Feliz 2006… que los que fumáis… por favor, lo dejéis

sociedad
Calle de Cádiz, Zaragoza

Circula una «rimilla» con bastante mala baba por los correos que se difunden en la telaraña mundial sobre los fumadores, el 2006 que nos viene encima y un presentador de la «caja tonta» bastante petardo. Y todo a cuenta de una ley que pretende mejorar dos cosas en este país. A saber,

  • la salud del público en general, evitando los efectos nocivos del consumo de tabaco.
  • el derecho de quienes no fuman a no sufrir las consecuencias negativas de ese consumo.

Creo que los objetivos son buenos. Si la ley los va a conseguir, ya veremos… que dijo un ciego a otro ciego.

En cualquier caso, si queremos empezar el año con buen rollo… no es buena idea hacer escarnio, mofa y befa de quienes van a sufrir algunas de las consecuencias de la ley, aunque sea por una buena causa.

Ale, Feliz Año 2006. Como decía E.T. «Seeeeed bueeeeenos» (pero no demasiado que es aburrido).

¡¡¡Terribles mutilaciones en el Castillo de Loarre!!!

sociedad
Castillo de Loarre (Huesca)

Hoy 28 de diciembre de 2005, y aunque no es oficial la noticia todavía, se ha sabido que el Gobierno de Aragón tiene la intención de convertir el Castillo de Loarre en sede eventual de los Consejos de Gobierno de esta institución. Para ello, deberán efectuarse grandes reformas internas, para adaptarse a las necesidades de las reuniones, así como la demolición de parte de la muralla exterior, con el fin de preparar un helipuerto. La prensa, curiosamente, no ha dicho nada, temerosa de las reacciones que se pudieran producir. Algunos colectivos de la zona han empezado a organizarse para llevar a cabo una campaña para impedir semejante barbaridad histórica.

¡Lo qué hay que oir en días como éste!

Un mar de algodón y hielo

Fotografía personal
Vista desde el Castillo de Loarre, Huesca

26 de diciembre. Es el quinto día consecutivo de niebla cerrada y temperaturas continuas por debajo de los cero grados en Zaragoza. Así que ya no hay más remedio. Cogemos el coche, las cámaras fotográficas y escapamos.

El destino elegido, los alrededores del Castillo de Loarre, y a partir de ahí, lo que dé de sí la mañana siempre que haya una luz razonable para tomar fotografías. Y desde las estribaciones del castillo paramos para ver el mar de niebla, bajo el cual la tierra se hiela. La transición es relativamente brusca. Al pasar por Bolea la niebla es densa. A falta de un par de kilómetros para llegar al pueblo de Loarre, rodeados por los cerezos que se aparecen fantasmagóricos con su ramas desnudas por el invierno, de repente el cielo se abre y un sol radiante nos inunda.
En una curva de la carretera paramos. En el límite con la niebla, una hilera de cerezos montan guardia. Más allá, apenas alguna loma y alguna torre de alta tensión sobresalen. Aún más allá, nada.

El tiempo ya está cambiando. Hoy ha llovido un poco en Zaragoza. Las temperaturas han subido por encima del cero. El hielo ha desaparecido. Y con él, también, un poco de la magia del invierno.

Paradojas de la ornamentación ciudadana

ciudad, Fotografía personal
Parque de la Memoria, Zaragoza

Paseaba el sábado pasado por Zaragoza para documentar el extraño aspecto que ofrecía la ciudad, cubierta por una capa de hielo, tras un par de días de niebla con temperaturas bajo hielo. Y no lejos de casa, sentí lástima por una escultura. Una estilizada y sonriente bañista que ornamenta el Parque de la Memoria, se encontraba como siempre, en lo alto de su pedestal, invitando a disfrutar del aire libre y del buen tiempo… que vendrá dentro de unos meses. Mientras tanto, estoica, a 3 grados centígrados por debajo de cero, con su traje de baño de competición, soportaba con su eterna sonrisa la capa de hiejo que sobre ella se depositaba.

Seguro que el artista que la concibió no pensó en este ambiente, ni en que los escasos viandantes que por el parque se aventuraban iban a sentir, más que alegría, lástima. Aunque sea de una materia inerte y no de la vibrante carne que muchos imaginarán…

Yo también sentí pena… pero ya llegará el buen tiempo, ya.

Zaragoza se hiela por Navidad

ciudad, Fotografía personal, sociedad
Ribera del Canal Imperial de Aragón, Zaragoza


Zaragoza
lleva tres días bajo una intensa niebla con temperaturas extremadamente bajas. La boira, que es la denominación tradicional de la niebla en Aragón, se instala con frecuencia en el Valle del Ebro cuando llegan los fríos anticiclones invernales. Lo que no es tan frecuente es que se acompañen de temperaturas bajo cero durante prácticamente todas las horas del día. Y cuando esto sucede, en ocasiones la boira se hiela. Incluso en algunas zonas es posible sentir como pequeños copos se forman a nuestro alrededor y caen dando la sensación de que nieva. Pero es un fenómeno distinto de la nieve, ya que ésta aparece en situación de bajas presiones, justo al contrario que el meteoro que hoy nos ocupa.

El caso es que para muchos maños es como si hubiese nevado. Y a pesar de lo poco frecuente que es la nieve en esta ciudad, vamos a tener una blanca navidad, como cantaba Bing Crosby con la célebre canción de Irving Berlin. No será la en otras latitudes tradicional nieve, pero bueno,… a falta de pan, buenas son tortas. Pero vamos… que no dure mucho… que hace frío… brrrrr.

Yo no soy especialmente creyente en esto de la Navidad, pero para aquellos que lo son, Feliz Navidad, y para los que no lo son, Felices Fiestas. Y ya sabéis… si un tipo viejo, gordo, con barbas, y vestido con un horrible traje colorado ronda por vuestra casa… no llaméis a la policía… que igual os trae algo.

Paseo de la Independencia, Zaragoza

Marionetas en la cuerda

arte música y literatura, sociedad
Mercadillo de la Plaza de San Bruno, Zaragoza

El hecho está ahí. Son días en los que la gente se deja invadir por un extraño estado de ánimo, que los cursis denominan el espíritu navideño. Y entonces, si han alcanzado una cierta edad… pues les da por recordar lo que pasaba en aquellos tiempos… en la infancia y en la adolescencia. Por mucho trabajo que haya, siempre se encuentra un rato en el «curro» para charrar un ratito de aquellos recuerdos divertidos, tengan o no tengan que ver con la Navidad.

Y esta mañana a tocado la infame Eurovisión. Al festival me refiero. Lo curioso es que de los que estábamos casi nadie se acordaba de nada de lo sucedido una vez llegada la adolescencia más avanzada. Pero de los festivales de la infancia, todo el mundo se acuerda. Incluso cuando no es posible acordarse como me pasa a mi con la canción de la descalza británica Sandie Shaw, Marionetas en la cuerda. Yo era demasiado pequeño para acordarme de aquel evento… pero la canción la tengo metida a fuego en mis recuerdos; así que he buscado la letra en la telaraña mundial. Y la he encontrado claro. En el enlace del título.

Ay… si tú me quisieras lo mismo que yo…

(mmmm… que empiezo a sospechar por qué la tengo tan marcada)

King Kong (2005)

Cine
Avenida de San José, Zaragoza

Vamos a ver. Una cuestión tiene que quedar clara. King Kong, en cualquiera de sus versiones, es la típica película de aventuras en la selva. Y el esquema vale para esta película, para Tarzán, para las Minas del Rey Salomón, o para George de la Jungla. Van unos pocos buenos con un montón de malos y antipáticos destinados a caerse por un precipio o a que se los coma una fiera. Corretean de peligro en peligro por la jungla hasta que vuelven con la bestia (sean animal o bruto humnano) a la civilización donde, si las cosas van mal, la bestia muere, y si van bien el bruto se casa con la chica y vuelven a la selva donde se montan un dúplex en la copa de un baobab. Y en lo que se refiere a la historia no hay más. Se cuente en algo menos de hora y media, rodado en blanco y negro con escenarios de cartón piedra, o dure tres horas largas, con los más maravillosos recursos infográficos que la tecnología moderna ofrece, para dar verismo a la historia. Porque claro, nada hay más verosimil que un gorila de 30 metros que convive con tiranosauros, diplodocus, cangrejos gigantes y babosas con colmillos.

Dejemos en paz la historia que da para lo que da y no da más.

Una película como esta que nos ofrece Peter Jackson es un alarde tecnológico. Un espectáculo al estilo de hoy en día, más preocupado por los fuegos de artificio que por contar algo nuevo. Eso sí. Lo que cuenta lo cuenta bien. El tipo tiene oficio. Que no es poco. Al fin y al cabo, se entrenó con las casi 12 horas que dura la versión en DVD de El Señor de los anillos. Obra de la que es heredera visualmente y conceptualmente este King Kong cibernético. Los actores están bien. Son secundarios, en relación con el simio, pero están bien. La chica, Naomi Watts, es buena actriz. Lo cual se agradece en un filme en el que su principal cometido es poner caritas al mono. Por lo menos que las ponga bien. Y además es atractiva. Que no sólo le gusta a los primates extremadamente peludos; al resto de los primates también.

La fografía de Andrew Lesnie, clavadica a la del enredo de las sortijas; al fin y al cabo es el mismo iluminador. La banda sonora, muy parecida también a la que compuso Howard Shore para el culebrón de la Tierra Media. Digno, pero con bastante menos nivel; no es Shore el compositor.

Y ahora, vamos a lo realmente interesante.

En primer lugar, la presentación inicial del Nueva York de la depresión. Con un ambiente basado en las fotografías de la época como las de Charles Ebbets, tomadas entre los trabajadores de la construcción que levantaron los rascacielos de la ciudad. También en la obra de otros fotógrafos como Walker Evans, o Dorothea Lange, entre otros.

En segundo lugar, conviene y mucho ver la versión del año 33 antes que esta. Yo tuve la ocasión de hacerlo el fin de semana en el canal Cinemanía clásico. La nueva película tiene un montón de guiños a aquella, además de ser razonablemente fiel a su argumento. Una escena en el puente del barco, un anuncio de Chevrolet, unos sostenes de coco, los disfraces simiescos de unos danzarines, son detalles que sin ser necesariamente idénticos a la original, no hacen más que referenciarla y homenajearla constantemente.

En fin. Que después de todo, y a pesar del excesivo metraje y sobrecarga de peripecias, a pesar de alguna inconsistencia en la historia, alguna elipsis un poco forzada, algún personaje que sobre, la película no se hace aburrida y entretiene. La realización bastante buena (un 7), una interpretación ajustada (otro 7), salvan una película que aparte de los efectos especiales ya esta vista. Así que le damos un seis.

Rollyo: Personaliza tu motor de búsqueda

informática
Paseo del Canal, Zaragoza

Yo suelo utilizar Google como motor de búsqueda en la telaraña mundial. Suele funcionar bien. Suelo encontrar lo que busco. Pero esta utilidad, Rollyo, tiene su interés. Para aquellas cuestiones que más me interesan, ya sé cuales son los sitios en la red que más probablemente van a disponer de la información que busco. Y centrando la búsqueda en esos sitios, ahorro tiempo y esfuerzo. Con Google se puede hacer. Restringir la búsqueda. Pero no es fácil ni intuitivo.

Con Rollyo, se pueden definir las búsquedas a los sitios de confianza. La única pega sería que no utiliza Google como motor de búsqueda. Utiliza Yahoo!. Pero bueno. Como le dices dónde tiene que buscar…

Tiene otro inconveniente… Está inglés… Ya se sabe… El Imperio es el Imperio.

50 años de World Press Photo

Fotografía
Parque grande, Zaragoza

En octubre os proponía una interesante exposición; la última edición de la World Press Photo. Pues bien, en estos momentos es posible admirir en la sede en internet de esta organización una galería con las fotos ganadoras en los certámenes correspondientes a los 50 años que este certamen de fotografía lleva existiendo. No son 50 fotografías. No hubo certamen los años 1959, 1961 y 1970, pero las 47 que hay son sumamente interesantes, siendo muy famoras algunas de ellas como las de los años 1957, 1968, 1972, 1980, 1989, 1994 o 1997

Claro que estando en España, lamentablemente, quizá la que más nos llame la atención sea la correspondiente a 1981.

Las 100 escenas más maravillosas del cine

Cine
Parque grande, Zaragoza

Si ayer comentaba las 10 películas que no deben dejar de ver los fotógrafos, hoy propondrá las 100 escenas más maravillosas del cine según la revista Variety. Como siempre, cualquier clasificación de estas será discutible para cualquiera que conozca el cine es el orden de las mismas o si sobra o falta alguna. Pero siempre vienen bien para recordar aquellos momentos más mágicos del séptimo arte, o como propuesta para ver en un futuro ante películas que hemos olvidado o que nunca hemos visto. Yo mismo hubiera colocado la escena del aeropuerto de Casablanca, por delante de otras, pero… Lo que me ha sorprendido es ver entre las diez primeras la escena del piano y Michelle Pfeiffer en Los fabulosos Baker Boys. La película, aunque bastante digna y con una estupenda música de jazz, no deja de ser menor en comparación con otras de la lista en los primeros lugares. Pero he de reconocer que muchos, especialmente los varones, nos quedamos prendados para siempre de la Pfeiffer a partir de entonces.

Pero no tenemos que quedarnos sólo en esto. También nos ofrece la revista los 100 mejores momento de la música en el cine, y aquí sí con As time goes by (El tiempo pasará) de Casablanca en primer lugar. Y también nos ofrece, aunque desde mi punto de vista un asunto menos interesante, los 100 momentos más glamurosos en la ceremonia de los Oscars, con una siempre elegante Grace Kelly en cabeza, recibiendo su premio por The Country Girl (La angustia de vivir).