[Fotocomentario] El tren, ese servicio público… se supone

Fotografía, Política y sociedad

Los ferrocarriles fueron un elemento decisivo durante el siglo XIX para impulsar la revolución industrial y el desarrollo tecnológico y social de muchos países. De forma muy irregular en otros. Las gentes, durante la mayor parte de la historia del ser humano, nacían, vivían y morían en un mismo sitio, o desplazándose de forma muy limitada en su entorno. Los viajes eran cosa de privilegiados o aventureros. O invasores militares. Las mercancías se movían con parsimonia, en cantidades pequeñas. Si tus campos producían, comías y también tus vecinos. Si no, había hambruna. El consumo era local. Y las tecnologías, básicas, artesanales. Con la máquina de vapor todo cambió. En el siglo XX, en muchos países el ferrocarril fue determinante para la vertebración y cohesión del territorio. También para las comunicaciones entre países. Y eso, en Europa y otros países del mundo, sigue sucediendo en el siglo XIX. Uno de los países con una red ferroviaria densa, amplia y bien organizada es Alemania, y durante unos días la pudimos disfrutar en este mes de agosto.

En España, sin embargo, la historia del ferrocarril siempre ha sido agridulce. Por supuesto que también contribuyó a la industrialización y vertebración del país… pero tarde, de forma irregular, con numerosos desequilibrios regionales. Fue fundamental para algunas regiones, especialmente las periféricas, pero no tuvo un impacto real en el interior agrícola y más vacío. Y eso sigue. Las comunicaciones transversales, las medias y largas distancias que no sean alta velocidad son testimoniales, poco usadas y poco vertebradoras. Sólo son realmente significativas algunas redes de cercanías en áreas metropolitanas importantes, y la red radial de alta velocidad, pensada para que la gente vaya y venga de Madrid. No hay red de alta velocidad transversal, o es muy testimonial. Una vez más, seguimos sin vertebrar el territorio. Como consecuencia, muchísimos camiones atufando la atmósfera y un excesivo uso del coche particular. Si a ello añadimos las dificultades de comunicación con otras redes por los distintos anchos de vía, escasamente paliados en los últimos tiempos en los trenes de alta velocidad… Y la experiencia en los últimos tiempos, así como los titulares de las noticias, nos hablan del impacto de las crisis económicas y financieras en el mantenimiento de las líneas, incluso las más prestigiosas. Aumentan los incidentes, los retrasos… y no digamos ya la manía de jugar a que los trenes son aviones, lo cual empieza a difuminar los derechos de los viajeros cuando se producen incidentes por culpa de esos billetes low cost, que no lo son tanto.

En fin, las fotos de hoy proceden de ese viaje a Alemania, y de ellas podréis saber más en Múnich y otras ciudades bávaras – Minox 35 GT-E con Ilford XP2 Super… una vez más.

[Viajes] Excursión ferroviaria en el día a Canfranc Estación

Viajes

Habría que recordar que el nombre del entorno donde se sitúa la estación de Canfranc es Los Arañones, que el pueblo de Canfranc está cuatro kilómetros al sur, más abajo en el valle, pero que que la mayor parte de la gente llama Canfranc a Los Arañones o, aquellos más enterados, Canfranc Estación. Un lugar por donde yo paraba con cierta frecuencia hace 20 años o más, pero que no había visitado por lo menos en ese tiempo.

La estación internacional de Canfranc y su entorno en agosto de 2000, las últimas fotos que tengo registradas del lugar hasta el día de ayer.

Ayer hicimos un viaje en el día con la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ. En tren. En el «canfranero». Que es una experiencia en sí misma. Un viaje que en coche dura menos de dos horas, exactamente cuanto depende de lo que uno corra por los abundantes tramos de autovía con dos carriles por sentido que hay, en tren dura, en la situación más optimista, desde la estación de Miraflores, la última de las cuatro que recorre el tren por Zaragoza antes de salir de la ciudad, tres horas y cuarenta y cinco minutos. Cuatro horas si sales desde su inicio de trayecto en Zaragoza-Delicias. Más de dos horas más que en coche. Eso sí, recorriendo unos paisajes estupendos, que desde el tren son difíciles de fotografiar. Especialmente en fin de semana cuando va muy lleno.

Vistas desde el tren durante el viaje.

El entorno de la estación de Canfranc ha cambiado mucho en la última década. No tanto el núcleo de población que surgió a su costado, aunque ahora está más cuidado que hace un tiempo. Todo está todavía en obras, y ha perdido el sabor nostálgico de hace dos décadas. Esperemos que sea para bien. Hay mucho optimismo por parte de mucho respecto a la apertura de la línea ferroviaria internacional con Francia… que a mí me cuesta mucho asumir. No lo tengo nada claro. Especialmente con dos anchos de vía distintos. Incluso si se centrase, como parece más razonable, al tráfico de mercancías, eliminando tránsito de camiones por los Pirineos. Algo que sería muy deseable ambientalmente.

Restos ferroviarios que todavía se pueden ver en el entorno de la nueva estación, estando muy avanzadas las obras de la vieja para reconvertirla en lo que los políticos llaman «un hotel de alto standing». Muy papanatas los políticos de esta comunidad autónoma.

Ayer recorrimos por la mañana los lugares más emblemáticos del lugar desde el punto de vista ferroviario. Los edificios, los restos ferroviarios, la entrada del túnel internacional, convertido en la actualidad en laboratorio que estudia determinados aspectos de la física de partículas, como los neutrinos o la naturaleza, incógnita todavía, de la denominada materia oscura.

Asistimos también a la llegada a la estación de un tren especial con material ferroviario histórico puesto en la vía por la asociación de amigos del ferrocarril de Madrid con la colaboración y material ferroviario añadido de la asociación zaragozana equivalente.

Después de comer, realizamos una visita guiada por el entorno de la estación en la que se explicó con detalle la historia del lugar, los avatares de su historia, más rica de lo que muchos piensan, y las perspectivas de futuro. Esas sobre las que yo ya he dado a entender que no me siento tan optimista.

Después de esta visita guiada, poco margen quedó ya para hacer nada. Se acercaba la hora de afrontar las tres horas y cuarto de regreso, y además el tren tenía una ocupación alta, por lo que si queríamos tener un espacio en el mismo en el que los compañeros de la asociación estuviésemos reunidos, más valía montar cuanto antes. Dentro de unos días, semanas más bien, espero tener más fotos realizadas con película fotográfica tradicional.

[Fotos] Entornos ferroviarios y urbanos con película negativa en color

Fotografía

Empieza a ser ya habitual que cuando dedico mi jornada fotográfica a la fotografía digital lleve conmigo una cámara compacta con un rollo de película. Las más de las veces película negativa en color. Y si no termino el rollo en esa jornada,… pues lo llevo unos días más mientras deambulo por la ciudad y lo voy terminando.

Cuando estuve hace ya unas semanas haciendo fotos en el entorno de la estación de Casetas, con la cámara digital de formato medio, y también con una Polaroid, llevé también una de estas compactas con negativos en color.

Aquí os presento algunas de las fotos. Las cuestiones técnicas, que no son muchas ni muy complejas, en Nuevamente la Olympus Trip 35 y un rollo de Kodak ProImage 100 para acompañar una jornada de fotografía digital.

[Fotos] Trenes, arte, paisaje y ciudad con mi formato medio digital ampliado

Fotografía

Como ya adelantaba ayer, este fin de semana he extendido las capacidades fotográficas de mi nueva cámara de formato medio digital, gracias a un adaptador que me permite usar ópticas de otros sistemas.

Los escenarios donde lo he utilizado han sido tan variados como los alrededores de la estación de ferrocarril de Casetas, el recinto de la Expo 2008 en Zaragoza y el Museo de Zaragoza en la exposición dedicada a la estancia de Francisco de Goya en Italia, en su juventud, con motivo del 275º aniversario de su nacimiento.

Los detalles técnicos de las fotografías los podéis encontrar en Adaptadores de objetivos para la Fujifilm GFX 50R – Fringer EF-GFX [Canon EF]. Aquí, como de costumbre, simplemente las fotos.

[Libro] Au prochaine arrêt – Hiro Arikawa

Literatura

Ya he decidido no desesperar. En mayo me empecé a bloquear en la lectura de forma muy intensa, como hace mucho tiempo. No consigo concentrarme. He leído alguna historieta… y he empezado cuatro libros, a priori muy interesantes, de los que no he conseguido pasar del primero o segundo capítulo. Yo, que he sido un lector constante, no intenso,… no de merendarme libros en un día o dos… más bien reposado, de dejar que se asimile lo que leo,… me he sentido, en cierto modo, desesperado. Pero bueno… me lo tomaré con calma y ya volverá mi capacidad de concentrarme en la lectura.

La estación principal de los ferrocarriles Hankyū se encuentra en el distrito de Umeda de Osaka, donde está también la estación «Osaka» de los JR (no la alta velocidad, que está en «Shin-Osaka», ‘nueva Osaka’). No cogimos ningún tren de esta línea en nuestro último viaje a Japón. Aunque, por error, sí cogimos uno en 2014, en Kioto, cuando nos equivocamos de línea en la estación de Kyoto-Kawaramachi. Error que corregimos sin graves consecuencias.

Pero el año pasado, que ya me empezó a suceder este fenómeno, que achaqué a la epidemia, aunque ya no lo tengo claro, me desatasque en varias ocasiones gracias a novelitas no muy largas de autores japoneses. Especialmente en viajes. Así que para el reciente viaje que he hecho a Dinamarca, un viaje corto, pero que me ha sentado muy bien, pillé una recomendación que vi hace unas semanas en Pen ぺン Magazine. El libro, de la escritora Hiro Arikawa, se titula originalmente Hankyū Densa 阪急電車, haciendo referencia a los trenes de una de las líneas de la red de ferrocarriles privados Hankyū, que presta servicios en la connurbación Osaka-Kioto-Kobe, no ha sido traducida al castellano todavía, y la he leído en francés, donde recibe un título que se traduce como En la próxima parada.

La escritora parece ser conocida por escribir novelas ligeras, ranobe ラノベ, que sería una evolución del pulp propia del País del Sol Naciente. Pero no calificaría yo dentro de este género esta novela. Bajo el esquema de historia de vidas cruzadas, en las que distintos personajes se cruzan de forman más o menos casual en el espacio y en el tiempo, el relato sigue el viaje de un tren de la línea Imazu de los ferrocarriles Hankyū. Es una línea secundaria de la red, que une las estaciones de Imazu y Takarazuka. Pero está formada por dos tramos sin continuidad entre sí, uno entre Imazu y Nishinomiya-Kitaguchi, con sólo tres estaciones. Y en esta estación hay que cambiar al tramo entre Nishinomiya-Kitaguchi y Takarazuka. Si alguien ha leído la estupenda novela de Tanizaki, Las hermanas Makioka, totalmente recomendable, el hogar donde viven tres de las hermanas está en Ashiya, muy cerca de Nishinomiya y de esta línea ferroviaria, entre Osaka y Kobe.

Mejor dicho, no es la historia del viaje de un tren, sino de dos trenes. En la primer parte del libro, asistimos al trayecto del tramo norte entre Takarazuka y Nishinomiya-Kitaguchi (Nishi-Nord la llaman en el libro, arruinando parte de la gracia, porque tanto nishi 西 [oeste] como kita 北 [norte] son dos puntos cardinales), en época de buen tiempo; en la segunda parte, asistimos al trayecto inverso, unos seis meses después, tras el año nuevo. Y cada capítulo se titula con el nombre de la estación a la que llega el tren. Ocho estaciones. Y los personajes son los mismos, o muy similares, alguno nuevo hay en el trayecto de descenso, que no aparece en el de ascenso al principio del libro. Las historias individuales tienen un tono romántico. Parejas que se forman, parejas que se deshacen, adolescentes conformando su futuro, amas de casa que no tienen claro cómo y con quien relacionarse a sus cuarentaytantos. Una abuela, algo excéntrica, yendo y viniendo con su nieta, y repartiendo sabiduría práctica a los más jóvenes.

El libro lo leí en los dos trayectos de avión entre Madrid y Copenhague y regreso. Un poco mimetizando el espíritu del libro. Son tres horas cada trayecto de avión, para contar lo que pasa en los 7,7 km de recorrido del tren. El libro tiene buen rollo, es optimista y te pone de buen humor. Pero tras su apariencia ligera, no deja de tener suficiente profundidad como para estar lejos de esas «novelas ligeras» de las que hablaba antes; bastante más profundidad, expresando una cierta filosofía personal a la hora de afrontar la vida y sus problemas. Y el mismo tiempo, un libro de viajes que, por mucho que sea el de un tren de cercanías, tiene un calado que no envidia a los libros sobre el Transiberiano, el Orient-Express, u otros trenes míticos que en la literatura han sido. A mí me gustó muchos y me parece muy recomendable. Lo único… que hay que saber francés o japonés para leerlo. En castellano no está. En inglés, creo que tampoco. He visto que hay una película del año 2011 que adapta el libro al cine. Igual la busco.

[Viajes] Suiza se resume en sus transportes públicos

Viajes

Ayer por la tarde llegamos a casa, regresamos de nuestro viaje de una semana por tierras suizas. A priori, no era un destino novedoso para nosotros. Ya habíamos recorrido el país helvético en otras ocasiones. Sin embargo, a pesar de la premura en la preparación, la reserva de algunos desplazamientos y alojamientos fueron con menos de una semana de tiempo a nuestra partida, y de la escasa planificación, no ha ido mal. Hemos vuelto a visitar lugares cuya espectacularidad y belleza justifican el viaje… más de una vez. Pero también hemos conocido muchos nuevos destinos, que han hecho que el viaje tuviera sus incentivos añadidos.

Una de las características, de las virtudes, del país alpino es su densa y comprehensiva red de transportes públicos. Especialmente interesantes para el viajero que quiere conocer el país, más que sus eficientes autopistas, son los trenes, especialmente los más tranquilos y recónditos, y cuando hay lagos, los barcos que los recorren. Seis personas nos juntamos en la ciudad de Berna como base para nuestros recorridos. La cantidad de excursiones a sitios interesantes que se pueden hacer desde la capital federal la hacen un lugar de alojamiento ideal. Tres acudimos desde España, Zaragoza o Sevilla, y estuvimos alojados siete noches, de lunes a lunes. Tres acudieron desde Milán o Ginebra, y estuvieron alojados con nosotros cuatro noches, llegando a última hora del jueves y hasta el lunes dos de agosto como nosotros.

Todos llevábamos el Swiss Travel Pass, que no es barato, pero se amortiza con facilidad. Nada es barato en el país helvético. Y especialmente porque desde que estuve en él por primera vez hasta ahora, el franco suizo ha pasado de tener un valor entre un 60 % del Euro hasta estar casi a la par con la moneda común de la Unión Europea en la actualidad. Los precios han variado desde 2009 hasta la fecha, pero no una enormidad. Sin embargo, la revalorización del franco suizo hace que para el visitante de la eurozona la cosa se haya ido encareciendo bastante. En cualquier caso para quienes adquirimos el Travel Pass de ocho días, los ocho lo usamos pues incluía los desplazamientos desde y hasta el aeropuerto de Zurich, aprovechamos un descuento sustancial por estar de promoción. El de tres días de nuestros amigos italianos estaba más en el límite de la conveniencia. Aunque al final, salieron las cuentas y lo amortizaron. El viaje en tren de Milán a Berna no lo pudieron cargar al Travel Pass, aunque a la vuelta si cargaron el desplazamiento desde Berna a Domodossola, y solo tuvieron que abonar el tramo italiano del viaje.

El Travel Pass incluye casi toda la red ferroviaria, autobuses de línea, transportes urbanos, y navegación en lagos en líneas regulares. Museos gratis, casi todos, aunque sólo visitamos uno, el Kunstmuseum Basel, especialmente el Gegenwart, la sección de arte contemporáneo, la pionera de este tipo de museos en Europa. Y descuentos sustanciosos en líneas turísticas, como son los ferrocarriles de cremallera, los teleféricos y otros remontes de Montaña, que van desde un 50 % en ferrocarriles como el Gornegrat, que permite usar el tren durante un día de forma ilimitada, o el ferrocarril del Brienzer Rothorn, o el acceso en telecabina al Grindelwald First, a un 25 % en las secciones de subida al Jungfraujoch, desde Grindelwald o Lauterbrunnen. Hasta esta localizaciones el Travel Pass en válido para la integridad del billete. Estos descuentos son los que determinan, y con ventaja, la conveniencia del Travel Pass, según nuestras cuentas.

Por otra parte, disponer del Travel Pass te permite adaptar tus necesidades a las circunstancias del clima u otros imprevistos. El domingo, primero de agosto y fiesta nacional suiza, aniversario de su declaración de independencia del Sacro Imperio Germánico en 1291, último día antes del regreso, estuvo de llover y con temperaturas que no superaron los 16 ºC de máxima. Pues nos montamos un recorrido ferroviario muy bonito, circular que nos llevó a Gstaad (Oberland bernés), Chateau d’Oex (Pays d’Enhaut de Vaud, viene a significar lo mismo pero en francés para el cantón con capital en Lausana), y Gruyères en la comarca de La Gruyère, patria del Gruyère, afamado queso, también en el cantón de Vaud. Y atravesando unos paisajes alpinos, deslucidos un tanto por la ocultación de las altas cimas, como Les Diablerets, por culpa de las nubes.

En resumen, que lo hemos pasado bien. Que nos hemos movido mucho. Y que nos ha cundido gracias a la maravillosa red de transporte pública de Suiza. Cuyos medios de transporte son atracción para el viajero por sí misma como son los cremalleras de subida a Zermatt, los trenes que nos llevan a Grindelwald o Lauterbrunnen y más allá, o la GoldenPass Line, que atraviesa el paso de Saanenmöser por fricción, sin necesidad de cremallera, o el Zentralbahn, entre Interlaken Ost y Lucerna, que si necesita auxiliarse de la cremallera para superar las rampas del paso de Brünig. Que delicia todo ello. ¿Se me ha olvidado decir que el cremallera de montaña del Monte Rigi que permite ir desde el lago Lucerna hasta la cima y luego volver por la estación de Arth-Goldau sí que está incluido integramente en el Travel Pass? Lo que pasa es que las nubes en la cima nos la tienen jurada. Arth-Goldau es el nombre de la estación, que sirve a tres localidades, Arth, Oberarth y Goldau.

[Fotos] Entre vías ferroviarias y canales acuáticos

Fotografía

Las playas de vías de la estación de clasificación del Arrabal en Zaragoza y el paso del Canal Imperial de Aragón por la ciudad son las imágenes que ilustran mis recomendaciones fotográficas de este domingo que podréis encontrar en Recomendaciones semanales – del 11 al 18 de marzo de 2018.

[Fotos] Entre nieves y trenes a 20 megapíxeles…

Fotografía

Sip. Las dos cámaras que más he utilizado esta semana tenían en común que tenían sensores de 20 megapíxeles con una formato de una relación de lados 3:2. Los modelos es lo de menos ahora. También he usado alguna cámara para película tradicional, pero aun estar por verse los resultados… dentro de un par de semanas algunos de ellos, por lo menos. En cualquier caso, nieves y trenes. Que he decidido transformar en imágenes monocromas para ilustrar mis recomendaciones fotográficas semanales en: Recomendaciones semanales – del 18 de febrero al 5 de marzo de 2018.

 

[Fotos] En blanco y negro, entre trenes y en las calles de Zaragoza

Fotografía

Hace un par de semanas. Entre las instalaciones ferroviarias en el entorno de la estación de Casetas, un sábado por la tarde, y paseando por las calles del casco histórico de Zaragoza el domingo siguiente por la mañana.

Los detalles técnicos en el siguiente enlace: Paisaje industrial (ferroviario) y paisaje urbano con Fujifilm Neopan 100 Acros.

 

 

[Cinefoto/Cinetren] Actualizaciones de mis colecciones de cine ferroviario o de tema fotográfico

Cine, Fotografía, Trenes

Hoy me he dedicado a actualizar mis colecciones dedicadas a las películas con tema ferroviario (cinetren.wordpress.com) o con tema fotográfico (cinefoto.wordpress.com).

Entre las primeras he añadido la última película de Almodóvar, basada en tres relatos cortos de Alice Munro, uno de los cuales transcurre en un tren. Y que tiene una importancia grande en el devenir del largometraje del manchego. Así que he abierto una entrada específica para «Julieta» en la colección.

Dos de las películas de hoy transcurren en París, así que nos vamos fotográficamente a la capital francesa.

Dos de las películas de hoy transcurren en París, así que nos vamos fotográficamente a la capital francesa.

Entre las segundas, dos películas. Una reciente, «Marguerite», ya que en está película con simpática y desafinada protagonista, la fotografía tiene también un papel secundario pero no desdeñable, de la mano del mayordomo… que en esta ocasión no es el asesino. O no del todo.

La otra, ya tiene unos años, ya que se trata de la última colaboración entre el director polaco Zulawski y la actriz francesa Sophie Marceau, «La fidelité», en la que esta última encarna a una fotógrafa. Aunque la película no deja de ser una revisión de un clásico de la literatura francesa «La princesa de Cléveris».

Bien es cierto que en una de ellas también hay alguna escena en algún tren... igual tendría que haber buscados trenes franceses... Para otra vez.

Bien es cierto que en una de ellas también hay alguna escena en algún tren… igual tendría que haber buscados trenes franceses… Para otra vez.

[CineTren] Neorrealismo italiano y policiaca estaliniana como novedades

Cine, Trenes

Ante la ausencia de novedades destacadas en el ámbito de las series de televisión respecto a las dos últimas semanas, este jueves lo dedico al cine y al ferrocarril. Dos novedades en CineTren, mi página dedicada al ferrocarril en el cine. Hacía un tiempo que no actualizaba.

Il ferroviere (1956)

Tengo la sensación de que esta película tendría que haber aparecido en la colección CineTren con anterioridad. Tanto por su tema como por su calidad. Pero quizá el cine italiano es uno de los grandes desconocidos en España, y muchas de sus más interesantes películas pueden ser desconocidas para el público español. Vamos a ver si podemos paliar un poco esta situación con el comentario de esta película dirigida y protagonizada por Pietro Germi.

Ya que en las películas de hoy podemos ver trenes italianos, también los pondremos en las fotografías acompañantes. En el encabezado, el Circumvesuviana en Ercolano, y en esta imagen, un

Ya que en las películas de hoy podemos ver trenes italianos, también los pondremos en las fotografías acompañantes. En el encabezado, el Circumvesuviana en Ercolano, y en esta imagen, un «pendolino» relativamente moderno en la estación de Trieste, de alta velocidad, que hoy en día podría estar haciendo algún servicio Frecciabianca.

Child 44 (2015)

Película reciente dirigida por Daniel Espinosa, que sin tener un tema ferroviario específicamente, se desenvuelve continuamente en un ambiente ferroviario, y en la que los ferrocarriles son de alguna forma un actor de reparto absolutamente necesario para el desarrollo de la trama, por lo que la traigo a mi colección CineTren. Ya lo advierto me ha entusiasmado bastante menos… incluso con un reparto prometedor… fallida me parece. Pero justamente añadida a la colección donde se está por el tema y contenidos y no por la calidad percibida.

Aunque no aparece expresamente dicho, la estación que aparece en

Aunque no aparece expresamente dicho, la estación que aparece en «Il ferroviere» se sobrentiende que sería la Stazione di Roma Termini, que aquí vemos con un tren Eurostar Italia, que hoy sería un Frecciargento.

[Fotos] Trenes, coches, motos de antaño en Casetas

ferrocarril, Fotografía

Ayer domingo, la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y del Tranvía (AZAFT) hizo lo que denominaron una jornada de puertas. El objetivo de la misma era el de sensibilizar a la gente y recaudar algunos fondos para una locomotora de vapor, la Baldwin nº 1. La jornada se realizó con la colaboración de un par de asociaciones de coches clásicos, con el fin de atraer tanto a los aficionados al ferrocarril como al automóvil a los alrededores de la estación del barrio zaragozano de Casetas.

Una vista de la bonita Locomotora Baldwin nº 1 que, aunque con un aspecto cosmético espléndido, no está condiciones de circular por sí misma.

Una vista de la bonita Locomotora Baldwin nº 1 que, aunque con un aspecto cosmético espléndido, no está condiciones de circular por sí misma.

Aficionado como soy a los ferrocarriles históricos, bastante menos a los automóviles, me dispuse a desplazarme a Casetas con el fin de pasar la mañana del domingo con un par de cámaras de fotos. Ya conocía el lugar, ya que hace casi tres años tuvimos la oportunidad de visitar con Fotógrafos en Zaragoza (FeZ) la nave donde se guarda el material preservado por AZAFT. No sabía si cuando hablaban de «puertas abiertas» se referían a la entrada a dicha nave; me extrañaba, porque moverse entre el material no está exento de riesgos de accidentes, y no me imaginaba que sometieran al público general, niños incluidos, a dicho riesgo. Efectivamente, se limitaron a sacar algunos de sus mejores vehículos a las vías de la estación de Casetas para el disfrute de los visitantes.

Para ir allí cogí el tren de cercanías, donde había quedado con algún otro participante en FeZ a través de las redes sociales, y allí mismo en Casetas había quedado con un amigo, José Antonio, que también se ha aficionado bastante a la fotografía. La verdad es que en seguida nos dispersamos cada uno por un lado, y José Antonio y yo visitamos el lugar a nuestro aire.

Hacía frío ayer, incluso en el interior de los coches del tren azul de la AZAFT.

Hacía frío ayer, incluso en el interior de los coches del tren azul de la AZAFT.

Primero recorrimos la zona ferroviaria, recorriendo con detalle los vehículos a la vista y todo el interior del tren azul, formado por coches de pasajeros y de correos, que la AZAFT pone en la vía de vez en cuando y que es realmente vistoso. Allí es donde ya nos despistamos del resto de la gente.

Autorretrato en el interior de uno de los coches cama del tren azul.

Autorretrato en el interior de uno de los coches cama del tren azul.

A la cabeza del tren azul un pequeño tractor de maniobras diésel, también preservado, y utilizado para mover el material.

A la cabeza del tren azul un pequeño tractor de maniobras diésel, también preservado, y utilizado para mover el material.

A través de una de las ventas de un coche postal vemos la silueta verde una 7800 o "Panchorga", locomotora eléctrica de concepción norteamericana.

A través de una de las ventas de un coche postal vemos la silueta verde una 7800 o «Panchorga», locomotora eléctrica de concepción norteamericana.

Tras la visita a los trenes, recorrimos el paseo donde se encontraban estacionados los coches clásicos en dirección a los locales de la AZAFT. El tema de los coches ya digo que me interesa menos, pero había algunos majetes y entretenidos.

O los siempre coquetos "Escarabajos", alegremente decorados disfrazados de "Herbies".

O los siempre coquetos «Escarabajos», alegremente decorados disfrazados de «Herbies».

No podían faltar los detalles, como el felino que da nombre a los Jaguar.

No podían faltar los detalles, como el felino que da nombre a los Jaguar.

O los retrovisores grabados de los siempre vistosos Cadillac.

O los retrovisores grabados de los siempre vistosos Cadillac.

Y con los automóviles, no faltan los espejos y las superficies reflectantes para intentar los selfis más originales.

Y con los automóviles, no faltan los espejos y las superficies reflectantes para intentar los selfis más originales.

De todas formas, los que más atraían eran los coches de formas más auténticamente antiguas.

De todas formas, los que más atraían eran los coches de formas más auténticamente antiguas.

Coches grandes, americanos, muy vistosos, de los que dicen que hay que irse a Cuba para ver en abundancia.

Coches grandes, americanos, muy vistosos, de los que dicen que hay que irse a Cuba para ver en abundancia.

El recorrido, con bastante frío, terminó en los locales de la AZAFT, donde aun pudimos admirar algunos otros vehículos, unos en mejor estado y otros bastante deteriorados, y algunas maquetas. Por el camino, no dejamos de encontrarnos con más gente conocida, aficionados a la fotografía que estaban aprovechando la ocasión.

La motocicleta Montesa tiene ya unos cuantos años, pero se ve perfectamente cuidada y en buen estado.

La motocicleta Montesa tiene ya unos cuantos años, pero se ve perfectamente cuidada y en buen estado.

Sin embargo, el viejo tranvía de la línea 11 de Zaragoza "Parque - San José", la mía de mi infancia, necesita un buen repaso.

Sin embargo, el viejo tranvía de la línea 11 de Zaragoza «Parque – San José», la mía de mi infancia, necesita un buen repaso.

Escurridiza esta pequeña locomotora a escala, hasta que el "conductor" la paró un rato para poder hacerle unas fotos.

Escurridiza esta pequeña locomotora a escala, hasta que el «conductor» la paró un rato para poder hacerle unas fotos.

Mientras, en la estación también a escala, estos pasajeros mostraban una paciencia infinita.

Mientras, en la estación también a escala, estos pasajeros mostraban una paciencia infinita.

Como veis, a pesar del frío, una mañana muy entretenida, que nos llevó en total dos horas y media recorriendo todas estas colecciones de vehículos diversos. A ver si la próxima vez la ponen en primavera, y tal…

Me despido con un último selfi en los retrovisores del "Escarabajo" "Herbie"... hasta la próxima.

Me despido con un último selfi en los retrovisores del «Escarabajo» «Herbie»… hasta la próxima.