[Cine] Suzume no tojimari [すずめの戸締まり] (2022)

Cine

Suzume no tojimari [すずめの戸締まり] (2022; 27/20230415)

Tras la pifia de la semana pasada de dinosaurios y aventuras espaciales, estábamos con ganas de ver algo interesante en las salas de cine, y la oportunidad surgió con el estreno de la más reciente película de Makoto Shinkai. Con los comentarios que había recibido hasta el momento tras su estreno en Japón, le teníamos ganas. He visto prácticamente todo de este director japonés, dedicado a la animación, y hay muchas cosas que me gustan. Aunque tengo más debilidad por los mediometrajes, de cuando no era tan conocido, que por sus grandes, y no tan grandes, éxitos en el ámbito del largometraje. Por cierto, en la versión doblada se ha optado por el sencillo título Suzume, el nombre de la chica protagonista frente al original que significa La cerradura de Suzume, que tiene mucho sentido.

Naturaleza y mitología, una combinación que podemos encontrar en la isla de Itsukushima, en el mar interior de Seto, y que se encuentra también en muchas obras de animación japonesas, entre ellas las de Makoto Shinkai.

En el ámbito de lo fantástico, Suzume es una adolescente huérfana que vive con su tía en una ciudad de Kyūshū, la isla sur de las cuatro grandes del archipiélago japonés. Cuando de repente conoce a un atractivo universitario de visita en la población y comienzan a suceder extraños fenómenos. Una misteriosa criatura en forma de gran gusano se asoma por una misteriosa puerta y amenaza con causar un gran terremoto en el lugar, lo cual el joven intenta evitar, y lo conseguirá con la ayuda de Suzume. Pero algunas alteraciones se producirán que llevarán a la pareja… con el joven convertido en… ya lo veréis si vais a verla… bueno… llevarán a la pareja a recorrer Japón hasta la región de Tōhoku en el norte de Honshu, para prevenir catástrofes similares.

Y disfrazada de aventuras fantásticas y de romance, Shinkai se dedica a hacer catarsis sobre las catástrofes que asuelan periódicamente el País del Sol Naciente. No es casual que entre los destinos del viaje de Suzume y de su compañero se encuentre Kobe, Tokio y el nordeste de la isla de Honshu. Catástrofes que han marcado el imaginario y la mentalidad del pueblo japonés, y que se encuentran en la base de muchas de sus creaciones artísticas, cinematográficas, literarias, o televisivas, en acción real o imaginación. La inestabilidad del choque entre placas tectónicas y las bombas nucleares de la Segunda Guerra Mundial han condicionado un cierto estado mental. Si al último gran seísmo le añades la catástrofe nuclear de la central de Fukushima… ya tienes el completo. Porque además de esta catarsis, también es una película sobre la gestión del duelo, por las pérdidas personales que se sufren en estas catástrofes y como marcan la vida de los supervivientes. Una de los temas que me hubiera gustado ver más desarrollado es el impacto en la relación entre Suzume y su joven y atractiva tía Tamiki, y el impacto del terremoto de 2011 en sus vidas.

Como de costumbre, la atención al detalle en la animación de Shinkai es primorosa. Y los temas y elementos comunes al conjunto de su obra también están presentes. Una de las apuestas del grupo de personas que fuimos a ver la película en la matinal del sábado pasado es ver quien descubría antes la presencia de un cordón rojo, el cordón del destino, que aparece en muchas películas del director. No tardamos mucho en encontrarlo. Claro.

Acompañada como de costumbre con la banda sonora de RADWIMPS, ya un clásico de las películas de Makoto Shinkai, más una divertida playlist de temas del pop de décadas atrás para el momento más road movie de la película, cuando a los dos protagonistas principales se les suman un par más que lanzan y animan la idea de familia, de amistad, y de solidaridad con quienes lo necesitan, la película no alcanza los niveles épicos de Kimi no na wa…, pero supero a Tenki no ko, y se convierte en una película altamente recomendable. Imprescindible para los amantes de la animación, pero muy recomendable para cualquier aficionado al cine que quiere una aventura altamente entretenida, pero al mismo tiempo con corazón, con sentimiento y con reflexión.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] 65 (2023)

Cine

65 (2023; 26/20230413)

Los responsables de esta película de dinosaurios… es una película que sigue más los tópicos del género dinosáurico que el de las aventuras espaciales… que aparenta inicialmente,… no se han enterado que las estimaciones más precisas y recientes para la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno es de 66 millones de años. O si se han enterado, les habrá parecido que el número 65 es más conveniente que el número 66 para la mercadotecnia de la película. No sé. Es el menor de los problemas de esta película, que ha necesitado dos directores (y guionistas), Scott Beck y Bryan Woods, para perpetrar un producto cinematográfico inane por completo. Y no es que yo quisiera ir a ver esta película, pero fui invitado, me pareció mal no aceptar la invitación… y todo pecado lleva consigo su penitencia, dicen.

El más famoso asteroide de la historia natural de la Tierra marca el final del periodo Cretácico y de la era Mesozoica. Pero «gracias» a Spielberg, casi todo el mundo asocia los dinosaurios al periodo Jurásico, anterior al Cretácico, cuyo nombre deriva del Jura, región geográfica repartida entre Francia y Suiza, de donde proceden las fotos de hoy. Quizá debiera haber usado las fotografías de los acantilados de creta del canal de la Mancha para ilustrar la entrada, más «cretácicas». Pero tengo pocas, y no muy buenas.

Sorprendentemente, hace 66 millones de años, 65 millones según la película, en la galaxia existía una especie que, por una casualidad de una improbabilidad extrema, con p(X) muy próxima muy próxima muy próxima a 0, donde X es la existencia de dicha especie, es virtualmente idéntica al ser humano, en una situación de evolución biológica sorprendente que ya es el primer motivo de sonrojo en lo que se refieren a la pseudociencia ficción de la película. La otra casualidad de improbabilidad extrema es que una nave espacial pilotada por un tipo (Adam Driver) que tiene una hija muy enferma, sufre un accidente al entrar en otros extremadamente improbable «campo de meteoritos» y acaba estrellándose en el planeta Tierra… 24 horas antes del impacto del asteroide que se supone desencadenó la extinción de los dinosaurios no aviares y otras muchas especies. Y mira tú por donde, de los viajeros hibernados de la nave… se salva una niña (Ariana Greenblatt)… que… bueno… ya podréis suponer.

Podréis suponerlo todo. Porque la película no es que sea previsible. Es que dada la premisa inicial, cualquiera que haya ido al cine con cierta frecuencia es capaz de escribir el argumento de la película sin verla. Y además es un pastiche que acumula todos los tópicos propios del género de dinosaurios. Incluyendo el enfrentamiento final con el T. rex, claro. No hay nada que se pueda destacar diciendo… hay algo original, se aporta algo nuevo por pequeño que sea. En algunos momentos, llega a ser hasta chusco, de tan previsible es, de cómo se fuerzan las casualidades para presentar la situación que parecía que tocaba en ese momento. Los intérpretes, dos son los que importan, hay otros dos de aparición mínima, hacen lo que pueden dada la naturaleza del problema. Pero asumiremos que es un trabajo meramente alimenticio sin más.

La película no es recomendable, ni siquiera como entretenimiento. Su única gran virtud es su duración de sólo hora y media. Casi demasiado para lo que hay que contar, pero teniendo en cuenta la moda actual de películas de acción que sobrepasan las dos horas de forma habitual, casi sistemática,… pues ya se sabe, lo bueno, si breve, dos veces bueno, y en lo que se aplica aquí, lo malo, si breve, menos malo. No paguen por verla en el cine. Si en un futuro la tienen en una plataforma de contenidos y la pueden ver sin pagar extra… pues tampoco será una ofensa tremenda. Pero, sencillamente, una película que podría no existir y no pasaría nada. La falta de imaginación y creatividad al poder.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Libro] Luna Apogeo

Literatura

Sinceramente, supongo que el éxito de ventas que se nos dice que tiene este libro entre los libros electrónicos de Amazon se debe a que suele estar a precios muy baratos. Típico producto de la autopublicación, la de los autores que se quejan de que las editoriales no los aceptan, y no les dan oportunidades. Desconozco cuál es la realidad de la relación del autor del libro Rubén Azorín. El comentario anterior tiene un carácter generalista. Pero si he aprendido algo en los últimos tiempos, después de varias experiencias con los libros autopublicados, es que la existencia de un editor es un cribado importante para garantizar la calidad de los libros que llegan al lector. Otro problema es los criterios que imponen las empresas editoriales, que pueden sesgar sus decisiones, dejar en la cuneta obras interesantes y publicar algún pestiño que otro. El tema es complejo. Pero cada vez estoy más convencido de que tiene que haber alguien, con criterio, que sirva de puente entre el entusiasmo del escritor, que ha dedicado tiempo y esfuerzo a su obra, y que comprensiblemente quiere que se lea, y el lector… que debe tener ciertas garantías de que lo que se pone a la venta tiene alguna cualidad que hace que eso merezca la pena.

Había leído previamente un relato de Rubén Azorín. No sé si llamarlo novela corta o cuento largo. Y si no era redondo, apuntaba algunas maneras. Era un tanto confuso. Quizá con pretensiones un poco elevadas… pero bueno. No entusiasmaba, pero se dejaba leer. Y hacía tiempo que había ido viendo comentarios sobre estas novelas sobre la Luna del mismo autor. Pero determinadas experiencias relativamente recientes sobre libros autopublicados me hacían ser prudente. Hasta que apareció a la venta por el ridículo precio de 89 céntimos. Y dije… bueno… a partir de ahora lo único importante que puedo perder es el tiempo. Y decidí leerlo.

Pues eso… la luna. Fotografías de la luna o con la luna… que para eso estamos, para estar en la luna.

Y aquí vino la sorpresa negativa. El libro no es realmente ciencia ficción seria. Por muchos comentarios que veáis de gente que diga eso… pues no. Fijaros… una anédocta…

En resumen… 89 céntimos es un precio excesivo para este libro. Claro está, atraerá a muchos lectores que ante determinadas políticas demenciales de precios del libro en España y otros países de Europa, optan por libros baratos. Luego… bueno, en los aficionados a la fotografía es conocido el fenómeno que poca gente reconoce que se ha equivocado a al comprar su cámara fotográfica. Y se convierten en defensores de su trasto, aunque no les guste nada. Pues supongo que puede pasar algo así en el mundo editorial. Surgen muchos apóstoles de la autopublicación,… que luego no pueden volverse atrás cuando este sistema empieza a provocar una lluvia de mediocridades. Cuando no de bodrios. Quizá la autoedición, la autopublicación pueda tener sentido en determinados entornos… pero con un público educado y con criterio para discriminar. Si no… es preciso un proceso editorial. Quizá por eso me gustan las pequeñas editoriales que arriesgan donde los intereses comerciales de las grandes lo impiden. Pero un cierto proceso editorial, un cribado, una crítica constructiva a priori, ha de existir. Si no, vamos mal…

Se oye con frecuencia que el potencial del cerebro es impresionante y que sólo se usa el diez por ciento del mismo. Hay… un montón de obras de ficción, literarias o audiovisuales, sobre esta premisa. La realidad… el origen de esta creencia fue la entrevista de un periodista a un neurocientífico. Este lo que dijo en realidad es algo así como ‘no sabemos para qué sirve el diez por ciento del cerebro’, que no es lo mismo que ‘el diez por ciento no se utiliza’… pero el periodista transcribió como el vino bien. Es como cuando un periódico de mi ciudad, el Día Mundial del Sida, allá por mediados de los años 90, convirtió el dato ‘un 12 % de los infectados por el VIH lo han sido por transmisión heterosexual’ en un ‘un 12 % de los heterosexuales están infectados por el VIH’, lo cual hubiera sido en aquellos momentos una catástrofe monumental. Se quedaron tan anchos. Nunca hubo rectificaciones.

Volvamos al libro… empecé a ponerme mosca cuando el autor refleja en un momento dado la mandanga esta del cerebro sin usar. Claro que lo usamos… anda que no cuesta energía y problemas en el parto el tener un cerebro de este tamaño… como para no usarlo… Empecé a sospechar del bajo nivel científico del libro… y continuó… bueno. No es un libro de ciencia ficción. Es un libro que toma elementos de mitos urbanos diversos y teorías conspiranoicas diversas para montar una trama con hombrecitos verdes y la luna que se aleja, mezclado con las tradiciones más consolidadas de ese infame cine que es el de catástrofes naturales.

El libro se va desmoronando por completo. Los personajes están prefabricados, nunca sabes exactamente cuál es el principal… ni siquiera hay una convergencia real y clara de muchos ellos que dé sentido a las historias más o menos paralelas… no hay empatía real. Y todo desemboca en un tramo final confuso y sin resolución. Pero al mismo tiempo, tampoco sientes que allá un cliffhanger que te induzca a creer que va a haber una segunda parte, la hay, y que merezca la pena leerla. Que no creo. Y espero que nadie se enfade mucho porque no me haya gustado la novela… que luego recibo comentarios o mensajes de todo tipo. Algunos son educados, y se pueden ver. Pero otros son groseros… y esos no. Parece que no gusta en algunos autores, y con más frecuencia en sus amigos, que a algunos no nos gusten sus libros.

[Cine] Kursk (2018)

Cine

Kursk (2018; 58/20181210)

Película del director danés Thomas Vinterberg, uno de los impulsores hace más de 20 años del movimiento Dogma 95, un movimiento del que formaron parte o surgieron realizadores cinematográficos de indudable interés. Incluso si poco a poco se fueron apartando del manifiesto del movimiento, porque indudablemente, en cine, aunque la forma es importante, mucho, todavía lo es más tener algo que decir. Vinterberg no se ha prodigado mucho, aunque impacto mucho en aquella tremenda Festen, una de las películas que más me han impactado en un momento dado. En mi lista de imprescindibles.

No he visitado la Federación Rusa. Tuve una oportunidad en 2007, pero la estúpida lentitud burocrática de los visados, hizo que desecháramos la posibilidad. Así que para ilustrar los paisajes «árticos» del mar de Barens… pues pasearemos por las costas y las tierras de Noruega.

Ahora nos llega con una recreación no fiel, aunque con criterios de cierta plausibilidad, de lo que aconteció en el accidente del submarino ruso Kursk, que se hundió con su tripulación en el mar de Barents en el año 2000. Que nadie se me queje de destripar la película; cuenta hechos históricos, razonablemente recientes y conocidos. Nadie puede saber con exactitud la secuencia de acontecimientos que llevó al fallecimiento de los últimos tripulantes del tripulante. Vinterberg, a partir de los datos ciertos recogidos, cuenta una historia plausible hasta cierto punto, es dudoso que los marineros supervivieran tanto tiempo como en la película, pero no real. Se trata más bien de una reflexión.

Esta película, que tiene una factura excelente y unas interpretaciones de muy alto nivel por parte de un reparto europeo internacional, en el que falta la auténtica participación rusa, es una película que pone sobre el tapete temas fundamentalmente éticos. Concretamente aquellos relacionados sobre el valor de la vida humana. Aunque la acción transcurre en el año 2000, casi una década después de la desaparición de la Unión Soviética, toda ella está impregnada del «aroma» de la descomposición del régimen, que se sucedió de forma peculiar en el régimen de Putin actual, que sólo alguien tremendamente optimista o muy cínico calificaría como democracia. En aquel 2000, Putin acababa de estrenar su presidencia, y no faltan quienes señalan el incidente del Kursk como el que dio comienzo a la destrucción de los derechos humanos y de la libertad de prensa en la Federación Rusa.

Una película que tengo la sensación de que está pasando relativamente desapercibida en cartelera. Incluso la acogida de la crítica, siendo positiva, ha sido relativamente tibia. Y sin embargo a mí me ha parecido muy interesante y digna de recibir un repaso. Yo estoy encantado de haberla visto.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

Libro: The Road – La carretera

Literatura

Parecía inevitable. La película me interesó. El libro ha sido muy premiado y muy vendido. Ha recibido muchas alabanzas. También algún correctivo. Pero está ahí. Así que hace unos días me encontré en la FNAC la versión en inglés. Y simultáneamente, un amigo me dejó la versión en castellano. Como el tema me parecía muy árido para la versión original, he decidido leerlo en castellano. Y esta ha sido mi impresión.

The Road – La carretera
Cormac MacCarthy
DeBolsillo – Barcelona, 2009
ISBN: 9788499083469

Pues la verdad es que la cosa me ha pillado un poco en frío. Y el motivo principal es que he constatado que la película, que vi primero, es extremadamente fiel a la historia narrada en la novela. Cosa que es sencilla porque es una novela de corta extensión, con un estilo que va muy al grano de las vicisitudes que están sufriendo los personajes.

Para quien no esté enterado, el argumento nos narra la peripecia de un hombre y su hijo que van recorriendo una región de lo que suponemos las regiones orientales de los Estados Unidos, que se encuentran desoladas y carentes prácticamente de toda vida, salvo algunos humanos superviviente y poco más, como consecuencia de algún cataclismo cuya naturaleza desconocemos a lo largo del relato. Se deben enfrentar a las inclemencias del tiempo, ya que este es de naturaleza continuadamente invernal, a la falta de alimentos, a las agresiones de otros supervivientes, y a la enfermedad.

La narración es muy directa. No se entretiene. Descripciones de la realidad descarnada de los lugares por los que atraviesan, diálogos lacónicos con frases cortas o de una sola palabra, exposición directa de los acontecimientos. Todo ello, especialmente los diálogos, nos hablan de la deshumanización de los personajes. Da la impresión de que la falta de elaboración en los diálogos es un reflejo de la limitación intelectual y psicológica que sufren por las condiciones ambientales. Sabemos por la narración lo que sueña o lo que piensa el padre; conocemos así algunos datos de su pasado, de su esposa y madre del niño, de su voluntario suicidio por la desesperanza. Pero de lo que piensa o sueña el niño sólo sabemos por lo reflejado en los diálogos, o por las observaciones que el hombre hace sobre él. Es un misterio en el fondo. Teniendo en cuenta que el padre representa lo que la especie humana fue, el niño debería representar lo que la especie humana puede ser. Y aunque conocemos cuanto de bueno puede haber todavía, en realidad es un misterio, si es que realmente puede haber un futuro.

Resumiendo, es una lectura interesante, aunque tampoco la he encontrado tan entusiasmante como muchos han publicado. Se lee bien, y ciertamente te deja el desasosiego de una situación tan extrema y sin esperanza. Pero quizá se queda ahí. Sin proponer nada más. O a lo peor, en una situación como la narrada, no hay nada más que proponer.

Luna llena entre las nubes

La peripecia de los personajes sucede bajo un cielo permanentemente cubierto de nubes y cenizas; no disfrutan del lujo de ver aparecer eventualmente la luna llena entre las nubes, como en este momento a orillas del Canal Imperial de Aragón a su paso por Zaragoza - Panasonic Lumix GF1, Leica Elmar-C 90/4