Nuevamente una semana con sesión doble. Y ya se han hecho públicas las candidaturas a los Oscars. Y ya sabemos que las dos optan a premios en distintas categorías. Y las dos están dedicadas a sendas figuras históricas. Vamos a por ellas.
Darkest Hour (2017; 05/20180122)
Si habéis visto Dunkirk, esta película podría titularse algo así como «Y mientras tanto en Londres…». Porque efectivamente trata del nombramiento de Winston Churchill como Primer Ministro del Reino Unido durante la ofensiva alemana en los Países Bajos, Bélgica y el norte de Francia en mayo de 1940, y de las presiones y dudas sobre si firmar una paz con la Alemania nazi o mantenerse en guerra a pesar de lo mal que iban las cosas.
La película está dirigida por Joe Wright, un especialista británico en películas de época, por lo que el oficio a la hora de poner en pie el largometraje estaba asegurado a priori, aunque en su filmografía hay cosas que me gustan más y otras menos. Se sustenta el film sobretodo en la interpretación de su protagonista, Gary Oldman, absolutamente irreconocible en su caracterización. El resto de personajes tienen pequeños papeles de soporte o ambientales, con simpáticas interpretaciones de Lily James, como secretaria de Churchill, y Kristin Scott Thomas, como su esposa. Pero no pasan de ser personajes accesorios por completo.

Van Gogh, definitivamente no era francés, sino holandés. Y en Amsterdam está el principal museo dedicado a su obra, que no es demasiado amistoso con los fotógrafos. Por lo menos en 2010, la última vez que estuve. Pero sus alrededores están muy bien. Incluso cuando amenaza lluvia.
Siendo como es una buena película, me parece que no llega ni de cerca a ser una película brillante, por buenos que sean los ladrillos con los que está construida. Para empezar, sinceramente, no me simpatizan las interpretaciones basada en los extremos. Excesos de caracterizaciones. O excesos en la interpretación. Incluso si el personaje es excesivo. Por otro lado, el dilema sobre el que trata la película, las opciones de Churchill respecto a la guerra, no me parece que mantengan un nivel de debate interno y externo tan grande como para justificar el largometraje. Creo que al final es una cuestión que se trata de un forma un tanto simplista. Con una escena en el metro, que desconozco que aval histórico tiene, pero que me resultó excesivamente patriotera y simplona. Se deja ver, no está mal, pero sin más.
Valoración
- Dirección: ***
- Interpretación: ***
- Valoración subjetiva: ***
Loving Vincent (2017; 06/20180126)
Película de animación cuyo principal argumento de ventas es que se filmó a partir de nosecuantitas decenas de miles de óleos realizados por 100 pintores o así. Lo cual es cierto pero con matizaciones a la hora de describir la técnica utilizada. En realidad, la base de esta película anglopolaca dirigida por Dorota Kobiela y Hugh Welchman es la rotoscopia. Es decir, la filmación con auténticos actores para luego, sobre la imagen de los fotogramas filmados, pintar los fotogramas de la animación. Lo que facilita mucho el trabajo del pintor y la progresividad de la animación. El óleo no me consta que se hubiese utilizado todavía en animación. Pero otras técnicas pictóricas, como la acuarela, sí. Y sin la ayuda del rotoscopio.
Y así seguimos el periplo de Armand Roulin (Douglas Booth), hijo del jefe de carteros, para entregar una carta póstuma de Vincent van Gogh (Robert Gulaczyk), muerto en lo que parece un extraño suicidio, meses más tarde de su muerte, a su hermano Theo, que también ha fallecido. Y por lo tanto ha de buscar la forma de entregarla a la viuda de este, a través del doctor Gachet (Jerome Flynn) y la hija de este, Marguerite (Saoirse Ronan). Lo cual le llevará a querer conocer más sobre las circunstancias de la muerte del pintor, y sobre su personalidad.
La principal virtud de la película es su virtuosismo técnico, indudable. Sin embargo, y a pesar de la buena acogida de la crítica, creo que su planteamiento, su guion y sus diálogos están poco cuidados, resultando un tanto simplones. Hubo momentos en que me sentí algo aburrido, por una trama que, pese a la limitada longitud del metraje, 88 minutos, me pareció innecesariamente alargada.
Loable intento, que hay que ver si uno es un aficionado a animación cinematográfica. Pero que puede aburrir a quien no sepa apreciar estas técnicas.
Valoración
- Dirección: ****
- Interpretación: ***
- Valoración subjetiva: **/***