[Cine en casa] Unas cuantas más de Ghibli

Cine

Desde que empezaron a incluir en el catálogo de Netflix las películas de Studio Ghibli, me hice el propósito de ir viéndolas de nuevo. Casi todas. Ya he dicho varias veces que hay una… que me cuesta mucho volver a ver. Y es muy buena, que conste. La llega del estado de alarma por la epidemia de covid-19 fue el detonante para empezar a dar el repaso a esta estupenda colección de cine de animación. Y así, visitamos a los Yamada, conocimos a una princesa lunar, visitamos la isla volante de Laputa, recorrimos el continente de Terramar, y fuimos a saquear con Arriety. A Mononoke, Howl y Chihiro los tenía recientes de las sesiones especiales en los cines Aragonia de Zaragoza, en el último año. He tardado en volver a hablaros de este repaso cinéfilo, pero no porque lo haya abandonado, sino porque no he encontrado momento para seguir. Y aquí estamos con la siguiente tanda… con una sorpresa que me he dado a mí mismo, por mi mala cabeza.

Osaka

En primer lugar, solventar una carencia reciente. Pocos días antes del comienzo del estado de alarma, estaba prevista la proyección de Mimi wo sumaseba [耳をすませば, Si escuchas], de Kondō Yoshifumi, conocida en España como Susurros del corazón. Las dudas de la joven Shizuku en su primer año de instituto, y su relación con el aprendiz de lutier Seiji gustan mucho a los fans de Ghibli. Personalmente, es una película de momentos. Tiene momentos maravillosos. Pero al mismo tiempo siempre tengo la sensación de que el guion y el cierre de la película no están tan bien cerrados como en otras películas del estudio. Aun así, totalmente recomendable. Y además es de las pocas que tiene un spin-off, que volveré a ver un día de estos.

Era obligatorio que en un momento dado volviese a Kaze no tani no Naushika [風の谷のナウシカ, Nausicaä del valle del Viento]. Dirigida por Miyazaki Hayao, antes de la creación del Studio Ghibli, permitió su creación y está dentro del catálogo de la misma. Cuando en 2010 se proyecto en versión original en Zaragoza conmemorando el 25º aniversario de su estreno, me quedé maravillado, y de ahí derivó mi enganche a las películas de Ghibli. Y aun ahora, después de conocer a todos los personajes de este fantástico universos, Naushika, con Porco Rosso, Mononoke y Chihiro, es uno de mis favoritos. Imprescindible. Maravillosa.

Himeji

Junto a las anteriores, siempre he tenido debilidad por los protagonistas de una de las películas que muchos consideran menor de la productora japonesa. Aunque disfrazada de comedia adolescente, Kokuriko zaka kara [コクリコ坂から, literalmente Desde la subida de las amapolas], en castellano La colina de las amapolas, es un melodrama como la copa de un pino. Ese kokuriko, escrito con katakanas, コクリコ, es un galicismo, un préstamo del francés, coquelicot. Pero pasando de lo anecdótico, Miyazaki Gorō, su director e hijo de Hayao, hace un repaso al ambiente en Japón a la salida de la posguerra mundial, viviendo todavía las consecuencias de la misma y de la guerra de Corea, pero contemplando al futuro con olímpico optimismo (la acción se sitúa en las cercanías del puerto de Yokohama, poco antes de los juegos olímpicos de 1964 en Tokio). Los dos encantadores protagonistas de la película, mientras se muestran como líderes de futuro, responsables, comprometidos y animosos, viven su propio drama personal que les sitúa ante un dilema complejo de llevar adelante. Otra anécdota; la chica protagonista se llama Umi 海, que significa mar, y su hermana pequeña, Sora 空, que significa cielo.

Y esto se me está haciendo muy largo y no he terminado con el resto que he vuelto a ver. O simplemente a ver. Seguiré otro día, cuanto antes. Que tengo al menos cuatro películas más que comentar; os tengo que presentar a Marnie, las delicias de la vida rural, al ingeniero que diseñó el Zero, y a los mapaches de la era de Pom Poko. Esto… si no voy viendo alguna más, que es probable que sí.

Kibune (Kioto) – También en el encabezado.

[Cine en casa] Más de Ghibli para combatir el aislamiento social

Cine

Comentaba hace unos días que Netflix está subiendo el catálogo de Studio Ghibli a su oferta cinematográfica. Película diversas, muy bellas algunas de ellas, que transmiten buenos valores humanos, técnicamente estupendas, que me parecen muy adecuadas para los tiempos de confinamiento domiciliario que vivimos. Especialmente si se está en familia y con niños y adolescentes. Abandonad las propuestas de Disney un rato… y si sois capaces de percibir el mensaje, veréis que estas películas de animación superan a la mayor parte de las propuestas del gigante americano en varias dimensiones. Si en el enlace que he puesto antes hacía referencia a las películas de Isao Takahata, hoy me centraré en tres películas que comparten dos cosas en común. Sólo las he visto previamente en una ocasión, y todas se inspiran o se basan en obras de la literatura occidental.

Siguiendo la estela de los seres diminutos de Ghibli, nos moveremos entre los parques de Tokio, como el Ueno (también en el encabezado),…

Tenkū no Shiro Rapyuta [天空の城ラピュタ, El castillo en el cielo] está dirigida por Hayao Miyazaki, el principal y más conocido director del estudio. La historia es original, pero toma prestado de Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift uno de los reinos maravillosos que nos describió el irlandés. Se trata del reino de Laputa [lo siento, es así en el original, por mal que suene; en los primeros doblajes al español se le llamó Lapuntu, aunque ahora se respeta el nombre original], una isla flotante que domina a un amplio número de países. Aquí veremos cómo diversas facciones buscan adueñarse de las maravillas tecnológicas de la isla, ya abandonada, mientras que dos jóvenes adolescentes intentan evitar la catástrofe bélica que de ello derivaría. Un entretenido canto a la amistad y la solidaridad, con un claro tono antibelicista y lleno de máquinas voladoras, que tanto le gustan a Miyazaki. Nunca me ha parecido a la altura de sus obras maestras, pero es muy entretenida, especialmente para ver con niños.

Gedo Senki [ゲド戦記, Cuentos de Terramar] está dirigida por Gorō Miyazaki, hijo de Hayao. Está basada en algunas de las historias sobre el mundo de Terramar de Ursula K. Le Guin. El título original de la película se traduciría como Las crónicas de guerra de Ged. Es una de las películas menos valoradas de Studio Ghibli. Y ciertamente, ni su manufactura ni su guion están al mismo nivel que muchas otras. Pero no nos confundamos, eso no quiere decir que no sea una película apreciables y entretenida. También insiste sobre los valores de amistad y solidaridad, mientras critica la ambición de poder que entre los poderosos se da.

… Shinjuku,…

La siguiente, y última por hoy, es un película que me parece absolutamente encantadora. Relativamente reciente, de 2010, dirigida por Hiromasa Yonebayashi, Karigurashi no Arriety [借りぐらしのアリエッティ, Arrietty y el mundo de los diminutos] está basada en la novela The Borrowers de la británica Mary Norton. Nos habla de un familia de seres diminutos, padre, madre y Arrietty, una joven de 14 años que se inicia en el mundo de las incursiones al mundo de los humanos, que es parte de su forma de subsistencia. Esto coincide con la llegada a la mansión donde habitan de un niño, Shō, que está gravemente enfermo del corazón, cuya madre, divorciada tiene que viajar constantemente para trabajar, y acude a la mansión para recibir los cuidados de su abuela. En un descuido, el niño descubrirá a Arrietty, lo que dará nacimiento a una amistad, pero también a que la vida de la familia de seres diminutos se vea puesta en riesgo. Me parece una historia sencilla, delicada y bellamente expresada en esta película de animación, con aventuras muy entretenidas. El título original se podría traducir, más o menos, como Arrietty, la incursora.

Seguiré repasando las películas del estudio. Menos una,… que me siento incapaz de volver a ver. Demasiado triste. Aunque sea prácticamente una obra maestra.

… o Yoyogi.

[Cine] Hauru no ugoku shiro [ハウルの動く城] (2004)

Cine

Hauru no ugoku shiro [ハウルの動く城] (2004; 14/20200220)

Seguimos acudiendo una vez al mes a las sesiones únicas del ciclo de animación japonesa que unos conocidos multicines de Zaragoza llevan programando desde hace un tiempo. Y tras la película de enero dedicada al cine de Kon Satoshi, volvemos al Studio Ghibli y a Miyazaki Hayao y sus maravillas con la película que en castellano recibió como título El castillo ambulante.

Las poblaciones típicas alsacianas, a caballo entre la cultura francesa y la germánica, como Colmar y Rikewir, y que sufrieron las consecuencias de las guerras entre Francia y Alemania, fueron la inspiración para el reino en guerra en el que transcurre la acción de la película de hoy.

Es adaptación de una novela de la británica Diana Wynne Jones del mismo título, pero en inglés, Howl’s moving castle (1986), aunque adaptación libre. Han sido varias las ocasiones en las que Ghibli ha encontrado inspiración en la literatura europea, aunque siempre con adaptaciones en las que han introducido cambios argumentales e incluso enfoques, pero sin desvirtuar nunca, como Disney, el original. Quizá el principal cambio entre la versión literaria y la cinematográfica es que esta última es vista como una película antibélica, estrenada en el marco de las convulsas relaciones internacionales con las aspiraciones guerreras de determinados líderes occidentales con el presidente norteamericano a la cabeza, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

El ambiente es un reino imaginario en el que se combina el realismo, un poco steampunk, con la fantasía de convivir con hechiceros y brujas. Un reino en guerra, estilo guerra del 14-18, en el que Sophie, una modesta sombrerera de 17 años sufre una maldición que la convierte en una anciana de 90 años, y que habrá de aliarse con el misterioso, atractivo e inconsistente hechicero Howl para romper los hechizos que los atrapan a ambos y, quizá, detener la guerra sin sentido que se cierne sobre los reinos vecinos.

Miyazaki vuelve a presentarnos una vez más una heroína extraída de entre la gente común que, ante la adversidad, toma las riendas de su propio destino, y decide que hay que adaptarse a las circunstancias y luchar contra ese destino. Pero siempre sin perder la compasión, incluso hacia los responsables de su propia desgracia, cuando estos también caen.

Un radical no a la guerra y a la violencia, la autonomía de la persona ante su propia vida, la compasión y la solidaridad hacia los demás, unidos a un argumento con pocos peros que ponerle y un animación sin florituras pero ejemplar, hace de esta película un clásico más en la filmografía de Miyazaki. Totalmente recomendable.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Sesion doble: Mononoke-hime [もののけ姫] (1997) / Chīsana Eiyū [ちいさな英雄] (2018)

Cine

Hoy traigo una sesión doble de animación japonesa muy especial. Intentaré hacerlo ágil para que no se eternice.

Mononoke-hime [もののけ姫] (1997; 63/20191205)

Este jueves pasado, una de las principales cadenas de cine de Zaragoza exhibió en sesión única y en versión original subtitulada en español una de las obras maestras de Studio Ghibli y del director Hayao Miyazaki. Conocida en español popularmente como La princesa Mononoke, nunca habíamos tenido oportunidad de verla en la pantalla grande. Sí en vídeo.

Mononoke no es el nombre de ninguna princesa. El apelativo es aplicado por uno de los personajes principales, Eboshi-sama (la dama Eboshi), a la joven San, hija adoptiva de un espíritu del bosque en forma de gran loba. Es su tercer hijo o hija, y de ahí el nombre; San, tres en japonés o en otros idiomas asiáticos. La película se retrotrae a un momento histórico en el que la cultura de los yamato, los japoneses étnicos, está desplazando a los primitivos habitantes de Japón, de los cuales Ashitaka, uno de los héroes de la película, junto con San es un joven príncipe. Y, globalmente, el conflicto entre la ciudad del hierro y el emperador con el bosque es una metáfora de las contradicciones entre la modernidad y la industrialización descontrolada frente a la naturaleza, representada por ese bosque y por los espíritus de las bestias del bosque (mononoke). Así, San, es la princesa de los mononoke.

Bosques… en Japón tienen la suerte de haberse dado cuenta a tiempo de la riqueza que supone mantener los bosques, y los hay. Muchos y muy bellos. Los de hoy los encontramos en Nachi y Shingū.

La película contiene mucho de los elementos que hicieron famosas las películas de Ghibli y de Miyazaki en particular. La preocupación medio ambiental, el choque entre la tradición y la modernidad, un personaje femenino decidido y noble, que puede tener a su lado un compañero, pero nunca un salvador, no es la típica «damisela en apuros», un entorno fantástico que nos habla del mundo real, una excelente animación basada en entornos detallados con personajes esquemáticos pero muy reconocibles y con personalidad, y una excelente banda sonora a cargo de Joe Hisaishi.

Con un tono y un mensaje éticos claros y orientados, la película huye de maniqueísmos absurdos e impropios. Como ya he dicho es una obra maestra de la animación. Y es total y absolutamente recomendable.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: *****

Chīsana Eiyū [ちいさな英雄] (2018; 65/20191208)

Cuando el Studio Ghibli anunció que cesaba su actividad como productora, aunque se ha anunciado su regreso a esta actividad con una nueva película de Miyazaki, algunos de sus directores y animadores se embarcaron en la empresa de abrir un nuevo estudio, Studio Ponoc, para seguir con la trayectoria emprendida, tal vez con algunos cambios debidos a la personalidad distinta de sus impulsores. Ya tuvimos la oportunidad de ver su primer largometraje, una película que se dejaba ver, aunque lejos de los mejores logros de su productora de origen.

Ahora, en Netflix, se puede ver una pequeña antología de tres historias cortas dirigidas por Yoshiyuki Momose, Akihiko Yamashita y Hiromasa Yonebayashi. Tres historias que tienen en común la valentía y decisión ante las dificultades de personas comunes, niños o adultos, con planteamientos y estilos diferentes que van desde la total fantasía en una aventura de dos niños diminutos que viven en un torrente de montaña con su padres, las desventuras de un asalariado que es un hombre invisible y las amenazas cotidianas de un niño alérgico al huevo y su preocupada madre.

Suena más a selección de obras y estilos para atraer gente interesada a invertir en el estudio que a otra cosa. Aunque se anuncia una segunda antología similar. Un fenómeno similar a los samplers que publicaban en tiempo las discográficas. El producto es simpático y se ve con comodidad, ya que en total no llega más que a 53 minutos de duración, aunque en su país natal se estrenó en salas de cine, motivo por el que lo he incluido en el apartado de cine más que en el de televisión. Si sois abonados a Netflix, echadle un vistazo.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Sen to Chihiro no kamikakushi [千と千尋の神隠し] (2001)

Cine

Sen to Chihiro no kamikakushi [千と千尋の神隠し] (2001; 46/20190912)

Bueno. La de hoy, es conocido, es una obra maestra de la animación. De lo mejor. Y probablemente, la que yo considero mejor película de animación de la historia. Y de las mejores películas que he visto en mi vida, animación o no. Esto de entrada.

No es una película nueva. Es de 2001. Y una de las pocas ocasiones en la que los norteamericanos han dejado de mirarse al ombligo y han concedido un premio de la academia, un Oscar, a una película de animación procedente de otro país, o la única más bien, y hablada en un idioma distinto del inglés. Y de verdad que ha habido ocasiones para que esto haya sucedido en más de una ocasión.

Nos adentraremos en el rico mundo de la fantasía y la mitología japonesa durante un visita al santuario Tokugawa de Nikko [Nikkō Tōshō-gū].

Dirigida por el maestro Miyazaki, probablemente es el momento de mayor inspiración dentro del Studio Ghibli, aunque podemos considerar que dentro del estudio tiene que competir con otros largometrajes de altísimo nivel, que simplemente no han tenido la repercusión internacional de Chihiro. Mononoke, libélulas, Ponyo, Kiki,… incluso Naushika en la época preghibli. No es un fenómeno aislado, no es flor de un día, no es una casualidad. Es el fruto de un trabajo coherente, persistente y concienzudo.

La hemos visto dentro del ciclo que una empresa de exhibición cinematográfica de Zaragoza viene haciendo, en el que todos los jueves a las 20:00 horas ofrecen un pase único de una película trascendente en la cultura popular. Para diciembre tienen previsto volver al Studio Ghibli con un pase de Mononoke Hime (La princesa Mononoke). Son películas que he visto todas en vídeo, pero muy pocas en la gran pantalla. Y el disfrute es impresionante.

Como es habitual en las películas de Miyazaki y Ghibli, tenemos una protagonista femenina, que debe superarse así misma, con la colaboración de otros, pero bajo su propio impulso y motivaciones, tratando la película de forma directa o indirecta las preocupaciones del director sobre los problemas del mundo actual, especialmente los medioambientales, y engarzando con las tradiciones y mitos del Japón clásico o tradicional. Se ha comparado a Chihiro con la Alicia de Lewis Carroll. Ambas comparte un viaje por lo extraordinario detrás del cuál podemos intuir la metáfora del cambio de la edad infantil al camino hacia la madurez. Pero también tenemos diferencias marcadas. Chihiro permanece tal cual la concibió Miyazaki, es mucho más reciente, mientras que es difícil conocer la auténtica naturaleza de Alicia, tantas veces reimaginada y reinterpretada en los más de 150 años de vida del personaje. Por otro lado, Alicia es una niña de clase acomodada que entra en un mundo que sale de la imaginación de Carroll, mientras que Chihiro es una niña común, sin aspectos destacables, delgaducha, desgarbada, no especialmente habilidosa que se mueve de repente en el mundo de los ocho millones de kami de la tradición mitológica nipona. Cualquier niña japonesa podría identificarse con ella sin problemas. Y también tenemos más claras cuales son las circunstancias por las que Chihiro da sus primeros pasos hacia la madurez. Es una niña doliente, ha perdido el entorno vital que le es familiar, su colegio, sus amigos, su casa,… tiene que rehacer su vida y está triste e insegura. Un punto de partida que la enlaza con Riley, otra niña del mundo del cine animación que también nos ofrece su peculiar país de las maravillas.

No voy a entrar ahora en un comentario en profundidad, ni en comentar su argumento. Creo que cada cual debe verla y valorarla en función de su bagage cultural y sus valores propios. Eso variará mucho en las personas. Pero la riqueza visual que nos va invadir durante las poco más de dos horas de duración de la película y la emoción de los hechos que acontecen ante nuestras ojos pocas veces los encontramos. Y además es una película que podemos ver cuantas veces queramos. Siempre encontraremos novedades o matices no percibidos hasta ese momento.

Por supuesto, deberíamos verla en versión original, aunque no entendamos ni papa de japonés. Los actores de voz japoneses son una categoría tan respetada como cualquier otra categoría actoral. Y no me refiero a actores de doblaje; actores de voz que trabajan en animación y otros productos en los que no prestan su propio físico. Hīragi Rumi es la actriz de voz que pone voz a Ogino Chihiro / Sen en el largometraje.

Como he dicho al principio, una obra maestra. Im-pres-cin-di-ble.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: *****

[Cine] Tonari no Totoro [となりのトトロ] (1988)

Cine

Tonari no Totoro [となりのトトロ] (1988; 02/20190906)

Reestreno con motivo del 30º aniversario de la película de uno de los largometrajes de animación más emblemáticos del director Hayao Miyazaki, del Studio Ghibli, del cine de animación japonés, y probablemente de la historia del cine de animación.

En esta ocasión no tiene especial gracia hacer el comentario. Es ir sobre seguro. Pero la incluyo aquí, entre las películas de estreno en pantalla grande, como hago habitualmente con estos reestrenos conmemorativos y porque, además, yo no llegué a ver nunca la película en pantalla grande. Sí que la había visto en varias ocasiones en mi televisor, pero no en pantalla grande. Y a pesar de que hubo que hacer un esfuerzo, porque el horario en que la proyectaban no era quizá el más apropiado, pues se hizo.

La naturaleza primordial, el mundo de las tradiciones mitológicas japonesas, jóvenes decididas y autónomas y los vaivenes de la vida contemporánea son ingredientes habituales en las películas de Studio Ghibli.

La historia es sencilla. De hecho, la película en sí misma apenas llega a la hora y media de duración. Un padre con dos hijas, una en educación primaria pero ya mayorcita, y otra de cuatro años, se traslada a una casa en el campo para estar más cerca del hospital donde está convaleciente la madre de una madre que se supone ha sido grave. Y todos los cambios son llevados a cabo con un optimismo vital notable que atrae incluso a los espíritus del bosque, los totoro de distinto tamaño que viven en un alcanforero cercano a la casa, y que se convierten en aliados de las niñas en sus inquietudes cotidianas.

Como en otras películas del Studio, Miyazaki combina los problemas de una realidad cotidiana con la fantasía y las leyendas que se extraen de la rica mitología nipona. Los totoro, son tres aunque el título siempre se ha traducido en singular y todo el mundo atribuye el nombre al grandote y más proactivo, son espíritus del bosque benevolentes. Y la actitud de las niñas, de cariño y respeto hacia los árboles y el bosque, cataliza la alianza entre ambos. Y marcan algunas de las constantes del cine del director; las niñas o jóvenes empoderadas y proactivas, heroínas de lo cotidiano, y el canto a la naturaleza, el mensaje ecologista que siempre destilan sus películas.

Película de buenos sentimientos, viene además salpicada de otros personajes entrañables, como puede ser la abuela entre los humanos, o los susuwatari, pelusas de polvo y hollín con vida propia, y el Nekobasu [ネコバス ] (Gatobús), el espíritu de un gran gato multípodo que toma la forma de un autobús y que se alía también para ayudar a las niñas.

Ya se puede deducir desde el principio. Recomendable, no. Yo diría que obligatoria. Por lo menos para todos aquellos que se digan amantes del séptimo arte. Y la figura y la silueta del gran Totoro se han convertido ya en un icono popular, no sólo del Studio, sino del mundo actual en general. Fijaos, incluso hay un asteroide que lleva oficialmente el nombre de Totoro

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: *****

[Cine] ¿Adiós a Ghibli y a una forma de entender el cine de animación?

Cine

Hay varias cosas de las que podría haber hablado hoy. Asuntos diversos en materia de fotos, cine, libros,… pero ayer a última hora de la tarde me enteré de la noticia del cierre del Studio Ghibli, estudio cinemtográfico especializado en filmes de animación que ha producido algunos realmente emblemático y que se encuentran entre mis favoritos. Frente al producto prefabricado norteamericano con el que se bombardea constantemente al público infantil, y que aporta un sistema de valores simplista y muy conservador con Disney a la cabeza, y que sólo de vez en cuando nos aporta productos memorables, estaba un esquema de trabajo de más continuidad, de factura más artesanal, con un estilo definido pero con historias muy trabajadas y diversas, que abarcaban un espectro de público potencial más amplio. Y con un sistema de valores más rico, especialmente entre el necesario mensaje de respeto a los sistemas ecológicos cuyo derrumbe pueden ocasionar el derrumbe de la civilización globalizada en la que vivimos hoy en día.

Saladas de Bujaraloz bajo la Tormenta

Un poquito de las fotos del sábado bajo la tormenta en los Monegros.

El anuncio de la retirada de Hayao Miyazaki, el creador más emblemático del estudio, que se produjo hace un año, terminado el rodaje de su última película, ya disparó los rumores al respecto. Ahora nos enteramos que sus últimas producciones no han supuesto el éxito en taquilla que esperaban. Unido a la retirada progresiva de la generación de creadores que lo crearon y le dieron la personalidad, parece que se han replanteado su modelo de negocio de forma radical. Sabemos que van a deshacer de su división de producción, y que no es previsible que vuelvan a producir películas a corto plazo. Sabemos que van a mantener la división de gestión de derechos de los productos ya realizados. Y quedaría abierta la posibilidad de que en un futuro produjeran alguna película o serie de televisión, pero sin mantener estructuras fijas. Contratando para la ocasión. Para muchos, detrás de todo esto está el cierre definitivo como productora. Ya veremos.

Las organizaciones no son eternas. Tienen ciclos de existencia. Como los seres vivos, nacen, crecen y mueren. En ocasiones se reproducen, incluso, ocasionando derivados. Y esto pasa también en el negocio del cine. Pero lo que surgió después del éxito de Nausicaa…, con personajes tan emblemáticos como Mononoke, Chihiro, Ponyo, Porco Rosso, y tantos otros… y sobre todo, otras,…  da pena que se termine. Porque llenaba un hueco que no sabemos si se podrá ocupar. Porque cuesta mucho que todo lo que no sea la superproducción norteamericana llegue a nuestras pantallas de cine. Por lo tanto, porque nuestra sociedad y nuestra cultura se hace menos rica. Y esto… me pone triste.

Saladas de Bujaraloz bajo la Tormenta

El lugar es las saladas de Bujaraloz que ya visité con Fotógraf@s en Zaragoza en el mes de enero.

[Cine] Kaze Tachinu (風立ちぬ) (2013)

Cine

Kaze Tachinu (風立ちぬ) (2013), 25 de abril de 2013.

Esta película ha sido vista en versión original subtitulada en castellano y por ello conserva su título original. En la cartelera española es posible encontrarla en versión doblada bajo el título El viento se levanta, mientras que según tengo entendido en buena parte de la América hispanohablante ha optado por el título Se levanta el viento.

Nos dice Hayao Miyazaki, gran maestro del cine de animación, que esta es su última película como director. Que se retira. Que está mayor. Que su vista ya no es lo que era. Y se despide con una adaptación de una de sus historietas sobre la vida del ingeniero aeronáutico Jirō Horikoshi, la cual a su vez está inspirada en una novela corta de Tatsuo Hori. Es por lo tanto una mezcla de la realidad de la vida de Horikoshi y la ficción que nos cuenta Hori en su novela.

La película nos cuenta los años de juventud del ingeniero aeronáutico Jirō Horikoshi, un inquieto y despierto joven que entró a trabajar en Mitsubishi tras su paso por la universidad, y fue el responsable de varios aviones de combate japoneses que intervinieron en la Segunda Guerra Mundial, entre ellos el famoso Zero. En paralelo, y esta es la parte relativa a la ficción de la novela, tras un encuentro fugaz con la niña Nahoko Satomi durante el gran terremoto de Kanto de 1923, la volverá a encontrar años más tarde durante unas vacaciones en un refugio de montaña, enamorándose ambos jóvenes intensamente, y comprometiéndose, a pesar de que Nahoko advierte a Jirō que está enferma de tuberculosis, como lo estuvo su madre, ya difunta.

La película levantó desde el principio gran expectación. Miyazaki es uno de los grandes nombres de la animación mundial. Sus películas, junto con otras del Studio Ghibli del que forma parte, están entre mis favoritas de este género. Películas divertidad, imaginativas, sensibles, con compromiso social con los valores de paz y respeto por el medio ambiente. Sin embargo, estamos ante una película cuyo «héroe», cuyo personaje principal es un ingeniero al que se deben la concepción de máquinas de destrucción y muerte. Lo cual ha levantado no poca polémica.

Aeródromo de Monflorite

A mí no me gustan los aviones de guerra. Ni aun los de la película. Prefiero los airosos veleros sin motor como estos que descansaban en 1996 sobre la antigua pista del aeródromo de Monflorite.

Tras haber visto la película, y pensando por mi mismo, llego al convencimiento de lo siguiente. Primero, no es una película infantil. A pesar de que Miyazaki no renuncia a mantener los rasgos infantiloides de sus personajes, incluso de adultos, los temas a tratar son para una reflexión madura. Segundo, no traiciona sus mensajes antibélicos y medioambientales. Es cierto que la historia termina justo cuando comienza el gran conflicto armado. Pero a mi modo de ver, la historia de amor con Nahoko, ficticia, es una gran metáfora sobre un ideal, un país, un modo de ser o pensar, que están condenados, que van a desaparecer en medio de la vorágine bélica. Algunas escenas del final así lo indican. Nada de lo que es bello en los años jóvenes y productivos del protagonista va a sobrevivir. Estamos ante una última película, salvo arrepentimiento posterior, y estamos ante una película llena de nostalgias, llena de reflexión sobre mundos reales o idealizados que se acaban.

La película no carece de crítica o de compromiso social. Se exponen los contrastes de la confusa sociedad japonesa. Se van a construir y volar los más adelantados aviones de guerra, pero son desplazados al aeródromo en carros de bueyes. Hay un desarrollo de la industria y la tecnología, pero hay un gran impacto de la gran depresión con muchas personas pobres en el país. Se quiere ser un país moderno, una potencia, pero las casas de madera de las grandes ciudades arden con facilidad y con gran destrucción ante los fuegos ocasionados por el terremoto. Un adelanto de lo que sucederá luego durante los grandes bombardeos con bombas incendiarias a las grandes capitales japonesas en la guerra. Se construyen bellos aviones, pero se nos advierte que ninguno volverá. Es una película, por lo tanto, en la que se ponen sobre la mesa una serie de temas serios sobre un período difícil de la historia japonesa.

Y se hace con delicadeza, entre las ensoñaciones del protagonista, entre las terriblemente bellas imágenes del terremoto, en los contrastes en su visita a Alemania, en esos personajes reales o imaginarios que van poniendo sobre aviso al protagonista del triste destino que se cierne sobre sus creaciones, su vida o su país.

De las críticas que se le han hecho a la película, es cierto que una que comparto y me sorprendió es la del carácter de los personajes femeninos. En las películas de Miyazaki, con frecuencia son las mujeres los personajes importantes, proactivos y definitorios de las ideas del autor. Son las que ponen freno a la violencia, son las sanadoras, son las que buscan la integración con la naturaleza, frente a la agresividad y el instinto predador o destructor del hombre. Aquí tenemos algún guiño a eso. La ficticia hermana del protagonista convirtiéndose en médica, con su carácter, es un reflejo de ese tipo de personaje femenino. Pero tan apenas tiene importancia en la historia, podría ser incluso prescindible. Y Nahoko, y el romance con Nahoko, es una gran metáfora, desde mi punto de vista.

Considerado todo lo anterior, no estamos probablemente ante una de las grandes obras de Miyazaki. No alcanza los niveles de Nausicaä, de Mononoke, de Chihiro,… No alcanza el dramatismo de los tiempos de guerra  y el antibelicismo de su compañero en el Studio Ghibli, Isao Takahata, en 火垂るの墓 (La tumba de las luciérnagas). No tiene el sentido de aventura y romanticismo de Porco Rosso en dentro del tema aeronáutico. Pero es una buena película. Y es que estamos en lo que estamos. A los genios siempre les exigimos más que a los demás. Y si no nos dan una genialidad tras otra, parece que nos fallan. Pero no. Simplemente son humanos. Y no deja de ser una buena película. Y convenzámonos, aunque sea de dibujos animados, es una película para adultos. Adultos con capacidad para pensar.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ****

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Estas idílicas pistas fueron convertidas por la especulación en un feo aeropuerto sin sentido,… pero nos queda el recuerdo. Yo volé alguna vez de pasajero en uno de estos.