Tranvías, funiculares, metros,… ciudades sobre raíles

ferrocarril

Desde muy pequeñito he sentido fascinación por esos vehículos grandes, ruidosos, en ocasiones (para algunos) malolientes, que se desplazan a gran velocidad, o quizá no a tan gran velocidad, sobre unos raíles metálicos. Me refiero al «caballo de hierro», al ferrocarril.

Este interés equinoférrico se ha extendido a sus derivados urbanos. Soy una persona que, en general, se siente a gusto en las ciudades. Lo que algunos llamaría un «urbanita». Ya sé que esto es poco ecológico, que las ciudades son hormigueros deshumanizados, que cómo se va a comparar el caos urbano con la tranquilidad campesina y rural… Pero bueno,… de todo tiene que haber. Y yo soy así.

Y así llegamos a los antes mencionados «derivados urbanos» del ferrocarril. Quizá los más extendidos los metros y los tranvías. Bueno, los ediles modernos cuando promueven nuevas líneas de estos últimos no les llaman tranvías. Es que hace 30 años, lo moderno era quitar los tranvías. Ahora que está de moda volverlos a instalar… pues les llamamos «metros ligeros» y todos contentos. Y modernos. Claro que una vez leí una propaganda municipal que hablaba de una «solución para el transporte de masas de superficie sobre raíles». No; no era en mi querida y a la vez un poquitin odiada Zaragoza. Donde resido. Donde quitaron el último tranvía no turístico de España en los 70s, y donde quieren instalar un «metro ligero».

También encontramos otras soluciones para ciudades con elevados desniveles. Los absolutamente encantadores funiculares. Y hoy os muestro el aspecto de uno de ellos en Zagreb (Croacia) en el año 1993. Sí. Si alguno tiene algo de idea de historia le contestaré que sí. Que entonces había guerra en Croacia. Al sur de Zagreb. Pero uno era más joven y más atrevido entonces a la hora de hacer turismo.

Películas clásicas de Ciencia Ficción

Cine

ClassicSciFi.Com

El cine actual de ciencia ficción ha perdido la ingenuidad. Como producto que con frecuencia está exclusivamente destinado a hacer dinero, alardes de tecnología sin límites, que olvida contar una historia o hacer reflexionar al espectador sobre algún aspecto de su vida o de la vida de la especie humana. Hay mucha ciencia ficción, especialmente en la literaria, que reflexiona sobre temas sociales, humanos, políticos,… Esto se ha olvidado.

Aunque dentro de las series B, la ciencia ficción tuvo una especie de edad de oro en EE.UU. tras la Segunda Guerra Mundial. Las obsesiones con los platillos volantes, las bombas atómicas, la destrucción cataclísmica de la humanidad (generalmente como consecuenica de su iniquidad), se reflejaban en películas que si bien tenían bajos presupuestos y efectos especiales que hoy nos hacen sonreír, por otra parte planteaban temas de forma más o menos ingenua, pero que ahí estaban.

Títulos como La guerra de los mundos, Ultimatum a la Tierra, Cuando los mundos chocan, Planeta prohibido, etc. son ejemplos de ello.

Sirvan estás líneas de pequeño y modesto recordatorio y homenaje.

Hoy viajaremos a Foix, coqueta población pirenaica del Midi-Pyrenées. Próxima a Toulouse, es la entrada a una región del Pirineo de extraordinaria belleza. No os la perdáis.

La fiebre del equipamiento fotográfico digital

Fotografía

En alguna ocasión ya he hablado de esto. Siempre ha habido un cierto número de fotógrafos cuya principal pasión no es hacer fotografías y que estas sean cada vez mejores, sino poseer, admirar o hablar/divagar sobre el material fotográfico.

Desde el advenimiento de la fotografía digital, este «tipo» característico ha ido en aumento. Cualquier nueva tecnología atrae la atención de los curiosos; o genera nuevos curiosos. Las cámaras digitales no son ajenas a este fenómeno. Hacen correr ríos de tinta virtual en la telaraña mundial.

El anuncio de Canon de la nueva réflex monocular, que comercializará este otoño, ha levantado una expectación increible. Las discusiones sobre sus especificaciones técnicas, en las que me libraré mucho de entrar aquí, y las divagaciones sobre la calidad que ofrecerá, a pesar de que casi nadie la ha probado (¡no se vende todavía!), han emborranado los distintos tipos de foros que pueblan la red de redes. Mi sorpresa es que incluso se ha afirmado que su precio era una gran cosa, una democratización de la alta tecnología fotográfica, porque el precio de salida en EE.UU. será sólo de ¡¡¡3.300 dólares!!! Teniendo en cuenta que la vieja Europa siempre se ve castigada en la cuestión de los precios, estamos hablando de una cámara que costará más de medio kilo de las difuntas y entrañables pesetas, sin objetivo. Barata de c.j.nes (perdón no le he podido evitar).

Entendámonos. A mi también me gustaría tener una. Pero creo que hay que centrarse un poquito, y ser capaces de comprender que lo importante es disponer de herramientas fotográficas que pongan al alcance de todos la capacidad de hacer fotografías con la mejor calidad posible, y a ser posible que eduquen a la gente en esta creativa actividad que puede llegar a ser arte. Pero creo que, en estos momentos, lo único que importa en este negocio es vender mucho material. Poco importa la educación de las personas en el sentido estético del mundo que ven y cómo lo reflejan y lo inmortalizan para la historia; aunque sea la modesta historia personal de cada cual.

E insisto, si alguien tiene o va a tener una Canon EOS 5D, que así se llama la bestia, y le sobra,… bueno… pues que no me enfadaré si me la regala.

La imagen de hoy corresponde a restos de madera fósil de los antiguos bosques que han dado lugar a las turberas de Connemara, en Irlanda.

Dos guardias civiles muy particulares

arte música y literatura

Bevilacqua y Chamorro, dos guardias civiles muy particulares; Lorenzo Silva.

Hace dos años largos, en circunstancias familiares difíciles, y teniendo que pasar muchas horas con frecuencia en hospitales, me hice con una pequeña colección de libros de bolsillo diversos para matar las horas haciendo algo de lo más útil que se me ocurre en esta vida. Leer.

Buscaba tener disponibles siempre libros no muy extensos, de fácil lectura, entretenidos, pero sin caer (demasiado) en el best-seller multinacional, o en la manida ciencia-ficción. No es que entre estas dos últimas categorías no pueda haber buenas obras. Pero son mucho, mucho menos frecuentes de lo que sus fans piensan. Como consecuencia tuve la oportunidad de conocer algunos escritores españoles que se me habían pasado en los últimos años.

Entre estos, me encontré con unos entretenidísimos libros, escritos por Lorenzo Silva, y protagonizados por dos curiosos guardias civiles, convertidos en avezados investigadores criminales de la España rural más diversa. Desde las turísticas playas mallorquinas o gomeras, hasta los hoteles de carretera en la castellana comarca de La Alcarria.

Los protagonistas:

  • Uno, el sargento Bevilacqua, treintañero camino de cuarentón, un licenciado en psicología que se mete a guardia para garantizarse la supervivencia cotidiana. Un poco de vuelta de todo, pero sin pasar de nada. Y desde luego, nada parecido en sus formas y su mentalidad a lo que uno espera de un suboficial de la Benemérita. Nadie, y yo menos que nadie, está libre de prejuicios.
  • La otra, la guardia/cabo Chamorro, una veinteañera estirada y estrecha, hija de coronel de infantería de marina, y frustrada oficial de cualquiera de los ejércitos españoles. Un poco más en la línea que uno se espera en una guardia civil. Salvo por esa insistencia en compararla físicamente con Veronica Lake. Lo cual a uno le produce un morbo que no veas.

Mi primera lectura fue rápida. Superficial. Me entretuvieron, que para eso estaban. Sin embargo, en este verano, con más calma, les he dedicado una lectura un poco más reposada, encontrando en estas novelas una reflexión bastante curiosa e interesante sobre la sociedad española actual. En cuanto a los guardias, en contra de todo lo que podría esperar,… pues les he cogido cierto cariño. Y aunque no me los creo (Silva jura y perjura que son razonablemente reales), sí que tienen algo en común conmigo. La vocación de funcionarios públicos que creen que están al servicio de la gente, y no del capitoste político de turno, al que las urnas han puesto ahí. Aunque no sea porque no hay nada mejor.

No sé. A mí me han gustado. Por cierto… los títulos de las obras de Bevilacqua y Chamorro:

  • El lejano país de los estanques (mmmm, cómo me gusta este título).
  • El alquimista impaciente (hicieron una película; de Chamorro hacía Ingrid Rubio, que aunque me gusta como actriz, no se parece en nada a Veronica Lake,… y no deja de ser una decepción).
  • La niebla y la doncella (realmente, este escritor está dotado para los títulos).
  • Nadie vale más que otro (estos son relatillo cortos, menos trascendentes; aptos para leer a la fresca en verano con un porroncito de cerveza con gaseosa, así bien castizo).


En la fotografía de hoy, dejamos la verde Irlanda, y volvemos a la ruralidad española. En concreto al bello pueblo turolense de Rubielos de Mora.

De viaje con la cámara al hombro – Actualización

mis páginas en internet

De viaje con la cámara al hombro – Carlos Carreter

Hoy tengo que anunciar una actualización importante de mi página de viajes, cuyo enlace encontraréis en el título de este mensaje. He incluido mi reportaje sobre mi viaje a Irlanda, que se titula Irlanda, con la mirada amplia.

Con el fin de expresar la amplitud de horizontes y la variedad de situaciones que se presentan en este país, he querido dar a las imágenes un formato que algunos llaman «panorámico». La realidad es que no todos son auténticos panoramas. Algunos sí, realizados mediante la unión de varias fotografías para obtener un panorama del paisaje observado. Otros no. Otros son simples recortes de imágenes mayores, cuando la armonía de la composición lo permitía. En cualquier caso, todos ellos creo que implican la variedad que antes mencionaba y que puede ser de vuestro agrado.

Para muestra, un botón. Los visitantes que se asoman a los impresionantes Cliffs of Moher.

Sin City (2005)

Cine

Sin City (2005)

Dirigida por Robert Rodriguez en colaboración con el dibujante del cómic en el que se basa el filme, Frank Miller, y con el omnipresente en este universo cinematográfico, Quentin Tarantino. La estructura del guion recuerda a otras películas del universo tarantiniano, con diversos episodios que se entrecruzan y sin una necesaria continuidad temporal (recordad Pulp Fiction o Kill Bill, entre otras).

El punto fuerte de la película es la estética, las formas visuales, que tratan de acercar de alguna forma la imagen en movimiento al cómic. Quizá el problema también sea que toda la película está totalmente al servicio de esta representación visual, sacrificando algunos aspectos del guion que se vuelve confuso en algunas de las historias o incluso sin sentido (siempre dentro del sentido que pueda tener una historieta de cómic). Un acción extremadamente basada en la violencia, sólo atenuada por la propia composición formal, en la que los acentos de color no corresponden necesariamente a los aspectos más gore del filme. Lo cual se agradece, también.

Desde el punto de vista de la interpretación, es básicamente una película coral. Lo cual da irregularidad a dicha interpretación. Frente a solideces como la Clive Owen, el papel habitual de Bruce Willis (que por otra parte hace bien), la impresionante presencia (en muchos sentidos) de Carla Gugino, encontramos la sosería de muchas de las actrices jóvenes con las monas pero regulares Jessica Alba y Britanny Murphy al frente.

En general, se queda con un seis, que se gana especialmente por el tremendo esfuerzo de conceptualización visual.


Frente a los oscuros garitos de Sin City son mucho más recomendables los alegres pubs irlandeses como este de la fotografía en la ciudad de Cork.

Jodie Costons’s Free Online Photography Course

Fotografía

Jodie Costons’s Free Online Photography Course

Internet es una fuente inagotable de recursos sobre las más diversas disciplinas del saber humano, bien sea científico, técnico, artístico o humano (y para los que les interese, parece ser que también divino; allá ellos). Por lo tanto, también es una fuente inagotable de recursos vanales, poco rigurosos, interesados, poco documentados, etcétera…

Lo mismo sucede en fotografía. La cantidad de páginas con cursos, tutoriales, trucos,… que proliferan en la telaraña mundial es, en la práctica, infinita. Es una pena que la gente crea que la forma más adecuada para hacer mejores fotografías sea recopilar y memorizar una serie más o menos ilimitada de trucos y recetas adhoc, en lugar de aprender e interiorizar las bases técnicas, y artíticas en su caso, de la fotografía con el fin de poder dominarlas y, por lo tanto, ser libre para utilizarlas de la forma más conveniente a los fines de cada cual.

Por todo ello, me permito hoy recomendar un curso de fotografía, en inglés, que creo que puede representar la forma en que más me gusta que aparezcan los conceptos. No es que sea el único, o el mejor, o el más extenso. Simplemente me gusta que el primer capítulo, el primer contacto con la técnica fotográfica, trate sobre la composición y sobre por qué una fotografía nos parece bella. Así preguntándoselo. El resto de los capítulos discurre dentro de la corrección general, y de planteamientos que inducen al fotógrafo a experimentar. Bien.

Su autora es Jodie Coston, y lo podéis encontrar en el enlace del encabezado de esta noticia.


Sigo mostrandoos imágenes de mi viaje por Irlanda, como estos reflejos en el río Liffey a su paso por Baile Átha Cliath, o sea, Dublín.

Fuchsia Magellanica – Aljaba

naturaleza

Después de mandar el mensaje anterior, me he quedado pensando que no tenía ni idea del nombre de la flor de la fotografía, que era abundante por toda Irlanda, y que me llamó la atención durante todas las vacaciones.

Una corta pero intensa búsqueda en internet me ha permitido saber que se trata de la «Aljaba» o Fuchsia magellanica. Curiosamente, a pesar de lo frecuente que me parecio en las tierras hibérnicas es un arbusto originario del cono sur americano.

A la cama no te irás…

CHRISTIAN COIGNY PHOTOGRAPHS

Fotografía

CHRISTIAN COIGNY PHOTOGRAPHS

Existe una triste realidad. Siempre me ha gustado más la fotografía en blanco y negro que en color. Esta no es la triste realidad. La triste realidad es que siempre he tendido a fotografíar en color, salvo unos años en los que me impuse el blanco y negro, porque no siempre he sido capaz de previsualizar el aspecto de la imagen monocroma. Por ello envidio profundamente a aquellas personas que trabajan en blanco y negro y consiguen aquello que mi sentido de autocrítica me dice que me cuesta alcanzar,… si es que lo alcanzo.

Al fotógrafo de hoy, Christian Coigny no lo conocía previamente, y me «fue presentado» recientemente en algún foro, noticias, loquesea en internet. Creo que si os gusta la fotografía en blanco y negro sobre sujetos variados (personas/desnudos, reportaje, naturaleza muerta, paisaje…) lo encontraréis interesante.


Para ser coherente conmigo mismo, una imagen de los bosques irlandeses en la que el color se hace protagonista.

Tout pour plaire (2005) (¿Por qué las mujeres siempre queremos más?)

Cine

Tout pour plaire (2005): Dirigida por Cécile Telerman

El primer comentario que se me ocurre es:

¿Quién es el gilipuertas que pone los títulos españoles de las películas extranjeras?

Para quien conozca un poquito de francés, ya entenderá parte de mi indignación. Por otra parte, el título en castellano puede incluso desvirtuar un poco el contenido del filme.

La película de Telerman no es una novedad. Hace poco hablaba de las tribulaciones del protagonista de Les poupées russes (Las muñecas rusas), en aquel caso varón de 30 años con un cacao mental impresionante sobre su vida y sus relaciones con el sexo opuesto. En este caso, la directora habla de lo mismo, y también en tono de comedia, sobre tres amigas en la treintena con sus problemas conyugales las casadas y con sus problemas de inseguridad y de fracasos en la relación con los hombres la soltera. La visión es básicamente femenina, por no decir feminista. Lo cual otorga a la película una de sus debilidades. Los personajes femeninos son complejos y bien definidos, mientras que los masculinos son más planos y estereotipados. Y oiga,… pues no. Mantengan lo que mantengan algunas por ahí, la complejidad y el conflicto personal es cosa de todos, y si no, se empobrecen las tesis por muy justas que sean.

El segundo problema es más cinematográfico. La película parece que en un momento dado se alarga e incluso se pierde un poco. No voy a decir que se pierde argumentalmente, porque no hay un argumento específicamente ya que sólo trata de exponer un fragmento de las vidas de estas personas. Pero cae en las informaciones redundantes o superfluas.

En el haber, el buen trabajo de las actrices, excelentes ejemplos del buen hacer francés en la interpretación, y el indudable ingenio y gracia de muchos diálogos y situaciones, especialmente aquellas interpretadas por Mathilde Seigner, en mi opinión en estado de gracia (y es un pena no haberla visto en versión original).

Yo creo que es recomendable, y más viendo como está la cartelera. Pongámosle un seis tirando a siete.


He finalizado ya de tratar las fotografías de Irlanda. En la imagen de hoy, Hore Abbey, desde The Rock of Cashel. Si queréis ver los álbumes del viaje, lo podéis hacer en mi Espacio en MSN.

J.K.Rowling Official Site – Harry Potter and more

arte música y literatura

J.K.Rowling Official Site – Harry Potter and more

La verdad es que esta escritora me alucina. Básicamente ha escrito seis libros. Todos ellos sobre el mismo personaje: el mago adolescente Harry Potter. Y se ha hecho de oro. Cada uno de sus seis libros se han vendido como rosquillas. Sean buenos (que los hay, el tercero y el cuarto están muy bien; el sexto, recién leído, tampoco esta mal), o malos (el segundo y el quinto, intragables). Ya veis; yo también los he leído.

Veamos, por partes. Una cosa que me gusta del mundo literario anglosajón es su capacidad de crear mundos imaginarios complejos y atractivos. Quizá los latinos estamos más apegados literariamente a la dura realidad. Es como si el centenario Quijote nos hubiera curado a todos de vivir mundos de fantasía. Y tampoco es eso. Que no sólo de la Tierra pura y dura vive el hombre. Mientras una inglesa coloca a su héroe juvenil en un mundo de magia y fantasía, un francés (Renée Goscinny, con su Petit Nicolas) lo sitúa en la clase media, y una española (Elvira Lindo, con su Manolito Gafotas) en la obrera clase de Carabanchel. Por mucho que me gusten las novelas del pequeño Nicolás y del regordete Manolito, en mi opinión mejor escritas y con más enjundia que las de Rowling,… ¿a alguien le sorprende que los niños y adolescentes prefieran viajar por el mundo de fantasía del enigmático Harry?

Y eso que no he dicho nada del arrollador sistema editorial del mundo angloparlante, capaz de venderle una cámara fotográfica a un ciego de nacimiento. O si no, ¿cómo se explica el éxito arrollador de un bodrio como el Código da Vinci de Dan Brown?


Por mi parte, sigo con mi viaje por un país de magia y duendes (leprechauns, se llaman los duendecillos vestidos de verde que nos pueden proporcionar montones de monedas de oro si los atrapamos). La imagen corresponde a los alrededores de Cong, población de Irlanda en la que se rodó The Quiet Man, dirigida por John Ford y protagonizada por John Wayne.