Esta semana he tenido un poquito más de tiempo para digerir las cosas que han surgido por ahí en internet en la cosa fotográfica, así que tendré que seleccionar entre los enlaces marcados. A ver que tal me quedan.
En un tweet, Guillem Calatrava de Naturpixel nos recomendaba un enlace de El País en el que nos hablan de Wilhelm Brasse, un prisionero político polaco en Auschwitz, que sobrevivió a la ordalía y al que obligaron sus carceleros a ejercer de fotógrafo en el ominoso campo. Y fue el que tomó muchas de las imágenes con las que los nazis documentaron sus propias atrocidades y que hoy nos estremecen. Después de la guerra no quiso volver a ejercer de fotógrafo.
En el fotoblog Raw File de Wired podemos ver una serie de fotografías tomadas por Toufic Beyhum durante su peregrinación a la Meca. En ellas pone en contraste la belleza de las mezquitas y centros de peregrinación con la monstruosidad de los edificios, muchos de ellos hoteles, que han surgido a su alrededor para albergar a los peregrinos. Las fotografías de Beyhum son interesantes por varios motivos. Tienen un enorme interés documental. Tienen una indudable calidad fotográfica. A pesar de que la fotografía está prohibida en los lugares sagrados, aunque tolerada con las pequeñas cámaras compactas y teléfonos móviles, las fotografías están tomadas con una Hasselblad 500 para película fotoquímica, que no es un aparato precisamente discreto.

Revisaba ayer fotografías de todo el año, y vi algunas no usadas hasta ahora del viaje a Noruega. Gente haciendo fotos.
Reflexionaba Rafael Roa hace unos días sobre el mercado actual del arte, y del arte fotográfico en particular. A mí me interesa la fotografía, pero sigo sin entender como funciona el mercado del arte fotográfico. En alguna feria que he visitado, sigue pareciéndome que hay una relación demasiado grande entre precios y metros cuadrados de fotografía, cosa que también comenta Roa. Pero lo que me interesa es que su entrada sirve para recordar a Duane Michals, un fotógrafo que me parece realmente interesante. Y aprovecho para recordar que hace unos meses Le Journal de la Photographie (entonces La Lettre de la Photographie) dedicó un día a recorrer la trayectoria de este autor.
El surrealismo fue una corriente artística que siempre me ha interesado mucho. Y algunos de los fotógrafos surrealistas están entre mis favoritos. En Fotógrafos en la red nos recomendaban hace unos días a Tommy Ingberg, un fotógrafo sueco actual cuya obra está intrínsecamente encuadrada en este estilo artístico. Y creo que merece la pena conocer su obra.

Con todo tipo de aparatos, y por todas las partes.
Entre lo surrealista y lo onírico se encuentran también las fotografías de las casas voladoras de Laurent Chéhère. Inspiradas por el cortometraje de Albert Lamorisse Le ballon rouge, nos muestran casas típicamente parisinas flotando en el aire en un ambiente similar al de la película mencionada. Nos lo comentaron en el fotoblog Lightbox de Time.
Este fotoblog nos recordó también hace unos días las fotografías de Ingrid Bergman tomadas por Gordon Parks durante el rodaje de la película Stromboli. Me parecen muy intensas y como captan perfectamente las sensaciones de la Bergman en aquel dificil rodaje.

Y con todo tipo de luces y situaciones.
Para aquellos que gusten de las fotografías de los famosos, tenemos que recordar que hubo un tiempo en que estas no estaban asociada a los aspectos más sórdidos de su vida, sino que estaban llena de estilo y glamour. Y Le Journal de la Photographie dedicaba su edición del pasado miércoles a la colección de John Kobal. Sin duda alguna un buen rato de entretenimiento.
Finalmente, fotografía científica. Microsiervos nos contaba hace poco sobre la imagen de 9 Gigapíxeles (9.000 millones de píxeles), que ha publicado el ESO del centro de la Vía Láctea y que se estima que reune unos 84 millones de estrellas. Y se puede recorrer y ver cada una de las estrellas. Obviamente es una composición de numerosas fotografías, tomadas con el telescopio VISTA.
Por hoy nada más. Había más cosas, pero no quiero extenderme en exceso. Además, tiempo habrá para ir comentando. Aunque serán ya las cosas que aparezcan por ahí la próxima semana.

Y claro, también hay gente a la que lo que le gusta es que le hagan fotos. Las tres primeras fotos están tomada en distintos lugares de Oslo, y esta última en Bergen, Noruega.