[Libro] Hotel Iris

Literatura

Indudablemente Ogawa Yōko [intento respetar habitualmente los nombres asiáticos como son originalmente, con el apellido delante y el nombre propio en segundo lugar] es una de las escrituras más estimulantes que contemporáneas que he tenido la oportunidad de leer, no sólo de la literatura japonesa, sino de la literatura en general. Y uno de los principales motivos para ello es variedad en su propuestas. No se encasilla fácilmente a sí misma en ningún género.

Hace unas semanas leí una reseña, un comentario de la novela que traigo hoy, que me despertó el interés. No existe una traducción en formato electrónico de esta novela traducida al castellano. Editorial Funambulista tiene la ha publicado en tapa blanda, no de bolsillo, por algo más de 15 euros. La versión electrónica de la novela en su traducción al inglés se puede encontrar desde algo más de cinco euros. ¿De verdad que no lo pillan los editores españoles? Supongo que «confían» en la ignorancia para los idiomas de los españoles. Bueno… algunos podemos leer en inglés. Y en ambos casos es una traducción, ninguna de las dos es la obra original, que para mí es inaccesible por mi incapacidad para entender y leer el japonés. Así que me leí la traducción inglesa. He de decir, para los que aborrecen los libros electrónicos, que dichas diferencias de precio también existen en las ediciones en papel con respecto a las traducciones a otros idiomas, que pueden ser entre seis y ocho euros más económicas.

El nucleo de población de Katsuura, en el municipio de Nachikatsuura, donde nos alojamos estas vacaciones pasadas, nos puede servir como escenario de la acción de esta novela. Aunque la misma transcurre durante un caluroso verano, y nosotros estuvimos durante un húmedo y todavía cálido principio de otoño.

Una vez echa la crítica al sistema editorial español, encerrado en el círculo vicioso de la gente no lee, entre otras cosas, porque es caro; como lee poca gente, pongo un precio alto por libro para compensar los costes globales de la edición, y la gente no lee, entre otras cosas, porque es muy caro… y así, ad nauseam, procedo a comentar la novela. Al principio tengo la sensación de estar ante una variante de la Lolita de Nabokov. La atracción que siente un hombre mayor, viudo, por una adolescente. Pero pronto encontraremos algunas diferencias. La adolescente de nuestra novela actual, Mari, tiene ya 17 años, se encuentra próxima a la adultez, y no vive en un entorno especialmente interesante. En algún momento de los años 80 o principios de los 90 del siglo XX, es la hija de la avara dueña de un hotel, más bien barato y poco interesante, en una localidad costera de lo que entendemos que es Japón. Pero por la naturaleza de la descripción del lugar, podría ser cualquier sitio. En el hotel se produce un escándalo entre una prostituta y su cliente, un traductor de folletos del ruso al japonés, que vive en una isla cercana. Y es la joven la que se fija en el hombre y la que provoca su encuentro, no al contrario. De ahí resultará una extraña relación, que ambos califican como «amor», y que eventualmente nos lleva a descripciones, bastante explicítas, de la relaciones sexuales entre ambos, basadas en la dominación de la joven que es atada y obligada a situaciones humillantes. Al mismo tiempo que, cuando no están en la intimidad de la habitación, es la joven la que parece llevar la voz cantante de la relación, mostrándose el traductor como introvertido y poco decidido.

Aunque no me considero una persona mojigata, no negaré que el relato en algunos momentos me resulta incómodo. Nunca me he llevado bien con la violencia asociada al acto sexual, incluso si la misma es de alguna forma consentida, en la medida de lo que pueda valer el consentimiento de una joven de diecisiete años frente a las demandas de un hombre adulto cuya edad no es desvelada, pero que parece rondar los sesenta años. O algo menos, puesto que narrada desde el punto de vista de la chica, un hombre más joven puede parece muy mayor y viejo para una chica muy joven. De hecho, alguna referencia indirecta me hace suponer que no sobrepasa por mucho los 50 años. Y es que es algo importante que constantemente se nos cuenta la historia desde el punto de vista de la chica.

Y la chica no vive precisamente en un paraíso fuera de la relación con el traductor. La madre es absorbente. La utiliza como un recurso más. Controla su aspecto como si fuera un inventariable más del hotel que tiene que estar presentable. Es huérfana de un padre que era la única figura parental positiva de la que tiene recuerdo. Desescolarizada precozmente, con bajo nivel educativo. Es mona, aunque ella se siente fea. Lo que la lleva a sufrir eventualmente el abuso de algún cliente, con la tolerancia de la madre que no quiere que nada afecte al negocio… Como podemos ver, frente a quien pueda querer ver en la novela de Ogawa una mera narración erótica encuadrada en las relaciones sadomasoquistas, tenemos un entorno en el que Ogawa nos está hablando mucho más sobre las patológicas y tóxicas relaciones a las que está expuesta una mujer joven. Las cargas de profundidad contra determinadas actitudes sociales están dispuestas a lo largo de la novela bien disimuladas, pero explotando de forma efectiva cuando toca. Salvo que el lector sea un superficial que sólo se fija en «lo único», que a lo mejor entonces no se cosca.

Con un relato cuyo devenir nos hace sentir que nos encaminamos siempre hacia la tragedia, lo cierto es que es una lectura que puede ser incómoda, pero que cuando la dejas reposar te ha merecido la pena. Y confirma la capacidad de Ogawa para adaptar su estilo y sus argumentos a los temas de forma magistral.

[Cine] The forest of love (2019)

Cine

The forest of love (2019; 54/20191103)

Netflix está muy activo en las últimas semanas en el ámbito de los largometrajes. Se acerca el final de año y la temporada de premios cinematográficos, y como ya venía sucediendo en los últimos años, reserva sus estrenos más destacados para esta temporada. Pero de todos modos, la película que os traigo hoy se caracteriza por salirse de las pautas habituales. Al fin y al cabo, está dirigida por el ínclito, extravagante y transgresor director japonés Sono Sion.

Para ilustrar la entrada, un paseo por Dotombori en Osaka, uno de esos lugares donde se mezclan cosas de lo mejor y de lo peor del País del Sol Naciente. Y como nunca falta gente para alimentarlas…

Rodada en Japón y hablada en japonés, Netflix ha presentado la película con un título oficial en inglés, aunque en Japón puede que se conozca con el título de Ai-naki mori de sakebe [愛なき森で叫べ], que vendría a significar algo así como Gritando en un bosque sin amor. Mmmmm… algo se ha perdido en la traducción. Desde luego, poco amor real y positivo hay en esta última propuesta de Sono, que sigue su camino habitual de transgredir con una mezcla de cinismo, sangre y sexo. Sexo desesperanzado, las más de las veces.

Dos jóvenes se mezcladas con unos tipos que quieren rodar una película, al mismo tiempo que un estafador reaparece en sus vidas. Pero las dos jóvenes tienen una historia trágica en su adolescencia, en el que la muerte accidental de una compañera de las que ambas estaban enamoradas, llevó a un suicidio colectivo en el que murieron otras tres compañera, una de las supervivientes quedó con secuelas, y la otra se arrepintió antes de saltar. Todo este grupo de personajes entrará en la senda de la destrucción mutua, en un relato que dice estar basado en hechos reales.

Es la segunda incursión de Sono en las plataformas de pago por visión, después de la vampírica transgresión que presentó en Amazon Prime Video. El problema es que la fórmula de Sono, por lo menos la que aplica de forma más o menos sistemática en los últimos años, de chicas jóvenes con problemas que acaban pasándose una buena parte de la película en ropa interior o desnudas, mientras la sangre y otros fluidos corporales acaba pringando a todos los que por allí aparecen, empieza a ser más cansina que transgresora. No voy a negar que detrás de la película haya alguna idea interesante, críticas a las instituciones establecidas en cualquier sociedad conservadora, como son las de Asia oriental. Y entre los intérpretes, no falta algún valor reconocible. Pero globalmente, la película acaba siendo larga y prolija para lo que cuenta, deteniéndose más en escandalizar que en contar.

Así que,… aunque Sono Sion ha sido un director que me ha llamado la atención durante un tiempo, he de reconocer que ese tiempo está pasando, y que difícilmente considero esta película recomendable. Aunque si tienes una suscripción a Netflix, poco cuesta probar y ver por tí mismo… lo único que tienes que perder es el tiempo.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Libro] La casa de las bellas durmientes

Literatura

Para mucha gente, cuando se habla de leer un libro de un autor japonés, se piensa en libros de naturaleza más o menos exótica, que se basan en tradiciones o creencias que a muchos fascinan pero que resultan inaprensibles por su carácter misteriosos o casi esotérico, y con una mentalidad extraña y ajena. Y por lo tanto, pocos se atreven a introducirse en la lectura de una literatura tan rica. Algunos problemas tiene, de los que hablaré un poquito más adelante… pero bueno. Poco a poco, eso va cambiando. Muchos fenómenos culturales llegan en estos momentos sin problemas a España desde Japón. Cada vez son más frecuentes los estrenos cinematográficos de esa nacionalidad, y no sólo reservados a las películas de animación. No es infrecuente ver grupos de jóvenes en la sección de «manga» de algunas librerías. Así como la existencia de aficionados, también entre los más jóvenes, al pop japones, j-pop como le suelen llamar, o disfrazarse de sus personajes de ficción favoritos, cosplay le dicen, del japinglés «kosupure [コスプレ]» que no es otra cosa que la contracción de «costume play», actuación con disfraces. Por lo tanto, entre algunos de estos muchos jóvenes, la literatura japonesa también va entrando, lo cual se nota en la presencia de títulos de este origen en las librerías, reales o virtuales.

A poco más de dos semanas de volver a dirigir nuestros pasos y nuestras miradas hacia el País del Sol Naciente. Intentando buscar un mix del Japón más moderno y cosmopolita, y del más tradicional y espiritual. Veremos qué tal nos queda. Bien, supongo. Es difícil equivocarse con un país así.

Pero seamos claros, aunque existan diferencias formales, y teniendo en cuentas que hablan preferentemente de sus propios conflictos sociales, muchas de las novelas contemporáneas niponas no dejan de hablar de temas que son comunes a gentes de todo el mundo. De verdad, que el salto cultural no es tan grande, y ni mucho menos abordable por una inteligencia normal con ganas de conocer un poco de mundo. Pero tenemos excepciones. De lo que he leído de autores japoneses, y ya empiezo a tener un cierto bagage que me sitúa por encima de casi todos mis conciudadanos, los hay más complejos, más apegados a la cultura más ancestral y tradicional de aquel país. Y entre estos está Kawabata Yasunari, el primer Premio Nobel japonés de literatura, el segundo Premio Nobel asiático en esa disciplina tras Tagore.

La novela de hoy es una novela corta. La narración de la noches que el protagonista de la misma pasa en la casa de las bellas durmientes. Un lugar clandestino donde hombres ya ancianos, incapaces de consumar sus deseos sexuales, pasan la noche acostados junto a una joven profundamente dormida, sumida en un sueño inducido por potentes fármacos, a merced de un hombre que no la puede penetrar con su sexo, pero que sí puede hacer otras muchas cosas. Hay un cierto pacto entre los «caballeros» que pasan la noche con las jóvenes. Pero el protagonista del relato es mayor, mas no tan anciano o decrépito como para que no se sienta impulsado a consumar una relación física que se supone que no debe/puede hacer. Y con la narración de las noches, tenemos los recuerdos que surgen de sus relaciones con otras mujeres de su pasado. Incluidas su mujer y sus hijas. Y el sorprendente desenlace.

Es una novela corta, que se lee bien, pero que desconcierta. Que no se puede cometer el error de leer de una forma excesivamente rápida, porque te pierdes muchos matices. Y esta sí que es una de esas novelas que has de leer asumiendo que el «aquí y ahora» del relato, una persona de entre 65 y 70 años en 1961 en el Japón que apenas sale de la posguerra mundial, es muy distinto en valores y concepción, al «aquí y ahora» del lector occidental contemporáneo. En momentos horroriza lo que se nos cuenta, en momentos seduce, en momentos cautiva la poesía de determinados momentos,… en momentos sientes pena por ese hombre, que ve cerca la muerte, y que recorre con su mente su pasado.

Indudablemente, una de las noveles breves más bellas e interesantes que he leído en mucho tiempo, al mismo tiempo que una novela que difícilmente te deja acomodarte en su lectura, difícilmente deja que tu conciencia esté tranquila. Especialmente, para quienes pensamos que la prostitución es una lacra social, símbolo supremo de la cultura de la violación, sobre la que nunca culparemos a las mujeres, sino a quienes se benefician de la actividad de una forma u otra, y a no pocos clientes que colaboran a mantener un sistema abominable.

[Cine en TV] Tres de Netflix: IO – High Society – Triple Frontier

Cine, tv

Llevo un cierto retraso en comentar estrenos de largometrajes en cine, que no se han estrenado en salas de cine. Algunos ya sabéis que desde hace dos años, incluso estas películas en mi base de datos de estrenos anuales, porque creo imparable esta forma de producir y estrenar cine para el futuro.

El sábado de la semana pasada llegamos tarde, pero teníamos intención de fotografiar el entorno de la pasarela del Bicentenario (no sé de qué), en el camino desde Zaragoza hasta el galacho de la Alfranca. Este sábado sí que llegamos a tiempo y pude hacer unas cuantas fotos. A la puesta de sol le faltó un cielo más interesante, pero qué se le va a hacer.

IO ( 2019; 6/20190120)

Nada menos que en enero vi esta película dirigida por Jonathan Helpert, y protagonizada por Margaret Qualley y Anthony Mackie. Ciencia ficción de ambiente postapocalíptico, en la que la población de la Tierra se ve forzada a abandonar el planeta, colonizando Ío, uno de los satélites galileanos de Júpiter. Pero la científica interpretada por Qualley está emperrada en encontrar una forma de recuperar el planeta para los humanos. Al mismo tiempo que se ha anunciado ya el lanzamiento de la última nave que abandonará la Tierra con refugiados en dirección a Ío.

Ciencia ficción con pretensiones que acaba siendo un pestiño, sobre el que todavía me estoy preguntando cómo aguanté viéndolo hasta el final. Ni la producción, ni las ideas, ni la interpretación salvan nada. No hay nada que no hayamos visto ya mucho mejor contado. No perdáis el tiempo con ella.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: *

High Society ( 2018; 16/20190308)

Con título en inglés se presenta este laaaargometraje surcoreano del director Hyuk Byun, y nada menos que con la coletilla del «montaje del director», como diciendo «aquí hay calidad y la vais a ver toda». La cuestión es que en el cine surcoreano hay distintas tendencias. Y últimamente me he mal acostumbrado a películas con cierto nivel autoral, lo que me hizo picar.

En realidad, este drama de ambiciones personales está más emparentado con los dramas televisivos del país asiático que con sus mejores producciones cinematográficas. El matrimonio formado por Oh Soo-yeon (Soo Ae), conservadora en puesto directivo de una prestigiosa galería de arte moderno de Seul, y Jang Tae-joon (Hae-il Park), un dinámico profesor de economía en la universidad, aspira a entrar en un nivel social superior. Ella buscará hacerse con la dirección de la galería, mientras que el entrará en política. Pero se van a encontrar con un despiadado mundo de intereses cruzados en el que no les será fácil moverse.

La película, como digo, tiene un aspecto más televisivo que cinematográfico. Y usa el sexo, con algunas escenas muy explícitas, como enganche. En estos momentos, no sé cómo sería el montaje de la película en su estreno en Corea del Sur, un país bastante conservador. Pero quizá lo del «montaje del director» sea simplemente que las escenas de sexo para la versión internacional no está cortadas.

Más allá de esto, poco interés. Quien se interese por este tipo de dramas, que mire entre las series, que se convierten en un estupendo guilty pleasure, especialmente las que tienen un toque de comedia, sin las pretensiones de un producto relativamente pedante como este. Eso sí, todos son muy guapos y guapas. Y que conste que algunos de los interpretes no lo hacen mal del todo.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

Triple Frontier ( 2019; 19/20190323)

Probablemente, el estreno más sonado y publicitado de Netflix en lo que llevamos de año. Con un reparto de campanillas en el que destacan nombres como Ben Affleck u Oscar Isaac, la película dirigida por J.C. Chandor nos cuenta un historia tipo «gran robo del siglo» cuando cinco antiguos soldados de élite norteamericanos se embarcan en la tarea de birlar el dinero de un peligrosa capo de la droga en un inespecificado país sudamericano, probablemente Colombia. Aventuras con abundantes balaceras, su dosis de explosiones, mucha testosterona, y un mensaje constantemente contradictorio. La cuestión es si son simples ladrones a los que la ambición rompe el saco, o si son héroes que se ven metidos en esta historia por la ingratitud de una sociedad que después de usarlos en sus conflictos bélicos los desprecia. La película se mueve entre una moralina barata sobre lo que está bien y lo que está mal, mientras se acerca peligrosamente a conceptos militaristas relativamente fascistoides. Ni que decir que no es lo mío, y no entiendo el follón que se ha montado a su alrededor, ni la falta de sentido crítico de muchos que se consideran a sí mismos,… eso… críticos.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: *

[Cine] High Life (2018)

Cine

High Life (2018; 10/20190212)

Comentaba hace unos días la cantidad y variedad de space operas, aventuras espaciales en castellano, que salpican las plataformas de vídeo bajo demanda en forma de series. Unas más interesantes, otras menos. Y por sorprendente que parezca en mi caso, ya que es uno de mis géneros aventureros preferidos, alguna se ha caído de mi cartelera televisiva sin terminarla. Por lo menos de momento. Y aunque venga avalada por el señor de los tronos de hielo y fuego… Y de repente, sin hacer ruido, con muy poca publicidad previa, nos llega a la cartelera de cine otra aventura espacial, firmada por la francesa Claire Denis, de la que he de confesar he visto poco. Creo que alguna de sus películas la he visto en televisión, pero sin un recuerdo muy definido.

Toda odisea es por definición un viaje,… quizá todo viaje tiene su parte de odisea. Y algunas escenas de la película, muy probablemente rodadas en Polonia, me han recordado un viaje que ya tiene más de diez años en el recuerdo, por ese país eslavo de la Europa oriental.

Aquí nos lleva a una odisea espacial con un tono muy distinto de aquella que nos maravilló hace 50 años, pero con netas influencias de ella, al menos en el fondo, menos en la forma. También encontramos influencias de otras magníficas aventuras espaciales, como las hermosas cúpulas que nos mostraron el viaje por el espacio de otra forma a principio de los años 70. Aquí encontramos más parecidos tanto en el fondo como en la forma. En cualquier caso, una expedición científica de humanos, viajando a velocidades superlumínicas viaja entre las estrellas explorando agujeros negros. Con la peculiaridad de que sus tripulantes son convictos condenados a cadena perpetua o al corredor de la muerte, a los que se les ha dado la oportunidad de conmutar su pena por un viaje, probablemente sin retorno. Y en el que viaja una médica (Juliette Binoche) que conduce experimentos con los pasajeros sobre reproducción humana, hasta que nace la primera niña espacial, Willow (Scarlett Lindsey, bebé; Jessie Ross, adolescente), con un padre biológico (Robert Pattinson) y una madre biológica (Mia Goth) que nunca se prestaron a este experimento voluntariamente, nacimiento que traerá consecuencias imprevistas a la expedición.

Compleja producción europea, con predominio de un equipo de realización francés, un equipo artístico polaco, la colaboración de algún artista contemporaneo de prestigio en el diseño artístico como es el danés de origen islandés Olafur Eliasson [Wikipedia, instagram], y un reparto basado sobre intérpretes británicos y alguna presencia francesa. Pero frente a la simétrica, limpia, aséptica, brillante imagen que la odisea de Kubrick transmitía, aquí nos encontramos en un entorno sucio, deteriorado, cutre, desesperanzado. Una visión poco optimista de las relaciones humanas, un acercamiento a una sexualidad triste y deshumanizada, un análisis de la capacidad autodestructiva de las comunidades humanas, y una cierta esperanza en las generaciones futuras, aunque con mensajes ética o moralmente perturbadores.

Acompañada de interpretaciones ásperas, pero sólidas y convincentes, no me atrevería a decir que es una película para todos los públicos. Con un argumento que va dando saltos entre diversos intervalos intemporales, sin seguir unas reglas definidas, es una película exigente para el espectador que activamente debe dar con las claves de una película de tono filosófico, y en esto más próxima a los planteamientos del Solyaris de Andrei Tarkovsky que de las influencias mencionadas anteriormente. A mí me ha merecido la pena… pero muchos espectadores acostumbrados a aventuras espaciales simplonas y concebidas como entretenimiento de acción, les puede resultar difícil de digerir.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Libro] Cuentos de amor

Literatura

Mmmmmmm… 🎼Noche de paz, noche de amor,… 🎹Es lo que toca hoy, ¿no? Pues entonces que mejor que comentar y recomendar un libro de cuentos «de amor». ¿De amor? Puede. Indudablemente, en alguno de ellos hay amor. O algo.

Quien imagine estos relatos de Jun’ichirō Tanizaki en clave de historias románticas, pues no va exactamente por ahí. Y menos de las romanticonas, con exceso de azúcar, propensas a la diabetes emocional. Tanizaki, en su juventud, fue un calavera. Le gustaban las mujeres más que a un tonto un caramelo. Frecuentaba la compañía de geishas y otras mujeres de compañía, más o menos depravada esta compañía. La primera de sus tres esposas fue una geisha. Y creo que no le fue especialmente fiel. No recuerdo ahora los detalles. Tanizaki fue el típico joven moderno y desmadrado que en su madurez tendió a lo tradicional y a la seriedad… dentro de unos límites. Que cierto gusto por la ironía y la transgresión le acompañó durante su vida. En cualquier caso, su vida juvenil y tokiota fue muy «entretenida» y moderna, mientras que en su madurez, desplazado a Kioto, optó por las tradiciones niponas. Pero sin abandonar su afición a lo escabroso.

Para ilustrar la entrada de hoy, nos daremos un paseo por las salas del Museo Nacional de Tokio; donde encontramos bellos ejemplos del arte tradicional nipón.

Y estos cuentos de amor, algunos de ellos por lo menos, han sido calificados por algunos como perversos. Lector y admirador de Sade, en ellos son frecuentes los hombres que se pierden por sus pasiones o las mujeres fatales que arrastran a los hombres a dicha perdición. No faltan la filias sexuales y transgresiones más diversas. Y también hay lugar a alguna historia de amor, que van desde las fatales hasta las costumbristas y cómicas. Siendo todos los cuentos de buen nivel, con ciertos altibajos como es de imaginar en toda recopilación, hay algunos de ellos muy bellos. Quizá el más notable sea El segador de cañas, que a mí me ha maravillado y me supo a poco. Y en el que realmente hay una historia de amor profundo, aunque retorcido. El más famoso, no obstante, es Los pies de Fumiko, que yo ya había leído y comentado en estas páginas. Uno de los relatos fetichistas más celebrados de la literatura universal.

Si ayer comentaba que en la película Roma, del mejicano Cuarón, la narración no se avenía al esquema de la narración tradicional occidental, con su presentación, nudo y desenlace, aun más se marca esta tendencia en no pocos de los cuentos de Tanizaki, puesto que es algo que se da en la literatura de las culturas orientales. Entramos directamente en situación desde la primera línea y, cuando termina el relato, se nos queda la sensación de historia inacabada. Pero yo siempre he encontrado esta forma de relatar muy estimulante. Queda abierta a la imaginación del lector el antes y el después. Cada lector puede generar en su mente su propio relato y, por lo tanto, el relato no será el mismo para dos personas que lo lean.

Seguiré leyendo a Tanizaki en un futuro. Me gusta. Me divierte. Me enseña su cultura y sus referentes. Puede trasladarnos pasajes de gran belleza. Y no carece de sentido del humor. Muy recomendable.

[Libro] Chesil Beach

Literatura

He de decir que el inglés Ian McEwan es uno de mis escritores contemporáneos favoritos desde que leí Amsterdam hace ya unos años. Desde entonces he leído varias de sus novelas, especialmente de las que ha escrito en lo que llevamos de siglo. Unas me han gustado más que otras, pero todas me han parecido interesantes. Y algunas han sido motivo de mucha reflexión en distintos aspectos de la vida, la mía y de quienes me rodean. Entretenido como narrador, siempre hay profundidad en sus obras para quienes quieran ir más allá en la lectura de un libro.

Carlos Carreter

No he tenido oportunidad de visitar Chesil Beach, aunque no he andado lejos, cuando nos dirigimos hace ya once años a visitar la península de Cornualles. Pero puedo representar ese ambiente melancólico de las costas británicas con unas cuantas fotografías de la playa de Margate.

Hace unos meses me enteré de que estaban adaptando al cine la novela que hoy nos ocupa. Y esto me incentivó para leer esta novela antes de su estreno para enero de 2018. En el Reino Unido… ni idea de cuando llegará a España. Tiene un reparto interesante con la norteamericana de origen irlandés Saoirse Ronan a la cabeza. Actriz que precisamente destacó y se dio a conocer en otra adaptación de una novela de McEwan. Un papel excelente. Lleva tantos años danzando ya esta chica por la gran pantalla que parece mentira que todavía sea una joven de 23 años.

Una edad muy parecida a la de Florence, la parte femenina de una joven pareja de recién casados a quienes conocemos cuando están «disfrutando» de una velada con cena en un hotelito en Chesil Beach en su noche de bodas. A través de sus pensamientos, y de una serie de flashbacks en forma de recuerdos iremos conociendo cómo dos chicos al principio de sus veintitantos, muy enamorados uno del otro, han llegado a un matrimonio para el que poco a poco iremos descubriendo que están muy poco preparados.

Carlos Carreter

Ambientada en un momento de transición, al principio de los años sesenta en el Reino Unido, estos jóvenes se encuentran a caballo entre el conservadurismo y la austeridad propia de los años de la guerra y la posguerra mundial, y los exhuberantes y progresistas años 60 que se empiezan a vislumbrar en el horizonte y que daría lugar al Swinging London y otros fenómenos socioculturales similares. Son dos jóvenes procedentes de estratos sociales distintos, que han llevado una infancia y adolescencia muy distintas, con unos entornos familiares problemáticos pero muy diferentes, y con unas concepciones morales de la vida muy distintas. Y que se aman, pero no se comunican. Y este es el tema principal de la novela. La incomunicación en las parejas, que puede ser especialmente marcada en sus años más jóvenes, donde se atraen por sus físicos por la concepción ideal que tienen del otro. Dice una amiga mía que tuvo la mala fortuna de vivir un matrimonio infeliz que en un momento dado saltó por los aires: «Nos enamoramos mirándonos al culto y las tetas, y nos separamos porque no soportamos mirarnos a la cara».

Carlos Carreter

No desentrañaré cual es el destino de la joven pareja que protagoniza este libro. Durante buena parte del mismo, somos conscientes de que están en un problemático inicio de una relación que necesariamente tiene que pasar la prueba de fuego de la cama. Pero tanto se puede inclinar de un lado de la balanza como de otro. Pueden convertirse en un matrimonio convencional, o pueden ser el inicio fallido de algo que no germinó. El caso es que, aunque hoy en día las cosas se manifiestan de otros modos, el sexo ya no es el trauma que fue en su momento, lo cual no quiere decir que siempre se disfrute con salud y alegría, la incomunicación está ahí, y amenaza la mayor parte de las relaciones de pareja.

Carlos Carreter

[Libro] Maestra

Literatura

Este libro estuvo a la espera durante meses en mi biblioteca virtual de libros electrónicos hasta que encontró su momento durante mi viaje en la semana de pascua a Dinamarca. Supongo que algo me llamó la atención en agosto de 2016 cuando apareció entre las ofertas flash del día en Amazon. El caso es que después, otros me interesaron más y quedó enterrado entre otros hasta que encontró su momento.

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Estos libros de fácil digestión suelen alimentar la imaginación del lector a  base de tópicos, poco elaborados. Y para ello, circulan por escenarios habituales en este tipo de obras. Londres, en la Gran Bretaña.

Escrito por la escritora Lisa Hilton, que cuando se dedica a lo que denominan «thrillers psicológicos» firma como L. S. Hilton, el primer nombre lo utiliza para otro tipo de obras, y traducido al castellano para Roca Editorial por Santiago del Rey, nos habla de Judith Rashleigh, una graduada en historia del arte que lucha por abrirse paso, con poco éxito, en una importante casa de subastas en Londres. Procedente de la clase baja, su inteligencia le ha permitido adquirir unos estudios y una formación, pero no es aceptada entre las clases dominantes de la profesión, de nivel social más elevado. Despedida por amenazar con desvelar algún caso de fraude, y llevando una doble vida como acompañante de un club de alterne, huye a la costa del sur de Francia con una amiga para iniciar una carrera de incidentes, en los que la huida hacia adelante será su estrategia para salir del paso.

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Portofino en Italia.

Vamos a ver… no hace falta ser un hacha para entender que esta Judith Rasleigh es una versión femenina, y con escenas de sexo más explícitas, del Tom Ripley de Patricia Highsmith. Pero que no le llega ni a la suela del zapato. Carece de las sutilezas de Highsmith para dotar a su personaje de una vida más allá de los estereotipos y el cartón piedra, aderezado con un poco de carnaza.

Carlos Carreter

Ginebra, en Suiza. En el encabezado vemos Roma, en Italia también.

Nos dicen que es la primera novela de una trilogía, mira tú que original, y que es muy posible que se adapte al cine. En IMDb ya aparece como «en desarrollo». Sin muchos más datos. Sinceramente, a mí me interesó poco. La leí completa porque es uno de los característicos productos de la época de digestión fácil, que no obligan a mucho esfuerzo al lector, que pasa las hojas con rapidez. Y también deja escaso poso. Poco alimento intelectual posee. No seguiré con la trilogía, desde luego, y dudo que llegue a convertirse en una película que me interese. Aunque eso nunca se sabe.

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Y cómo no, París, en Francia. Aparte de algún otro que no muestro o del que no tengo fotos a mano, como alguno de la Costa Azul.

[Cine] Trainwreck (2015)

Cine

Trainwreck (2015); vista el 25 de agosto de 2015.

Vista en versión original subtitulada en castellano, floja traducción de los subtítulos en ocasiones, y por ello conservo el título original de una película que en la cartelera española podemos encontrar doblada con el soso, vulgar e impersonal título «Y de repente tú». Mucho más adecuado el título original en inglés, aunque desgraciadamente no por las razones que uno pensaría. Y es que este «accidente o desastre ferroviario», es mucho más «desastre» que «ferroviario» en mi humilde opinión.

Estamos ante una película dirigida por Judd Apatow, más conocido como productor de algunas comedias cinematográficas y televisivas relativamente de moda en los últimos tiempos, aunque para mí con resultados variables, y con guion y protagonismo absoluto de Amy Schumer, otra estrella reciente de la comedia televisiva, y que viene del mundo de los «reality shows» de comediantes y monologuistas, creo.

2013. Nueva York, Estados Unidos. carloscarreter.com | Tumblr | Twitter | Facebook

Película de carácter fundamentalmente urbano, neoyorquino, nos daremos un paseo por las calles de la Gran Manzana.

Nos cuentan entre ambos la historia de Amy (Amy Schumer), redactora de una revista sobre moda y estilos de vida masculina, una especie de Cosmopolitan para el hombre, que vive su vida alejada de los compromisos personales y sentimentales, aunque con una notable afición al rollo de una noche, a engullir bebidas alcohólicas y a fumar porros. Tiene un padre, Gordon (Colin Quinn), algo caradura pero enfermo y discapacitado, y una hermana más joven, Kim (Brie Larson), que lleva una vida convencional más familiar. A Amy, en el trabajo, le toca redactar un artículo sobre un cirujano de éxito, Aaron (Bill Hader), que trabaja para las estrellas del deporte, y que además tiene tiempo para trabajar para una ONG. Y además está forrado, claro. Entre ambos surgirá algo, que pondrá en peligro el «estilo de vida» y los «valores» de Amy.

Vamos a ir al grano. Disfrazada de comedia romántica gamberra y algo irreverente, salpicada de gags y de cameos de celebridades, algunas poco conocidas a este lado del charco, nos encontramos ante un producto que no se diferencia gran cosa de las películas de «princesas» de Disney y su ultraconservador mensaje. La «princesa», la chica con problemas en su vida, conoce a su «príncipe encantador» travestido en médico de éxito y forrado, el sueño de cualquier mamá, que la rescatará y se casará con ella y comerán perdices. La película empieza con alguna escena relativamente divertida, que hace su gracia, pero progresivamente va haciéndose menos divertida, burdamente convencional, absolutamente previsible y como digo, desplegando una sistema de valores que hubieran hecho de Walt Disney un «progre».

Ningún sitio en especial, el paisaje en torno al SoHo y Bowery como sale en el filme.

Ningún sitio en especial, el paisaje en torno al SoHo y Bowery como sale en el filme.

Ya digo que los productos previos de Apatow me habían parecido de calidad diversa e imprevisible, siendo lo más destacado la teleserie Girls, que tiene sus momentos y su interés. A Schumer no la conocía, pero había oído hablar de ella, de su descaro, de lo suelta que era para tratar diversos temas, especialmente el sexo. Al final, no me parece especialmente graciosa, los mejores gags de la película se los debemos a otros (muy simpáticas las escenas entre Bill Hader y Lebron James), mientras se desperdicia el potencial interpretativo del resto del reparto. Eso sí, compone una historia «muy personal» puesto que incluye algunos aspectos de su propia biografía para dotar de «carácter» a la Amy de ficción. Con poco éxito, desde mi punto de vista.

Esperábamos algo más de una película, que finalmente nos desfrauda, y que particularmente me parece una «americanada» algo desustanciada salvo algún detallito aquí y allí que no justifican el precio de la entrada.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

Es curioso como hay mucha gente que habla de lo "feos" que son los edificios de Nueva York, y lo fotogénico que es en su conjunto...

Es curioso como hay mucha gente que habla de lo «feos» que son los edificios de Nueva York, y lo fotogénico que es en su conjunto…

[Libro / historieta] Veo por Ti

Literatura

Esta semana me paso a la historieta. Bueno, ya me la leí hace unas semanas, pero que hasta esta no me había encajado en el Cuaderno de ruta. Pero es que además es producto local. Escritor, Roberto Malo, y dibujante, Chema Cebolla, son «made in Zaragoza». Hace unas semanas, el segundo domingo de julio se les podía encontrar vendiendo sus historias en el mercado de la calle de las Armas. En ese momento ya había caído en mi poder la historieta que os traigo aquí hoy, pero todavía no la había leído. Hecho

Veo por Ti
Escrito por Roberto Malo y dibujado por Chema Cebolla
Editorial Cornoque, 2015

Tras un sábado lluvioso, este domingo salió con sol pero temperaturas muy suaves... alguien dijo de bajar a ver si había mercado en las Armas...

Tras un sábado lluvioso, este domingo salió con sol pero temperaturas muy suaves… alguien dijo de bajar a ver si había mercado en las Armas…

Curiosa historia la de Paco, un joven ciego, que anda escaso de relaciones sentimentales y sexuales. Hasta que un día, una chica le dice que lo encuentra muy mono. ¿Para ser ciego? No, mono en sí mismo. Y se dispone a entrar en acción… y descubre Paco que cuando se acerca al clímax de la excitación sexual, recupera momentáneamente la visión. A partir de ahí, una serie de situaciones más o menos curiosas, más o menos divertidas, más o menos entrañables, se sucederán.

Para empezar, a pesar del tema sexual y de que aparecen dibujadas relaciones de carácter íntimo razonablemente explícitas, considero esta historieta apta para un público amplio. Quizá abstenerse timoratos, reprimidos y aburridos, salvo que quieran abandonar cualquiera de estas condiciones.

Al fin y al cabo era segundo domingo de mes. Yo avisé que probablemente estaban todos de vacaciones...

Al fin y al cabo era segundo domingo de mes. Yo avisé que probablemente estaban todos de vacaciones…

Detrás del innegable humor de las situaciones provocadas, a mí una de las más científicas y divertidas me parece la de la oftalmóloga, no deja de haber una historia tierna sobre la siempre difícil iniciación a la sexualidad y a las relaciones íntimas o románticas con otras personas. No hace mucho hablaba también de una película brasileña que abordaba un tema muy similar aunque con un enfoque muy distinto. Aunque los dos son válidos. Complementarios. Como cualqueir acercamiento que se haga desde la empatía y la sensibilidad. Por la historieta no es vulgar, y detrás de la fantasiosa situación provoca que nos acerquemos y nos pongamos en el lugar del otro.

Se lee enseguida. Tiene un formato cómodo y agradable. Y desde mi punto de vista, es producto local, pero no de estos que parece que tienes que defender aunque no te apetezca, de los que la gente se pone el cachirulo aunque te siente como un tiro. No, es un producto contemporáneo, actual, perfectamente exportable y recomendable. Qué más quieres.

Y así fue. Pero en LAC 72 siguen pasando de forma ininterrumpida las fotografías de las exposiciones del II Encuentro de Fotógrafos de Aragón... y allí nos quedamos mirando como bobos hasta que pasaron todas.

Y así fue. Pero en LAC 72 siguen pasando de forma ininterrumpida las fotografías de las exposiciones del II Encuentro de Fotógrafos de Aragón… y allí nos quedamos mirando como bobos hasta que pasaron todas.

 

[Cine] Miss Julie (2014)

Cine

Miss Julie (2014)

Título en inglés por que vimos la versión original en inglés de la obra, que es lo que tiene sentido ver, más siendo una adaptación teatral de casi escenario único. Pero para los que no se adapten a esta forma de ver el cine, en la cartelera española está la película doblada con el título traducido de La señorita Julia. Es adaptación de la obra teatral Fröken Julie de August Strindberg.

Personalmente tenía muchas ganas de ver esta adaptación teatral. Por tres motivos. Por la intensidad de la obra en sí misma, por las ganas de volver a ver un película de Liv Ullman después de su estupenda última película de hace 14 años, y porque los dos tercios femeninos del reparto de la película me parecían más que interesantes. Rodada en inglés y ambientada en la Irlanda ocupada por los ingleses, en lugar de en la campiña sueca.

Miss Julie (Jessica Chastain) es la hija inteligente, pero consentida y algo caprichosa, de un barón de la nobleza anglo-irlandesa. En las celebraciones de la Noche de San Juan, se insinúa al ayuda de cámara de su padre, John (Colin Farrell), un hombre que tiene algo de mundo y educación y que aspira a algo más en la vida que permanecer en el servicio. Esto a pesar de estar medio comprometido con Kathleen (Samantha Morton), la modesta y conservadora cocinera de la casa. Los flirteos entre la joven aristócrata y el sirviente conducirán a la consumación en la cama de la relación. De la que surgirá el conflicto moral que determinará el destino de los personajes.

Nos iremos a Irlanda, como lo hace Ullman para rodar la película. Bien elegida la localización por las contradicciones entre modernidad y tradición religiosa que ha sufrido históricamente.

Nos iremos a Irlanda, como lo hace Ullman para rodar la película. Bien elegida la localización por las contradicciones entre modernidad y tradición religiosa que ha sufrido históricamente.

Con un diseño de producción exquisito y una realización quizá excesivamente académica desde el punto de vista formal, Ullman quiere jugar una vez más a ser la heredera espiritual del cine de Ingmar Bergman. Sin embargo, la contención formal del genio sueco y de trabajos previos de la directora y actriz que tan buen resultado habían mostrado con anterioridad, aquí nos llevan a una excesiva frialdad que desde mi punto de vista establece una barrera emocional entre el conflicto de los personajes y el espectador sentado en la butaca. Esta es una obra de un momento histórico de transición y crisis. Se pone en crisis el sistema de clases, se pone en crisis la relación entre hombre y mujer, hay mucho valores tradicionales puestos en cuestión, y por lo tanto la obra precisaría de esta emoción de es calor, quizá ardor, que nos hiciera sentir ese conflicto. Por pesimista que sea la conclusión de la obra. No lo consigue esta película.

No será porque los intérpretes no le ponen ganas. Decir a estas horas que Chastain y Morton son dos excelentes actrices, de lo mejor del momento, me resulta una obviedad. Y lo demuestran de nuevo en la medida en que la realizadora se lo permite. Farrell me parece un protagonista más cuestionable, por sus carencias interpretativas sobre todo, aunque su origen irlandés y su aspecto físico se acomodan perfectamente al personaje al que se enfrenta. Sale bien parado del envite. Y aquí tenemos otro motivo para preferir la versión original. La diferencia entre los acentos y la forma de expresarse de los personajes es fundamental para marcar los tiempos y las relaciones entre ellos. El acento irlandés es muy característico en comparación con el inglés, aunque estemos ante el mismo idioma.

No quedamos muy contentos. No acabamos de engancharnos a la película. Sentimos en todo momentos esa barrera de frialdad que he mencionado antes. Y es una pena. Porque había oficio y porque el material de partida es muy interesante.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: **

Y por la relación de dominio y explotación de clases que los ingleses establecieron durante siglos en la isla.

Y por la relación de dominio y explotación de clases que los ingleses establecieron durante siglos en la isla.

[Cine] Thank for Sharing (2012)

Cine

Thanks for Sharing (2012), 9 de junio de 2014.

Esta semana la he tenido muy liada, pero he aprovechado un par de momentos para ir al cine con algún amigo, uno de los pocos sitios donde se estaba realmente fresquito. Y hemos visto un par de película que no han llegado precisamente a la cartelera española recién estrenadas, y que por poco no se nos escapan. Ambas en versión original. La primera la podéis encontrar también en la cartelera española, donde permanezca, doblada con el título, lamentable, de Amor sin control. Esta comedia dramática, o drama con momentos cómicos, de Stuart Blumberg llama más la atención a priori por su reparto que por su originalidad.

Durante la hora y tres cuartos que dura la película, vamos a seguir las vidas durante unas semanas de tres adictos al sexo que se reúnen periódicamente en un grupo de autoyuda. El más veterano es Mike (Tim Robbins), próximo a los sesenta, casado con la dulce Katie (Joely Richardson), lleva muchos años «sobrio», es decir que no practica el sexo más que con su legítima, también ha superado problemas de adicción al alcohol, y tiene problemas con su hijo Danny (Patrick Fugit), ya mayor, que ha heredado algunos de sus problemas de adicciones. El siguiente en edad es Adam (Mark Ruffalo), en sus cuarenta, lleva cinco años «sobrio», pero tiene problemas para iniciar relaciones estables. En este momento conoce a Phoebe (Gwyneth Paltrow), atractiva, divertida, que ha superado también un enfermedad, y se plantea el reto de una relación seria. El tercer, el mas joven, alrededor de los treinta años, es Neil (Josh Gad), que está en el programa de rehabilitación por orden judicial al realizar frotamientos no consentidos con mujeres en el metro. No lleva ni un día «sobrio». No se lo toma en serio. Hasta que pierde su trabajo, y conoce a una de las pocas mujeres del grupo, Dede (Pink).

Central Park

Mucho Nueva York en esta película, especialmente, muchos paseos por Central Park.

Como decía, la película no es especialmente original. Nada que de una otra forma no hayamos visto antes. Dramática con alguna nota de humor aquí y allá, tiene un fondo «buenrollista» que se nota mucho desde el principio, y que hace que todo sea muy previsible. Al finalizar el primer tercio de la película, ya puedes imaginar perfectamente, salvo detalles, por donde van a ir los tiros y como va a terminar. Y no nos equivocamos. Pero como también decía, la película tiene como atractivo principal un reparto en el que hay mucho oficio. En todos ellos. Componen una película coral, donde los tres protagonistas principales se reparte el peso, con importantes aportaciones de los secundarios, que también hacen buenas aportaciones.

Finalmente, si bien no es una película que vaya a calar hondo en tu pensamiento, memoria o espíritu, si que te hace pasar un rato agradable de cine con buenas intenciones, y con mucho, mucho Nueva York.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Central Park

Aunque esto fundamentalmente en la pareja Ruffalo-Paltrow, por que los otros nos enseñan otros rincones.