[Fotocomentario] Amores a los seres vivos que a veces me incomodan

naturaleza

Durante unos días en una semana del mes de octubre, en los últimos años, en el Museo de Zaragoza se realiza una exposición de bonsáis en su patio, al mismo tiempo que se inaugura una exposición temporal de arte asiático, japonés por regla general, que permanecerá en sus salas durante unas semanas o unos meses. Y yo me suelo pasar. Más por la exposición de arte asiático que por los bonsáis. Las coloridas láminas de xilografías, del estilo de las ukiyo-e y similares, me gustan mucho. Así que este año también, me pasé un par de días a visitar las exposiciones, y de paso hacer unas fotos.

Los datos técnicos de las fotos, de las que habrá una segunda parte en color, los podéis encontrar en Bonsáis con película de alta sensibilidad (I) – Hasselblad 500CM con Ilford Delta 3200 a IE 1600.

Pero las exposiciones, y las fotos, me hacen reflexionar sobre estas aficiones. Realmente, algunas de estas plantas resultan muy bonitas, muy atractivas. Y el trabajo para presentarlas de esta forma me parece admirable. Pero por otra parte, no puedo olvidar el aspecto de estos árboles en su medio natural. Olivos, arces… lo que sean. Hay algo que no me encaja. Me pasa lo mismo con los perros domésticos. No tengo plantas ni mascotas animales. No porque no me gusten. Al contrario… me parecen estupendos. Pero considero que hay que responsabilizarse de ellos con entrega y talento. Y no sé si puedo ofrecer lo primero y si dispongo de lo segundo. Pero si pudiese tener una perro o un gato domésticos, creo que me gustaría uno con unas características lo más cercanas posible a su estado natural. Esto es un imposible. Todas las razas domésticas son resultado de siglos de selección genética por parte de sus criadores. Y se alejan en muchas ocasiones mucho del aspecto de los lobos, la versión salvaje de los perros. En el caso de los gatos, no se alejan tanto del aspecto del gato montés, su versión silvestre. Y, sobre todo en el caso de los perros, esas razas tan modificadas, que me parecen deformes, y que, por lo que he leído, pueden sufrir graves enfermedades por la obsesión por la «pureza de sus características raciales», me dan grima. Odio el concepto de «pureza racial», lo apliquemos a lo que lo apliquemos. Y además, especialmente en el ser humano, no tiene base científica en la que sustentarse, es un peligroso constructo de algunas sociedades, que hace más daño que otra cosa. La belleza está en lo que es libre. En lo que es resultado de la natural adaptación al medio. O eso me parece a mí.

[Fotocomentario] «Pasamos muy buenos ratos, echando pan a los patos…

naturaleza

… y cuanto más pan echamos, mejores ratos pasamos.»

Anónimo

Esta era la cancioncilla que cantábamos de adolescentes y hacíamos, más que el pato, el ganso. Parece como un pasatiempo nacional que si hay un curso de agua, o estanque, la gente, especialmente los mayores o quienes pasean con niños, se dedique a alimentar con sobras o con pan a las aves como patos y gansos. También están los que alimentaban con granos a las palomas en las más céntricas plazas de la ciudad. Las cuales, con el alimento fácil y asegurado, acaban por convertirse en una plaga para la propia ciudad.

Y la tendencia no parece cambiar. Cuando decido hacer ejercicio, caminando un buen rato y a buen ritmo, varias de mis rutas habituales discurren a orillas del Canal Imperial de Aragón. Y no es infrecuente encontrar rincones llenos de basura y excrementos de las aves por ser los lugares donde las gentes se dedican a alimentarlas. Cuando uno viaja por el resto de Europa, lo habitual es que encuentre avisos a la población informando que eso es algo que bajo ningún concepto se debe hacer. Por varias razones. Dos ya las he mencionado; por motivos higiénicos, para evitar acúmulos de desechos, y para evitar que estos animales se conviertan en plagas. En el caso de las palomas, con sus corrosivos excrementos, generan cuantiosos daños. Trabajé en hospital en Huesca que, cuando se producían tormentas torrenciales, el agua que caía sobre el tejado arrastraba estos desechos, que atascaban las bajantes de desagüe y producía eventualmente peligrosos desbordamientos que afectaban a las áreas de hospitalización donde estaban los enfermos.

Pero estos usos también afectan negativamente a las aves, ya que los alimentos que se les proporcionan en esta actividad lúdica están desequilibrados para sus necesidades. Y además de que pueden convertirse en plaga por su mayor capacidad para reproducirse, también pueden enfermar o transmitir enfermedades. Recuerdo los avisos que había a orillas del Ródano cuando desaguaba el lago Lemán en Ginebra: «No alimenten a las aves; son lo suficiente listas como para buscarse la alimentación que necesitan por su cuenta». Y los ginebrinos, respetaban estas señales. Aquí, el ayuntamiento de la ciudad, ni siquiera se cosca de que conviene incluir estas advertencias. Algún día aprenderemos. Quizá. Tal vez.

Las fotos de hoy proceden del rollo que describo en Viejas conocidas con garantía de resultado – Leica CL con Summicron-C 40 mm y Kodak ColorPlus 200.

[Fotos] Paseando Zaragoza un tremendo teleobjetivo

Fotografía

No soy yo muy de usar objetivos con focales muy largas, salvo en algún espectáculo deportivo y en la naturaleza. Y aun así, no tengo muchos teleobjetivos largos. Recientemente me prestaron uno durante unos días, y he estado paseando por la ciudad, con madrugón para ver la salida del sol incluido, mientras los utilizaba.

Los detalles técnicos en Ensayando un teleobjetivo de focal variable para fotografía digital, montura micro cuatro tercios. Para quienes no os interesen, os dejo algunas fotos.

[Fotos] Safari callejero; y no es una aventura de Mortadelo y Filemón

Fotografía

Después de 40 horas de impasse metido en un hospital, reanudo mis actividades más o menos normales. Y lo hago rescatando las fotografías del safari callejero que junto con otros habituales del grupo de Flickr Fotógrafos en Zaragoza realizamos el domingo, con la guía de los amigos de Gozarte. Pero si Safari callejero fue una demencial y divertida aventura de Mortadelo y Filemón publicada cuando yo todavía era un niño, este safari callejero que nos ocupa ha sido también divertido, pero más instructivo. Os lo cuento en fotos.

Un gallo en la Seo

Comenzamos nuestro safari callejero por la plaza de La Seo, y los primero animales que cazamos son gallos. Como el que encontramos a las doce del reloj de la torre de la Seo.

Un gallo en Don Jaime

O si miramos en dirección a la calle Don Jaime I, podemos encontrar otro gallo en la veleta de uno de los edificios más significativos de esta calle.

El caballito del minutero

Es imprescindible pasar a saludar al Caballito del Minutero, detrás de la Lonja, siempre escuchando las entusiastas explicaciones de Carlos, nuestro guía de GozArte.

El caballito del minutero

Carlos siempre lleva ilustraciones para complementar las explicaciones y lo que se ve en la actualidad. Por ejemplo, una fotografía realizada por Ángel Cordero a unos niños y su padre en el caballito original.

Los leones del puente de Piedra

El animal por excelencia de Zaragoza es el león, que aparece en su escudo de armas y en muchos lugares de la ciudad. Fundamentales son los que flanquean el puente de Piedra, como especialmente representativos.

Pescados en el Pilar

No queda claro si los peces que sujetan los querubines de las fuentes de la plaza del Pilar tienen que ver con el hecho o no, pero en tiempos pretéritos, en la plaza del Pilar se instalaba el mercado del pescado.

Un carnero en el Pilar

En el escudo del cabildo de Zaragoza que encontramos en la fachada del Pilar, aparece un carnero, representativo de una de las dos catedrales de la ciudad, la Seo.

Aficionados a la fotografía y la Seo

En nuestro desplazamiento de un lugar de interés a otro, atravesamos la inmensidad de la plaza del Pilar en un día que comenzó gris, pero se fue aclarando y haciendo más agradable.

Juan el Bautista sin su carnero

En la hornacina donde está Juan el Bautista de San Juan de los Panetes debería encontrarse también el carnero que le suele acompañar en sus representaciones artísticas.

Un carnero en el Mercado Central

Y un carnero, entre otros numerosos animales, encontramos en los aleros del Mercado Central.

Detras, Cesaraugusto sin su rana

Estamos un buen rato en el Mercado Central con todo tipo de explicaciones. Que incluyen el porqué de la rana que hacía compañía al Augusto de Prima Porta, y que ahora han quitado, para disgusto de los vecinos de la ciudad que reivindican su devolución.

Pavo y serpientes en el caduceo de Mercurio

En el Mercado Central es evidente para todos el pavo, pero no tanto las serpientes en el caduceo de Mercurio, dios del comercio, que se puede ver en los arcos de hierro que conforman la estructura del mercado.

El león de la ciudad

Tampoco falta el león, simbolo de la ciudad, en la decoración del Mercado Central.

Un pajarito en el Mercado central

Y si nos fijamos bien, en el capitel de la izquierda encontramos un pajarillo atravesado por una flecha.

Las serpientes del caduceo de Mercurio y las laboriosas abejitas en el Mercado Central

En el lateral del mercado, de nuevo el caduceo de Mercurio con las dos serpientes, pero también las abejas que representan a los laboriosos comerciantes.

Estos grajos no formaban parte del safari pero aparecieron por ahí

Estos grajos, detrás del palacio de la Audiencia, no forman parte de las explicaciones de la visita; pero no dejan de formar parte de la fauna de la ciudad.

Grifos en la imprenta Tomás Blasco

Y en la antigua imprenta de Tomas Blasco, encontramos grifos, animales fabulosos en su mitad águilas y en su mitad leones.

Recordando los grandes almacenes El Águila en la calle Alfonso I

En la calle Alfonso I paramos a recordar los Grandes Almacenes El Águila, en cuya parte superior, como nos muestra Carlos en la foto, había una gran rapaz, hoy desaparecida.

Un león alado de San Marcos, y qué tiene que ver Zaragoza con Venecia

Me hace ilusión que el león alado de la Serenísima República encuentre sitio en nuestra ciudad, y Carlos nos explica porqué en determinada zona de Zaragoza hay tantas referencias a la ciudad de Venecia. Todo porque en el canal, antaño, había una góndola. Como en la ciudad del Adriático.

El león alado de San Marcos en el edificio de la Adriática

Y hablando del Adriático, en el antiguo edificio de la Adriática, una compañía de seguros, es donde encontramos al león alado de San Marcos, símbolo de la República Serenísima.

Diversos animales, incluidos elefantes, en el triunfo romano del Palacio de la Audiencia

Finalmente, en la puerta principal del palacio de los condes de Morata, actual sede del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, encontramos los animales de un triunfo romano, y entre los cuales, unos elefantes fortificados como los de la India.

Despedida y cierre

Y aquí, delante de la Audiencia, se despide el paseo; sólo queda tomarse el vermú en una terraza aprovechando que ha salido el sol, y comentar la actividad.

[Fotógrafo] Nick Brandt

Fotografía

He estado dudando sobre si esta entrada tenía que recomendar el libro que me llegó ayer o al fotógrafo que tiene «la culpa» de que exista. Finalmente, he decidido que el reconocimiento lo merecía el fotógrafo aunque comente algo del libro.

Nick Brandt fotografía en África. Y fotografía animales. Normalmente, a la gente les resultan muy espectaculares las fotografías de animales tipo «national geographic». Fotografías en color, con puntos de vista novedosos, con animales en plena acción. Resultan espectaculares. Pero curiosamente, vemos muchas de esas, las asumimos con la curiosidad documental natural, quienes sabemos un poquito de fotografía admiramos la calidad técnica conseguida, y seguimos adelante. Son muy buenas fotografías, lo reconocemos y ya está. Sin embargo, con Brandt, el enfoque es totalmente distinto. Con sus imágenes en blanco y negro, suavemente viradas en tonos cálidos, observamos a los animales envueltos en un entorno auténticamente poético. Suelen estar en actitudes calmadas, tranquilas,… No son imágenes del drama de la vida, de cazadores y cazados y estas cuestiones. Son animales en armonía con su entorno, con quienes les rodean, y en gran formato.

Creo que lo mejor es que lo veáis, asomándoos a los porfolios del autor. Merece la pena. Yo creo. Es distinto de lo que se ve habitualmente.

A sí, el libro. A Shadow Falls. Gran formato. 39,2 cm x 31,2 cm. No más de una fotografía por página y muchas veces fotografías a dos páginas. Con buena calidad de impresión. Una delicia.

En los alrededores de Castiello de Jaca

A falta de manadas de elefantes en África, rebaños de ovejas en el Pirineo aragonés - Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8

Sexo bestial

Humor

Hoy estaba yo con ganas de que me subieran un poco el ánimo. Un poco líado llevo yo el principio de año. Y he aquí que llego a casa, veo un ratito la tele, me relajo, me pongo a repasar las novedades en algunos blogs, y he aquí que en el de esta chica que me recomendaron hace poco, Dadanoias, y al que había hecho más bien poco caso me enseña un anuncio que me ha hecho reír un rato.

Así que os lo dejo. A ver si nos pone de buen humor a todos.

En la foto de hoy, siguiendo con mi serie en la nieve, una variante de una foto que puse el domingo, pero que me gusta más.

Estación - Andén principal

Nevada en la estación de Villarreal de Huerva - Canon EOS 40D; Tokina AT-X Pro 12-24/4