[Libros] Los prisioneros de Chalon / Pole Pole

Literatura

Esta semana traigo dos nuevos libritos, artículos periodísticos publicados por la editorial eCicero, con la variante que si los dos anteriores que he comentado en estas páginas estaban comprados en papel, estos han sido en formato electrónico.

El primero de ellos

Los prisioneros de Chalon
Jay Allen; traducido por Daniel Gascón
eCícero; Huesca, 2013

nos ha llevado a una prisión nazi en la Francia ocupada, poco antes de que los Estados Unidos entrara en la Segunda Guerra Mundial, donde el periodista norteamericano Jay Allen fue detenido e ingresado prisionero durante un tiempo, hasta que finalmente fue trasladado a otra prisión y luego liberado.

Curioso artículo extenso, en parte diario en parte memorias, a partir de las anotaciones hechas en prisión y de los recuerdos de aquellos días, en los que se nos traza el relato de los diversos sucesos trascendentes que le sucedieron durante aquellos tiempos, mostrándonos cómo eran tanto sus compañeros presos como los guardas alemanes. Empatizando con todos, aunque no necesariamente, como es obvio simpatizando con todos. Se lee fácil y te lo ventilas en un rato.

Puente de Brooklyn

El hecho de que Stanley trabajara para el New York Herald me da una excusa para volver a mostrar fotografías de mi reciente viaje a la populosa ciudad yanqui; aquí el puente de Brooklyn.

El segundo de ellos

Pole Pole
Martín Caparrós
eCícero; Huesca, 2013

nos cuenta el viaje del periodista argentino Martín Caparrós, siguiendo a finales del siglo XX por la actual Tanzania, la ruta que en su momento realizó el periodista americano Stanley para encontrarse a orillas del lago Tanganika con el explorador y misionero británico Livingstone.

En este caso estamos ante un libro de viajes en el que, en lugar de centrarse en el tipismo y las bellezas naturales del país esteafricano, nos da un paisaje del entorno social y humano que se encuentra, manifestando las diferencias entre la visión romántica de África en la época de los exploradores, frente a los entornos de pobreza, corrupción y enfermedad de los países surgidos tras la descolonización.También muy recomendable.

Washington Street (Brooklyn)

Y en esta, el puente de Manhattan visto desde Washington Street en Brooklyn.

[Cine] Tabu (2012), y el «resurgir» del blanco y negro y los formatos clásicos en el cine actual

Cine

Tabu (2012), 23 de enero de 2012.

No. No es una falta de ortografía. Sé que la palabra «tabú» lleva acento en castellano. Pero no en portugués. Y la película ha sido vista en versión original, por lo que respeto el título original en la lengua lusa. No es frecuente encontrar en cartelera filmes del país vecino, que sin embargo siempre ha tenido una filmografía de cierto interés, con nombres de reconocido prestigio. Y aquí nos encontramos con una película de Miguel Gomes  que parece que se apunta a las modas recientes de rodar en blanco y negro, y volviendo al antiguo estándar académico en lo que se refiere al formato del fotograma. Pero vamos a ver un poco de que va esta película.

Consta de dos historias relacionadas entre sí y un prólogo. En el prólogo se nos habla de un explorador portugués en África, cuya motivación por la exploración parece más relacionada con su duelo por la pérdida de la esposa que por su afán de conocer. Después tendremos las dos historias principales de la película.

En la primera, situada en la Lisboa moderna, seguimos a Pilar (Teresa Madruga), una mujer madura, algo solitaria, que se ve envuelta en la historia de su anciana vecina, Aurora (Laura Soveral), una jugadora compulsiva y que parece estar empezando a perder su integridad mental, cuya hija vive lejos, y a la que atiende un criada, Santa (Isabel Cardoso). En la resolución de los problemas de Aurora, llegamos a conocer a Ventura (Henrique Espírito Santo), alguien a quien conoció en su juventud en las colonias africanas.

En la segunda, conocemos la historia de amor en la joven Aurora (Ana Moreira), casada y embarazada, que vive una historia de apasionado amor con el joven Gian Luca Ventura (Carloto Cotta), en las colonias africanas portuguesas, al pie de un ficticio Monte Tabú. Nombre que indica el conflicto moral de la pareja.

Los tres segmentos están rodados en blanco y negro. De los dos principales, el de la moderna Lisboa lo está con negativo de 35 mm, y está dialogada normalmente. La de la época colonial, está rodada en 16 mm, contribuyendo con su mayor grano y menor definición a dotar de atemporalidad y de ensoñación a la acción, y es narrada por el viejo Ventura, mantiene efectos sonoros, pero carece por completo de diálogos. Realmente, nos encontramos ante una película muy especial en su planteamiento, que nos retrotrae a lo que se conoció como cine de arte y ensayo. Una película con experimentación, que obliga al espectador a una actitud muy activa si quiere mantenerse conectado a lo que se nos está contando. Porque hay una historia detrás. Una historia pequeña en contenidos y sucesos, pero grande en sentimientos y emociones.

En los últimos años hemos visto como la filmación en blanco y negro ha vuelto con relativa fuerza en producciones de prestigio. La cinta blanca, The Artist, la versión española cañí de Blancanieves, la muy interesante y poco comentada El artista y la modelo, o el Frankenweenie de Burton. Pero salvo la primera de ellas, las demás han supuesto más homenajes a las formas de rodar y fotografiar de otro tiempo, que un uso actual del medio. En el caso que nos ocupa hoy, el uso del blanco y negro, y del formato más cuadradote, como las antiguas televisiones, también común a dos de las anteriores, o a la interesante pero desapercibida nueva versión de Wuthering Heights (Cumbres borrascosas), tiene un interés claramente expresivo, al servicio de la cualidad narrativa del filme.

A todo lo anterior hemos de sumar las excelentes interpretaciones del elenco, especialmente interesantes en el segmento carente de diálogos, donde las actitudes y las miradas han de bastar, acompañadas eventualmente por la voz del narrador, para transmitir el torrente emotivo que es la base de ese segmento.

No voy a recomendar este filme con carácter general. Para la mayoría de la población, que busca en el cine un mero entretenimiento más que otra cosa, puede ser difícil de digerir. Pero desde luego estoy de acuerdo con aquellos que han afirmado que es una de las apuestas más originales e interesantes del cine actual, mucho más que muchas de las que en estas semanas voy comentando en premio maratón por los premios óscar. A cuya valoración personal no afecta, por no ser candidata en ninguna categoría. Pero podría estar perfectamente si los académicos mirasen el cine con otros ojos.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****
Lisboa, la praça do Comércio, en blanco y negro, de acuerdo al filme que hoy nos interesa.

Lisboa, la praça do Comércio, en 1990, en blanco y negro, de acuerdo al filme que hoy nos interesa.

[Fotógrafo] Nick Brandt

Fotografía

He estado dudando sobre si esta entrada tenía que recomendar el libro que me llegó ayer o al fotógrafo que tiene «la culpa» de que exista. Finalmente, he decidido que el reconocimiento lo merecía el fotógrafo aunque comente algo del libro.

Nick Brandt fotografía en África. Y fotografía animales. Normalmente, a la gente les resultan muy espectaculares las fotografías de animales tipo «national geographic». Fotografías en color, con puntos de vista novedosos, con animales en plena acción. Resultan espectaculares. Pero curiosamente, vemos muchas de esas, las asumimos con la curiosidad documental natural, quienes sabemos un poquito de fotografía admiramos la calidad técnica conseguida, y seguimos adelante. Son muy buenas fotografías, lo reconocemos y ya está. Sin embargo, con Brandt, el enfoque es totalmente distinto. Con sus imágenes en blanco y negro, suavemente viradas en tonos cálidos, observamos a los animales envueltos en un entorno auténticamente poético. Suelen estar en actitudes calmadas, tranquilas,… No son imágenes del drama de la vida, de cazadores y cazados y estas cuestiones. Son animales en armonía con su entorno, con quienes les rodean, y en gran formato.

Creo que lo mejor es que lo veáis, asomándoos a los porfolios del autor. Merece la pena. Yo creo. Es distinto de lo que se ve habitualmente.

A sí, el libro. A Shadow Falls. Gran formato. 39,2 cm x 31,2 cm. No más de una fotografía por página y muchas veces fotografías a dos páginas. Con buena calidad de impresión. Una delicia.

En los alrededores de Castiello de Jaca

A falta de manadas de elefantes en África, rebaños de ovejas en el Pirineo aragonés - Panasonic Lumix GF1, Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8

José Cendón y otros fotógrafos de reportaje

Fotografía

En estos días está siendo noticia el secuestro de José Cendón, fotógrafo freelance especializado en fotografía de reportaje, y que recibió uno de los galardones del prestigioso World Press Photo en su edición de 2007.

El fotógrafo, que ganó su premio por un reportaje de los centros psiquiátricos en África, se encontraba de nuevo en ese gran continente, en una de las regiones en las que se encuentra fraccionada Somalia. Seguía trabajando para contar historias mediante la imagen fotográfica. A estas alturas, no sabemos todavía cuál será el desenlace del secuestro. Espero que todo acabe bien para el fotógrafo y el resto de personas secuestradas.

Justo coincidiendo con este secuestro, en Foto Microsiervos han publicado entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre, en tres entregas, una entrevista a Álvaro Ybarra Zavala en la que se nos cuenta algo más sobre esta arriesgada profesión. Creo que es áltamente recomendable y por eso lo comento. En la tercera parte de la entrevista, el fotógrafo menciona también a otros compañeros de profesión, de los que el editor de la entrada nos deja los enlaces para que podamos ver sus trabajo. Pues a ello en cuanto haya un rato de tiempo libre.

Con semejantes imágenes, yo me he quedado un poco acomplejado a la hora de mostrar mis fotos… pero por lo menos… ¡¡¡este domingo encontré a Nemo!!!

¡¡¡He encontrado a Nemo!!!

Nemo en el Acuario de Zaragoza - Canon EOS 40D; EF 28/1,8 USM