[Libro] Biblioteca pública – Ali Smith

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. La escritora de hoy es escocesa y, aunque no sea de Glasgow, por esa ciudad pasearemos fotográficamente.

Ali Smith es una escritora escocesa que me gustó mucho cuando empecé a leer su tetralogía estacional, de la que tengo pendientes de lectura los dos últimos libros. En cualquier caso, aquí nos encontramos con unos cuantos relatos cortos. Todos con un hilo en común; lo libros, la lectura y la biblioteca. No me extenderé mucho porque en este sábado víspera del Pilar estoy tremendamente liado. Pero tengo tantos libros pendientes de comentario, probablemente hasta principios de diciembre a un ritmo de un comentario a la semana, que no quiero dejar pasar la oportunidad.

Ya he dicho que Smith es escocesa. Y puedo deducir de lo que he leído de ella que no es precisamente una fan de los gobiernos conservadores que predominaron en el Reino Unido durante los 2010. Bueno, si yo fuera escocés… Imagina, en 2014 evitaron que los escoceses votaran la independencia del Reino Unido en referéndum advirtiéndoles que si se independizaban saldrían de la Unión Europea. Y menos de dos años después impulsaban un referéndum para la salida de todo el Reino Unido de la Unión Europea. Imagínate por un momento que eres escocés… Pues eso. El cinismo de los políticos no tiene límites. En cualquier caso, en este libro, Smith denuncia el declive y el cierre de muchas bibliotecas públicas, de ámbito municipal en la mayor parte de los casos, a lo largo y ancho de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Esta es la motivación del libro.

¿Cómo lo hace? ¿Cómo lo plantea? Alternando testimonios de personas vinculadas a las bibliotecas públicas, sean bibliotecarios, escritores, lectores diversos, en los que se ponen de manifiesto los valores comunitarios, culturales y de encuentro que estas instituciones tradicionalmente han tenido, con relatos cortos de ficción en los que el amor a las letras, a los libros, o a las bibliotecas son el motivo principal que mueve el desarrollo del relato. Estos son muy diversos y no voy a entrar a detallarlos ahora. Pero en general están muy bien. Su diversidad, tanto en los planteamientos como en los desarrollos hace que haya cierta irregularidad, pero son interesantes e invitan a pensar, algo muy importante en cualquier texto literario, pero especialmente en el relato corto, como tesis planteada en pequeño formato y que suele llevar acompañada una idea fuerte, definida y muchas veces rompedora.

Quizá no esté al mismo nivel que las dos novelas que he leído de la autora, pero el fin me parece noble, y los medios adoptados adecuados. Me parece un libro bastante recomendable, que se lee bien. Y deprisa,… si así lo deseas. Pero con los relatos cortos, siempre he sido partidario de la fórmula «lee uno al día, y piénsalo y digiérelo antes de merendarte el siguiente». Y así lo hice. Y espero que, aunque hoy en día voy rara vez a una biblioteca, nunca desaparezcan estas instituciones. En épocas de mi vida fueron puntales importantes en el mantenimiento de mi actividad lectora.