Si ayer resumía la cotidianidad fotográfica en 12 meses del año 2010, hoy resumiré mis correrías por el mundo. Básicamente, han sido cuatro viajes al extranjero, que van desde casi un par de semanas de vacaciones en julio el más largo, hasta un fin de semana extendido en septiembre el más corto. En cualquier caso, han dado bastante materia fotográfica.
En el apartado local, no me he movido mucho por tierras hispanas salvo cuatro viajes en el día a Madrid, además de un día a la vuelta de Alsacia, y un par de escapadas a Barcelona. En algún momento hemos planificado como alternativa a alguno de los viajes al extranjero, algún recorrido por tierras hispanas. Pero ha habido un problema. Los transportes públicos en España, salvo las cercanías ferroviarias en algunas ciudades y los trenes de alta velocidad, son una porquería desde el punto de vista de quien viaja por placer. Y es muy difícil planificar un recorrido ágil sin llevar coche propio o alquilado. Y no nos ha apetecido conducir. Cosas que pasan. Así que para otra vez. Aunque dudo que esto se resuelva a corto plazo.
Pero vamos al resumen.
Semana Santa – Ámsterdam y otras ciudades holandesas:

Lugar de perdición, las estrechas calles del Barrio Rojo de Ámsterdam son visitadas en masa por los turistas que visitan la capital neerlandesa.

Probablemente, mi mejor fotografía de mariposas la tomé en 'De Hortus Botanicus' de Ámsterdam, en unas condiciones altamente desfavorables para este tipo de imágenes.
Vacaciones estivales – Alsacia y algo más:

Nuestra visita a Baden-Baden se vio alterada por la victoria de la selección alemana de fútbol con la argentina en una de las eliminatorias de la Copa del Mundo de Fútbol, que en ese momento se celebraba en Sudáfrica.
Escapada en septiembre – Colonia y alrededores:

La magnifica fachada de la catedral de Colonia es probablemente el principal hito turístico de la ciudad, especialmente con la cálida luz del atardecer.

Una iconoclasta frase en la calzada contrasta con el entusiasmo con el que los enamorados enganchan sus candados del amor en el puente Hohenzollern de Colonia.

Tras un día de lluvia, pudimos visitar los frondosos bosques del parque del palacio Augustusburg en Brühl, en una mañana fresca y soleada.
Huyendo del Pilar – Hungría:

Al fondo, tras la silueta de este apresurado húngaro, se levanta la mole del Parlamento en Budapest.

Uno de los lugares que más nos gustó de Budapest fue la isla Margit, donde muchos habitantes de la ciudad acuden a mantenerse en forma.

Con la luz de la tarde, se muestra en todo su esplendor la plaza principal de Pésc, capital europea de la cultura 2010.
Por Madrid de vez en cuando:

Habiendo llegado con suficiente tiempo a la estación de Atocha, dediqué un momento en marzo a visitar el memorial a los atentados de los trenes de cercanías del 11-M, cuyo aniversario se celebró un par de días antes.

En mayo, y con un tiempo excelente, la plaza Mayor de Madrid se llena de animación callejera que busca entretener a los turistas, y librarles del peso de parte de su presupuesto de gastos para el viaje.

La visita de julio la dediqué casi en exclusiva a las exposiciones de PhotoEspaña 2010, entre las que se encontraba una de Isabel Muñoz en el Canal de Isabel II.

Uno de los momentos más agradables del año fue el ocaso desde la terraza del Círculo de Bellas Artes de Madrid, ya en el mes de diciembre.
Un par de visitas en Barcelona a los amigos:

Aprovechando el festivo en Huesca de San Lorenzo en agosto, me escapé a Barcelona, donde visitamos otra vez el MNAC, y apreciamos la sensualidad de la escultura modernista.

Ya en diciembre, en una nueva visita a la capital catalana, nos vimos obligados a cruzar las tumultuosas ramblas, donde algunos de los muchos mimos descansaban.
Recomendación musical:
Nadie puede dudar de que Frank Sinatra fue uno de los grandes cantantes populares del siglo XX. Y el más grande de los crooners. Pero su ego fue tan grande, al menos, como su fama. En 1967 grabó un disco absolutamente recomendable con el maestro Jobim. Pero claro, cuando fueron a bautizar el disco, se dio cuenta que su nombre artístico, Frank Sinatra, por el que lo conocemos todos, era mucho más corto que el de Antonio Carlos Jobim. Y eso no podía ser. Así que este disco, cuya audición recomiendo hoy, fue el único en el que apareció con su nombre completo. Y el disco se tituló, Francis Albert Sinatra & Antonio Carlos Jobim. Feliz año.