Paradojas de la ornamentación ciudadana

ciudad, Fotografía personal
Parque de la Memoria, Zaragoza

Paseaba el sábado pasado por Zaragoza para documentar el extraño aspecto que ofrecía la ciudad, cubierta por una capa de hielo, tras un par de días de niebla con temperaturas bajo hielo. Y no lejos de casa, sentí lástima por una escultura. Una estilizada y sonriente bañista que ornamenta el Parque de la Memoria, se encontraba como siempre, en lo alto de su pedestal, invitando a disfrutar del aire libre y del buen tiempo… que vendrá dentro de unos meses. Mientras tanto, estoica, a 3 grados centígrados por debajo de cero, con su traje de baño de competición, soportaba con su eterna sonrisa la capa de hiejo que sobre ella se depositaba.

Seguro que el artista que la concibió no pensó en este ambiente, ni en que los escasos viandantes que por el parque se aventuraban iban a sentir, más que alegría, lástima. Aunque sea de una materia inerte y no de la vibrante carne que muchos imaginarán…

Yo también sentí pena… pero ya llegará el buen tiempo, ya.

Zaragoza se hiela por Navidad

ciudad, Fotografía personal, sociedad
Ribera del Canal Imperial de Aragón, Zaragoza


Zaragoza
lleva tres días bajo una intensa niebla con temperaturas extremadamente bajas. La boira, que es la denominación tradicional de la niebla en Aragón, se instala con frecuencia en el Valle del Ebro cuando llegan los fríos anticiclones invernales. Lo que no es tan frecuente es que se acompañen de temperaturas bajo cero durante prácticamente todas las horas del día. Y cuando esto sucede, en ocasiones la boira se hiela. Incluso en algunas zonas es posible sentir como pequeños copos se forman a nuestro alrededor y caen dando la sensación de que nieva. Pero es un fenómeno distinto de la nieve, ya que ésta aparece en situación de bajas presiones, justo al contrario que el meteoro que hoy nos ocupa.

El caso es que para muchos maños es como si hubiese nevado. Y a pesar de lo poco frecuente que es la nieve en esta ciudad, vamos a tener una blanca navidad, como cantaba Bing Crosby con la célebre canción de Irving Berlin. No será la en otras latitudes tradicional nieve, pero bueno,… a falta de pan, buenas son tortas. Pero vamos… que no dure mucho… que hace frío… brrrrr.

Yo no soy especialmente creyente en esto de la Navidad, pero para aquellos que lo son, Feliz Navidad, y para los que no lo son, Felices Fiestas. Y ya sabéis… si un tipo viejo, gordo, con barbas, y vestido con un horrible traje colorado ronda por vuestra casa… no llaméis a la policía… que igual os trae algo.

Paseo de la Independencia, Zaragoza

Nuevos colores del anochecer (y IV)

ciudad, Fotografía personal
Mercado Central, Zaragoza

Finalizo mi serie de instantáneas de Zaragoza al anochecer con una fotografía del Mercado Central, desde mi punto de vista uno de los edificios más interesantes que uno puede admirar paseando por el Casco Viejo de la ciudad. Sin embargo, aunque para algunos es un ejemplo interesante de arquitectura civil, durante mucho tiempo ha sido objeto de debate su existencia, al verlo como un obstáculo para la existencia de rápidas y amplias avenidas para que los omnipresentes coches, ruidosos y contaminantes, tengan prioridad sobre las personas en la ciudad. De momento se ha salvado. Espero que por mucho tiempo.

Nuevos colores del anochecer (I)

ciudad, Fotografía personal
Paseo de la Independencia, Zaragoza

Fue en febrero de este 2005 cuando comencé a tomarme en serio lo de llevar adelante una bitácora en la telaraña mundial. Este Cuaderno de Ruta que aquí podéis seguir. En aquellos momentos, todavía no tenía muy claro en cuál sería el estilo a seguir. Y entratanto, decidí publicar una serie de imágenes de Zaragoza al anochecer. En este tiempo la bitácora se ha asentado. Pero me ha parecido bien ofreceros una nueva serie sobre el mismo tema.

Y para empezar, un «mupi» que ya aparecía en la primera serie. Eso sí, ha cambiado. No sé si para bien. En aquella ocasión, nos ofrecía una imagen de Charlize Theron. Hoy es el «calvo» de la lotería. ¡Qué se le va a hacer!

El contraste del "arte" callejero

ciudad, sociedad

Como un españolito más, aprovecho la estúpida forma de planificar los días festivos de este país, que lleva a que la jornada laboral de esta semana parece que tenga hipo, para coger unos días de fiesta que me quedan y evitar caer en una neurosis profunda al no saber nunca si me toca trabajar o no. Y aunque en esta ocasión «no me toca» salir de Zaragoza, sí que quiero aprovechar para salir a pasear con mi flamante nueva cámara de segunda mano.

Recorriendo el Casco Viejo, en la Calle Estébanes, alrededores del Tubo, encuentro algunas muestras de «arte» callejero. Entrecomillo lo de «arte». A no todo el mundo le gusta que haya gente que pille la brocha o el aerosol* de pintura y «adorne» la ciudad. Pero yo pienso que como todo,… depende de cómo y dónde.

En este caso, creo que no vienen mal estas muestras de arte efímero. En las paredes que rodean un solar, encontramos varios murales pintados. Y en ellos sorprendentes contrastes entre lo que unos y otros buscan representar. Y así, un San Jorge lleno de colorido, armado de un rodillo de pintar con mango largo, patea al dragón que supongo representará a quienes no guste estas maifestaciones. Justa a su lado, el artista nos ofrece una visión llena de desesperación y de tonos apagados.

Curioso. Creo que de vez en cuando merece la pena fijarse en estas formas de arte ciudadano**.

PS: * Nota lingüística: Casi todo el mundo llama sprays a los botes de pintura de los que esta sale a presión impulsada por un gas que ejerce como propelente. Y así iba a denominarlos yo. Normalmente lo hubiese hecho así, y ya está. Pero de repente he sentido como si algún demonio lingüístico me pinchara en el culo con su tridente afilado, y me ha entrado la duda sobre si esta palabrita estaba en nuestro diccionario. Pues no. Hay que poner aerosol. Así que ante la duda… todos a mirar al diccionario de la RAE. ** Por si alguien se enfada, no estoy de acuerdo en que se pinte indiscriminadamente la ciudad por cualquiera con un aerosol de pintura. Pero, aprovechemos las situaciones transitorias para dar un poco de color a nuestras calles. O encaucemos las ganas creativas de la gente de algún modo… No sé… No manchar, pero no coartar.

Naturaleza ciudadana… y maltratada

ciudad, sociedad

Paseando por la ciudad es posible encontrar elementos de la naturaleza que se infiltran en el artificio urbano. Entre la vida que se empeña encontrar su camino a orillas del Canal Imperial de Aragón en Zaragoza, encontramos suficientes motivos que pueden llamar la atención del fotógrafo que pasea por sus orillas.

Sin embargo, los ciudadanos no siempre valoran las bondades de tener un medio natural al alcance de la mano, sin salir de la ciudad. Y uno se pregunta de qué serán las ruedas herrumbrosas que asuman en el agua ante la indiferencia de los patos que nadan a su alrededor.

La "Oktoberfest" o de las cutrefiestas populares

ciudad, sociedad

Una de las penas que hemos de sufrir en este valle de lágrimas son las fiestas populares. Entendámonos. No es que esté en contra de que la gente (el pueblo, de ahí lo de «populares») se divierta. Lo que me carga un poco es la oferta de diversiones que se pone a disposición de la gente.

Primera quincena de octubre. Esto es Zaragoza. Luego llegan las Fiestas del Pilar. Gente por todos lados. Montones de gente. De hecho la publicidad del Ayuntamiento se basa en eso. «Todos a la calle». Con tal de que haya mogollón, todo va bien. Los políticos la llamarán «un éxito de la participación ciudadana». En fin…

Las suelo evitar. Pero de vez en cuando uno sale un rato. Una buena gente te llama… Y si salimos… Y si tomamos un chisme… Y si nos vamos… ¡¡¡a la Oktoberfest!!!, remedo nimiocutre de la fiestas de la cerveza bávaras.

La caspa. Una carpa con varias decenas de mesas y bancos dispuestos cual comedor colectivo de un «Stalag» (campo de prisioneros alemán), que es lo propio. Para beber, cerveza en jarras de litro… ¡¡¡de plástico!!! Y unos tipos con pantalones cortos cantando marchas teutonas. Para comer, salchicas de plástico con puré de patatas frío.

Menos mal que uno no depende del ambiente para pasarlo bien. Que para eso está la compañía. Y aunque el día no acompaña (fuera la sequía llega a su fin, y hasta este lejano lugar llegan los ecos de las tormentas tropicales del Atlántico), hacemos unas risas.

Eso sí. A la salida una advertencia. No llevarse la jarra… ¡¡¡de plástico!!! Vaya. Yo que me iba a preparar el ajuar.

Hoy es día de mercado en Zaragoza

ciudad, sociedad

Todos los años, en el mes de junio, se instala en los alrededores de la Seo de Zaragoza el Mercado Medieval de las Tres Culturas. Las tres culturas son la musulmana, la judía y la cristiana que, según el mito aceptado por los «políticamente correctos», vivieron en «paz y armonía» en el medioevo hispano. A mí se me da que no. Que se frieron mutuamente a impuestos según quien se mandaban, y que con más frecuencia de lo que parece, practicaban un mayor o menor grado de «apartheid» según la etnia dominante. Pero bueno. Lo de hoy es lúdico.


Un ruego, por favor; no digáis Catedral de La Seo, lo cual es una redundancia. Seo es la palabra aragonesa para decir catedral. En Zaragoza, a la Catedral se le denomina con su apelativo aragonés tradicional; la Seo. Su nombre completo es la Seo de San Salvador. También sería correcto denominarla Catedral de San Salvador.

La realidad es que es un acontecimiento muy animado, y una oportunidad para que el fotógrafo aficionado haga «manos» en la cosa del reportaje. No falta el colorido y los mercaderes, aunque más o menos simpáticos según los casos, no ponen pega alguna a los múltiples paseantes con cámaras. Convendrá cuidar, sin embargo, los modos. Y sonreir de vez en cuando, no molestar a los potenciales clientes imponiendo nuestra presencia, e interesarse de vez en cuando por los productos ofrecidos es una buena política. Tengamos en cuenta que hay auténticos musulmanes, hombres y mujeres, que no siempre ven con buena cara determinadas actitudes en los fotógrafos. Tolerancia y respeto.

En la imagen, las hilanderas de Almudevar (Huesca); instaladas en el centro de la Plaza de San Bruno, constituían uno de los principales puntos de atracción. Y además eran muy simpáticas, y se le estaban pasando estupendamente.

avión…

ciudad, sociedad

avión… (léase «avión tres puntos«)

Un pequeño colectivo de ciudadanos de Huesca, con inquietud por el arte y la ecología, tuvieron la idea de unir el reciclado y el arte. Adquirieron los restos de un avión DC-9 accidentado en Granada ya hace un tiempo, y lo han transformado en un espacio cultural móvil.

Su presentación oficial fue en ARCO’05, y actualmente está instalado en el Paseo de la Independencia de Zaragoza, para que los ciudadanos admiren el «trasto» y la iniciativa.

Bien. Como idea, me gusta. Pero… (maldita sea; siempre pongo «peros» a las cosas). Como decía, pero me parece un trasto. Enorme. Relativamente destartalado. Es curioso. Ayer viernes tenía la oportunidad de escuchar a Rosina Gómez-Baeza, directora de ARCO (Feria internacional de Arte Contemporáneo de Madrid), en una conferencia diciendo que deberíamos preocuparnos por la estética de nuestros edificios e instalaciones y no por la decoración. Pues chico, ya que la supongo relacionada de forma directa o indirecta con el proyecto avión…, me sorprende las carencias estéticas del «chisme». O a lo peor es que yo soy un patán. Eso sí de decoración, nada.

Para muestra, las fotografías. De hoy mismo.

E insisto. La idea del reciclaje me parece espléndida, y la de la promoción del arte, tan espléndida o más. Pero vaya «trasto», oye.