[Fotocomentario] «Pasamos muy buenos ratos, echando pan a los patos…

naturaleza

… y cuanto más pan echamos, mejores ratos pasamos.»

Anónimo

Esta era la cancioncilla que cantábamos de adolescentes y hacíamos, más que el pato, el ganso. Parece como un pasatiempo nacional que si hay un curso de agua, o estanque, la gente, especialmente los mayores o quienes pasean con niños, se dedique a alimentar con sobras o con pan a las aves como patos y gansos. También están los que alimentaban con granos a las palomas en las más céntricas plazas de la ciudad. Las cuales, con el alimento fácil y asegurado, acaban por convertirse en una plaga para la propia ciudad.

Y la tendencia no parece cambiar. Cuando decido hacer ejercicio, caminando un buen rato y a buen ritmo, varias de mis rutas habituales discurren a orillas del Canal Imperial de Aragón. Y no es infrecuente encontrar rincones llenos de basura y excrementos de las aves por ser los lugares donde las gentes se dedican a alimentarlas. Cuando uno viaja por el resto de Europa, lo habitual es que encuentre avisos a la población informando que eso es algo que bajo ningún concepto se debe hacer. Por varias razones. Dos ya las he mencionado; por motivos higiénicos, para evitar acúmulos de desechos, y para evitar que estos animales se conviertan en plagas. En el caso de las palomas, con sus corrosivos excrementos, generan cuantiosos daños. Trabajé en hospital en Huesca que, cuando se producían tormentas torrenciales, el agua que caía sobre el tejado arrastraba estos desechos, que atascaban las bajantes de desagüe y producía eventualmente peligrosos desbordamientos que afectaban a las áreas de hospitalización donde estaban los enfermos.

Pero estos usos también afectan negativamente a las aves, ya que los alimentos que se les proporcionan en esta actividad lúdica están desequilibrados para sus necesidades. Y además de que pueden convertirse en plaga por su mayor capacidad para reproducirse, también pueden enfermar o transmitir enfermedades. Recuerdo los avisos que había a orillas del Ródano cuando desaguaba el lago Lemán en Ginebra: «No alimenten a las aves; son lo suficiente listas como para buscarse la alimentación que necesitan por su cuenta». Y los ginebrinos, respetaban estas señales. Aquí, el ayuntamiento de la ciudad, ni siquiera se cosca de que conviene incluir estas advertencias. Algún día aprenderemos. Quizá. Tal vez.

Las fotos de hoy proceden del rollo que describo en Viejas conocidas con garantía de resultado – Leica CL con Summicron-C 40 mm y Kodak ColorPlus 200.

[Cine] Interstellar (2014)

Cine

Interstellar (2014)

Últimamente da un poquito de miedo ir a ver una película de ciencia ficción que venga con intenciones serias. Las de fantasía que se venden como «ciencia ficción» ya sabes un poco a que atenerte. Pero las que aparentemente vienen con un hala de ser ciencia ficción propiamente dicha, aunque se tomen sus licencias,… últimamente nos dejan insatisfechos por uno u otro motivos. Con la película que hoy traigo a estas páginas me pasaba un poco eso. Miedo a la decepción. Porque además tiene más alicientes. Un director, Christopher Nolan, que empieza a estar considerado como uno de los mejores de su generación. Bien es verdad que a mí no todo lo que ha hecho me ha resultado atrayente, independientemente de su oficio, que lo tiene y mucho. También nos ofrece unos protagonistas que como veremos están entre los intérpretes que más alabanzas han atraído en los últimos tiempos. Así que muchas expectativas,… más probabilidad de salir defraudado. Veremos lo que ha dado de sí, en una película de un género que siempre me ha atraído, la «space opera«.

Paisaje en los llanos de la Violada

La hipótesis de que la humanidad se vaya al garete no como consecuencia de un cataclismo global sino por una mezcla de factores ecológicos y económicos, especialmente por el agotamiento de recursos. Esto conllevaría hambrunas y retorno a tecnologías más atrasadas.

Estamos en la Tierra, en un futuro no excesivamente lejano. Ha habido guerras y la ecología está hecha unos zorros. Estamos en una situación no postapocalíptica como gustan en otras producciones, sino preapocalíptica. El final de la especie humana puede encontrarse a muy pocas generaciones en el futuro. Una especie humana que se dedica sobretodo a producir los alimentos que puede, habiendo perdido mucho conocimiento científico y tecnológico. Ahí está Cooper (Matthew McConaughey), un antiguo ingeniero y piloto de la NASA, reconvertido en granjero. Viudo, con dos hijos, de los cuales la chica, Murph (Mackenzie Foy/Jessica Chastain/Ellen Burstyn) es inteligente e inquisitiva. Y dice que tiene un «fantasma» en la habitación. Intentando desentrañar el misterio del «fantasma», descubrirán que la NASA no ha desaparecido, que tiene unas instalaciones clandestinas dirigidas por el profesor Brand (Michael Caine) y en la que participa también su hija Amelia (Anne Hathaway). Su proyecto es el de llevar a la especie humana a las estrellas. Y cuentan con Cooper. Aunque este tendrá que abandonar a su familia. Y no sabe cuándo y cómo los volverá a ver. Porque el viaje se verá afectado por los efectos relativísticos sobre el tiempo.

Paisaje en los llanos de la Violada

Estas flores de Almendro que fotografíe en estos paisajes cerca de Almudévar, en Aragón, ya no se pueden ver; esos árboles desaparecieron. En los 11 años que estuve yendo y viniendo a Huesca a trabajar, pude comprobar un deterioro progresivo del paisaje por la mano del hombre.

Muchas cosas se me ocurren. Y por eso he tardado cinco días en ordenar un poco mis ideas.

La película es una delicia desde el punto de vista visual. Desde el polvoriento paisaje terrestre a las visiones planetarias o estelares, hay un cuidado esmerado en buscar la verosimilitud. Que no es lo mismo que la veracidad. Quizá, hablando de ficción, más importante.

Es ciencia ficción casi dura. Por supuesto que hay concesiones al interés dramático de la trama; nadie espera otra cosa. Pero por fin vemos algo más que ciencia ficción basada en Newton con toques de fantasía. Estamos en un universo donde reina la física del siglo XX/XXI. Con algún toque de fantasía. Es casi inevitable. Otros se han dedicado a comentar lo que es buena ciencia y lo que es mala ciencia en el filme. A mí globalmente, me vale. Mucho mejor que prácticamente cualquier otra cosa hecha recientemente.

Tiene momentos de debilidad. Ese momento en que Hathaway como Amelia Brand suelta un monólogo en el que dan ganas de irte a preguntar al CERN si están buscando la partícula que media en ese campo de fuerzas que impregna el universo y que se llama «amor», me parece una tontada. Pero claro, es para preparar alguna otra cosita del final…

Se nota demasiado que hay un deseo de homenajear, quizá ponerse a la altura del 2001 de Kubrick. Acoplamientos espaciales dando vueltas. Algo o alguien que se vuelve loco lejos de la Tierra. Una estructura clara en tres parte; en la Tierra, el viaje espacial, y el retorno más o menos psicodélico… Y los robots, con forma de monolito cuando están en reposo… Pero no es lo mismo… Nop. Lo tomaremos como un homenaje; en ese caso resulta simpático. Si es un pretensión de ponerse a la altura de Stanley…, entonces es pretencioso. Claro. Estoy de buenas. Me resulta simpático.

La cosa dura casi tres horas. Pero no me cansé ni un pelo. Y reconozco que en algún momento me resultó emotiva. Así que, incluso en sus salidas de tonillo, la cosa aguanta. Yo me lo pasé muy, muy, muy bien.

Paisaje en los llanos de la Violada

Son diversos los autores que en los últimos tiempos observan fenómenos que podrían llevar a lo que llaman «una nueva Edad Media». Una caída global de la civilización, con paralelismos con la civilización mediterránea constituida por Roma, que llevaría no a una situación apocalíptica, sino a un empobrecimiento, una mayor morbilidad y mortalidad, una profunda caída demográfica, incluso a caída de las comunicaciones a larga distancia en la especie humana. Por ejemplo, para los componentes de ordenadores son necesarios elementos químicos muy raros en la superficie terrestre, que se extraen de zonas de conflicto. Si se acaban o se vuelven inaccesibles… poneros a imaginar.

Si ya hemos dicho que técnicamente hablando la fábrica de la película es de muy buena hechura, la cosa funciona especialmente porque efectivamente sus intérpretes están también en estado de gracia. McConaughey sigue en racha, y es un héroe con el que simpatizamos. Tanto la jovencita Foy como la excelente Chastain colaboran para que el personaje de Murph robe todos lo planos en que aparece. Un personaje femenino interesante contra el que no puede el que le toca en suerte a Hathaway, que no obstante está también a un muy buen nivel. Pero es que además hay una rueda de secundarios a su alrededor, CaineJohn LithgowMatt Damon, brevemente Ellen Burstyn, y otros que funcionan muy bien.

No es una película definitiva. No ocupará en nuestro corazoncito un lugar similar a HAL 9000Bowman, a Robby y al doctor Morbius, a KlaatuGort, al coronel TaylorZira, a los replicantes, a Ripley y la Nostromo,… y a alguno más que me dejo. Pero será una película de ciencia ficción recordada con agrado, y que no me importaría volver a ver otra vez. O de vez en cuando.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

Paisaje en los llanos de la Violada

La pobreza, el abandono de las ciudades, la pérdida del conocimiento científico y tecnológico podrían llevar a mayor fanatismo religioso, a la desaparición de los estados de derecho y otras estructuras sociales, si no en todo sí en buena parte del globo. Estaríamos ante un ocaso de la humanidad. En ese caso ¿quedaría alguien con tecnología y recursos suficientes para llevarnos a las estrellas como en el filme de hoy? Lo dudo.

[Libros] El legado de Prometeo

Literatura

Tengo un par de libros que comentar. Iré en orden cronológico a como los he ido terminando de leer. Aunque ya aviso que el más interesante con mucho es el siguiente de la lista. Este de ahora lo comencé algunos días de salir de vacaciones, y lo terminé a poco de empezar el viaje de ida hacia Italia. Algunos sabréis que desde hace unos meses he ido sacando adelante una lista de space operas, libros de ciencia ficción basados en el viaje espacial, que pensaba había dejado ya atrás. Pero justo hace unas semanas oí hablar de un libro de un autor español, Miguel Santander, que también entraba en el tema. Y decidí contemplar el ciclo con algo de producción nacional. Aunque nunca he acabado de estar convencido del todo de las habilidades patrias en este género.

El legado de Prometeo
Miguel Santander
Libralia – Letras apócrifas; 2012
Versión electrónica

En el planeta Tierra a finales del siglo XXI, la situación es mala. Tras una serie de conflictos bélicos a mitad de siglo, el avance del calentamiento global producido por el cambio climático producido por la actividad humana, especialmente la emisión de gases con efecto invernadero y la destrucción de recursos naturales, la civilización se encuentra en un precario equilibrio, sometida a racionamientos energéticos y de otros tipos, con un poder político que guarda secretos de todo tipo, y un poder económico en las grandes corporaciones, especialmente Atlas, que puede socavar el equilibrio mundial. Ante esta situación se reconvierte una gigantesca estación espacial en una gran nave espacial con quinientos tripulantes que se dirigirá hacia un agujero negro recién descubierto a 2 años luz de la Tierra. En un viaje de ida y vuelta que durará cuarenta años, viajando de promedio a un décimo de la velocidad de la luz, la misión tratará de encontrar un forma de aprovechar la energía del objeto astronómico como fuente inagotable para el moribundo planeta. Pero muchas cosas pueden pasar entre tanto, tanto en la nave espacial, la Exodo, como en el proyecto en sí mismo, el proyecto Prometeo, como entre los que se quedan en la Tierra.

Las estribaciones de los Alpes

Supongo que en la época en la que sucede la acción, ya no habrá nieve en las estribaciones de los Alpes que sobrevolamos hacia el aeropuerto de Turín. A estas alturas, ya había terminado el libro, y estaba empezando el que os comentaré dentro de unos días.

Un intento de desarrollar una historia con ciencia ficción dura o semidura, sin quebrar, o por lo menos no demasiado, las leyes de la física tal y como las conocemos, nos lleva a una historia que comienza de forma un poco morosa, aunque poco a poco se va animando conforme pasan las páginas, especialmente en la segunda mitad del libro. Sin embargo, es un libro flojo en el desarrollo de caracteres. Muchos personajes estereotipados, no excesivamente tridimensionales, que hace que sea muy difícil empatizar con ellos y que te importe lo que les pasa. Por otra parte, su estructura y desarrollo recuerda mucho a cierta ciencia ficción norteamericana que no se encuentra necesariamente entre mis favoritas. Demasiados tópicos utilizados en el desarrollo de la historia y los caracteres.

El libro se deja leer para los aficionados al género, y desde luego es loable el esfuerzo por no convertirse en una historia más fantástica que de anticipación. Sin embargo, es improbable que pueda interesar más allá. Creo que recientemente el autor ha publicado alguna otra cosa que está disponible en formato electrónico por poco dinero, y que ha recibido cierto reconocimiento en la convocatoria de algún premio. Quizá le dé alguna otra oportunidad, siempre que varíe el tema. Veremos. Y ya os contaré, si eso.

Corniglia - Cinque Terre

También supongo que con el desastre climático, desaparecerá la maravillosa costa de la Riviera de Levante, aquí en las proximidades de Corniglia, en las Cinque Terre.

[Libro] Los viajes de Tuf

Literatura

Sigo insertando de vez en cuando en mi lista de lectura libros de ciencia ficción del género de la space opera, como vengo haciendo desde este otoño pasado. Y además en esta ocasión, escrito por uno de los autores de moda, no por sus novelas y relatos de ciencia ficción que son muchos, sino por sus obras de fantasía. No me refiero a otro que no sea el inefable George R. R. Martin. Os cuento de que va este individuo tan característico que es el ingeniero ecológico, anteriormente mercader, Haviland Tuf.

Los viajes de Tuf
George R. R. Martín; traducido por Alberto Soler
Ediciones B., 2012
Edición electrónica

Estamos ante una colección de relatos con un protagonista común. Un altísimo, grueso y flemático mercader, Haviland Tufreconvertido a ingeniero ecológico cuando en el transcurso de una aventura que no voy a destripar se hace con una gigantesca nave espacial de 30 kilómetros de longitud, el Arca, concebida como una monstruosa arma de guerra biológica y ecológica mil años atrás. Además de narrar la aventura en la que Tuf se hace con la propiedad de la nave, básicamente hay varios relatos que suponen una historia común, cuando interviene en varias ocasiones en un mundo amenazado de hambruna por una superpoblación basada en motivos religiosos. Intercalada con esta historia, hay otros episodios, otras aventuras que le surgen en su «nueva profesión», la de «arreglar» desastres ecológicos de carácter planetario.

Brazo del río Ebro en el monasterio de Rueda

Ya que el libro aborda los temas ecológicos nos iremos a los paisajes; paisajes indefectiblemente alterados por el hombre. Como este brazo del río Ebro bajo la lluvia que baña las tierras del Monasterio de Rueda, entre Sástago y Escatrón.

Este es un muy entretenido libro de relatos, que no se escribieron en el orden en que aparecen en el libro, pero que en su conjunto nos ofrecen una más que razonable unidad y coherencia, y que cumple con dos objetivos. Uno, el ya mencionado de entretener. La mayor parte de los relatos tienen un ritmo razonablemente ameno, moviéndose entre la aventura, el humor y la ironía. Evidentemente, el gigantesco Tuf, y sus gatos, especialmente el inquietante Dax, es un personaje tremendamente logrado. Probablemente un alter ego fantástico del autor, patológicamente honesto y franco, amante de las setas y la cerveza, convencido vegetariano, y dotato de una perspicacia y astucia que todos sus oponentes se empeñan en despreciar. El segundo objetivo es el de criticar. A pesar de que ya tienen 30 años algunos de estos relatos, hay una crítica ácida y severa a los desmanes ecológicos del ser humano como especie depredadora y escasamente respetuosa de la vida, se diga lo que se diga. Aderezada con la ironía de los paralelismos religiosos, por no decir de los fanatismos religiosos, y la incapacidad generalmente atribuida a los políticos de no importa que raza, etnia o cultura.

No vamos a decir que estemos ante una obra maestra de la literatura. Pero si ante una lectura divertida y con razonable sentido y talento, que hará las delicias de los aficionados a la ciencia ficción y de algún otro que se acerque al libro sin prejuicios.

Saladas de Sástago-Bujaraloz

O las saladas esteparias entre Sástago y Bujaraloz al atardecer, ya con un cielo más despejado.

[Cine] Bestias del sur salvaje (2012)

Cine

Bestias del sur salvaje (Beasts of the Southern Wild, 2012), 27 de enero de 2013.

No ha llegado esta película a la cartelera zaragoza en versión original, y eso nos jorobó, pero fuimos. Luego he solventado la negligencia de las distribuidoras y los exhibidores por esos medios que a ellos tan poco les gusta. Pero, así son las cosas… En cualquier caso, los comentarios sobre esta película venían siendo que es la sorpresa de cara a los próximos premios Óscar. Por su calidad, por su profundidad, y por sus interpretaciones a cargo de intérpretes desconocidos.

Dirigida por  Benh Zeitlin nos cuenta la historia de una niña, Hushpuppy (Quvenzhané Wallis), que vive en una de las islas del delta del Misisipi al sur de Luisiana, amenazados por la erosión, por las mareas, por el aumento del nivel del mar debido al cambio climático, y por las diques que protegen las zonas industriales, y que impiden que drenen las aguas de la región. Vive con su padre, Wink (Dwight Henry), colérico y enfermo, aunque quiere a su hija. Conoceremos como sobreviven con una pequeña comunidad de habitantes de la isla a una gran tormenta y como, ante el agravamiento del padre, Hushpuppy va a la búsqueda de la madre, que puede o no ser una camarera de un prostíbulo flotante no lejano. Durante la película, los míticos uros ya extinto aparecen en las fantasías de la niña como una amenaza procedente de los deshielos árticos.

Músicos callejeros cantan (mal) canciones de Amaral en la pza. José Sinués

Acompaño la entrada con algunas fotos tomadas en la fiesta de San Valero de Zaragoza, como este grupo que con gran dedicación destrozaba las canciones de Amaral en la plaza de José Sinués, detrás del Teatro Principal.

Película realizada con medios muy básicos, rodada modestamente en película de 16 mm, y que sin embargo goza de una espléndida fotografía y realización. Todo ello acompañado de una historia conmovedora, con unos paisajes que te trasladan a lo más profundo del profundo sur, en los bayous del Misisipi, y que nos lanza un mensaje fundamentalmente ecológico, y defensor de formas alternativas de vida que son a la vez símbolo de libertad pero también de la pobre marginalidad de nuestra aparentemente opulenta sociedad. Todo ello rodado en un ambiente que mezcla realidad y un cierto grado de fantasía, la de la niña protagonista.

Pero el gran hallazgo del filme son el reparto de desconocidos, que con gran naturalidad encarna a los habitantes de la isla. Se ha hecho especial incidencia en la niña protagonista que ocupa la mayor parte del minutaje del filme, pero todos y cada uno de los intérpretes, incluido especialmente el padre, cumplen sobradamente con lo que se espera de ellos.

Los niños disfrutan con el Tragachicos en la plz. del Pilar

Está de moda el Tragachicos en todas las fiestas populares. Ayer, situado en lugar preferente ante el Ayuntamiento de la ciudad.

Estamos por lo tanto ante una película distinta. Una de esas joyas del cine independiente que se asoman ocasionalmente a la cartelera e incluso a los brillantes focos de los fastos de Hollywood, supongo que sin esperanza alguna. Aunque ya es suficiente indicativo de su notable calidad el hecho de que estén ahí presentes. Desde luego yo la recomiendo totalmente. La lástima es que no se proyecte en pantalla grande en versión original. Cosa que uno puede resolver en su casa con un poco de habilidad.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

Por una desierta calle del Temple transita un ciclista

Gran animación en la plaza del Pilar, calles vacías en el resto del casco viejo.

En lo que se refiere a mis preferencias sobre los candidatos a los premios Óscar, pues me lo he estado pensando y he cambiado algunas opciones que tenía planteadas hasta ahora.

Como película sigo manteniendo como preferida Life of Pi, aunque me cuesta mucho no pensar en Amour como mejor película. Es curioso que Argo, que está recibiendo muchos premios, no consigue convencerme para que la sitúe entre los primeros puestos de mis preferencias.

La niña de la película de hoy lo hace de maravilla, pero me resulta muy difícil situar su interpretación entre las realizadas por las actrices adultas protagonistas. No la situaré de las primeras, pero he decidido que tampoco la voy a dejar la última de mis preferencias. Y decididamente, creo que la mejor es Riva.

Entre los hombres protagonistas, es más difícil escoger, pero sigo decantándome por el Valjean de Hugh Jackman. Aunque todavía no la he reseñado aquí, podréis comprobar que ya he situado en su lugar a las candidaturas de Flight que ya he visto,… vamos a decir que en un visionado previo. Y el trabajo de Denzel Washington ya advierto que no me ha disgustado.

De todas las películas que tienen candidaturas en las categorías que he seleccionado para su seguimiento, sólo me queda comprobar la dirección de fotografía de Anna Karenina. Difícil de hacer antes de los premios, porque no se estrena en España hasta marzo. Y no se si es justo valorarla haciendo trampa, viéndola en vídeo…

Ya dejan hacer fotografías (sin flash) en el museo Pablo Gargallo

Y museos gratis todo el día, y por lo tanto más animados que de costumbre. En el Pablo Gargallo dejan hacer fotos sin flash. Me parece bien, leñe. Que la cultura es de todos. Lo único es que hay que evitar molestar a los demás o dañar lo expuesto al evolucionar con la cámara. Mucho cuidado.

El valor que damos a las cosas que realmente importan… piratería musical frente a desastres ecológicos

Política y sociedad

Hoy no voy a tener mucho tiempo para hablar de nada, porque me he propuesto resolver la cuestión de mi declaración de la renta para hacienda. Pero si que vi el otro día un hallazgo de Microsiervos por ahí por Twitter que da que pensar sobre el valor que damos a las cosas, sobre lo que realmente importa en el mundo. Dice @TJHilton:

Limewire owes $1 billion+, BP owes $69 million. Because sharing music is 14.5x more damaging than catastrophic spills.

Que en la lengua de Cervantes, o más bien en la de sus descendientes, sería:

Limewire debe más de 1.000 millones de dólares, BP debe 69 millones. Porque compartir música es 14,5 veces más dañino que los derrames de petróleo catastróficos.

A la vista de lo cual, ¿alguien tiene alguna duda de hacia dónde se dirige la humanidad? Supongo que al mismo lugar que el Golfo de Méjico.

Lateral del foro

La civilización romana se fue a freír churros en su momento, como lo indican las ruinas de las decadentes ciudades romanas como Augusta Bilbilis; ¿sucederá lo mismo con la civilización actual, teniendo en cuenta los valores que la dominan? - Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8

Libro: La próxima Edad Media

Literatura

El libro de hoy es un regalo y una recomendación de un amigo muy querido. Así que he intentado leerlo con la tranquilidad y con la profundidad que el tema merece. Porque siendo un ensayo sobre sociología, historia y economía, no deja de ser un libro inquietante. Con elementos de terror si nos paramos a pensar. Aunque el autor pretenda dar un tono optimista al conjunto. Claro que… Bueno.

La próxima Edad Media
José David Sacristán de Lama
Ediciones Bellaterra, Serie General Universitaria, Barcelona, 2008
ISBN: 978 84 7290 419 4

Hace muchos, muchos años, leí una famosa trilogía de ciencia ficción, la trilogía de la Fundación, cuyo autor, Isaac Asimov, nos planteaba el siguiente escenario. Un gran imperio de dimensiones galácticas, que ha perdurado durante miles de años, está en decadencia. Y un conjunto de científicos, aplicando las ciencias estadísticas a la historia y a la sociología, prevé su caída y un largo, largo período de oscuridad en la civilización humana hasta que un nuevo imperio surja de la oscuridad y vuelva crearse una nueva civilización. Estos científicos buscan instaurar los medios, una serie de fundaciones científicas, que permitan reducir los tiempos de oscuridad unos 1000 años. Le he llamado trilogía, pero en la actualidad son muchos los libros que pertenecen a la saga. Pero por diversos motivos, los únicos que realmente me gustan son los de la trilogía original, publicada en los años 50.

Pues bien, el libro que nos ocupa hoy, que insisto NO ES DE FICCIÓN, trata sobre lo mismo. Las diferencias fundamentales son que la civilización cuyo derrumbe se prevé no es una ficticia civilización galáctica, sino nuestra propia civilización terrestre actual. Esta que en sus balbuceos iniciales de civilización tecnocientífica, y ayudada por la eclosión poblacional que nos lleva a ser casi siete mil millones de seres humanos, está alcanzando unos niveles de consumo de recursos que, para un sistema casi cerrado como nuestro planeta, son insostenibles, y por lo tanto, conllevará en un plazo no demasiado largo, se derrumbará trasladando a la población de la tierra a un estado tecnológicamente menos avanzado, y a una autorregulación de la población mediante guerras, hambrunas, enfermedades y otras catástrofes hasta que se alcance un nivel poblacional con un nivel tecnológico que tenga cierta sostenibilidad.

Como muy bien expone el autor, las «edades medias» no son un fenómeno nuevo en la humanidad. La más famosa, y de la que reciben el nombre todas las demás es la que se derivó del derrumbe del Imperio Romano de Occidente, aunque tuvo su repercursión en toda Europa y el Mediterráneo. Pero también son destacables el derrumbe del Imperio Maya, la crisis del Paleolítico Superior, la crisis de los Pueblos del Mar en el Mediterráneo oriental, entre otras.

El autor no se limita a comentar las causas y las consecuencias de la caída de la civilización, que aventura como segura, aunque de intensidad variable dependiendo de la actitud que tomemos las generaciones actuales, sino que también se aventura como hicieron «las fundaciones de Asimov» en proponer que elementos deben de preverse para que la «edad media» subsiguiente sea lo más leve y menos duradera posible, conservando lo que se pueda del saber actual. El final que propone para la especie humana es muy optimista, pero las consecuencias para las inmediatas generaciones a partir de este siglo XXI que podría ser el de la gran caída, son bastante lúgubres.

El libro se lee bien, con comodidad. Con comodidad lectora digo, porque genera una profunda inquietud intelectual. Los razonamientos aplicados me parecen suficientemente convincentes como para compartir la opinión de que el sistema actual, basado en el capitalismo competitivo, no está llevando a la catástrofe. Y que ni siquiera los esfuerzos y las corrientes de opinión que pueden llevar a mejorar la eficiencia energética pueden ser suficientes para parar esto. Quizá es demasiado tarde. Quizá nos hemos dado cuenta del follón que tenemos montado cuando no hay punto de retorno. ¿Cómo convencer a la gente de que tiene que dejar hijos, que más de 1.000 millones de humanos sobre la faz de la Tierra es una temeridad? ¿Cómo convencer a la gente de que deben desaparecer las naciones y dejar paso a estructuras supranacionales que tomen decisiones altamente desagradables para nuestro bienestar aparente por el bien de las generaciones venideras? ¿Como convencer a la gente que debe abandonar el capitalismo de libre mercado y empezar a trabajar en una economía planificada en la que se determine qué cantidad de recursos se gastan, para qué y cómo se reparten? A que suena imposible tomar todas estas medidas. Es más probable, que el neoliberalismo y los neoconservadores regalen los oídos de la gente con cantos de libertad que no sean más que el preludio donde la libertad brille por su ausencia por una proliferación de caudillismos y dictaduras violentas ante un mundo sin recursos.

En fin. Da para pensar mucho. O para todo lo contrario. Para decir no quiero pensar más en esto. La estrategia del avestruz. Que me temo es la que acabará imponiéndose.

Y bueno. Como el libro resulta un poco pesimista para el futuro inmediato de la humanidad, aunque relativamente optimista para el futuro más lejano, que consuela poco… os dejo con una imagen festiva. Que para eso en Zaragoza estamos en fiestas.

Morico

La comparsa de gigantes y cabezudos, perdida su mala leche de antaño, entretiene a los más pequeños a su paso por la Plaza de España de Zaragoza - Canon EOS 40D, EF 28/1,8 USM