[TV] Cosas de series; ídolos del K-pop en serie

Televisión

No tenía claro sobre qué series iba a comentar esta semana. Tenía varias posibilidades. Así como varias formas de agruparlas más o menos coherentemente. Al final, ha sido la última miniminiminiserie coreana que he terminado de ver la que ha decidido la cuestión.

Hace unos años pude ver una antología de cuatro cortometrajes rodados para Netflix, protagonizados por IU/Lee Ji-eun, bajo el título global de Persona, que me pareció interesante. Irregular, pero interesante. En aquellos momentos, hace más de cuatro años, no me di cuenta de que los cuatro cortometrajes estaban protagonizados por la misma actriz. Pero esta chica empezó a salir en otras series, algunas más recientes, otras recuperando sus primeros trabajos como actriz. Y también ha empezado a aparecer en largometrajes, algunos muy destacados, incluso de la mano de Kore-eda. Y lo hace bien o muy bien. Generalmente, aparece como IU cuando se presenta como cantante, y con su nombre real, Lee Ji-eun, en los créditos como actriz. Curiosa… y acertada elección, desde mi punto de vista. Es una personalidad en su país, una de las cantantes con más éxito y con más ingresos, con una imagen pública impecable, para una chica que obviamente se lo ha tenido que currar. Canta bastante bien, aunque muy convencionalmente pop, salvo alguna cosa aislada más interesante o divertida, y puede avanzar hacia una carrera como actriz muy muy muy sólida. Probablemente, es un espejo en el que se miran muchas adolescentes de su país para orientar una carrera de éxito, fama, dinero… esas cosas. Pero…

Netflix estrenó hace unas semanas una segunda parte de esta antología de cortometrajes bajo el título Persona: Sulli. Pero no son varios cortometrajes como aquella. Es un documental basado en entrevistas a la cantante pop coreana Sulli/Choi Jin-ri, y un cortometraje de media hora titulado 4: Clean Island, protagonizado por esta joven que tenía 24 o 25 años cuando lo rodó. El cortometraje, que se mueve por los terrenos del surrealismo, tiene su interés. El documental, que además de materiales recogidos de otras fuentes, gira en torno a una entrevista que le hicieron mientras estaba rodando esta serie, que tenía que ser similar a la que rodó IU, me impresionó mucho. Choi Jin-ri se suicidó en octubre de 2019, ahorcándose en su domicilio, cuando estaba rodando el segundo cortometraje de la serie. Todo indica que sufría una profunda depresión. O que está fingiendo, actuando, lo cual parece improbable, dado que se suicidó poco después. En la entrevista principal del documental nos encontramos con una chica emocionalmente inestable, con un pensamiento enlentecido, probablemente expresando ya alguna llamada de auxilio por su situación emocional. Se insiste con frecuencia en el documental en que la joven había sido objeto de abundantes comentarios de odio o censura por su estilo y su forma de hacer en internet. Realmente algunas de las cuestiones que se plantean como objeto de censura por parte de la audiencia surcoreana parecen marcianas. ¿Porque lleve o deje de llevar sujetador? ¿Porque diga que es feminista? ¿Por su aspecto físico? Probablemente la joven padecía una depresión endógena, agravada por la presión social y por un hecho del que se habla insuficientemente. La mayor parte de estas jóvenes, que empiezan de adolescentes jovencitas, son consideradas por la industria del entretenimiento como meros productos que hay que explotar y sacar beneficio. No voy a entrar ahora en las oscuridades que tiene la industria del entretenimiento en el país asiático, tan de moda en estos tiempos, y que presenta elementos muy tóxicos, muy nocivos, propios de una sociedad que oscila entre un profundo conservadurismo social y un capitalismo muy poco regulado. En cualquier caso, llama la atención el contraste entre IU y Sulli, dos chicas que según cuentan eran muy amigas, pero que representan extremos opuestos, aparentemente, del fenómeno cultural/industrial de la industria del entretenimiento coreana. Para pensar.

Curiosamente, en estos últimos meses, en Netflix se estrenó otra serie en la que la protagonista está también en el mismo ambiente. Doona [이두나, Li Du-Na en el original coreano] es una serie de nueve episodios de 50 minutos de duración, un drama romántico, en el que el personaje principal que da título a la serie es miembro de un grupo femenino de K-pop, que en un momento entra en crisis, y es apartada temporalmente de sus actividades. En esa situación, aislada y sin saber que hacer, se instala en una residencia para universitarios, donde se creará un particular microcosmos de amistades, y conocerá a un joven estudiante de ingeniería con quien iniciará una relación romántica. No está mal, pero no es mi serie favorita. Hay que decir que la protagonista es Suzy/Bae Suzy o Bae Suji, que también es una cantante reconvertida en actriz. Que utiliza el apellido, Bae, cuando hace de actriz. Esta chica aparece con frecuencia en series de Netflix… pero más allá de ser una chica realmente muy guapa, no me convencen tanto sus capacidades interpretativas. Empezó su carrera como actriz en la misma serie que IU; Suzy como protagonista y IU como secundaria. Pero me resultó bastante cargante,… casi insoportable. Tanto la protagonista como la serie, bastante mala. La serie actual, mucho mejor, no incide en exceso en los problemas de las jóvenes involucradas en la industria del entretenimiento surcoreana; toca algún tema, pero de forma más superficial.

Aunque no tiene que ver con las anteriores, aprovecho para comentar el drama romántico-policial, Agui kkot [악의 꽃] que significa lo mismo que su título en inglés, Flower of evil, una recuperación de un drama que venía muy recomendado, tiene una puntuación muy elevada en IMDb, que no lleva el sello de Netflix, pero se puede encontrar en la plataforma siempre que configures la interfaz para el idioma inglés. Creo que si la configuras en español, no aparece como disponible. Es la historia de un fugado de la justicia, asesino, sociópata, que vive bajo una identidad falsa (Lee Joon-Gi), y que está casado con una policía (Moon Chae-Won), con quien tiene una hija y forman una familia aparentemente perfecta. Hasta que el pasado del presunto criminal reaparezca entre los casos de su mujer. Es entretenida, pero sufre de algún problema de guion, como muchas series de esta nacionalidad, y sobretodo, el protagonista masculino, cuando tiene que parecer un sociópata, es decir frío e inexpresivo, estupendo. Pero cuando tiene que mostrar alguna emoción… lo hace muy mal. No me ha convencido nada. Y por su importancia, lastra mi apreciación de la serie. Que como tantas de esta nacionalidad, tiene un exceso de capítulos, los 16 de costumbre. Y los capítulos tienen un exceso de metraje, los 70 minutos malditos de la televisión coreana… o española, más pendientes de cómo integrar la publicidad en un espacio de dos horas, que de la coherencia y la calidad de la narración.

[TV] Cosas de series; ronda de series asiáticas

Televisión

Sigo acumulando retrasos en mis comentarios televisivos. Hasta tal punto que me estoy planteando hacer dos en una semana. Y eso en medio de la semana en que nos preparamos para asistir al último, definitivo, episodio de Game of Thrones, de la que se puede hablar mucho, pero como hay mucha gente que no lleva un ritmo acelerado de visualización de episodios, no quiere que se comente nada. Pero todo llegará. Y por otra parte, está Lucifer. Este procedimental policíaco me gustaba, tenia salero y personajes con cierto carisma. Vi dos temporadas, pero cuando anunciaron que la tercera tendría más de 20 episodios… pasé. Cancelada por su cadena original, recientemente fue retomada por Netflix que ha estrenado una cuarta temporada con 10 episodios y ha recuperado las tres primeras. El caso es que me ido poniendo al día en los dos últimos meses… y ya casi la tengo terminada. Ya hablaré de ella.

Dicho todo esto, vamos con unas cuantas series asiáticas, algunas de las cuales ya las terminé de ver en el entorno de las vacaciones de Pascua. Intentaré no extenderme mucho, porque no merece la pena. Aunque hay alguna cosa interesante.

Sip… son tres series coreanas frente a sólo una japonesa. Pero la que más me ha gustado e interesado es la de animación japonesa. Así que a Japón nos vamos con mis fotos.

Persona [페르소나]

Un poco presuntuoso poner el mismo título a esta antología de cortometrajes de unos 20 minutos de duración realizados por directores coreanos de cierto prestigio que uno de las más celebradas películas de Ingmar Bergman. Pero bueno… El caso es que estos cortometrajes nos hablan de los conflictos y las personalidades de una serie de personajes femeninos, más o menos jóvenes y con carácter. Con muchas gente guapa, como es habitual en la televisión coreana, esta miniserie de miniepisodios autoconclusivos estrenada hace unas semanas en Netflix, tiene su interés, y razonablemente buenas interpretaciones. Muy superior a la mayor parte de las producciones televisivas coreanas, sin que alcanza tampoco cotas excesivamente altas.

Otra serie coreana de episodios cortitos, que muchas veces no llegan a los 15 minutos. En ellos seguimos la vida cotidiana de Jae-Young (Hee-von Park), una mujer de unos treintaypocos años, con su trabajo independiente, sus amigas, sus novios, que no le suelen funcionar bien, y que debe lidiar con los problemas del día a día y con la condición de mujer soltera a una edad que en una sociedad conservadora como la coreana se supone que debería estar casada. Pero la serie tiene un tono positivo, y en todos los episodios se pone buena cara a los problemas a través de la comida. Todos terminan con la receta de un plato de la cocina coreana. La protagonista cae bien, y lo hace bien. Es una serie simpática, con buen rollo, pero sin esconder realidades. Hay dos temporadas de la misma en Netflix. Desconozco si en algún momento habrá alguna más.

My first first love [Cheossalangeun Cheoeumilaseo (첫사랑은 처음이라서)]

Estreno reciente en Netflix de esta serie que se presenta como de producción propia. Sorprende, en principio, que sólo tenga ocho episodios, frente a los 16 o más que son los habituales en las series coreanas. Pero luego vemos que la serie no termina. Probablemente habrá una segunda temporada o una segunda tanda de ocho episodios.

Grupo de amigos jóvenes, en sus últimos años de universidad que acaban viviendo juntos e interrelacionándose. La pareja protagonista son amigos de la infancia, y existe cierto grado de tensión sexual no resuelta. Pero pronto cada uno de ellos encontrará un interés romántico en otras personas… lo cual puede generar otro tipo de tensiones.

Intrascendente, prescindible, pero simpática y entretenida. Y como siempre, todos son muy guapos en las series coreanas.

Rirakkuma to Kaoru-san [リラックマとカオルさん]

Simpática serie de animación japonesa realizada con muñecos mediante la técnica del stop motion o animación foto a foto en volumen. Son trece episodios de unos 12 minutos de duración, con afinidades temática, aunque no formales, con una de las anteriores. Kaoru-san es una joven soltera, que empieza a ser «no tan joven», que trabaja en una empresa con pocas posibilidades de promoción, que vive alquilada en un viejo caserón, y a la que no se le da bien lo de ligar, aunque esté prendada del repartidor de la empresa de paquetería. Vive «sola». Y entrecomillo porque con ella «viven» en la apartamento un pajarito y dos osos de peluche, de los cuales el más grandón Rirakkuma es el otro protagonista de la serie. A mí me ha encantado, por su sencillez, por la animación y por el planteamiento mucho más serio de lo que parece. Típico recorrido a lo largo de un periodo de tiempo en el que van sucediendo problemas cotidianos con los que hay que apechugar. Mantiene cierto optimismo dentro de los problemas. Como la anterior. Me parece muy muy muy recomendable.