De vez en cuando, una cámara de fotos, u otro objeto de nuestro afecto, llega al final de su vida útil. O quizá podría repararse,… pero no merece la pena. No sé. El caso es que algo así ha sucedido con una cámara originalmente pensada como cámara familiar. Lo cuento en ¿Toca retirar una cámara de forma definitiva? – Olympus mju-1 con Kodak Portra 160. Y os dejo alguna foto del último rollo que he hecho con ella y que ha confirmado el fin de sus días.

Como podéis ver, la nitidez en las fotos brilla por su ausencia, y es una pena porque por lo demás podrían ser buenas fotos. Sigue siendo capaz de hacer algunas fotos nítidas y correctas… pero cuando no decides tú cuando sucede este, y te encuentras al albur de los azares… pues mejor no. En fin. Que en paz descanse.


