[Fotocomentario] Las limitaciones de Zaragoza a pesar de su tamaño… servicios técnicos

Fotografía, Política y sociedad

A principio de mes, en el día de fiesta local en Zaragoza, el 6 de marzo, aprovechando una serie de circunstancias me fui a Barcelona y llevé a reparar una interesante (y valiosa) cámara fotográfica a un servicio técnico respetado en la Ciudad Condal. Os podéis enterar algo más de esta peripecia en Recuperando una estupenda cámara de formato medio – Plaubel Makina 67 con Kentmere 100 120.

Pero no deja de ser una tristeza que, viviendo en una ciudad de casi 700.000 habitantes, el quinto municipio de España por población, tenga que llevar un aparato a arreglar a otra ciudad.

En Zaragoza ha habido durante años dos talleres de reparación de aparatos fotográficos. Uno siempre tuvo buena fama entre los fotógrafos de la ciudad, llevaba mucho tiempo ahí, he oído alabanzas habituales, y ciertamente, cuando empecé a coleccionar aparatos de antaño, la mayor parte de las reparaciones que me hizo fueron correctas, pero con algún fallo que otro. Ya no existe. Cerró. Queda el otro, que, aunque me ha dejado alguna cosa bien, me ha hecho un par de pifias que me han dejado muy escocido. Y ahora, en la medida de lo posible lo evito. Para mayor desgracia, con un aparato moderno, el servicio oficial de la marca resultó lamentable e incapaz de hacer una reparación correcta. De hecho, en estos momentos he decidido no volver a comprar aparatos de esa marca, a la que siempre he tenido aprecio, porque si te sale mal alguno, por improbable que sea, no puedo confiar en su red de servicios técnicos oficiales. Cero. Aviso para navegantes, la marca es Panasonic, que hace algunos aparatos fotográficos muy interesantes.

El caso es que estamos en una ciudad grande. Con aspiraciones. No sé muy bien de qué… pero con aspiraciones. Pero lo cierto es que desde hace muchos años, conforme he ido conociendo algo de mundo, se ha ido instalando en mí la idea de que con sus casi 700.000 almas… en realidad es bastante provinciana. Carecemos de empresarios con auténtica iniciativa e interés por lo que hacen… carecemos de innovadores, carecemos de gente que arriesgue en generar nuevos adeptos a marcas, actividades, a la creatividad… todo es muy normalito, muy mediocre en el sentido de que se mueven los comercios y los servicios en las medianías. Ni fu ni fa. Y si quieres algo especial… te lo tienes que buscar fuera. O por internet. Y los mismos comerciantes que no arriesgan, que te desmotivan, luego te critican y te reprochan que no apoyes lo local.

Por favor… ya basta de memeces. Si quieres fidelidad del consumidor local, ofrece un servicio o un producto que merezca la pena, que atraiga y que busque ese consumidor. No todos tenemos vocación de mediocres.

[Fotocomentario] Jardines renovados y flores en tiempo electoral

Fotografía, Política y sociedad

Estaba revisando las fotografías de un rollo de película fotográfica en blanco y negro que hice en el mes de febrero, cuando al ver una de las fotografías se me ha ocurrido el tema de este fotocomentario. Las características técnicas de las fotos las podréis encontrar en Super gran angular para película fotográfica – Canon EOS 650 con Tokina 12-24 mm e Ilford FP4 Plus, en el caso de que tengáis curiosidad en ellas. Os pondré aquí algunas fotos más de este rollo. Pero la que me ha inspirado es la primera de este par.

Cuando pasé en aquel momento por la plaza Reina Sofía de Zaragoza, me sorprendí al ver que estaban en obras de remodelación de la zona ajardinada de la plaza. Por la que paso con cierta frecuencia, y no había notado que reclamase una especial intervención. Pero oye,… bien está que se mantengan con cuidado las infraestructuras públicas de la ciudad. Cosa que no es frecuente. Se suele esperar a que esté todo muy deteriorado antes de intervenir. Cosas de la «gestión racional del presupuesto municipal», especialmente cuando gobiernan en el ayuntamiento fuerzas políticas con poco cariño por lo público, como ha sucedido en los últimos cuatro años.

No obstante, pocas semanas después fueron otros jardines los que me sorprendieron, y a los que también dediqué algunas fotos, que ya he ido mostrando en otras entradas de este Cuaderno de ruta…

Se trata de los parterres de la plaza de la Convivencia [o de la «Connivencia» como dicen algunos «arteros» empleados públicos que trabajamos por allí, en una crítica al funcionamiento (más o menos) ocasional de las instituciones públicas], plaza en la que se encuentra mi lugar de trabajo. Lucen en este mes de marzo con una multitud de flores de plantas bulbosas, principalmente narcisos, tulipanes y algunos crocus, entre otras, y que nos ha sorprendido porque no recordábamos tal despliegue de color en tan gris y hormigonado lugar. Y en nuestras inocentes conversaciones a la hora del café, hemos dado en recordar que nos encontramos, hoy exactamente, a dos meses de una cita electoral, para renovar gobiernos autonómicos y municipales, junto con otras corporaciones locales. ¡Ah! Esto lo explica todo. Nada más vistoso, y probablemente no demasiado oneroso para las arcas municipales, que plantar florecicas, para «demostrar» la buena gestión de los actuales ediles del Excmo. Ayuntamiento de la Muy Noble, Muy Heroica, Muy Leal, Siempre Heroica, Muy Benéfica, Inmortal ciudad de Zaragoza. Qué cosas.

[Recomendaciones fotográficas] A modo de breves…

Fotografía

Hoy he estado toda la mañana fuera, haciendo como que fotografiaba pájaros con un grupo de entusiastas, pero no haciendo nada más que hablar. Y por la tarde íbamos a ir al cine, pero no hemos ido… y luego se me ha echado encima el tiempo, y casi no me ha dado tiempo para nada interesante. Así que las recomendaciones van en forma de breves.

En FK Magazine, un artículo dedicado a la finesa Elina Brotherus que siempre me ha llamado la atención, pero me gusta especialmente desde una exposición que le vi en Madrid, en PhotoEsapaña.

En Oldskull, fotografías de 1908 en las calles de Japón documentadas por el alemán Arnold Genthe. Y es que les parece a algunos que lo de hacer fotos a la gente en las calles es cosa de ahora, y es de toda la vida. O por lo menos desde que las emulsiones fotográficas fueron lo suficientemente rápidas para fijar los instantes.

En AnOther Magazine, también de la primera mitad del siglo XX, las sensuales a la vez que elegantes fotografías de Ruth Bernhard, también alemana de nacimiento, aunque naturalizada estadounidense, poco conocida a pesar de sus excelentes composiciones e iluminaciones.

Finalmente, en Photography of China, el japonés Kazuo Kitai, en activo en los años 60 y 70, documenta las calles de las ciudades de Manchuria buscando su pasado. Nació en Manchuria cuando esta era un protectorado japonés y en plena guerra mundial, por lo que se trasladó siendo muy chiquito a Japón, cuando la región volvió a manos chinas. Estética muy contrastada y con mucho grano, propia de la estética de la fotografía japonesa de su época.

[Viajes] En Barcelona con película fotográfica, marzo 2023 (I)

Fotografía, Viajes

Primera de las tres entradas que dedicaré a las fotografías con película fotográfica tradicional del viaje en el día que hice a Barcelona a principios del mes de marzo. En esta ocasión, el rollo de película para negativos en blanco y negro cuyas características técnicas y procesado en detalle podéis encontrar en Viaje en el día a Barcelona (I) – Minox 35 GT-E con Fujifilm Neopan 100 Acros II. En próximos días detallaré las fotografías procedentes de negativos en color.

[Recomendaciones fotográficas] Entre clásicos y contemporáneos

Fotografía

No sé si el título de la entrada es correcto, porque hay fotógrafos contemporáneos que son clásicos en activo. Pero es para dar una idea de que hoy traigo auténticos clásicos de la historia de la fotografía, al mismo tiempo que interesantes fotógrafos contemporáneos a los que les queda todavía mucho que decir.

Stephen Shore es sin duda un clásico. Pero todavía en activo. Uno de los fotógrafos norteamericanos que han explorado el concepto de paisaje alterado por el ser humano, que tanto me atrae. Y además un estudioso y un pedagogo de la fotografía. Qué más podemos querer. En Aesthetica Magazine nos traen una serie de Shore que no conocía y que me ha parecido interesante, cuando decidió montarse en avioneta y fotografiar el paisaje de su país desde el aire. Siempre interesante.

Clásica entre los fotógrafos clásicos del siglo XX es Diane Arbus. Mujer de vida compleja que tuvo una forma peculiar de mirar a los seres humanos. Especialmente a aquellos menos convencionales. Con sus fotografías en formato cuadrado, sencillas de composición, pero tremendamente expresivas. Muy capaz de mirar al fondo del alma humana. En estas fechas hubiera cumplido 100 años (nació el 14 de marzo de 1923), aunque se suicidó cuando sólo tenía 48 años (el 26 de julio de 1971). En The Online Photographer nos han recordado el aniversario. En el mismo lugar realizaron un repaso a algunas de sus características, que la hicieron peculiar. Que nació rica, pero se preocupó por los pobres. Que fue amante de su hermano mayor, el poeta Howard Nemerov (esto fue revelado por el periodista Arthur Lubow en la biografía de la fotógrafa publicada en 2016, pero fuera de esta referencia… ). Que recibió las influencias de Berenice Abbott y Lisette Model, otras dos clásicas entre los clásicos. Que buscó la fama y el reconocimiento, pero que sólo los consiguió tras su muerte. Que fue una pintora de talento, pero no se conservan sus obras. Que planeo cuidadosamente su suicidio…

River of no return es una película protagonizada, un western, por Marylin Monroe y Robert Mitchum, más famosa por lo guapa que estaba la actriz y por la belleza de los paisajes, que por otras virtudes, en la que la actriz cantaba una bella canción con el mismo título, en una escena infame por la mala sincronización entre la boca de Marylin y la canción grabada en estudio y colocada encima de la filmación. Pero también es el nombre de una serie de la fotógrafa Laura McPhee (instagram), que ha aparecido en las páginas de Booooooom, en la que se analiza la interacción de una pequeña comunidad con su medio natural, un valle fluvial en algún lugar de Idaho. Y a mí me ha gustado un montón.

El autorretrato es una disciplina muy interesante, aunque en los últimos años banalidad por los selfis que la gente popularmente se hace con los teléfonos móviles. En Feature Shoot nos ofrecen un artículo en el que nos invitan a explorar el trabajo de seis fotógrafos que basan o basaron su actividad artística en el autorretrato. Así, nos invitan a conocer la obra de Victória Kollerová, Matthew Morrocco, Polly Penrose, Francesca Woodman (cómo no), Artem Humilevskyi y Noriko Yabu. Merece la pena dedicarles un rato.

Finalmente, una de las recomendaciones de Leire Etxazarra en su cuenta de Instagram. Se trata del trabajo de la israelí Michal Chelbin, que explora las cuestiones relacionadas con la pubertad y adolescencia, con todas las dudas y vacilaciones propias de la edad, sobre nuestra identidad y sobre nuestra relación con el entorno. Básicamente retratos, muy directos de los jóvenes retratos, pero no despojados de su entorno, recogidos en distintos países y sociedades del mundo. Sigo a esta fotógrafa en Instagram desde hace ya un tiempo. Me gusta mucho.

[Fotocomentario] La personalidad de las ciudades antiguas

Fotografía, Política y sociedad

Vivo en una ciudad con más de dos milenios de historia. Con una continuidad de gobierno municipal de más desde el 740 ab urbe condita, también conocido como 14 AEC, en la que fue fundada Colonia Caesaraugusta como colonia inmune, es decir, ciudad de ciudadanos romanos libres de pagar impuestos a Roma y con capacidad para acuñar moneda, si no he entendido mal el concepto. Es decir, aunque luego cambiasen los poderes que gobernaban el territorio, Roma (Colonia Caesaraugusta), reino visigodo (Cesaracosta), emirato/califato de Córdoba (Saraqusta), taifa de Saraqusta, reino de Aragón (Çaragoça), reino/repúblicas de España (Zaragoza)… la ciudad mantuvo una continuidad en su gobierno y en su organización, con las modificaciones progresivas fruto del avance de los tiempos. Y podríamos considerar que previamente a la fundación de Caesaraugusta, existió ahí la ciudad íbera de Salduie o Salluie, documentada desde el siglo III AEC, pero probablemente existente desde antes.

Dicho lo cual, Zaragoza, como ciudad antigua que es… ¿tiene rasgos en su personalidad, en su estructura, en su estética, que manifiesten este hecho? Estaba estos días observando algunas fotos realizadas en los últimos tiempos. En los que he usado películas de alta sensibilidad, para poder fotografiar con comodidad en las más oscuras callejuelas del llamado Casco Histórico, como las del rollo que presento en Nuevamente sensibilidades altas para todo uso – Minox 35 GT-E con Lomography Color Negative 800. Fotografías del invierno, cuando el sol no se eleva en exceso sobre el horizonte, y en cuanto se hecha alguna nube, o las calles son estrechas… pues la luz no sobra. Y esto siempre me genera una esquizofrenia «ciudadana». Como muchas ciudades de los países mediterráneos, los cascos históricos, ciudades históricas, cascos viejos, ciudades viejas… como las queramos llamar en cada una, son similares en muchos aspectos. Lo que domina es la estructura subyacente de la ciudad medieval. Y en ciudades relativamente grandes, esto supone un porcentaje muy pequeño de la ciudad total. Y en estos países, con veranos cálidos y sol radiante, a veces inclemente, estamos hablando de dédalos de calles estrechas, umbrías. Estemos en Zaragoza, Barcelona, Génova, Nápoles, Roma, Valencia, y muchas otras… el concepto es parecido. Otra cuestión es el estado de conservación de sus elementos estéticos y artísticos, y en qué medida se ha conservado una personalidad propia, distintiva. En Zaragoza, desgraciadamente, la piqueta destructora ha hecho estragos. Y, no obstante, también percibimos la base del trazado urbano romano, el origen de nuestra civilización. Puesto que al fin y al cabo, los zaragozanos comenzamos nuestra trayectoria como romanos… que no vivían en Roma.

[Recomendaciones fotográficas] Poca cosa, pero históricamente relevante

Fotografía

Cuando me he acercado a mis marcadores para ver qué recomendaciones fotográficas tenía para vosotros este domingo, me he llevado una sorpresa al encontrar sólo tres. Sí… en la cuestión del «sólo» vs «solo»… soy tildista. Qué se le va a hacer. En fin,… La sorpresa no tenía que ver con mi posición ortográfica, sino con mi sensación de que esta semana había recogido como mínimo media docena de recomendaciones. No sé muy bien dónde tengo la cabeza últimamente. Pero bueno, os comento las tres y las ilustro con las floraciones que han empezado a anunciar la llegada de la primavera en la ciudad.

En su cuenta en Instagram, Lerie Etxazarra nos sugiere un repaso a la obra de Tina Modotti. Nacida italiana, emigró con su familia a Estados Unidos, estableciéndose en California, en San Francisco. Se inició en la fotografía cuando posaba como modelo para Edward Weston (del que fue amante). Y llegado el momento puso su visión fotográfica al servicio de su compromiso político y revolucionario, trasladándose a Méjico, donde se relacionó con la nutrida y creativa élite artística de aquel país en los años 20 y 30 del siglo XX. Estuvo en España durante la Guerra civil. Y murió relativamente joven, con 45 años, de un ataque al corazón que a muchos les pareció sospechoso. Su fotografía es, claro está, muy comprometida políticamente, con una estética muy cuidada y una técnica muy precisa, en la que lo propagandístico no desmerece lo artístico. Si algo puede asegurarse es que no se aburrió en su relativamente corta vida.

En AnOther Magazine nos hablan de otro histórico de la fotografía, en esta ocasión de la fotografía de moda. Nunca he sido muy aficionado a este género, pero la perfección de Richard Avedon, uno de los grandes maestros del género, hace que te sientas atraído por su estilo y calidad, por unas fotografías que trasciende el género para ir más allá, para convertir el arte del retrato fotográfico en un arte supremo. Encabeza la entrada la emblemática fotografía de Nastassja Kinski a sus 20 años, desnuda, recostada, con un enorme ofidio que muestra sus bífida lengua junto a su rostro sereno. Pero ni de lejos es su mejor fotografía, su mejor retrato. Pero es que hay tantos…

Cuando nos hablan de los paisajes de las tierras y los océanos más allá de los círculos polares, suelen venirnos a la mente imágenes de paisajes blancos y azules, de nieve, hielo, cielo y mar, diáfanos, límpidos. Incluso cuando sirven para denunciar los efectos de la crisis climática tienen tienen esta estética. Sin embargo, las que nos han mostrado en Booooooom, trabajo Mustafah Abdulaziz (Instagram) son muy distintas. Neoyorquino basado en Berlín, premiado varias veces, su trabajo ha sido publicado en prestigiosas publicaciones de todo el mundo, y se centra con frecuencia en temas ambientales y etnográficos. En su serie sobre el ártico, sus imágenes, impresiones sobre papel washi japonés, tienen un aspecto sucio, con poco contraste, con escasa definición. A veces oscuras. Todo ello para reflejar las constantes agresiones a su ecosistema y a su existencia, casi siempre motivadas por la codicia de países y empresas. Muy interesante.

[Fotocomentario] Los últimos días del año

Fotografía

Estamos ya cubriendo el primer tercio del mes de marzo, a doce días de la primavera, y todavía estoy revisando algunas fotografías de finales de diciembre de 2022. Mis últimas fotografías del año, de las que hablo en Nuevas presentaciones para películas blanco y negro (II) – Fujifilm GS645S Wide 60 con Kentmere 400 120. O casi… porque en realidad fueron unas Instax Square las últimas,… de las que ya hablé. En cualquier caso, mientras las revisaba… qué lejos me quedaban aquellos días.

Hace un tiempo, solía coger mi semana de fiesta para esas fechas en los primeros días de enero. Y solía planificar muchas y variadas actividades. Cuando el traumatólogo me dejaba esquiar, es decir, antes de mi fisura en un menisco de la rodilla derecha, ansiaba que hubiese nieve en pistas para aprovechar. Pero hoy en día lo vivo de otra forma. Prefiero la tranquilidad en casa o paseando por la ciudad. Y prefiero la tranquilidad en el lugar de trabajo en los primeros días de enero, cuando la mayor parte de mis compañeras se cogen fiesta.

Dicho lo cual, este año en particular, en esos días de fiesta en la última semana de diciembre, disfrutamos de una meteorología notablemente benigna para la época del año. Salvo alguna niebla en las primeras horas del día, sol y temperaturas templadas. ¿Qué más se puede pedir para unos días de fiesta? ¿Salvo que estas alteraciones en el clima no les sienten nada bien a los ecosistemas actuales…? En fin. Mientras, los políticos, cuando cada vez hay menos nieve, se plantean destrozar un bello valle y paisaje pirenaico pensando en un turismo de esquí cada vez más improbable, para disfrute de sus siempre «amigos» los empresarios de la construcción. España (Aragón) es así.

[Recomendaciones fotográficas] Fotografía contemporánea (y no tanto) y temas de siempre

Fotografía

No he recogido muchas recomendaciones esta última semana. Esto es algo que cada vez repito más. Estoy muy ocupado con cosas diversas, y no tengo tanto tiempo para revisar con detalle mis fuentes de información sobre novedades en el mundo de la fotografía. Pero algunas cosas ha habido y os las traigo.

En Wanderer, una revista digital para viajeros, pero que tiene valores añadidos sobre las páginas que se dedican a los viajes habitualmente, nos hablan de los problemas de las mujeres afganas, vistas por los fotógrafos viajeros. O fotógrafos documentales. O simplemente, los fotógrafos. Hablamos de un trabajo colectivo, 29 miradas, realizado por fotógrafos, escritores y cineastas, que recrean, escenifican, situaciones típicas para las mujeres de aquel complejo país, y los riesgos que afrontan desde el día en que nacen, por el mero hecho de haber nacido mujeres. Bonita, estremecedora, casi podría decir imprescindible.

Narcisos y crocus florecen ya en el Parque Grande anunciando la primavera que ya se adivina en el horizonte temporal del futuro.

… …

Hace unos días tuve una día tonto. Uno de esos días en los que simplemente no me apetece relacionarme con el mundo ni hacer las cosas que se supone que tengo que hay que hacer o hay que hacer. Son días que me pasan esporádicamente, una vez cada dos meses o menos, sin una frecuencia definida. Los afronto de diversa forma. En esta ocasión me puse una película, no muy buena, y sin embargo interesante, aun con sus numerosos defectos, sobre la guerra civil en Estados Unidos por la secesión del sur esclavista. Dura más de cuatro horas… lo que garantiza el no hacer nada en toda la tarde. Muy pocos días después, en Lenscratch, leí sobre el trabajo de William Betcher basado en fotografías, ambrotipos y daguerrotipos de los tiempos de aquella guerra, retratos de soldados caídos, poniéndolos en contraste con los de los caídos de las guerras actuales. Cambian las tecnologías, pero no la esencia de la barbarie. Por cierto, siempre es interesante buscar fotografías de aquel conflicto, uno de los primeros en los que los fotógrafos acompañaron a los ejércitos para documentar los hechos.

Creo que ya había traído a estas páginas alguna vez al taiwanés Lin Yung Cheng, también conocido como 3cm. Con sus imágenes de cuerpos humanos deconstruidos, alterados, incompletos… entrando en ocasiones en el surrealismo. Fotografías que me extrañan y me fascina. Me lo recordaron en la cuenta de Instagram de Nowness Asia.

Y también en otra cuenta de Instagram, la de If you leave, me llama la exploración del paisaje urbano que realiza la fotógrafa Lynn Saville (Instagram). Paisajes urbanos al anochecer, frecuentemente carentes de la figura humana, aunque la presencia del ser humano se intuye constantemente, sabemos que hay personas ahí, en algún lugar.

Por último, en Aesthetica Magazine hacen un repaso a fotógrafos contemporáneos emergentes. Fotógrafos que me hubiera gustado explorar un poco antes de escribir esta entrada, pero no he tenido ocasión, en cualquier caso, os he dejado el enlace por si queréis explorar vosotros. Yo, si puedo y me acuerdo, intentaré hacerlo en un futuro, y hablar de alguno de ellos en concreto.

[Viajes] En Madrid con película fotográfica, enero 2023 (II)

Viajes

Primera de las entradas dedicadas a mis fotografías realizadas con película tradicional en Madrid en mi escapada a la capital del reino el 31 de enero pasado. Los detalles técnicos de las fotografías los encontraréis en Viaje en el día a Madrid (II) – Minox 35 GT-E con Kodak Tri-X 400. Aquí os dejo unas cuantas fotos, de las que hice con película para negativos en blanco y negro. Hace unos días, os mostré las que hice con película para negativos en color.

[Fotocomentario] Polvo, niebla, viento y sol…

Fotografía

… y donde hay agua un huerta. Al norte los Pirineos, esta tierra es Aragón.

José Antonio Labordeta.

Sip. Así cantaba Labordeta varias décadas atrás a la tierra que le vio nacer y de la que tanto se preocupó. Aunque también es cierto que las nieblas nos están abandonando. Leía ayer en el artículo de la Wikipedia en inglés dedicada a Zaragoza que entre noviembre y enero, históricamente hemos sufrido unos 20 días de niebla. Casi un 25 % de los días. Aunque siendo raras después de la fiestas de Navidad y Año nuevo, aún se concentran más. Pero ya hay mucha gente que comenta que en los últimos años hay muchos menos días de niebla. Este invierno, unos pocos días después del día de Navidad, y la mayor parte de los días no ha sido persistente.

Pero sí que se presenta con cierta frecuencia el cierzo, el viento seco y frío del noroeste, que deja una sensación gélida en el valle del Ebro. Ayer hicimos un paseo fotográfico algunas de las gentes de AFZ Asociación de Fotógrafos de Zaragoza, y sufrimos durante casi tres horas el azote de un cierzo que fue en aumento conforme avanzaba el día. Tal fue así, que esperaba tener hoy para revelar dos o tres rollos de película en blanco y negro para revelar… y solo tengo uno, de días anteriores. Ayer, apenas hice un puñado de fotos en blanco y negro con una cámara compacta, y unas cuantas fotografías en color, de un rollo que tampoco terminé, pero hechas antes de quedar con los compañeros de AFZ. En las plantaciones de bulbosas del Parque Grande de Zaragoza ya han florecido algunos narcisos.

Así que he optado por ilustrar esta entrada en los anómalos días de principios de enero, en los que no tuvimos ni niebla, ni viento, y las temperaturas fueron benignas. Y el sol tampoco estaba excesivamente pesado al principio. Aunque alguna tarde ya brilló con cierta intensidad. Para saber más… Ajustando tiempos y fórmulas de revelado – Leica M6 con Summicron-C 40 mm f2 y Lomography Potsdam Kino 100.

[Fotocomentario] Días de niebla

Fotografía

Hemos pasado ya el ecuador del mes de febrero. Entramos en esos días en los que no sabes qué ponerte. A primera hora de la mañana las temperaturas son bajas, en ocasiones próximas al 0 ºC si los cielos están despejados y las nubes no hacen efecto invernadero. Pero cuando sales de trabajar a las tres y media o las cuatro de la tarde, las temperaturas están por encima de los 15 ºC… incluso se pueden acercar a los primaverales 20 ºC. O pasas frío por la mañana, o pasas calor a primera hora de la tarde, o vas cargando a esas horas el tabardo que hayas usado para abrigarte. Un lío.

Atrás quedaron los días de niebla que resuelven el dilema. Hace el mismo frío todo el día. Días de niebla que han sido tradicionales en Zaragoza. De los que todos los zaragozanos hablamos, y a veces «presumimos», y que pueden ser incluso más frecuentes que el gran orgullo climático de la ciudad, el viento del noroeste, el cierzo. O quizá deba decir «eran» más frecuentes que el cierzo. Porque llevamos observando años en los que los días de niebla han disminuido mucho. Este año pasado no hubo nieblas en noviembre. Y muy pocos en diciembre. Algunos de ellos los reflejé en mis fotografías como de las que hablo en Sensibilidades altas como película todoterreno en 35 mm – Leica M6 y Lomography Color Negative 800.

Quizá sea el cambio climático global. O quizá se deba a otros ciclos de algo tan complejo como el clima. Lo cierto es que la realidad actual no se corresponde con el pasado. Y hay otra cosa que no siempre coincide. Para algunos, la niebla es símbolo de una peculiar estética, de un estado de ánimo, incluso con un sentido poético. Para otros… un soberano incordio. Yo soy más de estos últimos. No me gusta tomar el sol, pero me gusta ver y sentir la luz del sol. Y cuando las nieblas persisten, me mustió. Incluso si puedo aprovechar los días de niebla para hacer otro tipo de fotos.