Gisaengchung (2019; 53/20191027)
Hace una semana que vimos ya esta película surcoreana. Dirigida por Bong Joon Ho, un director de lo más polivalente en sus formas… que no tanto en sus fondos, porque siempre hay una preocupación social en sus películas.
A veces me sorprende que estas películas surcoreanas tengan la misma nacionalidad que las series de Netflix que veo como placer culpable. Estas películas son buenas. Pero de verdad, muy buenas. No ha faltado quien ha calificado de obra maestra esta película. Creo que no llega a tanto… pero por poco. Y parece mentira que encuentren tan excelentes intérpretes, que parece que desaparecen o se transforman en otra cosa, bastante peor, cuando hacen televisión. Aunque no debería extrañarme… en España pasa algo parecido. Potencialmente buen cine… series de televisión, pues no tanto.

Dos familias. Aparentemente muy diferentes. Pero muy parecidas. Padre, madre, hija mayor, hijo menor. Con dos diferencias importantes. Los unos son ricos, asquerosamente pijos. Los otros son pobres, lamentablemente cutres. Los pobres son mayores que los ricos. Pero si analizas los roles… tampoco se diferencia tanto. El hijo de los pobres consigue un puesto de profesor particular de inglés de la hija adolescente de los ricos. Y a partir de ahí comenzará una insidiosa infiltración de la familia pobre en la familia rica. Hasta que sin ser conscientes, dan el paso equivocado y salta un secreto a la luz del día. O más bien de la noche. Y el infierno llega…
La película tiene momentos realmente magistrales. Comedia negra negrísima, crítica social ácida acidísima, que puede que valga para la relativamente desigual sociedad coreana. ¿Desigual? Está más o menos a la par con España… aviso. Sorprende la cantidad de semejanzas entre dos países en los dos extremos del continente euroasiático. Una guerra civil en el siglo XX, un dictadura militar que la sigue, una transición más o menos revuelta, una democracia estupenda sobre el papel, pero con problemas de ejercicio en el fondo, corrupción política y económica, un tren de alta velocidad con estaciones en medio de ninguna parte,… También existen diferencias. Pero vamos, que lo que se cuenta en esta película podría haber sido contado, con diferencias formales pero no de fondo, por Berlanga y Azcona. Y como toda comedia negra, sólo valen dos finales… o el triunfo del pícaro o la deriva hacia la tragedia. Lo comprobáis viéndola.
La película comete un pecado. O mejor dicho su director y guionista. Monta un espectacular enredo, un magnífico fresco del mundo real visto de una retorcida forma, pero le cuesta encontrar una salida al enredo, y en su tramo final se desmadra un poquito en su resolución. Nada grave. Pero le roba a la película ese calificativo de obra maestra. Por lo demás, las puesta en escena, el movimiento de la cámara, la impecable dirección de actores en estado de gracia… todo perfecto.

Véanla. Atrévanse con la versión original, aunque no entiendan nada. Se acostumbrarán a leer los subtítulos y apreciarán mejor los matices. De lo mejor de este año. Sólo le ha faltado un cierre más redondo. Hubiera sido perfecta.
Valoración
- Dirección: ****
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: ****
