[Cine] Gūzen to sōzō 偶然と想像 (2021)

Cine

Gūzen to sōzō 偶然と想像 (2021; 68/20211109)

Cuando llevábamos un tiempo con las restricciones a la movilidad y a los lugares de entretenimiento debidas a la pandemia de covid-19, viendo que lo de ir al cine se había puesto realmente difícil, opté por dedicar el presupuesto mensual que gastaba en entradas a las salas de cine en un par de suscripciones adicionales a plataformas de contenidos visuales bajo demanda. Entre ellas, la más interesante para quienes gusten del cine menos comercial y con un plus de calidad, Filmin. Y esto me permitió acceder a varias películas del japonés Hamaguchi Ryūsuke, del que vi varias películas que me gustaron bastante. Aunque reconozco que por su introspección y por sus ritmos pueden no ser del gusto de los consumidores de «comida rápida (¿basura?) cinematográfica», tipo Marvel/Disney y similares, que es el gusto predominante entre los espectadores en estos tiempos. Pero a mí me gustó.

Unas vistas de Tokio en las primeras horas del día, antes de coger el tren en dirección al monte Fuji, para ilustrar esta película japonesa, pero que trata temas universales, aptas para cualquier nacionalidad.

Por ello, cuando anunciaron el estreno en salas de la película que hoy nos ocupa, precedido además por una serie de críticas positivas e incluso entusiastas, no me quedó la menor duda de que había que ir a verla. Y no solamente se cumplieron las expectativas depositadas en el largometraje, sino que además fueron superadas, y nos encontramos sin comerlo ni beberlo con una de las cintas más interesantes de lo que llevamos de año. La primera que me ha llevado a darle mi máxima valoración en impresión subjetiva, la primera del año, descontando los eventos especiales de principio de año, de películas ya conocidas por su calidad, pues eran reestrenos de largometrajes que en su momento no pude ver en salas.

Desde el primer momento, la propia película te dice que vas a ver tres relatos cortos. En un símil con el mundo literario, si en un largometraje de ficción sería el equivalente a una novela, esta película sería el equivalente a un libro de relatos cortos, tres de ellos. He de decir que cada vez me siento más a gusto con los relatos cortos en la literatura japonesa, y si dais un repaso a las entradas que a ella dedico lo podréis comprobar. Y la cosa va mucho más allá de mi tradicional afición a Murakami, que al fin y al cabo quizá sea el menos «japonés» de los escritores japoneses más conocidos hoy en día. Los tres relatos tienen como protagonistas principales mujeres, y los tres relatos tienen una estructura similar. Una introducción a una situación de cierto conflicto vivencial, una conversación en profundidad entre dos de los personajes y en los que se desarrolla este conflicto, y un cierre en el que apreciamos un cambio de actitud de la mujer protagonista principal; la joven interpretada por Furukawa Kotone en el primer episodio, que ha de confrontar la situación de que su mejor amiga se siente atraída por su antiguo novio, la joven madre y esposa interpretada por Mori Katsuki, que se presta a ser el vehículo de venganza de su amante contra el profesor universitario que le cortó sus aspiraciones profesionales, y la mujer más madura interpretada por Urabe Fusako, que acude a su ciudad natal, a una reunión de exalumnas, con la expectativa de reencontrarse con su primer amor, otra chica de su instituto, lo cual cree que sucede cuando se topa en la estación con el personaje interpretado por Kawai Aoba. En la veintena, al principio de la treintena o al principio de la cuarentena… estas cuatro son las mujeres que vehiculan los conflictos interiores planteados por Hamaguchi.

Las situaciones planteadas siempre tienen un desencadenante que tiene mucho que ver con el azar, con la casualidad, con estar en el momento oportuno en el lugar adecuado, la fortuna o casualidad (gūzen 偶然) del título, y su resolución pasa por un acto de imaginación o fantasía (sōzō 想像), que de alguna forma hará madurar y crecer al personaje, lo convertirá, incluso con las pérdidas que acarree lo sucedido, en alguien mejor. Si esto lo aderezas con una realización sobria, centrada en las conversaciones, de cámara estática, a nivel del personajes, o pequeños movimientos, unos diálogos que no tienen desperdicio, de los que no puedes perder palabra, y unas interpretaciones sobrias, pero tremendamente efectivas que hacen que te «enamores» del personaje, que empatices con ellas con mucha facilidad, tienes una película que quizá no sea perfecta, pero sea sumamente atractiva a nivel personal. Una disección de la mentalidad femenina realizada desde el respeto, la solidaridad y la empatía.

Como ya he dicho, la película ha superado mis expectativas. Incluso cuando ya ha pasado más de una semana desde que la vi, todavía hay momentos escenas o diálogos que me vienen a la memoria y que amplían las sensaciones vividas durante la proyección. Como ya digo, una de las películas que más me han impactado en lo que llevamos de año, si no la que más, que probablemente pase relativamente desapercibida por la cartelera y que merecería más repercusión que la que tiene.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: *****

[Libro] Au prochaine arrêt – Hiro Arikawa

Literatura

Ya he decidido no desesperar. En mayo me empecé a bloquear en la lectura de forma muy intensa, como hace mucho tiempo. No consigo concentrarme. He leído alguna historieta… y he empezado cuatro libros, a priori muy interesantes, de los que no he conseguido pasar del primero o segundo capítulo. Yo, que he sido un lector constante, no intenso,… no de merendarme libros en un día o dos… más bien reposado, de dejar que se asimile lo que leo,… me he sentido, en cierto modo, desesperado. Pero bueno… me lo tomaré con calma y ya volverá mi capacidad de concentrarme en la lectura.

La estación principal de los ferrocarriles Hankyū se encuentra en el distrito de Umeda de Osaka, donde está también la estación «Osaka» de los JR (no la alta velocidad, que está en «Shin-Osaka», ‘nueva Osaka’). No cogimos ningún tren de esta línea en nuestro último viaje a Japón. Aunque, por error, sí cogimos uno en 2014, en Kioto, cuando nos equivocamos de línea en la estación de Kyoto-Kawaramachi. Error que corregimos sin graves consecuencias.

Pero el año pasado, que ya me empezó a suceder este fenómeno, que achaqué a la epidemia, aunque ya no lo tengo claro, me desatasque en varias ocasiones gracias a novelitas no muy largas de autores japoneses. Especialmente en viajes. Así que para el reciente viaje que he hecho a Dinamarca, un viaje corto, pero que me ha sentado muy bien, pillé una recomendación que vi hace unas semanas en Pen ぺン Magazine. El libro, de la escritora Hiro Arikawa, se titula originalmente Hankyū Densa 阪急電車, haciendo referencia a los trenes de una de las líneas de la red de ferrocarriles privados Hankyū, que presta servicios en la connurbación Osaka-Kioto-Kobe, no ha sido traducida al castellano todavía, y la he leído en francés, donde recibe un título que se traduce como En la próxima parada.

La escritora parece ser conocida por escribir novelas ligeras, ranobe ラノベ, que sería una evolución del pulp propia del País del Sol Naciente. Pero no calificaría yo dentro de este género esta novela. Bajo el esquema de historia de vidas cruzadas, en las que distintos personajes se cruzan de forman más o menos casual en el espacio y en el tiempo, el relato sigue el viaje de un tren de la línea Imazu de los ferrocarriles Hankyū. Es una línea secundaria de la red, que une las estaciones de Imazu y Takarazuka. Pero está formada por dos tramos sin continuidad entre sí, uno entre Imazu y Nishinomiya-Kitaguchi, con sólo tres estaciones. Y en esta estación hay que cambiar al tramo entre Nishinomiya-Kitaguchi y Takarazuka. Si alguien ha leído la estupenda novela de Tanizaki, Las hermanas Makioka, totalmente recomendable, el hogar donde viven tres de las hermanas está en Ashiya, muy cerca de Nishinomiya y de esta línea ferroviaria, entre Osaka y Kobe.

Mejor dicho, no es la historia del viaje de un tren, sino de dos trenes. En la primer parte del libro, asistimos al trayecto del tramo norte entre Takarazuka y Nishinomiya-Kitaguchi (Nishi-Nord la llaman en el libro, arruinando parte de la gracia, porque tanto nishi 西 [oeste] como kita 北 [norte] son dos puntos cardinales), en época de buen tiempo; en la segunda parte, asistimos al trayecto inverso, unos seis meses después, tras el año nuevo. Y cada capítulo se titula con el nombre de la estación a la que llega el tren. Ocho estaciones. Y los personajes son los mismos, o muy similares, alguno nuevo hay en el trayecto de descenso, que no aparece en el de ascenso al principio del libro. Las historias individuales tienen un tono romántico. Parejas que se forman, parejas que se deshacen, adolescentes conformando su futuro, amas de casa que no tienen claro cómo y con quien relacionarse a sus cuarentaytantos. Una abuela, algo excéntrica, yendo y viniendo con su nieta, y repartiendo sabiduría práctica a los más jóvenes.

El libro lo leí en los dos trayectos de avión entre Madrid y Copenhague y regreso. Un poco mimetizando el espíritu del libro. Son tres horas cada trayecto de avión, para contar lo que pasa en los 7,7 km de recorrido del tren. El libro tiene buen rollo, es optimista y te pone de buen humor. Pero tras su apariencia ligera, no deja de tener suficiente profundidad como para estar lejos de esas «novelas ligeras» de las que hablaba antes; bastante más profundidad, expresando una cierta filosofía personal a la hora de afrontar la vida y sus problemas. Y el mismo tiempo, un libro de viajes que, por mucho que sea el de un tren de cercanías, tiene un calado que no envidia a los libros sobre el Transiberiano, el Orient-Express, u otros trenes míticos que en la literatura han sido. A mí me gustó muchos y me parece muy recomendable. Lo único… que hay que saber francés o japonés para leerlo. En castellano no está. En inglés, creo que tampoco. He visto que hay una película del año 2011 que adapta el libro al cine. Igual la busco.

[Cine] Marriage story (2019)

Cine

Marriage Story (2019; 65/20191215)

Justo en la mañana de la resaca del final de la historia de los Skywalker, y puesto que normalmente voy comentando en orden de visualización las películas que veo, tengo que ponerme a comentar la segunda de las grandes apuestas de Netflix de cara a la temporada de premios de este año. Dirigida por Noah Baumbach, un director que nos ha presentado en el pasado historias muy interesantes y otras… no tanto, y protagonizada por Scarlett Johansson, que se toma un descanso del cine de acción en el que parece que se ha encasillado desde hace unos años, y Adam Driver, que hace doblete en este párrafo, ya que encarna también a uno de los últimos villanos del universo Star Wars.

Como la culpa del divorcio de la película de hoy parece que la tiene Broadway… viajaremos a septiembre de 2013, la primera tarde de nuestra visita a Nueva York, en la que básicamente recorrimos Broadway desde Chinatown hasta Times Square.

Al parecer inspirada por el propio divorcio del director de la actriz Jennifer Jason Leigh, aunque no es autobiográfica, eso sí nos dice que cuenta con el beneplácito de Leigh, nos cuenta la historia del divorció de la pareja que forman un director teatral de prestigio (Driver), y su mujer (Johansson), una actriz que abandonó su carrera televisiva en Hollywood, y que se ha cansado de ser segundona del prestigio de su marido. Tienen un niños y… el divorcio es contencioso. Porque si es de común acuerdo y civilizado no tiene ninguna gracia.

Por lo tanto, la primera cuestión es que no se nos cuenta la «historia del matrimonio» tal y como se nos anuncia en el título del largometraje. Esta la deduces de los rifirrafes del proceso de divorcio. Que es lo que realmente nos cuentan. Dejándonos con la duda de cual es la realidad de lo sucedido en el matrimonio, puesto que escuchamos las versiones de los implicados. Y ya dijo alguien que en una historia hay tres versiones, la de una parte, la de la otra y la verdad. Pero… Sí. Tengo un pero muy gordo. Y es que a pesar del razonable buen hacer de todos los implicados en la película, no consigo empatizar con los protagonistas. La película no consigue que me importe un rábano cual sea el desenlace de este divorcio.

Para empezar… son un par de pijos. Si van a un abogado y de entrada este les dice que tienen que adelantar entre 10 000 (Alan Alda, uno de los abogados de él) y 25 000 dólares (Laura Dern, la abogada de ella) para empezar a hablar… no se informa del coste total, estamos ante unos privilegiados, cuya realidad no tiene nada que ver con las miles de parejas que se separan como pueden, y que ni siquiera se van a repartir una cantidad cercana a esa, salvo la discusión sobre el piso. En segundo lugar, puedo entender que una pareja deje de quererse y se separe y divorcie. Los amores eternos duran… hasta que se acaban. Pero las presuntas justificaciones de uno y de otro para convertir el asunto en un contencioso, salvo lo relacionado con el hijo, tienen poco peso. Y al problema del hijo… tiene un peso un poco extraño.

Vamos. Que no me ha convencido gran cosa, a pesar de las críticas que hablan de obra maestra. No está mal, se deja ver,… pero si los personajes te importan un rábano… es un tipo de película que no se puede permitir que el espectador se quede con esa actitud. No puedo evitar hacer comparaciones. Y hace unos añitos tuvimos la ocasión de vivir una historia, que sí era la historia completa de un matrimonio, que nos emocionó, nos convenció y por cuyos protagonistas si que sentimos compasión en el buen sentido de la palabra. Así que… no está mal, pero no me entusiasmó. Luego, allá cada cual.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] The forest of love (2019)

Cine

The forest of love (2019; 54/20191103)

Netflix está muy activo en las últimas semanas en el ámbito de los largometrajes. Se acerca el final de año y la temporada de premios cinematográficos, y como ya venía sucediendo en los últimos años, reserva sus estrenos más destacados para esta temporada. Pero de todos modos, la película que os traigo hoy se caracteriza por salirse de las pautas habituales. Al fin y al cabo, está dirigida por el ínclito, extravagante y transgresor director japonés Sono Sion.

Para ilustrar la entrada, un paseo por Dotombori en Osaka, uno de esos lugares donde se mezclan cosas de lo mejor y de lo peor del País del Sol Naciente. Y como nunca falta gente para alimentarlas…

Rodada en Japón y hablada en japonés, Netflix ha presentado la película con un título oficial en inglés, aunque en Japón puede que se conozca con el título de Ai-naki mori de sakebe [愛なき森で叫べ], que vendría a significar algo así como Gritando en un bosque sin amor. Mmmmm… algo se ha perdido en la traducción. Desde luego, poco amor real y positivo hay en esta última propuesta de Sono, que sigue su camino habitual de transgredir con una mezcla de cinismo, sangre y sexo. Sexo desesperanzado, las más de las veces.

Dos jóvenes se mezcladas con unos tipos que quieren rodar una película, al mismo tiempo que un estafador reaparece en sus vidas. Pero las dos jóvenes tienen una historia trágica en su adolescencia, en el que la muerte accidental de una compañera de las que ambas estaban enamoradas, llevó a un suicidio colectivo en el que murieron otras tres compañera, una de las supervivientes quedó con secuelas, y la otra se arrepintió antes de saltar. Todo este grupo de personajes entrará en la senda de la destrucción mutua, en un relato que dice estar basado en hechos reales.

Es la segunda incursión de Sono en las plataformas de pago por visión, después de la vampírica transgresión que presentó en Amazon Prime Video. El problema es que la fórmula de Sono, por lo menos la que aplica de forma más o menos sistemática en los últimos años, de chicas jóvenes con problemas que acaban pasándose una buena parte de la película en ropa interior o desnudas, mientras la sangre y otros fluidos corporales acaba pringando a todos los que por allí aparecen, empieza a ser más cansina que transgresora. No voy a negar que detrás de la película haya alguna idea interesante, críticas a las instituciones establecidas en cualquier sociedad conservadora, como son las de Asia oriental. Y entre los intérpretes, no falta algún valor reconocible. Pero globalmente, la película acaba siendo larga y prolija para lo que cuenta, deteniéndose más en escandalizar que en contar.

Así que,… aunque Sono Sion ha sido un director que me ha llamado la atención durante un tiempo, he de reconocer que ese tiempo está pasando, y que difícilmente considero esta película recomendable. Aunque si tienes una suscripción a Netflix, poco cuesta probar y ver por tí mismo… lo único que tienes que perder es el tiempo.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] Under the Silver Lake (2018)

Cine

Under the Silver Lake (2018; 01/20190103)

Primer película del año en la gran pantalla. Cuando llegó a las carteleras españolas esta película dirigida por el norteamericano David Robert Mitchell, nos quedamos sorprendidos por la tremenda diversidad en las opiniones. Entre quienes la consideraban una obra maestra y quienes pensaban que era una película confusa y absurda que no llevaba a ninguna parte. Estas divergencias se reflejaban en diversos sitios que agregan la opinión de distintos críticos, o entre el público votante en IMDb, por ejemplo. Aunque estos últimos no son muy fiables que digamos. Una transmisión de opinión menos «autorizada», pero probablemente más fiable, es decir unos buenos amigos, nos recomendaron verla vivamente y fuimos.

Recorrer la ciudad de un lado a otro,… en definitiva, eso es lo que hace el protagonista de la película de hoy. Como yo en ocasiones, con mi cámara de fotos, buscando la luz adecuada.

Lo primero que me sorprende es que algunos digan que no la entienden. La película se explica perfectamente a sí mismo. Un «nini«, Sam (Andrew Garfield), un apático con la vida, pero más salido que un conejo, se lanza en una búsqueda detectivesca, remedo del género negro con detectives privados como protagonistas, para localizar a su guapa vecina desaparecida, Sarah (Riley Keough). A partir de ahí, recorreremos con él Los Ángeles, Hollywood más bien, moviéndonos entre una peculiar fauna, que si hemos leído y visto el suficiente cine en esta vida, nos resultará extrañamente familiar.

Porque la película de Mitchell se mueve en dos planos simultáneamente. Por un lado, lo que mueve a Sam, lo que hace que se lance en una búsqueda de no sabemos muy bien qué. Lo que sea que represente Sarah para él, algo que quedará desvelado, claro y diáfano en su debido momento. Por otro lado, la película es un constante diálogo con la mitología moderna que rodea Hollywood y la ciudad de Los Ángeles, que ya en La La Land se planteaba como la ciudad de los sueños, donde todo es posible. Y en esa mitología, generada en torno al cine y la literatura del siglo XX, pero también a la crónica de sucesos, encontraremos referencias a un sin número de situaciones. Asesinatos, desapariciones, sectas, gente guapa, hippies, drogas, música, más gente guapa,… y un «detective», improvisado, que ha de navegar entre ellos, para resolver sus misterios.

En su conjunto, no deja de ser un proceso de superación de un duelo, de la pérdida del ser querido, y no quiero entrar en estos momentos en destripar las circunstancias y la naturaleza del ser querido. Pero todo ello está bien llevado por el buen hacer de su protagonista, rodeado de un reparto tremendamente variado y coral, cuya labor de conjunto es eficaz, aunque sea difícil evaluar las intervenciones individuales. Aunque sale mucha gente guapa; todas las chicas y las señoras salen muy guapas. Lo cual no deja de ser otro guiño a la mitología del lugar. Lolitas, mujeres fatales, hippies destalentadas, aspirantes a actriz que acaban en una agencia de chicas de compañía, cantantes,…

Rodada con un buen oficio lleno de referencias a otros maestros, la puesta en escena es un disfrute para el aficionado al cine. Y la continua referencia a otras obras, tanto cinematográficas como musicales o literarias, hace que incluso uno se pueda plantear un segundo visionado para identificarlas. Quizá cuando salga en vídeo. Incluso cuando la trama bordea con el absurdo, yo la he encontrado muy recomendable. E incluso el paso del tiempo, ha mejorado el recuerdo que me dejó al salir de la sala de cine. Así que ya veis; de la polarización que produce esta película entre quienes la ven, yo soy de los entusiastas. Y seguimos pasando olímpicamente de las película que compiten en la temporada de premios. De verdad, que no me voy a tragar hagiografía alguna de Queen y Mercury, por muchos premios que les den. Que los histriones nunca fueron santo de mi devoción.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] On Chesil Beach (2017)

Cine

On Chesil Beach (2017; 32/201800702)

No es que necesite muchas excusas para leer una novela del británico Ian McEwan; pero lo cierto es que cuando leí Chesil Beach en el otoño del año pasado fue impulsado por la noticia de que Dominic Cooke estaba rodando la película que hoy traigo a estas páginas. La novela, que no es muy larga, la leí enseguida, me gustó mucho. Y me hizo reflexionar.

La historia que pasan su luna de miel en la conocida barra de piedras y arena del condado de Dorset en Inglaterra, mientras rememoran los acontecimientos que les llevaron a enamorarse y a tomar la decisión de casarse a pesar de sus diferencias personales y de sus distintos estratos socioeconómicos me tocó bastante la fibra emocional. No es que me sienta exactamente identificado con ellos. Los personajes de esta obra, interpretados en la pantalla por Saoirse Ronan y Billy Howle, pertenecen a un país muy distinto al mío en la época de la acción y a una generación anterior a la mía, la de los nacidos durante la guerra mundial o en los años posteriores.

Carlos Carreter

A falta de un conocimiento real de la playa de Chesil en Dorset, ilustraremos la entrada con una vistas otoñales de la playa de Margate en Kent.

Hoy en día, una relación como la de estos chicos nos parecería extraña. Una relación prácticamente platónica que se ha de consumar carnalmente en el momento del matrimonio. Supongo que en realidad era rara incluso en 1962. Pero era. Y nos sirve de excusa para analizar un hecho que sigue siendo válido. Las razones por las que los seres humanos nos sentimos atraídos no tienen por qué ser válidas a la hora de tomar decisiones trascendentales como iniciar una convivencia, o un proyecto de familia. Nos podemos sentir atraídos por el físico, por el aura que desprende una personalidad, por una serie de coincidencias que nos hacen sentirnos almas gemelas,… pero pocas veces se ponen en juego el conjunto de valores profundos, lo más íntimo de cada cual, a la hora de hace sólida la relación. Que luego esta triunfe o se derrumbe de forma más o menos rápida depende de muchos factores. Y no son pocos los que en estos momentos dudan de que la monogamia en una única pareja de por vida sea la condición ideal para el ser humano. Cierto es que ha sido uno de los pilares en los que las sociedades tradicionales impulsadas por las religiones monoteistas de origen semítico, dominantes en Europa Occdental y en muchos otros lugares del mundo, han basado su control social.

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Otro tema que claramente está encima de la mesa es la madurez con la que tomamos las decisiones trascendentes de nuestra vida. Los dos jóvenes que pasan esas horas en Chesil Beach se nos aparecen excesivamente jóvenes. Aunque no nos debemos engañar por sus edades. Edades en las que hoy en día difícilmente las personas se comprometen de por vida, pero en las que durante la mayor parte de la historia de la humanidad lo han hecho. Por conveniencia la mayor parte de los tiempos; por amor, en los tiempos modernos. Y no dejan de ser decisiones sometidas a la presión externa. Las asfixiantes familias de ambos jóvenes, por motivos muy distintos. Ambos acaban de terminar sus estudios. Ella tiene claro su rumbo. Él… no tanto. Pero ese «Marry this girl!» que le suelta su padre cuando la conoce es un indicativo claro de la presión.

Y luego están las decisiones precipitadas que uno puede tomar cuando siente que se ha equivocado. La novela de McEwan, que con fidelidad se ha trasladado a la pantalla grande, no es optimista. Y los seres humanos nos empeñamos muchas veces en tomar decisiones trascendentes en caliente, sin la adecuada reflexión. Sin el adecuado diálogo. Sin el adecuado análisis de los sentimientos. Llevados por el orgullo. Porque algo que se te clava en el alma con esta historia es que estos dos memos… se quieren.

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No hablaremos mucho de las características técnicas y artísticas de la película. Producida por BBC Films, la película es correcta en su ambientación, como sólo los británicos pueden realizar una película de época. La realización de Cooke es artesanalmente irreprochable, pero carente de personalidad. Pero ahí están los dos protagonistas de la película, de alto nivel, para poner el alma en el metraje. Una película que no está a la misma altura que la obra literaria, pero que le es fiel. Y se deja ver bastante bien.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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[Libro] Hombres sin mujeres

Literatura

Si hay algo seguro en mí es que, desde hace unos años, periódicamente vuelvo a una serie de escritores por los que siento cierta debilidad. Y uno de ellos es el japonés Haruki Murakami, uno de esos eternos candidatos al Nobel, pero que ya veremos si lo gana. Y especialmente desde que probé sus relatos cortos. Porque Murakami es tan buen cuentista como novelista.

Y mientras esperamos a que nos llegue esa novela ya publicada en su país y en algún otro país oriental, larga y compleja, y con cierta expectación por reconocer las matanzas de Nanjing, nos contentaremos con estos siete relatos que constituyen su libro más reciente publicado en español. Y como suele suceder trata de hombres. Y de mujeres. Aunque estas estén ausentes de la vida de esos hombres. Ausentes físicamente, pero muy presentes en su memoria, en su ánimo, en sus esperanzas o desesperanzas. Hay mujeres muertas, hay mujeres infieles, hay mujeres que abandonan, hay mujeres amantes,… o varias cosas al mismo tiempo. Hay ironías, de la vida o del destino. No mucho humor, sin embargo. Y distintas respuestas, marcadas especialmente por la melancolía. Y la soledad.

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Si uno ha querido incondicionalmente a una mujer y la ha perdido, fácilmente se sentirá de una forma u otra identificado con estos hombres. Bien es cierto que el libro destila un fatalismo, que no tendría porque ser. Los desengaños se superan. Un día puedes descubrir que hay otras mujeres que pueden ser igual o más interesantes. O no. Pero a las que se puede querer tanto o más. Toda relación nos deja su marca. Su cicatriz, diría el más pesimista. Porque al cabo, toda relación termina en un momento triste. En el mejor de los casos cuando uno de la pareja muere, tras muchos años de feliz convivencia. Pero ¿cuántas veces sucede tal? Este es el defecto de estos relatos, el pesimismo exagerado.

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Luego está la naturaleza de las mujeres ausentes de Murakami, y ahí está una de sus principales virtudes. ¿Son especiales? No aparentemente, pero sí para los hombres protagonistas. Y querrías conocerlas. Aunque en esta ocasión nos son mujeres misteriosas, grandes bellezas, inteligencias supremas… No. O sí, no siempre sabemos. Pero las más de las veces son mujeres aparentemente corrientes. Amas de casa. Trabajadoras. Estudiantes. Pero que por algún momento han enganchado, y bien, al hombre. Y eso te despierta el deseo de conocerlas mejor. Deseo que no se satisfará.

El libro se lee bien y rápido. Alguno de sus relatos tira del tradicional realismo mágico, que es marca de la casa. Pero otros son de un mundo cotidiano, normal. Sea lo que sea la normalidad. A mí me ha gustado.

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[Cine] Marguerite (2015), lo que se desafina es el corazón

Cine

Marguerite (2015; 222016-0404)

Desde hace años, mi canción favorita es Desafinado de Antonio Carlos Jobim. Siempre me ha gustado ese estribillo que dice

que no peito dos desafinados, no fundo do peito bate calado, que no peito dos desafinados tambem bate um coraçao

Secundariamente, también me gusta por su bonita referencia a la Rolleiflex. Es posible que la película de hoy acabe en mi lista de películas relacionadas con la fotografía, pero de momento no. De momento, la película de Xavier Giannoli interpretada magistralmente por Catherine Frot, si nos puede interesar es por el concepto de que las personas, con frecuencia, con más frecuencia de lo que creemos tenemos el corazón desafinado.

La acción nos transporta al París de 1920,  recién terminada la Gran Guerra y adentrándonos en les "Annèes Folles" o los "Felices años 20" .

La acción nos transporta al París de 1920, recién terminada la Gran Guerra y adentrándonos en les «Annèes Folles» o los «Felices años 20» .

Y es que disfrazada de comedia, en la que la aspirante a soprano de coloratura aficiona desafina sus arias a voz en grito, nos encontramos con un pequeña tragedia. La tragedia de quienes lo pueden tener todo, pero les falta el amor, o al menos el cariño y el respeto de quienes les rodean. Por que eso le pasa a Marguerite. Es rica, tiene mucha gente a su servicio, pero salvo el servicio, todos los afectos que se le prodigan son serviles, por su dinero. Empezando por su marido Georges (André Marcon). Y con la ambigua relación con el mayordomo Madelbos (Denis Mpunga). Aunque la cosa cambia cuando por allí pasa Hazel (Christa Théret), una prometedora mezzosoprano, y dos caraduras, el periodista Lucien Beaumont (Sylvain Dieuaide) y el artista dada Kyrill von Priest (Aubert Fenoy). Porque a partir de ahí se desencadenarán los acontecimientos que permitirán que al final se levanten las cartas, y sepamos todos a que estamos jugando. Aunque si eso es bueno o es malo… es cuestión de opinión.

Sin embargo, esta tragicomedia no está del todo bien engarzada. La mayor parte de la gente se queda con la parte de comedia. Y con el encariñamiento que nos provoca la protagonista. El descenso final a los infiernos, que se prolonga en exceso, con un metraje que no debería haber llegado, y menos sobrepasado, la dos horas. Y que por los distintos climax que la acción va acarreando, tiene la paradoja de resultar anticlimático.

Bien es verdad que parece que se ha rodado en gran medida en la República Checa... cosa de dinero y de conservación del aspecto de las calles... Pero nosotros seguiremos paseando por Paris.

Bien es verdad que parece que se ha rodado en gran medida en la República Checa… cosa de dinero y de conservación del aspecto de las calles… Pero nosotros seguiremos paseando por Paris.

En cualquier caso, merece la pena ser vista por las interpretaciones, especialmente la de Frot, que compone un personaje que a ratos nos parece de historieta. Es inevitable recordar a otros grandes desafinadores de la «bande dessinée» francófona, como los bardos de los irreductibles galos o la tintinesca Bianca Castafiore. Pero me queda la sensación de que estamos ante una más que interesante historia a la que no se le saca todo el partido debido.

Por cierto,… excelente banda sonora, aunque con varias de sus arias un poco «fuera de tono».

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

Un París en el que se mezclaban las temporadas en la Opera con los nuevos movimientos artísticos, los "ismos", que se alumbraron con el principio del siglo XX.

Un París en el que se mezclaban las temporadas en la Opera con los nuevos movimientos artísticos, los «ismos», que se alumbraron con el principio del siglo XX.

[Cine] The Theory of Everything (2014)

Cine

The Theory of Everything (2014); vista el viernes 16 de enero de 2015.

Como es mi costumbre, conservo el título en el idioma original de la película cuando la veo en versión original subtitulada en castellano. En la cartelera española se puede ver en versión doblada, lo cual no os aconsejo, bajo el título literalmente traducido de La teoría del todo.

Los llamados «biopics», la películas biográficas, no suelen ser plato de mi gusto habitualmente. Pocas veces me han satisfecho. Pero las alabanzas hacia esta película y hacia el trabajo de sus protagonistas han sido tantas que, aunque no era la película de elección para el fin de semana, encontramos un ratito para verla. Dirigida por el inglés James Marsh, está basada, dato que me parece importante en un libro escrito por uno de los personajes reales representados en esta película, Jane Hawking, la primera esposa del famoso científico Stephen Hawking.

Como es costumbre en mí, cuando el argumento se refiere a hechos históricos que se pueden leer en cualquier biografía o enciclopedia, no me preocupo por si desentraño o no el argumento. Así que si alguien quiere «mantener la emoción»,… pues que no siga. Porque la película nos cuenta el encuentro del joven estudiante de física Stephen Hawking (Eddie Redmayne) con la joven estudiante de lenguas romances Jane Wilde (Felicity Jones) cuando ambos rondaban los 20 años, cómo se enamoraron y cómo se casaron a pesar de la recientemente diagnosticada enfermedad neurológica del científico, y convivieron durante 25 años hasta su divorcio en 1990. Se nos narran por lo tanto las dificultades que vivieron como matrimonio que, además de los problemas que representaban los cuidados del científico, tenían distintas visiones de la religión, siendo ella una devota anglicana. También se trata la relación de la pareja con Jonathan (Charlie Cox), el que a la larga sería el segundo marido de Jane, un músico también muy devoto al que conocería en el entorno de la práctica religiosa, y que durante años colaboró en el cuidado de Hawking.

Buena parte de la película transcurre en Cambridge, donde despuntó el científico a pesar de ser de Oxford.

Buena parte de la película transcurre en Cambridge, donde despuntó el científico a pesar de ser de Oxford.

Dos cosas me han condicionado a la hora de ver y juzgar esta película. Una de ellas, ya la he mencionado. No me entusiasmo por las película biográficas. La segunda es que sabía que iba a ver una biografía del científico, pero había leído poco sobre el argumento de la película. Con ese título, pensaba que iba a mostrar principalmente sus esfuerzos como científico por alcanzar una solución al problema de las discrepancias entre la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, es decir, la teoría del todo que se menciona en el título. Pero no. Eso es algo que se trata muy de pasada, y realmente en lo que estamos es en una historia de amor y desamor entre una pareja, que tienen sus diferencias y el inconveniente añadido de la discapacidad del científico. Pero no como lo puede ver un observador externo, que tal vez no pueda ser totalmente objetivo, peor sí ecuánime. Esta es la historia que nos cuenta «la chica». Que claramente se dibuja a sí misma bajo una luz más favorable que al otro protagonista. Y esto, pues te lo puedes creer,… o no. El tema es que realmente, después de ver la película, resulta que me importa un rábano. Que en ningún momento me convence ninguno de los personajes como para atraer mis especiales simpatías o antipatías por ninguno de los dos. Si Hawking no hubiese sido un científico destacado, y a partir de cierto momento famoso, dudo que hubiera tenido la oportunidad de vivir, de trabajar y de comunicarse que ha tenido él. Es un privilegiado dentro de la desgracia. Y ella,… pues no sé… hay decisiones en la vida de esta pareja en las que no se profundiza, que simplemente se nos cuenta que pasan, sin conocer motivaciones y que condicionan mucho. ¿Por qué tener tres hijos si tan difícil resultaba el cuidado del científico? Eran dos personas cultas, en un país con libertad para utilizar anticonceptivos,… Por poner un ejemplo de cosas que quedan sin explicación y tienen que ver con lo que pretenden contarnos. Es más, cuanto más tiempo pasa desde que la vi, y cuando pienso en lo que nos cuentan, más antipáticos me caen los personajes. Por muy admirador que yo sea del trabajo científico de Hawking. Y dudo que esa fuera la intención de los responsables del filme. Por lo tanto, algo falla conmigo ante esta producción.

En su juventud lo veremos caminar e ir en bicicleta por los "colleges" y los jardines de la ciudad universitaria.

En su juventud lo veremos caminar e ir en bicicleta por los «colleges» y los jardines de la ciudad universitaria.

Que por lo demás está bien realizada, tiene ritmo, bien rodada, con un buen diseño de producción… y realmente está soberbiamente interpretada. No es que a mí me entusiasmen las interpretaciones que se basan en una profunda caracterización física del actor hasta que se deja de reconocer para sólo ver a la persona que interpreta, pero realmente lo hace muy bien. La actriz protagonista también está a un nivel muy alto, aparte, no puedo dejar de mencionarlo, soy hombre, en sus primeras apariciones es una monada, que ilumina la pantalla. No obstante, el paso del tiempo no queda claro en la película. Tenía gente a mi alrededor que no podía creer que el intervalo de tiempo que abarca esta película fuera de prácticamente 30 años. No da esa impresión.

Resumiendo, es una buena película, con no pocos méritos, pero que nos presenta una historia que a mí no me convence, no me genera empatía, y no me interesa demasiado. Qué se le va a hacer.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

Eso sí, yo me maravillo del buen tiempo que hace siempre en estas ciudades en las películas, y lo nubladas que están cuando las visitas, especialmente en diciembre.

Eso sí, yo me maravillo del buen tiempo que hace siempre en estas ciudades en las películas, y lo nubladas que están cuando las visitas, especialmente en diciembre.

[Cine] Noche de vino y copas (2011)

Cine

Noche de vino y copas (SuperClásico, 2011), 6 de mayo de 2013.

Para empezar, la esquizofrenia que supone que una película danesa cuyo título ¡¡¡está en castellano!!!, cuando llega a nuestras pantallas, con considerable retraso, tenga otro título en castellano distinto. Para continuar, esta película en su versión original está hablada entre tres idiomas: danés, inglés y español porteño. Siendo una comedia, conviene conservar los cambios de idiomas. Así que hay que ver la en versión original. Y si no está, y os interesa, pues os la buscáis de la forma que sea, que a estas alturas ya está visto que las gentes del cine no tienen especial respeto por los espectadores, así que no nos vamos a andar con remilgos. No sé si es que son tontos, o nos toman a los espectadores por tontos. Dado los descensos de las cifras de recaudación de taquilla en nuestro país, que no se explican del todo por las subidas de impuestos y la crisis, casi me decanto por la primera de las dos opciones.

En cualquier caso, en los últimos años han aparecido por cartelera algunas películas del país nórdico que confrontaban de una forma u otra las diferencias culturales entre su cultura y la de los países de cultura latina o mediterránea, de forma inteligente, como autocrítica o como reflexión sobre lo bueno y lo malo de la especie humana. Motivo por el cual decidimos dar una oportunidad a este filme de Ole Christian Madsen, a lo que hay que añadir la pobreza de la cartelera en primavera.

El superclásico al que hace referencia el título original es un acontecimiento futbolístico. Denominan así los argentinos a los enfrentamientos entre River Plate y el Boca Juniors, partidos que despiertan pasiones. La historia va de un vinatero danés, Christian (Anders W. Berthelsen), que fue abandonado por su esposa Anna (Paprika Steen), una antigua futbolista internacional danesa, que ahora se ha metido al negocio de la representación de jugadores. Y se ha hecho representante y amante de Juan Díaz (Sebastián Estevanez), un crack argentino que juega en uno de los dos equipos y que quiere traspasar a un equipo brasileño por una cuantiosa suma, y con quien se quiere casar. Christian quiere recuperar a Anna, y para ello busca la excusa de llevar en persona a Buenos Aires los papeles del divorcio para su firma. Y se lleva con él al hijo de la pareja, Oscar (Jamie Morton). Y llegan justo cuando se va a celebrar el superclásico. Y la cosa no va a ser fácil para Christian puesto que, al complejo triángulo ya formado, se sumarán las diferencias culturales, Fernanda (Adriana Mascialino), una mucama mayor pero sabia y desinhibida, y una jovencita de diecisiete años, Verónica (Dafne Schiling), que impactará en el hijo adolescente. Aunque no será lo único que impacte contra él.

Vamos a ver. Lo voy a adelantar ya. Esta es una película irregular. El planteamiento es curioso y creo que se podían haber sacado buenas cosas de él. Y de hecho tiene sus momentos divertidos, y algún que otro logro en alguna de las situaciones. Bien es verdad, que buena parte del desarrollo y el desenlace de la película están cantados casi desde el principio; pocas sorpresas nos ofrece el filme. Que también se ve lastrado porque en la primera parte del filme, recorre todos los tópicos sobre los argentinos, de forma muy superficial, en un ejercicio de escasa imaginación y sutileza. No obstante, la película se va salvando por las interpretaciones de sus principales protagonistas, que sin estar a un nivel elevado, cumplen con el cometido. Por cierto, los que como yo aborrezcan el fútbol, que no se preocupen. Su lugar en el filme es puramente anecdótico. No va de fútbol.

Comedia irregular por lo tanto, algo desaprovechada pero que se deja ver, y que en esta ocasión no deja tan alto como en otras ocasiones el punto de vista y el humor de los presuntamente sosos nórdicos. Decir que va a ser incluida en mi colección de películas sobre la fotografía en el cine, con su correspondiente reseña que tomará buena parte de su texto prestado de esta entrada.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Castillo de Kronborg

Desgraciadamente, todavía no tengo fotografías de Buenos Aires; pero sí de Dinamarca. En la imagen, el castillo de Kronborg en Helsingør.

[Cine] Blue Valentine (2010)

Cine

Blue Valentine (2010), 27 de febrero de 2013.

Hice un comentario hace algo más de un año a propósito de esta película, dirigida por Derek Cianfrance, y protagonizada por dos intérpretes que han dado mucho que hablar, por la calidad de sus trabajos, en los últimos años. Me refiero a Ryan GoslingMichelle Williams, que ya lleva tres candidaturas a los premios óscar, una de ellas por esta película. Pues bien, esta película cuyo primer pase fue en el festival de Sundance en enero de 2010, hace tres años, y que se estrenó con carácter general en buena parte del mundo a principios de 2011, ha llegado a nuestras carteleras en febrero de 2013. Y ya adelanto que es una buena película. ¿De verdad se extrañan de que la gente se busque la vida en internet para ver cine? Los distribuidores y la industria del cine, cuando se llevan las manos a la cabeza porque la gente siga estás prácticas, ¿están tontos o qué? He de decir que yo ya había visto la película en mi aparato de televisión, en versión original en su momento, pero este miércoles acompañé a la sala de cine a una amiga a quien hablé bien de ella. Lamentablemente en versión doblada. No se merecían mi dinero, no. Pero…

La película nos cuenta los dos últimos días de un matrimonio, dos personas todavía jóvenes, pero ya quemadas de la vida en conjunto. Ella, todavía de buen ver, enfermera, que trabaja muchas horas en una consulta médica, donde el señor doctor le tira los tejos descaradamente. Él cuida de la casa y de la hija de ambos, de unos cinco o seis años, no más. Tiene un aspecto descuidado. Viendo que el matrimonio no va bien, organiza una escapada a un hotel para la pareja, con el fin de reactivar la relación. Aunque no funcionará. Pero en paralelo, mediante flashbacks, conoceremos la historia de cómo empezó la relación, unos años antes, cuando ella estaba en el instituto, con muchas ambiciones, inteligente, buena estudiante, y también con algunos errores a cuestas.

Nos encontramos ante una dura reflexión sobre la vida de pareja. Sobre cómo dos personas se enamoran y cómo termina el amor. Si es que las dos participaron alguna vez, profundamente digo, de ese amor. Una historia en la que no hay culpables y víctimas, buenos o malos, porque todo depende de qué parte de la historia veamos. Y ya se encarga el director de que veamos las dos partes, al mismo tiempo. Con un manejo de cámara un poco agresivo, muchos primeros planos, movimientos nerviosos, vamos siguiendo el fracaso como pareja de estas dos personas, que son buena gente en esencia, pero que quizá nunca estuvieron hechos el uno para el otro. Como tantas parejas, que se unen, quizá se enamoran, por los motivos equivocados.

La interpretación de ambos protagonistas me parece realmente notable, y efectivamente, recordando las candidaturas de aquel año al óscar a la mejor actriz protagonistaMichelle Williams estuvo realmente al nivel de las mejores, particularmente a mí me gusta más en este papel que la ganadora en el suyo. O por lo menos, con mucha menos espectacularidad, me convence y me dice más. Y en cualquier caso, me parece un papel bastante más conseguido que la mayor parte de las candidaturas de este año, incluida la ganadora, que también competía con ella hace dos años, con un papel que también me gustó mucho.

Una película que me parece más que interesante, que es una pena que haya tardado tanto en llegar en pantalla grande a nuestro país, que es una pena que no la proyecten en Zaragoza en versión original, que es una pena que no haya merecido más atención de los medios y los aficionados. Aunque claro, parece que las historias tristes no venden tanto. En cualquier caso, todas estas penas que me dan, me sirven para recomendar una iniciativa que en estos momentos recorre Zaragoza, en pro del cine de calidad; por Un nuevo Renoir.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

Hoy os dejo con una bella imagen de las bellas cámaras de antaño; en la feria de antigüedades de Zaragoza.

Hoy os dejo con una bella imagen de las bellas cámaras de antaño; en la feria de antigüedades de Zaragoza.

Revolutionary Road (2008)

Cine

Revolutionary Road (2008), 27 de enero de 2009.

El director de este filme, Sam Mendes, nos ofreció en 1999 una cáustica descripción de las interioridades de los matrimonios y las familias norteamericanas, en una de la mejores operas primas que he visto de cualquier director. En esta ocasión, vuelve a incidir sobre los problemas de las parejas y las familias, pero desde un punto de vista mucho más dramático, sin dar concesiones al humor o la ironía, llevándonos a un final poco apto para gente sonriente y bienintencionada que piensa que las historias de amor siempre acaban bien.

Las historia nos presenta al matrimonio Wheeler, interpretado por Kate Winslet y Leonardo diCaprio. Tras conocerse en una fiesta, a los ojos de todo el mundo son la pareja ideal, envidiada por sus vecinos y amigos. Guapos, jóvenes, simpáticos, amables,… viven en una bonita casa en un barrio residencial cerca de Nueva York, donde el marido trabaja como burócrata en una empresa de cajas registradoras. Pero todo esto es fachada. Bohemios y con aspiraciones de comerse el mundo, esa vida de ama de casa o la falta de interés por el trabajo de oficina, están corroyendo lo que son por dentro, y está ocasionando la crisis que cambiará para siempre sus vidas. Una crisis mucho más marcada en ella.

La realización de Mendes me parece impecable, pareciéndome especialmente importante su habilidosa su forma de centrar la atención en los sentimientos del personaje que importa, independiente de quien hable. Lo que importan no es lo que se dice, sino lo que se siente en cada momento.

Todo ello está basado en la interpretación de ambos protagonistas que está a alto nivel, especialmente la de la Winslet, como ya se había ido poniendo de manifiesto a lo largo de sus últimas películas. DiCaprio también está a buena altura, pero su personaje es más ingrato, más antipático al espectador. De acompañamiento una serie de secundarios que cumplen, incluyendo entre ellos como más conocida a Kathy Bates.

En resumen, una película muy interesante, de buen nivel, de un director que me gusta y muy bien interpretada. Una película adulta, que debería ser recomendada para todo aquel que tenga interés en ver algo más que productos palomiteros. Le pongo un ocho en valoración subjetiva, con la misma nota en dirección e interpretación.

En la foto de hoy, una imagen de mi escapada a Madrid el pasado sábado.

Caixaforum - fachada

La fachada de Caixaforum de Madrid atrae la atención de los visitantes - Panasonic Lumix LX3