[Libro(s)] Dandadan (vol. 1 y 2) – Yukinobu Tatsu

Literatura

Ya he roto la maldición lectora, y por fin enganché a leer algo en este 2023. La verdad es que los cuatro días de fiesta que tuve en torno al fin de semana pasado me relajaron bastante, y como viajé a un par de lugares, de uno de los viajes ya os he hablado, aproveché para leer algún rato en los trenes. El caso es que, además de lo de hoy, he leído ya alguna cosa más. Bien.

Lo de hoy es un poco anecdótico. O quizá no. Lo cierto es que me lo he pasado bien. Y probablemente también en el futuro, al menos un tiempo. Pero voy a explicarme desde el principio. Hace un par de sábados fuimos al cine a una matinal, de la que también os he hablado, pero antes quedamos tomar un desayuno, visitamos la exposición actual de grabados japoneses dedicados al invierno en el Museo de Zaragoza, y nos acercamos a mirar una cosa al Centro de Historias de la ciudad. Vamos, que no paramos. El caso es que mientras una de nuestras acompañantes hacía su recado en este último centro cultural, nos detuvimos a contemplar un mural en el que explicaban el proceso de creación del manga Dandadan ダンダダン, escrito e ilustrado por Yukinobu Tatsu.

Fotografías realizadas en la exposición de xilografías japonesas, que en gran medida pueden ser consideradas en algunos casos como antecedentes del manga japonés.

El caso es que nos hizo gracia, y estando pendiente un regalo al hijo de unos amigos, nos acercamos a una librería para ver si lo tenían. Y sí. Vendían los dos primeros volúmenes al precio de uno. Y como había tiempo antes de dárselos al chaval, me los leí. Y me lo pasé pipa. Entendámonos, es un shōnen manga 少年漫画, es decir, un manga cuyo grupo demográfico de interés es el de los adolescentes masculinos. Tiene mucha acción. Y siempre hay algo de fan service, aunque en esta ocasión es moderado y llevadero. El caso es que las aventuras de una gyaru ギャル de quince o dieciséis años, muy mona, que cree en espíritus y fantasmas, con un friqui de su misma clase, típico gafotas poco sociable, que cree en extraterrestres, son muy muy divertidas. Porque todo empieza por una apuesta mutua, ya que ella no cree en los extraterrestres, y él cree en espíritus y fantasmas. Y por supuesto los hay de los dos y en abundancia. Y la chica vive además con su abuela, que es médium, y que nadie cree que sea su abuela,… porque es joven y está muy buena. Pero lo es. Ah… y entre los dos, los adolescentes, surge por supuesto una tensión romanticosexual no resuelta.

Como he dicho, la lectura de estos libros era un hecho improbable, porque tienen un público muy definido, que no soy yo. Y además, estas historias suelen serializarse. Y si tienen éxito, durar una eternidad. Por lo que nos enteramos, en Japón ya deben de haber salido al mercado como el doble o más de volúmenes. Y parece que durará un tiempo, porque ha tenido éxito. Y es que realmente es muy divertido. No me importaría ver una serie o película de animación bien hechas basada en estas aventuras. El chaval dice que va a seguir la serie, que sus padres se han comprometido a comprarle los siguientes, y que ya tiene los volúmenes 3 y 4, los últimos en castellano, y que me los prestará si quiero. Probablemente le acepte la oferta. Pero no esperéis que siga comentando los libritos… puesto que lo que había que decir, ya está dicho.

[Libro – historieta] Infierno embotellado – Suehiro Maruo

Literatura

Estoy impresionado. Las vacaciones desbloquean que mi incapacidad para concentrarme en la lectura. Así que tengo cinco libros leídos pendientes de comentario. Dos, relativamente breves, los leí en el intervalo entre mi escapada alemana y el principio de las vacaciones que empecé hace un poco más de una semana. Y en las que he leído tres libros. Y alguno no especialmente pequeño. Vamos a ir sacando adelante el trabajo de comentarlos empezando por un libro de relatos gráficos, historietas, del japonés Suehiro Maruo, un libro que me prestaron hace unas semanas, y que disfruté, aunque con sentimientos contradictorios en su valoración.

Los callejones de Ponto-chō en Kioto sería un ejemplo de lugar asociado al «mundo flotante» que menciono en esta entrada. Aunque hoy en día, cuando el gobierno japonés deja entrar al país, claro, lo que más se ven son turistas.

Las obras de Maruo suelen ser adscritas al género ero-guro, peculiar portamanteau a los que son muy aficionados los japoneses, que mezcla dos palabras tomadas del inglés, aunque podría ser de muchos otros idiomas europeos. Básicamente, utilizando el castellano, sería el género del erotismo g(u)rotesco. Los listos de la cosa también lo entroncan con la tradición del muzan-e, variante del ukiyo-e en el que los temas son actos de gran violencia, con asesinatos y torturas extremos, y que puede tener un cierto componente erótico, especialmente cuando afectan a víctimas desvalidas y desnudas, muchas veces atadas con complejas ligaduras. Un primor, vaya. Hay que recordar que el ukiyo-e, recordado actualmente por los grabados de paisajes y escenas costumbristas de ciudades y lugares emblemáticos, comenzó siendo el arte del mundo flotante (ukiyo 浮世), el mundo de las noche hedonista, de los artistas, las geishas, las cortesanas, el teatro, los actores… como ya comentábamos hace no mucho.

En los relatos de este libro encontramos desde las relaciones incestuosas de dos jóvenes hermanos naufragados en idílica isla, que acaban… mal, y que dan título a la colección de relatos, las tentaciones de un monje católico en una ciudad de japón, la historia de sexo y avaricia en torno a un ciego tacaño y rico, a las desventuras de una jovencita que cuida de su hermano deforme cuando son abandonados por su padre, teniendo que prostituirse para salir adelante. Son historias potentes, incómodas a veces, que basculan entre escenas presuntamente idílicas y lo más perverso del género humano.

No voy a decir que sea mi género favorito precisamente. No soy pacato, ni mucho menos, pero la violencia asociada al sexo y al abuso, generalmente de las mujeres, me incomoda. No obstante, reconozco la calidad de estos relatos, de un género muy propio del País del Sol Naciente, aunque también existen obras con planteamientos básicos similares en occidente, aunque quizá estilísticamente distintas. Allá cada cual si se quiere acercar o no a este tipo de obras.

[TV] Cosas de series; primero fue el manga…

Televisión

He observado ciertas tendencias en la producción audiovisual japonesa. Hay muchas, muchas series, con frecuencia de animación, que son adaptaciones de una historieta, manga, previa. Y en ciertas ocasiones, con posterioridad, pasan a convertirse en serie de acción real. También sucede con algunos largometrajes. Hoy vamos a ver tres series japonesas que terminé de ver en las últimas semanas, y cómo se comportan dentro de esa tradición.

Ya que de las tres series, la que más me ha gustado es la que nos lleva a un viaje de autorrealización del héroe, un camino muy del gusto budista, nos pasearemos por los templos y camposantos de Koyasan. Donde encontraremos algún modelo en grande de Kannon, similar al más pequeño que veneraba la madre del personaje protagonista.

Alice in borderland es un manga publicado entre 2010 y 2015. En realidad, su título original, 今際の国のアリス [Imawa no kuni no Arisu], debería traducirse como Arisu del país del ahora. El apellido japonés Arisu, sería homófono al nombre femenino inglés Alice, más o menos. La cuestión es que el Arisu del manga es un tío de 20 años y no una niña de 10. Pero es innegable la inspiración en la obra de Lewis Carrol. Al menos, transcurre en un mundo extraño, hay naipes, y un sombrerero loco. El manga se convirtió hace unos años en serie de animación, de la que sólo sé que existe, y en este pasado 2020 en una serie de acción real emitida por Netflix. Tres jóvenes sin oficio ni beneficio, en el borde de la delincuencia, se ven transportados a una realidad alternativa donde están obligados a participar en una serie de juegos para no perder la vida. Cosa que también puede suceder dentro de los juegos. La premisa general de la serie, protagonizada por Yamazaki Kento como Arisu Ryohei y Tsuchiya Tao como Usagi Yuzuha, la habilidosa chica que acabará acompañándole en la peligrosa aventura, está bastante bien. Pero su realización presenta altibajos. Con momentos inspirados y otros que chirrían más. Lo que me pregunto es cómo han conseguido filmar en un Tokio absolutamente vacío. Manifiestamente mejorable, aunque me apuntaré a la segunda temporada cuando llegue.

Stein’s gate comenzó siendo una «novela visual»… es decir, un juego para ordenador o máquina recreativa interactivo, de 2009, que inmediatamente se adaptó al manga, el mismo año, y una serie de animación en 2011. De la misma se derivaron otras series y largometrajes. Lo que he visto en Netflix es una nueva serie, Steins:Gate 0, que es una secuela de la historia original estrenada en 2018. Me interesó porque incluía viajes en el tiempo y la gestión de las paradojas acompañantes… pero me ha costado mucho terminarla porque es un pastiche de estilos y géneros visuales que a veces se me hacía indigesto. Está muy bien valorada en IMDb, pero a mi me costaría recomendarla a alguien que no sea un auténtico otaku. Pero igual soy muy ingenuo al respecto sobre el nivel real de los otaku nipones.

Dororo [どろろ] es, originalmente, un manga muy antiguo. Publicado entre 1967 y 1969, ya tuvo una adaptación a la animación en aquel 1969. Posteriormente una versión en forma de largometraje de acción real en 2007, y ahora, pudiéndose ver en Amazon Prime Video, llega una actualización en forma de animación, estrenada en 2019. Hay que considerar que la animación de 1969 fue… en blanco y negro. La historia engrana muy bien con cierta tradición asiática, budista, cuyo referente principal es el clásico Viaje al Oeste. La historia es el relato de un viaje por el Japón del período Sengoku, en el que durante 100 años Japón estuvo en un estado de guerra civil constante con gran sufrimiento de la población civil. Un señor samurai, Daigo, hace un pacto con los demonios de un templo budista para la prosperidad de su territorio en medio de la inestabilidad global. Como consecuencia, su esposa da a luz a un niño sin órganos, que inexplicablemente vive, probablemente por la mediación de la «diosa de la Misericordia» a la que ruega la esposa [la imagen de la diosa tiene toda la pinta de ser la bodhisattva Kannon, muy venerado en Japón]. Evitada su muerte por la comadrona, es recogido y cuidado, y se le suministran prótesis que unida a su visión espiritual interior que le permite detectar a los demonios, se lanza en busca de estos para recuperar sus órganos y su humanidad. Y en estas se encontrar con «un niño», Dororo, que le acompañará y le ayudará en el viaje (en la película parece que es «un joven»). Está muy bien. La historia es muy interesante, la animación de buen nivel, y empatizas fácilmente con los personajes. Tras Cowboy Bebop y Samurai Champloo,… auténticos clásicos, uno de mis animes serializados favoritos. Muy recomendable. Muy al estilo «Don Quijote», Hyakkimaru sería el héroe en su búsqueda épica, y Dororo, sería el representante de las personas comunes, como Sancho, dentro de la aventura. Una fórmula clásica, que suele dar resultado.

[Libro] Japan – Buronson (escritor) Kentaro Miura (ilustrador)

Literatura

Llevaba dos semanas sin hablar de ningún libro. Cosa lógica si tenemos en cuenta que los últimos días del año y primeros del siguiente suelo tener artículos fijos que hablan de cosas predeterminadas. Repasos fotográficos, el cine que yo me veo… etcétera. Pero mientras, se me han acumulado tres libros. Que se salen de lo habitual, pero que merecen que se les dedique el mismo tiempo, porque son igualmente obras completas.

El primero es una historieta. Como es japonés, manga (漫画). Con guion de Buronson (apodo que suele escribir con kanji, 武論尊; aunque parece la versión nipona de Bronson, que en katakana sería ブロンソン) e ilustrado por Kentarō Miura (三浦 建太郎). Ambos son considerados autores de prestigio en el mundo del manga, aunque para mí, que yo recuerdo, es lo primero que leo de ambos. Me llamó la atención por una cuestión… fue publicado originalmente en 1992, año «triunfal» de la España tras la transición, y tenía como fondo inicial de la historia los Juego Olímpicos de Barcelona, aunque luego la historia que cuenta poco tiene que ver con aquellos.

Sinceramente, que una historia postapocalíptica transcurra en Sitges… me parece de lo más gracioso.

Esencialmente, la cosa va de un yakuza que se ha desplazado hasta Barcelona porque anda colado por una guapa periodista y presentadora de televisión nipona que está destacada para cubrir el evento olímpico. En un desplazamiento a Sitges, son malditos, junto con un grupo de adolescentes del mismo país, por una anciana que les habla del triste destino de Cártago a manos de los romanos, anunciándoles un destino parecido para Japón. Como consecuencia de la maldición, se ven trasladados a un futuro postapocalíptico en el que Japón ha desaparecido, ha ocurrido un desastre climático que ha acabado con la mayor parte de los recursos, y la población japonesa son refugiados en otros lugares, como Nueva Europa, donde son internados en campos de concentración o sometidos a condiciones de trabajo de práctica esclavitud. A lo que el yakuza se rebelará.

Lo cierto es que la historia en sí misma me ha dejado bastante frío. Oscilando entre la denuncia social, política y económica, pero a ratos con un tufillo rancio nacionalista, juega a una especie de Mad Max, pero desarrollado de forma un poco atropellada, y finiquitado de una forma más atropellada todavía. Lo curioso es que, en 1992, los autores presentan un mundo amenazado con problemas como el del desastre climático, la crisis de la economía japonesa y otras economías mundiales, el racismo y la xenofobia que acompaña a los movimientos masivos de refugiados, el surgimiento de líderes populistas de tipo fascista, y otras lindezas… que tan de moda están, si no fuera porque cierta pandemia las ha situado, injustamente en segundo plano. Por lo tanto… quizá lo que está pasando en este siglo XXI no era tan difícil de imaginar.

No lo encuentro recomendable, salvo para los adeptos al género, a los que puede agradar.

[Animación e historieta] Ella, su gato y todo los que vino después con Makoto Shinkai

Cine, Literatura

Hace unas semanas… más bien unos pocos meses, coincidieron una serie de determinantes que me han llevado a una actividad de fondo sobre el cine del realizador de animación japonés Makoto Shinkai. Shinkai se puso de moda hace 2 años con el estreno con gran éxito en occidente de su película más conocida y taquillera. Ese Tu nombre es…, Kimi no na wa… [
君の名は。]
(2016) que yo nunca he escuchado en la película. Yo siempre escucho Kimi no namae wa… [君の名前は。]. Se supone que significa lo mismo, pero con el japonés nunca se sabe lo de los matices… Pero llevaba ya una trayectoria en el cine de animación. Veamos cómo lo conocí yo.

Partiremos de ese segmento favorito mío que es el viaje en tren de Takaki para ver a Akari, afectado por las fuertes nevadas, para ilustrar esta entrada con los omnipresentes trenes en Japón.

Durante un tiempo pensé que la primera película que vi yo del director japonés fue Cinco centímetros por segundo [Byōsoku Go Senchimētoru (秒速5センチメートル)] (2007). Una película más mediometraje que largometraje, que siempre me pareció incompleta. Pero que tiene momentos muy inspirado, especialmente el fragmento en el que se nos cuenta el viaje en tren bajo la nevada del protagonista masculino, un adolescente, para ver a su amor de la preadolescencia. Un conjunto de secuencias que me parecen de lo más bello que he visto yo en el cine de animación. O, simplemente, en el cine. La he visto varias veces, y cada vez la disfruto con intensidad, como el asombro de la primera vez.

Cuando en Netflix pusieron a disposición del público El jardín de las palabras [Kotonoha no Niwa (言の葉の庭)] (2013), otro mediometraje, me convencí que la anterior no había sido flor de un día, que estábamos ante un director de gran sensibilidad, con gran capacidad narrativa. Y que parecía centrar sus temas en la soledad, el deseo del otro, de la persona amada, y la incapacidad de reunirse con el otro de forma definitiva con esa persona amada. Dada la frecuente aparición de trenes en sus películas, bueno… en casi todas las películas de animación japonesas, es cosa del país, diríase que contempla las vidas de sus protagonistas como los carriles de las vías de del ferrocarril, siempre en paralelo, cercanas, pero destinadas a no encontrarse nunca.

Hace unos meses supe de la edición en español de la versión en historieta de uno de sus primeros cortometrajes, del año 1999, Ella y su gato [Kanojo to kanojo no neko (彼女と彼女の猫)]. El cortometraje, que es fácil de encontrar en Youtube, es una pequeña delicia de la animación en blanco y negro, en la que un gato es adoptado por una joven que vive sola, y que nos cuenta, el gato, en un recorrido a lo largo de las cuatro estaciones de un año de las alegrías y sinsabores de la joven, que sólo intuimos, porque solo tenemos la limitada información que el gato posee. La historieta pierde bastante de la capacidad lírica, poética, con la que carga el cortometraje, pero está bien. Desarrolla algo más las situaciones, tenemos algo más de información, pero la esencia de la historia y el mensaje está ahí.

Fue en ese momento, después de ver el cortometraje, antes de leer la historieta que llegó no hace mucho, cuando tomé la decisión de ver todas las películas de Shinkai que no había visto. Y revisar también alguna de las que había visto. Coincidió, por ejemplo, con la aparición en Netflix de Kimi no na wa…, que volví a ver, pero convertida por mí mismo en una miniserie de tres episodios. Es decir, no la vi de tirón, sino que conociendo a priori su trama, vi por separado las tres partes en las que podemos dividir la trama. He de decir que me funcionó perfectamente, y me permitió descubrir cosas en la película que me había pasado desapercibidas. En estos momentos valoro más la película que cuando la vi en su estreno en la gran pantalla.

Pero también me di cuenta que estaba en un error. Que la primera película que vi en mi vida de Shinkai no eran los centímetros sino la película de aventuras Viaje a Agartha [Hoshi wo ou kodomo (星を追う子ども)] (2011). La vi en televisión. Creo que en la extinta plataforma de Canal Plus… y no me impresionó especialmente. Afortunadamente, no me interesó lo suficiente como para aprenderme su director, porque si no igual me hubiera influido negativamente a la hora de interesarme por la obra de Shinkai. Esta película sí que es un largometraje, la aventura de unos jovencitos por el mítico mundo subterráneo de Agartha, que no está mal, es entretenida, pero no es lo mío. Dijeramos que es lo que menos me gusta del director.

Además de todo lo mencionado, en estas últimas semanas me he visto también las otras dos obras de cierta entidad que tiene el director, y su primer corto Otros mundos [Tooi sekai (遠い世界)] (1999). Este es un pequeño esbozo de lo que empieza a ser su carrera como animador, con el aire melancólico sobre las relaciones que va a presidir el conjunto de su carrera. Pero vamos con las dos películas que nos quedan.

Me gustó mucho Voces de una estrella [Hoshi no koe (ほしのこえ)] (2002), en la que Shinkai entra en el mundo de la ciencia ficción. En la que dos jóvenes adolescentes enammorados se ven forzados a separarse cuando ella entra al servicio de una nave espacial que iniciará un viaje interespacial, que los alejará, no sólo en la distancia, sino también en el tiempo, cuando cada mensaje de ellos, primero tarde horas en llegar, luego días, semanas, meses… y finalmente años, en una conversación continuamente interrumpida por la inmensidad de la separación. Siendo un corto-mediometraje de 25 minutos de duración tan temprano en su carrera, ya avanzaba los temas principales de la misma. Y aunque la animación sea más tosca, mucho menos refinada y precisa que en sus últimas obras, lo cierto es que a mí casi me agrada más en algunos momentos. Disfruté mucho con esta melancólica aventura, que por algún motivo me recordó a cierta aventura espacial, Viaje interminable, también de tono melancólico de Marion Zimmer Bradley, aunque los temas de fondo no sea exactamente iguales.

La otra película, largometraje de hora y media de duración, que he visto es El lugar que nos prometimos [Kumo no mukō, yakusoku no baso (雲のむこう、約束の場所)] (2004). Fue el primer largometraje del director. También en el ámbito de la ciencia ficción, en una realidad alternativa en la que tras la guerra Japón está dividido entre los bloques. Al norte del estrecho de Tsugaru, que separa Hokkaidō del resto del archipiélago, pertenece a un bloque, presumiblemente la Unión Soviética o similar, mientras que el resto de Japón es aliado del otro bloque, Estados Unidos, claro está. Y en ese ámbito tres adolescentes, dos chicos y una chica, trabarán relación y amistad. Hasta que la chica desaparece. Nuevamente aparece el tema de la separación, del duelo y el desconcierto que produce, esta vez en un entorno en el que se analizan las realidades o universos alternativos o paralelos. Una historia relativamente compleja, que me pareció interesante, aunque no me emocionó ni me llegó al mismo nivel que otras de las películas de Shinkai.

Y en estas estamos, cuando ya se ha presentado el avance de A la intemperie contigo [Tenki no ko (天気の子)], cuyo estreno en Japón está previsto para el mes de julio,… y que esperemos que no tarde mucho en llegar a las pantallas españolas.

[Libro – historieta] Barrio lejano

Literatura

No es la primera vez que traigo a estas páginas un relato gráfico de Jirō Taniguchi. Este autor japonés falleció hace algo más de un año. Ya había leído en su momento un relato con toques fantásticos, que me pareció interesante. Con motivo de su fallecimiento me acerqué a otro de sus relatos, uno reciente. Que tampoco estuvo mal. Pero tenía la sensación de que tenía que acometer la lectura de alguno de sus relatos más representativos. Más conocidos. Y por eso, un día que hojeaba posibles compras entre las estanterías de una librería, vi este volumen y me decidí por él.

Santuario en el Monte Tenjo - Kawaguchiko

Los aspectos sobrenaturales del relato, y algunas cuestiones espirituales que parecen aparecer siempre en las obras de Taniguchi, me han hecho pensar en el Monte Fuji y en el Monte Tenjo, desde donde contemplamos al anterior, ambos considerados santuarios por los sintoístas.

La literatura en torno a las segundas oportunidades está presente en todas las culturas, de una forma u otra. La persona que arrastra un pesar vital y que desearía volver al momento en el que algo se torció en su vida y cambiarlo. Para el protagonista de este relato gráfico, ese momento, cuando tenía 14 años de edad fue el abandono de su padre de su familia. Eso abocó a dificultades en la madre para sacar a sus hijos adelante. Y una amargura vital en el protagonista, que a sus 48 años le está empujando hacia el alcohol y le está alejando de su familia. Con el riesgo de repetir las acciones de su padre. Una visita al viejo barrio donde pasó su infancia antes de volver a su casa tras un viaje de negocios desencadenará un acto inesperado por el que su ser adulto se transportará al cuerpo de su ser adolescente, unas semanas antes del abandono del padre a finales de aquel verano.

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Estamos por lo tanto ante la segunda oportunidad, con la ventaja teórica de saber lo que pasó. El problema es que de qué puede servirte saber qué pasó si no sabes por qué sucedió. Muchas cosas cambian en esas semanas. Se acerca y comienza a salir a aquella chica que le gustó, pero a la que nunca habló. Conoce mejor a ese amigo incondicional, con una vida también problemática. Y sobretodo se interesa por saber por qué su padre, aparentemente feliz, en un matrimonio feliz, con unos hijos a los que quiere, va a abandonar a su familia. Y sobre todo, si podrá evitarlo.

El conjunto funciona como un ejercicio de introspección. Como un examen de conciencia para ese trabajador de mediana edad en una gran empresa que ha perdido el rumbo de su vida, si es que lo ha tenido claro en algún momento. ¿Se puede viajar al pasado para cambiarlo y reescribir el futuro? Si hacemos un repaso a lo que conocemos en la literatura o en otros géneros de ficción como el cinematográfico o el televisivo, la mayor parte de los autores oscilan entre dos posturas. O bien el tiempo, o algunos de sus acontecimientos claves, están fijados y no se pueden cambiar hagamos lo que hagamos, o la alteración de los acontecimientos del pasado acabarán por producir efectos colaterales inesperados. Y en muchas ocasiones, indeseados. Pero al fin y al cabo Taniguchi va por otro lado como digo. Lo importante para él es qué va a ser de Hiroshi en el futuro. En lo que está por escribir, en lo que no se puede predecir. Pero que va a estar profundamente influido por las decisiones que tome.

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Un libro para leer con calma. Uno tiene la tendencia a leer la historieta, el relato gráfico, como lo queráis llamar, con rapidez. Pero puede ser un error. En esta ocasión, aunque podría haberlo consumido en unas pocas tardes, extendí su lectura durante unas semanas. Y tiene sentido hacerlo así. De alguna forma, acompasas el tiempo de lectura al tiempo de la acción interna del libro. Y este te llega en sus contenidos de forma más profunda. Y lo he encontrado altamente recomendable. Dicho está. Aunque inevitable dejará uno espeso poso de melancolía en el ánimo del lector.

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[Libro] Predestinada

Literatura

Breve entrada para comentar este libro de relatos en forma de historieta, manga para los modernos, de la japonesa Tomoko Yamashita. Me lo encontré por casualidad, y cuando el dependiente de la tienda me lo vio hojear me lo recomendó.

Engaku-ji - Kamakura

Jóvenes y no tan jóvenes japonesas en Tokio y Kamakura para la femenina entrada de hoy.

El libro consta de tres relatos protagonizados por mujeres. En el primero, asistimos al interrogatorio de una detective a una adolescente que ha causado un incendio y que es sospechosa del asesinato de una serie de personas, familiares o relacionadas con ella. En el segundo, nos encontramos con una interesante vuelta de tuerca al triángulo amoroso, en el que los papeles se encuentran un tanto cambiados con respecto a lo que estamos acostumbrados. Y el tercero es una sorprendente reinterpretación del tema de los maleficios estilo belladurmiente; ya sabéis, nace un niño/a y alguien le lanza un maleficio que se cumplirá cuando cumpla 16 años.

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Así pues, son tres relatos de tres géneros muy distintos; crimen, romance y fantasía. Pero no se puede negar que tienen un origen similar y una coherencia global en cómo enfoca el desarrollo de personajes y sus interrelaciones, además de la coherencia estilítica y formal.

Reconozco que tenía razón el dependiente de la tienda. Están bastante bien, una vez que empiezas cada relato no te apetece soltarlo hasta el final, son originales, y presentan personajes complejos, con la habilidad de presentarlos y desarrollarlos perfectamente en pocas páginas. Recomendable.

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[Libro] La montaña mágica

Literatura

Para mí, los «manga» siempre han sido historietas como otras cualquiera, pero dibujadas y redactadas por japoneses. Ciertamente siguiendo las normas de escritura de su idioma que hacen que se lean de derecha a izquierda, y con los libros «del revés». Pero por otra parte, no dejan de ser en esencia lo mismo. Una historia narrada mediante viñetas con dibujos, ayudada en mayor o menos medida con unos textos que suelen ser los diálogos entre los personajes o comentarios del narrador que complementan las escenas visuales. Siempre he supuesto que, lo mismo que sucede en el cine, estos comentarios, equivalentes a la «voz en off», deberían ser los mínimos o motivados por circunstancias especiales… la narración debería ser clara con los dibujos y los diálogos.

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Naturaleza, tradición, niños… de todo encontramos en nuestra visita a Itsukushima, también conocida como Miyajima, en el mar interior de Seto no lejos de Hiroshima.

Sin embargo, he oído hablar también en ocasiones a gente que argumentan que una cosa es una historieta, que otra cosa es un cómic y que otra cosa es un «manga»… aunque nunca he conseguido escuchar un argumento convincente.

Lo que si es cierto es que cada cultura tiene sus formas y sus tradiciones. Las grandes tradiciones europeas, como la francobelga, tiene formas distintas de las norteamericanas. La española, a mí personalmente, me da la impresión de que ha ido en la estela de la francobelga en su mayor parte, aunque también hay influencias yanquis. Derivados de lo que se hacía hace unas décadas durante el franquismo, encuentro poco. Pero no me considero experto, así que probablemente aceptaré cualquier corrección razonada que se me haga. Y la japonesa se corresponde con sus propias tradiciones en materia estética, en pintura y dibujo. Pero todo son historietas, que es la palabra tradicional en español para designar esta forma de expresión.

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¿Y a qué viene toda estar argumentación? Pues a que esta historieta del japonés Jiro Taniguchi, publicada por Ponent Mon, aunque temáticamente está totalmente inserta en la tradición nipona, formalmente está resuelta con el estilo de la historieta europea, más próxima a la «bande desinée» francobelga que otra cosa.

La historia de dos jóvenes hermanos, huérfanos de padre, que quedan al cuidado de sus abuelos en un pueblo junto a un imponente monte lleno de leyendas, durante un angustioso mes en el que su madre va a ser operada por una enfermedad grave en la ciudad, tiene muchos de los elementos de realismo mezclado con la tradición mágica de las creencias populares japonesas. También recupera el motivo universal de que los niños tienen la capacidad de ver y oír lo que los adultos no son capaces. Conservan esa inocencia original que los mantiene más cercanos a la naturaleza y al mundo mágico. Son capaces de ver con los ojos del corazón, de los sentimientos, y no sólo con los de la razón, la visión del cerebro. U oír. Como muchos autores nipones, en su obra desarrolla un mensaje de respeto por la naturaleza.

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Sin embargo, el dibujo en color y el formato del libro, así como la línea argumental tiene más que ver con las formas europeas. Una mezcla que a mí me parece acertada. Quizá porque aunque las formas son importantes en el terreno de las artes, todavía lo son más los conceptos y los temas que transmiten y que pueden ser más independientes de la forma de lo que nos creemos.

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Es una historieta que se lee bien y rápida, y que puede ser razonablemente recomendable. Tiene «voz en off»… que he criticado al principio, porque está narrada en primera persona por el protagonista, que «rememora» los hecho. Entrecomillo lo de rememorar, puesto que aunque las localizaciones y la época en que transcurre la acción, a principios de los años sesenta del siglo XX, se corresponden con los de la infancia del autor, este reconoce que no hay contenido autobiográfico en la historia. Simplemente la decisión de situarla en un lugar que recuerda bien, aunque ya hayan pasado década…

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[Libro] 5 centímetros por segundo

Literatura

Hace un tiempo ya, vi en televisión una interesante película de animación japonesa con el título del libro que traigo hoy aquí. Un  título que al parecer hacer referencia a la velocidad a la que caen los pétalos de las flores del cerezo, las famosas sakura, y que era una película de carácter romántico pero imbuida de un halo de tristeza y de fatalismo. Y que siempre tuve la sensación de que estaba incompleta. De hecho la película es un mediometraje de poco más de 60 minutos de duración. Recorriendo los estantes de un librería hace un par de meses encontré un libro, una historieta con el mismo título. Pensé que la película estaba basada en la misma, y parecía que contaba más cosas. Así que la compré. Poco antes de viajar a Islandia terminé de leerla. Os lo cuento.

5 centímetros por segundo
Guión: Makoto Shinkai; dibujos: Yukiko Seike; traducción de Marc Bernabé
Planeta Cómic, 2015

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Para entender mejor la película y la historieta, en concreto la secuencia del viaje en la nevada, hay que saber lo importante que son los ferrocarriles para el pueblo japonés.

Pues no. No es la película la que está basada en la historieta. Al contrario. La historieta es la que está basada en una novela que Makoto Shinkai escribió después de dirigir la película y que, efectivamente, expandía el contenido de la historia evitando esa sensación de incompletitud que mencionaba. La historia de partida es la misma. El amor preadolescente, escolar, entre Takaki y Akari, que se ven obligados a separarse al llegar el momento de ir al instituto, porque la chica, Akari, se va a vivir a otra ciudad. Más tarde, la separación aún será mayor por la mudanza de Takaki a un isla del sur del archipiélago nipón. Y esta separación marcará la vida de ambos, aunque la historia se centra en las consecuencias que tiene fundamentalmente para Takaki, que difícilmente se ofrecerá a sí mismo la posibilidad de encontrar una relación satisfactoria marcado por el recuerdo de Akari.

De los tres segmentos que constituían la película, el primero incluía una maravillosa secuencia en la que ambos adolescentes se citan, para lo cual Takaki deberá realizar una sucesión de cambios de tren para encontrarse con Akari. Este viaje se sitúa a principios de marzo. Pero contra todo pronóstico, una fuerte nevada cae sobre Japón ese día provocando interminables retrasos y una angustiosa sensación en el muchacho. Recuerdo que es una de las secuencias más excelentes que he visto en el cine de animación. Y tal secuencia se reproduce en la historieta con similares sensaciones.

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Una compleja red de líneas, tanto urbanas, como interurbanas de vía métrica, como de alta velocidad de ancho de vía internacional, y sus combinaciones, permiten llegar a casi cualquier rincón del país.

Como decía, la historieta expande la historia original, dando más protagonismo a una segunda chica, la pizpireta pero insegura Kanae, así como a una relación ya de joven adulto de Takaki, Risa. Finalmente, la historia se cierra… con un final abierto, pero fácilmente predecible. Una concesión al público, que habitualmente espera finales felices… No siempre este tipo de finales le sientan bien a las historias, pero en este caso creo que ni la mejora ni la empeora.

Una historieta de orientación juvenil, pero que por sus temas universales puede ser leída a cualquier edad. Los sentimientos, la introspección, la distancia, el recuerdo y el miedo al olvido, la idealización de las vivencias del pasado, la inseguridad en las relaciones,… son diversos los temas que se afrontan. Y creo que con éxito. No está mal.

En el tren de la línea Chuo - Tokio

Y la vida en los trenes tiene un ritmo propio y diferenciado, forma parte de la vivencia de los nipones.

[Libro] Cuadernos japoneses

Literatura

La habitualmente interesante editorial Salamandra, en su declinación Salamandra Graphic, dedicada a la historieta y la ilustración, nos propone esta obra con carácter autobiográfico del historietista e ilustrador italiano Igor Tuveri «Igort». Y en ella podremos ver cómo un habitual de los «fumetti» se viene a reciclar en «mangaka».

Cuadernos japoneses – Un viaje por el imperio de los signos
Dibujos y textos de Igort; traducción de Regina López Muñoz
Salamandra Graphic, 2015

Para ilustrar

Para ilustrar la entrada de hoy buscaremos un lugar de Tokio donde se mezcle el Japón más tradicional y el moderno.

Ya tuve ocasión de leer una obra que nos contaba la experiencia de un historietista en un país oriental… aunque dado el país de que se trataba, no dejaba de tener un tono absolutamente surrealista. En esta ocasión el tono es totalmente distinto. Y más que contarnos la historia de la experiencia, que también, nos encontramos ante todo ante un libro que nos ayuda a comprender las sensaciones y sentimientos del autor durante sus experiencias trabajando en el País del Sol Naciente, así como nos ayuda a comprender mejor la cultura nipona. Como dice el subtítulo añadido, ayudándonos a comprender los signos, el idioma de los símbolos propio de la cultura japonesa. En realidad, más que una historia, como dicen en la página de su editor en lengua italiana, la original, estamos ante un documental en forma de historia gráfica.

Rodeados de e

Rodeados de edificios modernos e impersonales, los jardines Hamarikyu fueron parte de las propiedades imperiales.

Particularmente, he disfrutado mucho del libro, que he leído tranquilamente en pequeñas dosis durante unas cuantas noches, antes de dormir. Con un dibujo excelente, en una edición de muy buena calidad, no dejas de imbuirte en la riqueza cultural del país nipón, en lo que tiene de bueno y en lo que tiene de malo. En sus luces o en sus sombras. En su capacidad para la delicadeza, o en su capacidad para despreciar a los más desafortunados de sus ciudadanos. En su versión de democracia ilustrada, o en su versión de imperio militarista y cruel. Muy complejo para abarcarlo en cualquier tipo de obra. Pero Igort ayuda mucho. Muy recomendable.

Cedidios hoy en día

Cedidos hoy en día al pueblo tokiota, mezclan naturaleza, tradiciones, muy necesaria paz y tranquilidad, para descansar del frenesí de la gran urbe.

[Libro] El último vuelo de las mariposas

Literatura

Esta historieta la tenía desde hace unos meses. Me llamó la atención al visitar una librería en Barcelona hace unos meses y la compré. No es que sea difícil de encontrar. Después la he visto también en librerías aquí en Zaragoza… pero donde la vi primero fue en la capital condal. Algunos le llamarían «manga» porque su autor es japonés y la editan para que se lea al revés. Desde atras hacia adelante, y de derecha a izquierda de la página. Pero de verdad que, diferencias estilísticas aparte, nunca he encontrado motivo suficiente para llamar a las historietas japonesas con otro nombre que no sea historietas.

Más absurdo encuentro que se llame «anime» a las películas de animación japonesas cuando «anime» es un préstamo del francés, de «dessin animé». El dibujo animado de toda la vida, vamos. Pero si en esta vida quieres ser «cool» ya sabes que has de renunciar al idioma materno en una serie de campos… y eso que no me voy a meter con los informáticos que esos sí que les dan de patadas al diccionario. ¿Cuando se van a enterar que «library» significa biblioteca y no «librería»? Pues ellos a lo suyo.

Hay personas que confunden en Japón a las geishas, como las del distrito de Gion en Kioto, con las prostitutas, o cortesanas como las denominan en este libro.

Hay personas que confunden en Japón a las geishas, como las del distrito de Gion en Kioto, con las prostitutas, o cortesanas como las denominan en este libro.

A lo que vamos. A la historieta.

El último vuelo de las mariposas
Dibujo y guion de Kan Takahama; traducción de Miguel Angel Ibáñez Muñoz
Editorial Ponent Mon, 2015

En algún momento del siglo XIX, en la ciudad de Nagasaki, único puerto abierto en Japón al comercio con occidentales, nos cuenta la historia de la relación a cuatro bandas entre la más bella prostituta, un hombre gravemente enfermo, su hijo adolescente que quiere ser médico y un médico holandés enamorado de la bella prostituta. Una historia de la que como un ovillo de lana enredado, con unos dibujos muy elegantes y con las palabras las justas, iremos desenmarañando poco a poco hasta que se nos aclare, con tristeza, la bella historia de amor que esconde.

Teóricamente son cosas distintas, aunque nunca me ha quedado claro, porque no lo veo bien explicado en ningún sitio si en la relación entre las geishas y sus clientes el sexo es algo admitido o no, o hasta que punto.

Teóricamente son cosas distintas, aunque nunca me ha quedado claro, porque no lo veo bien explicado en ningún sitio si en la relación entre las geishas y sus clientes el sexo es algo admitido o no, o hasta que punto.

Realmente, bien es verdad que muchas veces lo de menos es el medio. Literatura, cine, televisión,… historietas… lo que importa en un relato de ficción son dos cosas. Que haya una buena historia que contar, que no tiene que ser grandiosa ni afectar a gentes importantes, que nos valen las personas corrientes. Algunas en las que no nos fijaríamos nunca, o lo haríamos con desprecio o admiración según la moralidad imperante. Y que haya un buen narrador de historias, que domine su arte y que sepa dosificar la información que ofrece al lector o espectador de forma que quede atrapado en una de esas infinitas vidas que no podemos vivir, porque sólo tenemos una, la nuestra, pero que gracias a estas arte podemos atisbar. Y ambas condiciones se dan en esta ocasión.

Para los aficionados a la historieta,… o comic,… o manga,… o como diablos lo queráis llamar, probablemente será un libro que disfrutarán. Para quienes no lo sean, quizá sea un buen momento para que comprueben que también este método de expresión merece la pena. Muy bien. Lo único que me imagino que podría mejorar la cosa es que estas historietas fuesen en color… Por que ves la portada del libro y te quedas con ganas de ese color. Pero bueno. Las cosas son como son.

En cualquier caso, da igual, lo importante es la bella historia que nos narra el libro e, insisto, la pena de que no podamos disfrutar del colorido de los vestido tradicionales nipones.

En cualquier caso, da igual, lo importante es la bella historia que nos narra el libro e, insisto, la pena de que no podamos disfrutar del colorido de los vestido tradicionales nipones.

[Libro] Black Paradox

Literatura

Hoy comento un libro que me regalaron al poco de volver de Japón. Y se trata de una historieta de un autor de aquel país. Lo que aquellos que se sienten obligados a utilizar términos en otros idiomas para denominar a las cosas llaman manga en vez de historieta. Pero vamos, salvo que se lee al revés, es decir con las páginas en sentido opuesto al modo tradicional occidental y con las viñetas de derecha a izquierda en lugar de izquierda a derecha,… pues es una historieta. Bueno. Como parece que hasta la RAE tiene manga ancha y ha admitido el término manga, pues no nos lo pasaremos por la manga y a esta historieta la llamaremos manga.

Black Paradox
Ilustración y textos: Junji Ito
ECC Cómics, 2014

Santuarios del Monte Misen - Miyajima

Japón es un país con una mitología rica y compleja, especialmente en su herencia sintoísta, la religion de base popular del país del sol naciente, con sus «ocho millones» de «kamis», dioses o espíritus de lo más variado, como este pequeño fortachón cerca de la cima del Monte Misen, en la isla de Miyajima. A partir de ahí se pueden crear muchos universos de ficción en las obras de fantasía, de manga o de otros géneros.

Una joven que esconde su identidad tras el seudónimo Marceau se reune con otras tres personas con las que ha contactado a través de internet con la intención de suicidarse. Ella ha perdido las ganas de vivir, pero los otros tres han llegado a esta situación como consecuencia de crisis de identidad por el contacto con sus otros yoes, dobles, duplicados, dopplegangers, o como se les quiera llamar, adopten la forma que adopten. Reflejos en un espejo, seres mecánicos o alguien que va por el mundo. Sin embargo, el suicidio colectivo fracasará, y como consecuencia, abrirán una puerta hacia otro mundo. Un mundo que no entienden bien, y menos aun las consecuencias de las interacciones que establecerán con él.

Toshogu - Nikko

Y el concepto de puerta a otros mundos, otras dimensiones o universos tampoco les extraño. El hueco de un gran árbol medio podrido en el santuario de Toshogu en Nikko es un lugar para ellos idóneo para «comunicarse» con sus «ocho millones» de espíritus, más antepasados y demás…

Se nos presenta esta obra como un manga de terror, de un autor especializado en el género, Junji Ito. El concepto de «obra» de terror, se refiera al modo literario o audiovisual que sea, hace tiempo que me tiene desconcertado. Cuando yo era pequeñito o simplemente jovencito, una novela de terror o una película de terror era algo que te provocaba miedo. Que hacía que recorrer el pasillo de casa por la noche fuera una carrera contra lo irracional. Que te diera miedo montar en un ascensor o entrar en una cabina de teléfonos. Que bajar al sótano de una casa de campo fuese una experiencia desasosegante. Que un perro aparententemente abandonado al pasar por el parque hiciese aumentar el ritmo de latido de tu corazón. Eso era una «obra» de miedo o terror. Hoy en día parece ser que consiste en obras donde contemplas o lees cómo a una serie de gente le pasan cosas desagradables con un nivel escatológico o hematológico, lo que vulgarmente llamamos «casquería» más o menos alto. Eventualmente, te dan sustos, especialmente en los medios audiovisuales, cine y televisión. Pero lo que se dice pasar miedo, y no digamos ya terror,… pues la verdad es que no. Nada. Ni por asomo.

Todaiji - Nara

Para acabarla de enredar, existe un fuerte sincretismo entre el sintoísmo que le es propia y el budismo que importaron siglos ha, con su propia colección de budas, bodhisattva, gurúes y demás héroes de naturaleza humana o trascendente que os podáis imaginar, con renacimientos de almas que no son las que eran, aunque los conceptos se mezclen con las reencarnaciones o las transmigraciones de otras creencias. Si no os aclaráis, yo no mucho, tal vez os lo exlique este malencarado boddhisatva del templo Tōdai-ji de Nara.

Esta obra de Ito no es una excepción. De hecho, más que una obra de terror, yo la consideraría como una obra de excesos. Una obra en la que progresivamente las situaciones en las que se encuentran involucrados son cada vez más desmesuradas, excesivas. Con un nivel de «asquerosidad» media también en un aumento conforme pasan los capítulos. La cuestión es que globalmente, conforme te vas metiendo en la acción, que sin duda es muy entretenida, vas asumiendo que lo que estás leyendo es una especie de parodia. Y como tal, funciona «de miedo». Desconozco si es esa la intención última del autor. Si lo es, prueba conseguida. Con un notable. Si no lo es, como me temo, y teniendo en cuenta que entre la comunidad de aficionados al género parece ser un autor respetado, supongo que lo que pasa es que soy un lector inadecuado. Soy un lector que difícilmente se deja arrastrar a un universo de este tipo.

Ya digo, no me he aburrido. El libro me ha sorprendido en algún momento, y me ha arrancado más de una sonrisa e incluso alguna sincera carcajada. Pero no me produce ningún interés en repetir la experiencia con productos similares.

Kencho-ji - Kamakura

En cualquier caso, la tradición de ilustración gráfica japonesa viene de antaño, y podemos encontrar imágenes similares en los mangas o en los murales del templo budista de Kencho-ji, en Kamakura.