[Libro] Celia en la revolución – Elena Fortún

Literatura

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. El sol se pone sobre Madrid, como metafóricamente se puso en España y llegó la oscuridad con el comienzo de la guerra civil.

He empezado a recopilar distintas lecturas que, de una forma u otra, podemos considerar como «clásicos», aunque esta es una categoría que siempre me ha costado un poco definir. A nivel personal. Lo que para algunos son títulos clásicos, para mí son libros de antaño, sin más. Claro. Son los que sobrevivieron al paso del tiempo… de lo mucho o poco que se escribiera en la época. Quizá eso es lo que defina mejor un «clásico»; el libro que es capaz de sobrevivir al paso del tiempo. Porque, de lo muchísimo que se publica hoy en día… ¿qué sobrevivirá al paso de los años? ¿Qué se estudiará en los institutos de educación secundaria y bachillerato dentro de unas décadas? ¿Se les llamará «clásicos»? Pero para otros lectores y eruditos, los clásicos son otra cosa. El caso es que entre los volúmenes que he recuperado, he leído este que algunos consideran un «clásico», aunque en realidad, en su época, no se publicó ni se leyó. Fue un inédito que se publico en 1987, 35 años después de la muerte de su autora.

Muchos consideran clásicos los libros para niños y adolescentes de Elena Fortún, pseudónimo de Encarnación Aragoneses Urquijo. Una mujer moderna de la primera mitad del siglo XX que vivió conflictuada por las tensiones sociales respecto al papel de la mujer en su tiempo, y por los propios conflictos sociales y políticos que asolaron España (y buena parte del mundo) en esa época. Y especialmente se consideran clásicos los de la serie Celia, en los que va siguiendo el desarrollo de una mujer desde niña y adolescente hasta que se hace mujer. Aunque los relatos relativos a la adultez del personaje… muchos no los consideran como propios, puesto que contradicen el carácter original de la joven, y son el resultado de ser escritos bajo el régimen y la censura del fascismo militar y católico español. Por otra parte, ¿son realmente «clásicos» en el sentido de que han sobrevivido al tiempo y siguen siendo leyendo por el público para el que fueron pensados? Mira tú que lo dudo. Y más tras leer este libro. El lenguaje utilizado difícilmente conectaría con los niños y adolescentes actuales. Este libro es fundamentalmente un libro adulto, a pesar de que su protagonista, la Celia de todos los previos de la serie, tiene 16 años al comienzo del libro y 19 años al final.

Dicen que en este caso, Celia tiene una peripecia similar a la que sufrió la autora durante la guerra civil española. Si la autora paso inicialmente la guerra en Madrid, mientras su marido se alistaba en la aviación republicana y era destinado a Barcelona, en el libro es la joven adolescente la que se queda en Madrid mientras su padre, militar republicano de aviación, se va a Valencia y Barcelona destinado tras recuperarse de una herida, y finalmente la joven abandonará Madrid con estancias en esas ciudades, hasta que al final de la guerra, separada del padre y sus hermanas pequeñas, acabará embarcándose en un barco de exilados en Valencia con destino a Francia, con intención de reunirse en el país vecino con su familia. Y así termina, embarcando y desconociendo su destino futuro.

El libro que he leído corresponde a la edición de 2016, con prólogo de Andrés Trapiello, un escritor que no es especialmente santo de mi devoción, y que integra la escritora y al personaje en lo que llama la «tercera España», un concepto que parte de la idea de que entre los fascistas y los revolucionarios de izquierdas estuvieron los sufridos moderados. Ese concepto de una «tercera España» no me acaba de convencer. Pero ahora no voy a entrar en ello. Tenemos que ver en Celia simplemente la visión del español que se ve sorprendido por un conflicto que no quiere, que no ha buscado, pero en el que se ha obligado a vivir. La autora refleja en Celia los horrores que vive en el conflicto. Los horrores inherentes a la barbarie bélica y al conflicto civil, en el que el enemigo es el vecino. No creo que Fortún fuese «tercera España»; parece por lo que he leído que estaba más bien próxima al Frente Popular, y su marido se alistó al ejército republicano. Tampoco creo que fuese extremista, pero sí una mujer educada, moderna y demócrata.

En cuanto a la lectura del libro… me ha costado mucho acostumbrarme a su lenguaje, propio de aquella época. Y eso ha condicionado un poco incluso el tiempo que me ha costado leerlo. No es particularmente extenso. Creo que tiene un lenguaje que no aguanta el paso del tiempo, porque está dirigido a un público hipotético, sigue expresándose para los jóvenes de aquella época, aunque los temas sean muy adultos, un público que ya no existe. Es propio de un momento y un lugar. Sin embargo, tiene un interés indudable como testimonio histórico, de una época, y cómo se desarrolló.