Hoy ha sido un día tranquilo. Nos esperábamos lo peor, ya que en Berna ha amanecido lloviendo, pero camino de Basilea ha parado y simplemente se ha quedado muy nuboso. El tema es que para matar el rato en la hora que cuesta ir entre las dos ciudades, nos hemos puesto a consultar la Guía Michelín, y me encuentro que a 11 kilómetros de Basilea están las ruinas romanas de Augusta Rurica, en la ciudad de Kaiseraugst… ¡Coño, si por aquí también hay una Caesaraugusta! Y yo que vengo de la española y sin enterarnos. Pues fuera de programa, nos cogemos la línea S1 de cercanías y nos plantamos.
No había mucha animación, no. Pero el tiempo ha ido mejorando e incluso a salido el sol. Como la actual Kaiseraugust es muy chiquitita comparada con la actual Zaragoza, las ruinas están desperdigadas por la campiña. Y también nos hemos acercado al Rin, que pasa por la población, para ver Alemania desde fuera.
Después, hemos vuelto a Basilea para la hora de comer. Queríamos hacerlo sentadicos y tal. Nada de comida basura como la salchicha de ayer. Pues casi no lo conseguimos. A las dos, casi todos los restaurantes tenían ya la cocina cerrada. Nos hemos empezado a dar cuenta de que la ciudad es bonita pero no vive del y para el turismo.
En cualquier caso, la tarde se resume fácil. Ha estado nublado, ha llovido y ha hecho sol. Hemos visto el Rin, hemos cruzado sus puentes, hemos visitado alguna iglesia, hay un ayuntamiento muy colorado y llamativo, y el conjunto de las calles y casitas de la ciudad vieja está muy bien, con sus edificios monísimos y cuidadísimos de los siglos XIV y XV. Ale, os dejo unas fotos. Y hasta mañana.