[TV] Cosas de series; hoy es Miércoles… o en inglés, Wednesday

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. El tiempo nublado y algún cementerio que otro en Cornualles me servirán para ilustrar la «tétrica» entrada de hoy.

Wednesday es una de las series de más éxito de Netflix. Lo curioso es que, estando claramente dirigida al público adolescente, al cabo, no deja de ser una serie de institutos, con magia, una versión oscura, y anterior, a Harry Potter. Y sin embargo, en los días previos y posteriores al estreno de la segunda temporada, encontré a muchos adultos hablando de ella, que si la había visto, que se divirtieron con la primera temporada, etc, etc, etc. Me pareció curioso. Vi la primera temporada y… aunque relativamente entretenida, no acabó de entusiasmarme. Por lo que realmente no había hecho especiales planes para ver la segunda.

Pero he aquí que veo que existe esta expectativa. Y que además, los comentaristas en la red de redes dicen todos, o casi todos, que es mejor que la primera temporada. Esta segunda temporada se estrenó en dos bloques. Creo que en julio se estrenó el primer bloque de cuatro episodios, no recuerdo cuando, y a principios de septiembre el segundo bloque con otros cuatro episodios. Ocho en total. Con duraciones variables. Los más largos de una hora, incluso larga, y los más cortos de apenas tres cuartos de hora, sin llegar. Eso suele estar bien. Suele querer decir que en el montaje del episodio han ido a lo interesante. Si tenían mucho material y mucha historia que contar… se alarga algo. Y si no, pues más cortito que no pasa nada. Una estupidez lo de llegar a un determinado minutaje, algo propio de las televisiones con programación fija y anuncios de toda la vida, en las que la duración de las series estaba a merced de las pausas e intereses publicitarios. Bueno.

El caso es que decidí verla, y empecé con los primeros cuatro capítulos poco antes del viaje a Luxemburgo. Si me gustaban, seguiría con los cuatro últimos. Y si no,… tal día haría un año. El caso es que en cuanto estrenaron esos últimos episodios, me los merendé casi de tirón. Esta segunda serie es muuuuuuuuucho mejor que la primera. En primer lugar, Wednesday (Jenna Ortega) quizá sea el personaje principal, pero esta segunda serie podría perfectamente haber sido una temporada de una serie titulada The Addams Family. Porque todos ellos tienen su momento y su importancia. Y especialmente, Morticia (Catherine Zeta-Jones), al jugar en la trama transversal y principal con los conflictos generacionales dentro de la familia. Pero sobretodo, lo importante es el ritmo y la aventura que presentan los distintos episodios. Tras los tres primeros más de presentación, tenemos un excelente cuarto episodio, en el frenopático, que además de ser casi antológico en sí mismo, pone en marcha la acción continua y divertida de los cuatro que llegaron en septiembre. Un diseño de la temporada excelente, que ha asegurado una diversión absoluta, en este drama familiar, y de instituto, que al mismo tiempo se convertía en un procedimental con Wednesday al frente de los «investigadores» de los misterios.

Lo tengo muy claro. Si han de seguir así. Así como la otra serie estelar con personajes infantiles/adolescentes de Netflix conforme fueron pasando las temporadas cada vez me cargó más y llegué a aborrecerla, esta me ha parecido ingeniosa, bien escrita, bien rodada, y muy equilibrada en sus distintos elementos. La segunda temporada, digo… porque mi recuerdo de la primera sigue siendo muy flojo. Quizá uno de los aciertos más importantes de la temporada es que no han obligado a Wednesday a tener un interés romántico… que no le pega nada en absoluto. Entre otros muchos. Y lo más flojo… que me hace gracia que les llamen outcasts o marginados, cuando en realidad son todos una panda de pijos de mucho cuidado, con la protagonista a la cabeza. Y oye,… que no reconocí a Billie Piper y no me he dado cuenta que salía hasta que he redactado esta entrada. Qué cosas.

[TV] Cosas de series; novedades en fantasía e imperios galácticos

Televisión

Un par de novedades que han despertado, al parecer, mucho interés. Por lo menos eso manifiestan los voceros de la prensa y de la cosa del internet. Porque en lo que se refiere al público general, con el enormemente atomizada y dispersa que está la oferta televisiva, dudo que tengan tiempo y ocasión para mantenerse al día. Y no necesariamente lo que más publicitan las plataformas de contenidos es lo que tiene más calidad o más interés. Es curioso cómo las empresas, de cualquier tipo, se resisten como gato panza arriba a reconocer que sus problemas de rentabilidad derivan de a) sus expectativas eran irreales; b) son torpes y se equivocan; c) el capitalismo (dicen) se basa en la competencia y, por lo tanto, unos ganan y otros pierden; d) varios o todos los anteriores coinciden en el tiempo.

Lo que tienen las series de «Star Wars» es que sacan tantos paisajes diversos para acomodarlos a sus «planetas», que cualquier paisaje que tengas en fotos sirve para ilustrar alguno de ellos, seguro.

Wednesday es la enésima incursión al mundo de la familia Addams. Hasta la película de 1991, no significaban absolutamente nada para mí, y me parecían una variante, no demasiado interesante, de la familia Monster. Y es que donde esté Yvonne de Carlo… Así que, a priori, ni fu ni fa. Eso sí. Siempre me hizo gracia Christina Ricci en su papel de Wednesday/Miércoles. Ya simplemente el nombre me parece un punto. Y era realmente muy cría cuando hizo aquella película. Así que quizá por eso he dado una oportunidad a la que a priori me parecía el enésimo intento de Netflix de tener éxito gracias al genero del fantástico/terrorífico para adolescentes. Entonces… pues eso. Una más de las diversas series que en esta y otras plataformas que le dan vueltas a estos temas. Para mí, me ha resultado entretenida… sin más. Dignamente hecha, bien interpretada, si te va este tipo de series está bien. Pero no entiendo la expectación, excesiva, que parece haber despertado. Como curiosidad, Ricci tiene un papel en estas aventuras de instituto con brujas, monstruos, seres sobrenaturales y asesinos en serie. A la protagonista, Jenna Ortega, no haciéndolo mal, no acabo de verla en el papel. Pero es lo que hay.

Con mucha reticencia me acerqué a Andor en Disney+. Dentro del universo Star Wars, las series que se han estrenado en los últimos años me despiertan sensaciones encontradas o, directamente, negativas. The Mandalorian es muy entretenida y simpática, es una buena serie, pero su trama argumental, hasta ahora, representa algo anecdótico en lo que es la gran historia de la saga. No sé muy bien cómo y cuando encajarán a Baby Yoda en el gran esquema de ese universo. Pero lo dicho, hasta ahora, anecdótico. Su derivada, The Book of Boba Fett, es una serie mediocre, en la que cual cualquier personaje secundario es más interesante, o está mejor interpretado, que su protagonista. Y Obi-Wan Kenobi es una serie impropia de uno de los personajes más interesantes de la saga, absolutamente prescindible, mal pensada, mal encaminada, totalmente decepcionante. Con estos antecedentes… A los que hay que sumar el hecho de que esta serie sea una derivada, una precuela, de Rogue One. Una película que, sinceramente, sin ser perfecta, tenía momentos estupendos, y personajes nuevos mucho más carismáticos que casi cualquier otra cosa en la saga desde que pasó a manos de Disney. Pero parecía muy autocontenida.

De modo que han basado la serie en uno de los personajes con los que más se podía rascar, Cassian Andor (Diego Luna), en aquella película un oficial rebelde de los servicios de inteligencia que junto con su coprotagonista y algunos secundarios sostenían con algo más que dignidad aquel largometraje que nos divirtió bastante. Y así, nos hablan de un Cassian que todavía no está implicado en la rebelión contra el imperio. Una rebelión todavía atomizada, disgregada y sin objetivos concretos. Aunque tienen el detalle de presentarnos el origen de Mon Mothma (Genevieve O’Reilly), inspiradora de memes sin fin a propósito de los bothan que la diñan consiguiendo planos de estrellas de la muerte. Pero también entran otros personajes muy interesantes, como la madre adoptiva de Cassian (Fiona Shaw), o el intrigante sin escrúpulos que intenta impulsar la rebelión a cualquier coste (Stellan Skarsgård), que constituyen la parte prestigiosa del reparto. Queda coja la parte de los malos, ya que los villanos no son especialmente carismáticos, sin que esto sea culpa de los actores que los interpretan. El caso es que esta serie está bien interpretado. Tiene un lugar claro, manifiesto e importante en el conjunto de la saga, uniendo acontecimientos. Es muy entretenida; sin apresurarse, no deja de mantener la expectativa. Y sobre todo, con un personaje protagonista que va creciendo y con un Luna que interpreta estupendamente, que sostiene perfectamente la serie y el carisma del personaje. Si no lo echan a perder en temporadas siguientes, una serie que sí que tiene la calidad e interés que la saga siempre ha merecido y no siempre ha recibido.