Como ya he comentado en ocasiones anteriores, durante el mes de marzo realicé frecuentes visitas a la floración de las bulbosas (tulipanes, narcisos y algún iris) y de los cerezos japoneses ornamentales en el Parque Grande de Zaragoza. Quería explorar el rendimiento de distintos medios de adquisición de la imagen, digital y película fotográfica tradicional con estos motivos florales.
Los detalles técnicos de las fotografías de hoy los podéis encontrar en Sakura y tulipanes – Canon EOS 3 y Kodak Portra 400. Y son de las mejores que han resultado en rendimiento del color y de los tonos. Aunque prefiero otras. En fin, os dejo unas cuantas fotos para que valoréis.
En primavera hay más oportunidades para salir al aire libre para hacer fotos. Y eso lo podemos ver en las actividades de las últimas semanas. Como cuando salimos a fotografiar la maratón, de lo que ya os hablé, aunque también con película tradicional como os muestro ahora.
También con fotografía de naturaleza. Ambas, situaciones en las que es necesario usar teleobjetivos, que son más pesados y complejos de usar, desde un punto de vista físico, que los objetivos normales o los grandes angulares.
Sí. Este año he fotografiado los tulipanes y los narcisos del Parque Grande de Zaragoza, también algunos iris, de formas muy diversas. Y también con el superior negativo del formato medio fotográfico, casi cuatro veces más grande que el más habitual 24 x 36 de la película de 35 mm.
Como todos los años, ya se está preparando la exposición anual de las fotos de los socios de la Asociación Aragonesa de Fotógrafos de Naturaleza ASAFONA. En esta exposición, que se suele celebrar en el mes de septiembre, coincidiendo con las jornadas de la asociación, los socios pueden remitir una de sus fotos para ser expuesta en compañía de las de otros compañeros. Ahora no recuerdo si es la tercera o la cuarta vez que participo. Por supuesto, el tema de la exposición es la naturaleza en sus diversas vertientes; paisaje, flora, fauna, etcétera.
El cometa C/2020 F3 (NEOWISE) era una opción muy representativa del año. Dejando aparte el coronavirus y otros accidentes.
Cuando me hice socio, en las dos primeras convocatorias en las que tuve ocasión, no participé. Vamos a ver… aunque soy socio de esta asociación, que me ha aportado cosas interesantes, aunque no sea uno de los miembros más activos ni mucho menos, no me considero fotógrafo de naturaleza. Lo cual no quiere decir que la naturaleza no esté representada en mis fotos. Pero no me considero especializado en esta modalidad, ni mucho menos. De hecho, en la página web de la asociación, los socios podemos tener nuestra galería de fotos. Y la mía es temática; hablo, con fotos, del impacto del ser humano en el paisaje con una perspectiva histórica. Y es que ese sí es un tema que me interesa, el paisaje alterado por el ser humano, generalmente para mal, aunque no siempre.
Paisajes marinos y volcánicos en la isla de la Palma, toma fotográfica digital.
La cuestión es que, desde que participo en la exposición, el acto de escoger una fotografía para la exposición es una actividad que me estresa. Mira tú que tontería, se dirán algunos… ¡pues sí! Como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes. En primer lugar, pocas veces hago fotos pensando en la foto individual. Generalmente, hago fotos pensando en un conjunto. Para contemplar varias de ellas que me cuentan algo, o representan un lugar, o un fenómeno, por lo que las fotos aisladas nunca me satisfacen por completo. En segundo lugar, me siento inseguro sobre si lo que a mí más me apetece exponer es lo más apropiado. Y si lo que me gusta a mí, complacerá al público que lo observe… lo cual quizá hable de mis inseguridades y de mis dependencias que de mi actitud como aficionado a la fotografía. En tercer lugar, me cuesta decidirme por una. ¿Elegiré una composición más clásica? ¿Buscaré otra más arriesgada? ¿Naturaleza pura o alterada por el ser humano?
Paisajes marinos y volcánicos en la isla de la Palma, toma fotográfica con película tradicional.
Finalmente, mi proceso consiste en repasar las fotos realizadas en el año anterior, desde la anterior convocatoria, seleccionar unas quince o veinte, y luego ir eliminando. Hasta que de alguna forma, me quedo con la que en ese momento me convence más. En esta entrada de hoy, os presento las candidatas. Proceden de los tres viajes que hice en 2020, con un predominio masivo del viaje a la isla de la Palma, porque fue el más orientado a la naturaleza, y alguna del cometa C/2020 F3 (NEOWISE), que nos alegró el cielo estival. Bueno, en realidad, del viaje a Portugal no hay nada, porque entre que fue un viaje muy urbano y que perdí la cámara digital… lo poco que tengo de la ría de Aveiro y playas adyacentes no dan la talla. No os digo cuál he elegido. Eso, lo tendréis que saber visitando la exposición. En septiembre, en la Agrupación Artística Aragonesa, en la calle de Mariano Lagasca 23 de Zaragoza.
Parque Nacional de Doñana y áreas adyacentes, toma digital y con película tradicional.
Cuando he ido a mirar qué recomendaciones fotográficas tenía recogidas de esta última semana, me he encontrado con que sólo había una. Tres enlaces, pero todos relacionados con el mismo fotógrafo. Y es que esta semana he estado centrado en otros aspectos de mi tiempo libre de los que espero contaros algo en las próximas semanas. Quizá en los próximos días. No sé. Igual me estoy embarcando en algo que no lleva a ninguna parte. Salvo gastar algo de dinero. Nada exagerado,… y además uno de los objetos implicados es en la práctica un regalo… pero bueno. Ya os contaré.
Así que para no dejar en blanco el domingo en mi Cuaderno de ruta, os pondré unas cuantas fotografías realizadas ayer en el Parque Grande de Zaragoza. En realidad, salí a pasear con un objetivo principal que tenía que ver con mi Leica M6 y un rollo de película de un tipo que no he usado nunca. Pero por si acaso, eché también una cámara digital a la mochila. Y cuando me encontré con el evento Zaragoza Florece en el Parque Grande, dejé la Leica, que no era conveniente por ir en blanco y negro, para fotografiar el colorido del evento floral, y saqué la cámara digital que iba con un objetivo de focal variable bastante competente.
El evento me pareció un poco… no sé… caótico. Como planificado con cierta premura en torno a la avenida de San Sebastián, el quiosco de la música y la escalinata del Batallador. Puede que haya influido el problema de la pandemia. Pero se me antoja que al concentrar instalaciones en poco terreno, acumulan más a la gente que si estas estuvieran dispersas por todo el parque. No sé. Es lo que se me ha ocurrido. Porque gente había bastante. Y la que llegaba cuando me fui. Porque yo soy relativamente «madrugador». En fin, lo dicho. Os dejo con las fotos. Por cierto, estaría bien que hubiese puesto cartelitos de interpretación sobre qué tipos de flores contemplábamos en cada momento. Y el busto de Goya, no hice foto, me pareció un horror.
Me llegó hace unos días el resultado del revelado de un carrete de película tradicional en blanco y negro que use en mi excursión por Taxeras y en la visita al circuito de Motorland. Sigo muy satisfecho con estas fotografías. Los detalles técnicos fotográficos los podéis encontrar en De la montaña a los circuitos de carreras con una Leica M2 + Ilford XP2 Super 400. Pero aquí os voy a dejar algunas fotos de estos días.
De Zuriza a Taxeras
Campeonato de España de Motocross en Motorland Aragón
Ya hace casi dos semanas de esta actividad fotográfica, un paseo por la antigua Expo 2008 y Parque del Agua de Zaragoza, para observar aves, convocada a través de distintos grupos de fotografías de Zaragoza en las redes sociales. Los detalles técnicos los podéis encontrar en Desempolvando el teleobjetivo para fotografiar aves – Canon EF 200/2,8L USM con duplicador.
Aquí os dejo algunas de las fotografías de esa mañana de domingo, muy agradable para pasear, aunque con una luz un poquito dura para fotografiar.
Hoy es viernes, día de la semana en el que menos suelo actualizar este Cuaderno de Ruta… es como si fuese mi día de descanso a estos efectos. Hoy es el día de Navidad, uno de los días del año que personalmente acojo con menos entusiasmo. Hoy es el enésimo día en el que la niebla cubre y aburre Zaragoza en lo que llevamos de mes, lo cual me ha llevado a estar muy inactivo fotográficamente, entre otros motivos… Hoy por lo tanto, era un día apropiado para dejar descansar este Cuaderno de Ruta.
Pero he recordado que tengo unas cuantas fotografías en barbecho, tomadas con la veterana Voigtländer Perkeo II y película negativa en blanco y negro Kodak Tri-X para formato medio de tipo 120. Y que no han aparecido todavía por aquí… Así que por qué no… Siempre está bien recordar algunas de las maravillas naturales que nos quedan por aquí.
(Esta imagen anterior tiene una doble exposición accidental… pero he decidido que la pongo igual…)
Yo conozco el lugar desde hace más de treinta años, y quizá por eso, porque en su momento lo visité con frecuencia ahora igual hacía veinte que no lo pisaba. Está relativamente cambiado. Ahora es un espacio protegido y por ello hay más presencia de la vegetación natural. Por otra parte, en su proximidad se han realizado una serie de instalaciones para entretenimiento cultural de los visitantes, que compensa que algunos accesos están cerrados para proteger a la fauna natural.
Hoy había otro aliciente. El río Ebro está desde hace unos días con una fuerte avenida y desconocíamos en qué medida estaría inundado el lugar por el aumento del caudal del río. Al final ha sido una experiencia mucho más divertida de lo que pensábamos.
Os lo cuento con fotografías.
Hemos comenzado la mañana, tras trasladarnos al lugar, visitando el Jardín de Piedras.
Este es un jardín en el que se han instalado círculos con las rocas más representativas de la geografía de todo Aragón, y con explicaciones sobre las mismas.
Aunque no sólo piedras encontramos en el jardín. También hay estanques y otros elementos ornamentales.
Las más llamativas, las grandes piedras de sal gema.
Después nos hemos dirigido a los galachos. A poco de salir del jardín, hemos empezado a encontrar algunos campos parcialmente inundados.
Cuando llevábamos la mitad del recorrido, nos hemos encontrado con los caminos totalmente impracticables.
No nos hemos desanimado, y nos hemos encaramado a una acequia que transcurría por una tubería, y que nos permitía salvar la inundación.
Pronto hemos llegado al lugar donde antaño acampábamos para pasar el fin de semana; contenida el agua por una defensa de hormigón, la pradera se encontraba sumergida por entre un metro y medio de agua.
Hemos seguido avanzando por la defensa de hormigón a la que faltaban apenas 20 centímetros para que fuese sobrepasada por el nivel del agua.
Así hemos llegado hasta la caseta de observación de la naturaleza en el punto donde el galacho conecta con el Ebro.
La caseta estaba rodeada por las aguas, salvo por el murete de hormigón por el que hemos llegado.
Y el paisaje que nos esperaba a través de sus ventanas era impresionante.
Normalmente, los galachos son zonas húmedas no conectadas con el río, salvo cuando en situaciones como la de hoy sufren las inundaciones que los alimentan y les dan variedad biológica. Este es el punto en el que el galacho conecta con el río Ebro, aunque hoy era más difícil distinguir los límites entre uno y otro.
Ya de vuelta, hemos comprobado que la primavera está anunciando ya su llegada en estas latitudes.
Incluso hemos usado los objetivos macro para fotografíar algunas de las flores. No en vano, llevamos ya unos días esta semana en los que las temperaturas diurnas están alcanzando ya los 15 ºC.
Para terminar la mañana, hemos tenido una tertulia en la cafetería del lugar, y nos hemos hecho la fotografía de grupo de rigor ante el Palacio de la Alfranca, también conocido con Casa Palafox, ya que perteneciendo a los duques de Ayerbe, fue el lugar donde el general Palafox se alojó cuando acudió a ponerse al frente de la defensa de Zaragoza ante la agresión e invasión de los ejércitos franceses del tirano Napoleón. No es que yo piense que defender la ciudad como se hizo fuera buena idea, pero desde luego, Napoleón era un tirano que llevó el sufrimiento de la guerra durante años por toda Europa. Nunca entenderé porque los franceses lo consideran todavía una gran figura, digna de homenaje.
Las Canteras es la zona de terreno elevado entre Almudévar y la Hoya de Huesca. Paso por ahí todos los días yendo a trabajar; es la principal «dificultad montañosa» entre Zaragoza y Huesca. Lo cual no es decir gran cosa. Una subida de kilómetro y medio por el lado de Almudévar y un descenso más largo, de unos tres kilómetros hacia la Hoya. En lo alto, una meseta con campos cultivados de secano. En algunos momentos durante el año, cuando se pone verde en primavera, o cuando coincide mi paso con el alba, está realmente bonito.
Pero este martes, además se puso «entretenido». Una nevada que afectó durante la noche del lunes y la madrugada del martes a la provincia de Huesca, hizo que durante un tiempo fuese necesario el uso de cadenas para atravesar esta pequeña dificultad, que normalmente no merece ni siquiera este nombre dado que es atravesada por la autovía A-23. Cuando llegué yo, ya había hecho una primera pasada la quitanieves, y en fila y a 40 km/h pasamos sin necesidad de por los herrajes en las ruedas.
A la vuelta, la carretera estaba totalmente limpia, pero la temperatura había subido muy poco, y se conservaba gran parte de la nieve. La casualidad quiso que mientras en la Hoya de Huesca estaba nublado, y lo mismo sucedía entre San Jorge y Zaragoza, justo en las Canteras y en Almudévar luciese un sol, que tamizado por algunas nubes, nos proporcionaba una luz razonablemente suave y agradable. Y como llevaba la Fuji encima… Pues aquí tenéis unas fotos. Que podéis ver en conjunto en el correspondiente álbum de Flickr.
Una consecuencia desagradable del fracaso del obturador de la Canon EOS D60 y su sustitución por una EOS 10D es que mi antiguo y baqueteado Sigma 28 mm f/1,8 no es compatible con la nueva cámara. Es el inconveniente de tirar de marcas independientes. Si las especificaciones de la marca original varían, corres el riesgo de que las cosas no funcionen.
Un 28 mm con una cámara de captor tamaño APS-C se comporta como un objetivo estándar, aproximadamente una focal equivalente de 45 mm respecto al formato tradicional de película de 35 mm. Y me gusta tener una focal fija luminosa. Lo más luminoso en estas focales que se puede obtener con un objetivo de focal variable suele ser f/2,8, lo que es menos de la mitad de luminoso que el f/1,8. Como no son baratos, me meto en eBay y gano la subasta del Canon EF 28mm f/1,8 USM que ofrece un tipo del Reino Unido. Me ahorro un 40% del precio aproximadamente. Está en muy buen estado.
Ayer sábado, salgo a probarlo por mi ruta tradicional por la orilla del Canal Imperial de Aragón en Zaragoza.
Plátanos a orillas del Canal Imperial de Aragón, Zaragoza
Por la tarde, decido salir a fotografíar algo con más enjundia. Hace unos días, el Heraldo de Aragón saca un reportaje sobre yacimientos arqueológicos íberos en el Bajo Aragón y otras comarcas de la provincia de Teruel. Ya fue muy agradable pasear por el yacimiento del Cabezo de Alcalá en Azaila, alguna de cuyas fotografías publiqué en este Cuaderno de Ruta. Decido repetir con otro. Consulto la página Íberos en el Bajo Aragón, y escojo el yacimiento de La Guardia en Alcorisa. Se me olvida la hoja con las indicaciones para llegar en casa. No está señalizado. Lo busco por la orilla equivocada del río Guadalopillo. No encuentro a ningún lugareño a quien preguntar. Frustración que se ve paliada por la buena luz del atardecer, por lo que me dedico a fotografíar el paisaje de almendros y olivos y la puesta del sol.
Hoy ha amanecido nevando en Zaragoza. Supongo que no cuajará. La temperatura no es extremadamente baja, y la nieve es muy húmeda. Pero por el camino hacia Huesca, en amplas zonas entre Gurrea y Almudévar, una fina capa de nieve cubría los campos. Si las temperaturas se mantienen bajas, mal pinta para los almendros que hace un par de semanas estaban en flor, como habéis ido viendo en las imágenes que he subido estos días atrás. A ver si al mediodía está en condiciones de tomar alguna foto camino de casa.
Almendro en flor en los alrededores de Almudévar, Huesca