En principio, tenía intención de hablar de las temporadas que he visto recientemente de varias series, tres en concreto. Pero de una de ellas, Zoey’s extraordinary playlist, lo haré cuando termine de ver su segunda temporada, para lo cual, no tardaré mucho. Así que vamos con las terceras temporadas de las otras dos.

Virgin River, que en español tiene un título bastante cursi, es una serie a la que me apunté cuando ya estuvo disponible su segunda temporada. No me llamó la atención cuando emitieron en Netflix la primera. Alguien dijo de ella que era lo que hubiese sido Northern Exposure si lo hubiera encargado Cosmo TV. Para empezar, es muuuy inferior a aquella maravillosa serie que nos transportaba a la estupenda Cicely. Segundo… lo cierto es que sí… es una marujada propia de ese canal «dedicado» a las mujeres. Pero en sus primeras dos temporadas había cierta mezcla de romance, humor e intrigas, básicas, pero… razonables de algún modo, que hacía que fuera bastante visible, adecuada para momentos de televisión intranscendente, entreteniendo aunque sin entusiasmar. La tercera temporada… bueno… ha perdido el humor, se ha hecho pesada y recursiva en las tramas románticas, no dan para mucho más de lo que ya han mostrado, y las tramas de los mafiosos,… empiezan a resultarme un poco ridículas. Una serie que ha dado un bajón… o no, simplemente ha sido siempre así, y ya me he cansado de un producto que no tiene mucha más chicha que lo que ya he comentado. En duda está que siga viéndola en un futuro. Suponiendo que haya una cuarta temporada, aunque han dejado algún que otro cliffhanger con vistas a un futuro.
Otro cantar es Atypical. Esta serie comenzó pareciéndome razonable y ha terminado pareciéndome estupenda y muy recomendable. Cuatro temporadas de una comedia de situación que trata el mundo de un joven con una personalidad en el espectro del autismo, en el momento en que comienza su transición desde una adolescencia en la que ha estado protegido por su familia al momento en que pasa a la adultez donde debe ir adquiriendo autonomía personal. Con un buen reparto en el que destacan los cuatro miembros de la familia Gardner, Keir Gilchrist, el protagonista, Jennifer Jason Leigh, la madre, Michael Rapaport, el padre y Brigette Lundy-Paine, la hermana, que, especialmente en las primeras temporadas, era una auténtica robaescenas. Pero también un grupito de secundarios que aportan interesantes acentos a la serie y que la enriquecen. Es una serie que trata básicamente de tres temas; la diversidad de los seres humanos, la familia y la amistad. Siendo las relaciones sociales sanas la mejor forma de afrontar las cuestiones derivadas de la diversidad, no negarlas ni homogeneizar «forzosamente» a los diversos… que de una forma u otra somos todos.
Pero estamos en una época en la que por motivos sinceros en unos casos, meramente de lavado de imagen en otros, no hay película o serie que no intente «glorificar la diversidad». El problema es que muchas veces lo hacen de modo muy forzado, mal integrado en el conjunto, o se les ve el plumero sobre el hecho de que es mera propaganda insincera… como en el caso de Disney, por ejemplo. Por ello es de agradecer que esta serie haya sido, si no convincente en sus tramas, muy entretenidas, por lo menos más sincera y auténtica que el promedio de lo que se ve hoy en día. Y es de agradecer. También es una serie que ha tenido otra enorme virtud. Ha sabido cuándo parar y cómo hacerlo, dejando con su última temporada un excelente sabor de boca. Muchas gracias. Sólo he echado algo de menos… más interacciones de Sam con la psicóloga (Amy Okuda)… eran estupendas.