[Libro] La bailarina de Izu – Yasunari Kawabata

Literatura

No es habitual que escriba sobre libros los domingos. Pero es que me he encontrado con el hecho de que en estos momentos tenía ocho libros leídos sin comentar. Uno leído antes de comenzar mis vacaciones hace tres semanas y nada menos que siete se han acumulado en estas tres semanas. Y podría haber caído un octavo si no fuera porque el viernes en el tren que nos traía de Bilbao, después de ver en el iPad el último episodio de la primera temporada de las aventuras de Galadriel y Sauron en la Segunda Edad de la Tierra Media, muy interesante, ya comentaré, se me vino un encima un dolor de cabeza que me impidió centrarme en la lectura.

La bailarina de Izu, en japonés Izu no Odoriko [伊豆の踊子], es lo que podríamos denominar un clásico moderno o contemporáneo. Esta novela corta de Yasunari Kawabata, premio nobel japonés, del que ya he leído previamente algunas cosas, se publicó por primera vez en 1926 y desde entonces se instaló fuertemente en la cultura del País del Sol Naciente. En la región donde transcurre la acción, la península de Izu, no faltan los recordatorios al texto, hay personas que gustan de recorrer el camino de los protagonistas del libro, e incluso el nombre comercial de los trenes que unen Tokio con esta región reciben el nombre Odoriko, que habitualmente se traduce como bailarina/bailarín (el idioma japonés carece de género gramatical y las palabras no varían en este sentido).

Como tal relato, es un relato mínimo. Un joven de 20 años, de buena familia, estudiante en la universidad, en medio cierta crisis personal, con sentimientos de soledad y melancolía, aprovecha sus vacaciones al final del verano para recorrer caminando la península de Izu, no muy lejos de Tokio. En un momento dado, coincide en una posada con una familia de músicos ambulantes, con los que continúa su viaje hasta Shimoda, donde tomará un ferry de retorno a Tokio. Con la familia viaja la joven Kaoru, de catorce años, que baila y toca la pandereta, y de cuya gracia y belleza queda prendado. Y en cierta medida correspondido. Aunque de fondo está la diferencia de edad, clase y educación. Del joven, nunca sabremos el nombre [watashi 私, en el original, una de las formas de decir yo en japonés, de uso preferente habitual entre las mujeres o en ambos sexos en un entorno de comunicación formal].

El relato es una verdadera delicia de lectura. Está lleno de poesía, y en él, más que la atracción física entre los protagonistas, hay una idealización del otro. Especialmente de la joven bailarina, o pequeña bailarina para el joven estudiante, en la que ya apunta la guapa mujer en la que se está convirtiendo, pero que constantemente tiene detalles todavía que indican que no ha abandonado del todo la niñez. No hay procacidad alguna en el relato. Y además ya se encarga la abuela de la familia de asegurarse de que nada apropiado sucede entre los dos jóvenes, aun con la cálida acogida de la familia de músico hacia el estudiante. Al final, inevitable, hay separación. El joven vuelve a Tokio, la familia se dirige hacia la isla de Ōshima, de donde son y donde residen en invierno.

Novela corta absolutamente recomendable, ópera prima de Kawabata, pero que ya nos da una muestra de porqué es uno de los escritores más apreciados en lengua japonesa y, para muchos, uno de los mejores escritores del siglo XX a nivel mundial. Tres son los autores japoneses galardonados con el Nobel. Además de Kawabata hay que saber de Kenzaburō Ōe y de Kazuo Ishiguro, aunque este último, nacido en Nagasaki, está nacionalizado británico y escribe en inglés. Tengo que ponerme con la obra de Ōe en algún momento, que de los otros dos ya he leído varias cosas.

[Cine] Licorice Pizza (2021)

Cine

Licorice Pizza (2021; 07/20220127)

Siempre he tenido unas sensaciones ambivalentes con el cine de Paul Thomas Anderson. Considero que es un excelente director de cine, con una visión muy personal, muy expresiva… pero las cosas que cuenta, la mayor parte de las veces… no me interesan. Y mira que no ha hecho muchas cosas. En el ámbito del largometraje, digo. Y creo que las he visto, de una forma u otra, todas. Pero en alguna de sus películas, tan alabadas por la crítica y por el público más cinéfilo… pues me he aburrido. Así que cuando empecé a oír hablar de esta película me quedé frío. A la expectativa. Cierto es que pronto empezaron a lloverle las alabanzas. Y premios. Pero claro, ya he dicho que sus anteriores películas… No obstante parece que era «obligatorio» ir a verla.

Si no hubiese llegado la pandemia, es probable que a estas alturas ya tuviese fotos de California para ilustrar esta entrada. Pero no ha podido ser. Así que como Nueva York también está en la película, Central Park de la Gran Manzana tendrá que valer.

La ocasión surgió un par de semanas antes de su estreno, cuando anunciaron una sesión especial, con proyección de la película sobre película de 70 mm, a lo grande. En una de las pantallas de proyección más grandes de Zaragoza; la sala 4 de los Palafox. O sea, el Palafox de toda la vida, de cuando era niño, cuando no había multicines, y el paseo de la Independencia estaba salpicado de salas de cines o teatros que sólo hacían teatro en contadas ocasiones, la mayor parte de las ocasiones proyectaban películas de cine. Por supuesto, está rodada sobre película tradicional, no sobre digital… pero no está rodada sobre película de 65 mm, sino sobre películas Kodak Vision3, de distintas sensibilidades a la luz y al color, de 35 mm. Supongo que el copiar el fotograma de 35 mm sobre el de 70 mm para la proyección, sirve para aumentar también el tamaño del grano, que hace que la película tenga el aspecto de una película de principios de los años 70, época en la que se localiza la acción. Dentro de unas semanas volvemos a otro evento similar, con una película de la que temo me arrepentiré, que sí que está rodada con 65 mm (Sí, el formato «medio» del cine es película de 65 mm para rodar, y 70 mm para proyectar. El formato «pequeño» es de 35 mm para ambas acciones. Uso nomenclatura propia de la fotografía para denominar los formatos. Habría también formatos «subminiatura» de 16 mm, como en esta excelente película, o de 8 mm, de uso por aficionados, estudiantes y principiantes).

Transcurre en la película en los años 70, a principios, en torno a 1973, la crisis del petróleo de ese año que influye en el argumento de la película nos sitúa, en uno de los valles que conforman el área metropolitana de Los Ángeles, donde el día de la foto escolar un alumno de instituto de 15 años, Gary (Alana Haim), se enamora a primera vista y empieza a tirarle los tejos a Alana(Cooper Hoffman), una de las asistentes del fotógrafo, de 23 años. Y ahí empieza una peculiar historia de amor, improbable e incluso imposible si tenemos en cuenta las edades de los protagonistas. Él es además actor infantil, y los reencuentros frecuentes comienza cuando Alana es contratada como carabina para cuidar de los actores y actrices infantiles que van a participar en un programa de televisión en Nueva York. Y así, en una serie de episodios encadenados, más que en una historia única y lineal, van produciéndose los reencuentros de los protagonistas, con altibajos en la naturaleza de su relación.

La película, como decía, está rodada para que mantenga un aspecto en la luz y la estructura de la imagen similar a las películas de aquella época. Anderson es codirector de fotografía junto con Michael Bauman, en una trabajo realmente meritorio, muy notable. Es el primer trabajo en un largometraje como director de fotografía de Bauman, aunque ha trabajado en numerosas producciones dentro del equipo de iluminación como jefe de iluminación o electricistas. El tono es luminoso, muy angelino, muy californiano, y acompaña perfectamente una historia formada por una serie de historias pequeñas que mantienen un tono de comedia, realmente muy divertido. Yo me reí varias veces. El conjunto está perfectamente enlazado y se siente como una unidad a pesar de la naturaleza episódica del argumento. Hay una progresión en la relación.

Pero es que además la película está salpicada con la presencia de conocidos actores y actrices, mucho más famosos que los protagonistas, que interpretan a personajes reales, aunque con los nombres algo cambiados, pero muy reconocibles. Así Christine Ebersole es Lucy Doolittle, alter ego de Lucille Ball; Sean Penn interpreta a Jack Holden, protagonista de «Los puentes de Toko-san», alter ego de William Holden que protagonizó Los puentes de Toko-ri (The bridges at Toko-ri); Tom Waits, interpreta a Rex Blau, un director de cine basado en Mark Robson… que rodó entre muchos títulos conocidos lo mencionados «puentes»; Bradley Cooper es Jon Peters, sin el nombre cambiado, peluquero, o estilista capilar si lo preferís, y productor que mantuvo una cierta relación con Barbra Streissand. Por poner unos ejemplos. El reparto es muy coral, aunque dominado por los dos personajes protagonistas, y podemos decir que el trabajo del conjunto está a un alto nivel. De los dos protagonistas, me quedo con el trabajo de Alana Haim, que también se lo curra en el mundo de la música. Toda su familia sale en mayor o medida en la película. Anderson ha dirigido vídeos musicales para el grupo que forma con sus hermanas mayores. Su trabajo es más consistente… pero también es más madura en edad que su compañero de reparto, que también lo hace muy bien. Pero si se confirma que es una contendiente para los Oscars, lo tendrá merecido.

Resumiendo, estamos ante una película con la que lo pasamos muy bien. Una comedia romántica que rompe con todos los esquemas habituales del género, que da un repaso a una época ya en la historia y a su cultura popular, y que escondidos entre lo cómico y lo romántico, no deja de hablarnos de otros valores importantes, relacionados con la tolerancia, la amistad o la familia. Por poco convencionales que puedan ser en un momento dado. Muy recomendable. De lo mejor del último año.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Boze ciaŁo (2019)

Cine

Boze ciało (2019; 51/20201020)

En los últimos años están llegando películas interesantes desde Polonia y otros países del este de Europa como, por ejemplo, Hungría. Muchas de ellas son críticas con distintas condiciones sociales y políticas, lo cual supone una paradoja con la deriva hacia las derechas populistas, por no decir fascistas, que están tomando algunos de estos países, especialmente los dos que he mencionado. Ultranacionalismo, xenofobia, gran poder para el estamento religiosos… lo tradicional. En esta película de Jan Komasa es el estamento religioso el que es puesto en cuestión, así como el sentimiento religioso tradicional que lo sostiene en la población. El título de la película se traduce en las versiones internacionales al latín, Corpus Christi.

Nos damos vuelta por una bonita ciudad polaca, Poznan, donde no faltan las iglesias, donde se suele mezclar religión y nacionalismo.

Un joven de un reformatorio Daniel (Bartosz Bielenia), es puesto en libertad condicional y enviado a trabajar a una serrería en una zona rural de Polonia, avalado por el sacerdote del centro de reforma. Pero tras una serie de eventos, se hará pasar por sacerdote y sustituirá al titular de la parroquia de la población donde se encuentra la serrería. Esta se encuentra marcada por un trágico accidente en el que un conductor, presuntamente bebido, atropelló y mató a un grupo de jóvenes. Los rencores viven en las familias de los fallecidos. Pero Daniel, junto con la compañía de la joven Eliza (Eliza Rycembel), revolverá las conciencias y despertará la reacción de los vecinos ante esta situación, mantenida de alguna forma por el viejo sacerdote enfermo.

La película está presentada correctamente en su dirección y su producción, aunque su principal valor es la interpretación de su reparto. Más que una crítica a la religión, lo que hay es una crítica a la religión tradicional y los valores conservadores e intransigentes que arrastra. De fondo, también está la condición de los jóvenes en centros de reforma, obligados a vivir en una disciplina impuesta por el estamento religioso, pero que les deja claro que por su condición ya no deben esperar tener las oportunidades en la sociedad que cualquier otro joven. A Daniel se le negará la entrada al seminario, por vocación que tenga, o no, por su condición de exdelincuente juvenil. La película presenta una serie de lugares comunes habituales en estas críticas a la religión, como su frecuente connivencia con los poderes económicos y políticos, y su búsqueda del control de las conciencias y el comportamiento de la población.

La película es correcta y, como digo, tiene buenas interpretaciones. Pero tampoco me parece que aporte nada realmente nuevo que no se haya expuesto ya en otras ocasiones. Le falta algo de brillantez o de profundidad, y el propio personaje protagonista puede resultar confuso en su definición personal. Pero se puede ver bien. Sin duda. Globalmente se salda en positivo.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] Noches blancas – Fiódor Dostoyevski

Literatura

Debo reconocer que tengo grandes carencias en mi conocimiento de los clásicos rusos del siglo XIX tan celebrados por tantos, por sus aportaciones al relato literario, a la novela con mayúsculas. Pero mi única experiencia con ellos es Ana Karénina de León Tolstoi, que siempre me ha generado una sensación ambivalente. No puedo negar la gran calidad de la novela, pero al mismo tiempo me genera rechazo la ideología que Tolstoi destila detrás de la misma. Por mucho que reinterpretaciones actuales de la historia de la historia hayan querido ver en la Karénina como icono feminista, Tolstoi la expone como ejemplo de comportamiento impropio que merece castigo… como así sucede, mientras los machotes rusos de la época siguen con sus vidas.

No he ido y no sé cuando visitaré Rusia. Para ilustrar la entrada, usaré las salas de un palacio ruso, el de Catherinethal o Kadriorg, en Tallín.

Pero en vísperas de mis vacaciones en agosto apareció la novela corta de Dostoyevski que hoy nos ocupa en oferta en mi tienda de libros electrónicos habitual. Y fui a por ella.

Se lee en un plisplás. En ella se nos narran una serie de encuentros entre dos jóvenes. El, con veintipocos años, todavía pobre, se esfuerza por salir adelante trabajando y llegar a algo. Es solitario. Y como distracción se conforma con sus paseos por San Petersburgo. Ella, una adolescente que no ha llegado a los dieciocho años, también pobre, al cuidado de su abuela. Él se enamorará irremediablemente de ella. Pero ella,… ella espera que se realice una promesa una vez realizada.

Sencilla, ágil, pero profunda, es una delicada vuelta más al eterno tema de los amores no correspondidos. Y al terror que cualquiera siente ante la frase,… «pero podemos ser amigos». Muy recomendable.

[Libro] Lección de alemán

Literatura

Durante mi reciente escapada a Berlín, tuvimos la ocasión de visitar la Hamburger Bahnhof. Esta instalación dedicada al arte moderno y contemporáneo, es una de las dependencias de la Nationalgalerie. En su programación incluye exposiciones con fondos propios, junto con exposiciones temáticas con fondos propios y ajenos. Entre las exposiciones que pudimos visitar en esos días estuvo la dedicada al pintor expresionista alemán Emil Nolde.

«Imperial Love» de Robert Indiana, variante de su más afamada obra, «Love», que se encuentra en el patio delantero de la Hamburger Bahnhof. Esta como el resto de las fotografías, pertenecen a mi escapada berlinesa de este año, realizadas con la Pentax MX de los años setenta y unos cuantos carretes de película en blanco y negro.

Nolde es un figura controvertida. Y la exposición que tuvimos ocasión de visitar tenía como finalidad poner al artista en su sitio. Antisemita convencido, militó en el Partido Nazionalsocialita Obrero Alemán de Adolf Hitler. Sin embargo, eso no impidió que su obra fuera incluida dentro del «arte generado» que en forma de exhibición ridiculizadora recorrió Alemania en 1937. La exposición tuvo mucho más éxito que las dedicadas al arte aprobado por los jerarcas nazis. Durante la guerra fue expulsado de la Cámara de Bellas Artes del Reich, lo cual supuso la prohibición absoluta de ejercer la profesión de pintor y de exponer o vender su obra. Lo cual le permitió presentarse tras la guerra como una víctima más del nazismo y adquirir cierto prestigio. Como decía, la exposición que visitamos puso las cosas en su sitio, y sus obras se han retirado de edificios oficiales, reservándose para los museos.

Una de las cosas que nos llamó la atención en la exposición es que la figura de este pintor inspiró al escritor Siegfried Lenz, prestigioso literato del siglo XX, uno de los que más contribuyeron a la reflexión y catarsis sobre el periodo de barbarie política que sufrió Alemania en la primera mitad del siglo. En la propia exposición conocimos de la existencia del libro que nos ocupa hoy, comprobando que en España está publicado por Impedimenta. Una editorial que cuida mucho sus publicaciones.

En esta lección de alemán, conocemos a un joven que a principios de los años 50 del siglo XX no ha alcanzado todavía la mayoría de edad y se encuentra internado en un centro de reforma en una isla del Elba cerca de Hamburgo. El joven, un niño durante la guerra, es castigado a realizar un trabajo de redacción sobre el tema Las alegrías del deber que no ha culminado en clase de lengua alemana. Será recluido hasta su finalización. El joven se embarcará en la redacción de sus memorias en tiempos de la guerra, en una pequeña población de Schleswig-Holtein costera con el mar del Norte y cercana a la frontera danesa, donde su padre es el agente encargado del puesto de policía local, y donde reside un afamado pintor que, al igual de Nolde, recibe la prohibición de no ejercer su profesión. Y el padre del niño, la orden de impedir que incumpla la prohibición. Esto generará unas presiones y unas tensiones en el niño en los últimos años de la guerra que tendrán consecuencias en su juventud.

Un libro duro por lo que se cuenta, en la que se pone en solfa el «sentido del deber» de la población alemana ante las demandas de sus líderes nazis, con consecuencias lamentables. Pero al mismo tiempo, presenta una narración y una descripción de los paisajes en los que transcurre la historia que no carece de valores poéticos, generando un ambiente muy especial. Es una novela que se ha de leer con calma, digiriendo lo que está pasando en la mente del protagonista, que es nuestra vía para conocer lo que pasa en la de los demás, con la visión deformada del niño que fue. Hay momentos cómicos, tiernos, dramáticos, humanos, terribles, inhumanos, absurdos…

He de decir que me costó cogerle el ritmo a la narración, pero cuando lo hice no la hubiera abandonado por nada del mundo. La escritura, si la traducción al castellano es un buen reflejo, es excelente. La historia llega a ser apasionante, humana. Y da qué pensar. Sobre ese «sentido del deber» que tan importante parece al director del reformatorio años después del final de la barbarie nazi… en la que también era tan importante el «sentido del deber». Muy recomendable.

[Cine en TV] Flavors of Youth – International Edition (2018)

Cine

Flavors of Youth – International Edition (2018; 38/20180807)

Aunque es un estreno en Netflix, por su característica de largometraje novedoso, y teniendo en cuenta las nuevas formas de acceder a las películas cinematográficas, la voy a considerar entre los estrenos del año. También es cierto que por otra parte, configurada esta película como tres relatos cortos, relacionados en el tema, pero no argumentalmente, se puede ver, y de hecho yo la he visto así, como una miniserie de tres episodios. Da igual. El caso es que estamos ante una producción de animación con tres directores, dos chinos, Haoling Li y Xiaoxing Yi, y uno japonés, Yoshitaka Takeuchi, que ha sido vendida por la cadena de cine y vídeo bajo demanda como de los responsables de alguno de los grandes éxitos recientes de la animación japonesa.

No he visitado ninguna de las tres ciudades chinas que aparecen en la película; así que, de las dos que he visitado, he escogido Macao para ilustrar la entrada, porque es la que más me transmite la sensación de nostalgia de la película.

Es decir, nos venden esta producción como prima hermana del Kimi no na wa de Makoto Shinkai. Veamos la realidad. La película es una coproducción. Por un lado, la productora de las películas de Shinkai, siendo el productor jefe Noritaka Kawaguchi, que ha estado involucrado en tareas de producción en las películas del prestigioso director japonés de animación. Pero por otro lado, hay una productora china involucrada. Y la acción de las tres historias de las que consta la película transcurre en tres grandes ciudades chinas, con personajes chinos. Y está la cuestión del idioma original de la película.

Uno diría que en una película de animación la cuestión del doblaje frente al idioma original de la película es una cuestión menor, frente a cuando se plantea esta cuestión en películas de acción real. Yo no estoy del todo de acuerdo. Al fin y al cabo, el texto original del guion está en un idioma, y a partir de ahí lo que devienen son traducciones, que pueden estar más o menos acertadas. Así que yo siempre soy partidario de la versión original, por ser la obra original sin adulterar. Independiente de mi grado de comprensión del idioma. Que yo, en mandarín o en japonés, estoy más bien flojo. Eufemismo, para significar que son idiomas ininteligibles para mí.

La película la podemos encontrar con información de dos formas. O viene con el título original de Si shi qingchun (肆式青春) [Cuatro estilos de juventud] en chino mandarin, o Shikioriori (詩季織々) [Poema de las estaciones tejidas unidas] en japonés, o con el título en inglés para la versión internacional. De las tres historias, las primera, , y la tercera, , están dirigidas y escritas por su directores chinos. La segunda, , esta dirigida por el director nipón y escrita también por un guionista japonés, Naruki Nagakawa. Así que a saber cuál es su idioma original. En IMDb aparece el chino mandarín, en Netflix aparece el japonés, sin opción al anterior. Vedla como creáis oportuno o podáis.

Aunque vendida a la estela de Kimi no na wa, lo cierto es que el estilo profundamente melancólico de las tres historias, está mucho más emparentado con las películas anteriores de Shinkai, como Koto no ha no niwa [El jardín de las palabras] o 5 centímetros por segundo [Byôsoku 5 senchimêtoru]. En concreto, la última de las tres historias Shànghǎi liàn (上海恋) [Amor en Shanghai] debe mucho en su argumento a esta última; la separación de dos enamorados que nunca llegan a confesarse su amor en el instituto, y la dificultad para que sus vidas converjan de nuevo.

Las tres historias se encuentran localizadas en tres grandes ciudades chinas distintas, y su elemento común es la nostalgia hacia tiempos mejores. Lo cual es llamativo, porque los protagonistas son gente muy joven. Ya se puede deducir que la tercera se localiza en Shanghái. La primera, Xiàngyáng zǎocān (向阳早餐) [Un desayuno al sol], tiene como protagonista a un joven asalariado en Pekín. La segunda, Xiǎo xiǎoshí zhuāng xiù (小小时装秀) [Un pequeño desfile de modas], nos habla de dos hermanas que viven en Cantón, la mayor, una modelo que ha comenzado su decadencia, la menor, una joven diseñadora de roja.

Globalmente me parece una producción que merece la pena que los aficionados a la animación le den una oportunidad. Quiero avisar que cuando la vi… me pareció que eran argumentos y situaciones muy manidas, demasiado a la estela del cine de Shinkai, y me dejó un tanto decepcionado. Además, su presentación artística, aunque correcta, no tiene el virtuosismo al que nos tiene (mal)acostumbrados el director japonés u otras productoras niponas como Studio Ghibli. Pero he de decir que el recuerdo de la película, conforme pasan los días, me resulta agradable. Con los dos primeros episodios como los que más crecen en mi memoria. Evidentemente, el tercero resuena demasiado como una nueva versión de aquella maravillosa velocidad de los pétalos de sakura al caer.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] 4 3 2 1

Literatura

Hace ya prácticamente mes y medio o más que terminé de leer este libro. Me impactó mucho. Me gustó mucho. Pero decidí que antes de comentarlo tenía que digerirlo un poco. Lo curioso es que eso me llevó a olvidarme de él, porque la vida sigue, porque otros libros le siguieron que acapararon mi atención. La verdad es que llevo un cierto retraso comentando libros leídos. No creo que tarde muchas semanas en ponerme al día, pero ahí estoy. En estos momentos, además del que hoy comento, tengo otros dos libros terminados, y uno que no tardaré mucho en acabarlo. Pero lo cierto es que de lo que he leído en los últimos tiempos, esta peculiar novela de Paul Auster es de los que más me ha marcado. Por diversos motivos.

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Visitaremos el río Hudson. Navegando entre Manhattan, Staten Island y la orilla de Nueva Jersey.

Auster es un autor con el que disfruto. Con el que me llevo bien. No es que me haya leído gran parte de su obra o cosa parecida. Es mucho lo que me faltaría de leer de este autor norteamericano, uno de los más importantes de la literatura en inglés actual. Pero lo que he leído me ha satisfecho. Tanto por los temas, como por la forma de escribir, siempre matizad por las traducciones, como por las historias que nos cuenta. Esta ocasión no es una excepción. Pero tiene un añadido; su estructura argumental es muy peculiar.

El libro nos cuenta la(s) vida(s) de Archie Ferguson. Nacido a finales de los años 40 en el seno de una familia judía de clase media que vive en la zona de Nueva Jersey/Nueva York, tras un capítulo previo que nos habla de los orígenes de su familia, de su padre y su madre, va desgranando los acontecimientos que van marcando su infancia, su adolescencia y su juventud. Y en paralelo, los principales acontecimientos que marcan la historia norteamericana de los años 50 y 60 del siglo XX; el baby boom y el desarrollismo, la guerra fría, el advenimiento de Kennedy, su asesinato, la lucha por los derechos civiles, la guerra del Vietnam, las crisis de finales de los años 60,… La cuestión es que no nos cuenta, como ya os habréis dado cuenta al principio de este párrafo, UNA vida de Ferguson. Sino varias. El autor especula con los acontecimientos que marcan la vida de su protagonista, cómo se forja su carácter, como se relaciona con su familia o sus amigos, cómo se desarrolla su sexualidad, o cuáles son sus intereses y su destino profesional y vital, en función de las variantes que surgen a lo largo de esa vida, estableciendo caminos vitales alternativos. Así, cada capítulo está dividido en cuatro partes (1.1, 1.2, 1.3, 1.4 o 3.1, 3.2, 3.3, 3.4), en los que vemos la evolución de los distintos Fergusons alternativos.

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La gran habilidad de Auster es que siempre sentimos que estamos ante la misma persona. Lo que cambian son los acontecimientos, las circunstancias, cosas que moldean nuestro carácter, que condicionan nuestro devenir, que abren distintos caminos hacia los que podemos frente a lo que queremos ser. La vida como un conjunto de bifurcaciones, algunas determinadas por nuestras elecciones, otras por las de los que nos rodean, o por las circunstancias históricas. Para mí, para quien el sentido de la historia, la consciencia de que venimos de algún lugar y en un tiempo que nos marcan, es casi la novela perfecta. Casi. Porque permite una exploración completa de la persona. La que es, la que pudo ser. Aunque tengo poca capacidad para el arrepentimiento sobre lo que pudo ser o no ser mi vida, no puedo dejar de reconocer que conforme cumplo años miro con frecuencia hacia atrás y reconozco algunas bifurcaciones en mi vida. Eso sí sólo reconozco aquellas que dependen de los momentos en los que tomé alguna decisión trascendente en mi vida. O algunas en las que alguien la tomó por mí, que también las ha habido. Imposible o muy difícil reconocer de circunstancias que ignoramos, pero han estado ahí y nos han influido. Por lo tanto, tengo que reconocer que ha sido un libro que ha impulsado mucho esa actitud introspectiva sobre ese pasado que tantas alternativas presentó. O quizá no. Quizá nuestra trayectoria vital esté más determinada de lo que creemos, y nuestras elecciones sean más aparentes que reales. Que nuestra vida sólo admitía un recorrido… un tema que ha pensadores de todas las épocas ha llevado a mal traer.

En cualquier caso, he disfrutado mucho con las peripecias de Ferguson. Le he cogido mucho cariño. Especialmente a alguna de sus variantes. Aunque os he decir un secreto. Al final, todo… No. Mejor lo descubrís vosotros. Porque es una lectura muy recomendable.

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[Cine] On Chesil Beach (2017)

Cine

On Chesil Beach (2017; 32/201800702)

No es que necesite muchas excusas para leer una novela del británico Ian McEwan; pero lo cierto es que cuando leí Chesil Beach en el otoño del año pasado fue impulsado por la noticia de que Dominic Cooke estaba rodando la película que hoy traigo a estas páginas. La novela, que no es muy larga, la leí enseguida, me gustó mucho. Y me hizo reflexionar.

La historia que pasan su luna de miel en la conocida barra de piedras y arena del condado de Dorset en Inglaterra, mientras rememoran los acontecimientos que les llevaron a enamorarse y a tomar la decisión de casarse a pesar de sus diferencias personales y de sus distintos estratos socioeconómicos me tocó bastante la fibra emocional. No es que me sienta exactamente identificado con ellos. Los personajes de esta obra, interpretados en la pantalla por Saoirse Ronan y Billy Howle, pertenecen a un país muy distinto al mío en la época de la acción y a una generación anterior a la mía, la de los nacidos durante la guerra mundial o en los años posteriores.

Carlos Carreter

A falta de un conocimiento real de la playa de Chesil en Dorset, ilustraremos la entrada con una vistas otoñales de la playa de Margate en Kent.

Hoy en día, una relación como la de estos chicos nos parecería extraña. Una relación prácticamente platónica que se ha de consumar carnalmente en el momento del matrimonio. Supongo que en realidad era rara incluso en 1962. Pero era. Y nos sirve de excusa para analizar un hecho que sigue siendo válido. Las razones por las que los seres humanos nos sentimos atraídos no tienen por qué ser válidas a la hora de tomar decisiones trascendentales como iniciar una convivencia, o un proyecto de familia. Nos podemos sentir atraídos por el físico, por el aura que desprende una personalidad, por una serie de coincidencias que nos hacen sentirnos almas gemelas,… pero pocas veces se ponen en juego el conjunto de valores profundos, lo más íntimo de cada cual, a la hora de hace sólida la relación. Que luego esta triunfe o se derrumbe de forma más o menos rápida depende de muchos factores. Y no son pocos los que en estos momentos dudan de que la monogamia en una única pareja de por vida sea la condición ideal para el ser humano. Cierto es que ha sido uno de los pilares en los que las sociedades tradicionales impulsadas por las religiones monoteistas de origen semítico, dominantes en Europa Occdental y en muchos otros lugares del mundo, han basado su control social.

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Otro tema que claramente está encima de la mesa es la madurez con la que tomamos las decisiones trascendentes de nuestra vida. Los dos jóvenes que pasan esas horas en Chesil Beach se nos aparecen excesivamente jóvenes. Aunque no nos debemos engañar por sus edades. Edades en las que hoy en día difícilmente las personas se comprometen de por vida, pero en las que durante la mayor parte de la historia de la humanidad lo han hecho. Por conveniencia la mayor parte de los tiempos; por amor, en los tiempos modernos. Y no dejan de ser decisiones sometidas a la presión externa. Las asfixiantes familias de ambos jóvenes, por motivos muy distintos. Ambos acaban de terminar sus estudios. Ella tiene claro su rumbo. Él… no tanto. Pero ese «Marry this girl!» que le suelta su padre cuando la conoce es un indicativo claro de la presión.

Y luego están las decisiones precipitadas que uno puede tomar cuando siente que se ha equivocado. La novela de McEwan, que con fidelidad se ha trasladado a la pantalla grande, no es optimista. Y los seres humanos nos empeñamos muchas veces en tomar decisiones trascendentes en caliente, sin la adecuada reflexión. Sin el adecuado diálogo. Sin el adecuado análisis de los sentimientos. Llevados por el orgullo. Porque algo que se te clava en el alma con esta historia es que estos dos memos… se quieren.

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No hablaremos mucho de las características técnicas y artísticas de la película. Producida por BBC Films, la película es correcta en su ambientación, como sólo los británicos pueden realizar una película de época. La realización de Cooke es artesanalmente irreprochable, pero carente de personalidad. Pero ahí están los dos protagonistas de la película, de alto nivel, para poner el alma en el metraje. Una película que no está a la misma altura que la obra literaria, pero que le es fiel. Y se deja ver bastante bien.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

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[Libro] Kokoro

Literatura

Segundo de los dos libros que encontré a un precio interesante en la librería electrónica hace unas semanas. En realidad, este es el que andaba yo buscando ese día. El otro, que ya comenté, lo encontré de paso, por casualidad. Previamente, ya había leído algunas obras de Natsume Sōseki, uno de los principales escritores japoneses de la era Meiji, y de quien se dice que ha influido poderosamente en la literatura nipona del siglo XX. La primera que leí, que no deja de tener algún elemento en común con la actual, no me resultó fácil. La segunda, sin embargo, me encantó; es muy divertida y tiene un tono muy distinto, menos melancólico. En España se pueden encontrar varias de sus obras más importantes, como esta, publicadas por la editorial Impedimenta, que siempre hace muy buen trabajo al presentar sus libros.

Kitaguchi Hongu Fuji Sengen - Fujiyoshida

Santuario Kitaguchi Hongu Fuji Sengen en Fujiyoshida, en las faldas del monte Fuji. En la novela de hoy, una familia que lleva un templo o santuario, unos amoríos y una petición de mano generan bastantes problemas. Y en este templo o santuario nos encontramos con una boda tradicional sintoísta, así que me han parecido adecuadas las fotos.

En primer lugar vamos con el título. La editorial decidió no traducirlo. Kokoro (心) se traduce habitualmente como «corazón». No obstante, la editorial comentó que la palabra tiene matices que hacían conveniente no traducirla al castellano. Como curiosidad, comprobemos algunas de las acepciones de la palabra «corazón» en el diccionario de la RAE.

Der. del lat. cor.

1. m. Órgano de naturaleza muscular, común a todos los vertebrados y a muchos invertebrados, que actúa como impulsor de la sangre y que en el hombre está situado en la cavidad torácica.

2. m. Palo de los cuatro que constituyen la baraja francesa, cuyas cartas llevan estampados uno o varios corazones rojos. U. m. en pl.

3. m. Ánimo o valor. No tuvo corazón para abandonarlo.

4. m. Sentimientos. Es una persona de buen corazón.

5. m. dedo cordial.

6. m. Centro de algo. El corazón de una manzana.

7. m. Figura de corazón representada en cualquier superficie o material.

8. m. Heráld. Punto central del escudo.

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Realmente, quizá fuese buena la idea de la editorial, si tenemos en cuenta que las dos acepciones de la palabra que más tienen que ver con el con el significado de la palabra kokoro se encuentran en tercera y cuarta posición, y que por delante de estas, muy importantes desde mi punto de vista, han colado el anecdótico hecho de que «corazón» sea uno de los palos de la baraja francesa. Diríase que los académicos no andan muy sobrados de corazón.

Curiosamente, si introduces en el buscador de Google la palabra «corazón», entre las definiciones te ofrece en tercer lugar una que mejora considerablemente las ofrecidas por la RAE.

Lugar abstracto en el que están los buenos sentimientos (amor, generosidad, benevolencia, compasión, etc.) y lo más íntimo de una persona.

Esta definición procede, curiosamente, de los Oxford Dictionaries. No estamos tan alejados los occidentales de los nipones en este concepto, creo yo. Y tenemos el hermoso precedente de una de las obras literarias italianas más conocidas, Cuore de Edmundo de Amicis, en la que su titulo no se aleja ni un pelo del sentido que Sōseki le da al suyo. Vamos. Que aunque no me parece mal la decisión editorial, el título se podría haber traducido como Corazón sin problema alguno. Algún otro motivo tuvo que haber para esta decisión.

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Y desde el corazón, como ese lugar abstracto donde se encuentran los buenos sentimientos y lo más íntimo de la persona, nos llega el relato de un narrador cuyo nombre nunca conoceremos. Tiene muchas cosas en común con el Sanshiro de la novela del mismo título. Un joven, más o menos despistado, que desde provincias llega a la capital, Tokio, en los años finales de la era Meiji para estudiar en la universidad. La obra tiene tres partes muy definidas.

En la primera, el joven, durante unas vacaciones que disfruta en las playas de Kamakura, conoce a la persona a la que denominará como sensei (先生). Esta palabra se traduce habitualmente al castellano como maestro, pero también es una fórmula de respeto, un tratamiento honorífico nipón, con el que se dirige uno a una diversidad de personas y profesiones, como médicos, abogados, políticos y figuras o personas a las que dotamos de una autoridad. Sensei, el de la novela, es un desocupado que vive de sus rentas. Pero el narrador lo percibe como una persona con una autoridad, de la que tiene algo que aprender. Y durante esa primera parte conoceremos cómo se establece una relación de amistad entre ambos, aunque también de misterio. Sensei es un desencantado en profundidad del género humano, incluso a pesar de estar casado con una mujer que representa todas las virtudes que en la época se atribuían a la mujer japonesa ideal.

En la segunda, el joven, una vez terminados sus estudios, se traslada a su pueblo natal, donde su padre enfermerá gravemente. Coincide ese momento con el fallecimiento del emperador Meiji y el suicidió del general Nogi, que convulsionaron a la sociedad japonesa, ya de por sí confusa por los profundos cambios a los que se vio sometida durante el reinado de este emperador. Lo comenzó como un país feudal de estructura medieval; lo terminó como una potencia emergente industrial y militar. Esta época sume en la incertidumbre al joven narrador.

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En la tercera, el joven recibe una carta de Sensei, una especie de testamento en el que se sincera y explica los motivos de su escepticismo ante la vida y en especial ante el género humano. Un relato que sólo puede ser escrito desde el corazón, que ya hemos acordado que es ese lugar abstracto donde reside lo más íntimo de la persona.

He de confesar que mis reacciones ante esta novela fueron variando durante su lectura. Las dos primeras parte me las leí en poco tiempo, aunque exigían el parar de vez en cuando para reflexionar sobre lo leído. Establecen, por este orden, una relación interpersonal, un misterio y una reflexión. Sólo queda la resolución del misterio… la carta. Aquí, sin embargo, me atraganté un poco. Se me hace un relato quizá excesivamente prolijo, poco económico en palabras, en el que constantemente damos vueltas a través de unos mismos conceptos, incluso cuando la conclusión se hace evidente bastante antes de que lleguemos a ella. Creo que el concepto sobre el que se fundamenta el relato es excelente, pero creo que la resolución formal no está al nivel de las expectativas que tenía puestas en él.

Dicho lo cual, creo que es una lectura que merece la pena. Que nos permite entender mejor la evolución de una cultura que de unas formas u otras ha influido más de los que pensamos en la configuración de la cultura global en el siglo XX, incluso si ahora se ve eclipsada por el surgimiento de otras culturas emergentes en todo el mundo y en Asia en particular.

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[Libro] The Bell Jar

Literatura

Cuando hace unas semanas comenté que estaba leyendo el original literario de Carol, recibí la recomendación de leer el libro que hoy traigo aquí, y que «cayó» durante el viaje de regreso de Italia, esta Semana de Pascua pasada. El contexto en el que se produjo la conversación fue tras salir de una sesión de cine. Y una amiga de sesiones ante la pantalla grande me comentó que debía leer la única novela publicada por la malograda poetisa norteamericana Sylvia Plath. El comentario que me hizo fue que tradicionalmente esta novela se consideraba como destinada a mujeres jóvenes, como así consta en la introducción a la misma en el libro que he leído yo. Pero para mi amiga, esto no tenía más sentido que el hecho de que la protagonista fuera una joven de 19 años. Sin embargo, para ella, los temas que derivaban del libro eran adultos y bien adultos, y me retaba a leerla para conocer la opinión de un hombre que no es precisamente joven ya. Y aquí va mi opinión. He leído la versión original en inglés. En castellano se puede encontrar traducida apropiadamente como «La campana de cristal».

The Bell Jar
Sylvia Plath
Faber & Faber, 2005
Versión electrónica

La primera parte de la novela transcurre en Nueva York, así que también nos vamos a la Gran Manzana con fotos.

La primera parte de la novela transcurre en Nueva York, así que también nos vamos a la Gran Manzana con fotos.

En esta novela de carácter autobiográfico conocemos a la joven protagonista bajo el nombre de Esther Greenwood, una joven universitaria de 19 años, estudiante de Lengua Inglesa, y aspirante a escritora,… o al menos editora en alguna editorial o revista de Nueva York. Seleccionada por una revista femenina junto con un grupo de chicas de edad similar, es agasajada durante un mes al mismo tiempo que invitada a «trabajar» como editora invitada. Conocemos sus preocupaciones relacionadas con la incertidumbre sobre su futuro, la relación con su madre y las dudas sobre sus relaciones con los hombres. Pero al terminar ese mes, y con la llegada de las vacaciones de verano, como ella dice, «una campana de cristal» cae sobre ella y cambia por completo su percepción del mundo y de la vida, comenzando una pesadilla que está a punto de costarle la vida.

Previamente había leído algún poema aislado de Plath. Reconozco que no soy buen lector de poesía. No es que no haya leído de vez en cuando… pero no le acabo de pillar la afición. Nadie es perfecto. El caso es que no tenía muchos elementos de juicio sobre lo que podía encontrarme. Y el libro me sorprendió. Ciertamente, en eso le tuve que reconocer la perspicacia a la persona que me lo recomendó. La primera parte del libro, ese mes que pasa en Nueva York la protagonista está escrito con un humor irónico que es ampliamente disfrutable. Desde luego, detrás de esa visión en primera persona, aparentemente escrita por una joven que es poco más que una adolescente, está la visión ya adulta de un mundo y unas situaciones. Probablemente con sus sesgos de recuerdo que son aprovechados para novelizar la situación, probablemente incluir dosis de ficción, y dar una visión crítica de una sociedad, o al menos de un segmento de la sociedad neoyorquina de principio de los años 50 del siglo XX, en el que se combina la mojigatería conservadora de la sociedad con las ganas de divertirse de las jóvenes. Quizá la veamos como una época de transición hacia un mayor número de grados de libertad en las mujeres jóvenes en décadas posteriores. Difícil de creer que una chica de la misma edad actual viva los mismo problemas de la misma forma… me parece a mí.

Una Nueva York muy dinámica, la de los años 50, coincidente con la de "The Price of Salt". Esther Greenwood y Therese Belivet son contemporáneas, prácticamente de la misma quinta.

Una Nueva York muy dinámica, la de los años 50, coincidente con la de «The Price of Salt». Esther Greenwood y Therese Belivet son contemporáneas, prácticamente de la misma quinta.

Quizá lo notable viene después. La segunda parte del libro, la bajada sobre la protagonista de «la campana de cristal» del título es una interesante narración sobre la enfermedad mental vivida en primera persona. Parece que la mayor parte de los textos considerar la enfermedad de Plath como un trastorno bipolar, dos de cuyos episodios depresivos la llevaron al suicido. Uno de ellos, con éxito. La escritora no se diagnostica en la novela; nos cuenta sus sensaciones, su dolor psicológico, su desesperación, la negrura de sus días, que puede ser compatible con una depresión endógena. Pero coincido con la presentación de la novela, que algunas descripciones en las que se refiere a voces internas, sumado a algunas descripciones en las que las metáforas se podrían confundir con alucinaciones, que podrían indicar que la joven sufriera algún tipo de esquizofrenia. Trastorno psicótico que también puede conducir al suicidio.

En cualquier caso, es un libro que mejora con el recuerdo. Un tiempo tras su lectura percibes una mayor hondura y una mayor calidad en lo que has leído, producto de una mente que, aunque enferma, estaba dotada de gran inteligencia e introspección. También me parece especialmente interesante porque puede ser una valiosa obra para quitar el romanticismo que algunos autores o tendencias otorgan a la enfermedad mental. Las psicosis, me da igual que sea la depresión endógena o la esquizofrenia, son enfermedades tremendas que pueden hacer muchísimo daño en la persona que las padece y en el entorno que las rodea. Lejos de «héroes románticos», se trata de personas que sufren mucho. Y eso es algo que la novela de Plath refleja perfectamente. Aunque lamentablemente resultó profética al anunciar que tal vez un día volvería a bajar sobre ella esa fatídica «campana de cristal»… que ya no se volvió a alzar.

Una época donde se combina el conservadurismo de la presidencia de Eisenhower y el maccarthysmo, con la aparición del rock y los primeros pasos hacia una juventud más rebelde.

Una época donde se combina el conservadurismo de la presidencia de Eisenhower y el maccarthysmo, con la aparición del rock y los primeros pasos hacia una juventud más rebelde.

Hoy en día estas enfermedades mentales quizá no se puedan curar, pero se pueden tratar. Y se pueden tratar con un humanidad, un aspecto sobre el que también trata la autora, con algún episodio estremecedor. Tanto en los momentos negativos como en los positivos. Hay un psiquiatra villano, hay una psiquiatra que ejerce de hada buena para la joven enferma. Que esté correctamente reflejadas en la literatura, o en el cine, o en cualquiera de las artes ayudará sin duda a la mejora de la situación de estas personas.

No está nada mal esta novela, oye. Recomendable para cualquiera.

¿Podemos considerar a Esther Greenwood/Sylvia Plath una precursora del feminismo y de la liberación de la mujer? Algunos lo consideran así... a mí no me queda claro... pero sí alguien con gran capacidad de introspección. Una artista.

¿Podemos considerar a Esther Greenwood/Sylvia Plath una precursora del feminismo y de la liberación de la mujer? Algunos lo consideran así… a mí no me queda claro… pero sí alguien con gran capacidad de introspección. Una artista.

[Cine] Youth (2015), arrugados como pasas pero qué grandes

Cine

Youth (2015; 082016-0128)

Indudablemente Paolo Sorrentino se aplica aquello de si hablas mucho de algo es que lo practicas poco o careces de ello. Nos sorprendió hace no muchos años con ese repaso a la vacuidad de lo aparentemente bello, para resaltar precisamente el bien perdido, lo auténticamente bello. Un filme que en este momento tengo en más alta consideración que cuando lo vi.

Y ahora nos ofrece una reflexión sobre otro bien perdido. Porque pocos jóvenes aparecen con «chicha» en la película. «Chicha» mental me refiero. Con «chicha» en el sentido de prietas carnes, haberlas haylas… que ya se encargan de promocionarlas en el cartel anunciado del filme. Ante lo que estamos es ante las reflexiones ante el final de la vida de un notable de la música, retirado en un lujoso hotel de los Alpes, rodeado de una fauna que, como en la película anterior tiene un toque no poco felliniano.

Rodada mayormente en Suiza, a Suiza nos iremos a pasear fotográficamente. Interlaken, por ejemplo, al pie de gigantes de 4000 metros.

Rodada mayormente en Suiza, a Suiza nos iremos a pasear fotográficamente. Interlaken, por ejemplo, al pie de gigantes de 4000 metros.

La juventud. La vejez. Lo que ganamos y perdemos entre ambas. Los valores éticos y estéticos que nacen, crecen y mueren en el proceso de vivir. Son creativos los dos principales protagonistas del filme. El compositor, Fred Ballinger (Michael Caine), retirado, y que se niega a tomar de nuevo la batuta, ni aunque se lo pida la reina de Inglaterra, para dirigir una representación de sus más famosa creación… Esa «canción sencilla», mucho más compleja en el fondo y en el alma del compositor de lo que su creación sugiere. Y el director de cine, Mick Boyle (Harvey Keitel), que se niega a reconocer que su tiempo a pasado, que quiere legar su testamento final… incluso si este se ha escrito hace tiempo.

Todo ello, rodeados con una corte de caracteres, entre lo absurdo y el estereotipo, que aportan cada uno de ellos un matiz a las visiones de ambos ancianos. La hija (Rachel Weisz), el joven actor reconocido por el único papel que no le llena (Paul Dano), la miss universo (Madalina Diana Ghenea), la vieja gloria de la interpretación que llega a poner los puntos sobre las íes (Jane Fonda), los guionistas, la masajista (Luna Zimic Mijovic)…

O quizá trepemos en Lugano con el funicular a lo alto del Monte Bre.

O quizá trepemos en Lugano con el funicular a lo alto del Monte Bre.

Y todo ello rodado con un cuidado estético y simbólico absolutamente exquisito, en el que cada detalle cuenta. Nuevamente un nuevo palo a los valores más superficiales que pueden reinar en la sociedad actual, donde la juventud no es reconocida como una potencialidad de la personas, sino como un valor, pasajero en sí mismo, y por lo tanto altamente devaluable con el tiempo. Intrínsecamente. Duras imágenes eventualmente cuando el protagonista, un Caine en estado de gracia, suponiendo que todavía alguien no supiera su categoría actoral, cuando se sacude las telarañas, reconoce su suerte en la vida, y afronta la realidad de lo que perdió por el camino.

No es fácil resumir y comentar esta película. Casi lo mejor es que cada uno la vea y saque sus propias conclusiones.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

Pero también nos acercaremos a Venecia... donde se rodó alguna de las escenas más estremecedoras o tristes del filme. Con lo  bella, aunque ya no joven, que es la ciudad de la laguna.

Pero también nos acercaremos a Venecia… donde se rodó alguna de las escenas más estremecedoras o tristes del filme. Con lo bella, aunque ya no joven, que es la ciudad de la laguna.

[Cine] Mistress America (2015)

Cine

Mistress America (2015); vista el 22 de noviembre de 2015.

En un día como hoy en el que me encuentro muy confuso… Veréis… En el lugar donde trabajo, en los últimos años han sido o fueron relativamente las protestas salariales en viernes. La gente se vestía de negro y protestaba en la puerta del centro de trabajo durante unos minutos. Y a eso se le llamaba «viernes negro»… Pero ahora resulta que «viernes negro» o en inglés «black friday» es un día donde te venden las cosas rebajadas. Aunque dicen que antes de rebajar las cosas, en algunos comercios las suben de precio, así que cuando dicen que las han rebajado… pues eso… Que estoy confuso…

Retomo el hilo. Llevo un cierto retraso en lo de comentar películas que he visto en el cine. Con la de hoy tengo dos sin comentar. Así que a ver si entre hoy y mañana me pongo al día. La de hoy, vista en versión original. El título en la versión doblada, en España, creo que es el mismo. Y nos apeteció verla porque no hace mucho vimos otra película con la misma pareja de director/guionista y protagonista/guionista que nos gustó. Noah Baumbach y Greta Gerwig han vuelto a las calles de Nueva York para contarnos el desconcierto vital de las generaciones más jóvenes.

Volvemos hoy a Nueva York; al más urbano y dinámico.

Volvemos hoy a Nueva York; al más urbano y dinámico.

Tracy (Lola Kirke) es una chica de primero de carrera, que ha decidido hacer sus estudios en Nueva York atraída por la romántica imagen de la ciudad como lugar donde pasa todo en el mundo intelectual y social. Pero sus aspiraciones se quedan defraudadas, porque todo es muy aburrido. Además, aspirante a escritora, no parece impresionar a sus profesores y compañeros con sus escritos. Todo parece cambiar cuando conoce a Brooke (Greta Gerwig), la hija del novio de su madre, futura hermanastra. Esta, casi una década mayor, es «guay», lo pasa bien, y tiene proyectos para montar un restaurante maravilloso. Y conoce gente.  Las cosas al final no serán como parecen,… pero por lo menos le estimulará a escribir algo realmente interesante.

Drama con tonos de comedia, o comedia con tonos de drama, en la que de nuevo Baumbach y Gerwig exploran la ausencia de rumbo, la carencia de objetivos vitales en lo jóvenes actuales, representados por cualquiera de las dos protagonistas. Lo cual se hace especialmente grave cuando el joven empieza a no ser tan joven, situación representada por el personaje que interpreta Gerwig. Un personaje muy similar en ciertos aspectos al de Frances Ha, pero sin que parezca que vaya a conseguir reconducir su vida como aquella bailarina frustrada. Similares ingredientes que el mencionado precedente, aunque tal vez sin la frescura y la novedad que represento aquella sencilla película rodada en blanco y negro con cámaras fotográficas réflex digitales.

A la ciudad que despierta expectativas e ilusiones en la gente.

A la ciudad que despierta expectativas e ilusiones en la gente.

Buenas interpretaciones, tanto de sus protagonistas (esta chica, Lola Kirke, a quien esperamos en la segunda temporada de Mozart in the Jungle, parece que promete) como de los personajes secundarios. Todos juntos nos ofrecen de forma coral la parte más interesante de la película que es cuando se juntan todos en la casa del exnovio y examiga de Brooke.

Película que se deja ver con razonable agrado, no le encuentras grandes pegas, pero que tampoco dejará un recuerdo indeleble en la memoria. Si no encuentras nada mejor en cartelera, tiene un pase. El haberla visto en compañía entre otros de una joven de 21 años, permitió eso sí, un coloquio cervecero posterior muy interesante.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Pero en la que, si hacemos caso a lo que nos cuenta el cine y las series de televisión contemporáneas, las chicas jóvenes lo tienen realmente complicado.

Pero en la que, si hacemos caso a lo que nos cuenta el cine y las series de televisión contemporáneas, las chicas jóvenes lo tienen realmente complicado.