El día de las elecciones ya opté por dar un paseo por esa límite impreciso entre la ciudad y el campo abierto. Después de buscar una naturaleza menos alterada este pasado viernes, este domingo, que salió con nieblas altas pero persistentes, volví a pasear por ese espacio suburbial, que tiene un algo de surrealista. También por ese lugar indefinible estéticamente que son las riberas del Ebro a su paso por la ciudad. No sé si las fotografías son tan monas, o llaman la atención, pero a mi me resultan de alguna forma significativas. Aquí os dejo algunas. Por si a vosotros también.
Todas las fotos: Canon EOS 5D Mk.II, EF 50/1,8.







