[TV] Cosas de series; recuperando la afición por las series surcoreanas

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta están comentadas desde el punto de vista de la técnica fotográfica en Fotos en serie. El último episodio de una de las series, el sobrante, desde mi punto de vista, transcurre en Zurich,… y allí nos vamos fotográficamente.

Desde que me suscribí a Netflix… ya no me acuerdo muy bien cuánto hace, las series surcoreanas han sido mis acompañantes habituales en mi descanso de los fines de semana. Series que invitan a no pensar mucho en nada, entretenidas, donde sale gente guapa,… muchas veces placeres inconfesables sin pies ni revés,… el cachondeo del emplazamiento de producto publicitarios, no pocas veces rayando el ridículo más cómico,… Pero también de vez en cuando con series de una calidad innegable. Descubrir que algunos de esos actores y esas actrices realmente tienen capacidades interpretativas notables. Y las series que se salen de la norma, producciones interesantes y estimulantes. Pero en los últimos tiempos… pues como que no. Les estaba perdiendo el gusto… o me he cansado de determinados argumentos y situaciones. Porque repetitivas son un rato. Repiten tópicos hasta la saciedad. No obstante, en torno al mes de septiembre he encontrado algunas series que realmente me han gustado. Vamos con ellas.

Esquire (título original en inglés), en inglés/español se ha titulado Beyond the bar/El sinuoso camino del derecho, y es un drama legal con unas gotitas de romance. Nada que empalague, muy moderado y alejado de los tópicos de la comedia romántica surcoreana. Una joven abogada (Lee Jin-wook), de buena familia, pero que busca salir adelante con su esfuerzo y por sus medios, entra a trabajar en un prestigioso bufete… a pesar de que casi la caga en la entrevista. No dudará en aceptar al equipo menos glamuroso del bufete, pero en el que más hay que aprender y bregar, al frente del cual hay uno socio (Jung Chae-yeon), recto, que no admite frivolidades y espera rigor y honestidad en el trabajo. Se deberán enfrentar a los casos en los tribunales, y a los socios con menos escrúpulos en el bufete. Y a las dificultades de sus vidas personales, más privadas. Entre el procedimental, y el desarrollo personal, es una serie que intenta lanzar un mensaje ético sobre las formas de hacer, frente a los muchos dramas legales que hay en la televisión coreana que se centran en torno a la corrupción y los personajes excéntricos. Sus protagonistas lo hacen bastante bien, y acabas enganchándote porque les has cogido cariño. Diponible en Netflix. Te deja con buen rollo. Fundamentalmente drama, poca comedia.

Samagwi: sarinjaui oechul [사마귀: 살인자의 외출, la mantis: la salida del asesino] es conocida en inglés/español como Queen Mantis/Reina Mantis. Y es una versión surcoreana de la serie francesa La mante, que vi hace unos años… y que no me gustó gran cosa. Por lo que en principio no pensaba darle una oportunidad a la versión coreana. Pero un día me puse… y me enganchó. Está mejor. Bastante mejor. A pesar del joven policía protagonista, cuyo actor, Jang Dong-yoon, no me acaba de convencer gran cosa. Y mira que es un actor popular y bien valorado en su país. Pero el resto lo hace muy bien, especialmente, la protagonista, Go Hyun-jung, la asesina en serie presa, que ha de ayudar a la policía a atrapar a un imitador que le ha salido. Lo cierto es que tiene más ritmo y más interés que el original, y la mayor parte de los intérpretes lo hacen mejor. No es la octava maravilla del género, pero me atrapó y me lo pasé bien. Y son solo ocho episodios. Poco para una serie surcoreana. También se ve en Netflix.

Eunjunggwa Sangyeon [은중과 상연, Eun-jung y Sang-yeon los nombres de los personajes de las dos protagonistas], que en inglés/castellano se titula You and everything else (o Two Women)/Tú y todo lo demás, es una serie exclusiva de Netflix. Quince episodios de una hora de duración para contarnos la historia de dos amigas/rivales, en tres periodos de su vida. Cuando comienza la serie, una de ellas es una guionista de televisión, Eun-jung (Kim Go-eun), que se defiende sin problemas en la vida, a sus cosas, y la otra, Sang-yeon (Park Ji-hyun), una productora de cine de prestigio a la que acaban de dar un premio. Se conocen desde la infancia, pero llevan sin verse ni hablarse desde diez años antes, cuando Sang-yeon el hizo un mala jugada a Eun-jung. A pesar de ello, le llama y le pide un favor como amiga. Tiene un cáncer avanzado, va a entrar en fase terminal, y quiere viajar a Suiza para terminar con su vida mediante la eutanasia. Eun-jung se escandaliza de que le llame para eso… y empieza a recordar su vida en común. La infancia, cuando Eun-jung era tirando a pobre y Sang-yeon tirando a rica, y además perfecta en estudios y deporte, pero de una forma u otra acaban relacionándose como amigas. La época universitaria, cuando Eun-jung lleva una vida normal, y Sang-yeon ha acabado pobre y a base de esfuerzos a conseguido entrar en la universidad, época en la que competirán por un joven. En esta época una cámara Leica M3 es coprotagonista, lo cual me encanta. Y la época cuando empiezan a trabajar en el mundo del cine, y cuando se produzca la traición de Sang-yeon.

Esta serie me ha gustado bastante, y parece que es algo que ha sucedido con mucha gente. Las interpretaciones son espléndidas, especialmente por parte de Park Ji-hyun, a pesar de que le toque el papel más feo… o quizá por eso. La había visto en alguna otra serie… como secundaria, y me parece una actriz muy competente. En cualquier caso, la relación de amistad-rivalidad está muy bien planteada. Dos chicas, dos mujeres, que envidian de la otra algo que creen que no tienen, sin pararse a pensar que no hay motivos para complejos, que cada cual arrastra su mochila. Una relación llena de malos entendidos, de falta de diálogo sincero entre ambas, siempre con la sombra de lo que envidian. Si tengo que poner un pero, está en el último capítulo, que quizá sobra, y solo sirve para satisfacer a los fanáticos de la tele-cebolla. En la que además plantean un contexto eutanásico absolutamente irreal, y sé de lo que me hablo por motivos profesionales. Un paciente que solicita la eutanasia no está en condiciones de salir a cenar con vestido elegante la noche de antes con su amiga y acompañante. Nop. Esto no funciona así. De hecho pensaba que, dado la moralidad conservadora del país asiático, no iban a llegar a ese punto de la historia. El caso es que para contarlo como lo cuentan, podrían haber cerrado la serie antes. Puesto que la historia principal e importante ya estaba contada. Pero a pesar de ello, me ha gustado bastante, como ya he dicho.

Con posterioridad, he visto alguna serie surcoreana más, especialmente aprovechando el periodo vacacional que he disfrutado recientemente, pero no entran en este bloque, son otra historia. Ya veremos si alguna de ellas la introduzco más adelante en alguna entrada de versiones coreanas/japonesas de la misma historia.