[Libro] Noches blancas – Fiódor Dostoyevski

Literatura

Debo reconocer que tengo grandes carencias en mi conocimiento de los clásicos rusos del siglo XIX tan celebrados por tantos, por sus aportaciones al relato literario, a la novela con mayúsculas. Pero mi única experiencia con ellos es Ana Karénina de León Tolstoi, que siempre me ha generado una sensación ambivalente. No puedo negar la gran calidad de la novela, pero al mismo tiempo me genera rechazo la ideología que Tolstoi destila detrás de la misma. Por mucho que reinterpretaciones actuales de la historia de la historia hayan querido ver en la Karénina como icono feminista, Tolstoi la expone como ejemplo de comportamiento impropio que merece castigo… como así sucede, mientras los machotes rusos de la época siguen con sus vidas.

No he ido y no sé cuando visitaré Rusia. Para ilustrar la entrada, usaré las salas de un palacio ruso, el de Catherinethal o Kadriorg, en Tallín.

Pero en vísperas de mis vacaciones en agosto apareció la novela corta de Dostoyevski que hoy nos ocupa en oferta en mi tienda de libros electrónicos habitual. Y fui a por ella.

Se lee en un plisplás. En ella se nos narran una serie de encuentros entre dos jóvenes. El, con veintipocos años, todavía pobre, se esfuerza por salir adelante trabajando y llegar a algo. Es solitario. Y como distracción se conforma con sus paseos por San Petersburgo. Ella, una adolescente que no ha llegado a los dieciocho años, también pobre, al cuidado de su abuela. Él se enamorará irremediablemente de ella. Pero ella,… ella espera que se realice una promesa una vez realizada.

Sencilla, ágil, pero profunda, es una delicada vuelta más al eterno tema de los amores no correspondidos. Y al terror que cualquiera siente ante la frase,… «pero podemos ser amigos». Muy recomendable.

[Cine) Dylda [Дылда] (2019)

Cine

Dylda [Дылда] (2019; 68/20191223)

Nos queda la duda de si en castellano han titulado esta película del ruso Kantemir Balagov Una gran mujer por las características morales de su presunta protagonista o por su elevada estatura. En cualquier caso eso no es lo importante,… y me queda muchas dudas de cómo repartir los protagonismos de este filme, mucho más notable de lo que esperábamos, aunque llevábamos muy buenas referencias. Una rareza en unas fechas donde la tendencia de distribuidores y exhibidores es a llenar la cartelera de películas muy comerciales y poco arriesgadas.

No he tenido ocasión de visitar Rusia, ni San Petersburgo claro, aunque hicimos un intento de hacerlo en 2007, cuando visitamos Helsinki y otras ciudades finesas, y Tallín en Estonia. Pero la burocracia y los malos transportes en tren lo impidió. Usaremos esta última ciudad para ambientar la entrada de hoy, como sustituta de la no muy alejada en la que transcurre la acción.

Estamos en Leningrado, actual San Petersburgo, inmediatamente tras el final de la Segunda guerra mundial. Una joven enfermera con un niño de tres años se afana en los hospitales militares de una ciudad destruida en gran medida y donde hay necesidad de mucho bienes de primera necesidad. La joven, Iya (Viktoria Miroshnichenko), sufre de ausencias, consecuencia de una conmoción que sufrió mientras estaba en el frente, en la artillería antiaérea. Y una de estas ausencia ocasionará una triste desgracia. Momento en el que reaparecerá en su vida una antigua compañera del frente, que siguió la guerra hasta Berlín, a pesar de sus heridas, Masha (Vasilisa Perelygina).

Estamos ante una cinta de una factura casi impecable. Muy potente en su aspecto visual, con esa paleta de colores muy contrastada entre los tonos rojizos y los verdes, representando estos últimos los pocos momentos de esperanza que se abren ante las protagonistas de la película. Unas mujeres con una vida difícil ante sí. Leí hace algo más de tres años un libro de la premio nóbel Svetlana Alexiévich que homenajeaba a estas mujeres, que sufrieron durante la guerra como los hombres, y más, puesto que fueron injustamente tratadas en el frente por sus compañeros, y después en la posguerra fueron vistas por el resto de la sociedad como las prostitutas de los soldados. A lo que hay que unir los problemas internos, físicos y psíquicos, que les quedaron de la guerra. Y sus problemas de relación entre ellas y sus compañeros.

Impresionantemente interpretada, pese a que la publicidad y los medios insisten en el protagonismo de Miroshnichenko, que lo hace muy bien, con momentos muy inspirados, a mí la que me estremece con más fuerza, la que me roba la respiración y la que me emociona más es la dura pero vulnerable interpretación de Perelygina, un personaje que desde mi punto de vista ofrece más ángulos y perspectivas y que nos ofrece algunos de los momentos más potentes.

Película poco complaciente. Que no es fácil de ver. Pero que me parece casi imprescindible. No creo que dure mucho en cartelera. Pero aprovechad mientras podáis.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****