… es un momento del año en el que siempre se mezcla un cierto grado de alegría y un cierto grado de melancolía. En cualquier caso, de un día como ayer domingo, en WolframAlpha nos dicen que:
El sol salió a las 8:19 horas.
Se puso a las 18:17 horas.
Por lo que la duración de la luz diurna fue de 9 horas y 58 minutos. Supongo que hay que descontar la luminosidad de los crepúsculos tanto al alba como al ocaso.
La luna estaba menguante, acercándose a la luna nueva.
Como curiosidad, por ejemplo, podemos ver qué pasó en 1963, por coger un año al azar:
El sol salió a las 8:19 horas.
Se puso a las 18:16 horas.
Por lo que la duración de la luz diurna fue de 9 horas y 57 minutos. Un minuto menos.
La luna estaba creciente. Mira tú. Por llevar la contraria.

Estos días melancólicos son buenos para ir a ver crecer las plantas en las renovadas y agradables riberas del río Ebro - Pentax K-x, SMC-DA 40/2,8 Limited
En cualquier caso, este año espero que me sacudiré la parte melancólica lo antes posible, y me reactivaré nuevamente. Mientras tanto, esta mañana he puesto en el coche cuando iba a trabajar el álbum Live de Alison Krauss, que tiene una mezcla muy adecuada de música animada y melancólica. Muy propio del country, un género que no me gusta mucho, salvo cuando encuentro algo que me llama la atención que entonces me encanta. Contradicciones. Estos días todo son contradicciones.