[TV] Cosas de series; asesinatos… o no

Televisión

Estamos internándonos en plena otoño, pero ya con ambiente invernal. Se acerca el mes de diciembre y eso se nota en los ritmos de algunas series. Especialmente aquellas que emiten sus episodios semana a semana y no las ponen a disposición del público todos de golpe. Por ejemplo, Star Trek Discovery, tras nueve episodios, se toma un descanso antes de volver con los seis que quedan de su primera temporada en enero. Y lo ha hecho con buen tono, después de algún episodio flojo. Sigue siendo una space opera que promete, aunque tenga margen de mejora. También está en modo pause The Good Place, pero esta serie no ha encontrado su sentido en su segunda temporada. Probablemente porque su planteamiento no da más que para unos pocos capítulos.

Pero esta semana he acumulado varios cierres de temporada. Iremos de dos en dos, para dedicarles atención a todos. Vamos con los dos de esta semana. Y una pequeña propina.

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Con tanta presencia de producciones relacionadas con Japón, una de ellas de animación basada en unas historietas, parece apropiado que nos demos un paseo por Akihabara en Tokio.

Ansatsu Kyōshitsu [暗殺教室] (Assassination Classroom)

Como ya he comentado en alguna ocasión, las plataformas de vídeo bajo demanda nos han permitido el acceso a producciones televisivas de países diversos. Y si algo caracteriza a la televisión nipona son sus dibujos animados. Anime que dicen los modernos, en una irracional adopción de un extranjerismo, que en Japón es también un extranjerismo ya que procede del francés dessin animé. Lo dicho, dibujos animados.

La mayor parte de estas series de animación son relativamente anodinas, pensadas para adolescentes, y sin interés más allá. Pero de vez en cuando las hay que tienen planteamientos de base sumamente originales, que las pueden hacer apasionantes. Este es el caso que nos ocupa hoy.

Un alienígena que recuerda por su forma a un pulpo amarillo, eternamente sonriente, ha destruido el 75% de la luna, que permanentemente se muestra en cuarto creciente. Y ha anunciado que en el plazo de un año hará lo mismo con la Tierra. Pero mientras, durante ese año, será el profesor de la clase 3-E de un exclusivo colegio privado. El 3-E supone alumnos de 15 años, por que estemos al tanto de la calle. Sería como el tercer y último curso de la secundaria obligatoria, antes de entrar en el bachillerato. En España hay un curso más de enseñanza secundaria obligatoria. Pero parece ser que en Japón se practica cierto grado de estratificación de los alumnos por sus resultados; es algo que he percibido en varias series. El grupo E correspondería a los alumnos con peores calificaciones. Y en este exclusivo colegio, están en un campus apartado, con instalaciones peores, y son despreciados. De hecho, al resto de los alumnos se les estimula a obtener buenos resultados bajo la amenaza de mandarlos a este grupo.

El gobierno plantea que sean los propios alumnos de la clase 3-E los que sean entrenados por sus profesores de educación física, un militar, y de idiomas, una neumática asesina a sueldo rusa, para asesinar al profesor alienígena. Lo cual es muy complejo por sus extraordinarios reflejos y velocidad.

A partir de aquí, encontramos una serie que mezcla la aventura, con una apología de la camaradería y el trabajo en grupo, y una crítica a determinados métodos educativos.

La series es muy divertida y entretenida. Y para estar orientada a adolescentes, tiene un nivel muy bajo de fan service. Que es como se denomina la hipersexualización de las adolescentes, dotándolas de pechos incomensurables, y faldas cortísimas que muestran más que enseñan. Aquí eso queda reservado a bitch sensei, la profesora de idiomas.

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Top of the Lake – temporada 2

Ha tardado cuatro años en volver a nuestras pantallas esta serie creada y dirigida por Jane Campion, y protagonizada por una de las actrices de moda, más valoradas, de la televisión mundial, Elisabeth Moss.

Esta serie, detrás de su formato de ficción policial, presenta una actitud rabiosamente feminista, planteando una diversidad de situaciones que sufren las mujeres cotidianamente. Si en su primera temporada planteaba la cuestión de los abusos sexuales, tanto en adultas como en adolescentes, en esta segunda temporada se habla de la maternidad, con algunas de sus versiones más complejas y difíciles de analizar éticamente. Como puede ser las consecuencias de una maternidad adolescente, o como puede ser la figura de la maternidad surrogada. En este último caso, de cara a los derechos, la seguridad y el respeto hacia la madre surrogada, generalmente de un entorno sociocultural inferior al de los futuros padres, más capaces de pelear por sus derechos,… aunque no los tengan. Hay también consideraciones a la cuestión de la prostitución, el proxenetismo y la trata de mujeres. No es banal, hay una intencionalidad con seguridad, detrás del hecho de que las víctimas sean mujeres jóvenes asiáticas.

Y de paso, el drama personal de la protagonista, ya que Moss sigue encarnando a esa policía capaz, pero que sigue viendo esa capacidad mermada por los lastres emocionales de una vida compleja que arrastra.

La serie abandona los paisajes neozelandeses para trasladarse a Australia, y aunque quizá no tenga la intensidad y la novedad de la primera temporada, muy muy buena, se mueve también a buen nivel, con momentos muy notables.

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Propina: Tokyo Project

Ya que estamos con una de las actrices de moda, Elisabeth Moss, comentaré aunque sea brevemente este mediometraje televisivo que coprotagoniza con Ebon Moss-Bachrach, y que ha salido de la cabecita de Lena Dunham, que aparece en los créditos como productora ejecutiva. Pero en el medio televisivo, estos suele indicar un papel importante en la gestación y escritura del proyecto.

Un ejecutivo norteamericano está en Tokio de viaje de negocios, y empieza a tener encuentros con una fotógrafa de su país que está recorriendo el país. Tras una cierta resistencia por parte de esta, al final accederá a salir juntos. Y quizá a tener una aventura nipona.

A mí me ha dejado un poco frío. Es bastante previsible, y más allá de la curiosidad de pasear por la capital japonesa, sientes que no te llega la presumible tragedia que esconde esta historia, y que entrevemos en unos flashes en un momento dado. Pero bueno, es agradable pasear por Tokio, y está hecha bonita.

Para los aficionados a la fotografía,… más allá de ver a Moss encarnando a una «fotógrafa» que usar su Fuji X100 con escasa profesionalidad, interesante el papel que hacen las fotografías de la autora holandesa Hellen van Meene, de sus niñas, adolescentes y jóvenes, que de alguna forman se relacionan con esa tragedia de fondo que envuelve a esta historia.

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