[Libro] The Kaiju Preservation Society – John Scalzi

Literatura

Supe de este libro en algún tuit de Twitter una semanas antes de comenzar mis vacaciones de mayo. Era a propósito de la publicación en español de esta novela de ciencia ficción de John Scalzi que, por lo que he podido comprobar, está obteniendo un notable éxito tanto en su país de origen, como en el mundo anglófono en general, y con las traducciones a otros idiomas… pues parece que también. No había leído hasta ahora nada de Scalzi. Me gusta la ciencia ficción… y tal… especialmente las aventuras espaciales… que esta no es… aunque se parece. Pero cada vez me cansan más y más las sagas.¿De verdad es necesario que todo tenga secuelas y las «trilogías» sean de cuatro, cinco o seis libros? ¿Hasta tal punto predomina el deseo de monetizar una idea por encima de la creatividad y la necesidad de contar cosas? En fin…

La base en «el Mundo Perdido»… ejem… sí la alusión a la novela de Wells es perfectamente válida, pero si lo preferís… la base en el universo alternativo está en lo que vendría a ser Canadá, por lo que hoy toca fotografías del estuario del San Lorenzo, en Tadoussac, donde confluye el Saguenay. Queríamos ver ballenas, kujira en japonés, parecido al gojira, pero estuvieron esquivas. Alguna cosa se vio… pero poco.

No he leído la novela en castellano, aprovechando su lanzamiento. A ver… hagamos cuentas,… una vez más… sobre esto del negocio editorial y lo de atraer clientes evitando la piratería y esas cosas. Precio de lanzamiento de la novela en castellano en papel… 17,95 aurelios. Ahí es na… para no llega a trescientas páginas. Si eres un hereje que te has apuntado con entusiasmo a libro electrónico… 8,64 aurelios. Un poquito menos de la mitad. Mucho mejor. Aunque te acusen de hereje por no considerar que el libro es una cosa de papel y no las ideas ordenadas con excelente uso de un idioma por parte de un autor, dando igual, salvo en libros que son arte o artesanía en sí mismos, si está escrito a mano, con máquina de escribir, con ordenador, o tallado en piedra. Y finalmente, la versión original en inglés en formato de libro electrónico… 5,99 aurelios. No me digáis que saber idiomas no sale a cuenta. Y encima, es el original, que siempre es un plus, por bueno que sea el trabajo del traductor, de los que hay como autores; excelentes, muy buenos, buenos y «todos los demás». Y muchas veces tengo la sensación que en los libros de ciencia ficción, las editoriales no disponen de mucho presupuesto y tiran de «todos los demás». Pero bueno, tal y como está el «pavorama» electoral, vete tú a saber lo que es de mí en un futuro por mi flojo españolismo.

En fin. A la tarea. Lo primero, ¿qué es un kaiju 怪獣? Sí, con caracteres chinos aunque la palabra es japonesa. Pues literalmente… una bestia extraña. Pero bueno, a efectos prácticos, y en lo que toca, el kaiju por excelencia es Godzilla. Aunque esta es la grafía que le dieron para el mundo occidental, porque supusieron que era más atractiva. En el original en japonés es Gojiraゴジラ. Un portmanteau de las palabras japonesas gorira ゴリラ (gorila) y kujira 鯨 (ballena), aunque luego el bicho no se pareciera a ninguno de los dos. Los kaiju de antes de la Segunda Guerra Mundial serían criaturas legendarias. Pero con la cosa de la bomba atómica y la guerra fría se generalizó el concepto de bestia de un tamaño descomunal, con frecuencia radioactiva o asociada con la radioactividad, y que procede de una dimensión desconocida, entrando en nuestro mundo y dimensión por culpa de las actividades bélicas nucleares de los seres humanos. Y esta es la idea básica que toma Scalzi con mucho ingenio para construir su relato.

En el año de la pandemia, el director de marketing de una start-up dedicada a la cosa del reparto de comida a domicilio se ve en la calle y sobreviviendo como repartidor de pizzas. Entonces, un cliente le propone entrar a trabajar para la Sociedad para la preservación de los kaiju. En una realidad con universos paralelos, las pruebas atómicas de los humanos generan debilidades en las interfases entre distintos universos, y los kaiju que son normales, resultado de la evolución, y radioactivos, de una Tierra alternativa, cruzan a nuestra realidad. Esta sociedad se cuida de que no causen problemas, de devolverlos a su realidad y, principalmente, de evitar que crucen los límites entre realidades. Por lo que nuestro protagonistas se apunta a una misión bien pagada, en la que tendrá que viajar al mundo alternativo de los kaiju. Pero las cosas se complicarán porque, por supuesto, hay malos malísimos malos que quieren aprovecharse de la cosa de los kaiju para sus fechorías. Que fundamentalmente consisten en hacer lo que haga falta, sin escrúpulo alguno, para ser rico.

La novela es extremadamente divertida y adictiva. Esta escrita con agilidad, con importantes dosis de buen humor, y no poca mala baba. Porque no por nada sitúa la acción el autor en el malhadado 2020. Y es que la novela combina con ingenio la aventura de ciencia ficción con una crítica feroz a lo peor del capitalismo y de la política, con especiales dedicatorias a los nefastos representantes de eso que los yanquis llaman «neoliberalismo libertario» y que no es otra cosa que el capitalismo feroz de siempre. La empecé cuando llevábamos un rato volando entre Múnich y San Francisco, y para cuando llegamos a la populosa ciudad californiana ya estaba concluida.

No es la novela a encontrar más profunda y filosófica que vais a encontrar en el mundo de la ciencia ficción. Pero su mensaje es claro y contundente, con muchas dosis de ironía y buen humor, y con aventuras muy disfrutables, al mismo que tiempo que genera un universo improbable, pero bastante coherente dentro de las reglas internas de su universo literario. Muy recomendable. Y, si existiera, yo me apuntaría a hacer unas rondas para la Sociedad para la preservación de los kaiju, que a mí me caen mucho mejor que la inmensa mayoría de de los políticos y empresarios de esta versión del planeta Tierra en la que nos toca vivir.

[Cine] Suzume no tojimari [すずめの戸締まり] (2022)

Cine

Suzume no tojimari [すずめの戸締まり] (2022; 27/20230415)

Tras la pifia de la semana pasada de dinosaurios y aventuras espaciales, estábamos con ganas de ver algo interesante en las salas de cine, y la oportunidad surgió con el estreno de la más reciente película de Makoto Shinkai. Con los comentarios que había recibido hasta el momento tras su estreno en Japón, le teníamos ganas. He visto prácticamente todo de este director japonés, dedicado a la animación, y hay muchas cosas que me gustan. Aunque tengo más debilidad por los mediometrajes, de cuando no era tan conocido, que por sus grandes, y no tan grandes, éxitos en el ámbito del largometraje. Por cierto, en la versión doblada se ha optado por el sencillo título Suzume, el nombre de la chica protagonista frente al original que significa La cerradura de Suzume, que tiene mucho sentido.

Naturaleza y mitología, una combinación que podemos encontrar en la isla de Itsukushima, en el mar interior de Seto, y que se encuentra también en muchas obras de animación japonesas, entre ellas las de Makoto Shinkai.

En el ámbito de lo fantástico, Suzume es una adolescente huérfana que vive con su tía en una ciudad de Kyūshū, la isla sur de las cuatro grandes del archipiélago japonés. Cuando de repente conoce a un atractivo universitario de visita en la población y comienzan a suceder extraños fenómenos. Una misteriosa criatura en forma de gran gusano se asoma por una misteriosa puerta y amenaza con causar un gran terremoto en el lugar, lo cual el joven intenta evitar, y lo conseguirá con la ayuda de Suzume. Pero algunas alteraciones se producirán que llevarán a la pareja… con el joven convertido en… ya lo veréis si vais a verla… bueno… llevarán a la pareja a recorrer Japón hasta la región de Tōhoku en el norte de Honshu, para prevenir catástrofes similares.

Y disfrazada de aventuras fantásticas y de romance, Shinkai se dedica a hacer catarsis sobre las catástrofes que asuelan periódicamente el País del Sol Naciente. No es casual que entre los destinos del viaje de Suzume y de su compañero se encuentre Kobe, Tokio y el nordeste de la isla de Honshu. Catástrofes que han marcado el imaginario y la mentalidad del pueblo japonés, y que se encuentran en la base de muchas de sus creaciones artísticas, cinematográficas, literarias, o televisivas, en acción real o imaginación. La inestabilidad del choque entre placas tectónicas y las bombas nucleares de la Segunda Guerra Mundial han condicionado un cierto estado mental. Si al último gran seísmo le añades la catástrofe nuclear de la central de Fukushima… ya tienes el completo. Porque además de esta catarsis, también es una película sobre la gestión del duelo, por las pérdidas personales que se sufren en estas catástrofes y como marcan la vida de los supervivientes. Una de los temas que me hubiera gustado ver más desarrollado es el impacto en la relación entre Suzume y su joven y atractiva tía Tamiki, y el impacto del terremoto de 2011 en sus vidas.

Como de costumbre, la atención al detalle en la animación de Shinkai es primorosa. Y los temas y elementos comunes al conjunto de su obra también están presentes. Una de las apuestas del grupo de personas que fuimos a ver la película en la matinal del sábado pasado es ver quien descubría antes la presencia de un cordón rojo, el cordón del destino, que aparece en muchas películas del director. No tardamos mucho en encontrarlo. Claro.

Acompañada como de costumbre con la banda sonora de RADWIMPS, ya un clásico de las películas de Makoto Shinkai, más una divertida playlist de temas del pop de décadas atrás para el momento más road movie de la película, cuando a los dos protagonistas principales se les suman un par más que lanzan y animan la idea de familia, de amistad, y de solidaridad con quienes lo necesitan, la película no alcanza los niveles épicos de Kimi no na wa…, pero supero a Tenki no ko, y se convierte en una película altamente recomendable. Imprescindible para los amantes de la animación, pero muy recomendable para cualquier aficionado al cine que quiere una aventura altamente entretenida, pero al mismo tiempo con corazón, con sentimiento y con reflexión.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Libro – historieta] La casa dorada de Samarcanda – Hugo Pratt

Literatura

En un año que percibo como regular para la lectura, en el mismo 31 de diciembre, una hora antes de la cena de Nochevieja, terminé de leer el último libro del año. Sobre el balance lector del año, haré un resumen dentro de unos días. Probablemente el día 6, día de Reyes, que tendré más tiempo para redactarlo de forma tranquila. Espero. Pero hoy voy con una de las dos historietas de Corto Maltés, por el genial Hugo Pratt, cada vez me gusta más, que me trajo Papanuel.

Empecé a interesarme literariamente por la historia de estas regiones del mundo cuando leí en 1991 «Las cruzadas contadas por los árabes» de Amin Maalouf, y en 1992 «Samarcanda», también de Maalouf, y «De parte de la princesa muerta» de Kenizé Murad, cuando volví de mi viaje a Estambul.

En esta ocasión nos encontramos a Corto en Chipre, en la malísima resaca de la Primera Guerra Mundial, que según los historiadores oficiales terminó el 11 de noviembre de 1918, pero dejó tras de sí una serie de conflictos armados, que se mantuvieron durante años. Uno de esos conflictos fue el que enfrentó a los republicanos turcos contra los restos del régimen imperial otomano, Grecia, Armenia y algunos de los países aliados durante la guerra mundial como Francia y el Reino Unido, en lo que se ha denominado como Guerra de la Independencia turca o Guerra de Liberación. Curiosamente…. la ganaron los turcos, cuyo ejército había sido derrotado previamente en la Gran Guerra, conformándose la República de Turquía. Sin quererlo, Corto se ve involucrado en ese ambiente de inestabilidad, especialmente por ser confundido con un sosias suyo, un oficial turco, que no está con los rebeldes principales Mustafá Kemal «Atatürk», que ganaron el conflicto, sino con la facción de Enver Bajá, el «visionario» panturiano, que buscaba la unión de todos los pueblos túrquicos y altaicos (o presuntamente relacionados con ellos). Y esto desencadenará que se lance a un viaje que lo llevará hasta «la casa dorada» de Samarcanda, donde se encuentra preso su amigo Rasputín, y a buscar el mítico tesoro del rey aqueménide Ciro II el Grande, que también interesó a Alejandro Magno.

La aventura es tremendamente divertida, como de costumbre está llena de variantes ucrónicas de personajes históricos reales, y aporta dosis importantes de realismo fantástico. Tiene acción, humor y el romanticismo propio del aventurero maltés. Se ha convertido rápidamente en una de mis aventuras favoritas de Corto. y además es estupenda para impulsarte a incrementar o refrescar tus conocimientos sobre la historia de una parte del mundo que nos resulta lejana, pero que es clave para entender la historia del Viejo Mundo en su conjunto. Todo eso que pasó en torno a los territorios del Asia Central, en lo que los griegos llamaban la Transoxiana, en las cuencas de los ríos Amu Daria y Sir Daria, en la ruta de la Seda. Una región que los antiguos iranios llamaban Turán, y de ahí viene el Panturianismo de Enver Bajá. Conflictos, aventuras, romanticismo, historia,… ¿quién puede pedir más para terminar bien el año?

[Libro – historieta] Morgan – Hugo Pratt

Literatura

Sigo bloqueado en la lectura. Por probar diversas cosas, en estas últimas cinco semanas he comenzado a leer cinco libros distintos. Alguno de ellos, nuevas versiones de libros ya leídos que me apasionaron en su momento. Por ejemplo, leer la versión original en inglés de Foundation de Isaac Asimov, aprovechando que estaba viendo la adaptación de la historia, mala adaptación, como serie televisiva. También he intentado alguna obra de autores japoneses, que mis últimas vacaciones me funcionaron muy bien. Pero tampoco. Comienzo a leer, y tras unas líneas o un par de páginas mi mente se distrae en otros pensamientos, sin conseguir concentrarme en la lectura. Pero en esta ocasión es nuevamente Hugo Pratt quien sale al rescate. Pero no con una nueva aventura de Corto Maltés. Esta vez voy con la última obra de Pratt, protagonizada por un antihéroe, un oficial de la marina real británica durante la Segunda Guerra Mundial en el Adriático.

Un trayecto al atardecer en el «vaporetto» que une Burano con Venecia por la Laguna Veneta nos vendrá que ni pintado.

Pratt nació a orillas del Adriático, en Rímini o cerca de Rímini. Como Fellini, que situó en aquella ciudad, durante la época fascista, la maravillosa Amarcord (Yo recuerdo, en el dialecto local). Así que sitúa al protagonista de este fumetto, Morgan, al mando de una patrullera británica en los años de la guerra que siguieron al cambio de bando italiano, entre septiembre de 1943 y el final de la guerra. Y ahí encontramos a este flemático, decidido y estoico oficial realizando labores de cartero y de transporte de personas entre las costas yugoslavas, italianas y albanas, de las zonas ocupadas por unos y por otros, y en medio de una maraña de conspiraciones entre los servicios secretos británicos, los partisanos comunistas de varios de los países ribereños, los partidarios monárquicos de los mismo países, ahora amigos de conveniencia, ahora enemigos declarados,… y de vez en cuando tropezando con alguna guapa e interesante mujer, sobre si la podemos considerar amiga o enemiga, aliada o adversaria… pues todo es según el punto de vista. Y es que el mando de la flota no va a arriesgar a un oficial y su tripulación que de forma tan eficiente realizan sus misiones, enviándoles a misiones heroicas, donde lo más probable es que terminen muertos.

Bari, Trani, Foggia, Pescara, Ancona, Albania, Split, Trieste… y cómo no, Venecia, tan querida a Pratt, y a mí, son algunos de los lugares que visita la patrullera del teniente Morgan. En unos episodios bélicos tan aparentemente anodinos como apasionantes cuando los cuenta Pratt, en un alegato antibélico elegante, donde afloran las hipocresías aparentes o escondidas de las potencias beligerantes, en ese o en cualquier guerra, donde es difícil saber donde comienza y terminan las lealtades y, lo que es peor, donde comienza y termina el objeto de la lealtad. Contada con humor, con un final absolutamente maravilloso a costa de trece motocicletas alemanas BMW, la novela gráfica, pues tal designación merece por su bella narración y por su profundidad, se mueve entre el escepticismo, la nostalgia y una cierta melancolía, que no impide que nos solidaricemos con algunas personas, que nos enamoremos de las mujeres, y mandemos a tomar por donde amargan los pepinos a las «grandes causas», a los políticos, a los mandos militares y, sobre todo, a los fascistas.

Me ha encantado.

[Libro – historieta] Corto Maltese: Oceano Nero – Hugo Pratt, Martin Quenehen, Bastien Vives

Literatura

La lectura de este libro es en cierta medida un «error». Pero, en general, es un acierto. Me explicaré. Hace unas semanas comentaba la lectura de un relato corto de las aventuras de Corto Maltés, el célebre personaje de historieta del italiano Hugo Pratt, que transcurrían en su juventud. Comentaba en aquella entrada cómo, en el desplazamiento entre Sorrento y Roma, tuvimos tiempo en la estación central de Nápoles para curiosear libros en la sucursal de La Feltrinelli de la estación. Y allí vi este título, que me pareció interesante. Pero no lo compré, porque abultaba mucho más que el que comenté hace unas semanas, que era más ligero para ir leyendo en el tren camino de Roma. Anoté el título, para buscarlo a mi regreso. Y ahí cometí el error. Puesto que me apañé bien con el idioma italiano al leer el que compré en Nápoles, pues también pedía este idioma… que supuse erróneamente la versión original. Y no. Es la cuarta aventura del pirata tras la muerte de Pratt, y está escrita en francés por Martin Quenehen, y dibujada en el idioma universal por Bastien Vives.

Las callejuelas y «vicoli» del casco antiguo de Nápoles sirven para re

Si de leer una traducción se trataba, lo mismo podría haber leído la traducción al castellano, claro. Aunque de esta forma me ahorré tres o cuatro euros… la italiana es más barata. Pero bueno… lo ideal hubiese sido no estar amuermado y haber atinado con la francesa. En cualquier caso, Quenehen y Vives introducen una importante innovación en el personaje principal y en la historia. La trasladan a los tiempos actuales. Bueno… más bien, a los primeros años del siglo XXI y los atentados de las Torres Gemelas, cuestiones que aparecen de fondo, que sirven para orientar en el tiempo al lector, pero que no tienen que ver con la trama. Trama que comienza en Japón, cuando un jovenzano pirata nacido en La Valeta entra en contacto con una organización secreta, tras la cual se mueve en busca de riquezas, lo que le lleva hasta Perú y Panamá.

Estamos ante una reinvención del personaje, joven, impulsivo, casi temerario, con el carácter que le impuso Pratt bastante bien conservado, pero adaptado a los tiempos que corren. Y con gran capacidad para ligar con mujeres estupendas. La aventura es dinámica y muy entretenida. No sabe lo mismo que las de Pratt, especialmente las que más me gustan, que las más de las veces tienen un tono más melancólico. Pero es muy aprovechable y sirve para darle una vuelta a la idea de cómo sería Corto si en lugar de aparecer en el mundo de la aventura a principios del siglo XX lo hiciera un siglo más tarde. A mí… ya me ha venido bien. Lo he pasado bien.

[Libro] Rashomōn y otros cuentos de Ryunosuke Akutagawa

Literatura

En este día de Año Nuevo, puesto que no hay muchas cosas que hacer salvo descansar de la dinámica festiva, y ya que llevo un poquito de retraso con algunos temas que tendrían que haber ido apareciendo en este Cuaderno de ruta, voy a redactar una segunda entrada mientras voy viendo un pequeño maratón de animación japonesa que había preparado para este día. Estoy rompiendo algunas tradiciones. Digéramos que estoy como comenzando una década nueva, a pesar de que no hay ninguna cifra relacionada con los años que termine en cero. Y algo que lleva un poquito de retraso es el comentario de mis lecturas. Así que voy con una de ellas. Que no es de un libro. Sería de dos, o simplemente de los diversos cuentos o relatos cortos que nos ofrece un autor japonés de principio de siglo muy interesante, Ryūnosuke Akutagawa.

Hay un motivo muy concreto por el que me interesé por este autor. Y el motivo es que escribió los relatos en los que se basó Akira Kurosawa, muy libremente, para el argumento de su famosa y excelente película Rashōmon.

Las mitologías budistas y sintoistas en el fondo de muchos de los relatos de Akutagawa, así como los animales míticos de las mismas.

Las mitologías budistas y sintoistas en el fondo de muchos de los relatos de Akutagawa, así como los animales míticos de las mismas.

Digo que pueden ser dos libros puesto que hace unos años me regalaron el libro El dragón, Rashōmon y otros cuentos de la editorial Quaterni, del que fui leyendo de vez en cuando algún aquí capítulo según me venía. A estas alturas no puedo recordar si los he leído todos, porque lo fui haciendo esporádicamente y en desorden. En cualquier caso, hace poco me llegó otra colección de relatos del autor, que he estado leyendo hasta hace unas semanas. Releyendo porque tengo la sensación de que todos estaban en el anterior. En cualquier caso, estamos ante colecciones de cuento que tienen tonos y temas muy diversos. Situados todos en Japón, en diversos momentos de su historia antes del advenimiento Meiji, los hay de aventuras, los hay de humor, los hoy de magia y mitología japonesa, los hay de auténtico terror. Leyendo estos cuentos entiendes mejor de dónde viene la rica imaginería que preside los filmes, las historietas y todo tipo de artes y obras procedentes del país del sol naciente. Porque tenemos unas narraciones con una riqueza de descripciones que nos transporta muy vividamente al Japón medieval.

La puerta Rashōmon se encontraba en Kioto, aunque hoy en día yo no existe.

La puerta Rashōmon se encontraba en Kioto, aunque hoy en día yo no existe.

Curiosamente, no me parecen los relatos relacionados con la excelente película de Kurasawa los más destacados, por lo que habrá que atribuir al genio del cine japonés el mérito del interés de su historia. En comparación es muy notable e impresionante su relato de terror, El biombo del infierno. La historia del excéntrico y antipático pintor de corte, de su bella hija y de su duro señor, extremece por su abigarrado, inesperado y horroroso final. Horroroso no por su mala calidad; al contrario, por su excelente calidad al transmitirnos una sensación de horror.

Yo recomiendo sin lugar a dudas la lectura de estos cuentos para acercarse a la literatura y a la imaginería nipona. Se leen bien, son diversos, y muy entretenidos. Una excelente opción para «desengrasar» las fiestas. Aunque para eso quizá sea mejor ponerse una sudadera y unos pantalones deportivos y empezar a quemar calorías.

Kiyomizu-dera - Kioto

No faltan personajes femeninos en las historias de Akutagawa; bellas y delicadas cuando jóvenes, pueden ser verdaderas brujas cuando son viejas y pobres.

 

[Libro] El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas

Literatura

Después de haber leído la última novela de Haruki Murakami, y aunque me gustó, me quedó la sensación de haber leído una obra de las obras que menos se adapta a lo que se espera del autor japonés. Esas combinaciones entre los fantástico y la realidad en las que se mueven sus solitarios personajes masculinos y sus fascinantes mujeres. Y decidí compensarlo leyendo una de sus novelas más antiguas, en la que abundan los elementos fantásticos o de realidades alternativo.

El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas
Haruki Murakami; traducción de Lourdes Porta
Tusquets Editores, 2009
Versión electrónica, 2013

Devórame

Aprovecho una entrada en la que nos movemos por una ciudad e Tokio alternativa, para mostrar unas fotografías de una Zaragoza, que de alguna forma me pareció ese sábado por la mañana como de un universo alternativo.

A capítulo alternos se nos van contando dos historias. La del despiadado país de las maravillas en las que en un Tokio alternativo, un hombre del que desconocemos su nombre trabaja para una organización cuasigubernamental que se dedica a procesar información, y que recibe un encargo de un extraño científico que esconde su laboratorio en las cloacas de la ciudad, amenazado por una organización criminal alternativa, los semióticos, y por los extraños tinieblos que viven en la oscuridad del subsuelo tokiota. Como consecuencia de este encargo todo el mundo de este hombre se verá, acomodado en su soledad de divorciado, se pondrá patas arriba, con la única luz de una interesante bibliotecaria que le ayudará a intentar recomponerlo. En paralelo, un hombre sin nombre también llega a una extraña ciudad, el fin del mundo, rodeada de una alta muralla, donde será despojado de su sombre, que tiene una personalidad propia, y donde recibirá el encargo de leer los sueños guardados en los cráneos de unicornios muertos. Ayudado por una interesante bibliotecaria que, lamentablemente, como el resto de los habitantes de la ciudad, vive feliz y en paz y serenidad, pero carece de corazón. El lector no tardará en sospechar que ambas historias forman parte de un todo, y están muy íntimamente relacionadas.

Sex Shop

«Armado» de la Leica M2 con un el veterano y sencillo pero eficaz Leitz Elmar 50/3,5, con un carrete de saturados negativos en color Kodak Ektar 100, nos movimos bajo una lluvia fina e intermitente, poco habitual en la ciudad.

En esta novela de 1985, sí que estamos ante el Murakami que uno espera, el del realismo mágico, o simplemente fantasía, con toques de ciencia ficción o anticipación, el de los hombres solitarios y con problemas, el de las mujeres enigmáticas y fascinantes, el de las ricas metáforas, el de la música que impregna sus obras, y no sólo la de jazz,… Un novela que bajo la forma de novela negra con tonos de humor no meno negro en ocasiones o de obra de franca fantasía, nos lleva a una reflexión sobre los conceptos de identidad, de la emoción, de la soledad, de las relaciones entre personas y con las mujeres, el de los mundos ficticios que construimos quizá para huir de una realidad que no siempre nos gusta o nos acomoda. Una novela que sigue estando presente una vez que termina su lectura y en la que por apasionante y atrapadora que resulte su trama, es sólo un excusa para explorar una serie de conceptos y sentimientos. Una novela en lo que no importa es el final, relativamente previsible, sino el camino. Un camino lleno de imágenes e imaginaciones muy ricas.

Yo me lo he pasado bomba. Pero ya se dice de Murakami que o lo adoras o lo aborreces. Adivinad en que posición me encuentro yo.

Bajo el paraguas rosa

Que nos sorprendió con notas de color no habituales. Desgraciadamente, Zaragoza no destaca en su conjunto por sus colores. O esa sensación tengo yo. Los echo de menos. Aunque el Tokio de Murakami también resulta un poco gris, salvo el rosa de la «chica gorda», y algunos otros apuntes de color…

[Cine] The Hobbit: The Desolation of Smaug (2013)

Cine

The Hobbit: The Desolation of Smaug (2013), 17 de diciembre de 2013.

Esta película fue vista en versión original en inglés subtitulada en castellano; por ello, conservo su título original. En la cartelera española, es posible encontrarla también doblada al castellano con el título literalmente traducido, El Hobbit: La desolación de Smaug.

La primera película de las tres en las que han convertido la divertida y estupenda novela de aventuras de J.R.R. Tolkien, me dejó relativamente defraudado. Estirada en exceso la historia, con la inclusión de escenas inventadas, no extraídas de la novela original, buscaba mucho el tono épico de su antecesora, la trilogía de The Lord of the Rings (El Señor de los Anillos). Esto eliminaba muchas de las mejores cualidades de la obra literaria, incrementaba innecesariamente la duración de la historia con elementos totalmente prescindibles, y apenas reservaba algunos momentos realmente estupendos, justamente aquellos más fieles a Tolkien. La cena en casa de Bilbo, el episodio de los troles, el desafío de los acertijos entre BilboGollum. No tenía claro si me apetecería gastar en ver la segunda parte, o esperar a su estreno televisivo, para pasar un rato en casa. El dilema se rompió al ser invitado a una visión colectiva, que lleva añadida la diversión de encontrarse con los amigos que siempre está bien. Así que os voy a contar cómo he visto esta segunda parte, y cómo se ha manejado el inefable Peter Jackson.

Tras cruzar las Montañas Nubladas perseguidos por los orcos, las compañía de enanos, con Bilbo (Martin Freeman)Gandalf (Ian McKellen) se refugian en las estancias del hombre-oso Beorn (Mikael Persbrandt) antes de dirigirse hacia la Montaña Solitaria atravesando el Bosque Negro, donde acechan numerosos peligros, y donde el reino de los elfos silvanos con Thranduil (Lee Pace) el trono, padre de Legolas (Orlando Bloom), es hostil a los enanos. Para complicar las cosas, las noticias que ha recibido Gandalf son preocupantes, y deja la compañía para ir a investigar, lo que lo llevará a confrontar al misterioso Nigromante (Benedict Cumberbatch sólo voz) que mora en la fortaleza de Dol Guldur al sur del Bosque Negro.

Empecemos por lo positivo. Esta película esta mejor hilvanada, y es más entretenida que la primera parte de esta forzada trilogía. Es un notable y caro divertimento, película palomitera de buen ver, con bonitos paisajes, y mucha espectacularidad, en la que han conseguido hilar la extendida historia con razonable competencia. En el campo de los efectos especiales, desde luego la estrella es la aparición y acción del feroz dragón Smaug, a quien también pone voz, profunda e intensa, Benedict Cumberbatch, que se multiplica por dos a la hora de dar algo de materia a los malvados de la historia. Pero sigue manteniendo algunos de los problemas o cuestiones negativas de la primera parte, que sospecho van a impregnar al conjunto de la trilogía.

En casa

Hoy, día de quedarse en casa. Me toca de canguro con mi sobrinillo, pero está malito y nos quedamos en casa.

Jackson en un intento de dar un tono épico a una historia que originalmente tenía otro tono y sentido, cambia por completo los valores que transmitía Tolkien en su novela original. En esta, los personajes se meten en líos en los que tienen que pelear. Pero no es su capacidad como guerreros lo que los saca de sus problemas. Es el ingenio, la compasión, la empatía de algunos de los personajes por encima de la violencia lo que les permite seguir adelante en su aventura. De hecho, cuando la novela cierra la aventura con una gran batalla, no es gloria lo que se obtiene sino dolor y pesar. Las guerras traen destrucción y muerte, duelo, sensación de pérdida. En la versión cinematográfica, en aras de una mayor espectacularidad, lo que domina es la acción guerrera. Elfos mortíferos, que tiran muchas flechas, peleas inventadas de los enanos contra el dragón, persecuciones también inventadas de orcos a enanos para aumentar las matanzas con espadas y flechas. Y para atraer a la chicas, supongo, un amorío con un personaje que no sale en el libro Tauriel (Evangeline Lilly), una elfa silvana, no de alta raza como TranduilLegolas, que siente algo por el más «apuesto» y «alto» de los enanos, Kili (Aidan Turner). Lo encajado razonablemente bien, pero todos estos elementos sólo contribuyen a estirar innecesariamente la historia y justificar la trilogía, cuando todo se pudo resolver en una película. Y lo que es peor, para adulterar el sentido y el mensaje que transmite la bella novela original.

Respecto a las interpretaciones, hay que reconocer que esta serie de filmes tiene muchos aciertos en el reparto. Freeman es un hobbit mucho más disfrutable, que el pesado de la trilogía original. Mucho más expresivo, transmite perfectamente, sin necesidad de palabras, los dilemas que pasan por su cabeza. Realmente un acierto. Los enanos en su conjunto están bastante bien. McKellen hace que uno no pueda imaginar ya a Gandalf sin los rasgos del prestigioso actor británico. Bloom es un muy limitado, pero está entretenido. Y algunas curiosidades. Stephen Fry da la nota cómica en un caricaturizado gobernador de Esgaroth. Resulta difícil ver en Lee Pace, el simpático protagonista de Pushing Daisies, como el retorcido rey de los elfos del bosques. Y miedo daba ver a Evangeline Lilly en el reparto. La «perdida» siempre fue la cara bonita y el cuerpo danone de la famosa serie de televisión. Pero sus cualidades interpretativas siempre me parecieron limitadas. Curiosamente, a pesar de ser un personaje metido con calzador, sin mucho sentido, cumple con razonable competencia, y no desentona.

En fin, que sigue pareciéndome una ocasión desperdiciada para haber hecho una buena adaptación de la novela. Respetando el tono y el mensaje, aunque hubiese sido a costa de una orientación totalmente distinta. Pero más allá de eso es un espectáculo razonablemente divertido y entretenido.

Valoración

  • Dirección: *** Bien en todos los aspectos técnicos, y una razonable gestión de la estirada historia.
  • Interpretación: *** Los principales personajes están bien; el resto, de todo hay. Preferible la versión original para disfrutar de la profunda voz de Cumberbatch.
  • Valoración subjetiva: ***  Un producto de entretenimiento. Sin más. Muy caro y espectacular, pero sin más.

En casa

Así que mientras comento esta película estoy rodeado por objetos inusuales en casa, y en la tele aparecen las imágenes de los bonitos dibujos animados del estudio Ghibli; Ponyo, Mononoke, Chihiro,…

[Cine] Hugo (2011)

Cine

Hugo (2011), 24 de febrero de 2012.

Esta película ha sido vista en versión original y por ello se respeta el título original de la misma. También es posible encontrarla en la cartelera española en versión doblada al castellano como La invención de Hugo, título más próximo a la novela de Brian Selznick en la que se basa, The Invention of Hugo Cabret.

Siempre he tenido sentimientos contrapuestos respecto al cine de Martin Scorsese. Veréis. En su momento leí algún libro suyo sobre cine, y me gustaron mucho. Me gustó lo que me contaba, me gustó lo que aprendí, me gustó cómo me lo contaba, y sobretodo, me gustó lo que intuí de la calidad humana del prestigiado director. Sin embargo, no me siento atraído por muchas de las películas que ha hecho. No voy a poner en cuestión aquí su categoría como uno de los directores de referencia de los últimos cincuenta años. Pero a mí, algunas de su obras, incluso de las que son consideradas como obras maestras, no consiguen engancharme. Cosas que pasan. No obstante, con los antecedentes que hemos escuchado de la película que hoy considero, acudimos con entusiasmo a verla.

La actual estación de Montparnasse es un monstruo de hormigón que ha perdido todo el encanto de las viejas estaciones parisinas. Eso sí, los trenes son los rápidos y modernos TGVs.

Nos encontramos en algún momento del período de entreguerras en París, probablemente a principio de los años 30, y el escenario principal de la acción es la imponente estación de Montparnasse, donde continuamente entran y salen los trenes con sus locomotoras de vapor, la gente va y viene y la vida bulle en sus andenes, en sus cafés, en sus tiendas. Y allí, entre pasadizos ocultos a la vista del público vive Hugo (Asa Butterfield), un huérfano que cuida de los delicados mecanismos de los relojes de la estación. Su padre (Jude Law), relojero y conservador de un museo, murió cuando este se incendió, no sin antes haber recogido de sus almacenes un autómata mecánico con intención de repararlo. El niño fue recogido por su tío Claude (Ray Winstone), un borracho que le enseñó a cuidar los relojes de la estación y luego lo abandonó. Hugo obtiene su alimento de los hurtos que realiza en las tiendas de la estación, y las piezas que necesita de la pequeña tienda de reparación de relojes de Papa George (Ben Kingsley) un viejo gruñón, que lo atrapa y le roba la libreta de su padre que le sirve de guía para reparar al autómata. Con la ayuda de Isabelle (Chloë Grace Moretz), la ahijada de Papa George, también huérfana, una ávida lectora de su edad deseosa de correr aventuras, intentarán recuperar la libreta y reparar el autómata. También tendrán que sortear la persecución del amargado inspector Gustave (Sacha Baron Cohen), policía de la estación, dañado físicamente durante la guerra mundial, y enamorado secretamente de la simpática florista de la estación, Lisette (Emily Mortimer). La historia tomará nuevos rumbos cuando descubran que Papa George es George Méliès, uno de los principales precursores del cinematografo como fabrica de narraciones y de sueños, ahora caído en el olvido, y que junto su esposa Mama Jeanne (Helen McCrory) acogió a Isabelle como a su propia hija cuando sus padre murieron.

El borrachín tío Claude aparece ahogado en los muelles del Sena, justo para amargarle la vida una vez más al bueno de Hugo.

Toda la película tiene dos objetivos claros. Por un lado, realizar un monumental homenaje a Méliès como precursor inevitable e ineludible del cine como fábrica de sueños y de aventuras, con su capacidad de alterar la realidad a modo de un prestidigitador, y sumergirnos en mundos y vidas alternativas y apasionantes. Por otro lado, reivindicar este tipo de cine, tanto como parte fundamental de la historia del medio, como dirección a seguir en un futuro para atraer a las miradas más limpias a las salas de cine. No se han escatimado medios. Con una monumental recreación infográfica de la ciudad de París y en especial de la antigua estación de Montparnasse, un rodaje en 3D, que como suele ser habitual nos llama la atención los primeros minutos pero luego pasa a un discreto segundo plano por el interés de la obra y es totalmente prescindible, con una magnífica banda sonora de Howard Shore, con una fotografía impresionante, que creo que se apreciaría mejor sin el malhadado 3D, y con el rescate de una estupenda colección de secuencias de las películas de Méliès, así como de otras figuras de las primeras épocas del cine como Harold Lloyd, Buster KeatonDouglas Fairbanks, u otros muchos que no voy a citar por no ser prolijo.

En las interpretaciones, los niños están bien. Mejor Chloë Grace Moretz, que Asa Butterfield, aunque tiene un papel más insustancial. Formidables Ben KingsleyHelen McCrory. Histriónico, aunque no mal Sacha Baron Cohen. Desaprovechada Emily Mortimer. Como lo está Christopher Lee, en su papel de librero, que alimenta el destino de la niña. O la escasa pero interesante presencia de Jude Law, como padre del chaval. En general, el reparto en su conjunto cumple con buena nota, aunque abrumado por la presencia de los escenarios y los homenajes cinéfilos.

Uno de los modernos TGVs acaba de abandonar la estación de Montparnasse, y recorre los "arrondissements" parisinos antes de salir al campo libre.

¿Qué podemos decir del conjunto del filme como resumen? Podríamos ponernos puntillosos sobre algunas consistencias en el argumento. Sobre algún fallo en el ritmo global del conjunto. Sobre la intrascendencia de algunas historias paralelas. Desde luego sobre la pertinencia de apuntarse a la moda del 3D, que hace mucho tiempo que deseo que sea una moda pasajera, por lo menos tal cual se practica hoy en día. He visto escrito sobre todo esto por ahí. Pero lo cierto es que a mí la película me enganchó y mucho. Soy de los que realmente se deja llevar por la magia del cine, por la posibilidad de vivir las vidas de otros que no somos nosotros, y hacerlo con intensidad. Es una aventura, la de los niños, dentro de otra aventura, la de los pioneros del arte cinematográfico, dentro de la aventura de homenajear esa forma de hacer cine y de proponer su perdurabilidad en el futuro. Y yo me apunto. Y además, el filme consigue emocionarme profundamente, hasta el punto de que se me humedezcan los ojos en varios momentos del largometraje. Pero con una emoción sincera y aceptada, y no forzada como hacen otros cineastas de renombre. Así que sin duda, esta película va a quedar como una de mis favoritas. Durante mucho tiempo. Ya me apetece volver a verla para rescatar muchos de los detalles que seguro que se me han perdido. U otros que no. Que alegría ver un a modo de Django Reinhardt tocando en la cafetería de la estación. Por poner un ejemplo. Qué bien. De verdad. Y los trenes, muchos trenes. Y los homenajes a algunas viejas fotografías del pasado. Y la belleza de la mecánica. Ya me callo.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: *****

Hay cosas que no cambian, aunque la película la dirija Scorsese; en una película de producción norteamericana, París es una película en la que, te pongas como te pongas, desde cualquier punto de vista, siempre se ve la Torre Eiffel.

Kick-Ass (2010)

Cine

Kick-Ass (2010), 8 de junio de 2010.

Es curioso. Vi el avance de esta película hace un tiempo y nunca pensé que acabaría viéndola. De superhéroes adolescentes, basada en una historieta y con Nicolas Cage en el reparto. Realmente, la probabilidad a priori de encontrar una motivación suficiente para caminar hasta la sala de cine y pagar una entrada por un producto así me parecía suficientemente próxima a cero como para pensar en ella. Y de hecho, se me olvidó tal cual. Pero en las últimas semanas me sorprendieron las numerosas críticas positivas. La única negativa la leí ayer por la noche, después de ver el filme. Y ayer teníamos la tarde un poco histérico-gamberra. Y nos metimos a verla.

Dirigida por Matthew Vaughn, la cosa empieza como una película americana de institutos, con el típico pardillo (Aaron Johnshon) al que no hace nadie caso, que le gustan las historietas, y que sufre abusos diversos por todo tipo de gente. En una de estas, se le ocurre que alguien debería plantearse ser un superhéroe para hacer un poco de justicia para la gente común. Se busca un traje,… el más horrible que uno se pueda imaginar, sale a la calle, y le dan una paliza y una cuchillada que casi lo matan. Pero el tema no queda ahí. Reincide y llama la atención de dos auténtico justicieros con disfraz, un tipo (Nicolas Cage) con su hija de 11 años (Chloë Moretz) que se están entrenando para acabar con un mafioso (Mark Strong) que les amargó la vida en un momento dado. Este tiene un hijo (Christopher Mintz-Plasse), el típico hijo tonto de mafioso, que también entra en el negocio de los héroes en pijama. Por supuesto, están los amigos del pringado, tan pringados como él, y una niña mona del instituto (Lyndsy Fonseca) con la que tras una serie de vicisitudes acabará triunfando, en todos los sentidos de la palabra.

La gracia de la película es que es una total y absoluta parodia del género del superhéroe, que se combina con dosis de comedia juvenil normal, y al mismo tiempo es una película de acción con dosis de violencia explícita y gore muy superiores a las películas que busca parodiar. Con un guion razonablemente ágil, vemos pasar las distintas peripecias entre la incredulidad y la sonrisa (a mí en ningún momento me sacó la carcajada), con algún tono de amargura de vez en cuando. Técnicamente, bien realizada como casi todos los productos norteamericanos.

En el campo de la interpretación, es de las pocas películas en las que he visto a Cage contenido y eficaz. Lo cual es una novedad agradable. También son notables las interpretaciones de los malos de la películas, especialmente de Strong. Los pardillos y la chica mona cumplen sin más, puesto que resultan ser todo, incluso el presunto protagonista, personajes secundarios al que realmente se lleva el foco de la película y del espectador. Y este personaje que se come a los demás es el de la niña convertida en máquina de matar, interpretada como hemos dicho por Chloë Moretz, y que es una mezcla de candidez infantil y personaje tarantiniano o matrixiano cuando se pone borde y se lía a balazos con todo dios. La disociación entre la imagen de la niña y sus acciones es lo que mantiene entre epatado y emocionado al espectador, sentado y atento en su butaca.

Resumiendo, un producto entretenido, superior en general a la mayor parte de las películas del género al que parodia, pero que tampoco es tan allá como en alguna crítica que he leído. Buena parte del mérito, como ya he dicho, la niña. Sospecho que habrá una segunda parte, que habrá perdido el factor sorpresa, y que será absolutamente prescindible. Pero mientras, quien quiera pasar un rato razonablemente divertido, en este principio de verano con una cartelera tan pobre, esta es una opción más que razonable.

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva:
***

El monstruo y la anciana

Un malo en las calles de Zaragoza amenaza a una ancianita; que venga Hit Girl y lo elimine - Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8