[Televisión] Cosas de series; malvados cutres y malvadas pijas

Televisión

Poco a poco me voy quitando la lista de espera de series emitidas esta primavera, y hasta la primera mitad del verano. Es cierto que tengo una cierta lista de espera… cosas que quiero ver y no doy abasto. Es bueno cuando no doy abasto. Eso quiere decir que tengo cosas más interesantes que hacer que ver la tele… En fin. No divaguemos. Que hoy toca tele. Es cierto que en estas semanas veraniegas parece que a la gente no le interesa otra cosa que no sean las guerras e intrigas en Westeros/Poniente… pero bueno, hay más vida más allá de las riberas del Mar Angosto.

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Una de las señas de identidad de la película y las series de Fargo son los paisajes nevados en las grandes praderas del norte de los EE.UU. Paisajes muuuuuuuuucho más raros en mi tierra, Aragón, pero no imposibles.

Hace un tiempo me enganché con mucho retraso a un guilty pleasure, un placer culpable, muy culpable, que fue Pretty Little Liars. Una mezcla de «mujeres desesperadas» con «venganza» y algo de «psicosis» y otros acosadores diversos, con un reparto presuntamente adolescente. Presuntamente, porque siempre hay una cierta divergencia entre las edades reales de las actrices y las de sus personajes en todo o en parte del reparto. En su momento me puse al día, siendo una serie que ha estirado todo lo posible y hasta la náusea su premisa inicial, mucho más allá de lo posible. Recordamos… grupo de adolescentes con un pasado oculto que empiezan a recibir anónimos de un/a misterioso/a acosador/a, «A», que les amenaza y les lleva a hacer todo tipo de tonterías a base coacciones y chantajes. Los últimos diez u once capítulos han tenido un pequeño argumental propio, aparentemente concluso en el penúltimo capítulo para llegar a un capítulo final donde se sacan de la manga una mala improbable y desconocida. Bien. Como decía, un guilty pleasure, con un diseño de producción de buen nivel aparente, con unos guiones que a veces son de vergüenza ajena, y con unas protagonistas muy monas y muy pijas, pero muy malas actrices. En fin… serie que ha pasado a mejor vida… la de las reproducciones interminables de las plataforma de vídeo bajo demanda.

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Mucho más interés por su contenido y su infinita mejor calidad es la que me despertaba la tercera temporada de Fargo. Con uno de los descubrimientos más interesantes de la tele en los últimos años gracias a The Leftovers, como es Carrie Coon en su papel de policía rural pero lista, un clásico de este universo, con Ewan McGregor en un papel doble, de dos hermanos gemelos sumamente cutres, con la atractiva y competente Mary Elizabeth Winstead marcando la línea de que las mujeres son más inteligentes que los hombres incluso para delinquir, y con un inquietante David Thewlis como malo, malísimo, malo… prometía mucho desde el principio. Lo cierto es que la serie sigue estando a muy buen nivel. Sin embargo, no ha llegado a las cimas a las que llegaron las dos temporadas anteriores. Quizá en parte porque ya causa menos sorpresa sus derivas argumentales, siempre fieles a la senda marcada originalmente por la película de los Coen. En cualquier caso, estamos ante la antítesis afortunada de la serie anterior. Aquí hay un diseño de producción mucho mejor aunque no se aparente. No hay pijos, sino gente modesta o cutre. Los guiones son muy buenos. Y los intérpretes de alto nivel. Seguramente la serie anterior tiene más audiencia que esta. Pero bueno. Aquí estamos para recomendar lo bueno, no lo malo.

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