[Cine] Crimes of the Future (2022)

Cine

Crimes of the Future (2022; 47/20220925)

David Cronenberg es un director complejo, con películas que me han gustado mucho y otras que me han dejado… mmm… con una mirada atónica y una ceja de cierto escepticismo levantada. Sus películas no suelen ser amables. Físicamente muy poco amables. Pero aun con la violencia de películas como esta y esta, he de reconocer que fueron excelentes largometrajes, que merecen un lugar más que honroso en la historia del cine. Y con cierta frecuencia, con mucha frecuencia, con una actor fetiche para el como Viggo Mortensen. Pero he de reconocer que ha habido otras películas del director con las que no he podido, que me han tirado para atrás. No obstante, nos arriesgamos con este nuevo estreno del director canadiense.

Ambiente crepuscular, como en la película, procedente del amanecer desde el tren de mi viaje del miércoles pasado a Vitoria.

Hace ya bastantes días que vi la película, antes de mi escapada por el sur de Francia, hace doce días ya. Y quizá no la vi en el mejor estado de ánimo para este tipo de cine. En un entorno extraño, entre distópico y postapocalíptico, la especie humana a comenzado un proceso de poderosas mutaciones que producen cambios corporales profundos que, junto con la aparición de personas con insensibilidad al dolor, dan lugar a «artistas» que organizan performances públicas de intervenciones quirúrgicas para mostrar estos cambios. Saul Tenser (Mortensen) y su compañera Caprice (Léa Seydoux) son una pareja de estos artistas. Pero pronto empezarán a surgir tensiones con los burócratas y policías que buscan tener controladas las mutaciones y los cambios, especialmente con la misteriosa Timlin (Kristen Stewart) y con grupo extremistas del cambio.

Visualmente muy atractiva, con excelentes interpretaciones, especialmente por parte de Mortensen y Seydoux, lo de Stewart no lo tengo tan claro, en un ambiente oscuro, claustrofóbico, desasosegante, no conseguí entrar del todo en la propuesta de Cronenberg y en sus puntos de vista. Incluso en varios momentos del largometraje este me expulsó y perdí en parte el hilo de lo que en la pantalla sucedía. Este horror corporal, como se ha definido, no es un tema que me enganche en exceso. Y en ocasiones me resulta más un entorno de explotación visual, no pocas veces imbricada con la explotación sexual, que otra cosa. Pero allá cada cual. A los críticos parece que les encanta; no se cuantos minutos se pegaron aplaudiendo en Cannes. Pero bueno… Por cierto, Cronenberg dirigió en 1970 otro largometraje con el mismo título, que no tiene nada que ver con este. Pero debe ser incluso más perturbador que la película actual.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: **

[Libro] La era de la supernova – Liu Cixin

Literatura

Durante la década pasada, la trilogía del Recuerdo del pasado de la Tierra, más conocida en España como la trilogía de Los tres cuerpos, por el título del primero de sus libros, se elevó a la categoría de fenómeno en el ámbito de la literatura de ciencia ficción. Leí en su momento los tres libros. Con cierto escepticismo el primero, pero con especial avidez el segundo, y con mucho interés el tercero. Con posterioridad leí algunas cosas más de Liu Cixin, el autor chino de esta trilogía; una novela y una colección de relatos cortos.

China es el principal escenario de la novela. Así que nos pasearemos por Shanghái. Que ha estado sometida recientemente a escenas de aspecto «postapocalíptico» por los confinamientos forzosos ante repuntes de la covid-19. ¿No decía el régimen chino que había tenido un gran éxito en su lucha contra la pandemia que no supieron detectar y controlar antes de que se convirtiera en tal? ¿O va a ser que no nos podemos fiar de las propagandas de países totalitarios? Igual va a ser esto último.

Como ya he comentado en alguna ocasión con antelación, desde el punto de vista de su calidad literaria, lo que más disfruté fueron los relatos cortos. Como novelista, el interés de sus libros dependen más de sus temas y tramas que de su capacidad de narrador. En un tris estuve de ignorar los libros segundo y tercero de su trilogía porque en algún momento me resultó pesada la redacción los tres cuerpos. Sin embargo, la trama que despliega en su conjunto a lo largo de los tres libros me parece muy muy notable. Con estos antecedentes, y comprado en oferta flash en Amazon, me dispuse durante mis vacaciones de Pascua a dar cuenta de la primera novela del escritor chino, escrita al parecer en 1999, aunque publicada en España en 2019, tras el éxito de los tres cuerpos.

La premisa de la novela es la siguiente. A corta distancia del sol existe una estrella que ha pasado incógnita a los astrónomos por ocultarse tras una nube de polvo estelar. Y la susodicha estrella, a menos de 10 años-luz de distancia se convierte en supernova, bañando la Tierra en abundante radiación. Como consecuencia, todos los adultos y jóvenes mayores de 13 años mueren en el plazo de unos meses, dejando como únicos habitantes humanos del planeta Tierra a los niños de 13 años o menores. Que son formados por los adultos en ese plazo de tiempo para tomar las riendas de sus sociedades. Y a partir de ahí, los millones de niños que conforman la población mundial convierten el planeta en una especie de isla del señor de las moscas ha escala global, pero con una cantidad de medios increíble; a jugar, marranear chucherías, cachondeo, juegos de guerra con armas de verdad,… y bueno…

Sinceramente, la comparación con el libro de William Golding la he traído de otras fuentes. Pero sólo me convence a medias. Para empezar, el mundo que crea Liu me resulta muy inverosímil. Empezando por la posibilidad de que el barrido de radiación de una supernova a tan corta distancia no esterilizase casi por completo o por completo el planeta,… bueno… Matt O’Dowd de PBS Space-Time explica las consecuencias de una explosión de una supernova en las cercanías, .

El caso es que cualquiera que sean las consecuencias en la atmósfera terrestre, o directas sobre los genomas de los seres vivos, que sólo afecten a los humanos de más 13 años… pues sólo puede considerarse un recurso argumental alejado de la ciencia ficción dura para adentrarse en una especulación sociológica que… bueno… es eso, pura especulación. Que a mí, no me ha convencido. En el mejor de los casos, como crítica a los instintos más primarios del ser humano, que el avance de la tecnología y la cultura no ha conseguido apaciguar, como podemos ver en las noticias con la actividad bélica desarrollada por los criminales políticos y militares rusos. Y de otros lugares, que están pasando desapercibidos por no interesar a los medios de comunicación.

El libro es menos maduro literariamente hablando que las obras siguientes de Liu Cixin. Es decir… las demás. No se lee mal, pero tiene un valor circunstancial. A mí, finalmente, me dejó un tanto frío. Y además, ya me acostumbré en su momento a la afición de Liu a destruir total o parcialmente el mundo. En eso es muy creativo. Tan creativo, que lo de esta novela resulta un poquito soso en comparación con otras ideas suyas. No me arrepiento de haber leído esta novela, pero tampoco me atrevería a recomendarla necesariamente. O por lo menos a recomendarla con un mínimo de entusiasmo. Y además hay algo que me molesta de Liu… su aparente entusiasmo hacia el gobierno de su país, no especialmente un modelo de democracia.

[Cine] Reminiscence (2021)

Cine

Reminiscence (2021; 57/20210831)

Antes de ver la película, temía que mi valoración final se viese afectada por las expectativas creadas hace un tiempo cuando oí hablar de ella por primera vez. Escrita y dirigida por Lisa Joy, cocreadora y guionista de una famosa serie que no he visto porque no me enganchó en sus primeros episodios, con un reparto suficientemente interesante para atraer público como son Hugh Jackman, Rebecca Ferguson y Thandiwe Newton (antes Thandie), y comparada a priori con el cine de Christopher Nolan, por temas e influencias… Pues eso, que las expectativas creadas en torno al primer largometraje de la realizadora, eran altas. Quizá, demasiado elevadas. Sin embargo… ese no es el problema.

Las fotos acompañantes… no tienen nada que ver con la película… porque nada tiene que ver con esta película. Simplemente JPEG directos de cámara de un día que di una caminata con cámara digital en lugar de mis habituales cámaras para película tradicional.

En cuando a la historia, en un mundo… en Miami (EE.UU.) tras una catástrofe climática que ha inundado las costas, incluidas las ciudades costeras, y tras una catástrofe bélica, la sociedad está muy desestructurada, las desigualdades sociales son importantes, y todo el mundo busca recordar los «tiempos mejores». Para lo cual hay una tecnología que lo permite. Nick (Jackman) junto a su antigua compañera de armas «Watts» (Newton) llevan un negocio mediante el cual puede permitir recordar y reproducir en los clientes experiencias agradables (o no) del pasado. Un día llama a su puerta un bella mujer, Mae (Ferguson), de la que se enamora Nick. Pero un día desaparece de la vida de este, sumiéndolo en una profunda depresión. Una serie de eventos llevarán a Nick a iniciar la búsqueda de su antigua amante, introduciéndolo en un mundo de corrupción y bajos fondos muy peligroso.

Bueno… la película tiene un problema fundamental. No sabe qué quiere ser de mayor. Si una ciencia ficción tipo Nolan, si un novela negra de detectives tipo Marlowe o Sam Spade, con la peculiaridad de que el personaje principal no es un detective, o una mezcla de todo, que no se mezcla bien. Constantemente provoca déjà vu a otras películas, todas ellas invariablemente muy superiores, carece por tanto de originalidad, y encima la historia no acaba de encajar, no acaba de alcanzar un ritmo adecuado, con una voz en off constante de la que acabas harto. Y con unos efectos visuales… que tienden a cantar en exceso. Me pregunto si esta directora no debería plantearse seguir con sus oficios anteriores, que parece que se le daban mejor.

Los intérpretes de la película hacen lo que pueden, que no es mucho, y el trío de «detective», «mujer fatal» y «colega fiel del detective», tradicional de la novela negra, acaba siendo casi una parodia sin gracia del esquema típico y tópico. Y para colmo, carece de un villano carismático definido que impulse la acción de los héroes… Si ni siquiera la «mujer fatal» es tan fatal… La película no es que quede por debajo de las expectativas; es que nunca nadie, siendo honestos, debió crear estas expectativas. Aunque sus estilos son muy distintos, a ratos me recordaba a aquel absurdo y desnortado remake de «Casablanca» que hizo Pamela Anderson. Floja, floja película que, por lo que leo, se está dando un soberano tortazo en las taquillas, apuntando la posibilidad de clasificarse entre los primeros lugares de los fiascos del año. No recomendable.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

[Libro] Japan – Buronson (escritor) Kentaro Miura (ilustrador)

Literatura

Llevaba dos semanas sin hablar de ningún libro. Cosa lógica si tenemos en cuenta que los últimos días del año y primeros del siguiente suelo tener artículos fijos que hablan de cosas predeterminadas. Repasos fotográficos, el cine que yo me veo… etcétera. Pero mientras, se me han acumulado tres libros. Que se salen de lo habitual, pero que merecen que se les dedique el mismo tiempo, porque son igualmente obras completas.

El primero es una historieta. Como es japonés, manga (漫画). Con guion de Buronson (apodo que suele escribir con kanji, 武論尊; aunque parece la versión nipona de Bronson, que en katakana sería ブロンソン) e ilustrado por Kentarō Miura (三浦 建太郎). Ambos son considerados autores de prestigio en el mundo del manga, aunque para mí, que yo recuerdo, es lo primero que leo de ambos. Me llamó la atención por una cuestión… fue publicado originalmente en 1992, año «triunfal» de la España tras la transición, y tenía como fondo inicial de la historia los Juego Olímpicos de Barcelona, aunque luego la historia que cuenta poco tiene que ver con aquellos.

Sinceramente, que una historia postapocalíptica transcurra en Sitges… me parece de lo más gracioso.

Esencialmente, la cosa va de un yakuza que se ha desplazado hasta Barcelona porque anda colado por una guapa periodista y presentadora de televisión nipona que está destacada para cubrir el evento olímpico. En un desplazamiento a Sitges, son malditos, junto con un grupo de adolescentes del mismo país, por una anciana que les habla del triste destino de Cártago a manos de los romanos, anunciándoles un destino parecido para Japón. Como consecuencia de la maldición, se ven trasladados a un futuro postapocalíptico en el que Japón ha desaparecido, ha ocurrido un desastre climático que ha acabado con la mayor parte de los recursos, y la población japonesa son refugiados en otros lugares, como Nueva Europa, donde son internados en campos de concentración o sometidos a condiciones de trabajo de práctica esclavitud. A lo que el yakuza se rebelará.

Lo cierto es que la historia en sí misma me ha dejado bastante frío. Oscilando entre la denuncia social, política y económica, pero a ratos con un tufillo rancio nacionalista, juega a una especie de Mad Max, pero desarrollado de forma un poco atropellada, y finiquitado de una forma más atropellada todavía. Lo curioso es que, en 1992, los autores presentan un mundo amenazado con problemas como el del desastre climático, la crisis de la economía japonesa y otras economías mundiales, el racismo y la xenofobia que acompaña a los movimientos masivos de refugiados, el surgimiento de líderes populistas de tipo fascista, y otras lindezas… que tan de moda están, si no fuera porque cierta pandemia las ha situado, injustamente en segundo plano. Por lo tanto… quizá lo que está pasando en este siglo XXI no era tan difícil de imaginar.

No lo encuentro recomendable, salvo para los adeptos al género, a los que puede agradar.

[Cine] Akira (1988)

Cine

Akira (1988; 63/20201211)

El viernes pasado recibí una curiosa propuesta para ir al cine. Uno de los «estrenos» de la semana es la versión digitalizada en 4K de un clásico de la animación japonesa, basado en una historieta de éxito, Akira, también un clásico de ese medio. Acepté… por dos motivos. Me gusta la animación, aunque el cyberpunk no sea mi género preferido (habitualmente), y era una oportunidad de reencontrarme con alguna persona de la que la epidemia en curso me ha mantenido alejado. Así que allí nos presentamos en la sala, con el fin de visualizar la versión original de la película dirigida hace 30 años largos por Katsuhiro Ōtomo.

Tokio… claro

La historia transcurre en un futuro distópico postapocalíptico, en el año 2019 (futuro respecto a su época… es curioso, el mismo año en el que transcurre la acción de la Blade Runner original). Tokio fue destruido en una catástrofe, por una «singularidad». Sobre sus ruinas se reconstruyó Neo-Tokio, donde reina la corrupción política, las mafias, las bandas callejeras,… y donde encontramos a dos pandilleros moteros, Kaneda y Tetsuo, en rivalidad con otras bandas. En una confrontación con una de ellas Tetsuo sufre un «accidente» que hace que se convierta en objeto de interés para el gobierno. Y empiece una transformación en algo que recuerda al origen de la catástrofe que destruyó la ciudad en el pasado.

Con estas películas japonesas de cierta época, en los años 80 y en los 90 del siglo XX, me pasa una cosa. Los temas que tratan no siempre me atraen. No por los temas en sí mismos, sino por los caldos mentales que se montan los japoneses, arrastrando siempre sus complejos derivados de los bombardeos nucleares de 1945 y otras catástrofes, que los llevan a un tratamiento que no siempre me apetece seguir. Pero indudablemente son películas de animación de alto nivel conceptual en lo que se refiere al diseño de producción, a la presentación visual, al notable expresionismo de sus propuestas. Y eso me gusta mucho.

La película se me hace un poco larga. En un momento dado, tengo la sensación de que da vueltas sobre sí misma, sin más fin que reiterar secuencias más o menos espectaculares, en un adelanto de lo que se ha convertido el cine de acción en la actualidad. Pero no se puede negar que está bien dirigida y que tiene calidad. Cualquier aficionado al género disfrutará con ella sin duda.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[TV] Cosas de series; utopías, distopías y apocalipsis varios

Televisión

En las últimas semanas tengo la sensación de que disminuido mi ritmo seriéfilo. Aunque ha habido muchos estrenos, algunos muy llamativos, no estoy encontrando motivación para empezar con algunos de ellos. «Baby Yodas» aparte. En cualquier caso, me animé con dos series de ciencia ficción que me atrajeron por distintos motivos. Con resultados… diversos y no muy claros.

Brave New World es una nueva adaptación televisiva de la novela de Aldous Huxley del mismo título, conocida en español como Un mundo feliz. Hace casi 40 años, por la televisión única de la España de principios de los 80, pudimos ver una adaptación televisiva de la misma obra. Muchos en mi entorno académico y de amistades la vimos, y el «soma, soma, soma» de los epsilon fue una broma frecuente entre los adolescentes/jóvenes del momento. Así como la más sexista sobre las betas muy neumáticas… aunque es un concepto que aparece en la novela de Huxley. Yo tenía el recuerdo de que fue una serie… pero en IMDb me dice que fue una película para televisión de tres horas de duración. Igual en España la fraccionaron en episodios… no recuerdo. El caso es que aquella película, que reciente he comprobado que era bastante mala, me impulsó a leer la novela de Huxley, que es muy buena. Poco antes había leído 1984 de Orwell, y quedó definido mi gusto por el género distópico, que he mantenido durante toda mi vida. Al fin y al cabo, se acercaba el año más famoso de la literatura distópica y un actor de segunda «reinaba» en Washington con políticas que con el tiempo triunfaron en todo el mundo mostrándose, si uno analiza con frialdad, desastrosas.

«Un mundo feliz» transcurre principalmente en «Nuevo Londres». No viviendo todavía (¿o sí?) en un futuro distópico, nos conformaremos con fotos del «viejo Londres».

La nueva serie se ha actualizado en distintos aspectos. Estéticamente responde a exigencias más actuales. Se suprime el culto a Ford por otro… de otro tipo que no voy a desvelar. Los individuos de cada casta son menos uniformes. No aparecen los deltas por ningún lado. Los epsilon están condicionados y en la base de la escala social pero no son deformes y feos. Todo el mundo es guapo en esta serie. Los salvajes no son nativos norteamericanos en reservas, sino desarraigados sociales en parques de atracciones. La promiscuidad sexual de la sociedad fordiana se hace más explícita con cierta abundancia de desnudos con cuerpos «danone» y orgías diversas. Hay más mujeres en la casta alfa plus. Aunque esencialmente, la historia es la misma. Más cuestionable es que lo sea el espíritu. La serie, mirando más a la estética y al tirón sobre el público, pierde profundidad en la reflexión. Por mala que fuera la producción de 1980, su tono de sátira no le sentaba mal a la distopía. Aquí se toman demasiado en serio. El reparto no está mal, pero las interpretaciones quedan supeditadas a una preocupación por la estética. La serie se deja ver… pero no es una gran serie. Incluso puede ser dudoso calificarla de una buena serie. Me entero hoy mismo que no ha sido renovada por una segunda temporada. No obstante, el arco argumental de la temporada emitida coincide con el de la novela de Huxley. A partir de ahora será invención de los productores. Si es que encuentran una nueva plataforma de contenidos que los acoja para temporadas ulteriores. Si no, hasta aquí hemos llegado, si más penas ni más gloria. Lo mejor… quién me lo iba a decir… Demi Moore. Pero no dura mucho.

Raised by wolves me la encontré por casualidad. Al principio no sabía de que iba, porque ha habido una diversidad de producciones audiovisuales con este título o similares. Pero he aquí que me entero que estamos ante una mezcla de postapocalíptico, androides y aventura espacial, y que detrás de ella está Ridley Scott, que también dirige dos episodios. Su hijo, Luke Scott, dirige otros tres, de los diez en total de la primera temporada. Y se nota. El ambiente que reina sobre Kepler-22b recuerda de alguna forma al que sentimos en su precuela de su saga alienígena más conocida.

Una nave espacial con dos androides de aspecto humano llega al planeta huyendo de una guerra apocalíptica en la Tierra entre dos facciones de la humanidad, una de fanáticos religiosos y otra racional y sin creencias religiosas. Esta nave procede de estos últimos. Y llega con una carga de embriones que han de servir como base a la creación de una nueva colonia humana, con valores racionales como principios básicos. No obstante, el planeta es habitable, pero relativamente inhóspito. Y poco a poco, todos los niños menos uno, Campion (Winta McGrath), mueren. Y en estas estamos cuando una gigantesca nave espacial de fanáticos religiosos, un arca llena de personas en hibernación, se acerca al planeta, produciendo la reacción de Mother (Amanda Collin) el androide lider y dando lugar al conflicto. A partir de ahí, otro niño de los fanáticos religiosos, Paul (Felix Jamieson), y sus padres aparentes (Travis Fimmel y Niamh Algar), en realidad ateos infiltrados, tendrán un papel fundamental en los acontecimientos.

En su conjunto, tiene más solidez conceptual, como serie, sin juzgar su origen literario, que la anterior, está ya renovada por una segunda temporada, y a mí me produjo un interés creciente, aunque el final de la temporada me chirriase un poco. O un mucho. No me dejó muy satisfecho la «alienada» final. Veremos que pasa en el futuro.

[Cine] Mad Max: Fury Road Black and Chrome Edition (2015/2020)

Cine

Mad Max: Fury Road Black and Chrome Edition (2015/2020; 50/20201015)

Nunca había visto una película de la saga Mad Max en el cine. Nunca me he sentido atraído por las macarradas de coches y motos. Y si alguna vez se asomó alguna a mi televisión, nunca me llamaron la atención demasiado o, sinceramente, me parecieron malas, con Tina Turner incluida. Por supuesto, cuando hace cinco años se estrenó la versión original de la película de hoy… ni nos lo planteamos. Aunque luego se asomó a mi televisión, unos años más tarde. Su argumento me pareció absurdo. Y me pregunté que hacía algún ilustre nombre de la interpretación en el reparto… sin más. Pero a lo largo de estos años sólo he leído críticas positivas de esta película. Algunas muy bien argumentadas. Y una cosa curiosa. Las tres primeras película de la saga no llegan en la valoración de los votantes de IMDb al siete, lo cual, tratándose de película de puro entretenimiento, las hace sospechosas. La «furia en la carretera» (no sé de dónde se sacan que hay una «carretera») sobrepasa ligeramente el ocho. Así que cuando anunciaron el evento especial en un cine de Zaragoza de la versión en blanco y negro de la película dirigida por George Miller, me apunté.

El argumento es sencillo. Una individua llamada Imperator Furiosa (Charlize Theron) junto con un grupo de jovencitas de buen ver, el harén de un caudillo guerrero en el mundo apocalíptico de la saga, se escapan con un gran camión en dirección a una especie de tierra prometida. Como por allí ha pasado Max Rockatansky (Tom Hardy), tras una serie de peripecias, se une a las chicas. Todo en medio de persecuciones constantes por el desierto con vehículos imposibles y muchos tiros y explosiones. Hasta que llegan a cierto punto. Entonces se dan la vuelta por el mismo camino, con el mismo estilo. Sin más.

Con la historia de esta película, sea en color o en blanco y negro, me pasa siempre lo mismo. La huida y su peripecia me parece bien. No es mi estilo de cine favorito, pero está indudablemente muy bien rodado e interpretado. Hay un macguffin que mueve a los protagonistas, más o menos coherente, y pasan las cosas que pasan en las películas de acción. Vale. Pero cuando se dan la vuelta, lo que pasa a continuación, aunque parece más de lo mismo… a mí me parece enormemente absurdo e incoherente. A ver, por poner un caso. Si a la ida un montón de rocas no impide a los perseguidores continuar la persecución,… ¿por qué a la vuelta sí, y es definitivo? El guion se va a cascarla de forma escandalosa.

Reconozco que sí. Que el rodaje y producción de la película rozan la excelencia. Que los intérpretes lo hacen francamente bien. Muy bien. Que el blanco y negro le sienta estupendamente, especialmente en determinados momentos. Mérito de los coloristas que transforman una cinta rodada inicialmente en color, con distintos medios, aunque en digital. Dicen que al director y al director de fotografía, el muy interesante John Seale, les apetecía rodar desde el principio en blanco y negro, pero que el estudio se negó por razones comerciales. Pero ya digo… probablemente mejor esta versión que la de color. Aunque no soy justo, porque la de color la vi en la televisión. Pero la historia que nos cuenta me chirría por todos los lados y me sabe a serie B. O Z. En fin. Tampoco lo pasé mal. Porque tiene momentos muy divertidos, por lo que todo en su conjunto, aún le doy el aprobado global.

Ahora me entero que quieren rodar una película derivada con el personaje de Furiosa de jovencita… pufff…

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[TV] Cosas de series; rayos apocalípticos y apocalipsis adolescentes

Televisión

Dos series de Netflix que comencé con ganas en su momento, aunque luego me dejaron un poco frío. Muy distintas entre sí.

Into the night; un título en inglés es el elegido para la primera serie belga en la plataforma de vídeo bajo demanda. Como corresponde a un país con varios idiomas oficiales, está hablada en francés, predominantemente, algo en flamenco, y con diálogos también en inglés, italiano, ruso, turco, árabe,… y probablemente algún otro. La serie es de género apocalíptico. La premisa es la siguiente. Un militar italiano de la OTAN secuestra un avión que estaba pronto a desembarcar rumbo a Moscú, a principios de la noche, y obliga a la reducida tripulación y a algunos pasajeros a viajar en dirección opuesta. Según él, una alteración solar va a provocar un estallido, muy prolongado al parece, de radiación gama, por lo que hay que evitar exponerse al sol. Después de unas horas de viaje, se confirma que la gente está muriendo masivamente en las zonas en las que ya ha amanecido, comienza una carrera contrarreloj para mantener el avión volando siempre en la oscuridad, a la vez que se busca un refugio de algún tipo.

Escenas de ciudades belgas, Brujas y Bruselas, para ilustrar la entrada de hoy, en honor a la primera serie belga de Netflix.

No voy a entrar en las tontadas seudocientíficas que acompañan la premisa principal. De entrada, la atmósfera es bastante capaz de desactivar los rayos gamma, y las consecuencias nocivas no serían inmediatas sino como consecuencia de la alteración de la composición de la atmósfera que permitiría una mayor llegada de radiación ultravioleta ionizante y otros fenómenos. En qué medida sería un evento de extinción… pues depende. No entraré. Dejemos lo de la radiación como un mero macguffin para poner en marcha y mantener la acción. El problema real de la serie es que tiene muchos altibajos, poca capacidad para generar empatía sobre los supervivientes, algún que otro evento que roza el ridículo, como la «degradación gelatinosa» de determinadas sustancias. No acaba de provocar una reacción emocional del espectador. Ni da miedo. Ni genera preocupación por los personajes. Y te da igual lo que pase a continuación. El final está abierto a una continuación.

Never have I ever es la enésima versión de la adolescencia sumida en sus angustias habituales y en el entorno de un instituto. ¿Qué variación hay en esta ocasión? La etnia de la protagonista, india e hindú, y la crisis personal y familiar que supuso la muerte reciente y precoz de su padre. El entorno es el típico, de chicos y chicas populares y guapos pero tontos, y los chicos y chicas poco populares, menos guapos, listos, pero inadaptados. Lo de siempre. Por supuesto, como viene ser costumbre en los últimos años, el reparto, por su variedad étnica y sus preferencias sexuales, parece un anuncio de Benetton. No está mal, pero no dice nada nuevo. Y la chica protagonista es un poco chirriante y te dan ganas de abofetearla constantemente, lo que ya sé que está muy mal y nunca haría. Pero ganas te dan. Si estás muy aburridos y no tenéis mejores opciones… a por ella.

[Cine en TV] I Am Mother (2019)

Cine

I Am Mother (2019; 31/20190609)

Normalmente, siguiento mi tendencia de los últimos tiempos, este comentario cinematográfico tendría que haber aparecido en algún momento entre el jueves y ayer sábado. Pero he estado liado. Y ayer estuve en Madrid. Comiendo y charrando con unos buenos amigos a quienes hacía tiempo que no veía, y aprovechando para ver exposiciones de PhotoEspaña 2019. Todavía estoy digiriéndolas. Las comentaré en pocos días, pero todavía no he decidido cómo. Porque da para un par de entradas. Pero bueno. Vamos a centrarnos en este estreno cinematográfico de Netflix, dirigido por Grant Sputore, de quien no sé gran cosa, es su primer largometraje, pero con un reparto que prometía. También había leido alguna crítica favorable en algunos medios; aunque los tenía cogidos con pinzas, porque cada vez me fío menos de los «críticos» en los blogs de internet. No sé si es que no saben, o es que pertenecemos a distintas generaciones y hemos crecido con distintos valores. Entre ellos, los cinematográficos.

Ya que vi esta película afectado todavía por el desfase horario del viaje a China, os dejaré algunas imagenes del viaje, de las bellas Montañas Amarillas, Huangshan.

Estamos ante una cinta de ciencia ficción, subgénero postapocalíptico, en la que un robot de femmnina voz, «Mother», (Rose Byrne [voz]) está al cargo de un almacén con miles de embriones humanos con el fin de relanzar la especie tras un evento de extinción masiva cuya naturaleza desconocemos. Asistimos a la crianza de una niña que llega a su adolescencia, innominada, «Daughter», (Clara Rugaard), que avanza por buen camino, y que es la precursora de otros por llegar. Pero la llegada al búnquer de una mujer herida en misteriosas circunstancias, «Woman» (Hilary Swank), romperá el equilibrio de la microsociedad del búnquer, sembrando dudas en la joven sobre lo que está pasando en el mundo en realidad.

El largometraje no carece de algunos valores y de un planteamiento interesante. Resulta obvio desde un primer momento, por la relación entre el robot y la adolescente que un misterio hay. Que a la chica se le oculta información. Que hay un desconocimiento absoluto sobre lo que pasa fuera. Que son extraños los exámenes a los que se ve sometida. Que hay algo extraño en la cuenta de los días desde el evento de extinción masiva. Pero la resolución del mismo se vuelve a ratos morosa y confusa. Tan simbólica pretende ser en algunos momentos que genera un cierto lío, aunque al final las cosas son cuatro conceptos que dejan claro lo que, más o menos, ha pasado. Lo cual no acaba de tener mucho sentido ni dejar claro cuál es el mensaje o la tesis del director. Por lo cual, no sabes si simplemente has visto un producto de entretenimiento con pretensiones, que no da más de sí porque no han puesto más de ellos.

Aunque correctamente interpretada, a mí me deja cierta sensación de descontento. No me acaba de convencer. Pero no quisiera desaconsejar formalmente la película. La ví dos días después de volver de mi viaje a China, afectado todavía por el desfase horario, que me causaba estar muerto de sueño a las siete de la tarde, mientras que a las cuatro de la mañana se me abrían ojos como platos, en los primeros días tras nuestro regreso. Así que igual tienen razón los que la defienden con cierta intensidad. A lo mejor. No sé.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Cine en TV] Tres de Netflix: IO – High Society – Triple Frontier

Cine, tv

Llevo un cierto retraso en comentar estrenos de largometrajes en cine, que no se han estrenado en salas de cine. Algunos ya sabéis que desde hace dos años, incluso estas películas en mi base de datos de estrenos anuales, porque creo imparable esta forma de producir y estrenar cine para el futuro.

El sábado de la semana pasada llegamos tarde, pero teníamos intención de fotografiar el entorno de la pasarela del Bicentenario (no sé de qué), en el camino desde Zaragoza hasta el galacho de la Alfranca. Este sábado sí que llegamos a tiempo y pude hacer unas cuantas fotos. A la puesta de sol le faltó un cielo más interesante, pero qué se le va a hacer.

IO ( 2019; 6/20190120)

Nada menos que en enero vi esta película dirigida por Jonathan Helpert, y protagonizada por Margaret Qualley y Anthony Mackie. Ciencia ficción de ambiente postapocalíptico, en la que la población de la Tierra se ve forzada a abandonar el planeta, colonizando Ío, uno de los satélites galileanos de Júpiter. Pero la científica interpretada por Qualley está emperrada en encontrar una forma de recuperar el planeta para los humanos. Al mismo tiempo que se ha anunciado ya el lanzamiento de la última nave que abandonará la Tierra con refugiados en dirección a Ío.

Ciencia ficción con pretensiones que acaba siendo un pestiño, sobre el que todavía me estoy preguntando cómo aguanté viéndolo hasta el final. Ni la producción, ni las ideas, ni la interpretación salvan nada. No hay nada que no hayamos visto ya mucho mejor contado. No perdáis el tiempo con ella.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: *

High Society ( 2018; 16/20190308)

Con título en inglés se presenta este laaaargometraje surcoreano del director Hyuk Byun, y nada menos que con la coletilla del «montaje del director», como diciendo «aquí hay calidad y la vais a ver toda». La cuestión es que en el cine surcoreano hay distintas tendencias. Y últimamente me he mal acostumbrado a películas con cierto nivel autoral, lo que me hizo picar.

En realidad, este drama de ambiciones personales está más emparentado con los dramas televisivos del país asiático que con sus mejores producciones cinematográficas. El matrimonio formado por Oh Soo-yeon (Soo Ae), conservadora en puesto directivo de una prestigiosa galería de arte moderno de Seul, y Jang Tae-joon (Hae-il Park), un dinámico profesor de economía en la universidad, aspira a entrar en un nivel social superior. Ella buscará hacerse con la dirección de la galería, mientras que el entrará en política. Pero se van a encontrar con un despiadado mundo de intereses cruzados en el que no les será fácil moverse.

La película, como digo, tiene un aspecto más televisivo que cinematográfico. Y usa el sexo, con algunas escenas muy explícitas, como enganche. En estos momentos, no sé cómo sería el montaje de la película en su estreno en Corea del Sur, un país bastante conservador. Pero quizá lo del «montaje del director» sea simplemente que las escenas de sexo para la versión internacional no está cortadas.

Más allá de esto, poco interés. Quien se interese por este tipo de dramas, que mire entre las series, que se convierten en un estupendo guilty pleasure, especialmente las que tienen un toque de comedia, sin las pretensiones de un producto relativamente pedante como este. Eso sí, todos son muy guapos y guapas. Y que conste que algunos de los interpretes no lo hacen mal del todo.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

Triple Frontier ( 2019; 19/20190323)

Probablemente, el estreno más sonado y publicitado de Netflix en lo que llevamos de año. Con un reparto de campanillas en el que destacan nombres como Ben Affleck u Oscar Isaac, la película dirigida por J.C. Chandor nos cuenta un historia tipo «gran robo del siglo» cuando cinco antiguos soldados de élite norteamericanos se embarcan en la tarea de birlar el dinero de un peligrosa capo de la droga en un inespecificado país sudamericano, probablemente Colombia. Aventuras con abundantes balaceras, su dosis de explosiones, mucha testosterona, y un mensaje constantemente contradictorio. La cuestión es si son simples ladrones a los que la ambición rompe el saco, o si son héroes que se ven metidos en esta historia por la ingratitud de una sociedad que después de usarlos en sus conflictos bélicos los desprecia. La película se mueve entre una moralina barata sobre lo que está bien y lo que está mal, mientras se acerca peligrosamente a conceptos militaristas relativamente fascistoides. Ni que decir que no es lo mío, y no entiendo el follón que se ha montado a su alrededor, ni la falta de sentido crítico de muchos que se consideran a sí mismos,… eso… críticos.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: *

[Cine] Alita: Ángel de combate (2019)

Cine

Alita: Ángel de combate (Alita: Battle Angel, 2019; 11/20190217)

Esta semana he dispuesto de muy poco tiempo libre, comparada con la mayoría. Lo de ir al cine se había puesto complicado, pero el domingo pasado me encontré a las once y media de la mañana con la mañana resuelta y cerca de unos multicines con sesiones matinales. Vista la cartelera, opté por meterme en esta película, que adapta los primeros volúmenes de una conocida historieta japonesa, y que coincide en líneas generales en su historia con dos vídeos que se lanzaron directamente al mercado de vídeo hace 25 años y de los que os hablé hace poco.

La versión actual la definen como de «acción real» que es el término usado para diferenciar las películas con actores de carne y hueso de las de animación. Pero el límite es muy impreciso. La mayor parte de lo que vemos en pantalla, dirigido por Robert Rodriguez, son gráficos generados por ordenador. E incluso para el personaje principal, Alita (Rosa Salazar), Gally o Garyi en el original japonés, es cuestionable su parecido real con la actriz que la interpreta.

En el ciberpunk es frecuente que los ambientes predominantes sean nocturnos e inspirados en las grandes urbes de extremo oriente. Pues aunque el ambiente no sea comparable, porque es mucho más apacible y pacífico, pasearemos por Kioto en la noche.

Historia claramente dentro del género ciberpunk, género distópico o postapocalíptico que combina tecnologías avanzadas con vidas muy arrastradas, nos cuenta la historia de una «joven» cyborg, de aspecto adolescente, que es rescatada por el «doctor» Dyson Ido (Christoph Waltz) de un vertedero, y que se irá desarrollando como paladina de la libertad entre los desfavorecidos en un mundo desequilibrado y lleno de desigualdades.

Aunque iba con los antecedentes de una serie de comentarios muy positivos en las semanas anteriores a su estreno, también iba con la prevención de que cuando se produjo el estreno, empezó a haber alguno no tan positivo e incluso bastante negativo. El reparto prometía ya que, además de los mencionados, encontramos nombres como Jennifer Connelly o Mahershala Ali. Pero ni esto, ni el extraordinario esfuerzo en efectos visuales de primer nivel sirven para sacar adelante una historia que es mucho ruido y pocas nueces.

Producto estándar de consumo rápido, comida basura como el género superheroico y otros similares, que es deglutido por numerosos espectadores, pero que no aporta nada e incluso tiene algún momento vergonzoso por sus planteamientos puerilmente maniqueos. Lo que en 1993, en dos vídeos de 25 minutos de bajo presupuesto tenia sentido, e incluso se presentaba con cierto estilo, aquí resulta absurdo. El guion, que es firmado entre otros por James Cameron, que también produce, es bastante bastante malo. Y con dos horas y dos minutos de duración, aburdamente largo, ya que la que es básicamente la misma historia, fue contada mediante animación en 54 minutos.

Lamentable decepción, de una historia que merecía un tratamiento con más profundidad y reflexión y menos preocupación por estúpidas carreras que no dejan de ser la eterna variación de las de Ben Hur, pero sin aportar un ápice de emoción e interés, así como otros artificios de escaso valor. No recomendable, en absoluto.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] Blade Runner 2049 (2017)

Cine

Blade Runner 2049 (2017; 392017-1310)

Cuando anunciaron hace unos años que iban a filmar una segunda parte de mi adorada y nunca bien ponderada aventura de «pellejudos», obra de referencia y precursora de la ciencia ficción cinematográfica de los últimos treinta y tantos años, y pocas veces igualada y menos superada,… me eché a temblar. Considerar lo que había hecho Ridley Scott con las nuevas entregas del universo de los xenomorfos,… tuve que contener el aliento. Qué queréis que os diga.

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Lo más adecuado para esta entrada, visitar, de noche, algunas de las grande urbes multiculturales del mundo contemporáneo. Por este orden, Nueva York, Tokio, Toronto, Hong Kong y Seúl, esta última también en el encabezado.

El respiro vino cuando se anunció que Scott se quedaría en labores de producción y que se confiaba la dirección al canadiense Denis Villeneuve. En aquellos momentos no lo habíamos visto medito en producciones de ciencia ficción, pero ya era uno de mis directores contemporáneos favoritos. Ver lo que consiguió hace un año con otra película de alienígenas aumentó el alivio. E impulso una cierta expectativa emocionada. Quizá pudiéramos estar ante otra obra maestra del cine. O al menos ante una muy buena película. Había que esperar. Lamentablemente, tuve que esperar una semana más de lo previsto al coincidir el estreno de la película en España con mis vacaciones coreanas. Pero ya está… ya la he visto.

Voy a empezar diciendo que al día siguiente o al otro de ver la película, leí un artículo que expresaba perfectamente lo que sentí al ver esta segunda entrega del universo «blade runner». Una deslumbrante maravilla cinematográfica para los sentidos. Y eso que a mí lo del Dolby ATMOS me parece otro invento para conseguir que oigamos perfectamente los ruidos más desagradables sin aportar nada más. Pero Villeneuve es un tipo que sabe cómo hacer cine. Y muy bien.

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Desgraciadamente, la historia que se nos cuenta se encuentra varias ligas por debajo de la de su predecesora. Nos encontramos treinta años más tarde con un nuevo blade runner, K (Ryan Gosling), que en esta ocasión no cabe la menor duda de que se trata de un replicante. En una Tierra medioambientalmente y económicamente arruinada, donde los que pueden la abandonan, se piran a las colonias espaciales, su misión es «retirar» a los skin jobs antiguos con capacidad para desobedecer órdenes y pensar por sí mismos. Una nueva generación de replicantes obedientes y mansos está comúnmente aceptada. Y un nuevo magnate, Niander Wallace (Jared Leto). Pero al «retirar» a un viejo Nexus 8 hace un sorprendente hallazgo. Los restos, los huesos, de una replicante femenina. Que al ser analizados, anunciarán un hecho sorprendente.

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Como ya he dicho, visualmente es una maravilla. El universo de esta ficción se expande. Vamos más allá del abarrotado Los Ángeles, y conocemos nuevos escenarios que nos sitúan mucho más claramente en el tipo de mundo en el que nos encontramos, y nos estremecen. Cada plano está milimétricamente planificado, y quedamos sorprendidos continuamente. Pero la historia carece de la profundidad filosófica y ética de la primera entrega. De hecho, en realidad, salvo una vuelta de tuerca más en el planteamiento, no aborda cuestiones nuevas que no estuvieran presentes previamente sobre el significado de ser persona. No me gusta lo de ser humano. Biológicamente, una máquina, aun orgánica, no admite su inclusión dentro de la humanidad. Pero sí de lo que filosóficamente podemos considerar persona, susceptible de disfrutar de autonomía, derechos y obligaciones.

Tenemos una chica buena, Joi (Ana de Armas), y una adversaria, Luv (Sylvia Hoeks). Quienes estén familiarizados con el inglés apreciarán el doble sentido de sus nombres… aunque las cosas no serán como parecen. Sinceramente, la primera… no lo hace mal. Y las minifaldas le sientan de muerte. Pero estuvimos discutiendo tras la película y llegamos a la conclusión de que es un personaje bastante prescindible… si no del todo.

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Y luego está Decker, Harrison Ford, que sinceramente parece que recuperar sus viejos personajes, salvo Indiana, le sienta mejor que recrear otros nuevos. Está muy bien. Y es quien aporta auténtico corazón a esta película. De Gosling esperaba más,… pero su personaje no le permite ser el protagonista carismático que esperábamos. De hecho, una de las ausencias más notables de esta segunda parte es la ausencia de personajes carismáticos, que no sea el interpretado por Ford.

Así pues, cierta decepción amortiguada por la calidad del envoltorio. Entendámonos. No es una mala película. Ni mucho menos. Por encima de la mayor parte de la ciencia ficción que nos venden. Pero es duro ser secuela de un mito del cine. Y más si los guionistas, un montón, son incapaces de estar a la altura. Pero no me creáis. Id al cine y comprobadlo. A ser posible, como yo, en versión original.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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