Aparte de tranvías, arte, mucho arte, y tiendas

Italia, Milán 2006, Viajes

Pues eso, que después de que ayer viésemos las principales atracciones turísticas
de la ciudad, hoy tocaba dedicarse al detalle. Y eso implica ver algún museito y esas cosas. Lo más curioso es que hemos visto un par de museitos del equivalente al Ministerio de Cultura italiano, uno en el Castello Sforcesco, de esculturas, y otro en el Palazzo de Brera, una pinacoteca, y nos han resultado baratitos (3 y 5 euros) y simpáticos, con posibilidad de fotografíar siempre y cuando desconectáramos los siempre ofensivos flashes en este tipo de sitios. Escultura clásica, bajos relieves, una pietá de Miguel Ángel inacabada, algún Greco, algún Rubens, un Caravaggio, etc., todo ello cómodamente y con simpatía.

Hemos visitado también la Capella Portinari, en San Eustorgio, dependiente de la Iglesia (la católica apostólica y romana), y está muy bien, pero tiene mucho menos contenido. Nos han cobrado 6 euros (pase), pero nos han dicho que si queríamos fotografíar teníamos que pagar 4 euros más. En total, 10 euros por mucho menos que los anteriores. Nos hemos vengado robando alguna foto cuando no miraba el «perro guardián» que nos han puesto.

Incluso en el extranjero, mantenemos lo de siempre, ¡Abajo la Iglesia! ¡Viva la República! (aunque sea la italiana).

Pietá incabada de Miguel Angel, Castello Sforcesco

Salas de la pinacoteca del Palazzo de Brera

Foto robada en el cementerio paleocristiano de San Eustorgio

Un lugar que nos ha encantado ha sido San Maurizio, anodino por fuera, pero con las paredes llenas de frescos maravillosos, que nos han gustado mucho. Estos también han sido muy simpáticos y amables, aunque fueran Iglesia. A cada cual lo suyo. Lo que si nos hemos encontrado, ha sido el desmentido de que los unicornios desaparecieran porque Noé se los olvidó con las prisas, y no los introdujo en el arca. Y si no, observese la instantánea a continuación.

Nos hemos acercado a otro templo de otro tipo de arte. La famosa Scala de Milán, uno de los principales teatros líricos del mundo. También es un lugar anodino por fuera, salvo por los ocasionales tranvías, pero el interior, el teatro, nos ha parecido absolutamente impresionante. Muy bien.

Por otra parte, en nuestro amplio deambular, hemos encontrado algunos rincones estupendos y muy animados, como la Porta Ticinese, con su tranvía y un montón de gente alrededor. Se notaba que era sábado.

Finalmente, tocaba pasearse por el Corso Vittorio Emmanuelle, donde están todas las tiendas esas, a cual más cara. Curiosamente, de todos los sitios en los que hemos estado, ha sido el lugar donde más hemos oído hablar en castellano. Hijo, que afición por la compra, oye; aunque sea por la de los demás, porque a estos precios…


En Milán, chico, hay de todo; tranvías, catedrales, buen tiempo, mal tiempo,…

Italia, Milán 2006, Viajes

Como comentaba ayer, en Milán hay tranvías. A montones. Muchos de ellos pequeños, antiguos, pintados de un vistoso amarillo, ruidosos y con unas tranviarias muy simpáticas que van saludando a todo el mundo. Qué estupendo. Que bien ha ido todo. Y aun queda el rato golfo… Tengo que darme prisa que me esperan.

Pero por la mañana, el tema no prometía nada bueno. Se ha pegado toda la noche lloviendo, y a la hora de empeza a hacer turismo no llovía, sino que diluviaba. Y con una cerrazón tremenda. Pintaban bastos.

Así que hemos empezado por lo más lógico, o cobarde, o inteligente, según se mire. Por las Galerías Vittorio Emmanuelle. Que para eso están a cubierto. Todo llenito de comercios superhipermegapijos, y con las españolitas mirando los escaparates con deseo. Claro que también hay un McDonald’s. ¿A quién se le habrá ocurrido semejante falta de clase y de consideración? Maldito dinero que todo lo puede…


Mientras paseabamos por las galerías, se han debido de acordar de que yo estaba en la ciudad, y que por lo tanto tocaba buen tiempo. Y así en cuestión de minutos, hemos pasado del diluvio a un agradable día de nubes y claros. Así que nos hemos ido al Duomo. Una maravilla, oiga. Nos ha sorprendido lo piadosos que son los turistas de por aquí. Cantidad de gente colocando un eurillo en la hucha del sacristán y encendiendo su velica al santo de turno. Que por cierto por aquí veneran a un San «yo». Es la primera vez que me encuentro con esto.


Y el caso es que, cuando nos hemos dado la vuelta por el exterior del Duomo para buscar la subida a las terrazas, nos hemos fijado que la decoración era digna de una feria de sado-maso. Muchas de las esculturas del exterior del ábside correspondían a mártires diversos en pleno martirio. Fíjense, fíjense, en el tipo al que se le salen las tripas.

Para mártires los turistas que suben a las terrazas. Si vas por la escalera son 4 euros; por el ascensor, 6 euros. Y el tema es que la mayoría subía por las escaleras,… como si dados los precios del lugar eso les sirviese para algo… Claro así andaban luego de destrozados, que se tumbaban en cualquier lugar de las sacras terrazas del Duomo. Mucho más dignas las mocicas orientales, que se sentaban modositamente habriendo sus paraguas para protegerse del sol.


El paseo ha sido amplio y narrarlo todo podría ser cansado. Especialmente para mí. Además me llaman. Nos vamos a golfear un rato. Aunque no sé. Porque al final de la tarde ha vuelto a caer otro diluvio, que no se podía ni estar en los primeros quince metros a cubierto de las famosas galerías, por el agua que entraba. Venga, que se me van. Hasta mañana.

Sin novedad desde Milán; pero llueve

Italia, Milán 2006, Viajes

Ha habido relativa suerte. También dispongo de conexión a Internet desde el Grand Hotel Puccini de Milán. Es curioso ver como un tres estrellas mallorquín puede ser mucho más mono y puestito que un cuatro estrellas italiano. Pero es lo que tiene la cosa.

Mis primeras impresiones de Milán han sido húmedas. Llueve. Espero que la cosa vaya amainando. Pero algo importante; hay tranvías. No de los modernos, no de los que llaman metros ligeros. Si no de los de toda la vida. Y todavía no conozco una ciudad con tranvías de los de toda la vida que no me guste. Pues nada, a por ella.

Tranvía «a la milanesa», bajo abundante lluvia

Hoy me voy a Milán, pero antes os dejo mis últimos álbumes de Mallorca

Mallorca, Viajes

Pues eso, vuelvo a salir de viaje. Vacaciones. Milán y alrededores. Espero volver con nuevas y abundantes experiencias y nuevas y abundantes fotos. He terminado de subir los álbumes de mi estancia la semana pasada en Mallorca. Estos son los últimos.

Mallorca 2006 – Sa Calobra

Sep 9, 2006 – 5 Photos

Si tengo suerte como en Palma, donde tuve una conexión a internet fácil desde el hotel, seguiré subiendo artículos a este Cuaderno de Ruta contandoos cosas. Si no, hasta dentro de una semana.

Luz de las velas en el Convento de San Francisco, Palma de Mallorca

En casi vísperas de salir para Milán, voy procesando fotografías de Mallorca

Mallorca, Viajes

En los siguientes enlaces, podréis ver algunos de los álbumes que ya he ido terminando. Que os gusten.

Mallorca 2006 – Palma de Mallorca

Sep 7, 2006 – 58 Photos

Vendrán algunos más. Mientras tanto, un adelanto.

Cabo Formentor, Mallorca

Mirror Project y galerías del viaje por Mallorca

Mallorca, Viajes

Mientras he estado fuera, me ha llegado la notificación de que dos de mis fotos autoreflectivas han sido aceptadas en The Mirror Project. Se han añadido los enlaces convenientemente a la barra lateral.

He empezado a subir fotos de mis paseos por Mallorca en la siguiente dirección:

http://picasaweb.google.com/ccarreter

En The Tube, Londres

30 St Mary Axe, «The Gherkin» (El Pepinillo), Londres

Se acabó mi escapada mallorquina; hasta la próxima

Mallorca, Mallorca 2006, Viajes

El objeto principal del viaje ha sido celebrar una fiesta en honor de dos muy queridos amigos que se han casado. Una reunión de familia y amigos, poco convencional, pero muy agradable en un entorno privilegiado; la isla de Mallorca. Tras mucho trasnochar y poco dormir, y con la obligación de abandonar el hotel a las 12 del mediodía, queda dar un último paseo por Palma antes de dirigirme por la tarde a Son San Joan.

Más que pasear ha sido una arrastrarme, en un día caluroso y húmedo, con tremendo bochorno y amenaza de tormenta. Y claro, no se me ocurre otra cosa que subir, caminando, al Castillo de Bellver. Agotador, en mis lamentables condiciones, aunque agradable por la brisilla que corría en lo alto comparada con el bochorno de la parte baja de la ciudad.


Desde el castillo, se puede admirar las vistas, aunque un poco calimosas, de la ciudad y la bahía de Palma, que nos permite admirar el desarrollo de la capital balear.

Después me entra la curiosidad de visitar el Pueblo español. Este tipo de inventos turísticos nunca han sido santo de mi devoción. Pero la posibilidad de que las estrechas calles del complejo turístico esté mas fresquitas, me ha llevado a visitarlo. No me ha servido para cambiar de idea sobre estos «engendros», pero tampoco ha sido desagradable.


Finalmente, un paseo por el Paseo Marítimo y el puerto, me ha permitido situarme geográficamente en el mundo, a poco más de 3 grados de longitud respecto a Zaragoza, que tampoco es para tanto, y tomar alguna instantánea con las amenazadoras nubes de la tormenta al fondo de la bahía.

El balance ha sido positivo. Las posibilidades de la isla, especialmente las fotográficas, son muchas. He quedado encantado con la Sierra de Tramuntana, desde Andratx hasta Cabo Formentor. Habrá que volver.

Menos anecdotas, pero maravillosos paisajes

Mallorca, Mallorca 2006, Viajes

En mi segundo día al volante del animoso Forfour, la opción era un recorrido por la costa y la
Sierra de Tramuntana, desde el Puerto de Andratx hasta la afamada carreterica de Sa Calobra. Estaba por ver, lo que daba de sí el día, porque había que estar a una hora prudente de vuelta en el hotel, que hoy toca cambiarse de muda, que al fin y al cabo aquí a lo que se viene es a una fiesta.

El Puerto de Andratx estaba todavía adormecido cuando he llegado por la mañana. Apenas algunos laboriosos dependientes y camareros habrían sus establecimientos, aunque los primeros paseantes no habían hecho todavía acto de aparición.

Entre Andratx y Sòller la carretera discurre por una abrupta sierra, que con frecuencia cae en picado hacia el Mediterráneo, ofreciéndonos una costa de gran belleza, lo cual se ve potenciado por la frondosidad de la vegetación mediterránea que cubre las laderas de los montes. He quedado francamente impresionado.


Son numerosos los turistas que recorren la carretera, y para en los diversos miradores a admirar el paisaje. Pero… digo yo. No podrían prohibir el paso a las turistas que se empeñan en ir con tacones o chanclas y deciden conquistar atalayas diversas. Como la teutona de la imagen (no vale el chiste fácil de quitarle la «u» a su nacionalidad), tan mona ella y tan poderosa, y que ahí la veía yo que estaba a punto de perder pie y, probablemente, la dignidad. Y así ha sido, que trastabilleó, cayó, adoptó gracias a la rebeldía de la falda una posición de lo más indigna, y afortunadamente, nada pasó. Y heme aquí que fracaso de nuevo como paparazzo, ya que, en lugar de tomar imágenes del espectáculo, ahí me tienes preguntando que si puedo ayudar. Ya veo que no valgo. Claro que la presencia del novio, algo habrá tenido que ver. Vamos, o soy un indeciso o soy un cobarde…

Tranquilamente, he llegado a Valldemossa, población famosa por un convento, una cartuja para más datos, por el que brujulearon en el siglo XIX el que todos saben compositor francés, aunque curiosamente había nacido en Polonia, y ahí lo tenías pegándose el día componiendo polonesas, Federico Chopin, y su amiga, con nombre de tío y que vestía como los tíos, George Sand, escritora dicen, aunque a ver quién se acuerda de algo de lo que escribió. Y cómo se lo tienen montado los valldemossos, oye. Menudo negocio, a costa del pianista y la amigueta. Lo que me ha costado pillar un rinconcillo tranquilo y sin gente.

Menos mal que ahí estaban un grupo de animosos nostálgicos que se habían organizado una excursión por Mallorca en biscúters. Jo, qué caña. Y la escandalera que organizaban. De inmediato se me ha ido la memoria hacia una de las joyas del cine español, El Verdugo, en la que estoy convencido que sale algún biscúter y, además, algunos de sus principales y más divertidos pasajes suceden en Palma de Mallorca.


Finalmente, un recorrido por la Sierra de Tramuntana, una verdadera belleza, oiga, para acabar bajando (y luego subiendo) por la famosa carretera de Sa Calobra. La verdad es que los doce kilómetros de carretera se los traen. Y esto evita que la gente se fije en lo que se tiene que fijar. En la belleza del paisaje. Una pena.


Intenso día de paseo por la isla… ha habido de todo

Mallorca, Mallorca 2006, Viajes

Hoy viernes, y a los mandos de un «aguerrido» Smart ForFour diesel, he salido ha recorrer la isla. Y efectivamente, ha habido de todo. Empezaremos por las piadosas ascensiones a un par de montes con sus santuarios incluidos, en uno de los cuales, a modo de deportivo relicario he podido encontrarme con los maillots arco iris de Guillermo Timoner, un campeón ciclista español, de los tiempos que el dopaje consistía en ponerse ciego de bocadillos de sardinas. Campeón del mundo en repetidas ocasiones, hoy se le recuerda menos que a otros «esforzados de la ruta».

Tras una visita a las típicas y tópicas Cuevas del Drac, de las que no hay imágenes porque estaba oscuro (como en todas las cuevas) y porque las fotos con flash en las cuevas son horribles, ha habido tiempo para pasear por algunas playas, como las de Portocristo, la Bahía de Alcudia y la Bahía de Pollença. Algunas imágenes inocentes de la gente pasándoselo «chupi«.

Bueno, algunas imágenes no son tan inocentes… pero quien se resiste a ser paparazzo por un día. Vale. No lo volveré hacer. Que está muy feo.

FOTO AUTOCENSURADA POR LA DIRECCIÓN DE ESTE CUADERNO DE RUTA

Finalmente, un bello recorrido por el Cabo Formentor, donde ha habido bellos acantilados que se adentran en un mar de intenso azul.

Fotos familiares, de los sopotocientos turistas que han tenido la misma idea que yo. Que la mejor hora para visitar el lugar era la caída de la tarde.

También nos ha saludado una cabra, que no era la de la legión, que primero ha sorprendido a este fotógrafo cuando trepaba por los riscos, con menos agilidad que ella, para intentar pillar la perspectiva original del paisaje.

Pero que posteriormente, acercándose hasta las inmediaciones del faro del Cabo Formentor, se ha mostrado como una gran relaciones públicas.

La puesta de Sol ha sido lo inmensa que uno espera de un lugar tan bello como éste. Ya veremos si la habilidad del fotógrafo le ha hecho justicia.

Finalmente, tras cenar algo en el Puerto de Pollença, un paseíco por la orilla de la playa/puerto, muy animada con los paseantes y los chiringuitos de artesanías. Mañana será otro día.

En tren, en tranvía, caminando…

ferrocarril, Mallorca, Mallorca 2006, Viajes

A mí me gustan los trenes. Y en especial, los antiguos. Los clásicos. Los que nos retrotraen a otras épocas y otras sociedades. Aquellos que hicieron revoluciones industriales y acortaron el mundo cuando este parecía infinito. Y si no os lo creéis, visitad mi página en internet, Trenes de Ayer y de Hoy; para que veáis. Por lo tanto, si estoy en Mallorca, necesariamente me he ido a visitar el Ferrocarril de Sóller y el tranvía que une Sóller con el Puerto de Sóller. Una mañana dedicada a viajar pausadamente en este medio de otros tiempos.

Por la tarde, un paseo por Palma. Una ciudad que me ha sorprendido muy gratamente. Y no sólo por la sobrasada. Sino por muchas cosas. Tiempo habrá de ir ofreciendo imágenes. De momento, aquí va un adelanto.

Imagen del coche motor de uno de los trenes del FC de Sóller; este vehículo está fabricado en Zaragoza, hacia 1928

Sóller se encuentra encajonado en un profundo valle entre montes; la vista desde el tren cuando nos asomamos al valle es notable

Esta forma de conducir un tranvía me retrotrae a mi infancia y al tranvía de la línea 11 «Parque-San José» de Zaragoza; pero esto que vemos aquí no es aquella desaparecida línea sino el Tranvía de Sóller

En el Puerto de Sóller, no falta quienes toman el sol

El coche tractor del Tranvía de Sóller maniobra para realizar el trayecto de regreso

Este aviso del FC de Sóller se refiere a las ventanillas, no al mundo; así que no valen excusas

A la rica sobrasada en las calles de Palma de Mallorca, mmmmmm

La bella catedral de Palma se tiñe de carmín con el sol del atardecer

Pues estoy de vacaciones, oiga, en Palma de Mallorca

Mallorca, Mallorca 2006, Viajes

Y el simpático Hotel IBB Zurbarán de la capital balear tiene red wifi abierta para el uso de todos sus clientes. Hotel muy mono, con gente muy amable, aunque un pelín apartado de las cosas que me interesan. Pero bueno, poco mal, que estamos de vacaciones. Así que igual voy mandando algún artículo mientras esté por aquí. De momento, poco he podido hacer además de acomodarme y cenar algo tras un tranquilo viaje en este avión de Air Europa.

Ale. Hasta la próxima.