[Viajes] El lago Constanza con película fotografíca; en color (2ª parte)

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Tercera entrega de las fotografías realizadas con película fotográfica tradicional durante el viaje de Semana Santa a las riberas del lago Constanza. Ya os comenté que expuse seis rollos durante el viaje; tres en blanco y negro y tres en color. Como utilicé dos tipos de película en color distinta, hoy va una segunda parte dedicada a la otra de ellas. Las cuestiones técnicas fotográficas de las fotografías las podéis encontrar en Viaje por el lago Constanza con película fotográfica (III) – Leica CL con Summicron-C 40 mm f2 y Kodak Ultra Max 400. Las fotografías de este rollo se tomaron en Constanza, Reichenau y Lindau (Alemania), en Bregenz (Austria) y St. Gallen (Suiza).

[Viajes] El lago Constanza con película fotografíca; en blanco y negro

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Me llegaron el viernes los negativos revelados del mes de marzo, incluidos los del viaje al lago Constanza. Muchos rollos de película. Seis del viaje; tres en blanco y negro y tres en color. He empezado con los negativos en blanco y negro. Las cuestiones técnicas fotográficas de las fotografías las podéis encontrar en Viaje por el lago Constanza con película fotográfica (I) – Minox 35 GT-E con Ilford XP2 Super. Aquí os dejo una muestra más o menos representativa de las más de 110 fotografías que han salido de esos tres rollos de película en blanco y negro.

Constanza

Wolmatinger Ried y Reichenau Insel

Überlingen, Salem, Friedrichshafen y Eriskirch

Bregenz

Lindau Insel

St. Gallen

[Viajes] Resumen del viaje al lago Constanza

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Antes de nada, para quien esté interesado, alguna información sobre las cuestiones técnicas fotográficas, muy someras, de las fotografías acompañantes se encuentra en

Viaje de Pascua al lago Constanza – Fotografía digital con Panasonic Lumix G9 Mark II.

Pero a lo que vamos, un pequeño resumen acompañado de fotografías, como de costumbre, del reciente viaje al lago Constanza. En estos últimos días, quienes siguen estas páginas, ya habrán podido ver fotografías de los lugares visitados. Es mi tercer viaje a las orillas de este gran lago centroeuropeo. En las tres ocasiones me he alojado en la ciudad alemana de Constanza, que da nombre al lago en las lenguas romances y algunas otras. En la mayoría de las lenguas germánicas, el nombre es el alemán, Bodensee, o algún derivado. Es una ciudad agradable. Coqueta en su centro histórico, que están en el lado del Rin, o del lago Constanza, que correspondería a Suiza, contiguo a la ciudad suiza de Kreuzlingen. Y esta contigüidad la salvó de los bombardeos «estratégicos» aliados en la Segunda Guerra Mundial. No apagaban las luces. Y los aliados no estaban seguros si estaban sobre Alemania o sobre Suiza. Esta última neutral. Se abstuvieron.

Constanza

Como es moda en muchos lugares del mundo, además del hotel, te cobran una tasa o impuesto turístico. Pero por lo menos te dan algo a cambio. Un bono de transporte gratuito en la región oeste del lago Constanza. Trenes de todo tipo, buses, urbanos e interurbanos, algún barco, descuentos en otros barcos. Siempre dentro de ciertos límites. Si tienes que atravesar ese territorio y salir de él, solo necesitas billete desde la última localidad de la zona. Por ejemplo, desde Constanza a Überlingen el tren es gratuito. Si quieres llegar hasta Friedrichshafen, sólo necesitas sacar un billete desde Überlingen hasta este destino final. Como ya conocía los destinos más llamativos del lago, este bono fue conveniente para otros destinos secundarios pero interesantes, moviéndonos constantemente en autobuses y trenes de cercanías. La interacción entre los tres países es tal que los transportes están integrados. Por ejemplo, el S-Bahn (tren de cercanías) de Constanza, línea S6 de la región, que transcurre íntegramente por territorio alemán, es un servicio que presta la SBB-CFF-FSS (ferrocarriles federales suizos) a través de su sección del cantón de Turgovia. Las líneas ferroviarias suizas también conectan Constanza con otros puntos de Suiza, mientras que la DB (ferrocarriles federales alemanes) comunican la ciudad con el resto de Alemania a través de servicios regionales, interregionales e Intercity.

Überlingen y Salem

Así que lo más cómodo para llegar al lago Constanza es volar a Zurich, y con un tren suizo te plantas en Constanza en una hora o poco más. Tren directo o con trasbordo en Weinfelden. Por cierto, conviene tener en cuenta el siguiente mapa si uno quiere ir a Suiza y desplazarse en tren. La línea verde entre Escafusa (Schaffhausen) y San Galo (St. Gallen), recorre el Rin y la orilla suiza del lago Constanza con varios puntos de interés. Para ir a Constanza, en Kreuzlingen, en la mitad de esa línea (la S1 del S-bahn) hay que transbordar para un brevísimo recorrido a Constanza. La estancia de estos días se divide de la forma siguiente:

Bregenz y Lindau

Día 0, llegada a Constanza, paseo por la ciudad, recordando sus encantos. Poco más.

Día 1, recorrido por la orilla norte del lago Constanza, con interés en Überlingen, el monasterio y palacio de Salem, y el Eriskircher Reid (cañaveral de Eriskirch), reserva natural entre Friedrichshafen y Eriskirch.

Día 2, Bregenz en Austria, y la isla de Lindau, en el trocito bávaro de la orilla alemana del lago, en torno a la ciudad de Lindau.

Día 3, paseo por el Wollmatinger Reid (cañaveral de Wollmatingen) en las afueras de Constanza, y la isla de Reichenau y sus complejos monásticos, patrimonio de la humanidad según la Unesco.

Día 4, St Gallen, su abadía, y los archivos y biblioteca de la misma, también patrimonio de la humanidad según la Unesco. Brevísima visita a Herisau, y fin de fiesta en Constanza.

Y después de esto regreso a casa. Interesante, sin agobios, pero sin un momento para el aburrimiento. En unos días os hablaré un poco de las zonas naturales visitadas. Por ello no habrá fotografías sobre ellas en esta entrada.

Reichenau y St. Gallen

[Foto] El 2023 en fotos; de viaje con la cámara al hombro

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Llegamos al final de 2023. Un año… que no ha estado mal. Y comienza el repaso de fin de año, fundamentalmente un repaso fotográfico, que es lo que me apetece, como de costumbre desde hace ya un buen montón de años en este Cuaderno de ruta. En mi carpeta con fotografías de viaje he registrado quince subcarpetas, es decir, quince viajes de mayor o menor duración. Van desde la excursión en el día a algún pueblo aragonés, incluso de la propia provincia de Zaragoza, en cuya capital vivo, hasta algún viaje intercontinental saltando el Atlántico durante unos cuantos días. Así que mi concepto de lo que es viajar con la cámara al hombro es muy amplio. Así que sin más, vamos con el repaso. Con fotos.

Recordad que podéis ver regularmente fotografías de mis viajes, tanto actuales como de antaño, en mi cuenta de Instagram dedicada a ello.

30 de enero – Un mañana soleada en Teruel.

31 de enero – Una revisión de la actividad cultural en Madrid y una visita a los amigos desde hace 25 años

6 de marzo – En Barcelona, reparando cámaras fotográficas y una visita a los amigos desde hace 40 años.

Viaje de Semana Santa – Basilea, Friburgo, Colmar, el Jura… en una pequeña reunión con aficionados a la fotografía con película tradicional de Suiza y Alemania.

26 y 27 de abril – Reuniones de trabajo en Madrid.

16 de mayo – Excursión con AFZ Asociación de fotógrafos de Zaragoza a Torrellas y Tarazona.

Vacaciones de primavera – San Francisco y escapada a Yosemite Valley.

Puente de agosto – Reunión familiar en Estocolmo.

15 de septiembre – Nueva visita al Museo Würth La Rioja en Agoncillo y a Logroño.

Vacaciones de principios de otoño – Turín, Piamonte y Milán.

Escapada del Pilar – San Sebastián y otras localidades del País Vasco.

28 de octubre – Excursión a los hayedos de Sansanet y Le Somport en el Pirineo francés con ASAFONA Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza.

25 de noviembre – Excursión al Parque Geológico de Aliaga con ASAFONA Asociación aragonesa de fotógrafos de naturaleza.

1 de diciembre – Una mañana de lluvia en Calatayud.

4 de diciembre – Segunda visita del año a Barcelona por similares motivos a la de marzo.

[Viajes] Suiza, Francia y Alemania desde Basilea con película fotográfica (II): en blanco y negro

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Después de la entrada de hace unos días que mostraba fotografías en color realizadas con película negativa durante el viaje de la semana de Pascua, hoy toca mostrar algunas de las que hice con película negativa en blanco y negro. Los detalles técnicos los encontraréis en Viajando a Basilea y alrededores con blanco y negro – Minox 35 GT-E con Ilford XP2 Super. Ahora… os dejo con las fotos.

Basilea, Suiza.

Breisach, Alemania.

Friburgo, Alemania.

Rheinfelden, Suiza.

Colmar, Francia.

Porrentruy y St-Ursanne, cantón de Jura, Suiza.

[Viajes] Suiza, Francia y Alemania desde Basilea con película fotográfica (I): en color

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Dejo programada esta entrada con antelación, porque durante dos días voy a estar muy liado con viaje(s) a Madrid por trabajo incluido(s). Las cuestiones técnicas relacionadas con las fotografías las podéis conocer en Viajando a Basilea y alrededores con formato medio – Plaubel Makina 67 con Kodak Portra 400, Cinestill 400D y Kodak Gold 200.

Breisach, Alemania; en el encabezado, Friburgo, Alemania.
El Kunstmuseum Basel y Rathaus, Basilea, Suiza.

Mi reciente viaje a Basilea, y desde allí excursiones a Colmar, Rheinfelden, Breisach, Friburgo y el Jura, tuvo motivaciones muy relacionados con mi afición a la fotografía, y a la fotografía con película fotográfica tradicional especialmente. En el enlace anterior lo cuento. Así que me he traído unos cuantos rollos de película con fotografías del viaje, de los cuales algunos en color y con cámara de formato medio, que son los que os presento hoy aquí. Dentro de unos días, el blanco y negro con película de 35 mm… la más común.

Schloss Beuggen, Alemania, y vista de Rheinfelden, Suiza, desde el puente internacional que cruza el Rin entre ambos países.
Colegiata de San Martín y estación de tren en Colmar, Francia.
Estación de Basilea SBB y vista en el Jura desde la capilla de Vorburg, Delémont, Suiza.
Delémont y Porrentruy en el cantón del Jura, Suiza.
Porrentruy y St-Ursanne en el cantón del Jura, Suiza.

[Fotos] Resumen fotográfico del viaje a Basilea (y más)

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Si alguien tiene interés en conocer algunos detalles técnicos sobre las fotografías que aquí muestro, puede visitar la página Viajando con la pequeña compacta como única cámara digital – Sony ZV-1, donde conocerá mejor mi planteamiento fotográfico para esta escapada de Semana Santa, que terminó ayer. Aquí voy a resumir con fotos el viaje, aunque reproduciré alguno de los párrafos que en ese artículo incluyo.

El viaje surgió en enero. Desde hace unos años tengo un corresponsal en Kreutzlingen, Suiza, junto a la ciudad alemana de Constanza, con quien dialogo sobre fotografía con película tradicional a través de las redes sociales. Es un tío majo. A tal punto que ya me he ido un par de veces a pasar unos días en Constanza, para conocernos personalmente, recorrer lugares interesantes, y hablar de fotografía. En primavera de 2017 y en el verano de 2018. En ese último viaje, ya fue una cámara para película tradicional mi principal interés. En enero se puso en contacto conmigo y me propuso volver a quedar en esta Semana Santa . En ese momento los billetes de avión a Zúrich tenían un precio razonable y los saqué. Aunque hasta mucho después no determinamos exactamente lo que íbamos a hacer. Finalmente hemos estado en Basilea. De haberlo sabido con tiempo, hubiera volado directamente a esta ciudad, aunque con el coste del desplazamiento en tren desde Zúrich a Basilea incluido, dudo que me hubiese resultado mejor.

En la ciudad suiza fronteriza con la Alsacia francesa y el Baden-Wurtemberg alemán coincidimos con una pareja alemana, conocida de Andreas, un matrimonio de aficionados a la fotografía con película tradicional. Aunque se alojaron en un hotel distinto, lo cierto es que hemos hecho todo el viaje en común. Cada cual con sus equipos preferidos de fotografía analógica, como se le llama ahora. Las fotografías que he mostrado hasta ahora corresponden a la ciudad de Basilea, y a los dos museos de esta ciudad que visitamos, el Kunstmuseum Basel y la Fondation Beyeler. Esta animada ciudad suiza tiene una fuerte relación con el mundo del arte, especialmente el arte moderno y contemporáneo.

También dedicamos un día a Breisach y Friburgo de Brisgovia, ciudades alemanas cercanas, con tiempos de desplazamiento a esta última entre 30 minutos y una hora, según viajes en un moderno ICE, sin paradas intermedias, o en un tren local o regional, con frecuentes paradas, y a la mitad de precio. No son baratos los trenes en estos países, aunque tienen frecuencias altas, son cómodos y muy convenientes.

Otra tarde, después de haber pasado la mañana en el Kunstmuseum Basel, y después de comer, opíparamente, me resulta un poco pesada la cocina tradicional de los países germánicos, nos trasladamos a Rheinfelden. Que en realidad son dos poblaciones con el mismo nombre, una a cada lado de la frontera que supone el Rin, unidas por un puente peatonal.

La tarde del día siguiente, después de visitar por la mañana la Fondation Beyeler, y con una ligera comida en el tren, nos acercamos a la bonita ciudad alsaciana de Colmar, en Francia por lo tanto. Yo ya la conocía. Pero mis sensaciones fueron muy distintas. Cuando yo la visité, a principios de julio de 2010, estaba muy tranquila. Sin agobios. Pero en esta ocasión había mucho gentío. No sólo turistas. También muchos locales, que salieron a celebrar la Pascua, con abundancia de mercadillos y artesanías. Sólo España y otras regiones del Mediterráneo celebran la parte tétrica de la Semana Santa. En el resto del subcontinente europeo se opta por celebrar lo alegre, la Pascua, con abundancia de golosinas, huevos de colores y conejitos de Pascua.

Despedimos el viaje con un soleado día por el Jura suiza. Jura… suave cordillera montañosa al norte de los Alpes de donde viene el apelativo jurásico, ya que los estratos sedimentarios que conservan dinosaurios y otros fósiles que se crearon durante esta división de los tiempos geológicos, quedaron al descubierto con el plegamiento que dio lugar a estas montañitas, de menos de 1800 metros sobre el nivel del mar en su punto más alto. Pero no visitamos la cuestión geológica, sino las coquetas poblaciones de Delémont, Porrentruy y St-Ursanne. Y con esto cerramos el viaje. Hasta el próximo.