Hoy ha caído bastante agua en poco rato, pero la mayor parte de lo peor me ha pillado en el metro. Tras visitar una tienda de fotografía que prometía, pero que luego me ha decepcionado un poco, me he encontrado con un parque muy mono, el parque de Monceau creo que se llama, y donde me he entrenido un ratito haciendo unas fotos.
Después, vuelta al metro, y como parecía que podía irse despejando, me he acercado a la Defense, un entorno que siempre me ha gustado y que hacía mucho que no visitaba. Y además, por primera vez en 20 años, he cogido el ascensor y he subido a la terraza. La vista, notable, y además hay un curioso museo de la informática, donde había una exposición específica de Apple. Curioso.
Después de comer algo, he paseado por la explanada de la Defense, donde estaba instalado un mercadillo navideño, en el que he hecho algunas compras. También he admirado como algunos voluntarios se tiraban desde lo alto de una grúa con una cuerda elástica atada a los pies. Pues que no se tiraban de un puente, no se puede decir que hicieran «puenting»; «gruing» tal vez.
Cuando me he cansado de la Defense, me he trasladado a Montparnasse para visitar la Fundación Henri Cartier-Bresson, donde he visitado una entretenida exposición del fotógrafo objetivista alemán August Sander.
Luego, un paseillo hasta la estación del RER, y unas últimas compras en la FNAC de Les Halles. Mañana, último día.










