[Fotocomentario] Obras electorales

Política y sociedad

Hace ya casi un año hablaba de las obras de ampliación del parque Pignatelli, una zona verde y recreativa de Zaragoza íntimamente vinculada a mi infancia, y que de un modo más casual, por su proximidad a mi domicilio, ha estado presente a lo largo de toda mi vida. Hacia finales del mes de abril hice unas fotos tras su «inauguración», cuyo comentario técnico podéis encontrar en Paisaje urbano con película ortocromática – Plaubel Makina 67 con Ilford Ortho Plus.

Entrecomillo lo de «inauguración», porque claramente son unas obras inacabadas. Probablemente lo que quede no sea obra de envergadura, pero son frecuentes las vayas de obras y los elementos a medio terminar. Sin hablar de los raquíticos árboles, de los parterres sin apenas vegetación y de la enorme cantidad de cemento propia de la obra pública barata. Pero había que inaugurar, porque estamos en año electoral, y hay que hacerse la foto aprisa y corriendo antes de que se prohibiesen las inauguraciones por la proximidad de la cita electoral que ya fue este domingo. Que sensación de cutredad y poco nivel dan los políticos de este país. De cualquier color o partido.

[Fotocomentario] Luz de la mañana

Política y sociedad

Comento hoy en Formato medio en color en 6 x7 de nuevo – Plaubel Makina 67 con Lomography Color Negative 800 unas fotografías que tomé a mediados de marzo. Estaba comprobando el funcionamiento de una cámara de formato medio recién reparada. Y me animé a aprovechar la caminata que hago casi todos los días entre mi domicilio y mi lugar de trabajo, entre las siete menos diez y las siete y media de la mañana, aproximadamente. Hacia el veinte de marzo pasado, ya había luz suficiente para poder hacer unas cuantas fotos con una película de sensibilidad relativamente alta.

Hoy es dos de mayo, «fiesta» en España según los madrileños, que desde hace unas década viven convencidos de la identidad matemática Madrid = España, o recíprocamente Madrid = España. Pues no… esta identidad no se da, y no… fuera de Madrid no tenemos fiesta hoy. Y además, por culpa del cambio de hora anual, hasta el jueves o el viernes de la semana pasada no fue posible volver a disfrutar de esos niveles de luz a esas horas. Soy contrario al cambio de hora en los meses «de verano». Será que por la crisis climática global, el verano ya no es del 21 de junio al 23 de septiembre, sino que abarca desde el 26 de marzo, recién empezada la primavera, hasta el 29 de octubre, bien entrado el otoño. No me gusta que me roben horas de luz a primera hora de la mañana cuando camino a trabajar. Y como tengo que madrugar, si quiero dormir lo suficiente, no puedo acostarme tarde, no me gusta que haya luz cuando me voy a acostar. Los ciclos circadianos humanos no van así. Y eso sin entrar en las desventajas de disfrutar de buena luz de atardecer a horas civilizadas… En fin, que me gusta la luz de la mañana. A ver si ahora ya en mayo podemos volver a disfrutarla.

[Fotocomentario] La agresividad de las entidades bancarias y empresariales aragonesas

Política y sociedad

Es domingo y normalmente tocaría hacer una entrada de recomendaciones fotográficas. Pero no tenía muchas reservadas de esta semana pasada. He estado muy liado con diversas cosas y no he prestado mucha atención a navegar por internet buscando inspiración fotográfica. Así que hoy he hablado en Sensibilidad alta para tiempo incierto – Canon EOS 3 con Lomography Color Negative 800 de un rollo de película negativa en color de finales de febrero y principios de marzo que tenía un poco olvidado.

Y me he encontrado con algunas fotos tomadas en el Pabellón-puente de Zaha Hadid cuando lo reabrieron con la exposición sobre movilidad y sostenibilidad que han acordado las instituciones públicas con la principal entidad bancaria de Aragón. Una entidad bancaria que cada vez me cae menos simpática.

IberCaja ya no es una caja de ahorros. Es un banco. Pero se supone que sus dividendos van a parar a las fundaciones de las cajas de ahorros que lo formaron, directamente o por fusiones/adquisiciones. Han desaparecido en la práctica las cajas de ahorro en España, cuyos fines eran sociales, para apoyar al territorio y a las personas. Aunque indirectamente los bancos que las sustituyeron busquen que sus beneficios vayan a parar unos fines similares… los principios de gestión por los que se rigen son mucho más rigurosos empresarialmente. Me comentaban hace unos años cómo esta situación había limitado la disponibilidad de crédito para muchas empresas durante la crisis financiera que se inició en 2007, mientras que en otros países, como Alemania, la permanencia de las cajas de ahorros había permitido que las empresas aguantaran mejor. Dejando aparte que estaban mejor preparadas para aguantar de forma estructural.

Después de años de desperdicio de algunas de las obras que se hicieron para la Exposición Internacional de 2008, ahora Ibercaja da nuevo uso al Pabellón-puente. Hay una zona de paso, con una exposición que tiene mucho de propaganda de las marcas que exponen, que es de libre acceso. Pero hay un museo sobre movilidad y sostenibilidad que es de pago. Y son 10 euros. Que con los precios que llevan los museos por el mundo no es mucho en lo absoluto, sí que es en lo relativo dado el panorama museístico de Zaragoza. Flojo, disperso, y desde luego con precios mucho más asequibles. Los museos más caros son los que gestiona Ibercaja. A través de la fundación no del banco… pero es que es difícil separar uno de otro.

Y eso que no me voy poner a debatir los intereses de Ibercaja en el despropósito de arruinar el valle de Canal Roya para unir estaciones de esquí, en los que la entidad bancaria tiene unos intereses directos, por ser propietaria de las estaciones de esquí, pero también indirectos por la enorme cantidad de préstamos para compra de segunda vivienda en los Pirineos que realiza y que dan lugar a una enorme especulación urbanística en unas comarcas de gran riqueza natural que deberían estar más reguladas y controladas y no sometidas a especulación del suelo, de la vivienda y de otras cuestiones que tarde o temprano revientan en las burbujas bancarias y de la construcción. Y es que no aprendemos en este país, no importa las crisis que nos asuelan de vez en cuando. Las ganancias de Ibercaja deberían apoyar el país y las personas, pero se comporta agresivamente como un empresario más con avidez de dinero rápido y sin pensar en el futuro y en la sostenibilidad del país y las gentes. Con el visto bueno de muchos políticos. Mal vamos.

Para alegrar un poco la cosa, dejo fotografías con otros temas que venían en el mismo rollo de película fotográfica.

[Fotocomentario] Contra la obsolescencia que no lo es

Fotografía, Política y sociedad

Hoy he realizado una entrada fotográfica, Ópticas de hace 65, 70 años… quizá más – Leica M6 con Kodak Portra 160, en la que comento el uso de dos ópticas fotográfica fabricadas hace 71 y 67 años respectivamente. Ahí es nada. Están en excelente estado de conservación, con pequeños defectos cosméticos. Sus lentes están limpias. Sus mecánicas funcionan sin problema… y las fotos que se hacen con ellas son perfectas para un 95 % de los que las contemplan. Quizá un mayor porcentaje si las fotos están realizadas a aperturas entre f5,6 y f11. Vamos… que si uno tiene alguna de estas ópticas, no necesitaría realmente gastar varios centenares de euros, quizá mil, en una óptica más moderna, salvo que fuese una óptica especializada muy determinada.

Y sin embargo, la gente se pirra por conseguir el último modelo salido al mercado si sus finanzas se lo permiten. Prometen prestaciones ópticas supremas. Y las tienen. Aunque en la mayor parte de las fotografías que realizamos, somos incapaces de diferenciar las realizadas con una de estas nuevas ópticas de las que se toman con estos veteranos objetivos de hace siete décadas. Sólo personas con visión muy entrenada o con fotografías tomadas en condiciones muy determinadas marcan la diferencia. Lo cual puede ser importante para algunos fotógrafos, pero no para muchos.

Lo mismo se puede decir para multitud de objetos que nos rodean y que tienen alguna utilidad cotidiana. Es cierto que en aparatos electrónicos suelen darse fenómenos de obsolescencia programada. Está fabricados para durar un tiempo. Y no siempre esto es malo. En estos momentos se fabrican electrodomésticos que conviene cambiar por motivos de eficiencia energética… y otros. Si has de tener coche… que tire a la atmósfera la menor cantidad posible de CO2 y otros contaminantes. Pero aquellos objetos, bien cuidados, sin electrónicas complejas, sin problemas energéticos y contaminantes. No es que los fabricantes los prevean obsoletos. Es que los propios usuarios, consumidores o propietarios los declaramos obsoletos antes de tiempo. Mis teléfonos móviles, salvo uno que perdí en un pinar, me suelen durar dos o tres veces más tiempo que los de muchos de mis amigos o conocido. Mi televisor es de 2007 o 2008… tiene quince o dieciséis años. Y la imagen que produce me resulta tan agradable que , cuando me acerco a un comercio a ver modelos modernos, la imagen que me muestran me repele. Me desagrada tanto, que doy gracias por lo que disfruto en casa. Pensadlo. Igual no necesitáis comprar objetos. Y es muy posible que el planeta lo agradezca. Aunque en ocasiones… no. El planeta necesitará que dejemos de usar esas máquinas que atufan nuestra vida.

[Fotocomentario] El Parque Grande anunciando la primavera

Fotografía, Política y sociedad

Ya hablé hace unos días de cómo se vuelcan las instituciones, el Ayuntamiento en especial, en las zonas verdes de la ciudad en vísperas de elecciones. También en estos días hemos comprobado como «inauguran» otras, como la ampliación del parque Pignatelli, un lugar que me ha acompañado toda la vida, pero especialmente mi infancia, por ser lugar de juegos y correrías durante mis años niños y preadolescentes. De momento lo que han «inaugurado» o abierto al público es una gran extensión de cemento y tierra marrón, con algunas estacas que llaman árboles, que denominan zona verde aunque el verde sea un color que brilla por su ausencia. Pero las fotografías que comento en Revisando las filtraciones de luz de la cámara – Olympus mju-II con Ilford HP5 Plus me han hecho pensar en cómo el Parque Grande de Zaragoza sí que es heraldo habitual de los cambios estacionales en la ciudad.

En aquellos días, todavía invernales, las ramas de los árboles se encontraban desnudas de hojas. Ni siquiera se apreciaban los brotes de las que habían de salir. En los parterres brotaban las primeras flores, incipientes narcisos que se apreciarán mejor en un futuro rollo de película en color, que ya está revelado, pero no comentado. Era día agradable de aspecto, soleado, pero desapacible en la realidad, por un viento fresco, con fuertes rachas conforme avanzó la mañana.

Ahora, a principios de abril, cinco semanas después, no mucho más, la primavera ha entrado de forma manifiesta. Incluso si en estos días ha regresado el viendo fresco, a ratos desapacible, como el de esta mañana. Pero mis fotografías más recientes del Parque Grande, fotografías digitales con cámara modificada a espectro completo, extendido en el ultravioleta próximo o el infrarrojo cercano, muestran ya que la vida se ha recuperado. Hojas incipientes en los árboles, que se ven blancas en el espectro del infrarrojo, las «sakura», flores de cerezo kanzan ornamental se muestran ya en su esplendor, y los tulipanes reinas donde los narcisos ya se han marchitado.

El Parque Grande de Zaragoza es uno de los espacios más agradables de la ciudad. Que podría ser mejor, con un poquito de dinero del que se gastan muchas veces en tonterías. Del que podemos, o podríamos, estar orgullosos. y disfrutarlo. A ver si es verdad. Incluso si el cierzo no nos lo pone fácil.

Otras fotos de aquel rollo de película en blanco y negro… en otros espacios verdes de la ciudad.

[Fotocomentario] Las limitaciones de Zaragoza a pesar de su tamaño… servicios técnicos

Fotografía, Política y sociedad

A principio de mes, en el día de fiesta local en Zaragoza, el 6 de marzo, aprovechando una serie de circunstancias me fui a Barcelona y llevé a reparar una interesante (y valiosa) cámara fotográfica a un servicio técnico respetado en la Ciudad Condal. Os podéis enterar algo más de esta peripecia en Recuperando una estupenda cámara de formato medio – Plaubel Makina 67 con Kentmere 100 120.

Pero no deja de ser una tristeza que, viviendo en una ciudad de casi 700.000 habitantes, el quinto municipio de España por población, tenga que llevar un aparato a arreglar a otra ciudad.

En Zaragoza ha habido durante años dos talleres de reparación de aparatos fotográficos. Uno siempre tuvo buena fama entre los fotógrafos de la ciudad, llevaba mucho tiempo ahí, he oído alabanzas habituales, y ciertamente, cuando empecé a coleccionar aparatos de antaño, la mayor parte de las reparaciones que me hizo fueron correctas, pero con algún fallo que otro. Ya no existe. Cerró. Queda el otro, que, aunque me ha dejado alguna cosa bien, me ha hecho un par de pifias que me han dejado muy escocido. Y ahora, en la medida de lo posible lo evito. Para mayor desgracia, con un aparato moderno, el servicio oficial de la marca resultó lamentable e incapaz de hacer una reparación correcta. De hecho, en estos momentos he decidido no volver a comprar aparatos de esa marca, a la que siempre he tenido aprecio, porque si te sale mal alguno, por improbable que sea, no puedo confiar en su red de servicios técnicos oficiales. Cero. Aviso para navegantes, la marca es Panasonic, que hace algunos aparatos fotográficos muy interesantes.

El caso es que estamos en una ciudad grande. Con aspiraciones. No sé muy bien de qué… pero con aspiraciones. Pero lo cierto es que desde hace muchos años, conforme he ido conociendo algo de mundo, se ha ido instalando en mí la idea de que con sus casi 700.000 almas… en realidad es bastante provinciana. Carecemos de empresarios con auténtica iniciativa e interés por lo que hacen… carecemos de innovadores, carecemos de gente que arriesgue en generar nuevos adeptos a marcas, actividades, a la creatividad… todo es muy normalito, muy mediocre en el sentido de que se mueven los comercios y los servicios en las medianías. Ni fu ni fa. Y si quieres algo especial… te lo tienes que buscar fuera. O por internet. Y los mismos comerciantes que no arriesgan, que te desmotivan, luego te critican y te reprochan que no apoyes lo local.

Por favor… ya basta de memeces. Si quieres fidelidad del consumidor local, ofrece un servicio o un producto que merezca la pena, que atraiga y que busque ese consumidor. No todos tenemos vocación de mediocres.

[Fotocomentario] Jardines renovados y flores en tiempo electoral

Fotografía, Política y sociedad

Estaba revisando las fotografías de un rollo de película fotográfica en blanco y negro que hice en el mes de febrero, cuando al ver una de las fotografías se me ha ocurrido el tema de este fotocomentario. Las características técnicas de las fotos las podréis encontrar en Super gran angular para película fotográfica – Canon EOS 650 con Tokina 12-24 mm e Ilford FP4 Plus, en el caso de que tengáis curiosidad en ellas. Os pondré aquí algunas fotos más de este rollo. Pero la que me ha inspirado es la primera de este par.

Cuando pasé en aquel momento por la plaza Reina Sofía de Zaragoza, me sorprendí al ver que estaban en obras de remodelación de la zona ajardinada de la plaza. Por la que paso con cierta frecuencia, y no había notado que reclamase una especial intervención. Pero oye,… bien está que se mantengan con cuidado las infraestructuras públicas de la ciudad. Cosa que no es frecuente. Se suele esperar a que esté todo muy deteriorado antes de intervenir. Cosas de la «gestión racional del presupuesto municipal», especialmente cuando gobiernan en el ayuntamiento fuerzas políticas con poco cariño por lo público, como ha sucedido en los últimos cuatro años.

No obstante, pocas semanas después fueron otros jardines los que me sorprendieron, y a los que también dediqué algunas fotos, que ya he ido mostrando en otras entradas de este Cuaderno de ruta…

Se trata de los parterres de la plaza de la Convivencia [o de la «Connivencia» como dicen algunos «arteros» empleados públicos que trabajamos por allí, en una crítica al funcionamiento (más o menos) ocasional de las instituciones públicas], plaza en la que se encuentra mi lugar de trabajo. Lucen en este mes de marzo con una multitud de flores de plantas bulbosas, principalmente narcisos, tulipanes y algunos crocus, entre otras, y que nos ha sorprendido porque no recordábamos tal despliegue de color en tan gris y hormigonado lugar. Y en nuestras inocentes conversaciones a la hora del café, hemos dado en recordar que nos encontramos, hoy exactamente, a dos meses de una cita electoral, para renovar gobiernos autonómicos y municipales, junto con otras corporaciones locales. ¡Ah! Esto lo explica todo. Nada más vistoso, y probablemente no demasiado oneroso para las arcas municipales, que plantar florecicas, para «demostrar» la buena gestión de los actuales ediles del Excmo. Ayuntamiento de la Muy Noble, Muy Heroica, Muy Leal, Siempre Heroica, Muy Benéfica, Inmortal ciudad de Zaragoza. Qué cosas.

[Fotocomentario] La personalidad de las ciudades antiguas

Fotografía, Política y sociedad

Vivo en una ciudad con más de dos milenios de historia. Con una continuidad de gobierno municipal de más desde el 740 ab urbe condita, también conocido como 14 AEC, en la que fue fundada Colonia Caesaraugusta como colonia inmune, es decir, ciudad de ciudadanos romanos libres de pagar impuestos a Roma y con capacidad para acuñar moneda, si no he entendido mal el concepto. Es decir, aunque luego cambiasen los poderes que gobernaban el territorio, Roma (Colonia Caesaraugusta), reino visigodo (Cesaracosta), emirato/califato de Córdoba (Saraqusta), taifa de Saraqusta, reino de Aragón (Çaragoça), reino/repúblicas de España (Zaragoza)… la ciudad mantuvo una continuidad en su gobierno y en su organización, con las modificaciones progresivas fruto del avance de los tiempos. Y podríamos considerar que previamente a la fundación de Caesaraugusta, existió ahí la ciudad íbera de Salduie o Salluie, documentada desde el siglo III AEC, pero probablemente existente desde antes.

Dicho lo cual, Zaragoza, como ciudad antigua que es… ¿tiene rasgos en su personalidad, en su estructura, en su estética, que manifiesten este hecho? Estaba estos días observando algunas fotos realizadas en los últimos tiempos. En los que he usado películas de alta sensibilidad, para poder fotografiar con comodidad en las más oscuras callejuelas del llamado Casco Histórico, como las del rollo que presento en Nuevamente sensibilidades altas para todo uso – Minox 35 GT-E con Lomography Color Negative 800. Fotografías del invierno, cuando el sol no se eleva en exceso sobre el horizonte, y en cuanto se hecha alguna nube, o las calles son estrechas… pues la luz no sobra. Y esto siempre me genera una esquizofrenia «ciudadana». Como muchas ciudades de los países mediterráneos, los cascos históricos, ciudades históricas, cascos viejos, ciudades viejas… como las queramos llamar en cada una, son similares en muchos aspectos. Lo que domina es la estructura subyacente de la ciudad medieval. Y en ciudades relativamente grandes, esto supone un porcentaje muy pequeño de la ciudad total. Y en estos países, con veranos cálidos y sol radiante, a veces inclemente, estamos hablando de dédalos de calles estrechas, umbrías. Estemos en Zaragoza, Barcelona, Génova, Nápoles, Roma, Valencia, y muchas otras… el concepto es parecido. Otra cuestión es el estado de conservación de sus elementos estéticos y artísticos, y en qué medida se ha conservado una personalidad propia, distintiva. En Zaragoza, desgraciadamente, la piqueta destructora ha hecho estragos. Y, no obstante, también percibimos la base del trazado urbano romano, el origen de nuestra civilización. Puesto que al fin y al cabo, los zaragozanos comenzamos nuestra trayectoria como romanos… que no vivían en Roma.

[Fotocomentario] Cosas con «carácter»

Fotografía, Política y sociedad

El contenido de este fotocomentario ha surgido de forma natural cuando redactaba mi última entrada sobre técnica fotográfica, Dando vida a los días grises de otoño – Leica M6 con Adox Color Mission. En el mundo de la fotografía, y sospecho que es similar en otros mundos del consumo y la tecnología de consumo, abundan los «expertos» que hacen revisiones de productos, y que se muestran entusiasmados por productos, nuevos o de antaño, que denominan «con carácter». Que tienen «carácter».

¿Y que es esto del «carácter»? Pues a la conclusión que yo he llegado, estos productos con «carácter» son productos que presentan deficiencias, cuando no son simplemente malos. Los ejemplos que más se me ocurren son del mundo de la fotografía. Las cámaras Lomography tienen «carácter». Los objetivos fotográficos soviéticos de los años 50, 60, 70 y 80 tienen muchísimo «carácter». Algunas cámaras para película fotográfica de hace cincuenta o sesenta años tienen también bastante «carácter».

Que conste que el «carácter» en objetos o instrumentos de hace varias décadas no me parece mal. Si es producto de las limitaciones tecnológicas de la época o del hecho de que fueron diseñados para fines distintos de los actuales, pueden ser objetos o instrumentos que en su momento se consideraron de alta calidad, pero que han quedado obsoletos o superados por sus equivalentes actuales. Que se sigan usando con fines expresivos, o emulando su uso original, me parece estupendo, siempre que seamos conscientes de sus limitaciones. Pero que nos vendan objetos o instrumentos nuevos, con «mucho carácter», a precios elevados en ocasiones, como si ese «carácter» fuese una virtud intrínseca… me pone de mal humor. Pero bueno son cosas del capitalismo. Aunque buena parte de esos productos son made in China, una dictadura de partido único… un partido comunista. ¡Qué «carácter»! ¿Verdad?

[Fotocomentario] Blanca Navidad… dicen…

Política y sociedad

Algunos ya lo sabréis pero, salvo con alguna excepción que otra, no suelo publicar las fotos realizadas con la familia o los amigos, especialmente si hay menores presentes en las fotos. Depende de las personas. Y tal fue el caso recientemente. El 27 de diciembre nos dimos un amplio paseo por la ciudad, en el que aproveché para hacer fotos, un par de cartuchos de película instantánea, Fujifilm Instax Square (Película instantánea para navidad – Fujifilm Instax SQ6 con Instax Square Star Illumination). También con película para negativos en blanco y negro. Y lo hicimos un grupo de amigos, entre ellos “expatriados” que llevan viviendo muchos años fuera de Zaragoza, pero que vuelven durante las fechas navideñas para estar con la familia. Y algún rato con los amigos. Entre otros lugares, puesto que estuvimos por ahí desde la hora del chocolate caliente a las 10:00 de la mañana hasta la hora del vermú antes de comer, y en España no se come pronto, pasamos por los mercadillos y atracciones navideñas que hay en distintos puntos de la ciudad. Y uno de ellos me inspiró este fotocomentario.

Desde hace ya unos cuantos años, se instala una pista, un gran tobogán en la que la gente baja deslizándose sobre unos grandes neumáticos, pero todo simulando como una pendiente nevada. No recuerdo la última vez que nevó en Zaragoza por Navidad. No recuerdo si durante mi vida ha nevado alguna vez por Navidad. Suele ser más bien época de anticiclones y nieblas. Las borrascas con nieve suelen venir más tarde. No hay blancas navidades. Pero es que además este año, entre el día de Navidad y hasta pasada la Nochevieja y el Año Nuevo, el tiempo fue excepcionalmente benigno. Me he enterado que tal benignidad se extendió por todo el continente europeo, con gente muy sorprendida en Europa central por las temperaturas que disfrutaban.

Más coincidencias. El gobierno autonómico de Aragón anunció a bombo y platillo una gran obra de infraestructura para unir estaciones de esquí a través de valles que muchos opinan deberían ser objeto de protección medioambiental. Y, cínicamente en opinión de muchos, se financiarán parcialmente con fondos para la sostenibilidad medioambiental europeos. Uno se queda sin palabras antes estas situaciones. Y más cuando… tan apenas hay nieve. En pleno invierno, la reserva de agua en los pantanos de la cuenca del Ebro no llega al 50 %, y la reserva de nieve es muy escasa. Y es una tendencia que con la crisis climática va a mantenerse en el tiempo; todo lo indica así, desde el punto de vista de la ciencia, aunque las predicciones puntuales sean muy difíciles. Así que en unos años, la inversión y el destrozo medioambiental pueden ser para nada en absoluto. Porque no va a haber blancas navidades. Parece que va a ser así. Pero la capacidad para la demagogia en año electoral de los políticos parece infinita. Como el universo o la estupidez humana, según se atribuye a Einstein, aunque no se puede considerar probado que afirmara tal cosa. Bueno… lo de la infinitud del universo seguro que no está probado.

[Fotocomentario] Los vecinos más tranquilos de la ciudad

Política y sociedad

Surgió a conversación este fin de semana mientras tomaba algo fresco en un terraza con unas buenas gentes. A mucha gente, los cementerios les producen repelús. La palabra repelús no existe meramente en el lenguaje coloquial como eufemismo de miedo o temor más o menos supersticioso, como yo pensaba. En el diccionario de la Real Academia Española aparece la palabra repelús como «temor indefinido o repugnancia que inspira algo». Sin embargo, dos de los presentes arqueábamos las cejas ante este repelús.

Mi padre trabajó de marmolista en un taller de su propiedad a medias con un socio y buen amigo durante tres décadas. Algo más que buen amigo; familia de la mejor. Previamente había ejercido la profesión como asalariado para otros. Y aunque preferían otros trabajos, relacionados con los complementos para muebles o las obras de baños y cocinas, de vez en cuando les encargaban y hacían lápidas para los nichos del cementerio. Y más de una vez en mi infancia subí con ellos mientras colocaban las lápidas. En ese rato, como niño que era, jugaba entre las tumbas sin mayor problema. Nunca, ninguno de los tranquilos y pacíficos residentes del lugar, me causo ningún tipo de problemas. Ni me dirigieron la palabra. Ni de niño sentí yo repelús alguno por el lugar.

Ese repelús, irracional, se extiende a otras gentes e instituciones. Por ejemplo, los hospitales psiquiátricos y las personas con trastornos mentales graves. Fue lo que desencadenó la conversación. El paso junto a la terraza de una persona con uno de estos problemas de salud, que saludó, y yo le contesté. Y se quedó mirando un rato sonriente. Lo cual… probablemente generó el repelús de alguno de los presentes. Injustificado repelús. También me habitué a su presencia desde muy niño. Tampoco he entendido nunca este repelús, también irracional. Y que nos cierra la posibilidad de algo importante y necesario; la solidaridad y el apoyo a estas personas. Una pena lo de los miedos irracionales.

Las fotografías de hoy proceden de este rollo de película; Suburbios y cementerios en formato medio – Hasselblad 500CM con Kodak Portra 400. Del que os dejo otras muestras.

[Fotocomentario] Monumentos con mucha monumentalidad

Cultura, Política y sociedad

Fue la primera vez que fui a esquiar a Andorra, a la estación de Pas de la Casa-Grau Roig. No recuerdo que año fue. En algún momento entre 1993 y 1995 probablemente, pero no puedo decir exactamente cuando. Junto con unos amigos, nos habíamos inscrito en un club de esquí, de cuyo nombre no me quiero acordar. Era bastante cutre. Pero organizaba fines de semana de esquí que nos interesaban, con la cuota de la asociación te incluía la de la federación y el seguro de accidentes, y te proporcionaban bonos de esquí más baratos. El caso es que en aquel viaje, íbamos en el autobús, con una moza que hacía de guía, y al pasar por la carretera camino de la estación de esquí, frente a la basílica santuario de Nuestra Señora de Meritxell, la chica soltó una frase que nos generó abundantes risas durante muchos años; «Aquí, a mi derecha, el santuario de Meritxell, un monumento con mucha monumentalidad«. Tal cual.

Cuando vas por el mundo, no faltan, en casi ningún país, los monumentos con mucha monumentalidad. Edificios, esculturas, estructuras diversas, de gran tamaño, pretenciosos, que pretenden demostrar algo… generalmente impulsado por sentimientos religiosos, nacionalistas/localistas, u oficialistas de regímenes que, incluso si son democráticos, tienen su ramalazo menos democrático. La ideología oficial, la historia oficial, el modo oficial de ser o pertenecer a un país… este tipo de conceptos que a mí se me atragantan y me producen acidez de estómago.

Por ejemplo, la pretenciosa basílica de estilo brutalista (o quizá futurista, una corriente artística tan querida por los fascismos) que se construyó albergar las tumbas y para honrar a los combatientes fascistas que mandó el régimen de Mussolini a la Guerra Civil Española, con la habitual connivencia entre la Iglesia Católica y los regímenes totalitarios fascistas. Bien es cierto que con la caída del fascismo en Italia, el régimen republicano que vino tras la guerra mundial forzó a que también recibieran sepultura los combatientes italianos del bando republicano.

Y qué decir de la colosal escultura de Alfonso I de Aragón, llamado El Batallador, que derribó la taifa de Zaragoza en medio del fanatismo religioso y guerra santa (o cruzada, como se llama en el cristianismo), dejando a continuación con su muerte un caos político que casi arruinó todo lo que había conseguido, fuere bueno o malo, por dicho fanatismo religioso y nula capacidad de gobierno y saber quehacer político. Y ahí esta, pétreo… con el espadón de dar mandobles y destripar y decapitar infieles, mirando a… bueno… con la mirada perdida en vete tú a saber que horizonte. Y estos son sólo dos ejemplos de los monumentos con mucha monumentalidad a los que nos hemos acostumbrado, pero sobre cuyo real significado debiéramos reflexionar con más frecuencia.

Las dos fotos proceden del rollo que comento en La mejor hora para la Adox Color Mission… o cualquier otra película – Leica M6 y Zeiss Planar 50 mm f2 ZM, donde hay otras fotos con objetos y paisajes urbanos con más plácido significado.