Y yo también me he puesto triste. Realmente triste. Desde que RTVE empezó a poner a disposición de los sufridos contribuyentes españoles sus programas en forma de podcasts, no me he perdido absolutamente ningún programa de radio de los que ha emitido bajo la batuta de Juan Claudio Cifuentes «Cifu» (1941 – 2015). Ninguno. Bien sea bajo la forma de Jazz porque sí (839 programas disponibles en Radio Clásica), de Jazz Internacional (25 programas disponibles en Radio Clásica) o de A todo jazz (656 programas disponibles en Radio 3), me he empapado durante todos estos años de toda esa maravillosa música. Música con swing, con alma, con creatividad, con talento,… Lo mejor de tantos y tantos músicos que han hecho historia en la historia de la más creativa música del siglo XX, que empezó como música popular entre la población afroamericana de EE.UU., pero que ha alcanzado por derecho propio el estatus de música culta. Son muchas horas de jazz las que me he chupado en todo este tiempo.

En mis viajes, no he perdido la ocasión de disfrutar del jazz, siempre más popular y con más fuerza fuera de nuestras fronteras que en nuestro sufrido país.
Pero ahora había cogido un par de semanas de retraso. Y aunque notaba que no había bajado algún programa… quien sabe… hay problemas técnicos… Y no vi ninguna noticia al respecto. Vamos, que han pasado siete días y yo en Babia.
Cifu ya nos aficionó al jazz hace unas décadas con su mítico programa de televisión, programado muchas veces a horas nefandas, Jazz entre amigos del que están disponibles en el enlace anterior al archivo de RTVE 16 programas completos y cuatro clips de corta duración. Que todo este material perdure durante años y años, décadas y décadas, a disposición de los amantes del jazz y de la buena música en general. Porque ya veremos si son capaces de apañarse para volver a poner unos programas con la mitad de interés en programación. Primero tendrán que querer.

Hasta en dos ocasiones en coincidido en Copenhague con el prestigioso festival de jazz internacional de la capital danesa, en 2011 y en 2014.
Con su tono pausado, didáctico, con sus «despistes cifuentes», con su interminable anecdotario, algunos hemos aprendido lo que no está en los libros. Y echaremos mucho de menos, en primer lugar a la persona, que con 74 años, hoy en día todavía era un «chaval». Y después, a la música.
Siempre dicho que si hay algún tipo de vida después de esta he dicho que sólo merecería la pena si fuera el cielo de las gentes del cine. Bueno. Ahora que lo pienso bien, el cielo de las gentes del cine y del jazz. Para poder comentar a gusto y con buena música las sesiones de proyección o las jam sessions con sus propios protagonistas. Buena compañía, buen cine, buena música,… ¿A que eso sí parece el paraíso? Pues allí debería estar Cifu. Departiendo con Charlie, con Dizzy, con Duke, con Count, con Art, con Louis, con Ella, con Billie, con Ray, con Fats, con Tete, con Bill, con Stan, con Tom, con Pete, con…

Pero sin duda uno de los momentos más memorables de mi historia con los conciertos de jazz fue el del trío de Bill Charlap en el mítico Village Vanguard de Nueva York. Cuántas grabaciones nos puso Cifu realizadas en este club de jazz de la Gran Manzana…