[TV] Cosas de series; más terrible será la venganza

Televisión

Recuerdo hace unos años una serie norteamericana, un guilty pleasure de tomo y lomo, con dos protagonista muy atractivas, una muy joven y otra no tanto, con la que me lo pasé muy bien hasta que me cansé… porque en realidad era… mala. Se llamaba Revenge. O sea, venganza. Y es que este es un género en sí mismo, de carácter universal, que lleva con nosotros desde que la ficción se inventó. Y algunas obras están en el imaginario popular de forma notable, como cierto tochazo tremendo, aunque muy entretenido, de Alejandro Dumas, padre. Pero las historias de venganza se digieren mejor si hay mujeres muy guapas y mucho mucho glamur. Y ahí es donde brillas los guilty pleasures de la televisión surcoreana. Hoy traigo dos. Aunque no son de los mejores. Ambos los seleccioné o decidí ponerme con ellos por que apetecía ver el trabajo de alguna de sus protagonistas.

Algunas vistas nocturnas de Seúl para la entrada televisiva de hoy.

Beullaeg-ui Sinbu [블랙의 신부] es conocida en Netflix como Remarriage & desires en inglés o Deseos VIP o Segundas nupcias y anhelos en castellano… creo. Los títulos varían para España y para los países de la América hispanohablante. Como tengo la plataforma configurada con el inglés como idioma por defecto para tener más oferta, no siempre me entero bien de los títulos que colocan a las series o películas en castellano. El título original significa La novia de negro. Título que recuerda mucho a una estupenda película de la Nouvelle vague, firmada por Truffaut como homenaje a Hitchcock y con una magnífica Jeanne Moreau como protagonista, aunque poco apreciada por su director y con la crítica dividida sobre ella. Pero nada que ver. Ciertamente, hay una motivación para que la protagonista (Kim Hee-seon) busque venganza por la muerte de su marido y su ruina, sobre la mujer que lo perpetró todo (Jeong Eu-Gene). Pero el entorno es una agencia matrimonial de altísimo nivel, encargada de buscar mujeres trofeos como esposas para hombres de elevadísimo estatus socioeconómico. Tenía curiosidad por ella por su protagonista, a la que vimos recientemente en otra serie de Netflix. Pero por buenas que sean las interpretaciones, la historia y el guion es infame, los valores que representan son extremadamente retrógrados, y sólo como un descomunal guilty pleasure tiene sentido. Porque todo el mundo es guapísimo y elegantísimo en esta serie. Sólo son ocho episodios; si llega a ser más larga, no creo que la hubiese aguantado.

Eve [이브], cuyo título todavía no me he enterado de dónde viene, nos cuenta la venganza de una joven de 28 años (Seo Ye-Ji) cuya familia se arruinó cuando la empresa de su padre fue adquirida de forma hostil e ilegal por unos empresarios y políticos corruptos, con resultado de la muerte de sus padres. Su principal contrincante es la hija (Seon Yu) del empresario y político líder, casada con el director general de la empresa que absorbió la empresa de su padre, y al que se le ofreció como dote. Es una serie con violencia, glamur, amoríos, infidelidades, engaños a tres o cuatro bandas,… y que me interesó de nuevo por sus protagonistas femeninas, que son muy buenas, especialmente la joven que busca venganza, a la que vimos en una divertida comedia hace un tiempo. Aunque su antagonista más veterana es una robaescenas de mucho cuidado. Cae también con frecuencia en algún exceso, tiene mejor historia y guion que la anterior, pero tampoco se le puede quitar la etiqueta de guilty pleasure, y no ha dejado de ser relativamente decepcionante en ocasiones. El nivel de las series surcoreanas que nos llega ha ido aumentando poco a poco en los seis años que hace que las veo, como para que estas series empiecen a no despertar la curiosidad que me despertaban al principio. Un defecto importante en todas ellas es que los protagonistas masculinos son, o les piden ser, unos siesos absolutamente inexpresivos, que molesta mucho en el conjunto.

[TV] Cosas de series; hasta Disney se apunta a los dramas coreanos…

Televisión

En las últimas semanas, tras volver de las vacaciones, he bajado el ritmo al que veo episodios de series televisivas. Hay varios motivos. Que en general son bastante saludables, porque hago otras cosas interesantes y con más ejercicio. Pero en lo que se refiere a las teleseries surcoreanas está la cuestión de mi hora de echarme a dormir. Tradicionalmente voy a la cama pronto. Mi despertador suena en algún momento entre las 6:15 y las 6:30 de la mañana. Pero sigo necesitando dormir entre siete y ocho horas. Calculad el momento adecuado para cerrar los ojos por la noche. No obstante, solía acostarme pronto, pero dedicar un rato en la cama a leer, ver algún vídeo en Youtube, o ver unos cuantos minutos de un episodio de drama coreano. Pero en las últimas semanas, en cuanto me acuesto me quedo dormido. No obstante,… hasta esas vacaciones acumulé unas cuantas series del país oriental, y voy con ellas.

Ya que lo sobrenatural predomina en una de las series de hoy, y aunque no corresponda con la misma religión, da igual en Asia hay mucho sincretismo, pasearemos por los templos del monte Geumjeong (Geumjeongsan) en Busan.

Iris [아이리스] es una serie antigua, de 2009, que lleva un montón de años en el catálogo de Netflix, aunque no aparezca como «Netflix original» o algo parecido. Me llamó la atención en su momento, hace años, porque estaba protagonizada por gente que aparecían en otras series que me parecieron interesante. Pero me ha costado todos esos años terminarla. Es una serie de espías, una ficticia agencia de espionaje surcoreana, en rivalidad con sus contrincantes norcoreanos. Fichan a dos militares, y tras una misión en Hungría, uno de ellos es escogido como chivo expiatorio… porque la misión es ilegal, promovida por una misteriosa organización, Iris, que infiltra la agencia y otros organismos gubernamentales y empresariales de todo el mundo. O sea… la típica de conspiraciones, con uno contra todos. Hay romance, amistad, traiciones, tramas dentro de las tramas… y si la comparas con lo que los coreanos hacen hoy en día… es bastante cutre. Lo cual no quiere decir que no tenía potencialidad para ser algo más. Pero bueno… como curiosidad… Al protagonista, Lee Byung-hun, lo vimos en una de las series estrella de época de Netflix, y ahora lo vemos en otro drama de la cadena que aún no ha terminado. También salía en la más exitosa serie coreana de la plataforma,… pero enmascarado. La chica protagonista es un florero con algo de acción, pero si lo miras bien… florero. También la hemos visto en alguna serie en Netflix, haciendo de fantasma.

Naeil [내일], o sea Tomorrow en inglés, no hay traducción del título, Mañana, al castellano, es una de esas series sobrenaturales que parece les gustan mucho en los países del oriente asiático. Un joven cae en coma tras intentar salvar a un suicida, porque el ser sobrenatural encargado de trasladar las almas de los muertos al más allá… se la lleva cuando no toca. Entonces, el Dios emperador de Jade, o su versión coreana, que resulta que es mujer, una broma habitual de convertir en señoras a los dioses omnipotentes de las distintas religiones que pulular por el mundo, decide que despertará después de seis meses, pero que mientras tiene que currar con dos sobrenaturales más previniendo suicidios. Porque como en muchas religiones, los suicidas se condenan para siempre. Un pecado muy feo. Todas las referencias a priori era de un reparto importante con mucho potencial y que la serie podía ser muy interesante… pero no. Los casos en los que trabajan son tópicos, sensibleros, patrioteros y, en ocasiones, ridículos. Sin que por un momento entren en comprender porqué la gente realmente se suicida y comprender a los suicidas. Sólo en los capítulos finales se anima cuando se cuenta la historia, muchos siglos atrás, de la jefe de este equipo, una actriz (Kim Hee-seon) que obviamente esta malempleada en esta tontá.

Crazy Love [크레이지 러브] no está en Netflix. Curiosamente, en algunos países está en Disney+. Se conoce que la potente multinacional está empezando a ver que hay dinero en los dramas coreanos. Bien es cierto que no está en todos los países, sólo en algunos seleccionados del continente asiático, por lo que verla desde aquí… exige, «algunos esfuerzos». No es especialmente interesante. Un empresario del negocio de las academias privadas, que en aquellos países existen muy florecientes por la enorme competencia para entrar en las mejores universidades si no quieres ser un pringado, es un tirano antipático… y bastante imbécil. Y trata muy mal a su secretaria, que a pesar de todo se resiste a dimitir de su puesto. Hasta que se harta esta y decide darle un susto… en una noche en que todo se complica, y alguien agrede al empresario,… que luego parece tener amnesia, por lo que la secretaria se hace pasar por su prometida… y bueno… un enredo romántico sin más trascendencia, con la rémora que yo no empaticé mucho con los personajes. Pero me pareció curioso lo de que la distribuye Disney. Sin más.