Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Segunda prueba de mi nuevo objetivo Tamron 90 mm macro (de segunda mano en realidad), con un cuerpo de cámara que le es natural, Canon EOS 5D Mark II.
Ya os introducía hace unos días en mis ganas de tener un objetivo apto de forma nativa para macrofotografía, sin aditivos, que además se defendiera también en el ámbito de la fotografía de uso general, como pueda ser el paisaje o el retrato. Hoy me voy a introducir más en el territorio macro, utilizándolo a la escala de reproducción máxima 1:1. El terreno que le es natural, independientemente de que también dé excelentes resultados en otros ámbitos de la fotografía.




Eso sí, la cámara que le es natural, en la que se puede montar sin necesidad de adaptadores, ya tiene unos años. Estamos hablando de una cámara que compré hace quince años, y que salió al mercado hace diecisiete o dieciocho. Ha evolucionado mucho la tecnología desde entonces. Y sin embargo, como decía alguien hace poco de este modelo, si hubo numerosas portadas de Vogue y revistas hechas con esta cámara, si rodaron todo un episodio de House M.D. con varias cámaras de este modelo,… ¿por qué no será todavía apto para ser utilizado con ventaja para obtener bellas imágenes? Os puedo asegurar que sus 21 megapíxeles son más que capaces de ello. Lo único que hay que tener es la habilidad y los conocimientos para hacer esas fotos.



