[Ciencia] Chimpancés, bonobos, humanos y primatólogas

Ciencia

Corría el año 1994 o 1995 cuando al poco tiempo de estar suscrito al entonces novedoso Canal +, cuando cuidaban con más esmero la programación, echaron un miércoles si no recuerdo mal un documental sobre los bonobos. O chimpancés enanos como también se les conoce. Pero mejor bonobos (Pan paniscus), una especie completamente diferenciada del chimpancé de toda la vida (Pan troglodites), la especie de la mona Chita.

En aquel documental, descubríamos a una especia que vivía con un extraordinario buen rollo entre sus especímenes, juguetona, con buenos sentimientos, y con un inusitado afán por utilizar el sexo como forma de vehicular los conflictos y las tensiones. Grandes diferencias con sus primos del otro lado del río Congo, los chimpancés comunes, que son muy agresivos, hacen la guerra y atacan con frecuencia a otras especies. Esta claro que aunque compartimos rasgos de ambos «parientes», desgraciadamente nuestros rasgos se parecen más a estos últimos que a los simpáticos bonobos.

Como consecuencia de aquel documental, me interesé notablemente por las relaciones filogenéticas entre los grandes primates, entre los cuales, desde un punto de vista zoológico, debemos encuadrar al ser humano. También comenzó entonces mi afición, muy consecuente a lo anterior, a conocer la evolución de la especie humana, especialmente por los nuevos desarrollos que la biología molecular, en especial el estudio del ADN, aportaban al conocimiento de esta evolución. No es la primera vez que sale el tema en estas páginas.

Una de las cuestiones que me llamó la atención es que entre los principales investigadores de los grandes primates homínidos, había una serie de ellos que eran mujeres, que llevaban a cabo con gran paciencia sus investigaciones en el medio natural de estos animales. Muy conocida del público por la película que se le dedicó fue Dian Fossey, que estudió los gorilas de montaña, y que de hecho fue asesinada por su defensa de estos animales. También es conocida, aunque por circunstancias más relacionadas con la ciencia, la primatóloga Jane Goodall, que se dedicó a estudiar el comportamiento de los chimpancés comunes. Viva y respetada, ha recibido el reconocimiento de la comunidad científica mundial, y de la sociedad en general. Menos conocida pero igualmente meritoria es Biruté Galdikas, quien se dedicó a estudiar el comportamiento de los orangutanes en la selvas de Borneo. Todas ellas fueron reclutadas por el paleoantropólogo Louis Leakey para el estudio de estos homínidos. Goodall fue la pionera, y luego siguieron las otras, bajo el patrocinio de National Geographic. Tengo por ahí algunos números de la revista relacionados con estas investigaciones y que hojeo con frecuencia. Una gozada.

Parece que la tradición de mujeres primatólogas no se extingue. Hoy leía con interés un artículo de Pere Estupinya en el blog Apuntes científicos desde el MIT una entrada sobre la primatóloga chilena Isabel Behncke que estudia actualmente el comportamiento de los bonobos. El artículo tiene el sugerente título de Confirmado: Me interesan más las primatólogas que los primates. No se puede negar que motivos no le faltan. La científica es una guapa mujer. Pero es evidente que si nos liberamos de cualquier sesgo sexista, como debe ser, nos encontramos ante una rigurosa científica que tiene cosas muy interesantes que contar. No voy a resumir lo que se dice en el artículo, del cual os he puesto el enlace antes por si os interesa. Pero una conclusión he sacado yo. El titular es un poco confuso. ¿Acaso las primatólogas no son igualmente primates, como el objeto de su estudio?

Zoo de Santillana

Un chimpancé. Supongo que común. En aquel momento, semana santa de 1990, no conocía la existencia de los bonobos. Estaba en el zoológico de Santillana del Mar, Cantabria (Pentax P30N, Sigma 28-70/3,5-4,5).

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