Me voy de vacaciones,… y que pena lo de Pixmantec

Fotografía

En cuatro horas, si todo va bien, estaré subido en un avión camino de Londres. Antes de visitar (de nuevo) la ciudad, recorreremos, quizá un poco apresuradamente, País de Gales y Cornualles. Existe la posibilidad teórica de que suba algún artículo durante las vacaciones, pero tampoco me voy a preocupar mucho, así que hasta la vuelta. A mi regreso realizaré un pequeño diario de ruta en estas páginas con los aspectos más interesantes del viaje.

Cambiando de tercio, en estos últimos días nos hemos enterado de la compra de Pixmantec por parte de Adobe. Pixmantec era la responsable de desarrollar el programa Rawshooter Essentials, que es el de mi elección para el tratamiento de imágenes en formato RAW. Es gratuito, existiendo una versión de pago más completa. La verdad es que la versión gratuita me bastaba para obtener lo mejor de mis archivos. Mucho mejor que el Adobe Camera RAW o el programa propio de Canon que venía con la cámara. Supongo que tiene los días contados, por lo que mientras utilice las actuales cámaras y conserve el programa lo podré utilizar. En futuro, dejará de tener utilidad. Se supone que la calidad del programa será trasladada a los productos de Adobe… que suele tener la costumbre de hacer pasar por caja al personal.

Dicen que esto del capitalismo consiste en que haya mucha competencia para tener buenos productos y que todos estemos contentos. Es obvio que no. Consiste en que unos pocos, los más adaptados no necesariamente los mejores, se van comiendo a los demás, para establecer oligopolios y hacer pasar por el aro al triste consumidor. El triunfo de Pixmantec no ha sido su crecimiento como empresa y la satisfacción de los consumidores, sino los pingües beneficios obtenidos por la venta del producto a la todopoderosa Adobe. Es así.

Esclusas en Camden Town, Londres (Reino Unido)

En dos días, camino de Londres

Reino Unido, Viajes

En dos días, estaré aterrizando en Londres – Stansted. Es el comienzo de mis vacaciones, y pienso darme una vuelta por el sur de Inglaterra y País de Gales. Espero tener muchas fotos interesantes que mostrar y lugares estupendos que recomendar a la vuelta. Tal vez tenga tiempo para una o dos últimas entradas.

Estación de metro en Kensington, Londres (Reino Unido)

Y Alonso sigue ganando… incluso en Canadá

fórmula 1

Apenas he tenido oportunidad de ver la carrera. Un poquito la salida y los primeros momentos hasta que ha salido el Safety Car, y luego momenticos aislados. Pero parece que Alonso sigue firme en su camino hacia el campeonato. Lo que pasa es que no acaba de despegar al «pérfido alemán» (no le perdonaremos la marrullería de Mónaco, por lo menos esta temporada) que sigue quedando segundo, con la colaboración de las torpezas de Kimi. ¿Seguro que Kimi no está corriendo ya para Ferrari?

Ya me gustaría ver a estos aguerrido pilotos corriendo por las calles de Zaragoza con sus interminables e imposibles obras, como estas de la Plaza de Paraiso que nos colapsan la ciudad

Fotografía británica de calidad, Bill Brandt

Fotografía

The Bill Brandt Archive Home Page

Retomando la costumbre de recomendar un fotógrafo de vez en cuando, hoy toca Bill Brandt (1904-1983), un fotógrafo británico, aunque nacido en Hamburgo (Alemania) de padre británico y madre alemana. Instalado en Londres desde el principio de los años treinta, sus temas son variados, pero al mismo tiempo su fotografía es muy personal, con un blanco y negro en el que el contraste entre las luces y las sombras son muy importantes. No os lo perdáis.

«Soldados» españoles en la «Guerra de la Independencia», Cariñena (Zaragoza)

¿Calentamiento global… o sólo hace calor?

sociedad

Estamos todavía en junio y el bochornazo trae a Zaragoza temperaturas en torno a los 35ºC. ¿Qué será de nosotros en julio y agosto? ¿Es simplemente que en esta ciudad hace calor, o estamos sufriendo los efectos del calentamiento global?

En fin, refresquémonos un poco con esos ventiladores que cada vez con más frecuencia «adornan» los cerros de nuestro país, y que ss supone son un esfuerzo solidario para apañar la ecología planetaria.

Campo de generadores eólicos en La Muela, Zaragoza

El desenlace final; los "gabachos" se retiran

Fotografía personal

En mi último artículo narraba cómo las tropas aragonesas en sucesivas cargas de infantería ponían en jaque las líneas francesas, llegano a un encarnizado «combate cuerpo a cuerpo». Finalmente estas ceden y comienzan a retirarse, ordenadamente, manteniendo todavía una defensa obstinada, a la que se suma una pertinaz lluvia que dificulta los disparos de los mosquetes españoles. No obstante, los disparos menudean, y la atmósfera aparece cargada del humo de la pólvora. Alguna unidades imperiales amenazan desde los flancos, mientras el cuerpo principal del ejército frances se retira por el cauce del río.


Finalmente, la retirada «gabacha» se consuma ofreciendo una «última resistencia» en el puente que cruza el río, donde tras sucesivas cargas se llega de nuevo al «combate cuerpo a cuerpo». Pero la suerte está echada, mientras la tormenta se hace más intensa. A partir de aquí, sólo quedarán algunas escaramuzas por las calles de Cariñena. Pero este reportero se refugió en su «berlina de tracción mecánica», calado hasta los huesos. Sospecha que, finalizadas las «hostilidades», ambos ejércitos, sin haber contabilizado ninguna baja, acabarían cenando como amigos opiparamente. No debería haber guerras. Pero de haberlas, que fueran como esta; sin muertos, sin heridos y con mucho teatro.

PS: Recordad que podéis ver el reportaje fotográfico completo en PicasaWeb.

En el fragor de la batalla

Fotografía personal

Como comentaba en el artículo de ayer, un potente cañonazo indica el comienzo de las «hostilidades», y a pesar de que ese primer disparo corresponde al «ejército imperial», pronto son los batallones españoles los que en perfecto orden, guiados por «aguerridos oficiales» comienzan sus cargas de infantería contra las líneas francesas, disparando las primeras andanadas con sus mosquetes cuando la distancia es apropiada.


En un principio, las líneas «gabachas» mantienen el orden y la posición, mientras por el campo se despliegan sus escaramuceros para estorbar el avance local. El aspecto de alguno de ellos es imponente… y además muy simpáticos; no dudan, si es preciso en posar para el «reportero de guerra» mientras cargan sus pistolas y antes de disparar sus salvas.


Las continuas descargas de los «fusileros» franceses, pretende desanimar el avance aragonés, sin embargo, tras varios intentos, los batallones de la infantería española alcanzan las líneas imperiales, «trabando combate» en encarnizado cuerpo a cuerpo. Será mañana, cuando este reportero transmita su última crónica, narrando el final de la batalla.


PD: La American Human Asociation, si hubiera estado allí, hubiera certificado que ningún animal sufrió daño alguno. Ni cuadrúpedos (que no había), ni alados (que huyeron despavoridos ante las primeras detonaciones), ni bípedos (que se lo pasaron muy bien, no sufriendo más rasguños que los ocasionados por las matas de cardos que poblaban los límites del campo del honor). Os recuerdo que el reportaje completo está en PicasaWeb.

El campo de batalla está preparado, las hostilidades a punto de empezar

Fotografía personal

Ayer dejábamos a los «ejércitos» español e imperial llegando al «campo de batalla» en las cercanías de la zaragozana localidad de Cariñena. Una vez formadas las tropas, comienzan los preparativos. Se cargan los cañones y los mosquetes.


Es el «ejército» aragonés el que forma con mayor orden ante la batalla. Incluso destaca algunas avanzadillas con el fin de tantear al «enemigo» y provocar las primeras escaramuzas. Aunque también los «gabachos» destacan algunos fusileros con el fin de ralentizar el «ataque» español.


Finalmente, las hostilidades se rompen. Y fue con un susto tremendo. Cuando no lo esperábamos un fuerte estruendo rompió la tranquilidad del lugar. El cañón «francés» disparó su primera salva, y a partir de ahí… eso es una historia para mañana.

PS: Un aviso técnico fotográfico. A partir del momento en que «comenzó la batalla» una tormenta se aproximó y la ya muy limitada luz disponible se hizo todavía más escasa. Con lo cual muchas fotos están algo movidas (especialmente gracias a los sustos provocados por los estampidos; al fotógrafo el valor no se le supone), y al utilizar sensibilidades altas la definición de las imágenes no es muy alta, aunque suficiente para un uso en internet. Recordaros que podéis ver el resportaje completo en PicasaWeb.

La guerra ha llegado a Cariñena, los ejércitos se preparan

Fotografía personal

Ayer comentaba la presencia de «tropas imperiales» en Aragón y la acendrada resistencia que oponían los «voluntarios de Aragón». Finalmente pude acercarme al campo de batalla cual aguerrido Robert Capa, y documentar las hostilidades. De momento, unas imágenes de la marcha de los «batallones» hacia el lugar donde se produjeron los principales «acontecimientos bélicos», todos ellos en la acogedora y vitivinícola población de Cariñena.

La variedad de tipos «militares» durante la concentración de las tropas era notable. Con todo tipo de condición, sexo o uniforme.


El desfile de las unidades por las calles de Cariñena fue realizado de forma «muy marcial». Aunque los «gabachos» parecían mucho más animosos ya que iban cantando «marchons en guerre» con gran presencia de espíritu. Y además llevaban con ellos a sus chicas.


La «tropa aragonesa» iba más formal, animada sólo por los tambores y, ocasionalmente, por el agudo sonido del pífano. Curiosamente, en un momento dado el pífano desgranaba las notas de Mambrú se fue a la guerra, canción de origen francés (Mambrú es una alteración de Marlborough, militar inglés que peleo contra los franceses). Será por la influencia de los borbones.

Finalmente, pudimos presenciar la llega de las tropas al campo de batalla. Mañana, nuestros lectores podrán conocer detalles sobre la disposición de las mismas antes del «inicio de las hostilidades».

PS: El reportaje completo lo podréis ir viendo en un álbum en Picasaweb.

A los cañones, que vienen los "gabachos"…

Fotografía personal

Camino por Zaragoza un viernes por la tarde y me encuentro en la Plaza de los Sitios donde bulle una animación fuera de lo usual. Una banda y una rondalla animan a los paseantes junto al monumento a los Sitios; un poco más allá, en la puerta de la Escuela de Artes y Oficios, forman tres grupos de militares. Unos no tienen mayor interés; son soldados de los habituales. Los otros son cuando menos curiosos. Son aficionados a la recreación de hechos militares de época, una actividad muy popular en otros países, especialmente anglosajones, que vestidos al modo de los tiempos de la Guerra de la Independencia representan unos a los soldados voluntarios de Aragón y los otros a los franceses del distrito de los Pirineos.

Sabía que hoy sábado van a representar una batalla en Cariñena, a la que igual me acerco, si el tiempo no lo impide. Pero no esperaba que se hubieran reunido para hacer homenajes a los viejos caídos en aquel sinsentido que fueron los Sitios de Zaragoza.

Voluntarios de Aragón en la Guerra de la Independencia

Sé que voy a parecer poco patriótico. Qué se le va a hacer; es una de mis taras. Pero si hay algo absurdo en el desarrollo de las guerras napoleónicas en la Península, fue la cerril defensa de la ciudad por iniciativa del general Palafox. Un hecho que conllevo la ruina no sólo de la ciudad sino de buena parte de Aragón, que perdió a la décima parte de la población. Su incidencia en el desarrollo de la guerra fue mínima ya que no sirvió en la práctica para debilitar la posición francesa en España. La ciudad se recuperó. Pero Aragón, no. Y si nunca había estado muy boyante demográficamente, no sirvió más que para acelerar una despoblación que luego se desbocaría en el siglo XX.

Además, habrá que empezar a ser claro. José Bonaparte hubiera sido mucho mejor rey para España que el tarado y tiránico Fernando VII. Así lo indican algunas de sus disposiciones, herederas de la Ilustración. Lo único que me falta para ser afrancesado del todo es que Francia hubiera mantenido su republicanismo, en lugar de caer en la ambición imperial del pequeño corso.

¡Madre mía! ¡Qué cosas estoy diciendo; qué mal español soy! ¡Y eso que no he hablado del fanatismo religioso en torno a la Virgen del Pilar que impregnó aquellos hechos!

Militares y acompañantes femeninos franceses de la época imperial

PS: Que quede clara una cosa. Mi crítica hacia aquella guerra y hacia la actuación de determinados «héroes» aragoneses de aquellos eventos, no implican una crítica hacia las personas que impulsan estas actividades. Mi profundo respeto por la historia y su recuerdo hace que la Asociación Histórico Cultural Voluntarios de Aragón, que impulsa estos actos me merezca igualmente ese profundo respeto. Independientemente de que comparta o no su forma de ver los acontecimientos del pasado.