Como en los últimos tiempos se me han acumulado muchas series para comentar, voy a darle al tema algunos empujones. Y hoy iremos con cosas que vienen de Asia oriental, de diversas nacionalidades, y que me han llamado la atención de una forma u otra. En general para bien, aunque hay alguna que es una mera curiosidad.
Mófǎng fàn [模仿犯, el imitador] denominada internacionalmente Copycat killer, en español El asesino mediático, es una adaptación taiwanesa de una novela de éxito japonesa de la escritora Miyuki Miyabe, de quien no he leído nada hasta el momento, del mismo título, 模倣犯, aunque de pronunciación diferente… pero no mucho, Mohōhan. Bueno… uno de los caracteres no es exactamente igual, por los procesos de simplificación de caracteres en distintos países, que no siempre coinciden. En cualquier caso, los protagonistas son un fiscal con un pasado problemático por determinados acontecimientos en su adolescencia, y una joven periodista que busca encontrar su voz y su carácter en su trabajo, pero sin perder la honestidad. Y un asesino en serie de mujeres jóvenes, que parece imitar a un asesino del pasado. Una serie que tiene altibajos, pero que globalmente me ha parecido muy interesante, especialmente en sus interpretaciones y en su ambiente, quizá es el guion o el desarrollo de la trama el que presenta algunas inconsistencias. Pero como va de menos a más, se perdona.

Risqué Bussines: Japan es una serie surcoreana de tipo documental, pero que transcurre en Japón. En Tokio principalmente. Y la premisa es que, siendo Corea del Sur un país conservador y moralista, viajan al país vecino donde la industria del sexo, en sus diversas dimensiones parece más boyante y decidida. Por supuesto, no dedican ningún episodio a la prostitución, pero sí a los supermercados de productos para el sexo, a los fabricantes de dispositivos para la autosatisfacción sexual, al AV (adult video, es decir el cine/vídeo pornográfico), a los clubs con camareros macizorros para mujeres, y a las costumbres de citas y relaciones entre las parejas niponas. Es dinámica, agil, y los dos presentadores hacen bastante el payaso fingiendo escandalizarse de las cosas que ven o encuentran. Es más anecdótico que interesante. Yo no soy nada pacato, pero la visión acrítica del vídeo/cine porno no me acaba de convencer; no muy convencido de la ética de estas producciones, nunca, lo vistan como lo vistan. Las otras cuestiones me parecen más propias de la libertad de cada cual. Parece que habrá futuras temporadas en otros países asiáticos, siendo Taiwan el anunciado para un futuro más o menos próximo.

100man-kai ieba yokatta [ 100万回言えばよかった, ójala pudiera decirlo un millón de veces], internacionalmente conocida en inglés como Why didn’t tell you a million times, es una serie japonesa que combina el drama romántico con la investigación de una misteriosa desaparición y de un asesinato. La protagonista (Mao Inoue), tras años de relación amistosa, comienza una relación con su amigo de la infancia (Takeru Satō), un tipo muy majo, cocinero en una pequeña cafetería restaurante. Ambos convivieron juntos con una familia de acogida cuando sus propias familias no pudieron atenderlos siendo preadolescentes. Pero este desaparece y comienza su búsqueda. Y coincide que el desaparecido aparece implicado de alguna forma con el asesinato de una mujer. La trama implica a la protagonista, a un policía con quien empatiza (Kenichi Matsuyama), a otra mujer que estuvo con la familia de acogida, y una organización de oscuros fines. La serie oscila entre el drama y momentos más ligeros, y tiene toques fuertemente fantásticos, preternaturales, y tiene fuertes afinidades argumentales con una conocida y afamada película de principios de1990. A mí me entretuvo mucho, la chica protagonista es ubercharming, algo muy propio de los dramas románticos nipones. A mí, en estos momentos, esta serie me ha resultado simpática y amena, sin embargo, la «afamada película» hace tiempo que se me atraganta por empalagosa. Como curiosidad, en su sistema de numeración tradicional, un millón se dice 100 miriadas [100万, hyakuman]; en lugar de agrupar los grandes números de tres en tres cifras, lo hacen de cuatro en cuatro. Una miriada es igual a diez millares.

The days es otra serie japonesa, con su titulo original en inglés, basada en hechos tristemente reales; el accidente nuclear de la central Fushima Daiichi [Fukushima nº 1], que sucedió al terremoto y tsunami del nordeste de la isla de Honshu en Japón el 11 de marzo de 2011. Está basada en distintos documentos, fundamentalmente un libro realizado por un periodista, que se entrevistó con unos 90 implicados en el control del desastre, los informes oficiales de la empresa, y el llamado Testimonio Yoshida, realizado por Masao Yoshida (interpretado en la serie por Kōji Yakusho, principal carácter de la misma), ingeniero nuclear y gerente de la planta en aquel momento, que tomó decisiones trascendentes, incluso en contra de las órdenes recibidas, para controlar los reactores dañados. Actualmente hay ya un gran reconocimiento a la labor de los trabajadores y directivos que estuvieron en la planta conteniendo la desestabilización de los reactores, al mismo tiempo que se sigue criticando la acción del gobierno y de la empresa en general, pero durante tiempo fueron incluidos entre las críticas. Hoy hay consenso en que sin las decisiones de Yoshida y el trabajo de su gente, las consecuencias pudieron ser terroríficas. La serie dramatiza lo sucedido, ya avisa que no es del todo fiel porque simplifica por motivos de presentación argumental, en esto son claros, y claramente es un homenaje a los trabajadores, expuestos a radiación durante aquellos tiempos. Aunque sólo se han reconocido dos muertes potencialmente relacionadas con la exposición, además de los dos muertos por la acción del tsunami en el momento en que impactó con la central. Y los estimados 2202 muertos debidos a la evacuación (accidentes, desestabilización de enfermos crónicos y ancianos, y otras contingencias). No estoy seguro de la fiabilidad de estas cifras. La serie está bien, muy entretenida, aunque con exceso de escenas mostrando caras de sacrificio y determinación, de momentos heroicos. Pero nada grave. Obviamente está realizada a la estela de la excelente serie dedicada al accidente de Chernobil, es claramente inferior, pero no está nada mal. Es muy visible, incluso recomendable.

