[TV] Cosas de series; tragicomedia estupenda y aventuras castizas decepcionantes

Televisión

Como las últimas semanas ha habido animación y placeres inconfesables surcoreanos… preocupado estaba de que esta semana no pudiera tener nada disponible para comentar distinto a esos géneros que hoy en día son los que más me ayudan a desconectar en mi tiempo libre. Pero esta semana he terminado dos series que puedo traer ahora. Una estupenda… La otra… hasta cierto punto, decepcionante.

En Madrid… como García… Aunque también sale Canfranc… y el pantano de Lanuza con Peña Foradada…

Dead to me ha llegado a su temporada final y tenemos que decir adiós a Jen (Christina Applegate) y Judy (Linda Cardellini), en su tragicómica peripecia que les ha llevado a ser un duo para recordar en la historia de la ficción audiovisual. El duelo, el romance, la familia y, sobre todo y ante todo, la amistad entre dos personas radicalmente distintas pero cuyos destinos se entrecruzan y saben afrontar su futuro, no siempre con talento, pero si con mucha solidaridad, estos son los temas y valores que nos han traído. La serie no ha perdido nunca comba. No ha tenido bajones. Bien concebida, ha sabido mantener y aumentar el nivel en la trama y en la definición de los personajes. Es difícil escoger preferencias, especialmente cuando uno lee que Applegate afrontó la última temporada con problemas de salud, pero siempre he tenido cierta debilidad por Cardellini, que me parece una actriz que podría haber dado más de sí en su carrera, con buena capacidad tanto para el drama como para la comedia. Muy recomendable, a veces me entran ganas de volver alguno de sus episodios más antológicos. Si tenéis Netflix, no os la perdáis por favor.

Y me entraron muchas dudas sobre lo que podía dar de si la serie española ¡García!. Las primeras impresiones, antes de ver nada, es que se trataba de un cruce entre el Capitán América, versión castiza, y Roberto Alcazar y Pedrín, desagradablemente castizos desde siempre. Sí… ya sé que ha habido quienes han querido reivindicar a estos últimos… pero no puedo… me huelen demasiado a fascismo. El caso es que decidí ver el primer episodio a ver que tal… y me lo pasé muy bien. Por lo que vi el segundo, y también bien. Efectivamente, me parecía una parodia suave de los dos anteriores, con puyas a la realidad sociopolítica actual, que no renunciaba a la aventura y a la acción bien dosificada. Sabiendo que eran seis episodios solamente, decidí terminarla, aunque algunos aspectos en la interpretación de los protagonistas no me convencían. Pero tampoco eran una catástrofe. La serie entró en un cierto bajón, a continuación, pero confíe en que se repusiera… pero no. La serie entró en bajón. Y si la terminé fue… porque solamente eran seis episodios. Incluso el final está más lleno de efectismo y simbología facilona, que de algo que sorprenda y entretenga. Todo muy previsible. Y el penúltimo episodio, para más inri, se aleja de los dos referentes mencionados, para convertir la Sección 9 en la T.I.A. de Mortadelo y Filemón… pero no especialmente bien. Dejan abierta la serie a futuras aventuras de García (Francisco Ortiz), no sé si con la compañía de Antonia (Veki Velilla), personaje que ha acabo por resultarme cargante. Pero en estos momentos, realmente… no me interesan.

[TV] Cosas de series; ¿comedia negra?

Televisión

Hace tiempo que descubrí que la comedia pura cada vez se da menos en el cine y en la televisión. Que lo habitual es que se den mezclas de comedia y drama. Hasta el punto que los anglosajones ya hablan del género dramedy, dra(ma-co)media. Pero las series que hoy traigo aquí se han encuadrado de una forma u otra en otro género de la comedia, el de la comedia negra. El problema es que este apelativo, comedia negra, se otorga demasiado frecuentemente cuando hay una muerte en el argumento, sea importante, sea un mero macguffin, o sea accesoria. Pero no necesariamente es… como sucede con las dos series de esta semana.

No se me ocurrían fotos relacionadas con los temas de hoy, así que en lugar de los lugares idílicos en «la nube» de los cielos virtuales de una de los series de hoy, nos trasladaremos a lugares agradables, terrestres, de verdad, de materia y energía convencional.

Por un lado tenemos la segunda temporada de Dead to me, cuyo principal atractivo ha sido siempre la química entre sus dos protagonistas, Christina Applegate y Linda Cardellini, dos mujeres totalmente distintas entre sí, que en la primera temporada quedaban unidas en el duelo tras el fallecimiento del marido del personaje que interpreta la primera por… bueno, dejemos para otro rato lo de destripar la serie. La segunda temporada comienza también con otra muerte… «accidental» como la original, que lleva a dar nuevas energías a la extraña relación entre las dos mujeres, que a pesar de sus más y sus menos, siguen en un proceso de acercamiento personal. Realmente, la serie se ha lucido bastante cuando ha entrado en el género de la comedia negra, que ha sido a ratos, mientras desarrollaba otras líneas dramáticas relacionada con la maternidad, con las relaciones que acaban o empiezan, o con el sentimiento de culpa que muchos arrastran/arrastramos en algún u otro momento de su vida. Se ha mantenido a buen nivel; de hecho, creo que el guion y el ritmo de la serie incluso ha mejorado algo con respecto a la primera temporada. Bastante recomendable.

Upload es una novedad en Prime Video de Amazon. Una sociedad en la que los muertos puede aspirar a la «vida» eterna descargando su personalidad y sus recuerdos en forma de software y trasladándolos a entornos de vida virtual, en la «nube», donde incluso tienen capacidad para comunicarse con el mundo real. La serie se mueve en tres dimensiones, que quedan bien conectadas entre sí. (1) Un misterio, el de la muerte prematura y por accidente del protagonista masculino, Nathan (Robbie Amell). (2) El triángulo amoroso entre Nathan, su novia en vida, que le paga la estancia en el cielo virtual, Ingrid (Allegra Edwards), y Nora (Andy Allo), su «ángel», la empleada de la empresa de software responsable de gestionar su estancia en el cielo virtual. (3) Un crítica al capitalismo y al consumismo imperante, donde tanto tienes (y eres capaz de gastar), tanto vales. La serie funciona bien. Los personajes generan mucha empatía. Y en lo referente a los misterios, son menos evidentes de lo que parece. También hay un proceso de crecimiento personal en los personajes, que hace que la serie adquiera más interés de lo que su premisa de partida sugeriría. Probablemente uno de los simpáticos hallazgos televisivos de la temporada.