer lugar, una serie de aclaraciones. La historia original ya se adaptó al cine trece años antes en acción real, una película que yo no he visto, y que fue razonablemente bien recibida. Muchos de los intérpretes de aquella ponen la voz a los mismos personajes en esta versión animada. He dicho que no procedía de Japón, que no era un anime, pero eso es parcialmente cierto. Es una coproducción en la que hay una importante participación de animadores nipones. Pero directores, guionistas y puestos importantes son norteamericanos, incluyendo Canadá. Y la animación del movimiento de la boca está pensada para que coincida con el guion en inglés. También he dicho que es una «nueva versión» de la historieta, pero parece que en realidad cogen la premisa de partida y los personajes de aquella, y narra una historia nueva, diferente en alguna medida. Como no conozco el material original, no puedo juzgar las diferencias. Así que aclarados los puntos esenciales.

En esta versión de la historia, nuevamente, Scott Pilgrim (Michael Cera, voz) el bajista de los Sex Bob-omb, grupo canadiense de rock, de Toronto, a un nivel más bien aficionado, se encuentra sin oficio y beneficio, cuando queda prendado de una repartidora sobre patines en línea, Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead, voz). Pero cuando empiece a ser correspondido, se las tendrá que ver contra la coalición maligna de los exnovios de Ramona, resultando en que desaparece, presuntamente muerto, en una pelea con uno de ellos en un concierto. Y Ramona iniciará la búsqueda, reencontrándose con los presuntos culpables. Y en general, esto es muy divertido. Siendo la premisa inicial una comedia romántica entre veinteañeros de edad universitaria, acaba siendo una aventura de ciencia ficción, con viajes en el tiempo, paradojas temporales, llena de personajes muy divertidos, muchos de ellos merecedores de su propia serie. Ciertamente una serie generacional, apropiada para gente mucho más joven que yo, pero que por sus buena factura, su guion, su buen diseño de caracteres, Ramona es un personaje absolutamente fenomenal y auténtica protagonista de la fiesta, y por su ritmo general, aunque tenga algún pequeño bajón, es recomendable para todos los amantes a la animación/comedia romántica/ciencia ficción/viajes en el tiempo (táchese lo que no proceda y quédese con lo que le valga). Los ocho episodios de apenas media hora de duración saben a poco. Pero no parece que esté prevista una segunda temporada. En Netflix.

Y luega esta Blue eye samurai. Tampoco es japonesa, aunque su historia transcurre, al menos en esta primera temporada, en una versión ficticia de lo que serían las primeras décadas del shogunato Tokugawa en el denominado periodo Edo de la historia de Japón. Ficticia… porque el shogun no es un Tokugawa y otras cosas. Es una coproducción francoamericana. La concepción y los principales productores proceden de Estados Unidos, pero la animación sea realizado en Francia. La acción transcurre en una Japón que ha cerrado las fronteras a los extranjeros, algo que sucedió en realidad, al mismo tiempo que se prohibió el cristianismo en general, el catolicismo en particular, tras conocer la colonización de las Filipinas por los españoles a través de la introducción de misioneros portugueses y españoles (no olvidemos que en aquellos tiempos los reinos hispánicos, incluido Portugal, tenían el mismo rey de la rama española de los Habsburgo, o Austrias). En este ambiente, un extraño samurái al servicio de ningún señor y que oculta sus ojos tras unas gafas de cristales ambarinos, va buscando a los cuatro europeos que supone siguen en el país. Sus ojos están ocultos por ser de color azul. Por ser mestizo. Por lo que es considerado un demonio y una aberración. Y va buscando a estos europeos para matarlos. Uno de ellos es su padre. Y ha ocasionado la ruina y la muerte de su madre. Y aun esconde algún que otro secreto más, que no voy a desvelar. Es duro. En ocasiones, despiadado. Y temerario.

Esta producción de Netflix ha recibido una unánime consideración por crítica y público como una serie excelente, con valoraciones altísimas por unos y por otros. Con unos dibujos y una animación muy expresivos, muy cuidados, con momentos que parecen verdaderas obras de arte, se acompaña de un diseño de caracteres absolutamente impecable, y de unos guiones de altísima calidad. La historia y las aventuras de Mizu(*), que así se llama el personaje principal, enganchan muchísimo y son de las que no puedes dejar. Son duras. Es animación para adultos y bien adultos. Hay mucha violencia. Hay prostitución. Hay abusos sexuales. Hay manifestaciones de odio racial. Y Mizu (Maya Erskine, voz) no es el único personaje interesante. Además del malo de la serie, el irlandés Abijah Fowler (Kenneth Branagh, voz), uno de los caracteres más interesantes es el de la princesa Akemi (Brenda Song, voz), una consentida hija de un noble que ha sido prometida al hijo menos del shogun, y que está enamorada de un samurái bravucón, inicialmente un antagonista del personaje protagonista, aunque eso evolucionará. Esperemos saber más de ella en futuras temporadas. Hay algunos de los ocho episodios que son absolutamente antológicos. Muy muy buenos. El sexto tiene una doble versión. En Netflix, bajo suscripción, en color pleno. Pero en Youtube, en abierto, en el canal oficial de Netflix, está el mismo episodio pero en blanco y negro, con acentos aquí y allí de color. Y con la banda sonora diferente. Por si queréis probar antes de consumir. Os lo dejo aquí incrustado.

(*) En la versión japonesa escriben el nombre en katakana, ミズ, como si fuese una palabra extranjera. Pero mizu 水, escrito con kanji, significa agua.

Realmente, estamos ante la mejor serie de animación que he visto en el 2023, y probablemente una de las mejores series de animación que se puedan ver en general. La primera temporada ha dejado cerrado un arco argumental, pero ha abierto la serie a un nuevo arco argumental y a nuevos escenarios por el mundo. Los ocho episodios de entre 35 y 62 minutos de duración saben a poco. Pero esta serie no será sencilla de hacer y supongo que habrá que tener paciencia para la segunda temporada. Y es material original, no se basa en manga, novela o historia previa alguna. Como curiosidad, dentro de las tendencias en integración de la industria del cine y la televisión, todos los personajes japoneses tiene actores/actrices de voz norteamericanos pero de origen asiático. Aunque hablan un ingles americano típico y tópico como lo podría hablar cualquier otro actor o actriz de la misma nacionalidad. El personaje europeo ya he mencionado que es Kenneth Branagh.

[Cine en TV] Chicken Run: Dawn of the nugget (2023)

Cine

Chicken Run: Dawn of the nugget (2023; 68/20231219)

Estos últimos días no hemos podido desplazarnos a las salas de cine. O estábamos ocupados con otras historias, o los horarios de las versiones originales eran impertinentes para quien tiene que madrugar, en el caso de que sólo se pueda ir a las salas de cine entre semana. Pero he suplido la carencia acudiendo a Netflix, donde se ha estrenado la secuela de una de nuestras más queridas películas de animación. Que no de dibujos animados. Es animación en volumen, aunque normalmente se conoce por el anglicismo stop motion. Vamos, muñecos de plastilina que se van moviendo y fotografiando plano a plano.

Chicken Run fue una sorpresa, muy agradable, un acontecimiento, allá por el año 2000. No porque la técnica fuese novedosa. Si no porque se combinaba con un guion impecable, una aventura de acción inspirada por los clásicos de evasión de campos de prisioneros nazi, especialmente The Great Scape (La gran evasión), pero ambientada en una granja de gallinas para carne. Elementos conocidos, vistos en otras películas, pero en su conjunto muy original y muy divertido. Una joya de la animación. Ahora nos llega su secuela, 23 años más tarde. Las gallinas escapadas de la granja se han establecido en una isla en medio de un lago, en la campiña inglesa, alejados de los seres humanos, y viven felices. Ginger (Thandiwe Newton, voz) y Rocky (Zachary Levi, voz), los protagonistas, han tenido una hija, Molly (Bella Ramsey, voz), muy querida por todos. Pero muy movida y curiosa. Quiere conocer el mundo. La cosa es que, no lejos del lago, se ha instalado una granja para «gallinas felices», muy sospechosa. Y allí, aunque ellos no lo saben hay una vieja conocida (repite Miranda Richardson, voz). Y Molly acabará allí, metida en problemas.

Esto se resume con pocas palabras. La película está muy bien hecha, los actores y actrices que ponen las voces lo hacen muy bien, con una variedad de acentos que lo hace muy divertido, siempre que lo veas en versión original, claro, y la trama es muy amena y divertida. Inspirada en esta ocasión por las películas de distopías, con inspiración de diversas películas más recientes en el ámbito de la ciencia ficción sobre todo. Muy divertida. Pero ha perdido por completo el factor novedad y originalidad. No puede generar el mismo nivel de sorpresa y satisfacción que su predecesora, porque ha pasado mucho tiempo y los espectadores han vivido otras experiencias en el ámbito de la animación. Y el tono es más familiar. El hecho que la protagonista sea la gallinita adolescente la hace un producto más familiar, mientras que aquella de hace 23 años tenía un punto que atraía al público adulto. ¿Es recomendable? Si estás suscrito a Netflix, sin duda. Pero siempre que ajustes tus expectativas.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Kimitachi wa Dō Ikiru ka [君たちはどう生きるか] (El chico y la garza) (2023)

Cine

Kimitachi wa Dō Ikiru ka [君たちはどう生きるか] (2023; 61/20231029)

Hace ya años que se anunció la que iba a ser la última película de Hayao Miyazaki, que se estrenó en 2013, y que a mí me gustó mucho, aunque comúnmente no se incluye entre sus grandes obras. Pero cuando un director está lúcido, «todavía» tiene 82 años, y en forma, y le quedan cosas que contar… pues a ello. Afortunadamente. Así que, con ilusión, en una matinal de domingo hace ya 10 días, nos fuimos a ver esta película, cuyo título original es una pregunta, ¿Cómo vives?, un homenaje a un libro de un autor japonés de 1937 que aparece en alguna secuencia. El título en inglés/español… no me convence. La garza es un personaje totalmente instrumental, secundario. Un macguffin destinado a introducir al protagonista en el camino del héroe que toda aventura desarrolla. La peripecia que le lleva a cambiar el mundo, o bien su mundo, o bien a sí mismo.

Y nuestro héroe particular es Mahito, un chaval de 12 años que, en tiempos de guerra, queda huérfano de madre, una madre a la que se encontraba muy unido, en el incendio del hospital donde trabajaba. Su padre, un industrial de la industria de armamentos, vuelve a casarse, con la hermana pequeña de la fallecida, y traslada su fábrica al campo para evitar los bombardeos. Y allí, doliente, desconcertado, desconfiado de su nueva madre, tan similar en aspecto a la fallecida, sintiéndose traicionado por el padre, comenzará un fantástica aventura para descubrirse a sí mismo y a su familia, cuando siga a una garza parlante a un mundo paralelo y peculiar, creado por uno de sus antepasados.

De toda la filmografía de Miyazaki, y de Studio Ghibli en general, el referente más próximo a esta película, sin duda, es Chihiro. El sentimiento de pérdida, el enfado con los padres, la necesidad de crecer, el paso por un mundo fantástico en paralelo, donde encontrará insospechados aliados en su recorrido de descubrimiento. Al igual que en aquella, Miyazaki hace desfilar ante nuestros ojos una maravillosa fantasía, una peculiar mitología llena de sensibilidad y significados, no siempre fáciles de descifrar, pero fascinantes para el espectador que se deja arrastrar por la historia y por el estilo. Una aventura algo más oscura que la de Chihiro. Si aquella pierde un entorno, pero recupera otros, Mahito no podrá recuperar definitivamente a su madre fallecida, aunque al final encuentre la paz en su nueva realidad, cuando salga al rescate de su nueva madre en ese mundo fantástico creado por el tío abuelo décadas atrás. Por otro lado, la historia recoge vivencias del propio Miyazaki. Su padre trabajó en una fábrica de componentes para aviación durante la guerra. Se sintió fuertemente apegado a su madre, cuyo carácter independiente y crítico con las normas sociales establecidas, a pesar de una larga enfermedad crónica, inspiró el carácter de muchas heroínas de la filmografía del director.

Para mí está claro. Las aventuras del joven Mahito [眞人, persona veraz, confiable] quizá no lleguen al nivel de las grandes heroínas de Miyazaki, como Nausikaa, Chihiro, San, Kiki,… o Ponyo, si nos trasladamos a un entorno más infantil,… pero le falta muy poquito y está en la misma onda. Es coherente en los mensajes, en los medios, y en la capacidad de crear mundos especiales, maravillosos, esa mezcla de lo fantástico con lo cotidiano, que invita a soñar a imaginar, pero que de alguna forma nos permite e invita a mantener los pies en el suelo y crecer. Quizá sea realmente la última película de Miyazaki. O quizá no. Si vienen más, bienvenidas serán.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[TV] Cosas de series; mucha animación pendiente, procedente de Japón

Televisión

Hoy sábado no voy a estar. Si todo va bien, me voy a pasar el día a los Pirineos aragoneses con un grupo de aficionados a la fotografía. Pero llevo tanto retraso a la hora de comentar cosas, especialmente cosas televisivas, literarias y cinematográficas, que he decidido dejar programada una entrada televisiva con algo de la animación que he visto en los últimos meses. Vamos a ello, de forma un tanto resumida.

En Kioto, como en una de las series que comento hoy.

Comente hace unas semanas mis impresiones sobre KonoSuba!, un entretenido isekai de 2016 disponible en Netflix. Pues bien, después se han hecho un largometraje y una serie spin-off que no están en esa plataforma. Pero los he buscado, he visto el largometraje y estos viendo el serie derivada. El largometraje, Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!: Kurenai Densetsu [この素晴らしい世界に祝福を!紅伝説, título larguísimo del que nos quedaremos con la última parte para distinguirlo de la serie, que significa leyenda del carmesí, o algo así]. Es una introducción de una hora y media al lugar de origen de Megumin, una de las acompañantes del protagonista, y que será la protagonista del spin-off que estoy viendo. Es más de lo mismo respecto a la serie, así que muy entretenida, pero sin más.

Hinotori: Eden no sora [火の鳥: エデンの空], o internacionalmente Phoenix: Eden17 es una corta serie de cuatro episodios, situada en el universo Phoenix del mangaka Osamu Tezuka. Un universo que se extiende por el espacio y el tiempo, que reflexiona sobre el deseo de inmortalidad. En esta ocasión con una Tierra arruinada por las guerras y la polución y una humanidad en la diáspora espacial. Nos centramos en el surgimiento y caída de una colonia humana, donde surge una raza mestiza con otra especie alienígena, que representa la oportunidad de una sociedad perfecta, pero que acabará corrompida por los vicios de la humanidad. No está mal. Está en Disney+ y se puede ver de una sentada como un largometraje.

También nos llega en Disney+ Sinduality: Noir, una serie de animación del universo Sinduality, una creación reciente destinada a una diversidad de entornos de distrubución, anime, manga, novelas, en un entorno posapocalíptico, en el que una humanidad refugiada en ciudades protegidas lucha contra unos seres extraños que vienen asociados a la lluvia y las tormentas. Se han emitido doce episodios, y al menos hay doce más,… que no sé si veré. No ha acabado de engancharme del todo.

Mononoke [モノノ怪] no tiene nada que ver con la famosa película de Miyazaki. Es una serie de 2007, con una peculiar producción en la que los dibujos reproducen incluso la textura del papel sobre el que se han dibujado y pintado, calificada como avant-garde anime, muy expresiva. Por avant-garde entendamos una obra experimental, innovativa, que se sale de las corrientes comúnmente aceptadas. Pertenece al género de terror, y en ella acompañamos a un vendedor de medicinas en Japón, en diversas épocas, desde las feudales hasta principios del siglo XX, y en que en arcos argumentales de dos o tres episodios, vemos como desentraña y elimina esos seres monstruosos sobrenaturales que llaman mononoke. No es fácil de ver, pero si entras en ella, es una de las mejores series de animación de este siglo que podrás ver. Está en Netflix, sólo para gentes con ganas de arriesgar en lo que ven.

Finalmente, Watashi no Shiawase na Kekkon [わたしの幸せな結婚], literalmente Mi matrimonio feliz o My happy marriage en inglés, es una adaptación reciente de una novela ligera, estrenada en Netflix. Una peculiar versión de Cenicienta ambientada en el Kioto de principios del siglo XX, una Kioto alternativo, en el que todavía reside el emperador, y en el que existe la magia, que poseen unas élites que la transmiten genéticamente. Está siendo muy valorada, pero estuve a punto de abandonarla… porque dedican muchos episodios a algo que se podría contar en uno. Al final, pasa del género romántico al de acción, y se pone más interesante. Ya veré si veo temporadas futuras. Está claramente dirigida a un público femenino.

[TV] Cosas de series; la galaxia vista por otros y la galaxia de la habitación de cuatro tatamis y medio

Cine, Televisión

Es domingo y normalmente debería recomendar fotografías y fotógrafos. Pero realmente,… hoy no me apetece. Y lo que me apetece es hablar de buena animación televisiva. Así que voy a ello.

Hace un par de años, Diney+ nos sorprendió gratamente con Visions. Una antología de animación, con pequeños cortos realizados en distintos países por todos el mundo, no americanos, por autores a los que se dio libertad para interpretar a su manera el universo Star Wars. Sip. Hay jedis, hay señores del Sith, hay imperio, hay rebeldes, hay contrabandistas, y hay gente de todo tipo de especies más o menos alienígenas, algunas que nos resultan familiares y otras que no. Pero los elementos formales, el expresionismo del dibujo, las historias son originales, siempre que sean fieles al espíritu global de la franquicia. Y sinceramente, de promedio, es mejor que los materiales originales y «auténticos» de Disney/Lucasfilm actuales (o pasados). Evidentemente son píldoras entre 13 y 22 minutos, propuestas conceptuales que, al menos de momento, no van más allá. No parece que se vaya a aprovechar estas ideas para realizar nuevas propuestas. Disney es muy conservadora y no va a arriesgar. Porque los fanáticos de la franquicia son muy conservadores y ya han demostrado que sólo quieren más de lo mismo aunque acaben descontentos cuando se lo dan. Recientemente se estrenó la segunda temporada, o segunda tanda de cortometrajes. Y si no me ha causado el mismo impacto es porque ya no ha perdido el efecto sorpresa, el efecto de lo realmente novedoso. Por lo demás, bien. Ojalá arriesgasen más los productos «oficiales» de la franquicia.

Y lo que realmente me ha encantado es la llamada The Tatami Galaxy. Este universo universitario en la ciudad de Kioto lo empecé por el final, viendo la secuela que recientemente pude ver en Disney+, con la que me divertí mucho, por lo que busqué por internet cómo ver los materiales originales. Incluso he localizado las novelas originales en las que se basan las producciones de animación. Ya veremos si las leo o no en un futuro. La serie principal y central de este universo es Yojōhan Shinwa Taikei [四畳半神話大系, las crónicas mitológicas de los cuatro tatamis y medio], aunque se suele titular fuera de Japón como The Tatami Galaxy. Primero… voy a explicar la cosa de los tatamis. Para mucha gente, un tatami es el tipo de suelo propio de las casas tradicionales japonesas, realizado con planchas de paja originalmente, aunque hoy en día se usan materiales diversos. Pero también es una unidad de medida para la superficie de las habitaciones, porque cada plancha de tatami está normalizada a unas dimensiones en torno a los 90 x 180 cm, aunque varían por regiones. Así,… una habitación de 6 tatamis tendría una superficie de 0,9 x 1,8 x 6 = 9,72 metros cuadrados. Y la habitación de Watashi [私, la forma más popular y común de decir yo en japonés], el protagonista de nuestras historias, sería la de una residencia universitaria de 0,9 x 1,8 x 4 = 7,29 metros cuadrados. Cuatro tatamis y medio es muy versátil porque las planchas se pueden disponer de diversas formas, en una configuración perfectamente cuadrada de 2,7 metros de lado. No muy grande verdad. Una plancha de 90 x 180 cm es similar a las camas individuales de 90 cm que se pueden encontrar en países occidentales. Suficiente si la persona no es muy alta.

La serie original consta de 11 episodios. Y la tónica general es que cada uno de ellos es como si fuera lo que sucede a Watashi en sus dos primeros años de estudiante universitario en diversos universos paralelos, dependiendo de las elecciones que realiza al llegar a la universidad en su primer año, especialmente en lo que se refiere a los clubes universitarios a los que se apunta. Su aspiración al llegar a la universidad es pasárselo lo mejor posible, disfrutar de la vida universitaria y vivir romances con hermosas «doncellas de cabello negro» [Kurokami no otome 黒髪の乙女] Pero indefectiblemente todas las alternativas acaban en catástrofe, especialmente por la intervención de su amigo Ozu, cuyo aspecto es el de un yōkai [妖怪, espíritu o criatura de carácter malévolo] Y nunca consigue pasarlo bien y ligar, aunque la doncella de pelo negro que busca está ahí, es un compañera un año menor llamada Akashi. Así es durante los seis primeros episodios. Luego hay tres en los que se centran sobre sus opciones de ligue entre tres mujeres, una atractiva estudiante que trabaja como higienista dental, una muñeca hinchable muy realista, y una chica a la que no conoce, pero con la que se cartea. Y finalmente, los dos episodios finales, en los que una de las versiones de Watashi descubre que ha estado viviendo en realidades alternativas centradas alrededor de la habitación de cuatro tatamis y medio, y queda metido en un bucle del que habrá de salir para poder continuar con su vida.

Esta serie es fenomenal. Es imaginativa, original, muy dinámica, llena de personajes divertidísimos que se repiten, pero nunca son iguales, juega de forma divertida con el concepto de universos paralelos a partir de unas decisiones originales y, por encima de todo, es una romántica historia de un amor que «nunca» llega a materializarse con una chica absolutamente encantadora, casi ideal, cuyo único defecto parece ser su irracional terror hacia las polillas. Pero la cosa no queda aquí.

La serie es de 2010, basada en una novela de 2004 de Tomihiko Morimi. Que en 2006 escribió otra novela, Yoru wa Mijikashi Aruke yo Otome [夜は短し歩けよ乙女, la noche es corta, la doncella pasea], que narra el after party de una boda a la que asisten como invitados Kōhai/Kurokami no otome [ya hemos mencionado que la segunda denominación es doncella de cabello negro, 後輩 hai sería un estudiante más joven respecto a otro de un curso superior], una chica, y Senpai [先輩, un estudiante mayor respecto a otro de un curso inferior], un chico. Y Senpai está colado por Kurokami no otome. Y mientras la chica pasa numerosas aventuras, pasándoselo estupendamente, disfrutando de la vida y de la relación con otras personas, el chico las pasas canutas, metido en problemas constantemente mientras intenta acercarse a la chica y declararle su amor. La cuestión es que en 2017 se adaptó a una película, quedando meridianamente claro que es una historia alternativa más en Tokio, alrededor de los personajes de The Tatami Galaxy, en otro universo paralelo a los anteriores. Y es enormemente divertida y disfrutable, con una animación estupenda, muy expresionista, llena de acción y buen rollo. Y, también, muy romántica.

El descubrimiento de este universo de universos paralelos en torno a la vida universitaria en Kioto ha sido un descubrimiento absoluto. Me lo he pasado como pocas veces, y me han entrado ganas de más. Aparte de «enamorarme» perdidamente de las «doncellas de cabello negro» que, por lo demás, nunca me han hecho caso. Siempre he tenido más éxito con las rubias, naturales o no. Muy recomendables. La serie y la película… de las chicas/mujeres, cada cual se las verá con quien quiera o pueda.

[Cine] Suzume no tojimari [すずめの戸締まり] (2022)

Cine

Suzume no tojimari [すずめの戸締まり] (2022; 27/20230415)

Tras la pifia de la semana pasada de dinosaurios y aventuras espaciales, estábamos con ganas de ver algo interesante en las salas de cine, y la oportunidad surgió con el estreno de la más reciente película de Makoto Shinkai. Con los comentarios que había recibido hasta el momento tras su estreno en Japón, le teníamos ganas. He visto prácticamente todo de este director japonés, dedicado a la animación, y hay muchas cosas que me gustan. Aunque tengo más debilidad por los mediometrajes, de cuando no era tan conocido, que por sus grandes, y no tan grandes, éxitos en el ámbito del largometraje. Por cierto, en la versión doblada se ha optado por el sencillo título Suzume, el nombre de la chica protagonista frente al original que significa La cerradura de Suzume, que tiene mucho sentido.

Naturaleza y mitología, una combinación que podemos encontrar en la isla de Itsukushima, en el mar interior de Seto, y que se encuentra también en muchas obras de animación japonesas, entre ellas las de Makoto Shinkai.

En el ámbito de lo fantástico, Suzume es una adolescente huérfana que vive con su tía en una ciudad de Kyūshū, la isla sur de las cuatro grandes del archipiélago japonés. Cuando de repente conoce a un atractivo universitario de visita en la población y comienzan a suceder extraños fenómenos. Una misteriosa criatura en forma de gran gusano se asoma por una misteriosa puerta y amenaza con causar un gran terremoto en el lugar, lo cual el joven intenta evitar, y lo conseguirá con la ayuda de Suzume. Pero algunas alteraciones se producirán que llevarán a la pareja… con el joven convertido en… ya lo veréis si vais a verla… bueno… llevarán a la pareja a recorrer Japón hasta la región de Tōhoku en el norte de Honshu, para prevenir catástrofes similares.

Y disfrazada de aventuras fantásticas y de romance, Shinkai se dedica a hacer catarsis sobre las catástrofes que asuelan periódicamente el País del Sol Naciente. No es casual que entre los destinos del viaje de Suzume y de su compañero se encuentre Kobe, Tokio y el nordeste de la isla de Honshu. Catástrofes que han marcado el imaginario y la mentalidad del pueblo japonés, y que se encuentran en la base de muchas de sus creaciones artísticas, cinematográficas, literarias, o televisivas, en acción real o imaginación. La inestabilidad del choque entre placas tectónicas y las bombas nucleares de la Segunda Guerra Mundial han condicionado un cierto estado mental. Si al último gran seísmo le añades la catástrofe nuclear de la central de Fukushima… ya tienes el completo. Porque además de esta catarsis, también es una película sobre la gestión del duelo, por las pérdidas personales que se sufren en estas catástrofes y como marcan la vida de los supervivientes. Una de los temas que me hubiera gustado ver más desarrollado es el impacto en la relación entre Suzume y su joven y atractiva tía Tamiki, y el impacto del terremoto de 2011 en sus vidas.

Como de costumbre, la atención al detalle en la animación de Shinkai es primorosa. Y los temas y elementos comunes al conjunto de su obra también están presentes. Una de las apuestas del grupo de personas que fuimos a ver la película en la matinal del sábado pasado es ver quien descubría antes la presencia de un cordón rojo, el cordón del destino, que aparece en muchas películas del director. No tardamos mucho en encontrarlo. Claro.

Acompañada como de costumbre con la banda sonora de RADWIMPS, ya un clásico de las películas de Makoto Shinkai, más una divertida playlist de temas del pop de décadas atrás para el momento más road movie de la película, cuando a los dos protagonistas principales se les suman un par más que lanzan y animan la idea de familia, de amistad, y de solidaridad con quienes lo necesitan, la película no alcanza los niveles épicos de Kimi no na wa…, pero supero a Tenki no ko, y se convierte en una película altamente recomendable. Imprescindible para los amantes de la animación, pero muy recomendable para cualquier aficionado al cine que quiere una aventura altamente entretenida, pero al mismo tiempo con corazón, con sentimiento y con reflexión.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****